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"THE SPAGHETTI INCIDENT?" (Guns N' Roses, 1993)

Artista: Guns N’ Roses (D+)

Fecha de Grabación: ‘92’- 93

Fecha de Lanzamiento: 23 de Noviembre de 1993, USA

Discográfica: Geffen

Productor: Mike Clink, Guns N' Roses, Jim Mitchell

Calificación: 4

Era: Hard Rock (1968-???)

Subgénero: Hard Rock 

Mejor Canción: Ain't It Fun o algo más lejos, Since I Don't Have You

Canciones: 1) Since I Don't Have You; 2) New Rose; 3) Down on the Farm; 4) Human Being; 5) Raw Power; 6) Ain't It Fun; 7) Buick Mackane (Big Dumb Sex); 8) Hair of the Dog; 9) Attitude; 10) Black Leather; 11) You Can't Put Your Arms Around a Memory; 12) I Don't Care About You; 13) Look at Your Game, Girl.

 

Mi teoría es que esa masa asquerosa que se ve en la portada no es spaghetti, como todo mundo sospecha, sino el estado en que quedaron los cerebros de los Guns N’ Roses tras la fama, drogas, pleitos, excesos y la aplastante gira de los Use Your Illusions, que los dejó sin ilusiones y sin ideas. El título sería nomás para despistar. Sólo así me explico que una banda de la calidad de Guns hay alanzado semejante adefesio sonoro después de un par de joyas simultáneas…

Bien visto, no era la primera vez que lo hacían. Ya habían lanzado el decepcionante y chapucero Lies tras el trancazo del Appetite for Destruction. Pero vaya, aunque reciclado, al menos era escuchable y corto. Aquí se volaron la barda con 13 covers con los que básicamente decían “Estamos en la cima del mundo, somos de momento la banda más poderosa del planeta, y podemos darnos el gusto de lanzar la porquería que se nos antoje con tal de sacar dólares. Ya nos esforzamos demasiado y no pensamos gastar la más mínima gota de sudor (vaya, ni componer, siquiera) para este disco. Si ya nos funcionó una vez, volverá a pasar. Fuck you!”

Así pues, se metieron al estudio a fines del ’92. Sobra decir que ya no estaba Izzy Stradin, quien había renunciado a la banda el 7 de Noviembre de 1991, apenas un par de meses después del lanzamiento de los UYI, tras dejar las drogas, lo cual presumiblemente le regresó el sentido común, con lo cual decidió que estaba hasta la coronilla de aguantar los desplantes de Axl, ya convertido en una diva insufrible. Gilby Clarke tomaría su lugar como guitarra rítmica en el tour y al entrar al estudio para este disco, pero lo cierto es que buena parte de la magia de Guns se fue con Stradin. Su marcha sería básicamente el principio del fin.

Se supone que esto iba  a ser un EP con los descartes de los UYI, pero en algún punto a alguien se le ocurrió la brillante idea de que tenían sobras suficientes para un álbum entero, o que el resto lo podían grabar rápido. Recordemos que los UYI estaban contemplados en un inicio como un proyecto de 3 o hasta 4 discos, por lo que tenían material de sobra. Ése es el problema, que esto suena a sobras, viejas además. Ese Spaghetti ya apestaba.

El resultado son 46 minutos intolerables de una gran banda de Rock haciendo versiones apenas dignas de una banda amateur, con una pésima selección de covers, en su mayoría de Punk, que nadie conocía, y que no había manera de comparar. A falta de Izzy, quien tenía buena voz, Duff McKagan canta en 4 temas, pero al parecer algo le pasó de “So Fine” a éste punto, una amigdalitis, quizá. Y Michael Monroe aparece como vocalista invitado en “Ait It Fun”, curiosamente, el tema más decente del álbum.

El resto es, bueno… un montón de ruido sin pies ni cabeza. Entiendo que les guste el Punk, y que parte de sus raíces vengan de ahí, pero… entienden que el simplismo del Punk y el virtuosismo de un guitarro como Slash y una actitud glam de Axl son polos opuestos? Los solos terminan sonando forzados y lejos de la melodicidad, del alma y del virtuosismo que lo caracterizaba. Supongo que no lo podemos culpar, el resultado habría sido más o menos el mismo si ponemos a Gilmour a tocar temas de la Sonora Santanera.

Guns N’ Roses ya se había mostrado como una banda capaz de hacer grandes covers: Nice Boys, Mama Kin, Live and Let Die, Knockin’ on Heaven’s Door… aún colocarían una versión decente de Symphaty for the Devil para el Soundtrack de Entrevista Con El Vampiro. El caso es que la selección de temas fue fatal, porque al ser en su mayoría temas underground icónicos, no dejaban de ser desconocidos para la mayoría, y así es difícil compararlas, y por lo mismo, tener algún interés en ellas como reinterpretaciones. Lo peor es que ni siquiera dan ganas de ver cómo suenan los originales, uno da por sentado que también debe ser basura sónica. Guns no es una banda de Punk, y al querer hacer un sonido simple, el virtuosismo de Slash queda desperdiciado, o apelmazado y totalmente fuera de lugar. Todos se sienten incómodos y forzados.

Lo peor es que el sonido que hizo grande a Gn’R está ausente por completo. Son 13 temas indignas de una banda D+, que había rescatado al Rock del hoyo inmundo en que se encontraba en los 80’s, y que en 1993 estaba en la cima. No se escucha ésa máquina compenetrada que parecía leerse la mente y equilibrarse a la perfección. Este es básicamente un disco sin alma, sin espíritu, con una actitud desafiante más falsa que un Grammy de Coldplay… básicamente es lo que se hubiera esperado de una de esas bandas Glam a las que le patearon el trasero en 1987: ganas de joder y sacar dinero aprovechando la imagen.

El título es una mala broma interna - como el resto del disco -  entrecomillado y con signo de interrogación. Se supone que viene de 1991, cuando Steven Adler demandó a la banda por ganancias perdidas. En el juicio alegó que el resto del grupo siempre abusaba de él, y cuando le pidieron que fuera más detallado, lo único que atinó a responder fue “the spaghetti incident”. Esto se refería a una ocasión en que dejó su spaghetti en el refrigerador y Slash se lo comió. Presuntamente esto desataría una carcajada general en la corte, y el título fue una especie de venganza/broma del grupo por este desatino.

El disco es pues, peyorativo, asquerosamente olvidable. 13 temas de los cuales 2 son más o menos escuchables y sólo uno se coló a las estaciones de radio. Guns N’ Roses estaba en ese momento en una posición privilegiada, en la que podía haber hecho casi cualquier cosa y salir indemne. Este disco es ese “casi”. Tan malo, que sería el principio del fin, ocasionando las discusiones entre Axl y todo mundo que terminarían con la banda en 1996.

El disco arranca con “Since I Don’t Have You”, balada que sería la única radiada. Es original de los Skyliners, de 1958. Es de las pocas en la que se nota a la banda más o menos despabilada y equilibrada, con Slash haciendo un gran riff de inicio, licks y… bueno, no un solo porque es básicamente la intro repetida. Pero suena bien, sin dejar el aire retro gracias al pianito de fondo, pero con la firma de Guns. Axl empieza cantando en un agradable medio tono y en algún punto sube una octava, mostrando un buen despliegue vocal sin sonar excesivo. Para la coda meten más distorsión, Slash le agrega un gran swing con su guitarra, mientras Rose repite “you’s” hasta el último, que extiende por un buen rato y remata con un “yeah” extendido. No es el mejor cover de Gn’R, pero es de los 2 mejores de este disco. Como mención especial, debo decir que mi esposa no tolera nada de Guns, excepto ésta, que es la única que le gusta.

“New Rose”, es la primera de las 4 cantadas por Duff, pero fallan al intentar emular el ímpetu y peligrosidad que The Damned le puso a esta rola en 1977. Al menos los británicos suenan realmente furiosos, con una batería totalmente desbocada, y el sonido es más sucio… y sincero. Aquí suena como si Nirvana la hubiera intentado en el Bleach. Y no es precisamente un halago. Slash se esfuerza por lucir en la guitarra, pero insisto, suena totalmente incómodo y fuera de lugar.

 

“Down on the Farm”, es una rola prácticamente platicada por Axl, en la que el riff principal, consistente en una ascendente de 5 tonos, se repite hasta el cansancio. De inicio suena cool, con un bajeo profundo de Duff, Slash tratando de hacer sonar su guitarra lo más badass posible, y luego entrando con ese riff. Sí; las primeras 200 o 300 repeticiones suena bien, pero luego como que cansa… Nuevamente se quedan lejos de la crudeza e ímpetu que los UK Subs dan al original, que tampoco es que sea la octava maravilla.

Uno creería que no podrían arruinar “Human Being” de los New York Dolls, pero se las ingenian para lograrlo. Ni porque los neoyorquinos eran más glam que punk. Guns grita las letras en un insoportable agudo y arruina por completo la actitud de David Johansen. Si la original ya era algo larga, Guns la extiende otro minuto. Pero no suenan divertidos. El pianito boogie del fondo le da un aire de cantina que no le va. Y Slash tratando de sonar simple como Johnny Thunders es simplemente… ridículo. Al final Rose grita tanto que termina siendo un taladro insoportable, las guitarras se apelmazan, y pareciera que cada uno quiere hacer la mayor cantidad de ruido posible con su instrumento.

“Raw Power”, lanzada por los Stooges en 1973, también queda descompuesta. Ésta vez no le hacen tantos cambios. El problema es la actitud. Duff difícilmente tiene el carisma y actitud de Iggy Pop, quien podría sonar bien recitando el padre nuestro. Guns intenta refinarla un poco, la hace más rápida y trata de hacerla sonar mejor. Las oxidadas guitarras de los Stooges, e incluso el pianito casi cacofónico de la original son refinados y tienen un trato más hardrockero. Mientras que a los Stooges se las compras, a Gn’R no. El cover suena como basura en un empaque bonito y perfumado. Incluso parece más largo, aunque por la excesiva velocidad es casi un minuto más corta.

El único tema en este disco que podría considerar que supera al original es “Ain't It Fun”, y eso quizá se debe a que el vocalista es Michael Monroe. El exvocal de los Hanoi Rocks era viejo amigo de Axl, y ya había contribuido tocando el sax y armónica en “Bad Obsession”. Aquí hay que recalcar un par de cosas. El tema de original es muy simple, pero con un gran arpegio que da para trascender la simpleza con que los Dead Boys la ejecutan. El tema parecía pedir a gritos una guitarra maestra que supiera sacarle todo su potencial y Slash no desaprovecha la oportunidad, creando lacerantes latigazos entre los oscuros arpegios de Gilby, y no escatimando en las poderosísimas explosiones de los estribillos. La banda recupera instrumentalmente el nivel y la compenetración de los UYI, y esto es porque el tema está muy bien seleccionado, no es esa cosa simple de 3 tonos machacones. ÉSTE es el territorio en el que se sienten cómodos, que da pie a que usen todo su potencial, a jugar con la tensión, a insertar requintos con alma. Y segundo, Monroe canta con una actitud que Axl y Duff no logran en todo el resto del disco. Por primera vez tenemos una interpretación sólida, sincera, en la que parece que está a punto de quebrarse, y que pasa al rugido de los estribillos en un instante. Los más de 5 minutos se van en un instante. El tema pues, funciona en su totalidad, y es a mi gusto el mejor del álbum, aunque igual pasó casi desapercibido.

Con “Buick Mackane (Big Dumb Sex)”, básicamente combinan el poderoso riff de “Buick McKane” de T.Rex en 1973 y Big Dumb Sex, lanzada por Soundgarden en 1989. La idea de hecho no es mala, ya que el maravilloso riff de T.Rex se complementa con el tema de Soundgarden. El problema es la ejecución, ya que Axl no se decide a cantar como Marc Bolan, ni como Chris Cornell, ni como Axl Rose, y se pierde por completo. En la parte en que cambian a esa parte emblemática de “Big Dumb Sex” en que Cornell canta” Hey I know what to do, I'm gonna fuck fuck fuck fuck you, FUCK YOU!” con una actitud que te tumba de la silla, Axl pareciera estar leyendo el pronóstico del tiempo. Por su parte, Slash también deambula entre la guitarra de Bolan y la de Thayil, con toneladas de wah y notas sostenidas. Una idea que tenía más potencial, pero que no es tan mala como el promedio del disco.

“Hair of the Dog”, original de Nazareth, también queda en el intento. De todos los buenos temas que tienen los escoceses, tenían que escoger el que menos le quedaba, pero supongo que Axl no podía aguantar gritar ese “Now you're messin' with a son of a bitch”. Mientras que la original tiene un gran Groove que hace que el riff funcione a pesar de las repeticiones, Guns se las ingenia para hacerla sonar demasiado cargada, y con ellos si se vuelve cansona después de un rato. Slash intenta repetir el extraño solo con talk vox de Dan MCaferty, y creo que es el único mérito de la versión, no haber arruinado ese gran momento, aunque después Axl lo hace acelerando la rola sin necesidad para un cierre caótico.

Luego tenemos “Attitude” de los Misfits, a la que le falta precisamente eso. Tampoco es que Guns fuera el mayor dechado de virtuosos de la historia, pero desperdiciar su talento en una rola de 2 tonos? La voz nole queda a Duff (aunque sospecho que hubiera sido peor con Ax.) y lo único bueno que puedo decir es que dura apenas 1:27, igual que la original.

Enseguida llega “Black Leather” de The Professionals, que son los Sex Pistols sin Johnny Rotten, ni evidentemente, Syd Vicious. Guns hace una versión más hardrockera, usando ese gran riff y con Slash haciendo malabares para incrustar licks forzadísimos. No suena tan mal, pero si tomamos en cuenta la gran versión de las Runaways, Guns queda totalmente eclipsado, y en particular, los arreglos de Lita Ford quedan mucho más naturales que los de Slash.

“You Can't Put Your Arms Around a Memory”  de 1978, es la última que canta Duff, A manera de tributo a Johnny Thunders, guitarrista de los New York Dolls. Creo que es la mejor de las que canta McKagan en este disco, acercándose al nivel emocional de “So Fine”, y siendo un tema acústico, guarda ciertas similitudes, aunque al final se arruina un poco el mood con la coda platicada.

“I Don't Care About You” pareciera ser la declaración de principios del álbum entero. Axl vomita la letra, las guitarras son una plasta informe, la melodía prácticamente no existe, y básicamente me queda claro que la escogieron para gritar esos “Fuck You!”. Realmente no tenían mucho qué hacer respecto a la original. El problema fue haberla seleccionado.

El disco cierra con “Look at Your Game, Girl”, que es más bien un track oculto que inicia al 2:30 de “Fuck You” “I Don't Care About You”. Y bueno, si querían hacer un cambio radical, dan un giro de un tema horrible a uno acústico, muy sereno y hermoso. Qué estaría pensando Charles Manson cuando la escribió en 1967? Es un cierre un tanto escabroso, si se mira bien. El tema es lindo, pero lejos de las grandes baladas y covers de Guns.

 

Y pues eso. Todas las bandas inician haciendo covers. De ahí toman sus influencias para lograr su propio sonido y crear su propio material. Sobre todo con las bandas ya consolidadas, como es el caso, un cover debe proponer, respetar la esencia del original, pero a la vez mostrar el carácter de la banda que la está versionando. Intentar hacerlo mejor con tu propio estilo, vaya! No tiene sentido hacer un cover si lo vas a hacer igual al original… Supongo que Gn’R estaban seguros que le estaban haciendo el favor a las 13 canciones, pero la verdad es que sólo logran mejorar un original, tienen 4 o 5 sin pena ni gloria, y el resto las destrozan. Un crítico del Allmusic no lo pudo decir mejor: “Carece de coraje y fuerza”. El disco empezó vendiendo bien por las expectativas de los UYI, pero en cuanto la gente se dio cuenta de la basura que era, las ventas se desplomaron. Al seno del grupo empezarían a culparse unos a otros del fracaso, mientras que cedían la estafeta a Nirvana y Pearl Jam como nuevos monarcas mundiales. Lo que pasó después nadie lo sabe de cierto salvo ellos. Pasaron un par de años con los rumores de un nuevo álbum. Luego lo negaban. Slash diría que Axl quería baladas rimbombantes tipo “November Rain”, Rose diría que Slash quería regresar al Hard Rock del Appetite. Gilby Clarke sería el primero en irse. Slash haría pública su salida a finales de 1996, convirtiendo a Guns N’ Roses en un mito. Luego Matt Sorum. fue despedido por Axl en 1997. Duff renunció poco después tras convertirse en padre y darse cuenta que no valía la pena seguir con la farsa. Nunca hubo una fecha real de ruptura, pero de alguna forma sabíamos que Gn’R ya no existía. Axl pasaría años engordando y aferrándose al nombre de la banda, aunque era realmente su carrera solista con una banda de soporte muy ruidosa. Años también aferrándose al siguiente disco bajo el nombre de Guns N’ Roses, el Chinese Democracy. Eso es lo más desolador del “Spaghetti Incident?”: que creímos que ya no podía ir peor...

Por Corvan 

6/May/2016

Letras de El Traductor De Rock

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