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OUTLANDOS D'AMOUR (The Police, 1978)

Artista: The Police (C)
Fecha de Grabación: Ene - Jun ‘78
Fecha de Lanzamiento: 02 de Noviembre del de 1978, UK
Discográfica: A&M
Productor: The Police
Calificación:
 8.5

 

 

 

 

 

 

 

Categoría: New Wave (1976-1990)

Mejor Canción: Roxanne o I Can’t Stand Losing You

Canciones: 1) Next To You; 2) So Lonely; 3) Roxanne; 4) Hole In My Life; 5) Peanuts; 6) Can't Stand Losing You; 7) Truth Hits Everybody; 8) Born In The 50's; 9) Be My Girl - Sally; 10) Masoko Tanga.

 

Este es el disco debut de The Police, donde evidentemente tenemos muchas más influencias Punk de todo ese coctel de géneros que mezclaron en su música. No es que no encontremos aquí Reggae, Jazz y toques de Pop, pero el Punk predomina, haciendo de este el disco más crudo, básico, potente, pero a la vez el más fresco de su discografía. Quizá por eso me gusta tanto, jeje. Aquí la banda muestra ya su profesionalismo y meticulosidad al momento de construir las canciones, pero también cierto ímpetu y desparpajo. Por supuesto que no tienen nada que ver con los Pistols, y no esperen oír un disco Punk en el sentido estricto de la palabra. Hay mucho punteo, no hay demasiados cambios de tonos y aquí Andy suena potente y distorsionado, pero se nota a leguas la diferencia con las bandas netamente Punk al meterle muchos más arreglos y detalles, cambios de ritmos, incluso solos, por no hablar del Reggae. Quizá “Next To You” sea lo más netamente Punk que jamás hicieron, pero hay que notar que también fue una de las primeras rolas que escribieron, incluso antes de la llegada de Summers, cuando el inexperto Henry Padovany aún era el guitarrista, pero en esta versión tenemos un tremendo sólo de Slide, algo que dudo que los Ramones o los Pistols tengan en su repertorio.

Después de darse de topes tras la salida de Padovani y la formación definitiva que les conocemos, 1978 la banda se fue a telonear a una banda a París, pero el concierto se canceló. Cuando regresaron, Sting salió a dar una caminata nocturna supuestamente para digerir la frustración y “misteriosamente” fue a dar a la zona rosa de Pigalle, donde abundan prostitutas. De esa anécdota nació “Roxanne”, una canción que fue escrita  originalmente como bossa nova, pero que Stewart modificó a un ritmo reggae y el brutal coro Punk. El grupo se pasó la primera mitad del ’78 grabando tomas y demos de sus canciones en los Surrey Sound Studios de Londres, con apenas un total de 1500 libras prestadas por Miles Copeland, hermano de Stewart, que apoyaba a su hermano a pesar de que no le gustaba del todo la música que hacían. Miles se daba vueltas de vez en cuando a escucharlos en el estudio, y coincidió que llegó un día que terminaron la mezcla de “Roxanne” y se impresionó con la canción, convencido que era una rola de grandes ligas. Tomó la cinta y al día siguiente la llevó a A&M consiguiéndole al grupo un contrato con la discográfica para lanzarlo como sencillo. “Roxanne” no logró despegar en primera instancia, pero A&M decidió darles una segunda oportunidad y lanzó “Can’t Stand Losing You” como segundo single del grupo. La disquera trató de cambiar el mix original que había hecho la banda, pero al final decidieron que la labor en producción no se podía mejorar para el tipo de sonido y cualquier cambio sólo echaría a perder el buen resultado. “Can’t Stand Losing You” tuvo una buena aceptación en Inglaterra, al ser una rola que llamó la atención en el movimiento Punk, aún muy fuerte en Reino Unido, y por los fans del Reggae, que también estaba en su momento más álgido en Londres. Al convertirse en un hit a pesar de ser censurada por la portada suicida, A&M dio luz verde para lanzarles su primer LP completo, que de todos modos ya tenían grabado.

Así pues, el disco, a pesar de ser un debut, muestra a la banda ya consistente y madura. El Outlando’s D’Amour es un disco muy sólido para ser un debut en 1978 y se escucha ya al grupo con un sonido propio, con ese hermoso collage de Punk, Jazz, Reggae y Pop, combinado con ganchos melódicos, coros pegajosos y canciones que en su mayoría son absolutamente memorables y cargadas de energía, aunque también hay algunos tropiezos. El disco tiene esa cualidad que jamás perdería The Police, de sonar un tanto crudo, y a la vez complejo, y eso es lo que lo diferencia del movimiento Punk. La banda suena absolutamente profesional, y dan la idea de que si el sonido suena crudo y agresivo a simple oída, es precisamente porque así lo quieren, a diferencia de las bandas Punk que tocan de manera descuidada por sus limitaciones técnicas. Tiene un gran despliegue vocal, la batería suena poderosa de principio a fin, el bajo tiene grandes momentos (particularmente en “Masoko Tanga” luce espectacular) y la guitarra aporta en las atmósferas crudas y punzantes, además de animarse en el mencionado solo slide a mitad de un Punk Rocker y algunos otros solos.

Hay dos curiosidades de este disco que impactarían a la larga la carrera de la banda. El primero fue la portada del álbum y la imagen en general del trío. Resulta que por las fechas andaban tan cortos de dinero que tuvieron que aceptar hacer un comercial para shampoo o acondicionador o algo así que les ofrecieron. El detalle es que la condición para hacer el comercial era que debían salir los tres de rubio platino, así que se tiñeron el pelo e hicieron el comercial, aunque éste nunca salió al aire. Por ello en la portada y en los primeros años los tres aparecerían rubios, aunque después Stewart y Andy volverían a sus castañas cabelleras. Sting se mantuvo rubio hasta que lanzó sus primeros discos solistas, posiblemente para desligarse de la imagen con su ex banda.

Otra cuestión fue el título del disco. Originalmente Miles, que entonces era como manager por ser el mecenas del grupo, quería que se llamara Police Brutality. Pero luego él mismo hizo un juego de palabras, jugando con la idea romántica de “Roxanne” surgió primero Outlaws of Love, y alguien sugirió Commandos Of Love. Para dejar a todos contentos, mezclaron Outlaws con Commandos para dejar Outlandos y el of love lo cambiaron a d’Amour para darle ese toque francés del que había surgido la canción. Así el álbum quedó con un nombre exótico y a partir de él el resto de sus discos tendrían también nombres extraños y un tanto bizarros.

 

El disco arranca con “Next To You”, la canción más cruda, desgarbada y punketona de la discografía de The Police. Como ya comentábamos, esta es de sus primeras composiciones de cuando Padovani era el único guitarrista. Por ello Andy Summers se contenta con hacer Power Chords mientras el bajeo desaforado de Sting y la batería a toda máquina de Copeland hacen realmente la canción. De hecho la batería es impresionante, haciendo juegos impresionantes en los ritmos y haciendo redobles bestiales entre los versos. Con esto Copeland deja en claro desde los primeros segundos que tienen espíritu Punk, pero definitivamente están a años luz en el aspecto instrumental. Sting canta como si se le fuera la vida en ello, haciendo un despliegue vocal fascinante y metiéndole una furia inusitada. El coro es pegajoso y se le unen los demás en la voz. Al 1:05 tenemos ese solo de Andy con un slide salvaje. No es Ry Cooder, pero encaja casi de milagro en la canción y con ello también deja claro que van a hacer uso de un montón de recursos generalmente ajenos a la mayoría de las bandas Punk. Un inicio impetuoso, salvaje, espectacular a pesar de su sencillez.

Seguimos con “So Lonely”, donde empiezan con los coqueteos Reggae. De hecho, tiene cierta similitud en la estructura y ritmo con “No Woman, No Cry”, o son mis nervios? La canción es buena, y surgió cuando se dieron cuenta que en la escena Punk londinense también había aceptación por el movimiento Reggae de Jamaica, que estaba hermanado por la ácida crítica social y el impacto en los movimientos juveniles. Así que Sting empujó para que metieran estos matices más sofisticados en las simples estructuras Punk de sus canciones. El bajeo es sencillo, punteando con ciertos destiempos al estilo de Reggae, mientras que la batería tiende ligeramente al Jazz, manejando la creación de tensión, las subidas y bajones de la rola. La guitarra si lleva ese rasgueo y punteo característico de Jamaica durante los versos. Pero curiosamente en el estribillo vuelven a esa explosividad y rabia Punk para conjugar de buena manera sus dos mayores influencias. Letras un poco condescendientes a mi gusto, pero los coros son endiabladamente pegajosos y uno no puede evitar contra con Sting los “solenely-solenely-solenslyyyyyyy’s”. El solo de Andy, sin ser de virtuoso, es bueno, con un tono chillante que hace que la guitarra también se una a la pena de Sting, y después hay incluso una armónica cuando la banda acelera el tiempo. Buena canción, no la mejor del álbum, pero que resume a la perfección el espíritu y las influencias de la banda.

Luego está “Roxanne”, la joyita del disco y la canción que les significaría su ascenso. Como ya decíamos, la rola nació como un bossa nova acústico, con un Sting inspirándose en las prostitutas del distrito rosa de París. Para la versión definitiva usaron la misma fórmula de la anterior. Versos Reggae, lentos, con una batería creando tensión, la guitarra haciendo arreglos muy rítmicos y el bajo jugando al destiempo, como si Sting y Copeland estuvieran tocando dos canciones distintas. Eso hace que los versos sean mágicos. En los coros vuelven a generar la explosión Punk a esa tensión construida tan meticulosamente. La banda canta el título con perfectas armonías mientras que Sting grita en un lamento “Put on the red Light!!!!”. Por cierto, alcanza tonos altísimos aquí. La canción es tremenda, con una gran potencia lírica, drama musical, y una estructura muy simple, pero que los músicos hacen muy compleja con los adornos figuras, remates, cambios, etc. Es la mejor canción del disco, y sin duda uno de las mejores y más humanas odas a la prostitución, y posiblemente inspiró al guionista de Pretty Woman. La llegué a escuchar tanto en cierto momento que me enfermó, y por esa época salió la versión horripilante de Moulin Rouge en tango, pero recién le estoy retomando el gran aprecio que alguna vez le tuve.

Continua “Hole In My Life”, una canción muy simple de dos o tres tonos, pero con una batería y un bajo complejísimos. Es un tanto monótona en los versos, y la guitarra tiene un cierto efecto raro y agridulce. Me recuerda no sé porqué a “Fixing A Hole” que tampoco me fascina mucho, pero ambas tienen un encanto muy al fondo, en los ganchos vocales acaso. En fin, lo destacado acaso sean los puentes en que tanto la voz como el bajo hacen una breve escala descendente. Al final tenemos un pianito juguetón y la banda empieza a alocarse, pero la coda es demasiado larga y repetitiva. No es de mis favoritas, pero incluso sin demasiados cambios logran ponerle ese algo que evita que la consideremos relleno.

Después tenemos “Peanuts”, donde la banda se muestra más lúdica y con ese sentido del humor británico. La rola entra con una gran batería, una rápida línea de bajo y la guitarra jugueteando con los tiempos, agregando distorsión en los puentes y en general, con un mood muy alegre, infantil, y no sé si decir poco serio porque se nota que incluso en este tipo de rolas cuidan hasta el último detalle, pero al menos se nota que se divirtieron enormidades grabándola y que no se pusieron tan solemnes. Si el ritmo es rapidísimo, el solo al 1:20 es aún más, metrallando notas casi al azar y sin demasiada técnica, pareciendo por momentos una sierra punk. Luego vuelven a la estructura original. Luego al 2:20 hay un solo que parece de Oboe (?), disonante y avant garde, pero dando un tono aún más festivo e informal, y más bien mostrando la seriedad con que se tomaron la canción. Esta es de las canciones que pueden parecer joyas lúdicas o aberraciones experimentales dependiendo del estado de ánimo en que te agarre.

Luego llega “Can’t Stand Losing You”, que compite entre las mejores del álbum. Parece que entre más simple se mantiene el grupo, mejor y más cohesionados suenan, al menos en este disco. Nuevamente la fórmula triunfadora del álbum: versos con ritmo y estructura Reggae, luego puentes en que aceleran y aumentan la intensidad para estallar en los dramáticos coros más Punk. Las líneas de bajo son muy buenas y por momentos Sting se desprende de la base rítmica para hacer pequeñas escalas y adornos. Por cierto, qué difícil es cantar a un ritmo y tocar el bajo a destiempo a la vez, lo digo por experiencia! Las guitarras van punteando con un efecto inmejorable y muy new-wavero, pero potente a la vez. Al 1:35 hacen un pasaje muy raro, con la guitarra cargada de phasing y cambiando el tono, luego regresan para un crescendo impetuoso a partir del “I guess this is our last goodbye”, mientras los instrumentos se van cargando hasta entrar en ritmo con el “I guess you call it suicide” y estallar en el obsesivo coro. Una canción perfecta, y la que les dio la oportunidad de lanzar el álbum completo. El sencillo fue un éxito a pesar de que la BBC la censuró por las letras suicidas y por la portada, en la que Stewart aparece con una soga al cuello parado sobre un bloque de hielo, esperando a que se derrita para quedar colgado.

Enseguida viene “Truth Hits Everybody”, otra de las rápidas. De hecho la canción inicia a toda máquina, con ese riff a tres tonos y Sting haciendo los ganchos vocales con los “Woo Oh-Ah”. La guitarra suena crujiente, nuevamente regresando más a la agresividad Punk. Los coros son igualmente impetuosos, con una batería más machacona en las primeras repeticiones del título y con redobles de metralla. De verdad que Copeland se lleva con mucho la rola. Es endemoniadamente simple, incluso repetitiva, pero tiene ese algo que también evita que la pongamos como relleno; de hecho uno termina cantándola sin remedio. Luego el solo al 1:40, si le podemos llamar así, en el que suenan los guitarrazos con un sintetizador acampanado al fondo, para después terminar la canción con otro explosivo coro.

Muchos critican “Born In The 50's” y la consideran la más débil del álbum. A mi me gusta. Definitivamente no es de las más destacadas del disco, pero también tiene su encanto. Es pegajosísima, y Sting canta los versos con un tono rasposo muy curioso. Es otra mezcla Punk-Reggae. Entretenida y ligera, y se nota a leguas que es otra que la banda no se tomó muy en serio, aunque ciertamente dura mucho para tan pocos cambios.

Luego  “Be My Girl – Sally”, que a mi me parece el único punto realmente feo con ganas del álbum. Después del inicio tan cool con la guitarra crujiente y cargada de delay haciendo una de las mejores intros (junto con esa ráfaga de bajo que hace Sting), la canción se cae a pedazos con esos versos tan repetitivos que se vuelven taladrantes. Cómo se llamó la rola? Cuando parece que van a hacer un cambio interesante, acaba la música y Stewart se queda recitando con voz afectada y muy serio, como si fuera Shakespeare… Que se creen? Moody Blues? Lo peor es que el “poema” es sobre una muñeca de plástico que se compró porque se sentía muy solo pero no quería el compromiso de una esposa. Yo sé que es una broma, pero… Ehhhr… Really????  Esta bromita de mal gusto le baja al menos un punto al disco.

El álbum cierra con “Masoko Tanga”, que no creo que nadie ubique con el puro título y difícilmente la encontrarán en algún Greatest Hits. De hecho, debe considerarse más como un instrumental, ya que Sting canta básicamente puras incoherencias pseudo-swahili. Pero lleva un ritmazo, con la banda tratando de emular atmósferas africanas remotas y tribales. De hecho, la sección rítmica es descomunal. La batería y las percusiones, son increíbles. Pero el bajo… EL BAJO!!!!. Sting suena como virtuoso progresivo de los grandes con una infinidad de recursos de principio a fin, hacienda líneas rarísimas pero de gran técnica. El nivel instrumental de la canción es de primer nivel, y aunque sé que no será jamás un clásico, no puedo evitar considerarla entre las mejores.

En fin, un muy buen disco para ser el debut de una banda desconocida que nació como Punk, que acababan de contratar a un guitarrista y grabaron y mezclaron ellos mismos con apenas 1,500 libras. Y a fines de los 70’s!  Cuántas bandas más experimentadas y con un par de ceros más en el presupuesto hacen reverendas porquerías. Por supuesto que pagan la novatez con detalles cono el de “Be My Girl”, e incluso en ocasiones “Peanuts”, que son los que evitan que esta sea una obra maestra, pero con todo y todo, es un muy buen disco. De aquí se desprenderían un montón de influencias en los punteos de bajo, los phasing de las guitarras, lo minimalista de los solos, los ecos… elementos que dominarían toda una década y que otras bandas empezaron a imitar de inmediato, fortaleciendo el incipiente movimiento New Wave.

Después del relativo éxito del disco, A&M relanzaría en el ­'79 los sencillos “Roxanne” y “Can't Stand Losing You” logrando mucho mayor éxito que en su lanzamiento original. Incluso en USA alcanzó a escalar lo suficiente para iniciar una gira de bajo presupuesto. La critica lo recibió bien, salvo (previsiblemente) Rolling Stone, que lo destazó en su momento para desdecirse en 2003 cuando lo puso en el 434 entre los mejores discos de todos los tiempos.

Yo no sé si sea el mejor de The Police, no lo creo a pesar de que es muy bueno, pero su valor histórico e influencia son innegables. Una especie de equivalente del Help! Además de un impecable trabajo instrumental, sobre todo de batería. Definitivamente recomendable y un buen lugar para empezar a escuchar a The Police si no lo haz hecho. 

Por Corvan 

21/Oct/2011

 

 

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