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THE ROLLING STONES (The Rolling Stones, 1964)

Artista: The Rolling Stones (A)

Año de grabación: 3-25 Feb 1964
Fecha de Lanzamiento: 16 de Abril de 1964, Reino Unido
Discográfica: DECCA
Productor: Andrew Loog Oldham y Eric Easton
Calificación: 8.5

Era: Rock & Roll II, Early Sixties (1960-1966)

Subgénero: La Invasión Inglesa 

Mejor Canción: I Just Want To Make Love To You o I’m A King Bee

1) Not Fade Away; 2) (Get Your Kicks On) Route 66; 3) I Just Want To Make Love To You; 4) Honest I Do; 5) Now I've Got A Witness; 6) Little By Little; 7) I'm A King Bee; 8) Carol; 9) Tell Me (You're Coming Back); 10) Can I Get A Witness; 11) You Can Make It If You Try; 12) Walking The Dog.

 

Imagínense que están a inicios de 1964 en Estados Unidos. Es una época en el que los autobuses tenían una zona para negros (al fondo) y otra para blancos. El racismo aún era cosa corriente y los derechos de los negros apenas hacían tímidamente sus pininos, bajo riesgo de terminar tatemados bajo el yugo del Ku Kux Klan. Pues bueno, imaginémonos estar viviendo en esta época y que un negro se atreviera a sentarse en el “lado blanco” del camión. Qué escándalo en una sociedad tan puritana, delicada y conservadora de las buenas costumbres! Lo menos, habría que colgar públicamente al atrevido! No? Ahora imagínense lo contrario: un chico blanco que se quita toda la pena y se va a sentar al fondo del autobús junto a todos sus camaradas negros… BLASFEMIA!!! También lo colgarían del primer palo que se atravesara? Mejor aún: en vez de un chico pongamos 5, en vez de Estados Unidos pongamos el Reino Unido y en vez de un camión pongamos el Rythm and Blues. El resultado es England’s Newest Hitmakers, el álbum debut de los Rolling Stones.

Poco más de un año antes del lanzamiento de este disco, los ejecutivos de Decca le habían dado una patada en el trasero a Los Beatles argumentando que los grupos de rock estaban acabados. Pues bien, después de 2 discos en el primer lugar de los charts británicos y quién sabe cuántos singles #1 que lograron colocar los “acabados” liverpoolianos bajo el sello EMI, los de Decca seguían sin poder perdonarse tan gran error. Por eso, y sólo por eso los Rolling Stones tuvieron su oportunidad con un sonido radicalmente más crudo y purista que el de los Beatles. Los ejecutivos de Decca estaban desesperados por colocar un contrapeso que enmendara su error, y los Stones no los defraudaron a pesar de que, de hecho, eran un riesgo mucho más grande que los Beatles.

Así pues, los Rolling tuvieron mucha mayor libertad al seleccionar e interpretar los temas del disco que los Beatles con su disco debut. Incluso, el sonido del LP, incluyendo la producción, no dista mucho del sonido que debieron tener en los tugurios y bares de Londres donde se presentaba el quinteto. El disco huele a whisky, a cigarro, a antro de las afueras donde se reúnen los negros a emborracharse y reírse del mundo como sólo ellos saben. Hoy día un disco de Blues o Rythm &Blues hecho por blancos es de lo más normal, pero en esas fechas era prohibitivo, como subirse hasta el fondo de un camión, en la zona reservada para los negros. La producción ayuda a crear estas atmósferas. El sonido resulta hueco, cavernoso, denso. Parece que sólo faltaran los aplausos al final de las canciones y los ruidos de los hielos en los vasos para ser una toma directa del bar. Y no digo esto como demérito, todo lo contrario. La atmósfera en general resulta fascinante y redondea el trabajo musical de las próximas Satánicas Majestades. El sonido en general, pues, resulta lo más agresivo que se había escuchado hasta el momento por un músico blanco. Los Stones estaban nutridos mucho más por el blues mas puro del Delta y de Chicago que del Rock & Roll. Pero sus interpretaciones, sin dejar de lado la raíz del blues, están aderezadas por más poder de la guitarra eléctrica, más fiereza en los solos, bajo eléctrico reemplazando el contrabajo de los blueseros, una batería jazzera pero que sabe ser salvaje cuando se necesita, y una voz desgarbada y sin complejos, fresca pero sin desentonar con la canción. Todo esto da como resultado un sonido más fuerte y potente que los originales. Los Stones estaban básicamente haciendo covers, pero no interpretándolos igual, sino rehaciéndolos totalmente. Al no haber precedentes, podían hacer lo que quisieran.

 

El disco abre con "Not Fade Away", un R&B de ritmo trepidante en el que la armónica va contestando a cada verso que canta Jagger, primero tímidamente, luego con mayor soltura. La rola en sí no tiene mucho chiste salvo este diálogo entre armónica y voz, que después es sustituida por guitarrazos en lo que podríamos llamar el “solo”. Originalmente esta obra fue hecha famosa por Buddy Holly. Si bien los Stones no la colocaron en el subconsciente colectivo como obra suya, como por ejemplo los Beatles con Twist & Shout, si lograron cambiarla de pies a cabeza, quitándole el estilo mojigato de Holly y convirtiéndola en una canción casi casi peligrosa en comparación de la original.


Viene luego "(Get Your Kicks On) Route 66", un rockanrolito más del estilo de Keith Richard, donde éste de destaca con los arreglos de guitarra a lo largo y ancho de la canción y en un trepidante solo donde no sobra ni falta una sola nota. Keith hace gala de su incipiente virtuosismo haciendo arreglos rápidos, feroces y precisos. Aunque el ritmo no es de huracán, los constantes arreglos dan una sensación de vértigo y velocidad, y cuando uno menos piensa, ya se fueron volando los 2:15 y uno se queda con ganas de escuchar.

Pero sin darnos un respiro, los Stones continúan con "I Just Want To Make Love To You", otro R&B trepidante, rápido, incisivo, con múltiples diálogos entre guitarra, voz y armónica. Aquí Mick se lleva las palmas con esa voz desgarrada, dando un toque “sucio” a las vocales sin pretender ni tantito sonar negro. Hay que resaltarlo: Mick crea un estilo propio al cantar, que no deja de sonar a blues en cada nota, pero no pretende sonar a alguien más, no copia ni imita. Estos años son los mejores de Mick como vocalista, sobre todo para el Blues. En los 70’s tratará de tener un sonido más negro y el resultado será catastrófico. Aquí luce fresco, sincero y original, sin dejar de interpretar el género de manera impecable. Esta canción además rompió esquemas por el contenido. Está de más decir que la censura fue inmediata, y que fue una decisión muy arriesgada incluirla en un disco debut, pero lo cierto es que les funcionó, ya que entre más la aborrecían los padres y las buenas conciencias, más le fascinaba a los jóvenes. Actualmente estas letras son pan de cada día, pero el mero título en 1964 fue cosa de escándalo y toda una revolución en la industria musical. Definitivamente la canción más peligrosa del disco, y quizá de ese año, tanto por las letras como por el endemoniado ritmazo. Resume el espíritu de los Stones durante esa primera etapa.

Posteriormente bajan el ritmo con "Honest I Do", un blues lento y cadencioso, donde Brian Jones hace constantes arreglos arpegiados con su guitarra, pero suenan muy repetitivos y carentes de imaginación. Francamente me parece uno de los puntos débiles del disco. Mick tiene una voz salvaje y expresiva para interpretar temas rápidos, pero los temas lentos de blues aún tardará un poco en dominarlos por completo. Ni siquiera la armónica logra hacer un arreglo fuerte que salve la canción.

 

Llega a continuación "Now I’ve Got a Witness", con una intro totalmente deliciosa gracias a unos teclados que suena a una Green Onion acelerada. Un teclado alucinante, la armónica que no deja de hacer adornos y un Mick que esta vez se conforma con tocar el pandero, ya que este es uno de los temas instrumentales de los Rolling. Por ahí del minuto y medio entra por fin la guitarra haciendo un solo rápido, punzante, lleno de colores y sin repetirse en absoluto. Después del solo resalta el sonido del bajo de Wayman. No es ue haga un solo de bajo propiamente, pero su volumen se eleva como preludio para terminar la canción en un fade out.

Después viene "Little by Little", un R&B de ritmo medio que casi es otro instrumental. Mick apenas tiene algunas líneas vocales, pero el fuerte de la canción otra vez es la impresionante instrumentación. Los Rolling demuestran que son una máquina perfectamente aceitada de hacer blues, donde cada instrumento tiene un papel único e imprescindible en el sonido total. Cada nota es perfecta, cada incursión y vaivén de la armónica es delicioso, el ritmo de la batería, aunque cambia poco, es preciso, y Charlie se atreve ya a hacer redobles sencillos pero efectivos que evocan sus gustos jazzeros. Buena canción en definitiva, como para escuchar a gusto al fondo del bar con un whiskey en la derecha y un cigarro en la izquierda.

Viene a continuación una de las mejores canciones del disco. "I’m A King Bee", donde Brian Jones se lleva las palmas con esa interpretación del slide. Esta canción captura perfectamente el espíritu de los Rolling haciendo covers. Sin sonar demasiado diferente a la versión de Slim Harpo, aumentan ligeramente el tiempo y logran que el slide resalte mucho más en esta versión eliminando la sobreinstrumentación de la original, haciendo, con este pequeño detalle, que la canción suene más cruda y fresca a la vez. Los Stones demuestran de nuevo ser una máquina perfecta de blues, donde cada individuo aporta enormidades, pero donde la totalidad termina siendo mucho más que la suma de sus partes. Particularmente me encanta la parte media en que Brian hace una especie de zumbido evocando el sonido de la abeja.

El disco sigue con "Carol", un rock & roll donde Keith se lleva el papel protagónico esta vez. El ritmo es implacable desde la primera nota y esa intro bestial, que suena incluso potenciada en esta versión. Richard evidentemente se siente más cómodo con este tipo de temas, en los que tiene mayor dominio que Jones. Así, result impresionante como la guitarra responde a cada frase lanzada por Mick, siempre con arreglos distintos, diversos, llenos de color y frescura, con tremenda velocidad y sin errar una sola nota, un solo tiempo. La guitarra suena incluso más furiosa que la voz de Mick. Por canciones como esta y la anterior se entienden que el disco haya sido un completa trancazo en el Reino Unido y los haya lanzado de inmediato como la contraparte de los bien portados Beatles.

Después continúa "Tell Me (You’re Coming Back)", la única canción original del disco. Aunque no es uno de los clásicos de todos los tiempos de los Stones, hay que aceptar que es una buena canción, aunque curiosamente no es un R&B sino una balada melódica más cercana al pop. La canción está bien realizada, con una intro que rememora el sonido del clavicordio que tan de moda se pondría tres años después. La canción tiene buenos ganchos, un gran trabajo melódico y armónico, un coro bastante pegajoso, suenan por primera vez los coros… Es decir, componiendo, los Rolling suenan más a los Beatles que a sí mismos en este debut… Jajaja. La canción está bien hecha, y se puede decir que es linda. En cuanto a letras, Jagger y Richards tienen mucho por madurar, pero al menos es una canción de desamor y no una canción de amor empalagoso. Un buen debut como compositores a mi gusto… Pero ojo, sólo considerándolo debut: Vendrán cosas mejores y nos pondremos más exigentes.

Tras este corte pop, los Stones regresan al R&B con "Can I Get a Witness". Aquí Mick intenta acercarse un poco a la voz de los negros y el resultado no es muy bueno. Suena forzado en ocasiones. La canción en sí no da para mucho. Es repetitiva bajo un esquema de tres notas que se suceden constantemente. El piano es quien lleva la pauta y no hay siquiera un bien arreglo de guitarras que haga algo digno de mención.

 “You can Make it If You Try” sigue esta línea. Es un blues lento y ya hemos dicho que no le sientan del todo bien a Mick en esta etapa. Al menos el sonido del teclado es curioso y tiene más cambios que la canción anterior. En esta también aparecen algunos coros, que si bien no tienen nada que ver con el virtuosismo que en este aspecto manejaron los Beatles en su debut, dan al menos un soporte a Mick en esta canción desangelada.

El cierre del álbum corre por cuenta de "Walking The Dog", otro R&B semilento. Esta vez Mick hace un buen papel vocal. Se le puede casi ver haciéndole ojitos a la chica que intenta seducir al pasear el chucho. Esa actitud de “soy dueño del mundo y puedo hacer lo que quiera” me encanta en este corte, y posteriormente lo desarrollaría en otras canciones, hasta cruzar la raya y convertirse en divo. Pero por el momento esta actitud es más positiva que negativa en los resultados de los discos. La guitarra de Brian nuevamente es destacadísima, haciendo un slide más discreto, pero con una mayor cantidad de adornos y pequeños solos. Esta canción, además de muy bien lograda, es pura diversión y se resume en una palabra: Actitud. Lo que llevó a los Rolling Stones a ser la segunda banda más grande de la historia. Un cierre más que digno para un disco debut más que digno.

 

Este primer disco de los Rolling Stones merece las palmas, no cualquier banda llega con un producto tan bien logrado y que resuma tan bien su espíritu a la primera, ni siquiera los Beatles. Por lo pronto, el England’s Newest Hitmakers rompió muchas barreras que nadie se atrevía a cruzar. Está impregnado de un valemadrismo y quítensequeahilesvoy en la actitud y un profesionalismo en lo musical que mezclados suenan simplemente delicioso. Nunca hasta el momento había hecho nadie algo así: Música negra para gente blanca, letras descaradas, dominio de R&B y del Rock & Roll, y sobre todo, toneladas de eso que acabo de mencionar: Actitud. En su momento fue el disco más peligroso y dio paso a bandas con una actitud igual de desafiante como The Animals o The Who. Pasarían más de 4 años para que Zeppelin llegara con un debut más poderoso que este, pero esa ya es otra historia. 

Por Corvan

13/Jul/2008

Letras de El Traductor De Rock

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