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A CHANGE OF SEASONS (Dream Theater, 1995)

Artista: Dream Theater (C)

Fecha de Grabación: Mayo del ‘95

Fecha de Lanzamiento: 9 de Septiembre de 1995, USA

Discográfica: East/West

Productor: David Prater & Dream Theater

Calificación: 8.5

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: Metal (1970-???) Progresivo (1968-???)

Subgénero: Metal Progresivo

 

Mejor Canción: El original y el tributo a Zep

Canciones: 1) A Change of Seasons; 2) Funeral for a Friend/Love Lies Bleeding; 3) Perfect Strangers; 4) The Rover / Achilles Last Stand / The Song Remains the Same; 5) The Big Medley.

 

Este es posiblemente el EP más grande de la historia del Rock. No sé si en cuanto a calidad, pero sí en cuanto a duración. Cuando uno ve que es un EP y que trae 5 canciones, uno espera una duración de unos 20 minutos, 30 quizá, sabiendo que es Prog. Pero con Dream Theater, eso sería insultante. Este EP raya casi la hora, y dura más que la mayoría de los discos de la mayoría de las bandas. Incluso dura más que el Images and Words, disco que los llevaría a la fama, y su más emblemático a la fecha. Sí, por 27 segundos, pero dura más. La etiqueta de EP sería pues, más por cuestiones comerciales, pero ya ahondaré en ello.

Dejamos a nuestra banda de Prog Metal favorita en plena crisis existencial tras la salida de Kevin Moore. Después de que Jordan Rudess los rechazara, Derek Sherinian terminaría incorporándose en los teclados. Y no es por demeritarlo, ya quisiera yo tener la décima parte de su habilidad, el  tipo es un maldito mago en los teclados, pero hay que aceptar que ha sido el tecladista más débil de Dream Theater… lo cual no es necesariamente malo. Sherinian es más lento, sí, pero es algo más melódico, y a la vez, da mayor oportunidad a que la guitarra de Petrucci luzca más. Derek tendría apenas un par de semanas para aprenderse el legado de Moore antes de su bautizo de fuego en su primer concierto. Da la impresión de que jamás se llegó a adaptar del todo a la banda, pero se le nota el esfuerzo, y al menos en este disco luce muy bien.

Tras la gira del Awake, la banda volvió al estudio en Mayo del ’95. Recuerdan que East West Records les había prometido en 1994 libertad creativa si les entregaban un disco más potente y grungero? Bueno, pues Dream Theater cumplió con el Awake, y para sorpresa, East West también cumplió y les permitió hacer lo que quisieran. Conociendo a Dream Theater, uno hubiera pensado que saldrían con un disco cuádruple en el que cada placa es un solo tema en el que luce cada instrumento, con solos de 29 minutos y toda la cosa. Pero no. En lugar de ello, lanzaron una suite de 23 minutos, compuesta principalmente por Mike Portnoy, en la que habían estado trabajando desde poco después del lanzamiento del When Dream and Day Unite, en 1989, y que de hecho, habían trabajado para el Images And Words, pero no alcanzó a entrar por espacio. En ese momento, habían creado una especie de obsesión con el tema, que se había extendido con cada vez más fragmentos menores. Como no tenían de momento más material, o creían que no encajaba con esta suite, agregaron 4 temas en vivo, grabados en el Ronnie Scott's Jazz Club de Londres en un concierto exclusivo para fans. La verdad es que estos covers están hechos con tal pulcritud, precisión y claridad de sonidos, que mucho tiempo creí que fueron grabados en estudio, a pesar de los aplausos de la gente. No serían la primer banda que los agrega para dar esa sensación de un falso “en vivo”.

Pero la cuestión es que estos tipos son la perfección andante y no pierden una sola nota. Los covers son una interesante selección en la que muestran las influencias más notables de la banda: “Funeral for a Friend/Love Lies Bleeding” de Elton John, Un Medley tributo a Zep que incluye fragmentos de The Rover, Achilles Last Stand, y The Song Remains the Same, y otro Medley que lleva pedazos de Pink Floyd, Kansas, Queen, Journey, Dixie Dregs y Genesis. Todos son influencias reconocibles, pero sorprende un poco la selección de Elton John, y es que, sin menospreciar el Goodbye Yellow Brick Road, uno no se lo hubiera imaginado como influencia directa de Dream Theater. Mi teoría es que esta fue una selección enteramente de Derek Sherinian, y que la banda se lo permitió a manera de bienvenida. “Bien, te gusta, hagámosla!” El resto de los temas los puedo ver perfectamente como una decisión más democrática.

La portada es curiosa. Muestra un niño en shorts jugando con una cubeta y una pala. Uno creería que eso en lo que juega es arena, pero uno se da cuenta que es nieve cuando descubre en la contratapa, a un hombre ya mayor, de esquimal en una cálida playa. Contrastes y un estupendo juego con el título del álbum, digo, del EP.

 

El disco  arranca con “A Change of Seasons”, único tema original, y que abarca más de un tercio del EP. La canción la comenzó a escribir Portnoy desde 1989, y en 1992 incluso grabaron en demo para las sesiones del Images And Words, pero fue descartada, ya sea porque no les convencía o porque no cupo en el disco. Esta versión finalmente fue grabada en los Bear Track Studios de Nueva York, con David Prater como productor. Las letras de Mike hablan del ciclo de la vida. Él mismo diría que se basó en varios incidentes personales. Así pues, la suite, hace una alegoría entre el día (amanecer y anochecer) con la vida y la muerte, ligándolos al ciclo anual de las estaciones. El personaje ha tenido una vida difícil y se da cuenta que está completando un ciclo. Sabe que la muerte está cerca, pero tiene un hijo, y éste deberá pasar por experiencias similares para completar su propio ciclo. La canción de hecho, tiene una intensión circular, iniciando con un lento y lóbrego arpegio (que recuerda de lejos el inicio de “Pull Me Under”), y cerrando con la misma figura. La canción se divide en 7 partes, por lo que vamos a ver una por una: 

 

I - The Crimson Sunrise. Es el inicio de la multiparte don una guitarra acústica de 7 cuerdas, creando un arpegio lento y oscuro. El arreglo es complejo y circular, haciendo una especie de riff fúnebre al que lentamente se le van agregando instrumentos. Primero teclado, luego campanillas sintetizadas, y cerca del minuto, un manto satinado y etéreo. Al 1:30 la tensión revienta con un riff arácnido de la guitarra eléctrica de Petrucci, haciendo escalas similares al riff circular, pero con la distorsión a todo. Tras la primer vuelta, los demás instrumentos van agregando variaciones, parones y arrancones, y distintas figuras. Al 2:30 Derek tiene su primer momento estelar, primero con arreglos de piano, y luego con largas notas sostenidas de sintetizador. Mike está convertido en un pulpo y va creando distintos tiempos y manteniendo la tensión, mientras que Myung sirve de enlace entre la batería y la guitarra. Esta Intro o primer fragmento de la suite se supone que está relacionada con el otoño, pero su título sugiere el inicio del ciclo de la vida. Una amanecer escarlata, al principio lento y sutil, que después se violenta con la agresiva salida del sol. El tema llega hasta el 3:48.

 

II - Inocence inicia al 3:48, tras la escala de notas ascendentes de Petrucci y un instante en que queda todo en suspenso y en silencio. El nuevo riff es más dinámico, y tras algunas ráfagas, Petrucci se lanza con un nuevo solo de notas sostenidas, y posteriormente James inicia con la voz:

 

“I remember a time

My frail, virgin mind

Watched the crimson sunrise

Imagined what it might find

Life was filled with wonder”

 

Esta parte nos da una introducción al personaje principal. De entrada nos damos cuenta que no es joven, y que no la ha pasado del todo bien:

 

“But those days are gone now

Changed like a leaf on a tree

Blown away forever

Into the cool autumn breeze”

 

La banda va alternando partes tranquilas con LaBrie cantando los versos, con explosivas partes instrumentales que crean múltiples clímax, jugando con la tensión y manteniéndonos atentos cada segundo. Al final de esta sección, el resto de la banda hace coros para crear una atmósfera más potente y majestuosa.

 

III - Carpe Diem, la parte central de la suite. Al 7:04 queda la distorsión difuminándose mientras Petrucci entra de nuevo con un arreglo acústico melancólico. La primera parte de esta sección es más tranquila, mantenida en su mayoría por la guitarra y la intensidad de la voz de LaBrie, que hace overdubs en algunas partes. La canción tiene fragmentos del poema To the Virgins, to Make Much of Time de Robert Herrick, que aparece en la película La Sociedad de los Poetas Muertos. La canción no se basa en la película, sino en una experiencia de Mike, que le dio una lección en secundaria sobre el significado de “Carpe Diem”, dejándoles de tarea que fueran a su casa y le dijeran a sus familiares cuánto los querían. El joven Portnoy lo hizo. Él y su madre acababan de tener una pelea, y ella estaba a punto de irse de su casa. La madre de Portnoy murió en un accidente de avión esa misma noche, y de no ser por su maestro, Mike no hubiera tenido la oportunidad de reconciliarse con ella. Las letras tratan de reflejar esta experiencia:

 

"Seize the Day"

I heard him say

Life will not always be this way

Look around

Hear the sounds

Cherish your life

While you're still around”

 

Al 8:45 entran los demás instrumentos y la canción toma más ritmo. James sigue cantando con tono desesperanzado

 

“We can learn

From the past

But those days

Are gone

We can hope

For the future

But there might not be one”

 

El cadente guitarreo se convierte en agresivos latigazos llenos de distorsión, y LaBrie canta con desesperación, hablando del momento en que Mike se despide de su madre y le da el último adiós sin saberlo, en uno de los momentos más dramáticos y emotivos, escuchando sirenas y voces de fondo, que cierran esta sección al 10:13

 

IV - The Darkest of Winters, inicia con un riff maligno, complejo, entrecortado y punzante. Esta sección, de unos 3 minutos, es instrumental, pero la banda se esfuerza en lograr una atmósfera de perfecta pesadilla, con constantes cambios de tiempos y una serie de riffs y solos de antología. Derek sale de su timidez para tener un breve pero brillante solo, aunque Petrucci es quien se hecha en hombros la mayor parte. Portnoy y Myung están hechos una aplanadora al fondo, y es obligatorio escuchar la combinación de los dos Johns cuando lanzan esa metralla de notas a un solo tiempo al 12:20.

 

V - Another World, inicia al minuto 13, con esa majestuosa sección con los teclados dominando. James hace una de sus interpretaciones más emotivas y convincentes. En este punto, estamos en primavera. El personaje está a punto de rendirse en la vida. Está harto de la hipocresía, de los sueños que venden los medios, 

 

“I was blinded by a paradise

Utopia high in the sky

A dream that only drowned me

Deep in sorrow, wondering why”

 

De nuevo los instrumentos se unen de a poco para un lento crescendo, hasta que al 15:10 el personaje se encabrona y empieza a gritar, con los instrumentos entrecortados, pero reflejando esa furia. Luego viene otro solo de notas lentas y adoloridas, mientras el resto de la banda va aumentando la tensión, cerrando con estas líneas, casi al límite de la voz de James:

 

“Oh come let us adore him

Abuse and then ignore him”

 

VI – The Inevitable Summer inicia al 17. Es una sección enteramente instrumental, aunque se siente algo más cálida con mayor uso de tonos mayores. Petrucci lleva el lead con un estupendo solo, melódico, incisivo, y que va de los 0 a los 200 km/h en 1.5 segundos. Cuando creemos que este fragmento se va a ir en un solo de tintes lejanamente santanescos, al 18:35 pareciera que se desata el infierno con un riff poderosísimo y oscuro, tras el cual Sherinian toma el liderazgo con un solo de teclado a toda máquina. No sé cuántos cambios de ritmo y riffs meten en esta sección, pero es maravilloso cómo logran transicionarlas tan bien y de forma tan natural.

 

VII – The Crimson Sunset, última pieza de la Suite, inicia al 20:13, con ese riff agudo de Petrucci, que deriva en otro solo melódico y da pie a que entre la voz. El personaje central contempla su vida, y se da cuenta que tiene tantos recuerdos buenos como malos, que para bien o para mal, cada experiencia le enseñó algo y lo hizo ser quien es. Se sienta con su hijo a ver el atardecer, que es una metáfora al ocaso de su propia vida, al fin del verano que da inicio a un nuevo ciclo:

 

“He's my only one

Now that my time has come

Now that my life is done

We look into the sun

Seize the day

And don't you cry

Now it's time

To say good-bye

Even though

I'll be gone

I will live ooooooooon

Live OOOOOOOOOOOOOOOOOOOON”

 

James parece llegar al límite de su rango en esas últimas notas, y las extiende hasta la última partícula de oxígeno de sus pulmones. Mike da esos batacazos con que a los bateristas les encanta recorrer su kit para cerrar las canciones, pero en lugar de finalizar aquí, el outro es la misma oscura y fúnebre figura acústica del inicio. Si se fijan bien, falta la última nota, dejando una especie de suspenso. Con ello el personaje cierra su último ciclo pero continúa el de su hijo.

El tema es increíble, uno de los mejores del catálogo de Dream Theater, y por sí solo, vale el costo del EP. Hay constantes cambios de tiempos, un estupendo balance entre melodía y poder, y cada miembro tiene su momento de brillo, aunque los que más lucen son Petrucci y LaBrie. Lo más destacado acaso sea esa fluidez que tiene. Más tarde se le reprocharía a la banda sobre los cambios de estructura y tiempo que sonarían forzados. Aquí todo fluye de manera natural, haciendo que los 23 minutos se vayan en un suspiro y manteniéndonos la mayor parte de ellos al borde del asiento. Por otro lado, es un catálogo de riffs que pudo dar para que cualquier otra banda hiciera una discografía entera. El concepto de Mike, además, es de los más logrados en toda la carrera de DT, ambicioso, sí, pero que logra su propósito por el tiempo y paciencia que le dedicaron a la construcción del tema. No es de extrañar que se hubieran obsesionado en lanzar esta épica obra maestra y que hubieran aprovechado la ventana que les dio la disquera para hacerlo.

 

El siguiente tema es el cover que hacen a “Funeral for a Friend/Love Lies Bleeding”, de Elton John. No es que no me guste el, Goodbye Yellow Brick Road, de hecho creo que la primer cara entera del disco 1 es lo mejor que Elton John hizo ever. Elton John escribió la primera parte instrumental como algo que le gustaría escuchar en su funeral. La banda hace una muy buena versión, y supongo que Mike traía metrónomo (si no es que nació con uno integrado) porque incluso las diferencias de duración entre ésta y la original es de apenas un par de segundos. Aquí obviamente Sherinian y Petrucci tienen tonos más incisivos en sus respectivos instrumentos, y John hace con su guitarra los arreglos que en el original son de sintetizador. La banda intenta hacerla sonar más agresiva, pero definitivamente es uno de los momentos más melosos del grupo, y el tema desentona un poco con su estilo. Además Myung parece no estarse divirtiendo mucho punteando tonos. Petrucci hace pues buena parte de lead con su guitarra, reemplazando como ya decía, los arreglos del sintetizador en el original, y haciendo tritonos que por momentos recuerdan al Brian May de los primeros años de Queen. Cuando entra al fin la segunda parte de la canción, el tono bajo de Elton no parece sentarle muy bien a James, quien por instantes suena forzado. El tema completo se extiende hasta el 10:50, y conforme avanza, Derek va cobrando más protagonismo con el piano y teclados. La cuestión es que, sin sonar mal, y tratando de hacerla un poco más agresiva, la banda no parece sentirse del todo cómoda con este estilo. Hacia el final, John se luce con un incendiario solo, que a pesar de que es muy bueno y no tiene nada que ver con la guitarra del original, parece algo fuera de lugar.

 

Después sigue “Perfect Strangers”, cover de Deep Purple, con uno de los temas más emblemáticos de la mítica Mark II, en su reunión tras 11 años de to tocar con esa formación. A pesar de que hacen un cover magnífico, esta vez casi nota por nota del original, hay un par de cosas que no terminan de encajar. Una, el sonido del teclado: Jon Lord toca el original con un órgano muy peculiar (un Hammond?), que le da un sonido oriental perfecto, sobre todo en la parte en que se combina con la guitarra en el puente para ese efecto de violines. Aquí Sherinian usa el sintetizador con un tono más brillante, que da un poco al traste el efecto que Lord crea en la original. Segundo, la voz. No sé quién sea mejor cantante, pero el tono de Gillian en su regreso a Purple es simplemente magnífico, y aunque LaBrie intenta imitar ese tono rasposo, es imposible de lograr tal cual. Otra diferencia es el tiempo de la canción. Dream Theater la hace algo más acelerada, pero esta vez creo que esto juega para bien en la versión que hacen, y evidentemente Petrucci intenta lucir más en las líneas de Blackmore.  El cover de cualquier forma es magnífico, y no lo marco en rojo simplemente porque el original me parece uno de esos temas inalcanzables de la Mark II de Purple, pero en sí misma da nota del increíble poder de Dream Theater en vivo.

 

Seguimos con “The Rover / Achilles Last Stand / The Song Remains the Same”, con el que rinden homenaje a Led Zeppelin, y aquí debo reconocer que jamás habría descubierto el verdadero poder de “The Rover” de no ser por el tributo que le rinden aquí, aunque sea solo la Intro. Dream Theater parece estar en sus terrenos, se sienten cómodos, y aunque de nuevo le dan un toque más “afilado y agresivo” que las originales, suenan mucho más naturales y poderosas. La mastodóntica intro de “The Rover” dura apenas un minuto, pero nos conduce a una de las canciones más subestimadas (incluso por mi) del catálogo de Zep. Luego entran como tren desbocados con “Achilles Last Stand”, en la que Myung va a toda marcha, tocando al menos el doble de notas que John Paul Jones en la original. El arreglo de Myung le da una sensación más vertiginosa a esta versión. La Brie suena más natural en el tono agudo de Plant, mientras que Portnoy y Petrucci siguen los patrones de Bonzo y Page, respectivamente, agregando pequeños detalles personales. El solo es una chulada, extendiéndolo y rindiendo un homenaje a Page, sin salirse demasiado del estilo de éste. Al minuto 6 hacen el cambio a “The Song Remains the Same”, en la parte final del solo, con un beat más o menos similar, terminando con la climática coda y un James a todo pulmón.

 

El último track es “The Big Medley”, que es una mezcla de fragmentos de temas de sus bandas favoritas, y lo sorprendente es que están increíblemente bien cohesionados. Arrancamos con “In The Flesh” del mítico The Wall de Pink Floyd, que tocan casi en su totalidad, casi igual, acaso con algo más de distorsión y un aire más amenazante. Al 2:25 inician con el riff principal de “Carry on Wayward Son” de Kansas, que no son de mis bandas Prog favoritas, pero aquí el bajo y guitarra hacen una gran labor replicando el emblemático tema en sus partes más complejas y potentes. Al 4:35 tenemos la fabulosa escala del final del solo de May en “Bohemian Rhapsody”, de Queen, para que LaBrie entre con la línea “So you think you can ttone me and spit me in my eye?” la banda abarca hasta el segundo solo, justo antes del “nothing really matters” para transicionar a “Lovin’ Touchin’ Squeezin’” de Journey. Llama la atención que después de un inicio tan incendiario, bajen tanto las revoluciones con esta tiernísima canción. Lo curioso es que no desentona. Al minuto 8 cambian el ritmo para un fragmento instrumental de “Cruise Control”, de Dixie Dregs, banda famosa por el guitarrista Steve Morse. Al 9:10 arranca la última parte con “Turn It On Again” de Genesis, ya de la época en que el grupo era un trío. No me fascina esta etapa de Genesis, pero Petrucci redimensiona el riff de sintetizador con su guitarra para hacer un gran cierre del Medley. Al final James dice un escueto “Thank you” ante los aplausos del público.

 

La banda no quiso etiquetar este disco como el sucesor del Awake ya que no es propiamente un álbum completo. Son apenas 23 minutos de material inédito, y el resto es a la vez un regalo a sus fans del poder en la banda en vivo, y a la vez, un reconocimiento a sus mayores maestros. Básicamente, este es un EP porque la banda está siendo honesta consigo misma y con sus fans: si bien los covers son un buen “plus”, “A Change of Seasons” es la verdadera razón por la que ese disco fue lanzado. Sin embargo, hay que reconocer que esos 23 minutos originales son de lo mejor de Dream Theater, con la banda en un nivel brutal, una idea conceptual bien lograda, y un armado impecable de cada segundo. Por otro lado, es difícil darle puntuación perfecta a un disco donde 2/3 son versiones, donde por momentos se sienten incómodos, y donde LaBrie se queda corto en algunas partes.

Al disco no le fue muy bien en su momento, llegando al #58 de las listas, aunque con el tiempo se iría convirtiendo en una obra muy querida por sus fans, debido al tremendísimo nivel del tema propio y de los covers, al grado que con el tiempo DT haría tributos en vivo a discos enteros o temas de Pink Floyd, Rush, Deep Purple, Metallica o Iron Maiden, que se pueden encontrar en compilatorios o bootlegs. A la fecha, es raro que la banda de un concierto sin reventar el teatro con algún cover. La disquera se cobraría para el siguiente disco, pidiéndoles temas más comerciales que les ayudaran a llegar a más gente, pero esa ya es otra historia.

 

Por Corvan

28/ene/2018

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