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METALLICA a.k.a. BLACK ALBUM (Metallica, 1991)

Artista: Metallica (C)

Fecha de Grabación: Oct del ‘90 – Jun del ‘91

Fecha de Lanzamiento: 12 de Octubre de 1991, USA

Discográfica: Elektra

Productor: Bob Rock, James Hetfield & Lars Ulrich

Calificación: 10 (MUST HAVE, DISCO ICÓNICO)

Era: Metal (1970-???)

Subgénero: Metal

Mejor Canción: Uff! Diría que Enter Sandman o The Unforgiven, pero…

Canciones: 1) Enter Sandman; 2) Sad But True; 3) Holier Than Thou; 4) The Unforgiven; 5) Wherever I May Roam; 6) Don't Tread on Me; 7) Through the Never; 8) Nothing Else Matters; 9) Of Wolf and Man; 10) The God That Failed; 11) My Friend of Misery; 12) The Struggle Within.

En algún punto espero poder darme el tiempo de abrir una sección llamada diarreas musicales, o debrayes musicales, en la que hablaría de ideas o teorías propias o que he leído. Una idea ajena sería el Síndrome del Tercer Disco. Una propia sería la teoría que tras un disco enorme, de ésos que cimbran el rock, unen críticas y ventas, que rompen géneros, y que básicamente son cimas musicales, viene la debacle, un golpe fortísimo al grupo, al género, o al Rock en general. El disco epónimo de Metallica, mejor conocido como Black Album, es un ejemplo, pero ya tendré tiempo de dedicarme a sus devastadoras consecuencias al género y a la caída libre de la banda tras su lanzamiento.

Pocas veces se da un disco tan perfecto que resulta casi imposible (fuera de sus 5 sencillos) escoger los temas en rojo. Fue un disco tremendo, el que realmente sacó al metal del Underground, y de estar restringido su base de fieles seguidores que no escuchaban otro género, al Mainstream.

De repente todo mundo oía a Metallica, sonaban en todas las estaciones de radio (hasta las fresas pasaban las baladas), y sus videos salían las 24 horas por MTV (irónicamente después de que Hetfield jurara años antes que nunca grabarían videos). Cualquier idiota que apenas aprendía a tocar guitarra (me incluyo) intentaba “Nothing Else Matters” o “The Unforgiven”. Es parte de lo que caló en los seguidores de la banda, que perdieron la “exclusividad”, una postura muy hipster en estos días, pero que en su momento caló hondo en los seguidores del Trash.

No se puede negar que hay cierto alejamiento al sonido que mantuvieron en los 80’s, pero tampoco se puede decir que el cambio de sonido signifique un retroceso. Al contrario. Y saben de sobra mis sentimientos hacia Metallica, pero la verdad es que ni siquiera me esforcé en tratar de buscarle fisuras para negarle el 10, porque este disco lo escucho desde su lanzamiento, fue el que me hizo interesarme en lo poco que sé de Metal, y es uno de los mejores discos de un 1991 que posiblemente sea el segundo mejor año de la historia del Rock.

Por otro lado, pocos álbumes logran ser más recordados  por su sobrenombre, y en especial por el color de su portada. Cuando uno habla del Black Album, nadie piensa en Jay-Z, posiblemente ni él mismo. La leyenda dice que el negro fue por los divorcios de Newsted, Hammet y Ulrich que provocó durante su grabación (presuntamente Hetfield no se divorció por el motivo de que aún no estaba casado con Francesca).

 

El cambio de sonido Trash a un metal más digerible ya ha sido comentado hasta el cansancio y es algo que los trasheros siguen sin perdonar. Supongo que es algo parecido a cuando Dylan se electrificó y le gritaron “Judas”. Lo cierto es que la banda sabía que de algún modo, el Master of Puppets era su cima, ese disco perfecto que sueña cualquier banda y que pasa sólo una vez en la vida. En cierta forma tenían razón. Jason nunca podría alcanzar el nivel de Cliff, y a pesar de los esfuerzos en el And Justice for All, sabían que se habían quedado cortos. Por ello, al terminar el Damaged Justice Tour, más que resignarse, decidieron que intentarían otro camino. Ya no iban a hacer canciones kilométricas con 22 riffs en cada una y con tempos de 8,000 beats por minuto. Querían cosas más simples, los 3 (Jason nunca contó realmente), pero tenían miedo de intentar superar el Master por el mismo camino y fracasar miserablemente. Ulrich estaba harto de los complejísimos cambios de tiempo y de las velocidades ridículas que lo mataban en concierto, quería algo más al estilo de Phil Rudd de AC/DC, según él mismo diría.

James también estaba harto, e incluso hizo un cambio de dirección en el aspecto lírico. Hasta el momento, sus 4 primeros discos habían tenido cierto tema sobre el cual giraban las letras, sin ser necesariamente conceptuales. James no quería repetir eso, ni quebrarse la cabeza pensando en qué diablos querían escuchar los fans. Así que este disco fue más personaly disperso, sin dejar de ser oscuro, pero explorando temas como sus pesadillas (“Enter Sandman” realmente me provocaba pesadillas, esa sección del niño rezando es…), muertes de sus familiares, la frustración y rabia por los divorcios de sus compañeros, y hasta de amor.

Otro factor primordial fue el cambio de productor. La banda cortó con Flemming Rasmussen, quien les había producido sus anteriores placas, y decidieron reemplazarlo con Bob Rock, simplemente porque les había gustado su labor en el Dr. Feelgood de Mötley Crüe. Bueno, si contratas a un maldito productor porque te gusta como hizo sonar a Mötley Crüe, luego no te quejes de que suenas como Mötley Crüe!! Lars y James escribieron prácticamente todo el disco, en un lapso de 2 meses, a inicios del ’90, excluyendo esta vez a Kirk del proceso de composición. Hammet y Newsted colaborarían en el acabado. Jason incluso presentó la idea de “My Friend of Misery” y sus principales riffs para que fuera el “tema instrumental” que usualmente aportaba Cliff en los anteriores discos. Pero no consideraron que los riffs fueran lo suficientemente fuertes, de modo que Hetfield y Ulrich le agregaron letras para la versión que conocemos. Hammet, por su parte, fue coacreditado en 4 de los 12 temas.  

La relación entre Bob Rock y la banda fue mala desde el inicio, estaban acostumbrados a trabajar sus partes por separado y él los obligó a trabajar en conjunto para dar un sonido más en vivo. Estuvo presionando a James para que mejorara las letras, al punto en que un día se gritaron de todo. La banda era perfeccionista, pero Rock lo era aún más, y les exigía más y más tomas para dar con la correcta. La mezcla del disco se hizo 3 veces porque no quedaban satisfechos, elevando el costo a $1 millón de dólares. Además agregó chelos y una orquesta entera, cuestión que casi le provoca un infarto a Kirk, que estaba en desacuerdo, aunque bien visto, hoy en día es imposible imaginar “The Unforgiven” y “Nothing Else Matters” sin ellos. También hay que agradecerle que hiciera visible el bajeo de Jason al subirle el volumen, aunque Newsted decidió seguir invisible al no hacer arreglos notables salvo en un par de tracks.

Como ya dije, los fans de la banda se sintieron defraudados, en el mejor de los casos. Traduzco letra por letra: “Mientras el Puppets y Justice lidiaban con temas maduros que obligaban a cavilar - como abuso de drogas, religión e injusticia - en el Black tenemos a James divagando en cosas como llevar a tus hijos a la cama, ser un lobo, y ciencia y tecnología. Uh? ...El resto del álbum es simplemente un travesti. Las letras son absurdas hasta la carcajada, los riffs de guitarra no tienen verdadero poder sin el bajo espejeándolos, la batería está muy alta y tiene ese molesto eco al que eran tan aficionados en los 80’s. Y Kirk destroza cada solo porque está parado sobre el pedal de wah.”.

Es difícil contestar a eso porque es cierto. Y tan es cierto que esos pueden ser precisamente los argumentos que lo convierten en un gran disco! No puedo entender del todo la postura de los fans a ultranza porque mi puerta de entrada a Metallica y a lo poco que sé de Metal fue este disco, y a partir de aquí descubrí los álbumes previos, y otras bandas. Siendo sinceros, este disco fue diseñado para eso, para cazar seguidores, y Metallica lo consiguió, a costa de los que ya tenía. Pero continuando con la sinceridad, las rolas son buenas, son poderosas, no dejan de ser oscuras. Saben que yo soy más de melodías, más no por ello creo que el Master no sea su obra maestra, o que los Loads, más melódicos, sean mejores. Aquí hay un balance muy delicado en el que conjugan las raíces de sus sonido ochentero más simple, y la melodicidad, “radiabilidad” y ganchos de los 90’s sin caer en extremos ridículos a los que llegarían después. Metallica no está aquí en su mejor nivel instrumental, cierto, pero también aceptemos que así como suenan en este disco, le pateaban el trasero al 95% de las bandas en 1991. Muchos de los temas son los más lentos de su discografía, pero “Of Wolf And Man” hubiera encajado a la perfección en la atmósfera apocalíptica del “Ride The Lightning”; y “Hollier That Thou”  y “Through The Never” son Trash, si en algo he podido entender el subgénero.

No es un disco de Trash, y eso es básicamente lo que disgustó a sus seguidores. Es un álbum que explotó como ni la misma banda se esperaba, y junto con el Nevermind, que atropelló simbólicamente al Dangerous de M.J., y los “Use Your Illusion” que aplastaron a todas las bandas de Glam Metal, fueron el verdadero cierre de los 80’s e inauguración de los 90’s. No es un álbum de Trash. Es un disco de Rock, que por lo mismo pudo trascender esa barrera de género. El Melody Maker no lo pudo decir mejor: "El Metallica fue más lento, menos complicado y probablemente el doble de pesado que cualquier cosa que hubieran hecho antes."

La cuestión es que el resto de los temas son distintos a lo que habían estado tocando, y las mejores rolas no tienen nada que ver con Trash. De hecho, se acercan más a las estructuras del Metal germinal; están más cerca aquí del Black Sabbath de Ozzy que del Metallica de los 80’s. Los riffs son simples. Sí, pero son demoledores. Estoy de acuerdo en la belleza de las progresiones, pero ya habían demostrado todo lo que tenían que demostrar en ese aspecto, estaban cansados de ello. Que tiene baladas? Sí, pero no es el primero ni el segundo disco en donde aparecen, y anteriormente habían sido aclamadas. Las letras? Hetfield nunca había sido un Dylan, es difícil serlo en el Metal cuando tienes que girar sobre ciertos “temas oscuros”, pero al no ser un disco que gira en un solo tema y al ser las canciones mucho más cortas, quizá es más difícil llegar al punto. A mi no me parecen malas, simplemente se vuelven más personales. Es la última vez que los defiendo, lo juro!

El Black Album abre con “Enter Sandman”, con ese enorme riff que solo de oír hace que lancemos una descarga de adrenalina. Kirk inició el riff, casi limpio y agudo con que arranca, les gustó tanto que decidieron que sería una rola de un solo riff, y de ahí fueron desarrollándolo. Un acorde cargado de wah al :18, los tums casi tribales, casi malévolos, y luego la ráfaga de distorsión y los platillos hacen que se vaya creando de a poco un ambiente de pesadilla, hasta que la tensión revienta al :55, cuando Ulrich por fin entra en ritmo. El riff es simple, es cierto, pero es potentísimo y efectivo, quizá uno de los más reconocibles de la historia, y con algo siniestro, muy oscuro en la secuencia de notas. La parte musical la completaron rápido. Fue, de hecho, el primer tema que completaron instrumentos para el disco, y aún sin letra, fue una especie de base para el resto de las canciones. Instrumentalmente es brutal. No es técnicamente una maravilla, he visto bandas no muy buenas haciendo covers decentes de ella. El riff es simple, y es cierto que pierde mucho si no tuviera el bajo espejeando para darle profundidad y “malignidad”. Lars es más lento, tiene mucho eco, pero hace un gran trabajo con los platillos. Hammet usa el wha con tritono, y al 2:40 se discute con un buen solo, que suena afilado y deriva en la sección en que se repite el riff limpio con un maestral manejo de tums (casi un solo) para la parte del niño que reza. Luego revienta un nuevo estribillo y cierra con un lento fade out. Realmente es muy simple, Metallica está usando por primera vez el sistema de verso-estribillo-verso-requinto-puente-verso-coda de la inmensa mayoría de rolas comerciales. Nada de progresiones, complicados cambios de tiempo y tono; nada multipartes. Pero funciona! La música por sí misma evoca pesadillas, pueden bajar la voz a cero y aún así la instrumentación es deliciosamente feroz, pesada, muy densa. No es un “One”, pero no pretende serlo. Es mucho más simple y funciona como es. Agreguémosle ahora las letras, que fueron de las últimas en estar terminadas para el disco. A James se le ocurrió titularla así porque sonaba como cursi. Yo realmente jamás entendí el título, que no se menciona en la letra, porque es una referencia muy gringa. Creí por siglos que “Sandman” era el horripilante tipo del video, algo así como el coco. Caí en cuenta hasta que vi una película gringa con mis hijos y “Sandman” resultó ser para los gringos “El Hombre de Arena” que induce y cuida los sueños de los niños! James presentó las letras originales, que hablaban de pesadillas y muertes de cuna, pero tanto Rock como Hammet coincidieron en que eran muy obvias y podía mejorarlas. Las letras hablan sobre pesadillas dela vida real, pero la parte más terrorífica el al 3.25, en el puente semiinstrumental en que James recita una línea en voz grave y un niño la repite de inmediato, para un efecto tremendo: “Now I lay me down to sleep, Pray the lord my soul to keep, If I die before I wake, Pray the lord my soul to take…” Les juro que tenía pesadillas con estas voces, y ahora que tengo hijos, me resultan el triple de terroríficas. La forma de cantar de Hetfield también muestra cambios, al usar más la garganta, no precisamente el tono gutural, sino un tono rasposo que es casi su firma, pero en este disco lo usa más (y abusaría ya en los Loads), además de que termina casi cada verso con un “AH!”, en ocasiones innecesario. Con todo, es un temazo a mi gusto, en el que el hecho de que hayan simplificado las cosas no significa que sea mala. Francamente estoy convencido de que los fans acérrimos del Metallica de los 80’s la disfrutan en secreto. La producción es más cristalina que en los discos previos (y da pauta al resto del disco, ya suenan MUY distinto en cuanto a ecualización), es pegajosa, potente, y sin perder ese peligroso filo de Metallica.

“Sad But True” es aún más pesada. Te explota literalmente en la cara con esa especie de muralla de sonido que conforman las guitarras haciendo escalas en combinación con los platillos de Lars, hasta que entramos con el redoble y el beat en forma al :22 como martillos, tras una pausa que a veces se antoja eterna. Luego el riff principal, espeso, brutal. Si esto no es metal, yo no sé qué es. Cierto, es lento, pero es como una locomotora que arrasa con todo sin ir demasiado aprisa. La música suena particularmente negra porque está en un tono inusualmente bajo. Tuvieron que afinar las guitarras distinto al estándar, y Jason también tuvo que afinar diferente el bajo de 5 cuerdas para crear ese efecto apocalíptico. James canta de forma inusualmente melódica, pero insisto, sigue sonando violento, angustiado, sin estar fuera de lugar. “I'm your dream, make you real, I'm your eyes when you must steal, I'm your pain when you can't feel, Sad but true” ruge. Es cierto, parece hecha para las masas en el estadio, es imposible no cantarla o tararearla. La letra es difusa, hablando desde el punto de vista de algo maligno, algo que empuja a la gente a hacer las cosas a las personas, pero a final de cuentas son ellas quien deben pagar las consecuencias: "You, you're my mask, you're my cover, my shelter, You're the one who's blamed, Do, do my work, do my dirty work scapegoat, Do, do my deeds for you're the one who's shamed". Triste pero cierto. Al 2:50 salimos del estribillo para unas líneas descendentes en tritono y un remate de batería que nos vuelve a dejar un par de segundos en suspenso, para luego reventar con un requinto de Hammet. No es el más técnico ni memorable, pero tampoco es malo en absoluto. Todos suenan endemoniadamente bien. Incluso Jason, que se sacrifica espejeando las guitarras para darles más punch (en casi todo el disco), algo que le criticaríamos demasiado, pero que bien visto, no le quedaba mucha opción por la estructura de las rolas. En fin, otro temazo.

Continuamos con “Holier Than Thou”, mucho más rápida y cercana al Trash. De hecho, si me preguntan, es una versión más lenta y accesible de “Battery” (sin su enorme intro), incluso en la melodía vocal. Kirk ataca la guitarra y apaga el tono con la palma, combinándose con el triple bombo de Lars en uno de sus más brutales despliegues del álbum para esta intro. Los versos se combinan con las líneas de guitarra, como una conversación oscura, reventando en el estribillo en el que James grita como si se le fuera la vida: “Holier than thou, YOU ARE!!!”. Kirk agrega licks con wah, y un solo algo repetitivo para lo que nos tiene acostumbrados antes de reventarlo, y al 3:10 Jason hace una especie de solo que en realidad es el riff del estribillo, pero sin guitarras y a mayor volumen. Sin embargo es Ulrich quien se lleva el tema con el magistral manejo de tums y platillos, dando una potencia inusitada a la canción.

Luego está “The Unforgiven”, con esa aura majestuosa de tema clásico de los 70’s. Quizá esa es la cuestión del disco, que tiene un mood más Hardrockero a pesar de la distorsión. Ulrich diría que querían cambar lo que habían estado haciendo con baladas previas como “Fade To Black” o “One”, en las que tenían versos melódicos y estribillos potentes. Aquí lo hicieron lo contrario, con versos pesados y distorsionados, y los estribillos con un arpegio limpio, casi clásico. La intro es épica, con un corno tomado de la película del mismo nombre y procesado para que no fuera reconocible, con el famoso arpegio western, beats marciales, y una campana casi fúnebre que van creando tensión antes de que entremos en ritmo al :55, con la distorsión a todo. La letra es brutal, mostrando que no debes hablar de la muerte, drogas o guerra para ser oscuro. Más que brutal, James hace una de sus letras más conmovedoras y emocionales, hablando de cómo quedamos atados al sistema desde que nacemos, haciendo y pensando exactamente lo que quiere que hagamos y pensemos. Hetfield canta los versos con furia y angustia, y los coros son dulces, casi resignados y desolados: “What I've felt, What I've known, Never shined through in what I've shown, Never free, Never me, So I dub thee unforgiven”. Al 3:20 nos quedamos con el arpegio, y Kirk va preparando el solo con un arreglo acústico con una secuencia de notas que crea una endiablada tensión, hasta que explota en un afilado solo, a mi gusto de sus mejores, combinando las 2 partes. La canción es enorme, quizá no como “One”, pero queda como una de las grandes Power Ballads de la historia. Es cierto que permitió que Metallica se escuchara hasta en la radio más comercial, pero yo creo que fue más por la calidad de la rola que porque fuera una especie de “More Than Words”. La canción le abriría las puertas del Metal a mucha gente que ni siquiera se imaginaba que existía este tipo de música. Mucha de ella no pasaría de este tema, pero muchos otros abrirían sus ojos (o sus oídos) y se convertirían al Metal. Se volvería  un tema de culto, a tal grado que la banda grabaría una segunda parte para el Load. Qué sigue, un Master of Puppets II? No, mejor aún, un The Unforgiven III!!!

Para continuar con uno de los inicios de disco más espectaculares de la historia, tenemos “Wherever I May Roam”, con otro riff-intro que ha quedado grabada en toda la generación que estuvimos ahí. De hecho, la Intro es muy exótica, no sólo con tintes orientales, sino que efectivamente usaron un Gong que da ese efecto remoto, y una guitarra con sonido de sitar. El gong vuelve a retumbar junto con un triángulo, y Jason usa un bajo de 12 cuerdas para alcanzar notas aún más graves junto con el gong. Este bajo sólo se usó en la intro, para el resto de la canción y el disco, usó uno de 4 cuerdas. Al :28, Lars ataca la tarola para entrar en un ritmo lento, y al :49 aceleran el beat con el mismo riff cargado de distorsión. Al 1:10 se vuelve a adormecer para que James entre con los versos y las murallas de fuzz y los arpegios de Kirk como lágrimas. La letra es sobre el camino: “...and the road becomes my bride, I have stripped of all but pride”, algo inusual en James. Entre líneas se nota cierto hartazgo por andar en giras, aunque en general Hetfield se esfuerza en verle el lado positivo y de “libertad” a no tener un hogar ni ataduras. Quizá por ello la criticaron tanto los fans, si no hay muerte y sangre entonces no es tema digno de una banda de metal? Igual es una canción para hacer headbanging, y sin duda está diseñada para estadios y como single. Pero eso no quita que sea una tremenda rola, con una atmósfera lúgubre, árida. Es además una de las más progresivas, al menos con el riff principal metamorfeándose y con cambios de ritmo durante casi 7 minutos, siendo la segunda más larga del disco. Además el requinto al 3:40 es muy bueno, combinándose de nuevo ambas guitarras para el tritono en este primer fragmento corto y discutiéndose Kirk con otro solo cargado de wah y más extenso al 4:15.

 La impresionante racha se corta de tajo con “Don't Tread on Me”, en la que a mi gusto se pasan de pirotécnicos y comienzan a mostrar la tendencia que imperaría en los Loads. No es tampoco insultante, pero usan melodías fáciles, un riff demasiado simple y abusan de la repetición. Siendo tan simple es increíble que prácticamente haya solo verso-estribillo. Incluso el requinto suena ya poco inspirado. Genérico es la palabra! Metallica sonaría así sus siguientes discos, y creo que esta es la primera vez para la que aplicaría el adjetivo. Lo más interesante acaso sea que el título viene del lema de “La Bandera Gadsen”, que se relaciona con la portada, ya que la serpiente enroscada en tono gris que apenas se nota, es precisamente la imagen de dicha bandera. Fue un símbolo en la independencia estadounidense, pero actualmente “La Bandera Gadsen” se relaciona con el Tea Party ultraconservador. Quizá por ello las letras patrioteras. En fin, la canción más débil del disco, que en un mal día la podría pintar de azul.

Sigue “Through the Never”, en la que retornan al Trash, pero no a su mejor nivel. Pareciera que quieren sonar badass a cualquier precio, como diciendo “Miren, no nos hemos olvidado del trash, no hemos dejado de ser unos malotes. Pero suena demasiado artificial. Me gusta el puente lento del 2:50, pero en el resto de la canción, sin que haya algo particularmente malo, tampoco hay algo memorable o que haga que brille. Supongo que sería para los fans puristas. Por cierto, las letras sobre el universo y el mismo título se basaron en frases de Carl Sagan, de los que eran seguidores.

Continuamos con los melancólicos arpegios de “Nothing Else Matters”, en la que el malote de James Hetfield, que entonces aún traía bigote cerrado y pelo a la espalda, se muestra sensible, e incluso vulnerable: “Never opened myself this way, Life is ours, we live it our way”. En ella, nuevamente recuperan esa sensación épica de Power Ballad de los 70’s. James se la escribió a su novia, supongo que la anterior a Francesca, con quien se casaría. El caso es que la extrañaba horrores cuando salía de giras (ajá) y esta canción habla de ello: “So close no matter how far, Couldn't be much more from the heart”. Cada verso cierra con el título. Cierto, podría ser hasta empalagosa, pero como afrontar el tema sin caer en clichés? Creo que está muy bien hecho y escrito, y el estribillo le da bastante más poder, haciendo un crescendo que estalla en el solo al 4:50 (sin wha!). El arpegio con que inicia en Mi menor, cuenta la leyenda que fue porque la escribió mientras estaba al teléfono con su novia; James sostenía el auricular con la mano izquierda y hacía el arpegio con la derecha, con las cuerdas al aire, mientras improvisaba las primeras líneas. Que lindoooooooooo!! Él mismo agrega el arreglo más agudo de la intro, que le da un aire clásico. También es él quien hace el requinto al minuto 3, con un efecto cristalino y con cierto eco, haciendo una hermosa escala ascendente y sonando muy emotivo. Es de los pocos que no hace Kirk. De Hecho, Hammet no participó en la grabación, ya que James hizo todas las guitarras de estudio, y no fue sino hasta la gira que se dio cuenta que tenía que aprendérsela para presentarla en vivo. La canción cierra con el mismo arpegio y arreglo de la intro, para un efecto cíclico. Se convertiría en una de las rolas más emblemáticas de Metallica, sobre todo porque fue de las que se radiaron en TODAS las estaciones, mañanatardeynoche. Siendo relativamente simple, todos podían tocarla, incluso yo a los 11 años que con trabajos aprendía a agarrar una guitarra en ese entonces. Entiendo el repudio de los fans hardcore, ya que fue de las mayores culpables de la apertura de Metallica al Mainstream… James ni siquiera la había considerado para el disco, porque era muy personal, (Kirk lo obligó una vez que la hubo escuchado), pero siendo honestos, no es una tremenda, hermosa y poderosa canción? Por cierto, es de los pocos momentos del disco en que Jason se puede despegar y brillar relativamente, con sus propias líneas.

Recobramos la crudeza con “Of Wolf and Man”. En realidad es básicamente ese riff asesino de 3 tonos que va subiendo y bajando con sus remates. Pero es francamente adictivo, y justifica el que se repita una y otra vez. De alguna forma no se vuelve tan cansado. La rola es saturada, violenta, con una distorsión inusitada, lo cual le da un tremendo poder. James canta con ese tono rasposo que transmite cierta angustia, y que en este punto de su carrera sonaba bien, sin ser excesivo. Al 2:25 tenemos un requinto de Kirk, que suena a seco, como sierra. No es muy complejo, pero encaja con el aire casi asfixiante del tema. La letra… Bueno, habla desde la perspectiva de un hombre lobo, y Hetfield llega al punto de recitar una estrofa de forma casi ridícula. Aún así creo que el riff es enorme y la vuelve uno de los puntos destacados del disco. 

Enseguida tenemos “The God That Failed”, que inicia con una tremenda línea de Newsted, que luce por unos segundos. Desgraciadamente luego se unen Kirk y James, replicando el mismo riff y estableciendo una especie de diálogo (sue3na increíble, uno a la izquierda y otro a la derecha) que opaca por completo al bajo. Versos espesos, a propósito feos, con una métrica extraña. Los estribillos son mucho más luminosos, volviendo a ese riff contagioso: “I see faith in your eyes, Never your hear the discouraging lies”, nuevamente forzando la letra, pero que invita al singalong. La batería suena poderosa, pero el bajo queda enterrado por completo en la mezcla, sólo luce al inicio. La letra es lo más interesante, al ser una dura crítica, más que a la religión, a la religiosidad y fanatismo. La madre de James era Cientologista (o como se escriba), y sus creencias le impedían tomar tratamientos médicos, basándose en que Dios la curaría si esa era su intención. A fines de los 70’s, le dio cáncer, y fiel a sus creencias, se negó a tratamiento, creyendo que su fe sería suficiente. No lo fue, y James quedó resentido, tanto con su madre por tomar esa decisión, como con Dios y la religión en general. La letra, pues es brutalmente sincera, dolida y personal: “Trust you gave, A child to sabe, Left you cold and him in grave”. Y en cada estribillo recalca “Broken is the promise, betrayal”. La promesa de Dios? La de su madre? De ambos? Cómo sea, musicalmente pareciera quedarse a medias, ya que tras el espectacular inicio, se vuelve ligeramente repetitiva, pero líricamente es de las más personales y poderosas.

Seguimos con “My Friend of Misery”, en la que Jason aportó los principales riffs, con la idea de que fuera el tema instrumental del disco que usualmente escribía Cliff. Me lo imagino llegando de forma tímida a presentarla, casi como Ringo cuando les mostraba sus ideas a sus compañeros. No sé si porque realmente consideraron los riffs muy débiles o si lo consideraron como una especie de ofensa a Burton, pero declinaron a trabajarla como tema instrumental y le enjaretaron unas letras condescendientes y una melodía vocal blanda. Yo creo que la idea de Jason hubiera funcionado con algo de disposición de los demás. La rola inicia con un espectacular arpegio de bajo, imagino que de 6 cuerdas. Luego entran los espesos acordes de guitarra, y el riff, de manera casi tímida. Pero pareciera que tanto James como Kirk quieren sepultar a Newsted. El riff se va repitiendo más seguido, y Lars acelera el beat para los versos al 1:05. La letra es sobre un amigo quejoso que le encanta sentirse miserable. Todos conocemos a alguien así. El estribillo es más memorable y con mejores combinaciones de las guitarras. Al 3:15 tenemos un puente instrumental en el que el oscuro arpegio de bajo queda como protagonista y luego se escuchan unos tonos armónicos, hasta que revienta el requinto, interpretado otra vez por Hetfield. La canción se va extendiendo hasta llegar a los 6:50, siendo la más larga del Black Album.

El disco cierra con “The Struggle Within”, que inicia con un ritmo marcial de tarolas multiplicadas, en el que se agrega un arreglo en tritono y al final la batería de Ulrich. Luego un riff de guitarra rasguñada para entrar en un ritmo trash, o cercano a, creando una atmósfera ochentera, cercana a los primeros discos. Luego entramos a los estribillos mucho más lentos, y en los que se pierde algo del punch, a pesar de los esfuerzos de Lars. La canción casis e apaga antes de que entren de nuevo a los violentos versos. El solo de Hammet al 2:20 es alucinante, de los mejores y más subestimados del disco, al alcanzar una tremenda velocidad, hacer varios cambios de ritmo, efectos y técnicas, siendo una verdadera cátedra en los 40 segundos que dura. El resto de la canción es más bien promedio, como la mayor parte del cierre del disco, sin ser malo, pero sin llegar a los niveles estratosféricos de la primera mitad.

 

Musicalmente el disco parece ser muy simple. Y digo parece, porque hace falta un punto de comparación. Respecto a quién? Respecto al Metallica de los 80’s? Comparado con Black Sabbath? Comparado con Rush o Megadeth? O con los New Kids on the Block que en ese momento aún desmayaban chicas? Los fans hardcore están en todo su derecho en sentirse defraudados respecto a lo que esperaban. Ciertamente es más simple. Pero una generación entera de chicos que habían crecido en los 80’s escuchando basura pop sintetizada, descubrieron por primera vez sonidos más densos con este disco, y ya no pudieron volver atrás. Para muchos jóvenes significó su inicio a un estado de “rebeldía”, porque era una música que no era aceptada por los adultos, sonaba más peligrosa, más desafiante. Los mejores temas no son los cercanos al Trash, sino los más melódicos, los que tienen un aire hardrockero, pero con distorsión de metal que los disfraza, con agradables estribillos que invitan a agitar la cabeza. Metallica multiplicó así sus legiones de fans. Con todo, es innegable que el Black Album cimbró al Rock, y se convirtió en uno de los mejores discos de 1991 y aún hoy en día mucha gente va a sus conciertos para escuchar las rolas de este disco. Desgraciadamente el éxito arrollador del álbum y la gigantesca gira se les subió a la cabeza, y el balance que habían logrado aquí pareció esfumarse con las largas cabelleras. Los siguientes discos se irían haciendo aún más complacientes, demasiado melódicos, olvidando ese link a sus raíces que aún se nota en el Black Album. La generación que viró al Metal con el Black Album comenzaría a formar bandas del llamado Nu Metal, siguiendo la dirección de los Loads. Y Metallica terminaría siendo una vil copia de Nu Metal, que en realidad era una copia de ellos… El Black Album llevaría al Metal a la cima comercial para matarlo.

 

Corvan 

6/Nov/2014

Letras de El Traductor de Rock

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