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Rock And Roll de los 50’s: Los Primeros Pasos

Años: 1954-1960

 

 

 

Si bien es impensable ver el rock actual sin su Madre-Blues, también es obligatorio detenernos un momento en esa maravillosa Era que constituye su nacimiento y primeros pasos.

La pregunta de los 64 mil es: Cuándo nació el Rock & Roll? Y la de los 128 mil: si su madre es el blues, quién es su padre?

Para estas espinosas preguntas vamos a jugar un poco con la historia: El Rock & Roll era un niño que había sido esperado desde hacía ya tiempo, cuando diferentes artistas de blues y country lo habían referenciado en sus letras con ese nombre. Eran profetas que veían venir un cambio, algo que revolucionaría para siempre la música.

Se dice que el término viene de connotaciones sexuales muy antiguas, en el que “roll” se refería a sexo. Por ejemplo, la frase “They had a roll in the hay” o “I rolled her in the kitchen” y que a inicios del siglo XX era usado entre la comunidad negra del sur de Estados Unidos en un doble sentido, para ocultar su real significado de los blancos. El término Rock & Roll ya se había usado con diferentes intensiones (el sonido de las locomotoras, el vaivén de los barcos, etc.) en la música desde 1930, por intérpretes como las Hermanas Boswell, Buddy Jones y Tommy Scott. Pero las canciones que contenían la frase no tienen mucho que ver aún con nuestro estimado “Rock & Roll”.

Muddy Waters fue quien preparó el camino a fines de los 40’s. Este músico de blues aceleró el tiempo de las canciones logrando un “Rythm & Blues” mucho más rápido e incisivo que el resto de blues hasta ese momento, y después sería una pieza fundamental para que Chuck Berry grabara su primer disco, por lo que podríamos decir que es el padrino de nuestro pequeño Rebelde Sin Causa. Pero no es su padre…

1951 fue un año crucial. Primero, el DJ Alan Freed comenzó un programa de radio en Cleveland Ohio en el que mezclaba música Country blanca con Blues y R&B negro, creando un programa multirracial y acuñando la frase “Rock & Roll” para definir la música que sonaba en él. Freed no es el inventor del término, pero sí quien hiciera famosa la expresión. Ese mismo año, “Jackie Brenston and his Delta Cats”, que no era otro sino nuestro conocido Ike Turner (el ex golpeador de Tina) con sus “Kings of Rythm”, pero grabando con un nombre distinto por presunto temor a la reacción del público, grabaron la canción “Rocket 88”, que en efecto, puede ser considerada la primer canción de Rock & Roll tal cual lo conocemos. El productor se supone que fue Sam Phillips de Sun Records… qué coincidencia!

Peeeeeeeeeero, no he podido encontrar dicha grabación de Ike Turner y muchos dudan de su veracidad histórica, por lo que la certeza de este dato está en entredicho. Curiosamente un tipo llamado Bill Haley la grabaría tiempo después, dándole la fama que se le negó en su versión original. Pasarían aún 3 largos años para que se diera el bombazo. Precisamente Bill Haley, un tipo cachetón y ya no muy joven, que hacía canciones de country y R&B escribió en 1953 junto a su bajista Marshal Lytle una canción llamada “Crazy Man Crazy”, que fue la primer canción de este nuevo ritmo atrevido y salvaje en llegar a los charts de Billboard (#15).

La banda cambió de nombre a “Bill Haley and his Comets” tras el relativo éxito de la grabación, y ese mismo año recibieron una canción escrita por Max Freedman y Jimmy Mayers. La canción se la regalaron a Haley en vista de su éxito con “Crazy Man Crazy”, pero en cierta forma el Rock & Roll había sido algo no planeado para Los Cometas, que se enfocaban más a ritmos country, big band, jazzeros y blueserones, de manera que la canción estuvo enlatada un tiempo y la grabaron finalmente un 12 de Abril de 1954. Así que podríamos decir que ese día, el Rock nació. Midió 2:26 minutos y pesó 29 versos contando las repeticiones, con un Apgar de 9/9 y compás de 4/4.

 Veamos una fotografía del nacimiento con las raíces del chiquillo:

 

Curiosamente la canción no tuvo de inicio el éxito que se esperaba y sólo estuvo en charts una semana. Pero Haley había grabado otra canción, “Shake, Rattle & Roll”, de Big Joe Turner, que fue un tremendo trancazo, llegando a vender 1 millón de copias y fue la primera en entrar a las listas británicas, llevando poco después a “Rock Around The Clock” a alturas similares, apareciendo incluso en los créditos iniciales de la película “Blackboard Jungle”.

Así pues, el padre del Rock fue Bill Haley, no precisamente porque lo creara, sino porque lo masificó, prácticamente por accidente. Bill y sus Cometas tocaban de todo, haciendo una mezcla de muchísimos géneros y estilos. No era un jovencito que intentara rebelarse contra el sistema (tenía ya más de 30 años), y las letras descaradas y con contenido sexual que dominan el R&R no eran tampoco su fuerte. Era un tipo que no tenía miedo a experimentar, pero no tenía como fin revolucionar nada, simplemente sonar “cool” a los jóvenes, que siempre habían sido un cero a la izquierda en cuestiones musicales. Y así, por accidente, con un embarazo no deseado, dio a luz al mundo al Rock & Roll en 1954, siendo incluso el primer artista norteamericano en iniciar una gira por toda Europa, en donde la gente le exigía más Rock & Roll y menos Country, para su fastidio.

Haley sería quien diera a conocer el nuevo ritmo al mundo. Sin embargo después del LP “(We’re Gonna) Rock Around The Clock” y el “See You Later Alligator” poco revolucionaría en este género y siguió encasillado en él más por la circunstancia histórica que por gusto propio. Así llegó al mundo nuestro querido Rock & Roll. Su primer llanto fue

"One, two, three o'clock, four o'clock, ROCK!,

Five, six, seven o'clock, eight o'clock, ROCK!,

Nine, ten, eleven o'clock, twelve o'clock, ROCK!,

We're gonna rock-around the-clock-TONIGHT!!!!”

Y su padre entregó al recién nacido en custodia de un músico negro, que le podía dar mas atención y cariño, alimentarlo, hacerlo crecer y enseñarle a caminar con pasos firmes. Bill Haley sería su padre biológico, pero sería de los traumas que después llevarían a nuestro pequeño Rock a las drogas, a la prisión y a la terapia, donde revelaría al psiquiatra que uno de sus golpes de la infancia sería que su padre lo abandonara tan chico y lo dejara en manos de su tío y padre putativo, aunque estaba eternamente agradecido a este hombre que lo crió y le dio su primera instrucción para llegar a ser tan grande como después lo fue. Ehm, ya se parece mucho a la historia de Lennon. Pero no, el bebé Rock quedó en manos ni más ni menos que de Chuck Berry, quien en muchos aspectos, debe ser considerado el verdadero padre de este niño.

Pero antes de eso, hubo algunas cuestiones que hay que comentar en el mismo 1954. En Julio de ese año, un mozalbete de Memphis grababa en Sun Records, bajo las órdenes de Sam Phillips (el que grabara a Ike Turner) la canción “That’s Allright Mamma”. El tipo se llamaba Elvis. Y fue la cara bonita del Rock & Roll, quien lo convirtió, o quien ayudó a que lo convirtieran a través de él, en un jugoso negocio trasnacional.

La música hasta ese momento había estado en total control de los adultos. Era hecha por adultos para adultos. No había tanta propaganda y los discos se vendían de alguna manera sin tanta parafernalia de mercadotecnia. Al aparecer este tipo en el Ed Sullivan Show moviendo sus caderas y con este ritmo endiablado y pecaminoso, que atacaba las limpísimas conciencias de los Baby Boomers y que por primera vez no iba a un público adulto, sino que era un jovencito haciendo música expresamente para su generación, algo tenía que pasar. Y pasó! Toda esa generación de jóvenes que nacieron tras la bonanza de la postguerra en USA salieron corriendo a comprar sus discos. Y los empresarios, nada idiotas, se dieron cuenta de que el producto no se llamaba “Elvis Presley”, sino “Rock & Roll” y salieron en búsqueda del próximo Elvis. Y comenzaron las campañas de lanzamiento. Y las giras. Porque los jóvenes actúan distinto a los adultos, fíjense: un adulto de mediados de siglo XX le gusta un artista o un disco y no se vuelve loco por tener todo su material, puede escucharlo en el radio porque básicamente todo el radio es programación adulta contemporánea con música decente. Pero los adolescentes y jóvenes son víctimas de sus impulsos, y tienen pocas opciones en dónde escuchar esa música nueva, y esa música nueva además resulta odiosa y “pecaminosa” a los ojos de sus padres, y es hora de rebelarse contra el perfeccionismo de los veteranos de la WW2, y es la moda, y hay que tenerla como sea, porque los bailes de secundaria y los amigos, y hay que estar en onda. Y la música entró así al negocio consumista.

Y el pobre Rock & Roll que estaba recién nacido, puro e inocente y no sabía nada de nada.

Bueno, para 1955 Elvis Presley ya era un fenómeno lanzando éxito tras éxito. Elvis es un símbolo del Rock & Roll. Como músico, brilla por su tremenda voz, que sin duda lo convierte en uno de los mejores vocalistas de la historia. Pero hasta ahí. Presley está tremendamente sobrevalorado como músico. En su vida quizá escribió 2 o 3 canciones medianas, y tocaba la guitarra de manera miserable, apenas rasgueando los tonos básicos de la guitarra, pero sin una verdadera habilidad en ella. Sin embargo es como un héroe nacional, un símbolo del sueño americano, de los 50’s, de la cultura norteamericana. Y no vamos a negar eso. El rock sin él quizá no hubiera sido el mismo. Recordemos que fue por él y por nadie más que chiquillos que apenas salín de la pubertad tomaron la guitarra por primera vez, chiquillos de apellido Lennon, McCartney, Clapton, Hendrix… Todos ellos empezaron porque querían ser como Elvis. Presley es reverenciado como un símbolo, más que verdaderamente un genio musical. Y en este aspecto, esta deidificación no es nada mala, al menos para mí. Y no soy fan.

Ese mismo 1955 en que el Rock & Roll decía sus primeros agús, llego a escena Little Richard, con una canción pegajosísima. Se trataba de “Tutti Frutti” con la cual terminó de masificar absolutamente el género, incorporando matices be boogie-woogie. Fue Richard y no Elvis quien le agregó el beat, la velocidad, su sexualidad y fuego. El sonido que creó Haley era la simple forma. Elvis le dio cara y Little Richard le dio fondo. Basta con dar un repaso a sus éxitos: Good Molly Miss Molly, Lucille, Long Tall Sally, Tutti Frutti, Ready Teddy, Rip It Up…

Para diciembre de 1956 un pianista que trabajaba como músico de sesión comenzó a grabar en Sun Records para nuestro ya famoso productor Sam Phillips, haciendo el piano de canciones para Carl Perkins y Johnny Cash. Su furia y estilo distintivo al piano dejó impresionado a Phillips, quien comenzó a grabarle material propio a inicios de 1957. Durante ese año, Jerry Lee Lewis colocó tremendos hits en la radio, desde “Great Balls of Fire”, “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On” y “High School Confidential”. Su fama creció con sus salvajes presentaciones en vivo donde acribillaba su piano. Nadie como Lewis representó el espíritu juvenil de los 50’s. El es el espíritu salvaje que estaba encerrado en los muchachos reprimidos de la época, y fue quien liberó esa fuerza de rebeldía en toda la generación. Elvis era una figura demasiado manufacturada y se vendió al sistema casi de inmediato. Lewis fue el primero en hablarle al oído a la juventud y pedir fuego. Contagiaba rabia en sus presentaciones y uno sabía que la tranquila época donde los adultos decían cómo vivir no iba a durar mucho después de ver alguna de sus incendiarias presentaciones. Forjó la figura del rockero déspota, cargado de ego, fue el primero en tener una vida cargada de controversias y saltarse las reglas de la sociedad puritana. Fue además la más seria amenaza a la guitarra eléctrica como líder y figura indiscutible del rock, pero a fin de cuentas la guitarra prevaleció sobre el furioso piano de Lewis. Más que nada demostró que no importa qué instrumento se utilice en el rock, o la tesitura de la voz, sino que lo que importa realmente es la actitud. Es por esto que Jerry Lee Lewis no fue un rocanrolero ordinario, sino que fue el tío borracho y valemadres que dio algunos consejos al pequeño Rock, los cuales tomaría algunos años más tarde, ya entrados los sesentas.

Finalmente está Chuck Berry. El tipo que asumió la paternidad del Rock una vez que este quedó abandonado a su suerte. Sin duda fue el más significativo durante estos primeros años, tomando el fuego de Little Richard, pero agregándole algo muy importante: una técnica bestial en la guitarra. Chuck Berry trató la guitarra como nunca nadie hasta entonces, y si los Johns, Pauls, Erics, Petes y Jimmys del mundo querían “ser” como Elvis, deseaban “tocar” como Berry. Fue él quién logró ver el potencial de ese instrumento llamado guitarra eléctrica cuando entró al estudio “Chess Records” en 1955 apadrinado por Muddy Waters y lograría clásicos de todos los tiempos con interpretaciones realmente sorprendentes. Canciones como “Johnnie B. Goode”, “Roll Over Beethoven” “Memphis Tennessee”, “Sweet Little Sixteen”, "Little Queenie”, “Rock & Roll Music”, “You Can’t Catch Me”, “Too Much Monkey Business”, el solo de “Maybelene”, por mencionar algunas. La concepción del Rock actual está fuertemente basada en lo que hizo este hombre y en las bandas que se formaron para tocar su música, desde los Beatles, Stones, Yardbirds, The Who y Animals.

El golpe en la cultura que trajo consigo esta música del diablo fue determinante. No sólo trajo que los charts estuvieran controlados por los gustos de los jóvenes. Trajo una revolución en cuanto a marcas y creación de ídolos. Y además la música logró sacar los primeros esbozos de la represión de la juventud. El baile sugestivo y sexoso del rock & roll era algo pésimamente visto por los mayores. Y sus hijos hacían lo que tuvieran que hacer por escaparse, escuchar a sus ídolos y bailar con sus parejas estos nuevos ritmos atrevidos. No fue una revolución sexual, pero fue un primer paso. Sin duda la cadencia y el fuego del rock abrió las puertas a innumerables despertares sexuales, algo que no hubiera sido imaginable con los ritmos más conservadores del momento. Así pues, el simple hecho de escuchar el inocente y recién nacido Rock & Roll era una postura insubordinación contra las generaciones mayores. Y la figura se acrecentaría con el mito de James Dean y el Rebelde Sin Causa.

Además de los músicos que hemos comentado está también Fats Domino, Carl Perkins, Buddy Holly, Eddie Cochran, Gene Vincent, Richie Valens, Chubby Checker, Cliff Richard, The Everly Brothers, Del Shannon, Ray Charles y Roy Orbison también aportaron para que el Rock & Roll, que nació por accidente, sin ser deseado, se convertiera en una maquinaria sin precedentes en el ámbito cultural del planeta durante 1957-1959. Es cierto que las disqueras se aprovecharon del momento para llenarse sus bolsillos, pero también es cierto que había una generación de oro y una cantidad de músicos con talento que fueron contratados por las disqueras, convirtiéndose en los fundadores del Rock.

El 3 de febrero de 1959 se conoce como el día en que el Rock & Roll murió. En realidad quienes murieron fueron Buddy Holly, Richie Valens y el locutor de rock Big Bopper, en un accidente aéreo, en una época que ya comenzaba a ser difícil para el género. Elvis Presley había sido mandado a Alemania en 1958 para cumplir con sus servicio militar. James Dean también había muerto siendo una figura representativa, no de la música, sino de la cultura, el ícono Rebelde de la Generación Beat, que iban muy de la mano. Además, a sus apenas 5 años de edad, los mismos empresarios carroñeros que habían impulsado su crecimiento, se daban ahora cuenta de que era una música peligrosa y que a la larga podría tener una repercusión social (como finalmente la tuvo), por lo que ídolos como Chuck Berry o Jerry Lee Lewis fueron difamados, encarcelados y/o borrados del mapa. Se bloquearon a los nuevos talentos del Rock & Roll, que se moría de fiebre ante su primer infección seria. En lugar de estos ídolos que lo habían hecho crecer y ser un niño regordete, risueño y lleno de fuerza, los falsos doctores recetaban con baladistas acaramelados, sosos, prefabricados, delicados y totalmente inofensivos.

Para 1960 poco o nada quedaba del movimiento en Estados Unidos. El dinero que pudieran haberles producido no era nada a comparación de la amenaza, y además las disqueras ya tenían aprendida la fórmula para colocar ídolos de porcelana. El Rock & Roll formativo, que había crecido rápidamente, al que vimos gatear y dar sus primeros pasos, hacer berrinches, bailar, hacer demás monerías y envaselinarse el copete, quedaba en el pasado. Pero no murió, como muchos deseaban. Estaba escondido en un tugurio de Alemania, en una Caverna de Liverpool, en un antro de Londres, recuperándose al otro lado del Atlántico para regresar como un niño más grande, inteligente y maduro a recuperar su trono y sacudir el mundo…

Pero esa es la siguiente Era.

 

Por Corvan  

22/Jun/2009

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