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LIVE 1969 (The Velvet Underground, 1974)

Artista: Velvet Underground (D+)

Fecha de Grabación: Oct 19 de 1969

Fecha de Lanzamiento: Septiembre de 1974, USA

Discográfica: Mercury

Productor: Velvet Underground

Calificación: 9

                    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: La Psicodelia (1966-1969) 

Subgénero: Live Album

Mejor Canción: What Goes On o Sweet Jane

Canciones: CD I: 1) Waiting For My Man; 2) Lisa Says; 3) What Goes On; 4) Sweet Jane; 5) We're Gonna Have A Real Good Time Together; 6) Femme Fatale; 7) New Age; 8) Rock And Roll; 9) Beginning To See The Light; 10) Heroin;

CD II: 1) Ocean; 2) Pale Blue Eyes; 3) Heroin; 4) Some Kinda Love; 5) Over You; 6) Sweet Bonnie Brown/It's Just Too Much; 7) White Light/White Heat; 8) I Can't Stand It; 9) I'll Be Your Mirror.

Corre el mito que Velvet Underground era una aplanadora en vivo. Se le atribuye a Brian Eno haber dicho alguna vez “Pocos escucharon a The Velvet Underground durante su corta existencia, pero todos los que lo hicieron formaron una banda.” El Live 1969 es el mejor documento que prueba el impacto de VU en vivo. Se queda corto? Sí, el audio es fatal, con un sonido muy plano, ya no está Cale (lo cual no estoy seguro si es un pro o un contra), y supongo que se pierde parte de la intensidad que debieron transmitir en vivo. Pero aun así este disco, con todo y que el sonido es casi amateur, es un excepcional compilatorio de la banda, repasando sus mejores temas e incluso algunos que por esas fechas aún no habían sido lanzados. Algunos saldrían en el Loaded (“New Age”, “Rock & Roll” y “Sweet Jane”), otros formarían parte de la discografía en solitario de Reed (“Lisa Says” y “Ocean”) y otros sólo se pueden encontrar aquí ("We're Gonna Have a Real Good Time Together", "Over You" and "Sweet Bonnie Brown"/"It's Just Too Much").

Por otro lado podemos apreciar a Lou echándose la banda a los hombros, sin prejuicios. Por supuesto, ya estaba Doug Yule reemplazando a Cale, pero a pesar de que también es multiinstrumentalista y ayudaba en la voz, Doug no podía tocar la viola, y por supuesto, no era un maldito genio incomprendido como Cale. Aún están Sterling y Mo, pero básicamente Lou Reed está demostrando que no necesita a Cale, y ni siquiera a Nico para que sus canciones suenen endiabladamente bien.

Durante 1969, ya tras la salida de Cale, la VU había estado muy ocupada girando en USA y Canadá. Con pocos pero fieles fans, la banda recorría Norteamérica y de vez en cuando alguien les pedía permiso para grabarlos con aparatos caseros o amateurs, que dieron pie a numerosos bootlegs de muy mala calidad. El 19 de Octubre del ’69, en Dallas, un fan que era ingeniero de sonido les pidió permiso para grabar. Resulta que no llevaba la típica grabadora de reportero, sino que llevo equipo algo más sofisticado de 2 canales. En Noviembre tocaron en el club Matrix de San Francisco, donde había una grabadora profesional de 4 canales y aprovecharon para grabar también dicha presentación. Se mezclaron y se prensaron en acetato apenas algunas copias para la banda, pero no tenían previsto lanzar un disco en vivo ya que estaban trabajando en uno nuevo de estudio. Las cintas y discos se entelarañaron, la banda lanzó el Loaded en 1970, justo cuando se desmoronaba. La versión final del horrorizó a Reed por el cambio en las líneas de algunas de sus canciones (supuestamente autorizado por Yule), lo cual confirmó su salida de la banda y el inicio de su carrera en solitario. La VU sin Reed ni Cale tiene tanto sentido como imaginar unos Stones sin Mick ni Keith. Pero Doug Yule se hizo del control, terminaría grabando algunas rolas y una gira promoviendo el disco, hasta que Sterling Morrison y Mo Tucker también abandonaron el barco, y posteriormente Yule se quedaría solo (literalmente) y lanzaría el nefasto Squeeze aún bajo el nombre de Velvet Underground, cuyo fracaso épico llevó a que la banda, o el uso de su nombre, quedara sepultado por fin, listo para convertirse en leyenda.

Las cintas y acetatos quedaron guardando polvo hasta que en 1974 Steve Sesnick, quien fuera manager de la banda, encontró su copia e intentó hacer dinero con las cintas, alegando que él tenía el nombre del grupo ahora y podía hacer lo que quisiera. Alguien le avisó a Lou, quien ya había despegado con el Transformer y el Berlín, y se involucró hasta hacer desistir a Sesnick con la amenaza de una demanda apocalíptica y quedándose con la propiedad de las cintas junto con sus compañeros originales.

Las cintas fueron manejadas a través de Mercury, filial de RCA con la que Reed llevaba su carrera en solitario. Ahí hicieron lo que pudieron, seleccionaron las mejores tomas de las 2 noches, y Paul Nelson trató de depurarlas lo mejor posible. Una de las cintas estaba inservible y Nelson tuvo que tomar rolas directamente de los acetatos, por lo cual se oye en algunas rolas el “scratch” típico del vinyl.

Se oye muy poco público. Se llegó a bromear que la VU metía fans que se podían contar con los dedos de la mano, o que era más gente en la banda y el sonido que asistentes al concierto. No es para tanto, la VU tenía una creciente base de fans, digamos similar a la que mantenía Pink Floyd al otro lado del Atlántico. Lo cierto es que grabaron las fechas en los peores lugares, muy alejados de su base neoyorkina más abierta al Avant Garde. Pero sobre todo, en los conciertos a nadie se le ocurrió poner micrófono ambiental, apuntando al público, como normalmente se hace en los En Vivos para capturar el ambiente de la gente. Los pocos aplausos y gritos es lo que se alcanzó a meter por el micrófono de Lou o de los de batería de Mo, es decir, de los más entusiastas de la primera fila.

Por supuesto que sería mejor un disco con sonido limpio y depurado, pero creo que ese sonido sucio, borroso, con poco público (capturado) que da una sensación más íntima, le sienta bien al disco, y a lo que representa la banda. Pareciera que están palomeando muy despreocupados en la sala. La selección de temas es buena. El Live 1969 sirve de Greatest Hits ya que contiene los temas claves de la banda, los mejores. Combina bien temas cortos con los largos jams a los que estaba acostumbrados en la época de Cale. La mayoría funcionan, sobre todo en el primer disco, que creo que es superior. La VU arma muy bien el mood y luego simplemente se dedican a improvisar subiendo y bajando la intensidad para cautivar al público. El audio, insisto, no ayuda, pero imagino que en vivo el efecto debió ser tremendo, algo parecido a Floyd, música más enfocada a dejarte estupefacto y delirando en silencio, más que a hacerte brincar o bailar.

Por lo mismo, es un En Vivo difícil de reseñar, ya que la banda se centra más en crear ese mood, más que es resultar espectaculares o virtuosos. No tiene mucho sentido ahondar demasiado rola por rola, pero trataré de usar el mejor formato posible…

 

El disco arranca con Lou con un monólogo de minuto y medio, interactuando con el público en un tono grave y casi carente de emociones, preguntando si tienen prisa, si al día siguiente tienen escuela y preguntándole al público si quieren un set largo o dos largos, mientras de fondo se escuchan los instrumentos ansiosos por arrancar. Finalmente presenta “Waiting For My Man” y empieza el viaje. La versión que hacen es más pausada. Doug en vez de puntear el bajo, trata de hacer un riff que se despega por momentos. Los dos tonos no dan para mucho, pero el darle más serenidad hace la rola más disfrutable. Reed no suena con urgencia como en la versión de estudio, hace más inflexiones de voz y Morrison hace arreglos más country, que destacan más. Mo, con ese estilo desparpajado, también se nota más madura y agrega más fills. Hay un breve requinto que se entrelaza con las arañas de Sterling. Sigue siendo repetitiva, y por momentos se vuelve un jam, pero la banda se las ingenia para sumergirnos en esa especie de mantra. No sé si a ustedes les parezcan aburridos los 5:30 que dura la canción, pero a mi me resulta fascinante esa sensación de despreocupación y me parece que es como estar en la intimidad de un ensayo de la VU escuchando como hacen su magia, hasta que aceleran, aceleran, aceleran para cerrar a toda máquina. Aplausos tímidos. Ahhh, me recuerda tanto los ensayos de Moby Dick!

Luego está “Lisa Says”, más cruda, rápida y evidentemente sin los coros gospelianos de la versión del debut solista de Lou. El papel del piano lo toma aquí una guitarra que hace excelentes arreglos, a mi gusto dando una sensación más íntima y vibrante, junto con la magistral entonación de Reed. Básicamente es Reed con su voz quien nos envuelve, aumentando la intensidad, y con ese particular color de voz se las ingenia para sonar adolorido en partes y furioso en otras, mientras que en estudio suena más plano. Sin tener tantos arreglos como la versión de estudio, suena más honesta, más intensa, más llegadora, incluyendo esa rara sección media en la que pareciera que inserta de la nada un Music Hall que no tiene nada que ver con la melodía principal. Me gusta tanto esta versión que me atrevo a marcarla también como uno de los puntos fuertes. El hecho de que acabe de pronto, a media frase, con esa sensación de “inacabad”, también es parte de la magia en vivo.

La versión de “What Goes On” es soberbia. Se alargan casi 9 minutos, pero imprimiendo tremenda energía. Se siente incluso un poco más rápida que la versión de estudio. Lou Reed canta con descaro, y no se extraña el teclado psicodélico, aunque aquí no suena tan brillante. Pareciera un tren a toda marcha del que no se pueden despegar los ojos (o en este caso, los oídos). El aura optimista de la rola resulta contagiosa, y dan ganas de incorporarse al jam, o al menos cantar a todo pulmón el pegajoso estribillo “Let it be good, and do what you should, you know it'll work alright”, en el que Yule se incorpora a Reed. La rola se extiende y se extiende. No hacen nada prog, ni remotamente virtuoso, pero la banda envuelve, atrapa, maravilla la atmósfera, el tamboreo desaforado, el guitarreo loco, el teclado cuasieclesiástico/infantil y a la vez una sensación íntima. Insisto, pareciera que estamos en el cuarto de ensayo de la Velvet tomando una cerveza mientras disfrutan, y no se puede describir, sino que es necesario escucharla… creo que esa es la magia, que es evidente que se están divirtiendo, y contagian esa sensación. Pocas veces nos encontraremos con un jam de casi 9 minutos tan simple, pero tan bueno, y por ello hay un consenso casi universal en que esta es la mejor rola de los 2 discos.

Continuamos con “Sweet Jane” para continuar con el impresionante inicio del disco. Es una versión mucho más lenta, cruda y emotiva que la del Loaded. La guitarra remarca ese agridulce subeybaja y la atmósfera de la versión es totalmente nostálgica, a diferencia de la más festiva en estudio. Igual que la anterior, no es algo que se pueda describir, sino que se debe escuchar. Este estilo le sienta mucho mejor a las letras melancólicas, y me encanta como llega Lou al puente, casi al borde del llanto, mientras Yule hace estupendos arreglos de bajo. Luego los nanana´s con esa sensación desoladora de día lluvioso que después agregará a “Perfect Day”. Yo me quedo con esta versión, mil veces mejor que la del Loaded y el Rock 'n' Roll Animal, y en la que se basarían los Cawboy Junkies para hacer el magnífico cover que entraría en el Soundtrack de Natural Born Killers. Esta versión entraría en mi top ten de la VU.

“We're Gonna Have A Real Good Time Together” es un jam tonto, pero divertido. Repitiendo la misma figura, naranás sin sentido, la escalera de tonos una y otra vez. Casi dadaísta, casi absurda, pero se las ingenian para que suene bien. Es de los temas que no saldrían en estudio, pero que evidentemente levantaban el ánimo en los conciertos entre canciones más lentas y atmosféricas.

Continúan con “Femme Fatale”, cantada por Lou. Evidentemente suena mejor con la voz fría de Nico, pero no está nada mal esta versión, y logran quizá mejores crescendos en los que la banda le contesta a coro a Reed. Quizá un poco rápida, pero mantienen el tono íntimo, delicado. No hay arreglos de campanitas, pero Reed se las arregla por sí mismo, agregando who’s silbidos y ganchos que la alemana no agregaba. Me gusta en particular que no se limitaran ni cohibieran en este tipo de canciones simplemente porque no estaba la voz original. Esta vez no supera la de estudio, pero se agradece que la agregaran.

Después está “New Age”, en una versión más cruda que la del disco, en la que canta Yule, de forma más melosa y suave. Aquí Lou lleva el liderazgo vocal, en un tono más acusador, ya que originalmente estaba dedicada a su ex novia Shelly Albin. Yule le cambiaría las letras para su versión del Loaded, lo cual enfurecería a Reed. De cualquier forma, no me parece de las mejores rolas, muy lenta, sin esa tensión típica de las canciones de VU.

Enseguida llega “Rock & Roll”, que aparecería también en el Loaded. Lou canta aquí en un tono más limpio, y me gusta el guitarreo de esta versión, aunque se alarga demasiado en el jam final. La mayor diferencia entre las dos versiones es sin duda el beat. Mo estaba embarazada durante las grabaciones del Loaded y la labor de batería se repartió entre varios improvisados, que en estudio suenan como metrónomos, puntuales y todo, pero en esta versión en vivo se nota el estilo de Tucker, totalmente imprevisible.

Luego tenemos “Beginning To See The Light” más rápida que la versión original, sonando por momentos demasiado acelerada y agresiva. Lou ataca la guitarra casi con furia, mientras Morrison hace esos arpegios circulares muy monos. No cambia realmente demasiado, salvo en la tremenda velocidad y en que otra vez se alargan al final. Pero siguen contagiando la tremenda diversión que se montaban en el escenario.

Seguimos con una tremendísima versión de “Heroin”. Cierto, no hay violas distorsionadas, pero el aura que logran en vivo es abrumadora. Un mantra hipnótico con el suave arpegio, la otra guitarra goteando lentos acordes en tono de sitar. Mo golpeando los tambores de modo primitivo, y de la nada los crescendos que te dejan con la piel erizada. Son capaces de elevar la intensidad y bajarla a su antojo, creando verdaderas montañas rusas emocionales. Reed canta de esa forma... no se puede decir que sea fría y carente de emociones, pero es muy rara. Y nuevamente mención honorífica a Mo. Realmente no creo que nadie más en el universo hubiera encajado tan bien en la batería de Velvet Underground, y hay que seguirla aquí para darse cuenta de ello. El crescendo de la parte final es particularmente bueno. Realmente es una rola muy minimalista, pero cada uno hace precisamente las notas que deben en el momento adecuado, como una sola cabeza. “Heroin” es una rola épica, e imagino que en vivo debió ser una experiencia de otro planeta.

 

“Ocean” abre el disco 2. Esta canción saldría en el debut solitario de Lou. Mantiene el aura lenta y magnificente, aunque parece aún en construcción. Evidentemente no están los gongs ni la sensación aérea del principio, que Mo se afana en lograr con los platillos. Tampoco los espídicos arpegios de piano. En vivo es un poco más rápida, cruda por la mayor presencia de guitarras, pero igualmente enorme. Morrison hace un buen trabajo con los licks de guitarra graves, y de nuevo llevan la tensión al límite y en vez de reventar, empiezan desde cero. Me gusta la sensación majestuosa que logran aquí, más natural. Los clímax, el teclado sencillo pero efectivo de Yule. Quizá el único pero es que dura demasiado, pero con todo, creo que es de las mejores del segundo disco.

Después tenemos la melancolía de “Pale Blue Eyes” otra preciosa balada, de una delicadeza excepcional. Es muy cercana a la versión del disco epónimo, con las bellas armonías en los estribillos, Mo tocando simplemente el pandero, el agudo y precioso requinto, la melodía de antología, y en esta ocasión no se alargan demasiado. Notan como la banda va alternando momentos intensísimos con pausas emocionales? Por ello sus conciertos eran épicos.

Luego llega una segunda versión de “Heroin” con un inicio ligeramente distinto, y un poco más corta. Sin dejar de ser buena, me parece que la que cierra el disco 1 es más intensa y mejor lograda. Ésta es más lenta, más perezosa y los clímax no son tan explosivos. Quizá hubiera sido mejor dejarla también al final del segundo disco… Es de todos sabido que el público los obligaba a repetirla como Encore.

Enseguida está “Some Kinda Love” después de una introducción de Lou. Mantiene el aura de la versión de estudio, con ese divertido chugga-chugga, y el riff repetitivo, aunque aquí no es tan cristalino. No es mala, pero no es de los mejores momentos.

“Over You” es un lindo temita, al parecer también en construcción y que nunca se lanzó en estudio. Mantiene esa simplicidad velvetundergroundesca, tiene un requinto simple y muy mono, y definitivamente tenía potencial para mejorarla muchísimo. En esta versión suena muy cruda, simple, y arcaica, aunque no sin encanto.

Después tenemos un medley, también inédito. “Sweet Bonnie Brown/It's Just Too Much”, un rockanrolito a la Berry, muy alegre y simpatico. Se termina alargando, pero es divertido y contagian la buena vibra. Hasta uno se puede imaginar a la gente bailando mientras hacen las escalas, Yule va con el bajo a toda marcha y Reed incluso canta impostando la voz a la Jerry Lee Lewis.

“White Light/White Heat” es el único tema que interpretan de tal disco. Por obvias razones. Un poco más rápida, con el bajo de Doug dominando. Esta versión es más “limpia” y melódica que la de estudio, y me gusta más, aunque también la convierten en un enorme Jam sin mucho sentido y se termina volviendo repetitiva, con solos disonantes y experimentales que recuerdan a Cale.

Se siguen con “I Can't Stand It”, otro tema en el que Yule se luce al bajo. No es que sea un virtuoso, pero hace buenas líneas, y la banda alcanza un buen Groove en el palomeo de la sección media. Un tema raro, en el que suenan más psicodélicos que experimentales, con un toque Jeffersoniano, pero que igualmente tenía mucho potencial para pulir.

Cierran con “I’ll Be Your Mirror”, cantada por Yule? No sé, es la canción con peor audio, y la voz queda en un tono muy grave, por lo que no estoy seguro, pero no me suena a Reed. Es de aplaudir que no tengan miedo a tocarla en vivo sin una voz femenina, pero a diferencia de “Femme Fatale”, esta vez si se extraña enormidades a Nico. No sé si debieron subirla un poco de tono, pero no suena bien, y parece un cierre flojo. Insisto en que hubiera sido mejor acabar con la segunda toma de “Heroin”, pero la secuencia en el disco no necesariamente era la misma que en concierto.

 

En fin. A pesar de las deficiencias de audio, esta es de las mejores muestras de lo que Velvet Underground era capaz de hacer en un escenario. No son virtuosos, pero logran enganchar, contagiar emociones, crear moods, manejar tensión a su antojo.  Y sobre todo, se nota que se están divirtiendo y disfrutando en lo que hacen, mientras otras bandas suenan muy solemnes mientras graban un en vivo, muy preocupadas por cómo sonarán. Ésta es una oda al desparpajo, y por ello es tan bueno. Además es un excepcional recopilatorio. Creo que sólo faltaría “Oh Sweet Nuthin” y "Venus in Furs" para dar un gran repaso a la discografía de la VU. Qué es lo que hace de este concierto algo mítico? No lo sé. Francamente. Es muy sencillo, nadie de la banda puede ser considerado un virtuoso. La mayoría de los temas son muy simples, dos o tres tonos que se repiten una y otra vez y se extienden en jams. Ahí reside la genialidad de Lou Reed, y por ello pasó a la historia como un gigante mucho antes de su muerte. Hacía canciones muy sencillas, pero resonantes, llenas de genialidad, y que a fin de cuentas, nadie más era capaz de hacer, y aún hoy en día nadie puede copiar…

 

Sirva de un retrasado pero merecido homenaje al gran Lou Reed. (Marzo 2, 1942 – Octubre 27, 2013)

Por Corvan 

5/Nov/2013

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