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YES (Album, 1969)

Artista: Yes (C) 
Fecha de Grabación: 1969 
Fecha de Lanzamiento: 25 de Julio de 1969 
Discográfica: Atlantic 
Productor: Paul Clay 
Calificación: 
8  

Era: Progresivo (1969-1976+)

Subgénero: Progresivo 

Mejor Canción: Beyond And Before

Canciones: 1) Beyond And Before; 2) I See You; 3) Yesterday And Today; 4) Looking Around; 5) Harold Land; 6) Every Little Thing; 7) Sweetness; 8) Survival.

 

El disco es bueno, sorprendentemente bueno y maduro para un debut. Supongo que es por la experiencia que casi todos traían arrastrando pero no se escucha un grupo recién armado o improvisado, como en el debut de Genesis. Yes suena aquí a una banda madura y segura de sí misma, con bastante energía y melodías bien construidas y memorables, que es acaso lo que más lo diferencia del debut de Genesis. Por supuesto que suena inocente y tímido a comparación del Yes Album o el Fragile, pero esos serían cúspides de la banda. Aquí ya está la marca de Yes, con las armonías vocales de Anderson, Squire y Banks.

Otra cuestión es que en este disco podemos apreciar la bestial sección rítmica de Yes. No es que Banks no sea un buen guitarrista, de pronto suena potentísimo y hardrockero como en el primer track, o le mete buenas influencias jazz como en Harold Land; Tony Kaye tampoco es malo, pero no cambia el tono de su teclado mas que en “Yesterday And Today”, y tampoco tiene una gran creatividad. Quedan bien para una banda postpsicodélica, pero no parecen dar para más. No son virtuosos como lo serán Steve Howe y Rick Wakeman, pues. Por lo mismo es muy interesante seguir a Squire y a Bruford, que en realidad se echan encima el disco haciendo una sección rítmica descomunal. Con el tiempo mejorarán ambos, pero aquí ya muestran que pertenecen a las grandes ligas.

 

El disco abre con “Beyond And Before”, quizá el mejor trabajo de guitarra de Banks con Yes, y uno de los rockers más furiosos de la banda. La intro es poderosísima, con la guitarra reventándose con el wah a todo y el bajo haciendo ese punteo intenso, distorsionado en un solo tono y octavándose, para después dar paso a ese haz de luz conformado por las voces entretejidas de Anderson, Banks y Squire en agridulces armonías. Luego la rola entra en ritmo y Chris inicia una cátedra de bajo con un poco de menos volumen que en la intro, haciendo figuras magistrales a lo largo y ancho de la rola, recorriendo todo el brazo del bajo y haciendo exquisitos juegos de octavas. Banks va haciendo arreglos a lo largo de la rola, entre los versos, en cualquier resquicio, y eventualmente aprovechan para repetir esa intro. Sí, de veras, no es guitarra, es el bajo de Squire! Además de las complejas armonías, la melodía vocal creada por Jon es magnífica, poderos y a la vez pegajosa. La manera en que cambia de ritmo para susurrar el título, es simplemente deliciosa. Al 2:20 comienzan un juego de arrancar y apagar la canción, cantando de manera fluida, pero entrecortando la instrumentación durante un rato, uno de los muchos trucos y ganchos. Mi parte favorita es poco después del minuto 3, cuando el bajo se vuelve a cargar de distorsión y hay una especie de minisolo de Peter, y la parte del segundo puente, que dice “Reaching the snow in the days of the cold, Casting a spell out of Ice”. Al 4 la canción baja de intensidad y comienza un largo fade out con ese arreglo de teclado lúdico, y la guitarra también toma efectos más suaves y con bastante delay. Bruford impresionante de principio a fin, y demuestra porqué está considerado uno de los mejores, marcando los tiempos y los bruscos cambios de ritmo con total maestría. Impresionante la cantidad de recursos, el despliegue técnico de cada músico (sólo Tony Kaye suena un tanto promedio), la excelente voz de Jon Anderson y la infinidad de ganchos que colocan. Lo mejor es que no tienen que hacer multipartes de media hora para demostrar su talento, apenas roza los 5 minutos, pero tiene mucho más que algunas rolas por venir que la cuadruplican en tiempo.

Sigue “I See You” el primero de los covers, original de los Byrds. Yes se las ingenia para mantener el esqueleto original con la pegajosa melodía vocal, pero agregándole una vestidura totalmente distinta, más oscura, y con más influencias de jazz, sobre todo en la guitarra y en el excelente y extenso solo a partir del 2:25, en el que la banda poco a poco va dejando las influencias psicodélicas de la original para convertir la rola en un jam jazzero con la batería haciendo destiempos sutiles con la batería y solos intercalados de teclado y guitarra. Esta sección instrumental se mantiene en un nivel mínimo por demasiado tiempo a mi gusto. Pero aún así salen bien librados. Al 4:50 Bill hace un potentísimo redoble que marca el regreso de toda la banda a través de un diálogo entre remates de guitarra a los que le responde el resto de la banda. La canción explota nuevamente al 5.20 y viene otro buen solo de guitarra, esta vez mucho más rockero e incendiario, más del estilo de Hendrix. Luego regresan al hipnótico mantra de los Byrds “I seeeeeee youuuuuuuuu, I love youuuuuuuuuuu” con los que la canción se va difuminando hasta que que Bruford ataca con violencia su batería para un cierre incendiario. Buen cover, que se alarga con un jam innecesariamente largo, o en el que al menos Banks pudo haber puesto más intensidad. Aún así Jon canta exquisitamente y en esta ocasión no sólo no es molesto, sino que hasta resulta agradable.

Luego está “Yesterday And Today”, una balada que se sale totalmente del esquema de Yes. Una canción minimalista, con guitarra acústica rasgueada gentilmente, un piano dulcísimo y un teclado con efecto acampanado que incluso suena cursi. De hecho, la letra es bastante cursi… Jon Anderson escribiendo baladas de amor??? Bueno, es sacarosa, pero no es horrible. La banda logra una atmósfera tibia, tierna, relajante y muy íntima. La voz de Jon no suena chirriante como de costumbre, sino aterciopelada, con un falsetto agudísimo, casi femenino, pero agradable. Particularmente la melodía de los coros es hermosísima: “I think of you everywayyyyyyyyy, yesterdayyyy and todaaay…” Dicen que suena suena muy McCartney. Yo diría que más bien suena muy Carpenter. Nomás le faltan pajaritos trinando. Jajaja. Pero no es mala, es cute; solo que no es a lo que estamos acostumbrados de Yes.

Con “Looking Around” recuperan el sonido Progresivo y desafiante. En la canción predomina el teclado, que esta vez me suena a Jon Lord en los primeros discos de Deep Purple, más cargado a la psicodelia. Tras la intro juguetona, vienen las espectaculares armonías vocales, que cantan a tres voces el primer verso y Jon Anderson responde solo en los versos pares. Cambios de ritmo, parones de los músicos, el bajo nuevamente magistral y por momentos chisporroteando con el fuzz… El momento más espectacular es en el puente al 1:25 “Just reach out and catch and hold on…”, con tonos descendentes que terminan en un breve solo de guitarra que da pasao a otro de teclado con la batería rugiendo al fondo. El final suena espectacular con las voces cargadas de un eco inusual, como si estuvieran en una iglesia, y cuando estamos esperando que canten un verso más, la rola termina en seco. Gran rola.

Sigue “Harold Land”, que junto con Survival, es de las rolas que tienen un sonido más semejante al que estamos acostumbrados de Yes. Una intro con un bajo crujiendo con algo de fuzz y un teclado nuevamente un tanto infantil y festivo en el sonido (Banks no cambia demasiado ese sonido en todo el álbum). Luego un quiebre vocal y la canción entra de lleno con un riff más agresivo al minuto 1. Luego la canción casi se apaga para que entre Jon con una letra bélica con tintes medievales. No es la mejor del álbum, pero en la parte media resulta impresionante como se entreteje la línea de la voz principal con unos coros espectaculares. Hay constantes cambios de ritmo, y de tiempo. Se agregan solos. Hay una marcha, y ya para el final una coda espectacular y un regreso a la intro, con todo y el bajo crujiente de Squire. No está mal, pero mejorarán este tipo de rolas.

Viene luego el punto polémico. Es el segundo cover del disco, y es ni más ni menos que de “Every Little Thing” de los Beatles. Acaso están tratando de quitarle a Deep Purple el título de los peores seleccionadores de covers de los Beatles de la historia? La verdad no es que haya canciones malas. No soy fan del For Sale, y menos de esta canción. Pero por ejemplo Joe Cocker haría covers impresionantísimos, cambiándoles toda la estructura a rolas como “Let It Be”, “Something” o “She Came In Though The Bathroom Window”, pero lo hizo con éxito. Aquí no. Además de la larga intro, que suena espectacular ene l inicio pero luego pierde fuerza, la rola parece forzadísima para encajar en el estilo rimbómbate de Yes. Luego de un estribillo le encajan unos solos brutales que tampoco van con la rola tras los cuales regresan al riff ya conocido (e incluso Banks le inserta el de Day Tripper. Es un despliegue de técnica durante los solos, particularmente de Bruford, pero pudieron haber tomado cualquier otra canción, tocar los estribillos y luego enjaretarle los solos. Sé que hay gente que no estará de acuerdo, pero en lo particular no me gusta. No me cuadra que traten de progresivizar canciones tan simples y que no dan para más. Pudieron escoger una canción que les sentara mejor al estilo, como lo hicieron con la de los Byrds.

“Sweetness” Es otra balada, afortunadamente mejor que “Yesterday And Today” aunque conserva esa sencillez, y el tono meloso de Jon. Pero las melodías y armonías son mejores. Al menos aquí me recuerdan más al Rod Stewart más meloso y no al os Carpenters, lo cual ya es ganancia. Una guitarra con Wha, el bajo haciendo lo que puede en una melodía tan simple, y los teclados sin destacar mucho. Se nota que Jon andaba enamorado, en los primeros discos le gusta componer baladas de amor, que francamente no le sienta bien al estilo de Yes. Afortunadamente este defecto se le corregirá pronto.

El disco cierra con “Survival”, que es quizá la rola más progresiva del disco. La intro es agresiva, feroz, con la guitarra cargadísima de wah, y luego el bajo distorsionado haciendo una línea memorable, mientras el teclado entra en juego. Luego se las ingenian para armar entre todos un espectacular riff que se va desvaneciendo al 1:20 para dar paso a un rasgueo sutil de guitarra. La canción entra en forma de manera gentil, y van subiendo de intensidad en cada fragmente, volviendo esta especie de multiparte cada vez más compleja. La parte en que repiten todos a coro “Survivaaaaaaaaa, Survivaaaaaaaal!!!” no les requerda a Fifth Dimension? Bueno, se supone que era una banda que los había influenciado, y al menos aquí se nota un poco. Pero la rola está muy bien armada, con buenos ganchos, cambios de ritmo más matizados, una estructura compleja pero trabajada inteligentemente y una atmósfera muy melodramática. Por no decir de las delicadas y exquisitas armonías y melodías vocales. La canción sigue subiendo de intensidad, hasta que ya los últimos segundos se desenfrena, aunque en ningún momento vuelve a sonar tan rockera como en la intro. Excelente cierre, una de las canciones más cercanas al estilo clásico de Yes.

 

Un buen disco para ser debut. Comparado con el Piper At The Gates of Dawn y el From Genesis To Revelation, este es el único que tiene ya matices de lo que será el movimiento Progresivo: Largas y mastodónticas canciones, fusión de rock con influencias clásicas y jazzeras, un despliegue de técnica, y hartas dosis de pretencionismo. Aquí tenemos todo eso a niveles moderados. No es un disco demasiado pesado, ni demasiado complejo. Tampoco es un sonido improvisado. Es Yes buscando su sonido, como el resto de las bandas Progresivas a esas alturas. Y no lo hacen mal. El disco vale la pena no sólo por su valor histórico, sino porque la banda suena absolutamente cool y profesional, porque trae buenas canciones, y están en el punto medio en el que resultan digeribles y pegajosas.

 

 

Por Corvan

08/Abril/2011

 

 

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