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VS (Pearl Jam, 1993)

Artista: Pearl Jam (C)
Fecha de Grabación: Mar –May 1993
Fecha de Lanzamiento: 19 de Octubre de 1993, USA
Discográfica: Epic
Productor: Brendan O’Brien, Pearl Jam
Calificación: 
9.5

Era: Grunge (1989-???)

Subgénero: Grunge (1989-1997)

Mejor Canción: Go o Daughter

Canciones: 1) Go; 2) Animal; 3) Daughter; 4) Glorified G; 5) Dissident; 6) W.M.A.; 7) Blood; 8) Rearviewmirror; 9) Rats; 10) Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town; 11) Leash; 12) Indifference.

Los primeros discos de Pearl Jam son bastante consistentes, y quizá por ello es de las bandas que causan opiniones más encontradas sobre su mejor disco. Yo opino que el Ten es su obra cumbre, más trabajada en cuanto a texturas, atmósferas, riffs, letras, etc, pero no por ello estos discos que siguieron son malos, en particular en VS. La cuestión es que la gente esperaba una continuación del Ten, y este álbum es muy distinto, más áspero y crudo, pierde bastante en cuanto al cuidado en atmósferas y detalles, pero gana en intensidad y sonidos densos, más tendientes al Grunge noventero que al Hard Rock setentero. El disco marcaría un giro en el sonido de Pearl Jam, y aunque en los posteriores también se encuentran algunas novedades y se vuelven aún más anticomerciales, en general los sonidos serán más tendientes al de este disco que al debut.

Para 1993, la banda tenía la tremenda presión de la disquera por alcanzar el éxito de su debut, que los había colocado como una de las bandas más poderosas del momento. Así que se metieron al estudio, esta vez de la mano del productor Brendan O’Brien. La grabación y producción del disco fue muy distinta al debut, debido a las particularidades que ya habíamos comentado. Esta vez no tenían la música hecha ni las letras y voz fueron agregadas por separado, sino que la banda prácticamente se metió al estudio a componer en equipo, más bien dejando que Vedder empezara la melodía vocal e insertando la música siguiéndolo, para después agregar las letras y dar los acabados, por lo que fue una experiencia totalmente nueva. Además, en ésta ocasión estaba el baterista David Abruzzese, después de varios cambios en las baquetas durante el proceso del Ten.

La banda no estaba a gusto con el éxito, particularmente Eddie, que estaba resentido con MTV por haberlos convertido en superestrellas y haber presionado por un unplugged antes de siquiera tener listo el segundo LP, y como un desafío a la industria, se habían negado a grabar un video para el megaéxito “Black”. Aquí Eddie vino con una de las ideas con las que no podría estar más de acuerdo: “10 años antes, uno se sentaba a escuchar música con los audífonos puestos y los ojos cerrados, para poder escuchar más intensamente y crear tus propias imágenes mentales a partir de la música”. Ament complementaría la idea: “No quiero que en diez años la gente recuerde nuestras canciones como videos”. Amén. Cobain, que poco antes los había acusado de ser comerciales, no tenía ningún empacho con su relación con MTV.

Para la grabación del segundo disco, la disquera los mandó a un estudio en Nicasio, California, y les puso todas las comodidades posibles en el estudio, incluyendo un sauna. Para Ament, Gossard, McReady y Abbruzzese eso era un paraíso y jamás habían estado tan consentidos, pero Vedder se sentía fuera de lugar y traicionando sus principios. Decía que era imposible hacer rock en L.A. y en varias ocasiones se fue a San Francisco y se quedaba a dormir en el asiento trasero de su camioneta, o se quedó la noche en la banca del sauna del estudio, para “sentir más la dureza” a la que estaba acostumbrado y que lo inspiraba. Después diría que fue el disco que más trabajo le costó grabar, y Ament expresó que la banda trató de hacer sentir a Ed lo más incómodo posible para que se sintiera bien. Ironías de la vida.

Sin embargo, el resto de los integrantes quedó muy contento con el proceso de grabación, ya que tuvieron mucha más libertad, y el hecho de poder seguir la línea vocal de Eddie y no idear las rolas como instrumentales, les dio una fuerza mayor, una explosividad más semejante a la que lograban en vivo. Pudieron además explorar más sonidos, ya que si bien algunos son más duros que el debut, en este se atrevieron a agregar dos cortes acústicos que no desentonan en su sonido en absoluto. “Daughter” incluso llegó a ser el mayor éxito del álbum. “Animal” tiene algunos matices de funk y mayor explosividad, “Blood” es casi trashera, mientras “Indifference” trata de recuperar un poco la creación de atmósferas del Ten. Al final el grupo quedaría contentísimo, diciendo que éste era el sonido real de la banda y no el Ten. (Pedrada a Corvan).

La banda intentaba sacudirse la etiqueta de rockstar con sonidos más crudos, menos comerciales (aunque yo sigo sin ver lo comercial en el Ten), más arriesgados, y según ellos, más cercanos a lo que realmente querían. Y en este aspecto hay varias curiosidades que me llaman la atención. Primero, que a pesar de que es un sonido distinto al Ten, tampoco es realmente un punto de quiebra: la gente hizo que el disco rompiera record de ventas en una semana buscando una secuela de “Jeremy” que evidentemente no existe, pero se encontraron con “Daughter” que tiene un sonido diferente pero igualmente cool; “Indifference” recuerda en la atmósfera que alcanza a “Release”; “Go” tiene más de una similitud con “Once”, y la intro de “Animal” luce demasiado semejante a “Evenflow”. Sin embargo no hay nada parecido a “Glorified G” en el debut, ni a “Elderly Woman” o “W.M.A.” Pearl Jam pues, no resalta por su enorme diversidad, pero puede hacer discos variados e inteligentes. La segunda curiosidad es que Pearl Jam trató de no sacar sencillos ni hacer videos del álbum tratando de mantenerlo en un perfil muy bajo, y aún así, la pura expectación que habían generado, logró que el VS vendiera 950,000 copias la primera semana, manteniendo el record por 5 años y sólo porque los sistemas de medición cambiaron de 5 a 7 días tomados en cuenta. Y la única razón de ello es porque es bueno. La tercera curiosidad es que, al ver que aún con un cambio de sonido el disco había sido un trancazo, los siguientes fueron francamente anticomerciales, particularmente el Vitalogy, con mucha mayor experimentación, menos melodía, menos riffs, sonidos más espesos, etc. Éstos ya no tuvieron tanto éxito, pero aún así hay gente que considera que son más logrados por éstas mismas razones. Yo no comparto esta idea, pero la entiendo perfectamente y no puedo sentarme a discutir con un fan de Pearl Jam sobre cuál es el mejor disco, porque todos los argumentos son válidos, y para mi éste está apenas por debajo del Ten.

La portada de un borrego tratando de escapar por el enrejado dicen que refleja cómo se sentía la banda durante la grabación. La primera edición salió sin título en la portada, y por ello muchos lo consideraron de inicio como un “self titled” o disco homónimo. Luego se cambió el nombre a Five Against One, y finalmente se quedó el de VS (versus) aludiendo a los temas de confrontación que dominan el disco.

 

El álbum abre de manera casi brutal con “Go” con una intro a base de batería muy cruda y un riff tremendo de Ament que se luce con su bajo cargado de feedback y arrastrando las cuerdas. Al medio minuto las guitarras se incorporan para darle una tremenda fuerza al riff y dejar que Eddie entre con ese bravísimo fraseo, que luce con esos remates a dos guitarras entre verso y verso. Ament acelera y hace más complejo el riff, demostrando porqué es considerado un bajista notable. El coro es intenso y Eddie grita más la canción entre arreglos agudos e inmediatamente se van a un violento solo con wah. La canción tiene bastantes cambios y arreglos, pero luce intensísima y sin bajar de nivel un solo instante, demostrando desde la primer rola que la banda ha decidido endurecer su sonido, con guitarras más crudas y hardcore. El solo al final, a partir del 2:40 es sencillo pero notable, haciendo una escala en tonos para que después se le una la otra guitarra en un crescendo orgásmico con el que acaba la rola. Apenas poco más de 3 minutos de energía pura, pero utilizados de manera vertiginosa y magistral.

Después está “Animal” otro rocker, con un tiempo ligeramente más lento, pero otro riff para matar, con ciertos matices funk, pero con altas dosis de distorsión y una batería salvaje. Vedder suena más furioso que nunca y quizá se deba a las letras, donde hacen alusión a la manera en que se sentían, violados y tratados como animales por la industria. Curiosamente la discográfica les comentó que deseaban que las letras fueran más claras, Eddie les mencionó la intención y significado real y les preguntó si estaban seguros, a lo que respondieron que quizá preferían que la gente no entendiera completamente el mensaje, jajajajaja. Las primeras líneas de la canción, por cierto, eran las que iban a dar nombre al álbum. Aunque la intro suena ligeramente semejante a “Evenflow” la rola funciona, no con la misma fuerza que el track abridor, pero tiene buenos solos y cambios de intensidad, dejando por momentos a la batería y las guitarras llevar el ritmo para explotar después nuevamente, o al 1:30 donde queda Eddie repitiendo el estribillo con la batería y el bajo solamente en la sección más funky de la rola. Abbruzzese por cierto, también demuestra porqué fue llamado a ocupar la batería, destacándose sobre todo hacia el final.

Enseguida llega “Daughter” para dar un giro más inesperado, con la primer canción acústica de la banda. No es propiamente una balada, es muy rítmica, pero sí resalta el cambio de sonido por las canciones anteriores. Ament también pulsa un contrabajo para ir acorde al sonido de Gossard. Sin embargo es un excelente cambio, que resulta bastante fresco, la guitarra eléctrica no deja que pierda fuerza y la batería va cada vez de menos a más. Al 1:49 hay un solo bastante distorsionado que contrasta con el sonido cristalino de la acústica, luego queda sólo la bataca manteniendo la canción mientras Eddie canta y se van uniendo de nuevo el resto de instrumentos. Las letras tratan sobre el maltrato infantil causado por problemas de aprendizaje, no muy lejano al tema de “Jeremy”, pero quizá más difusas. Buena canción, rítmica, agradable y pegajosa. No me queda claro entonces cómo es que esperaban que éste disco no pegara con canciones tan buenas… No pudieron evitar que este fuera el segundo sencillo del disco y que se colocara muy bien, siendo un clásico absoluto de la banda y prácticamente un himno noventero.

Continuamos con “Glorified G”, con un riff más simple, pegajoso y de influencias country, armonías vocales más fáciles y un coro adictivo donde toda la banda canta y Eddie les responde. Una canción con matices más pop, pero con una tremenda carga de ironía sobre la cultura de idolización a las armas en USA. La banda enfatiza más en el ritmo y la melodía, y si bien es cierto que las guitarras suenan mucho más crudas, con efectos como oxidados, la canción es buena y tiene cantidad de ganchos para gustar. No hay nada de esto en el Ten, pero a veces me cuestiono si “realmente” buscaron siempre un sonido menos comercial en esta placa.

“Dissident” es la quinta rola. Me gusta, no es mala canción, pero creo que tiene muchos clichés del grunge, desde la intro chillante y con un riff no muy inspirado, sobre el que se va basando todo el trabajo de la guitarra líder. El punto fuerte de la canción es la manera emocional en que Eddie canta, prácticamente sacándose el corazón y sacando toda la rabia y la emoción a través de la voz. Uno de sus mejores trabajos vocales que logran sacar a flote una canción que por demás no tenía mucho. Alguna vez leí que Vedder es de esos vocales que puede cantar yammi yammi yammi en toda una canción y hacer que suene bien, y creo que esta es una muestra de ello.

“W.M.A.” representa otro cambio, donde Dave se lleva la rola con ese beat tribal más complejo de lo que parece, mientras Ament hace una simple pero efectiva línea de bajo. Las guitarras suenan crujientes y la voz suena lejana y melancólica, quizá más al estilo de las atmósferas del debut. De hecho, posiblemente esta sea de las pocas rolas que pudieron entrar en el Ten sin problemas. La melodía es compleja, y aunque no es emocional sino más bien fría al tratar el tema del racismo y violencia policial, la voz de Eddie requiere bastante esfuerzo para lograr ese efecto etéreo. La canción va construyendo una lenta tensión que finalmente explota al 2:20 con el aumento de las guitarras y de la intensidad de la voz, ya que bajo y batería se mantienen prácticamente igual en toda la rola. Luego viene un solo a doble guitarra, etéreo, no muy técnico, pero que sirve de transición para bajar de nuevo el nivel de energía. Un subeybaja muy bien manejado en toda la canción y una muestra del trabajo en equipo de la banda, aunque ligeramente larga para los pocos cambios que tiene.

Desgraciadamente el excelente mood logrado por la banda hasta el momento se ve roto por “Blood”. Esta canción es la de guitarras más sucias, y viene a ser una mezcla de trash y punk en el que la banda sólo quiere hacer el mayor ruido posible. La batería es masacrada sin sentido, Vedder prácticamente se truena las cuerdas vocales (supongo que su sufrimiento por las comodidades al grabar eran tantas que aquí pide a gritos que lo maten, pero la verdad no estoy seguro porque no le entiendo nada), una guitarra con el metal fuzz a todo mientras la otra es rasguñada sin piedad y el bajo martilleado sin una línea memorable. Un punto muy bajo y apestoso para Pearl Jam y a mi ver, una de los argumentos más fuertes del porqué el Ten es superior. A veces ni siquiera puedo terminar de escucharla. En serio!

“Rearviewmirror” mejora bastante, con un buen riff punteado a guitarra limpia, duplicada con los acordes de otra guitarra distorsionada que se une poco después. Mucho más melódica, Vedder canta en tono casi confidencial y va aumentando la intensidad poco a poco, pero sin llegar a desbaratarse como en la anterior. Los arreglos de los coros son muy buenos, con rasgueos muy limpios mientras la otra lira va haciendo unas como escalas con efecto boomerang de muy buena manufactura. Al minuto 2 inicia el requinto cuando la voz aun no ha callado, luego la banda hace una pausa extendida, dando la impresión de un falso final para volver con todo al 2:45. Un buen rocker, muy melódico, creativo y bien logrado, que a juicio de Vedder, era muy comercial. Como curiosidad, han notado que al final se puede escuchar a Dave aventando las baquetas contra la pared?

En “Rats” el bajo vuelve a predominar con un efecto elástico, mientras una guitarra de la intro suena como resorte, literalmente: “toioioiiiiiiing”. La canción es intensa, pero con poca dirección, el solo al 1:40 suena demasiado desorganizado y en general, a pesar de que es una canción fuerte, siempre parece estar a punto de explotar y nunca ocurre. De cualquier forma, no es mala, solo que queda un poco debajo del promedio del disco y no logra destacar.

Después llega “Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town”, la segunda canción acústica del disco. Ésta es más tranquila aún que “Daughter”, con Eddie manejando muy bien los tonos bajos. Es tal vez más melódica, pero con menos encanto y menos ganchos, aunque tampoco es mala, y tiene cierta majestuosidad en medio de esa simpleza. El enorme título fue como una broma debido a que la mayoría de los títulos de las rolas del disco era de una solo palabra y la letra hace referencia al estar atrapado en la vida (o en un pueblo miserable) sin oportunidad de un cambio favorable.

Con “Leash” el grupo regresa a la fiereza a su máximo nivel. Eddie grita desde el inicio, pero esta vez de una forma más direccionada y logrando hacer que la voz suene destacada en esos agudos raspados. La intro es salvaje y colosal, con un enorme riff que parece arrasar todo a su paso, quiebres excelentes entre versos patrocinados por la batería, regresos al riff inicial, más dolor en la voz (ésta es LA diferencia entre gritar por gritar y ser salvajemente emocional con la voz). La canción tiene un aura oscura y amenazante desde el mero inicio, y los puentes parecen mantener un suspenso más luminoso por breves instantes. Se dan el lujo incluso de meter un gancho pegajosisimo durante el coro con ese “Drop the leash, drop the leash” cantado por todos (y parece hecho ad hoc para que los fans la coreen en los estadios). Después el requinto de la coda es filoso y de muy buena manifactura, pero básicamente es el riff inicial el que hace que esta rola destaque y suene tan poderosa.

El cierre corre a cargo de “Indifference” que es la más atmosférica, y recuerda vagamente a “Release” que también es el cierre en el debut. Después de tanta potencia y sonidos tan crudos, no cae mal un poco de tranquilidad, aunque creo que hubiera quedado mejor a la mitad para equilibrar un poco la crudeza y potencia de las demás rolas. Los arreglitos de guitarra son muy buenos, y parecen estar haciendo un diálogo muy íntimo con Eddie. Los teclados aéreos ayudan a crear esa sensación de tranquilidad solemne. Algunos la consideran un poco aburrida, pero a mi me parece bien lograda y acorde a su intensión, aunque un poco larga.

En fin, buen disco por donde se le vea. Cuando un álbum consigue tanto éxito a pesar de los esfuerzos de sus creadores por evitarlo y autosabotearlo, nos debe decir que tiene buen material. Y aunque inicialmente las altas ventas fueron debido a la expectación causada por el Ten, el VS logró mantenerse y volverse mítico debido a mérito propio. Tras el lanzamiento, el grupo declinó dar entrevistas, no lanzaron videos para el álbum y lanzaron los sencillos sólo porque ya lo tenían estipulado en el contrato y no pudieron evitarlo. Sin embargo decidieron enfocarse más a su público en los conciertos, y tras la polémica con MTV se metieron en otro pleito con Ticketmaster porque no estaban de acuerdo con las enormes comisiones que cobraban, de manera que cancelaron conciertos o evitaron presentarse en lugares que tenían contrato con TM. Eso, eso es tener pelotas, no sólo hacer un disco con un tremendo contenido de crítica, sino ser congruente con el mensaje y mantener un compromiso con su público. Y es de aplaudirse, aunque después se olvidaran de ello.

Los cambios en la intención de la banda y en la dirección musical afortunadamente no impactaron en la calidad de la música, haciendo de este un disco casi del mismo tamaño que el Ten. Incluso, ya lo he dicho, no voy a discutir con quien diga que éste es mejor. El sonido es distinto, pero la inteligencia, los riffs, la enorme voz de Eddie Vedder están ahí, aún al mejor nivel… Y con una mezcla tan exquisita, no hay poder humano que evite que venda casi el millón de copias en 5 días, ni siquiera sus propios creadores. Un clásico de los 90’s y junto con el debut, un disco indispensable de la banda.

Por Corvan 

17/Mar/2010

Letras de El Traductor de Rock

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