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THE WHO SELL OUT (The Who, 1967)

Artista: The Who (B+)
Fecha de Grabación: May - Nov de 1967.
Fecha de Lanzamiento: 15 de Diciembre de 1967, UK.
Discográfica: Track / Decca
Productor: Kit Lambert
Calificación: 
9

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: Rock & Roll II, Early Sixties (1960-1966)

Subgénero: La Psicodelia

 Mejor Canción: I Can See For Miles

Canciones: 1) Armenia City In The Sky; 2) Heinz Baked Beans; 3) Mary Anne With The Shaky Hand; 4) Odorono; 5) Tattoo; 6) Our Love Was; 7) I Can See For Miles; 8) Can't Reach You; 9) Medac; 10) Relax; 11) Silas Stingy; 12) Sunrise; 13) Rael;

(BONUS TRACKS:) 14) Mary Anne With The Shaky Hand (Electric Version); 15) Someone's Coming; 16) Relax (Early Rehearsal); 17) Jaguar (Original Mono Mix); 18) Glittering Girl (Original Mono Version); 19) Tatoo (Early Mono Version); 20) Our Love Was (Take 12); 21) Rotosound Strings With Final Note; 22) I Can See For Miles (Early Mono Version); 23) Rael (Early Mono Version); 24) In The Hall Of The Mountain King.

Cuando escuché este disco por primera vez no me impresionó demasiado. Actualmente me encanta, y sin duda lo coloco entre los mejores discos del ’67, aunque se queda un poco abajo respecto a la maravillosa trilogía de The Who: Tommy, Next y Quadrophenia. Otra curiosidad es que los quienes no son fans de The Who generalmente lo desprecian bastante, y sus fans en cambio lo sobreestiman, colocándolo en muchas ocasiones por encima de los mencionados.

La cuestión es que no deja de ser un disco impresionante por donde se le vea. Para empezar es un disco conceptual. Es cierto que los Beatles se habían adelantado a mitad de año con el Sgt. Peppers, y de que la idea de un álbum conceptual no vino del grupo, sino de los managers, Kit Lambert y Chris Stamp. Sin embargo la idea en la que gira el disco tiene mucha más forma que el Peppers, ya que los chicos se dieron a la tarea de imitar una estación pirata de radio (Radio London, que de hecho si existió), que transmitía rock desde barcos fuera de los límites marítimos de Inglaterra. Y lo logran con total éxito!!! Nunca llegué a escuchar Radio London, por supuesto, pero al escuchar el LP realmente te transporta a los 60’s y al espíritu radial durante 45 minutos. Mientras Pete componía la música, John y Keith arreglaron todos los divertidos “comerciales”, algunos de ellos ficticios y otros reales, como Rotosound, Cocacola, los carros de John Manson y Premier. De hecho, realizando estos promos, los chicos esperaban ganar algún dinero, ya que si bien habían tenido un rotundo éxito con los sencillos, los dos discos anteriores no habían tenido grandes ventas, y romper instrumentos tras cada concierto no era precisamente barato. Funcionó con las cuerdas de guitarra Rotosound. y con Premier, que hizo baterías especialmente para Keith, y en menor grado con Coca Cola, pero no consiguieron que John Manson les diera un carro… Jajaja!

Y esa es otra de las virtudes del álbum, que tiene un sentido del humor tremendo, aunque Pete se tomó muy en serio su trabajo y se puso como meta hacer el disco más redondo de The Who hasta el momento. Lo logra sin dudas, ya que el álbum está a años luz en cuanto a madurez del Quick One, aunque para su frustración, tampoco fue un hit en ventas, lo cual lo llevaría a idear el Tommy. A pesar de la seriedad de la intención, el disco es de los más divertidos de los 60’s, notándose que la banda se entretenía a raudales y disfrutaba la grabación, con hartas dosis de ironía, sarcasmo y parodias del consumismo, marcas de otras bandas y de la sociedad de los 60’s, además del tributo a las radios piratas que les permitieron escuchar a sus ídolos en la adolescencia. Desde el título del disco se nota una tremenda ironía, ya que estaban conscientes de que sus discos no vendían bien, por el juego de palabras “The Who - Agotado”, era en sí mismo una broma a ellos mismos.

Ya con el material listo, lo ordenaron de forma que fuera un pequeño extracto de Radio London, con falsos anuncios y pequeños comerciales esparcidos, creando pequeños nexos entre las canciones verdaderas del álbum. De alguna manera, el material tiene tanta unidad, que ya me resulta extraño escuchar por ejemplo “Our Love Was” sin el preliminar jingle “Radio London reminds you, go to the church of your Choice!!!”

Sin embargo la grandeza del disco no radica exclusivamente en su idea conceptual. Las canciones son grandiosas, incluso muchos de los jingles y comerciales. Hay una gran diversidad, desde rockers explosivos, baladas, canciones con influencia psicodélica (Pete estaba impresionado por un grupo del UFO llamado Pink Floyd y él mismo reconoció cierta influencia de Barret en el disco). Cada canción tiene ambientes distintos y transportan a diversos estados de ánimo, y eso es algo que pocas bandas de la época lograban, además de los Beatles. Todas son auténticas gemas, desde el aura psicodélica y majestuosa de “Armenia City In The Sky”, la calidez acústica de “Mary Anne With The Shaky Hand”, el irónico rock de “Odorono”, el encantador arpegio de “Tattoo”, el extasis casi religioso de “Our Love Was” y el magistral manejo de tensión y explosividad de “I Can See For Miles” (y ya mencioné todo el lado A sin querer). Pete demuestra una madurez impresionante como autor de joyitas pop, con una maestría a la guitarra que lo colocó entre los Guitar Heros, mientras que Keith está en uno de sus mejores momentos, con una inventiva estratosférica y prácticamente sin dar un respiro a su batería en todo el disco. John al bajo se muestra por encima del promedio de bajistas del ’67, salvo tal vez de Jack Bruce, pero aún está en transición hacia el nivel bestial que presentará en los siguientes discos. Roger por su parte suena cool y preciso como siempre, con esos aportes vocales en 4 tracks, y ya también cercano a su mejor nivel.

En el aspecto vocal también hay algo a considerar: En el Quick One, Pete está en el rol de líder vocal en un cuarto del disco, mientras que aquí aparece presente en casi todas las rolas, ya siendo vocalista principal en “Odorono”, “Our Love Was”, “I Can’t Reach You” y “Sunrise” o en fragmentos (Armenia City…”, “Mary Anne…” y “Relax” que comparte con Roger), o haciendo coros. De hecho, es el disco de The Who en el que Roger tiene menos participación, ya que apenas es líder vocal en “Tatoo”, “I Can See For Miles” y “Rael”, mientras John canta “Heinz Baked Beans”, “Medac” y “Silas Stingy”.

La portada, por otro lado, es de las más graciosas, originales y memorables del Rock. Siguiendo el concepto del disco, la portada está dividida en 4 paneles, dos al frente y dos en la contraportada. Al frente Townshend se está aplicando desodorante Odorono de una barra gigante y Daltrey está sentado en una tina llena de frijoles Heinz. Parece que agarró una pulmonía después de esta foto ya que los frijoles estaban congelados. Atrás Moon se está aplicando Medac de un tubo gigante en una superespinilla mientras Entwistle está en calzones de leopardo con una rubia en bikini también de leopardo de un brazo y un osito de peluche en otro, haciendo comercial de Charles Atlas, por los comentarios del pie de foto. La idea general es tan divertida que haré una excepción y agregaré la contraportada a la reseña.

El disco inicia con un jingle de Radio London de los días de la semana con una voz con efectos electrónicos y una estridente sección de metales entre cada día, para dar pie al magistral fade in con que abre “Armenia City In The Sky”. La canción fue escrita por John Keen, amigo de Pete, que la hizo específicamente para el grupo. No sólo eso es factor para que suene tan distinta del resto del material, sino que es de las canciones que más influencia tienen del movimiento psicodélico. La canción tiene una rarísima sección de metales que en algunas pistas está grabada hacia adelante y en otros en reversa. Así, las trompetas, trombones y cornos hacen efectos delirantes, creando esa sensación rarísima y alucinante en toda la rola. La guitarra de Pete también está al revés, mientras que Entwistle se contenta con marcar simplemente los tonos. Moon es quien hace un papel bestial, con redobles y despedazando sus platillos. Al 2:40 hay una mezcla entre los metales y un solo rarísimo grabado completamente al revés. La melodía vocal es simple y pegajosa, muy pop, sobre todo en los coros, y con Pete y Roger compartiendo el liderazgo en el mismo tono. La rola cierra con otro jingle: “Wonderful Radio London… Wooopy” con la misma distorsión de voz del principio.

Sigue el promo de “Heinz Baked Beans” con un ambiente muy festivo e hilarante, y con ese “What’sssssss for tea, Darling?” gracioso sobre todo la última vez en que John pregunta en un tono de voz muy gutural bizarro. El jingle es de apenas un minuto, pegajoso e inofensivo, con Keith haciendo un gran trabajo de tarola y mostrándonos el tenor de lo que serán los comerciales en el disco, ligeros, pero bien construidos.

Sigue “Mary Ann With The Shaky Hand”, con un aire acústico, folky y juguetón. La canción es muy ligera e inofensiva, con muy buenas armonías vocales. Las letras son además divertidísimas, una burla en doble sentido a la sociedad británica y a la manera de escoger esposa. El ritmo es muy guapachoso y campirano, se siente quizá demasiado ligera y la versión eléctrica de los bonus track es a mi gusto superior, pero ésta tampoco es ofensiva. Al final las voces se cargan de un efecto de tremo vibrante para hacerle honor al nombre de la rola. Un pop ligero, pero muy divertido, que genera un ambiente muy cálido, y de paso demuestra que Pete también sabe usar la guitarra acústica.

El cuarto track es “Odorono”, que se supone que es un comercial, pero se vuelve una canción completa, contando la historia de una chica a la que un pretendiente deja porque no soporta su olor. El comercial consiste en que su desodorante le falló y debió haber usado Odorono. No es genial y divertido? Bueno, la historia es patética, pero no deja de ser divertida. Además la melodía es extraordinaria, otra gema de pop con una magnífica guitarra chillando mientras marca los acordes y John hace un eficaz bajeo. Con otro tipo de letras, pudo haber sido tomada más en serio, pero da la impresión de que ni la misma banda lo hizo. Al final, una voz femenina anuncia: “It's smooth sailing with the highly successful sound of wonderful Radio London”

Enseguida empieza “Tattoo” otra de las grandes piezas del disco. La letra es también una broma, sobre dos hermanos que creen que hacerse un tatuaje es lo que hace hombre a un hombre. A pesar de que no se toman en serio en cuanto a letras, el resto de la canción te puede tirar del asiento. El arpegio-riff es precioso, delicado, íntimo, y las armonías vocales son magistrales y cargadas de ganchos. En serio, estas armonías no le piden nada a las complejidades logradas por los Beach Boys o los Beatles. Al final, la broma es rematada por el sarcástico jingle: “Radio London reminds you, go to the church of your Choice…” que siempre me hace lanzar una carcajada.

Sigue “Our Love Was”, con un riff descendente que recuerda vagamente “Dear Prudence” de los Beatles, con el detalle de que dicha canción saldría hasta un año después. La balada tiene una atmósfera muy dulce y delicada, y hasta Keith parece restringirse un poco con los tambores al principio. Después comienza a meterle más energía con platillazos. Las melodías y armonías vocales también son deliciosas, confirmando a Pete como un genio del pop. Al 1:35, cuando parece más empalagosa con el puente de love love love love love, los instrumentos estallan tras un brevísimo pero intensísimo solo de batería y una pasaje donde los instrumentos suben la intensidad. Pocas veces la guitarra de Pete suena tan dulce como en esta canción y pocas veces una balada explota de esta manera sin que suene forzado. Al 2:10 hay un vibrante solo a dos dedos, que resulta un tanto básico para los estándares de Townshend, pero encaja bien en la canción.

Tras algunos jingles a los que difícilmente se les entiende, viene el plato fuerte del álbum. “I Can See For Miles” es una rolota, de las de mejor nivel del grupo y que muestran la potencia a la que nos tienen familiarizados. Desde los power chords de la intro, junto al impresionante trabajo de batería de Keith, creando una tensión que parece que va a explotar en cualquier momento, sobre todo cuando las excelentes armonías vocales comienzan a subir de intensidad en esa escala ascendente del coro y con la guitarra vibrando de manera estratosférica al fondo. Ufff! La rola es perfecta, desde el modo en que Roger enfrenta la canción, con cierta oscuridad, la batería explosiva de Keith que no deja un solo espacio (NI UNO SOLO!!!), el bajo puntenado para crear tensión, y la guitarra potente y exacta, vibrando como motosierra. Además las armonías vocales nuevamente rayan la perfección, con un trabajo de Pete más discreto, pero enlazándose perfecto en los coros (tremendamente complejos, traten de cantarlos para que vean) y algunos versos. Una rola de antología, deveras. Además, cuando se dice que el disco tiene algunas influencias del “Piper At The Gates of Dawn”, no se puede negar en absoluto al escuchar esta canción. Tiene ese aire de psicodelia cósmica de Syd Barret, y es innegable la influencia de Atronomy Domine en el punteo, los tiempos y los guitarrazos, y en general en la estructura de la canción, sin que necesariamente se le pueda llamar un plagio.

Tras este enormísimo Lado A en el acetato, sigue un lado B ligeramente más flojo, pero se entiende que no se pueda mantener un nivel tan alto en todo el disco. Abre con un breve jingle cantado por John y esa voz gutural. La música seria empieza con “I Can’t Reach You”, una balada inofensiva, con cantidad de ganchos y un ambiente muy pop. Una hermosa interpretación vocal de Pete, que calma un poco las aguas después de la tormenta eléctrica de la rola anterior. La canción es linda y tiene un pianito muy mono, aunque no sobresale demasiado.

Sige “Medac” que es un promo largo. Como promo está bien trabajado, aunque es ligeramente largo. Y como canción queda corta y le falta más estructura. Pero en fin, es otra de las bromas de la banda, así que no la tomemos demasiado en serio.

“Relax” es una canción ácida con teclados dominando al fondo, llevando un medio tiempo que nunca logra explotar. Parece muy promedio, no mala realmente, pero no hay nada que llame la atención en ella, salvo algunos efectos de John recorriendo rápidamente el brazo del bajo para dar un efecto como de turbo.

“Silas Stingy” tampoco es muy sobresaliente. La canta el mismo Entwistle, quien es compositor de ella. No es mala, pero parece una canción de miedo para niños, también influenciada por el “lado infantil” del Pipers, pero John no tiene la maestría compositiva de Syd para crear monstruos infantiles. El mayor problema acaso sea que el coro se repite infinitamente y ese “Money-money moneybag, here come Silas Stingy” se vuelve realmente fastidioso.

“Sunrise” es una increíble balada de Pete, sólo él y su guitarra, cantando los versos en tres diferentes tonos, cambiando constantemente los sonidos, escuchándose por primera vez una guitarra absolutamente clara y cristalina. La melodía es algo complicada, pero brillante y emocional. Un excelente trabajo acústico de este genio, que uno tarda un tiempo en apreciar, y parece ser una de las pocas que tomaron realmente en serio en este disco.

El álbum original cierra con el segundo intento de una miniópera por parte de Pete. “Rael 1 and 2”, una mini épica, o mejor dicho, una parodia bélica de un capitán traicionado por su tripuilación, con todo y marchas. La rola tiene algunos buenos arreglos y buenas armonías vocales, pero sobre todo un vistazo de la línea de guitarra que será la magistral “Sparks” en el Tommy, como hilando de algún modo este disco con el próximo, aunque realmente Townshend no tenía aún el germen de la maestral ópera rock. Además es la pieza más rockera del lado B. Ahora, un dato curioso sobre esta rola, que es quizá lo más interesante que tiene. Han notado que los primeros 15 segundos suenan totalmente fuera de lugar? Chéquenlo. Ya? Bueno, sucede que la banda, con todo y Al Kooper en el teclado, ya habían grabado casi toda la canción y dejaron la sesión de la tarde para continuarla al día siguiente, y dejaron el multitrack con los masters sin guardar. La doña de la limpieza del estudió llegó por la noche y la tiró a la basura, pero no vació el bote en una bolsa, sino que siguió echando restos como refresco y colillas de cigarros. El ingeniero de sonido Chris Huston fue quien se dio cuenta al día siguiente, encontrado con horror que los primeros 15 segundos estaban inservibles e irrescatables. Fue él mismo quien llevó a Pete, el más nervioso de la banda a una esquina y le dio la noticia, rematando con un “Pete, I’m sorry, but sometimes these things happen”. Townshend sonrió irónicamente, para alivio de Huston, pero luego el guitarrista fue a la cabina de sonido, tomo la silla y la arrojó a través del cristal de la cabina, provocando un daño de unas 12,000 libras. Volteó hacia Chris ycon la misma sonrisa amarga dijo “Don’t worry Chris, sometimes these things just happen. Por ello parece que los primeros 15 segundos de “Rael” es otra canción… porque de hecho lo es, ya que tuvieron que agregar cualquier cosa para tapar el agujero.

 

Bonus Tracks:

Los bonus tracks lanzados en la edición en CD de 1995 son un caos, ya que parece que en cada reedición cambian los nombres, o el orden, o de plano intercambian rolas por unas que no estaban en versiones anteriores, así que voy a hablar de la que tengo yo. Me gusta, me parece que aporta bastante y que quedaron canciones muy buenas que nunca se lanzaron, o que apenas salieron hasta el Odds & Sods. Porqué no las agregaron? Porque hubieran tenido que hacer un disco doble, y este material es por muchos llamado el “Lado C” del Sell Out, pero da apenas para una cara, por lo que habrían tenido que meter más relleno. Y eso no era bueno. Me parece mejor que Pete haya concentrado sus energías a planear una ópera sobre un pequeño maestro del Pinball desde entonces.

De las rolas, rápidamente, “Mary Ann With The Shaky Hand” es infinitamente mejor en esta versión eléctrica, mucho más rítmica, juguetona y luminosa, y con un gran solo de órgano, que desgraciadamente tiene el volumen muy bajo.

“Someone’s Coming” también destaca, tiene un ritmo como de marcha, buenos arreglos de metales y una armonía vocal pegajosísima. Le falta terminado, pero con una pulidita podría haber sido mejor que varias que sí entraron.

“Relax” tiene como diferencia que en vez de teclado tiene un piano, y suena más cruda e inacabada todavía. No es de los que me fascinan del material extra.

“Jaguar” es una canción feroz, con una magistral bajeo de Entwistle intercalado por la eminente guitarra de Pete. La batería de Moon también es magnífica la mayor parte, dando nota de su virtuosismo en las baquetas. Un rocker muy bueno que hubiera levantado el disco original por lo que demuestran instrumentalmente.

“Glittering” también me parece una canción muy fuerte como para haber sido desechada, y hubiera cabido perfecta en el lado B. El riff ascendente es delicioso, y después lo retrabajarían, pero aquí funciona a la perfección.

Después están dos tomas tempranas de “Our Love Was” y “Tatoo” son tomas menos acabadas, con solos distintos, etc, aunque realmente no aportan a los originales, que de hecho, son mejores.

Sigue una segunda toma del promo de “Rotosound” con un desliz de bajo que se queda sonando por  final. Después otra versión de “I Can See For Miles”, como aparece en el Odds and Sods y al final una toma de "Rael" muy, pero muy arcaica. De esta versión se tomarían los 15 segundos para cubrir el hueco de la versión definitiva.

Finalmente mi versión cierra con “In The Hall Of The Mountain King” una rolota que muestra el lado más psicodélico de la banda, con influencias indudables de Barret en la atmósfera psicótica y en la construcción de excelente riff. Tiene tanto el sello del Floyd de Barret, que si esta toma de The Who se hubiera agregado al Piper, nadie hubiera pensado que era otra banda ejecutando. En la parte media de este instrumental, los tres se desquician absolutamente y podemos escucharlos haciendo solos al mismo tiempo. Increíble. Esta debió ser incluida, y es de las que hace que los bonus tracks eleven el valor del disco y no sean meras curiosidades.

 

Excelente, enorme álbum. Desgraciadamente la banda aún no está en total plenitud, está en camino de, aunque es una tremenda mejora respecto al A Quick One. Otra falla es el sonido. El cambio de productor a Kit Lambert es apenas una mejora, y la única pieza que es rescatable en cuanto a sonido es afortunadamente “I Can See For Miles” quizá porque fue pensada primero como single. El resto está muy difuso, se mezcla y se pierde la sección rítmica, realmente una lástima el sonido. Y otro de los factores que evitan que le de un 10 es la falta de explosividad. A pesar de que musicalmente suena tremendo y demuestran que son un combo de virtuosos (sólo Cream y Jimi Hendix Experience tenían un nivel similar en el ’67), en este disco le falta a The Who soltarse y rockear como ellos saben. Suenan un poco contenidos y coqueteando demasiado con el pop, lejos de la furia del Sings My Generation, aunque no se puede negar la evolución y lo bien logrado de la mayoría de las rolas.

El disco vale la pena definitivamente. Es lo mejor de The Who hasta ese momento, y es el mejor punto para empezar a descubrirlos en su etapa temprana. Además es el puente que une los inicios con la etapa de total madurez, el escalón que llevó a la banda a lanzar 5 discos de 10, imprescindibles en cualquier audioteca respetable, en un lapso cortísimo de tiempo. En este disco están apenas a un paso de ese enorme nivel.

Por Corvan 

20/Ene/2010

 

 

Letras de El Traductor De Rock

 

 

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