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I GOT DEM ‘OL KOZMIC BLUES AGAIN MAMA! (Janis Joplin, 1969)

Artista: Janis Joplin (C)
Fecha de Grabación: Jun – Ago 1969
Fecha de Lanzamiento: 13 de Septiembre de 1969, USA
Discográfica: Columbia
Productor: Gabriel Meckler
Calificación: 
7.5

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: La Psicodelia (1966-1969)

Subgénero: La Psicodelia  

Mejor Canción: Try o Maybe

Canciones: 1) Try (Just A Little Bit Harder); 2) Maybe; 3) One Good Man; 4) As Good As You've Been To This World; 5) To Love Somebody; 6) Kozmic Blues; 7) Little Girl Blue; 8) Work Me Lord.

Bonus Tracks: 9) Dear Landlord (Outtake); 10) Summertime (Live in Woodstock); 11) Piece of my Heart (Live In Woodstock).

 

Ahhh! Me urgía hacer una reseña!! Y qué mejor que este disco, que es bastante disfrutable, pero sin demasiados compromisos, ya que no es de lo mejor de La Perla.

 

Es una lástima que Janis haya mandado a volar a la Big Brother & The Holding Company. Su último concierto como grupo fue en Diciembre del ’68 y fue entonces que Joplin hizo caso de los pésimo$$$ consejo$$$ que le pedían largar a esa banda medio alborotada, semi-amateur, desorganizada, ruidosa y “sin talento” que la catapultó al estrellato para iniciar una carrera en solitario.

El problema quizá es que el disco debut de Janis como solista creó enormes expectativas. La Perla había contratado a un grupo de músicos superprofesionales a la que llamó Kozmic Blues Band (sólo mantuvo a Sam Andrew de su banda original) la cual supuestamente le daría todo el soporte para explotar sus cualidades vocales que los Big Brothers no habían podido darle. De manera que se entiende que este sea un disco decente, pero se esperaba muchísimo más del mismo, y a fin de cuentas, quizá sea el más flojo de la breve discografía oficial en estudio de La Perla. Dave Marsh y Kevin Stein, en su libro “Book Of Rock Lists” en el apartado de Los más Decepcionantes Discos Debut, comentan: “Joplin se separó de Big Brother y se hizo de una banda de profesionales consolidados. Y entonces las limitaciones técnicas de la cantante se mostraron. Ella era mejor con ese gran espíritu incompetente de Big Brother que con este babeo estéril”.

Palabras muy fuertes, pero bien visto, tienen algo de razón. Janis mantiene su tremenda voz, pero jamás alcanzaría el nivel de energía que le permitía el caos de los Big Brothers. Además de la presión de la disquera y de las críticas que destrozaban a los BB, Janis quería un cambio de sonido. Y por cambio de sonido quizá debamos entender algo más comercial y accesible, algo más cómodo que le permitiera llegar a más gente, algo más a la Aretha... Supongo que nunca pasó por su mente que ella había nacido para el Blues, para el BLUES y no para el Soul. Las canciones de este disco están bien, pero salvo las primeras dos, ninguna tiene esa chispa evidente de los primeros discos, ese “algo” que nos hacía escuchar boquiabiertos y reconocer que ésa voz era algo fuera de este mundo, algo que se iba a dar sólo una vez en la historia. Aquí Janis parece conservar la garganta y los pulmones, pero no el espíritu. Es decir, nadie, absolutamente ninguna mujer puede igualar la intensidad de “Summertime” o “Piece of my Heart” al grado de conmover hasta las lágrimas, pero cualquier idiota de American Idol puede cantar “As Good As You've Been To This World” o “Little Girl Blue”.

Así que Sam Andrew, James Gurley, Pete Albin y Dave Getz no eran músicos tan estúpidos e incompetentes como todo mundo decía. El Kozmic Blues suena muy profesional, como si lo hubiera producido el mismísimo Sinatra: Grandes orquestaciones, secciones de metales, pianos, cuerdas y una enorme pared de sonido en la que la voz de Janis se pierde por momentos en distintas canciones. Janis busca además distanciarse demasiado de los Big Borthers y ése es quizá su mayor error. En el Kozmic Blues hay Soul, Jazz, Funk, Pop, de todo menos rock, y las guitarras están apenas presentes. Hay un Blues: “One Good Man” pero es un blues tímido en el que Sam Andrews queda aislado y no luce demasiado con el slide, y la secuencia de tonos es muy poco imaginativa, muy genérica, por lo que no tiene la magia de los Blues sangrantes a doble guitarra de antes.

Además, a inicios del ‘69, cuando apenas se estaba armando la neuva banda, Janis se hizo adicta a la heroína, y lo hizo a tal grado que llegaba a gastar 200 dólares diarios en su adicción. Cuando iniciaron el proceso de grabación, el productor Gabriel Meckler tuvo que llevársela a su casa durante todo Junio para que él y su esposa pudieran supervisar que se mantuviera alejada de la droga y de los amigos que la influenciaban en su uso. Por lo que además, debemos entender que Janis no estaba en un buen momento personal y anímico. Y quizá antes no radiara felicidad, pero al menos era capaz de radiar su tristeza a través de su voz, y aquí parece haber encontrado en las drogas un chivo expiatorio más destructivo y que la mantenían lejos de su mejor nivel.

Pero a pesar de todo lo malo de este disco, tiene un enorme pro: Janis Joplin. Aún en su peor momento, cuando estaba hundida por el uso de la heroína, y sonando un tanto cansada, desangelada y comercial, sigue siendo Janis; y Janis, en su estado más lamentable, aún es capaz de patearle el trasero a cualquier otra vocalista.

 

El disco abre con dos canciones gigantescas. La primera es “Try (Just A Little Bit Harder)”, quizá la única canción que mantiene la fuerza caótica de Los Big B. La sección rítmica y los metales hacen tremendos arreglos que permiten las subidas y bajones de intensidad de la voz, explotando en el momento menos esperado, algo en lo que Janis es experta como nadie. Además hace unas entonaciones magistrales en esos “TryyYYyyyy” al alargarlos deliciosamente. Los coros también funcionan a la perfección, dándole un buen soporte vocal y adornando la rola. El ritmo es entre funky y soul, y se mantiene en un beat medio prácticamente toda la rola, aunque con algunos buenos redobles. Lo que hace que suba la intensidad por momentos son los metales, que guiados por Janis, de repente se vuelven locos junto con ella para dar una sensación de explosión orgásmica, como al :35, donde Joplin por si sola hace una nota mágica. En el puente del :50 comienza un pequeño crescendo que no alcanza a explotar, pero La Perla se va atreviendo cada vez a notas más altas y se nota una buena construcción de tensión como sólo ella sabe crearla. El puente instrumental de metales casi al minuto 2 logra este mismo efecto y prepara todo para que la segunda mitad sea un deleite con una Janis al mejor nivel. Después de un rato en que Janis se arranca el corazón, vuelven casi al silencio sin previo aviso al 2:50, quedando sólo ella con los coros octavados y un tecladito muy mono para hacer erupción de nuevo en la coda, a partir del 3:15. Impresionante. Un clásico eterno. Y una canción que nadie puede alcanzar en cuanto a la intensidad que le imprime Janis.

Sigue “Maybe”, que es una balada mucho más lenta y ya alejada a lo que hacían los BB, pero que funciona muy bien con los preciosos arreglos de metales y órgano, que acompañan a Janis en ese dolor con que canta. Nuevamente la entonación con que La Perla enfrenta ese primer “MayyyYYYyyybeee” es soberbia y perfecta. A lo largo de la canción va acentuando ciertas notas y al llegar al coro ya nos tiene atrapados y conmovidos con el fraseo rabioso y la enorme carga de dolor con que canta. La canción tiene arreglos muy rimbombantes y pretenciosos, pero afortunadamente Janis logra hacerlos funcionar y los va guiando con su propia voz: órgano más bien discreto en los fragmentos más íntimos y los metales en las partes más álgidas, dejándote con la sensación general de haber oído la canción más triste y devastadora del universo. El disco arranca de manera increíble y promete mucho, pero desgraciadamente ya sólo Kozmic Blues se acercará al nivel de estas dos rolas, y a partir de aquí comienza a caerse el disco. De hecho, mucho de la fama del álbum (y del puntaje que le doy), viene directamente de estos dos desgarradores monstruos.

Después está “One Good Man”, que como ya dijimos, es un blues genérico. Y una de las dos composiciones de Janis en el disco, lo cual explica lo primero. Sam Andrews hace lo que puede, pero tampoco es un mago de la guitarra, y sus slides, aunque se aprecian, no alcanzan a rescatar la canción. Quizá los más destacado sea el solo un tanto desordenado del minuto 2, pero se extraña al resto de la banda, que le pudo sacar más jugo. Janis simplemente es Janis, pero no logra alcanzar grandes momentos en la canción, ni crear verdadera tensión. Los metales lucen fuera de lugar y la eclipsan un poco. No es mala canción, pero queda muy por debajo de los estándares de Joplin.

Enseguida está “As Good As You’ve Been To This World”, con unos arreglos muy soul de sax que abarcan una intro de casi dos minutos y medio. Un total desperdicio si tomamos en cuenta que no es un arreglo bombástico, sino muy promedio y más bien repetitivo, y me atrevo a decir que fue hecho para sonar Arethiano, pero no me hagan mucho caso. Janis, más que cantar, rapea la canción a una velocidad vertiginosa durante la primera mitad, con apenas melodía y alargando los versos hasta la última partícula de oxígeno de sus pulmones. Y ese estilo no la hace lucir mucho. Al final ya le mete un poco más de feeling, pero los metales a esas alturas distraen muchísimo y la opacan por completo. Nada memorable.

Luego viene un verdadero bodrio. No soy precisamente un fan de los Bee Gees, pero "To Love Somebody" es quizá la canción que más me gusta de los hermanitos Gibb. Al parecer a Janis también le gustó y se tomó la libertad de destrozarla, cambiándola por un Soul pomposo, gelatinoso, que iba dirigido a todos los soulsters. Entiendo que quisiera hacer su reinterpretación, y de hecho canta bien, con feeling… pero la mezcla de intensidad y fraseo de montaña rusa de “Ball & Chain” con los arreglos de metales de “As Good As You’ve Been…” con una canción como “To Love Somebody” que ya era buena como estaba, no logran cuajar y termina siendo un mazacote horripilante, apestoso y que es preferible olvidar.

Sigue “Kozmic Blues”, que retoma un nivel más que decente, y al menos aquí se oye fresca y de nuevo tristísima, sin sonar forzada. El arpegio de piano con que abre es muy bueno, y la ausencia de metales, al menos al principio favorecen esa aura cósmica. Me encanta la guitarra de Andrews haciendo un slide recorriendo todas las cuerdas. El inicio suena más minimalista sin los metales, y le sienta muy bien a la cantante, que puede lucirse y hacer un manejo de tensión e intensidad por sí misma. Es otra composición de Janis, y esta vez con bastante más éxito. La letra es desgarradora, y sería una canción perfecta si no le hubieran ensartado con calzador esos metales innecesarios en los coros. De verdad, tanto les costaron los músicos que a fuerzas debían retacarle metales a todas las canciones? Bueno, aún así Janis luce espectacular y es una buena canción que se ha colado entre sus clásicos, aunque no al nivel de las que abren el álbum.

Después tenemos “Little Girl Blue”, que es lo más cursi, soso y aguado que le escucharemos en su breve carrera. Parece canción de comercial, la instrumentación parece de las Vegas, y en algún momento esta canción me obliga a preguntarme si, de haber seguido algunos años, no habría tenido el mismo destino cabaretero de Elvis.

El disco original cierra con “Work Me Lord”, sin pena ni gloria, siendo un cierre más bien flojo. Janis canta decentemente, e incluso la guitarra le agrega unos matices blueseros. El pero es ese riff cansino de metales que se repite una y otra vez. Si fuera corta, pero dura más de 6 minutos! Y es la muestra de que no importa que te hagas rodear de los mejores músicos, si no están en el mismo canal, en el mismo mood, el resultado rara vez tiene éxito.

Pero se pone peor.

En las ediciones recientes se agregaron tres bonus tracks:

“Dear Landlord” aparece en los créditos en coautoría de Janis con Bob Dylan, pero no encontré mucha información al respecto. La idea de Joplin cantando una canción con el fraseo endemoniado de Dylan podría horrorizar a cualquiera, pero para sorpresa, logra funcionar!!! La canción es divertida, lleva cierto sello de Bob, el teclado del fondo es muy groovy, un buen solo muy boogie de teclado y guitarra al 1:15, y los metales no suenan TAN sofocantes. Me parece bastante mejor que varias que sí entraron al LP.

Desgraciadamente también incluyeron las versiones de Woodstock de “Summertime” y “Piece of my Heart”. Pero si éstos son rolonones!! Claro, pero en su versión original... La Kozmic Blues (o quien sea que haya acompañado a Janis ése día) se encargó de destazarlas cruelmente con esa banda de vientos de pueblo que nada tienen que ver con el espíritu de ambas rolas. Las intros son nefastas. Andrews por sí solo no logra recrear los excelsos duelos de guitarras, le enjaretan solos de trompetas desafinadas en las partes rescatables, se extrañan los coros, y Janis se escucha sola y perdida. No sólo eso, sino que la presentación de Janis en Woodstock fue lamentable, tanto que su participación se eliminó del documental original. Esa noche su presentación se retrasó más de 10 horas, y en la frustración, se inyectó heroína y continuó bebiendo alcohol, por lo que, cuando digo que suena “perdida”, lo digo en forma literal. Mucha gente después diría que se sorprendió de que haya podido siquiera pararse en el escenario.

Lamentable lo que hicieron que estas dos joyas, que en versión original logran conmover hasta las lágrimas por su belleza, delicadeza e intensidad, y en estas versiones también sacan lágrimas, pero de horror.

 

Y ahí tenemos un disco con tres canciones de tremenda manufactura (a pesar de la Kosmic Blues Band), dos canciones muy promedio, una con una intro que desperdicia la mitad de la canción y dos realmente horripilantes para los estándares de Janis. Mas un bonus interesante y dos bonus que son mejor no escuchar jamás.

Así comienza Janis su testamento musical que culminaría con el Pearl y su muerte. Pero a pesar de todas las fallas posibles de éste álbum, Janis es Janis. No encontrarán la magia del Cheap Thrills o del Live In Winterland, pero esta mujer es maravillosa incluso en sus peores momentos, y si bien tiene muchas rolas que no aportan nada a su sonido, el Kozmic Blues contiene al menos tres canciones gigantescas que valen por el resto.

 

Por Corvan 

9/Abr/2010

 

Letras de El Traductor de Rock

 

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