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BE HERE NOW (Oasis, 1997)

Artista: Oasis (D)
Fecha de Grabación: Oct ‘96 – Abr ‘97
Fecha de Lanzamiento: 21 de Agosto de 1997, UK
Discográfica: Creation
Productor: Owen Morris & Noel Gallagher
Calificación: 
7.5

 

 

 

 

 

Era: Brit Rock (1991-???)

Subgénero: Brit Rock (1991-1998) 

Mejor Canción:  Stand By Me, o Don’t Go Away.

Canciones: 1) D'You Know What I Mean?; 2) My Big Mouth; 3) Magic Pie; 4) Stand By Me; 5) I Hope, I Think, I Know; 6) The Girl in the Dirty Shirt; 7) Fade In-Out; 8) Don't Go Away; 9) Be Here Now; 10) All Around the World; 11) It's Gettin' Better (Man!!); 12) All Around the World (Reprise).

 

Por más que nos pese aceptarlo, para 1996, Oasis era la banda más mediática sobre la faz de la tierra, que no es lo mismo que la mejor banda sobre la faz de la tierra, como los Gallagher querían creer. El problema es que con esos egos, con las ventas del What’s The Story, con la endemoniada difusión de Wonderwall, y sobre todo, con los dimes y diretes y peleas de los hermanos, Oasis estaba en todos lados, y por un momento se creyeron no sólo que eran mejores que Jesucristo, sino incluso mejores que los Beatles. Y con el tamaño del ego de estos hermanos, eso no podía traer nada bueno.


Cuando una banda lanza su “disco icónico”, que usualmente se considera como su álbum más logrado, de mayor difusión, de más influencia y generalmente de más ventas (aunque a mi punto no necesariamente debe coincidir con el mejor disco de sus carreras), lo que debe hacer es reinventarse. Un disco así es difícilmente superable si sigues bajo la misma tónica, con el mismo script, por lo que debes arriesgarte a reinventarte y buscar nuevos caminos creativos, nuevos retos que no necesariamente te llevarán más alto a los ojos de los demás, pero que a lo mejor son un reto más grande y satisfactorio en lo personal y como banda. Pink Floyd dio un giro después del Dark Side y logró un discazo que a mi gusto lo supera. Radiohead tampoco intentó hacer un OK Computer II, gracias al cielo, y en cambio hizo una entrega que a muchos pareció desconcertante al principio, pero luego alcanzaría al menos el mismo status del OK. Los Beatles cambiaban de piel y sonido disco a disco, y a pesar de los elogios y de estar en la cima del mundo, jamás se conformaron con lo que habían logrado... Si hubiera repetido la fórmula del Peppers y el MMT, jamás hubiéramos tenido una obra tan sublime como el Abbey Road. Y así muchos casos. Cuando estás en la cima del Everest, si quieres subir más alto, sólo vas a conseguir resbalar, y la caída no será agradable. Las bandas grandes llegan a la cima, la conquistan y luego intentan llegar por un lado más difícil, que quizá no les traiga el mismo reconocimiento mediático ni los mismos discos de oro, pero les dará una mayor satisfacción personal, y quizá a sus fans y a la crítica inteligente. 


Oasis intentó saltar con este tercer disco. Los Gallagher no cambiaron en absoluto la receta de concina con la que habían horneado sus discos previos. Al contrario, cayeron en excesos que los hicieron retroceder. Después del What’s de Story, los hermanos Gallagher cayeron en la arrogancia total, viendo a todo mundo por encima del hombro, incluso uno al otro. Y empezaron los problemas… El primer indicio serio que dejó al mundo con cara de WTF?, fue el Unplugged. Sorpresivamente Liam no salió al escenario del Royal Festival Hall, donde se grabó, sino que fue Noel quien cantó todas las canciones y excusó a su hermano diciendo que tenía problemas de garganta. Pero Liam estaba en un balcón, haciendo gestos y caras a su hermano y fumando y tomando cerveza muy despreocupado, lo cual generó un trillón de especulaciones. Días después, la banda voló a Estados Unidos para continuar con su tour, pero Liam se negó a acompañarlos. La banda (cof cof, Noel, cof cof) decidió continuar con el Tour sin su vocalista oficial, y el mismo Noel cantó las rolas. Liam se reincorporó al grupo el 30 de Agosto del ’96. El 4 de Septiembre, la banda tocó en los MTV Music Awards en New York, y durante el solo de “Champagne Supernova”, Liam hizo gestos a su hermano, y luego escupió al escenario, desatando un escándalo. Semanas después, aun en pleno tour, Noel tomó un vuelo hacia Inglaterra, y un par de días después, la banda lo siguió a Inglaterra. Presuntamente Liam habló con él, se reconciliaron, y lo convenció de terminar las fechas pendientes, pero los rumores de la separación de Oasis estaban a la orden del día, y la banda acaparaba más los encabezados de notas de escándalos que los de música.

Después se tomaron un descanso que dio para más especulaciones. La banda estaba sumida en drogas y Noel estaba en un embotamiento creativo. Diría después que por esas fechas, llevaba apenas un riff decente en 6 meses. Mick Jagger lo invitó a unas vacaciones en su villa en Mustique, Jamaica, y Noel pasó unos días, junto a Jagger, Kate Moss y Johnny Depp retomando inspiración bajo el sol del Caribe. Ahí encontró cierta tranquilidad, se autoimpuso una disciplina de trabajo y compuso en dos semanas todos los temas que saldrían en el tercer disco. El 7 de Octubre iniciarían las sesiones en el mítico estudio Abbey Road (para acabar de redondearles los egos). El productor Owen Morris dijo que en ese momento les parecía buena idea, la banda tenía una docena de buenos temas listos para grabar y debían aprovechar el momento, pero en retrospectiva reconoció que fue un error entrar al estudio tan pronto, y que la banda debió tomarse al menos hasta enero para descansar, limar asperezas y pulir las rolas.
 
El Be Here Now es un disco que intenta ser épico y colosal, y fracasa en el intento. Es quizá la muestra más clara de pretensionismo que se me pueda ocurrir en los últimos 25 años. Los discos previos de la banda eran ambiciosos, pero aterrizados, frescos, y con buenos temas. Aquí Noel se enfoca más en la producción que en las melodías, y ese es un pecado imperdonable en el Rock. Las canciones son excesivamente largas, como si realmente fueran himnos universales por este simple hecho, pero se vuelven en realidad repetitivas y cansadas. La sobreproducción es comandada por un Noel con los pies fuera de piso, lleno de cocaína, sintiéndose un Jimmy Page como para poner hasta 30 guitarras en un solo tema, pero siguiendo la misma figura (a diferencia de las sinfonías de Page). Incluso comienzan a autoplagiarse descaradamente. Pero lo que es peor, la fama comienza a cobrarles factura en cuanto a inspiración y frescura, y eso se nota hasta en la portada. El Be Here Now era uno de los discos más esperados de la época, y le fue bien en ventas, pero la banda esperaba al menos vender el triple, por lo que fue algo decepcionante. En un principio tanto fans como crítica quedaron maravillados con el bling bling, pero cuando pasó la excitación del momento, las críticas comenzaron a ser despiadadas. Las más filosas dirían que se podía sentir la cocaína en las notas, y después otra diría que el Be Here Now mató a Brit Pop.


Yo no sé si es para tanto. Inicialmente le iba a dar una calificación más baja, pero a pesar de la sobreproducción hay temas buenos. No es definitivamente una obra maestra, ni es fresco, ni es sincero. Pero por momentos el aura colosal alcanza a funcionar en algunas rolas. Ni el What’s the Story es tan bueno, ni el Be Here Now es tan malo como en su momento anunciaron. Quizá es que había generado demasiadas expectativas, en parte azuzadas por los mismos Gallagher, pero por momentos alcanza a rockear bien y al menos hay un par de temas de tremenda manufactura.

El disco arranca con “D'You Know What I Mean?”, que es un tema que resume lo peor del disco en 7 minutos. De hecho es el peor tema del álbum, pero consiguió platino y convertirse en el segundo sencillo de más éxito de Oasis. Yo sigo sin saber cómo. Esta canción se le debió haber ocurrido a Noel jugueteando con “Wonderwall”. Es exactamente la misma secuencia de acordes, la misma. Por esas fechas estaba con mi banda Moby Dick, y había cierto pique entre el guitarrista que era Oasis-fan y yo que era Blur-fan. Cuando vino corriendo a enseñarme la secuencia de notas de esta “majestuosa canción” en una acústica (para presuntamente incluirla en nuestro repertorio), yo comencé a cantar Wonderwall. Y se quedó con una cara de desencanto... Súbanle a “Wonderwall” uno o dos tonos, pónganle como 4 guitarras distorsionadas, efectos estroboscópicos, un tiempo más lento y unas letras mesiaíncas, y ahí tienen este pseudohimno sin sentido con intenciones épicas. Un autoplagio. Lo peor es la letra:  “I met my maker, I made him cry, And on my shoulder, he asked me why” se puede ser más arrogante? Síiiiiiiiii, los Gallagher siempre pueden! Los pegajosos estribillos dicen “All my people right here, right now, D'you know what I mean?”, intentando hacer un himno lennoniano. Bueno, si les queda duda, nomás vean la portada del sencillo. Esta es una de las canciones de Oasis que más odio. Y además dura 7 minutos, con una coda insoportablemente larga y repetitiva. Y sobreproducida. Un error épico.

“My Big Mouth” mejora un poco. Al menos el título es sincero, aunque las letras otra vez son endemoniadamente ególatras: Into my big mouth you could fly a plane, Who'll put on my shoes while they're walking, Slowly down the hall of fame?” El riff es bueno, muy rockero, dinámico y potente. Es repetitivo, pero puede servir para llevar una canción de unos 3 minutos. Lo malo es que esta dura 5. Una buena canción se ve ensombrecida por la sobreproducción: feedback al inicio, una intro que se queda a la mitad en su intento de sonar majestuosa e imperial, y luego una cantidad de que guitarras simplemente ridícula. El rumor dice que son 30. Capa sobre capa, para hacer una textura asfixiante, ruidosa y que aplasta la canción, y la duración tampoco ayuda. Al final uno queda con la cabeza como taladrada. La rola en sí tiene pocos cambios, pero con un poco más de modestia pudo haber funcionado bien en el Definitely Maybe, ya que el riff es bueno, y Liam de alguna forma la hace funcionar con la melodía y esa manera desafiante de cantar.  Aquí simplemente queda como una prueba de que Jimmy Page sólo hay uno. Esto no es una sinfonía de guitarras, sino una plasta enorme de saturación y ego.

“Magic Pie” es un tema cantado por Noel, y según dijo en su momento, era la canción por la que le gustaría ser recordado. Ja! Probablemente ahora reniegue de ella, ya que es otra de las débiles del disco. La canción inicia bien, con una canción acústica, y bueno, esos sonidos de fondo como de clave morse que arruinan todo el disco. Pero inicia como una buena balada, y con Noel cantando lejano. Por momentos me gusta más cómo canta Noel que su hermano. Pero al minuto, viene esa explosión sónica de mil guitarras, capas y más capas de distorsión, voces duplicadas y Noel comienza a cantar en un tono carente de emociones, y la balada promisoria se va al traste. Hay cambios con puentes, con un estribillo ridículo y con melodía que no encaja con el pretendido drama de los versos: “Cos you see me I got my Magic Pie…”. Y el resto de la letra es una oda a sí mismo y un ataque a sus enemigos que nunca entenderán lo que es ser él. Una letra verdaderamente horrible, al grado de dar pena ajena.   Cambios y más cambios, arreglos de guitarra que quedan escondidos en la infinidad de capas, un melotrón que se percibe al 3:25 cuando callan por un segundo las guitarras. La coda dura casi 3 minutos, intentando hacer un ensamble psicodélico,  con coros, requintos, efectos cósmicos, y al final un como collage extrañísimo y grotesco que termina con un fragmento jazzy. Qué triste, qué triste. Uno se da cuenta de la saturación de las guitarras cuando al fondo se escucha por momentos a Alan White desbaratándose con su batería, pero ésta es apenas perceptible.

Afortunadamente sigue “Stand By Me”, que obviamente, no tiene nada que ver con la clásica de Ben E. King. También es una canción ambiciosa, y está demasiado cargada, pero la estructura y melodía es mucho mejor que las anteriores, y de hecho es bastante contagiosa y memorable. De hecho es de las pocas que funcionan como himnos de estadio, y bien pudo haber entrado al What’s the Story. La intro funciona con la guitarra rugiendo y luego haciendo un minisolo que da entrada a la voz. Liam hace una de sus mejores interpretaciones vocales del álbum. Las inflexiones y los arreglos de guitarra se combinan para hacer una melodía simple y efervescente. Y el coro es exquisito, absolutamente simple y encantador: “Stand by me...nobody knows the way it's gonna be…”, con Noel haciendo segundas voces y escalas de guitarra entre cada línea, y un buen arreglo de violines que dan un poco de delicadeza al tema. El negrito en el arroz es que se parece sospechosamente demasiado al estribillo de "All The Young Dudes" de David Bowie. La letra es de las más sencillas e incluso humildes del disco. Noel diría que no fue escrita para una chica, sino que la escribió debido a una intoxicación por comida que narra en el primer verso. Estaba solo y llamó a su madre en Manchester, a quien extrañaba horrores y a quien hubiera querido tener a su lado en esos momentos. Así de simple. Y bueno, a pesar de que las guitarras también son algo descomunales para una balada que hubiese funcionado mejor acústica, y de que dura más de lo que debería, el tema es encantador, y está al nivel de las mejores del disco previo. De mis favoritas de la banda, sin duda.

Continuamos con “I Hope, I Think, I Know” que es otro rocker alegre y movido, llevado por la poderos melodía vocal de Liam. Las guitarras de nuevo exageran, pero Liam y el buen trabajo de batería (con todo y pandero) las mandan a un segundo plano. Salvo esto, no hay algo particularmente brillante, pero tiene un encanto muy rockero y es más fresca, además de ser la más corta del disco con sólo 4:22. Es curioso, a pesar de ser de los puntos relativamente altos del Be Here Now, creo que no hubiera pasado del promedio en los dos previos.

Luego llega “The Girl In The Dirty Shirt”, una canción juguetona y divertida, que con la melodía, esa intro, y la manera en que canta Liam, me parece muy Kinky. No, no cochina, sino del estilo de los Kinks, jeje. Pero hasta ahora no he encontrado nada de los Kinks que se le parezca. La canción es linda, y me encanta en particular los puentes más limpios y acústicos: “You got a feeling lost inside, It just won't let you go” para después pasar al exquisito coro: “Is would you maybe, come dancing with me, Cos to me it doesn't matter if your hopes and dreams are shattered” con arreglos de slide de Noel. Es de las canciones menos aplastantes del disco, y de las que mejor humor contagia. La letra es linda, con líneas sorprendentes para venir de un Gallagher: “When you say something you make me believe, In the girl who wears a dirty shirt, She knows exactly what she's worth… to me”. Supuestamente dedicada a la entonces esposa de Noel, Meg Matthews, por lo que también voy a creer que era sincera.


Sigue “Fade In-Out”. Al parecer Noel hizo muy buenas migas con Johnny Depp en Mustique, ya que es él el que toca el slide con la Steel Guitar para este tema. Y de qué manera. La combinación con Noel hace que esta rola tenga un ambiente oscuro, western, amenazador, que te mantiene al filo del asiento esperando la explosión que finalmente llega hasta el 3:10 con un grito espectacular. La creación de tensión en esta primera parte es sobresaliente, y es uno de mis momentos favoritos del disco. Quién viera al Sr. Depp??? Liam hace también un buen performance, aunque la melodía llega a volverse ligeramente repetitiva. El problema es que tras la explosión sónica y el impresionante duelo de guitarras (slide de Johnny y el fuzz-feedback de Noel) en la sección media, la rola se alarga eternidades hasta casi el 7, cuando éste debía ser un clímax corto. Con todo, es una canción muy distinta, con esa sensación de amenaza latente, y alcanza para marcarla en rojo, a pesar de ser comúnmente ignorada.

Con “Don’t Go Away” volvemos al estilo netamente Oasis, aunque seguimos en su mejor nivel. Esta es otra de las candidatas a mejor canción del álbum y de las que se han convertido en clásicos de los 90’s. Una hermsoa balada, en la que Noel por fin se entera de que lo importante es mostrar emociones y no enterrarlas en fuzz. Las guitarras son más discretas, con Paul “Bonehead” haciendo un cálido guitarreo acústico (hasta aquí nos damos cuenta de su presencia en el disco, imagínense) mientras Noel hace arreglos tremolados, pero que le sientan bien a la canción. Una orquesta se incorpora en el crescendo del final. La canción tiene un aire majestuoso, pero no recargado, que alcanza a funcionar. El estribillo es nuevamente pegajoso como chicle, y Liam canta con la emotividad que corresponde, ya que esta vez comparte el sentimiento: "Don't go away, say what you say, say that you'll stay, forever and a day…". La canción está nuevamente dedicada a Peggy, madre de los Gallagher, ya que por esas fechas hubo sospechas de que tenía cáncer, que le fue descartado por los estudios, pero la simple idea paniqueó a Noel. Y también estaba dedicada a la madre de Paul, que había muerto meses antes y le pidió a Noel que le compusiera un tema. Así que por una vez, se olvidan de la sobreproducción y le dan los arreglos indicados para resaltar el significado y la emotividad. Creo que por eso funciona tan bien. Es una balada hermosísima.

El inicio estroboscópico de “Be Here Now” y su riff principal siempre me han parecido sospechosamente parecidos a “Stereotypes” de Blur, lanzada un par de años antes. Aunque la sensación se pierde ya que entran de nuevo el trillón de guitarras y la juguetona melodía de Liam. Pero válgame, hasta el organito infantil y alucinado es muy Bluriano. Salvo eso, no hay nada particularmente sobresaliente. Noel se excede en los solos y arreglos de guitarras y Liam en los gritos de la coda, que de nuevo, es de-ma-sia-do larga. Las letras son un total sinsentido. No hay nada particularmente malo (exceptuando su duración y evidente plagio) pero tampoco es ofensiva. No me queda claro por qué da título al álbum.

Sigue “All Around The World”. Tengo sentimientos encontrados con ésta. Me gusta el inicio, esa sensación épica y antémica, con Noel y Liam esforzándose en sonar beatlescos. Creo que si en algún punto llegaron a sonar remotamente parecidos es aquí. Liam nuevamente canta en su mejor nivel, siendo mis partes favoritas los puentes: “Take me away, cos I just don't want to stay, And the lies you make me say, Are getting deeper every day…” y el juego melódico que hace con el precoro inmediato. El estribillo es también pegajoso, quizá demasiado, y me parece que es hecho a propósito para los sing-alongs en los estadios, pero aún así es bueno. La sección de cuerdas tambi´pen resalta esa aura majestuosa, y hasta los narananá’s al 2:40 (cualquier parecido con Hey Jude…) va todo bien. Incluso el clímax con las guitarra vibrando y la orquesta en crescendo para el primer cambio de tono. A mi punto de vista, aquí debió haber terminado la canción. Era suficiente. Quizá alargando los naranás. Pero no se saben detener y siguen y siguen con estribillos, un semicaotico pasaje instrumental al 4:20 con Liam gritando “it’s gonna be OK” a todo pulmón, y luego otro cambio de tono. Y luego se siguen alargando con requintos, secciones de vientos, naranás, y más y más requintos, hasta pasar los 9 minutos. 9 MINUTOS! Eso estaría bien para una rola Prog apenas, con multipartes y más variaciones, pero esto es el colmo del pretencionismo y la falta de autoedición. Lo único bueno de la coda es la poderosa batería de Alan. En fin, aún así la marco en rojo por la belleza de la primera parte, pero le sobran al menos unos 5 minutos. Como nota, esta canción la tenía Noel desde el ’92, pero estaba esperando tener los recursos suficientes para los exorbitantes efectos que planeaba meterle. Evidentemente, se le fue de la raya.

El disco pudo terminar de relativa buena forma aquí, pero se sigue de largo con "It's Gettin' Better (Man!!)", que es una oda al feedback y de nuevo las capas de guitarra aplastan todo. Las melodías vocales son las más débiles del disco, y en el estribillo me dan la idea de estarse autoplagiando algo del debut. Un solo de motosierra caótico. Todo sale mal aquí, de los peores temas del disco, pareciera escrita minutos antes de grabarla, y no se ve por donde se ponga mejor (hombre!), ya que dura 7 minutos. Generalmente le tengo que adelantar o de plano terminino el disco aquí.

Por si no fuera suficiente, el disco cierra con un reprise instrumental de 2 minutos de “All Around The World”. Quién se creen? La Banda de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta???  Ya no tenía caso agregar esto. Para lo único que sirve es para apreciar mejor la tremenda batería de White.

 


En fin, es un disco controversial. No creo que sea tan malo como en su momento se dijo, pero también estaba como de moda atacar a los Gallagher, y les tocó la mala fortuna de que 7 días después del lanzamiento, la Princesa Diana murió en las condiciones extrañas que ya todos sabemos. La cuestión es que a pesar de que se nota que Noel sigue con un gran talento como escritor, es pésimo como productor, y ello arruina varias de las canciones. Además de 2 o 3 que no deberían estar, muchas de las otras les deberían tasajear varios minutos. Pudo a bien quedar un disco de 35 o 40 minutos que superara incluso a su predecesor. Pero la palabra clave del Be Here Now, como se habrán podido dar cuenta es “Excesivo”. Se vuelve demasiado difícil de escuchar debido a la saturación de distorsión y a muchos de los arreglos. Con todo y todo, para bien o para mal, marcó época, y varias de las canciones se volvieron clásicos, que funcionan mejor fuera del contexto del disco. Aún así, la escucha es difícil, pero vale la pena. Después de éste álbum los dos Paul’s saldrían (Bonehead y McGuigan) y la inspiración de Noel se iría absolutamente al traste, empezando el declive del grupo. Así que aún es considerado entre los discos “fuertes” de la banda, a mi gusto. Como excepción, me seguiré con el Masterplan, ya que a pesar de ser recopilatorio de Lados B, las rolas que trae son muy buenas, y supera en mucho este álbum.

Por Corvan

1/Jun/2012

 

Letras de El Traductor de Rock

 

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