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World Magnetic Tour (Metallica, 2010)

Marzo 01, 2010

Estadio 3 de Marzo, Guadalajara, Jal.

 

Enorme, enorme concierto el que se vivió ayer en Guadalajara. A pesar de que iba con cierto resentimiento con el grupo, ya que me siguen dando problemas por los links de las reseñas (ver nota al final del Ride The Lightning, tuve que retirar el link), la verdad es que Metallica es todo un nombre y una institución en el metal y el rock, y no quedaron a deber con su público de Guadalajara, que tenía siglos esperando a verlos en un concierto en forma.

La organización esta vez fue ligeramente mejor que eventos anteriores en el Estadio 3 de Marzo (Soda y Roger Waters), la cola avanzó más fluida; alrededor de las 7:45 estaba fuera del estadio y a las 8:30 ya estaba en mi lugar. Mientras hacíamos cola para ingresar, sonaba música de metal con mal sonido; yo pensé que era el sonido local con grabaciones para entretener a la gente, ya que ni siquiera se escuchaba muy claro. Para cuando entré ya era evidentemente el sonido local, y no le di importancia. Cuando se supone que un concierto está marcado para iniciar a las 9 PM, lo que uno imagina es que a esa hora van a empezar los teloneros, no? Bueno, pues me fui con la finta, ya que Maligno y Mastodon abrieron el concierto mucho más temprano, con notables deficiencias de sonido, y realmente no les puse mucha atención porque estaba entretenido en esas vicisitudes que ocurren cuando uno hace fila, pero de los comentarios posteriores, escuché cosas malas de los primeros y buenas de los segundos.

Cuando me senté por fin en mi lugar el público estaba más entretenido en una guerra de cerveza que se lanzaban de la sección de gradas a cancha y viceversa, una guerra nada barata ya que el litro estaba a $90. Por un buen rato dejaron de vender debido a esta “guerra”. A las 9 el estadio se veía lleno y no cabía un alma más, pero seguía entrando gente. Yo creo que Tecos, el equipo local, no ve en una temporada entera tanta gente como la de esta noche.

A las 9:05 se comenzó a bajar la iluminación del estadio, las dos pantallas laterales mostraron escenas de “El Bueno, El Malo y El Feo” y el sonido local se hizo más nítido. Se escuchaban ya algunas guitarras chocando sonido. A las 9:15 se hizo oscuridad total, excepto por una iluminación azul en el enorme escenario, que abarcaba casi todo lo ancho de la cancha, y comenzó a sonar una instrumentación clásica del tipo del metal gótico. Yo estaba totalmente desprevenido, ya que, como mencioné, no sabía que Mastodon ya había tocado, y era a ellos a quien esperaba ver en primer instancia, pensando incluso que esa intro era de alguna de sus rolas, así que me quedé con la boca abierta, pero gratamente sorprendido, cuando vi a James, Lars, Robert y Kirk correr a ocupar sus posiciones. El estadio se cimbró, el grito masivo opacó la potencia del sonido local y una constelación de celulares iluminó la cancha.

 

Metallica abrió con “Creeping Death”, con esa intro demoledeora y ritmo frenético, que sirvió de adrenalínica entrada. La ecualización era pésima, pastosa, con la voz apenas entendible, guitarras y bajo fundidos en un mazacote horrible y los tambores sonando todos iguales. Ya para el final de la canción la ecualización mejoró un poco y tras unos 5 temas el sonido ya era perfecto. James dejó que la gente cantara grandes fragmentos, parece que le falta calentar un poco para llegar a los tonos altos. Durante el puente demoledor, con la batería de Lars como protagonista (“Die, by my hand…”), todas las luces del estadio se iluminan y James hace que el público levante el puño con un Eh! A un tiempo, creando un tremendo efecto. Que manera de empezar! James grita “Good to see you Guadalajara (léase (wádala-hara)” La gente ovaciona el final y James insiste “Guadalajara, Are you with us ????”

Y sin más preámbulo, continúan con el mismo disco, esta vez con el arrasador riff de “For Whom The Bell Tolls” que Trujillo se avienta desde un inicio con toda la distorsión de su bajo. Metal puro, esta es mi canción favorita de la banda, así que ya imaginarán mi reacción al escuchar las devastadoras notas que se van tejiendo en la magistral intro. La guitarra de Kirk pierde un tiempo, pero no importa, la rola suena colosal, con el triple de poder en vivo y una 35 o 40 mil almas gritándola, ya que James anima a la gente a cantar los coros con él. Impresionante! Si a alguien le queda duda de que Metallica, hoy por hoy es una de las 5 más grandes bandas en activo, debe ir a un concierto de ellos. El bajo de Robert y el bombo de Lars suenan con una sincronía devastadora.

Tras el delirio general al acabar la rola, dan un salto en el tiempo y se van sin tregua con “Through The Never” del Black Album. La guitarra martillea ese riff asesino. La banda se ve en una pantalla gigante detrás del escenario, bastante larga, de unos 30º 35 metros, y que permite notar hasta los más mínimos detalles a los que están más lejos. Hacen juegos de luces mientras el solo de Kirk sigue siendo un relámpago. Luces rojas predominan el escenario y James, que a pesar de ser un mamón, no se le puede negar que es un frontman de gran personalidad que sabe hacer lo que quiere con el público, hizo que en la rítmica coda, en la que cantaron Robert y Kirk, el estado levantara de nuevo el puño con un grito de guerra: “Eh! Eh! Eh!”

 Tras la canción, Hetfield saluda de nuevo “Guadalajara, is good to finally see you besides MTV… I hope you sing along loud. Do you have the album Kill ‘em All? El estadio brinca ante el chugga-chugga-chugga de la guitarra crujiente con que abre “The Four Horsemen” que es la cuarta canción de la noche, y una de mis favoritas de ese debut. Hammet canta en los puentes, y de nuevo hacen lo que se les viene en gana con el público que se les entrega en todo momento. Vuelve el chugga-chugga y luego Kirk hace un solo tremendo, la canción sube de tiempo, la gente brinca como un mar embravecido, y es el delirio absoluto con los excelentes cambios de intensidad que tiene la rola.

Al terminar, Trujillo se queda haciendo una especie de solo, aprovechando para finar las 6 cuerdas de su bajo, haciendo un riff intoxicante, que no alcanzo a distinguir si es un brevísimo fragmento de Anesthesia, y recibe una ovación cuando termina. James aparece con una guitarra acústica encima de su eléctrica… Será? SIII empieza con el arpegio típico de “Fade To Black” mientras Kirk hace el agudísimo requinto inicial con una Gibson Les Paul. El escenario se pinta de un azul más íntimo, mientras que el estadio se convierte de nuevo en un cielo estrellado con las luces de los celulares grabando o tomando fotos. Todos los instrumentos suenan nítidos y cristalinos a estas alturas, con los problemas de sonido del principio totalmente resueltos. Cuando el riff está por tomar potencia, paran en seco y James grita “Guadalajara, Do you feel it???!!, Do You Feel It???? DO YOU FEEL IT!!!!!??????” Y empieza ahora sí el riff medio, en el que la rola se acelera y James deja la acústica para retomar la guitarra eléctrica. Trujillo suena enorme, el solo de Hammet resulta orgásmico y a una velocidad casi imposible, mientras que Lars también suena gigantesco, acelerando y agregando cada vez más platillos y tambores. Alargan el final con Power Chords, logrando que el público lance un grito cada que lanzan un acorde y ocasionando una ovación al final.

Un corazón retumba en el estadio. Tras pasar un buen rato en los 80’s complaciendo al a gente, si mis calculos no me fallan, sigue el Death Magnetic. No, no me falla, se trata de la primer canción del disco, “That Was Just Your Life”, con una intro amarga y oscura. El escenario se pinta de rojo y parece un corazón latiendo durante la intro. La gente se enfría un poco, ya que este no es de los clásicos. Sin embargo, es de las más complicadas en cuanto a ejecución, y nadie parece perder una sola nota, lo cual es sobresaliente. El solo con tritono a dos guitarras es impresionante, y la salida de la batería es colosal. Aún así, la gente queda como expectante por rolas más conocidas.

No se da, la banda sigue con “The End Of The Line” del mismo disco, que a pesar de la entrada de avalancha, no enciende los ánimos. Y es que tampoco es de las rolas más comerciales del Death Magnetic, o al menos no como “Cyanide” o “The Day That Never Comes”, aunque insisto que en ejecución son más complicadas y con tintes más progresivones. Durante esta rola me llega por oleadas olor a mota. Un gran falso final a mitad de la canción, y aprovecho para mencionar la excelente dirección de cámaras, que permite ver cada gesto de los integrantes, hace acercamientos a las manos durante los solos y pareciera como ver un documental muy bien logrado, sin que las cámaras se noten. La rola comienza a funcionar hacia el final cuando casi alcanza el silencio, con unos acordes y unos platillos muy discretos para comenzar el lento crescendo de la coda “The slave becomes the masteeeeer…”, que ahora si corea todo mundo y logran la reacción que querían.

Al acabar, James grita “Eh!” y cada vez el público le responde del mismo modo. “it feels better on every song… This song might be too heavy for Guadalajara” a lo que la gente grita “No!” y pregunta “Do you want heavy????” Y ante la respuesta unánime, comienzan con el cruel y enorme intro de “Sad But True”, que suena aún más intensa en vivo. Todo mundo brinca y mueve la cabeza con el segundo riff, el que corresponde a los versos, y el grito de 35,000 almas opaca al mismo Hetfield en los coros “SADBUTTRUEEEEEEEEEEEE!!” El estadio casi se cae. Pasan imágenes de la gente en toda la cancha, brincando, como en trance por la música densa, oleosa, que une a una ciudad entera sin distinguir en estratos sociales, edades, sexo… El falso final funciona tan bien como en el disco, solo que esta vez le lo alargan más, y después viene un requinto, también más largo que en el álbum. James deja que la gente termine el título de la canción en cada coro. Impresionante, la energía que se siente es simplemente impresionante, y algo que no sentí en ningún otro concierto en el mismo estadio.

“So you’re tired already?” Pregunta James. “Do you have the album Death Magnetic? Do you like it? It’s OK if you don’t like it, ‘cause we are gonna do our best to make you like it.” Y luego se puso sentimental y melancólico “You helped us through tough times” y empiezan con “Broken, Beat & Scared” del ultimo disco. La gente de primera fila aparece en la pantalla, los fans hardcore que aparecen gritando y cantando la canción. Se alcanza a percibir el slam en diversas zonas de cancha.

Continúan con “The Judas Kiss”. Al menos no han tocado ninguno de los Loads o el St. Anger, pero insisto en que no son de las rolas más conocidas del último disco. Sigue el Slam en algunos puntos, pero la gente vuelve a mostrarse un poco fría y expectante, sobre todo porque se alarga un poco y a mi gusto, es de las más flojitas del disco.

Sin embargo, se rehacen por completo con la siguiente rola. Se escucha ruido de metralla y helicópteros, emulando una escena de guerra. Llamaradas de 4 metros salen de los costados del escenario (James, no aprendes? Jajaja), fuegos artificiales que rompen el cielo sobre el estadio, luces estroboscópicas, y la sensación de caos de la batalla ante un trillón de celulares y el público extasiado y boquiabierto. Entonces el ruido baja poco a poco hasta quedar en silencio, con una tenue iluminación azul, y suenan los arpegios de “One”. El público grita en éxtasis mientras el arpegio va progresando con la segunda guitarra en esa intro sublime. La rola va subiendo al igual que la respuesta de la gente, que corea de principio a fin. Una sola voz retumba, y Hetfield mira al público y sonríe de vez en vez al notar la reacción. No hay palabras realmente para describir la atmósfera creada durante la primera parte de “One” y los que hayan ido al concierto de ayer o hayan ido a otro concierto sabrán lo que les trato de decir. Cuando la canción explota en tras durante la parte media, con el brutal doble bombo de Ulrich, lásers y luces estroboscópicas encienden el escenario. Hacia el final, el solo es incendiario, nuevamente a dos guitarras (apenas ahora caigo en cómo logran el tritono del dialblo, esa es de las desventajas de no ver videos, jeje) y al mismo tiempo hay un solo de bajo, mientras Lars multiplica sus brazos para desbaratar su batería. Todo mundo aplaude y la ovación es larga, muy larga cuando acaba. Esta canción sin duda es la que se lleva la noche.

 Sin dar más tiempo a nada, empiezan con “Master Of Puppets”, y ese otro riff demoledor, con el que aprovechan la energía que ha dejado la rola anterior en la gente. Delirio total. Hetfield grita “Sing it Guadalajara!!!!” y la gente hace el coro, con todos los puños en alto. El solo a 2 guitarras como para levantarles un monumento, extienden la rola a placer, vuelven al riff inicial, luego James levanta el micrófono hacia el público y lo hace cantar. Cierra con las risas desquiciadas y el estadio se entrega por completo.

Lléndonos al Master empiezan “Battery”. Trash puro, implacable, con una batería tremenda. Rojos intensos dominan el escenario, la gente brinca, de nuevo se forman algunos grupos de Slam aquí y allá, se encienden las luces, la banda calla… James pregunta “Are you alive?”y Kirk hace uno de los solos más rápidos de la discografía de Metallica. Fuego a los lados del escenario, y termina igual de intempestivamente como empezó.

Inician una intro acústica y tranquila, haciendo algunos arreglitos muy monos, pero no identifico la rola. Después de unos instantes, el arreglo se convierte en el arpegio de… de… de “Nothing Else Matters” otra de las grandes esperadas de la noche! Tonos azules como cada que bajan la intensidad, el ambiente se vuelve más íntimo con ese arpegio cadente. Todos cantan. Hellboy y Hell Girl aparecen por instantes en las pantallas justo antes del coro, en el que otra vez la voz principal es opacada por el público. Luego la rola estalla con el segundo solo, mientras Hetfield se pone a jugar con el feedback de su guitarra y la cámara le hace un close up, tan cerca que se nota que la púa con la que toca trae la imagen del Death Magnetic.

Cuando el delay se difumina, inician con la poderisísisisisisisima intro de “Enter Sandman”, pirotecnia mientras el bombo de Lars retumba y suenan los guitarrazos. El 3 de Marzo tiembla, literalmente. Se siente la energía, mientras la canción va cobrando potencia y explota, y se vuelve en una avalancha en voz de 40,000 voces. El solo de wha wha suena delirante, y tras éste, Lars queda sólo con la batería para hacer el puente con la parte de los rezos. Wow! No se puede pedir más de Metallica. Cuando termina, James grita “Oh Yeah?!” repitiendo la pregunta varias veces subiendo los decibeles a cada respuesta de la gente y regresan con el riff inicial para generar un cierre masivo que hace que todo mundo se vuelva loco. “Gracias Guadalajara!!!” parece que se van a despedir.

 

La gente extasiada comienza a cantar “Oeeeee oe oe oeeeeeeeeee Metaaaa – Licaaaaaaaa”. La banda no sale del escenario, pero han dejado los instrumentos y esperan de pie los cuatro, disfrutando la reacción del publico. La gente aplaude y exige más, mientras ovaciona al mismo tiempo. “Oeeeee oe oe oeeeeeeee Metaaaa – Licaaaaaa”.

No pasa realmente mucho para que los cuatro regresen a sus posiciones e inicien “Breadfan” del Garage Inc. No es de mis favoritas, pero suena bien, y aprovechan para un solo de bajo, seguido de otro de batería. Los fans de hueso colorado del frente la corean y la banda se detiene para escucharlos. “So you got a lot of energy?” pregunta Hetfield después del puente más tranquilo, y tras la pregunta regresan al riff desquiciado de tras puro, jugando con la gente a través de las distintas intensidades de la rola.

1-2, 1-2-3-4! Un riff mortal. “Whiplash”? Si, regresan otra vez al disco debut. Sale en las pantallas un atoma de la luna llena. Dinamita pura con el riff. Otra vez se notan algunos slams en cancha. “Thank you so much Guadalajara”. Y hace otra gran pausa al frente del escenario, pero sin salir del mismo. Lars está de pie, encima de su batería. Kirk deja la guitarra y disfrutan de una toma de una niña de unos 8 años montada en los hombros de su padre. James la menciona: “It’s a great concert, Metallica Family is alive in Guadalajara!” y aprovecho también para mencionarlo; cuando mencioné de todas las edades, creo que solo faltarían los bebés (de poder quizá me hubiera llevado a Risp, que ya tiene un año dos meses). Pero es impresionante que hay una gran, gran cantidad de niños y adolescentes acompañados de sus padres. En la fila para entrar vi a un señor de unos 40 años que no tenía pinta en absoluto de metalero, sino más de ejecutivo de cuentas bancarias para Pymes o de director regional de fondos de retiro. El caso es que es alguien que en circunstancias normales no se habría parado ni por error a un concierto de unos trasheros, pero la circunstancia anormal tenía unos 12 años, playera negra de Metallica y una melenilla más larga de lo que quizá a su padre le gustaría. Ojalá cuando mi hijo crezca podamos ir juntos a los conciertos, y pueda tener esa paciencia de acompañarlo a ver a sus grupos favoritos aunque no me gusten a mi. Y como ese caso, muchos; niños más chicos, familias enteras con madres copetonas, gente ya mayor con sus playeras negras… de todo. Y eso es algo que no cualquier banda logra.

Al acabar la canción James insistió “You have the album “Kill ‘Em All?, for this song you only need to sing three words” y comenzaron con el apocalíptico riff de “Seek & Destroy”, que ya se anticipaba. Todos brincan, todos. Parece un Slam masivo y la cancha de nuevo da la impresión de ser un océano de cabezas con oleaje furioso. Y mientras saltan, todos cantan, no sólo el coro, sino toda la rola. “Seekaaaaaaaaaaaaaand, Seek and Destroy”. La reacción de la gente es inmensa, y sin duda esta rola es la que más reacción causa después de “One”. De hecho, para mi sorpresa, el álbum de la noche es el Kill ‘Em All… Quién lo hubiera imaginado? Se encienden las luces. La adrenalina aún está a todo. El tipo que está delante de mi lanza su cerveza a los de cancha. Robert gira como loco con todo y bajo, el estadio retumba: James hace que todos canten el coro final mientras salen llamaradas del extremo del escenario. Hay que estar ahí para sentir tal energía. Aún faltan rolas, será ahora sí todo?

Suenan de nuevo los “oé, oeé oeeeeee’s” James recorre una y otra vez el escenario, Kirk lanza púas y Lars sale un instante para regresar cargado de baquetas que lanza a las primeras filas. Algo de gente comienza a salir, pero la mayoría se queda en su lugar pidiendo más, aunque de manera tibia y diría que resignada. James hace que la gente lleve ritmo con las palmas y parece que renace la esperanza de otra rola, pero sólo llama la atención para despedirse “Thank You So Much Guadalajara”. A Robert le pasan un papelito y con un español más pocho y cortado que el de James dice “Viva Jalisco y viva la Perla Tapatía”. Lars también aprovecha para despedirse y promete “We’ll come soon again”. Mandan besos al público y salen.

Fue todo. Son las 11:20, lo cual indica que fueron más de 2 horas del mejor metal. La verdad que la gente sale satisfecha, sin sentirse defraudada, aunque si faltaron rolas, como las mencionadas del “Death Magnetic”, o a mi gusto infaltables “Unforgiven” o “Wherever I May Roam” o “And Justice For All” , o alguna instrumental como “Orion”. Pero no tengo queja realmente, fue todo un espectáculo de primera calidad que valió la pena desde el primer instante.

Set list del concierto de Metallica el 1º de Marzo del 2010, Estadio Tres de Marzo, Guadalajara:

 

Creeping Death

For Whom The Bell Tolls

Through The Never

The Four Horsemen

Fade To Black

That Was Just Your Life

The End Of The Line

Sad But True

Broken, Beat & Scared

The Judas Kiss

One

Master Of Puppets

Battery

Nothing Else Matters

Enter Sandman

Encore:

Breadfan (Budgie Cover)

Whiplash

Seek & Destroy

 

Para la salida decidí esperar un momento a que se desahogaran los accesos. Se inició otra vez la guerra a cervezazos entre los de abajo y los de arriba. Gritos como “pobres, pobres” de los de gradas a los de cancha arrancaron sonrisas. “se les va el camión” gritaban, a lo que los de canchas respondían “tu madre me trajo”. Algún incidente menor con la policía que ya se llevaba a un tipo de palcos, pero nada grave. Cuando creí que salía ileso (y seco) me alcanzó un líquido que quiero pensar que fue cerveza, y terminé empapado para redondear la anécdota. Hacía falta algo así en Guadalajara, conciertos de primer nivel que vinieran a refrescar el ambiente musical. Creo que a pesar de no ser fan hardcore de Metallica (aunque me gusta y aprecio mucha de su música), es una experiencia que se debe vivir y disfruté enormidades del concierto, terminando afónico además de empapado. Metallica en Guadalajara pagó la deuda que tenía con creces con el público tapatío, y fue un despliegue de poder a través del Rock que sólo tiene una palabra: Impresionante.

Corvan 

2/Mar/2010

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