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LA REVOLUCIÓN DE EMILIANO ZAPATA

"Hey Baby Change Your Manners

And Go By The Way Of The Sun

Can´t You See That This Kind Of Sex

Is Gonna Let You Down, Let You Down"

"D" 

Década Principal:

70's

Eras Principales:

Rock Hispanoamericano de los 70's

Miembros Clave:

Oscar Rojas, Vocalista

Javier Martín del Campo, Guitarra Líder

Servando Ayala, Teclados

Canciones  Clave:

Nasty Sex, Mel_Ynda, If You Want It, In The Middle Of The Rain, So Long Ago, I Dig It, Mi Forma de Sentir, Cómo Te Extraño

 

La Revolución de Emiliano Zapata, o La Revo, pa los compas, surgió también a inicios-mediados de los sesenta, comenzando tocando en tardeadas y cafés cantantes. Los fundadores fueron Javier Martín del Campo, otro excelso guitarrista con calidad de exportación, y Óscar Rojas, vocalista portador del frondoso bigote que explicaba el nombre del grupo. La Revo comenzó a cobrar fama en la ciudad, y pronto dejaron de ser característicos de una sola colonia para irse colgando adeptos en toda la zona metropolitana. Los Spiders, que iban un par de pasos adelante, los comenzaron a recomendar en los lugares donde se presentaban y así lograron sus primeras presentaciones en casinos y clubes más grandes.

El sonido de la Revo siempre estuvo basado en la incisiva y rápida guitarra de Martín del Campo, que era capaz de hacer unos solos impresionantes y riffs pegajosos y bastante buenos, dotando de una personalidad propia a las canciones y con un sonido mucho más latino que el resto de las bandas antes mencionadas, pero sin llegar al extremo de Santana. Este era un Hard Rock también limpio, aunque más lejano al blues que los Spiders.

No fue hasta que participaron en el concurso “Las Cinco Ondas de Alegría”, convocado por un conocido grupo radiofónico local, que dieron el gran paso. Tras arrasar este concurso gracias a su calidad y a su firme base de fans, ganaron el primer premio que resultó un acercamiento con las grandes disqueras. Así, el siguiente paso fue mudarse al D.F. donde desde un principio fueron sofocados por el ritmo de vida de la enorme ciudad. Aún así, lanzaron en 1970 su disco homónimo, una verdadera pieza de colección que rápidamente logró escalar los rankings nacionales, y para sorpresa de todos, también los mundiales. De este disco, lanzaron como sencillos la celebérrima “Nasty Sex”, “Still Don’t Know Yet” y “Shit City”, tres grandes joyas del rock nacional, con las que consiguieron discos de oro en México. La grabación logró trascender fronteras y pronto los discos de oro también les llegaron de Alemania, Inglaterra, Francia y USA, para un total de cinco, algo nunca antes visto. Aunque nadie tenía idea de dónde diablos había salido esta banda ni su nombre raro, la gente reconocía por primera vez a nivel masivo el talento de una banda mexicana más allá de la frontera, algo que sembró esperanzas en los demás grupos.

Con el vertiginoso éxito, la agenda se apretó cada vez más y el ritmo se volvió sofocante. Tuvieron que declinar su ansiada participación en Avándaro en parte por las giras programadas y en parte por las tensiones internas que ya existían y comenzaban a fracturar el grupo.

Ya en el ’72, trataron de repetir el éxito con algunos sencillos, pero la mano dura del gobierno cerró prácticamente por completo cualquier espacio y el éxito no fue para nada el esperado. Ante la disyuntiva de seguir peleando por el rock de avanzada o comercializar su sonido para conseguir nuevamente un lugar, los roces entre los integrantes llegaron al punto de una desbandada de varios miembros, entre ellos Óscar Rojas, frontman y vocal de la banda, quien harto de todo, un día simplemente agarró sus maletas y regresó a Guadalajara con todo y mostacho.

Así la Revo cambió varios elementos (Servando Ayala se unió en los teclados) y modificó tremendamente su sonido, convirtiéndose en unos baladistas románticos en español más del montón. No he escuchado estos discos de su segunda etapa, pero hay dos canciones que han sido covereadas hasta el cansancio y que uno ni siquiera podría imaginar que se trata de los mismos autores de Nasty Sex. Son “Cómo te Extraño” y “Mi Forma de Sentir”, dos hermosas baladas que entre otros, fueron interpretadas por Mocedades y les dio de comer largamente a los Revos. Lanzarían bajo este concepto otros discos y finalmente terminarían desapareciendo a mediados de los 80’s.

Es una verdadera lástima la transformación que sufrió la gloriosa Revo, pero da muestra de la presión y la mano dura del gobierno represivo de aquélla época, que mutiló de tajo una promesa que se estaba volviendo realidad. Nos quedamos pues sólo con el primer disco de la banda, y con ése único LP tienen más que suficiente para ubicarse apenas por debajo de los Spiders en el catálogo de grupos mexicanos. Es cierto, Nasty Sex es un descarado plagio de “Born On The Bayou” de Creedence, e incluso llegaron a reconocer que la rola nació de estar palomeando la canción de los Creedence, pero los arreglos que lograron meter, sobre todo en la guitarra, sobrepasa con mucho los de Fogerty, y la convierten en un producto único con sonidos vagamente mexicanos y sin necesidad de incluir mariachis o sonidos cumbieros. Nasty Sex, más allá del nombre que genera morbo y las letras simplonas, está perfectamente manufacturada por Javier Martín del Campo. El riff principal de la canción es una gran joya, y no deja de agregar arreglos aquí y allá, conjugando velocidad con un estilo muy personal, y añadiendo pequeños requintos que nacen de ese riff bestial y latino tras cada estrofa. Finalmente Javier incorpora un solo larguísimo que nace alrededor del minuto tres, añadiendo arreglos inteligentes, que no suenan a nada hecho antes (nop, ni siquiera a Creedence) y que se alarga casi hasta el minuto seis, para dar pie a otra estrofa y pasar inmediatamente a una bestial coda donde la canción siempre sube y baja de intensidad a antojo de la guitarra hasta el final definitivo, cerca del minuto ocho. Ese es otro punto a mencionar. Aunque para edición de radio se cortó gran parte de los solos, esta canción fue un parteaguas al ser una de las primeras hechas en México en rebasar el tiempo normal de 3 o 4 minutos impuesto por las disqueras. Y definitivamente esta fue la que alcanzó mayor éxito antes de que fuera algo más común 20 años después.

“Mel Ynda” es otra de las rolas grandes. Aunque habla de amor, es una canción llena de energía, con guitarrazos al inicio ala The Who, un fuzz bastante agradable y una armonía vocal bastante pegajosa y fresca. La voz de Luján no es demasiado destacada, pero suena siempre joven, afinada y llena de vida. La pronunciación no es perfecta como la de Vierling, pero tampoco es mala y se entienden perfectamente las palabras, no sólo en esta canción, sino en general, en todo el disco. La canción, por la estructura, por los tremendos redobles de batería, por los coros, da un aire general a The Who, pero tampoco suena a un plagio, y logran movimientos más armónicos y optimistas que los británicos. I Wanna Know es una balada con una armónica muy rica, pero sin ser relleno no destaca. EL ritmo sube con If You Want It, donde nuevamente entra en juego la magistral guitarra de Martín del Campo balanceando la canción, y los juegos de voces contraponiéndose en el coro. Los solos también son destacados, siempre tendiendo a los sonidos agudos y regresando al riff principal con total naturalidad. A mitad del solo principal el efecto de guitarra cambia a un fuzz más grave donde se nota una cierta experimentación y la banda comienza a jugar con la armonía a partir de ese momento. Me encanta el coro donde una voz dice “I got no Money” y otra contesta “but I got Soul”, un resumen de lo que era la banda en esa época. Shit City fue otro de los sencillos del disco que lograron colocarse en Europa. También inicia con un gran riff y ritmo vertiginoso, básicamente es una canción instrumental donde Martín del Campo demuestra sus habilidades. Cerca del minuto tres Luján comienza a hacer una segunda voz imitando exactamente los sonidos del requinto, haciendo un efecto simplemente delicioso y un tanto alocado. El resto del LP varía entre canciones un tanto tranquilas sin llegar a baladas y otros Hard Rock potentes y rítmicos, que sin llegar al nivel de los tres sencillos, tienen bastantes cosas interesantes y ninguna llega a un nivel de relleno. Por eso podemos decir que este es un disco de banda grande.

 

Por Corvan 

17/Jun/2009

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