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ERIC CLAPTON

“I don’t want to fade away

Give me one more day please…”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“C+”

 

Década Principal:

70’s

Eras Principales:

Rock & Roll II, Early Sixties (1960-1966)

La Psicodelia (1966-1969)

La Gran Transición (1970-1980+)

Miembros Clave:

Eric Clapton

Canciones Clave:

Layla, Tears in Heaven, Wonderful Tonight, Bell Bottom Blues, Let it Rain, Cocaine, After Midnight, All Your Love (w/Bluesbreakers), Why Does Love Got To Be So Sad?, Have You Ever Loved A Woman, In The Presence of the Lord (w/Blindfaith), Old Love, Double Crossin' Time (w/Bluesbreakers), Tell The Truth, I Shot The Sheriff, Rambling On My Mind, Let it Grow, Sign Language, Rollin' And Tumblin', Five Long Years, Groaning The Blue, Riding With The King, Travelin' Light, Blues Before Sunrise

 

Clapton is God, decía un grafitti de Londres en 1966…

Cuando se hace una lista de los mejores guitarristas de la historia, generalmente hay bastante polémica sobre si Page es mejor que Blackmore, o si Townshend es mejor que Gilmour, o si Harrison es mejor que Richards. El hacer ese tipo de listas acaba generalmente en derramamiento de sangre, pero casi todas coinciden en dos cosas: Una, que Jimi Hendrix es un ser excepcional fuera de este planeta que usa la guitarra como si fuera un tercer brazo, e invariablemente es quien ocupa el primer sitio. Y segundo, que Eric Clapton es un dios que le escolta apenas por un pelo.

La cuestión con Clapton es curiosa. Ocupa indudablemente un lugar en el Olimpo del Rock, pero actualmente la gente rara vez se molesta por escuchar su trabajo en solitario. Alguna vez llegué a pensar que si Slowhand hubiera muerto de una sobredosis de heroína (como de hecho estuvo a punto de suceder en más de una ocasión durante su época oscura entre el ‘70y ’73), su leyenda sería más grande. La cuestión es que, metafóricamente Eric Clapton SÍ murió durante ésa época. Y no, no es una teoría conspiracionista tipo Macca, sino que al salir del letargo de la heroína, renunciaría voluntariamente a ese rol de Guitar Hero que se había forjado con Cream. Lo que revolucionó en la música y en la guitarra, lo hizo mayormente hasta 1973, y después despreciaría ese rol, regresando a las bases del Blues, sin su wha, sin tanta distorsión, sin esos bombásticos solos. Se cansó de ser God para convertirse en una especie de purista del Blues que tanto adora. Y sí, se le acusaría de hacer canciones de Soft Rock, temas para amas de casa, pero dentro de ése catálogo de mitad de los 70’s y posterior tiene tremendas joyas. Se volvió más astuto, y de alguna forma, mucho más emotivo, aunque es cierto que tiene malos discos, sobre todo los de los 80’s, producidos por Phil Collins. En su época con Cream tenía una energía brutal, pero en su época purista podía transmitir muchas más emociones, desde el tremendo amor y delicadeza en “Old Love”, hasta la tristeza más absoluta con “Tears in Heaven”, que apenas la semana pasada fue votada como la canción más conmovedora de la historia en Classic Rock Magazine. Aprendió que en la música no cuenta tanto la velocidad, sino la calidad de las notas. Una frase de Jack Bruce que me gusta mucho es “Lo importante no es cuántas notas tocas, sino los silencios entre ellas”, y en este aspecto Eric pareció haberle aprendido mucho para volverse un maestro de los tiempos.

Otra cuestión con Clapton es el montón de mitos que le rodean, desde su incapacidad por mantener una banda por mucho tiempo, el famoso triángulo con George Harrison y su esposa Pattie Boyd, su autoexilio de 3 años en el que sumió en la heroína, su conocido alcoholismo, o la muerte de su hijo Connor, de la que muchos aún creen que estaba bajo su cuidado cuando ocurrió el accidente y que fue culpa de Eric al estar bajo el influjo de las drogas, lo cual es totalmente falso. Es además la única persona en estar por partida triple en el Salón de la Fama del Rock, con los Yardbirds, con Cream, y como solista.

 

Eric Patrick Clapton nació en el pueblo de Ripley, Surrey, Inglaterra, el 30 de marzo de 1945. En una familia de clase media, su madre Rose y su padre Jack se esforzaban porque no les faltara nada a él, su hermano Adrián y su hermana Patty, algo mayores que él. Su casa parecía estar llena de secretos, y conforme creció se dio cuenta de que muchos estaban relacionados con él. En la segunda página de su autobiografía, nos suelta sin más: “La verdad que finalmente descubrí era que mis padres, Rose y Jack Clapp, eran en realidad mis abuelos, que Adrián era mi tío, que  Patricia, una hija de Rose nacida de un matrimonio anterior, era mi auténtica madre, y que ésta me había dado el apellido Clapton”. La cuestión parece de novela: Su abuela Rose se casó con Reginald Cecil Clapton en 1927 y de este matrimonio tuvo a Adrián y Patricia Clapton. Sin embargo, Reginald murió de tisis en 1932, cuando Patricia tenía 3 años. Pasaron 10 años antes de que Rose se recuperara y comenzara a salir con Jack Clapp, con quien se casaría en 1942. Por estas épocas, como todos los pueblos de Inglaterra, Ripley se vio lleno de soldados americanos, y Patricia, de unos 15 años, tuvo una aventura con un soldado canadiense llamado Edward Fryer, que para colmo, estaba casado. El tipo, evidentemente, se desentendió del asunto, por lo que Rose y Jack le hicieron creer que era su hijo y que su madre era su hermana, y la semejanza de apellidos hizo el resto. Así que podemos imaginar el impacto de esto en un niño de 8 años, similar al de Lennon cuando lo obligaron a escoger entre su madre y su padre. Se convertiría en un niño retraído, y malo, a decir de él mismo. Tuvo problemas con cualquier tipo de autoridad, y era más bien flojo en la escuela. Su verdadera madre, Patricia, ya no vivía con ellos, sino que se había vuelto a casar con otro canadiense y había cruzado el Atlántico para vivir con él. Otro hecho que lo marcó fue encontrar una revista pornográfica, que lo impactó mucho. En realidad no entendía siquiera lo que estaba viendo, pero en clase le preguntó a una compañera una de las frases que leyó “Te apetece un polvo?”, sin saber siquiera lo que significaba. La chica tampoco entendió, pero le comentó a otra compañera en el recreo y se armó un borlote, que terminó con los abuelos-padres de Eric en la dirección y una disculpa de él al a chica. Ese episodio lo haría asociar la idea de sexo con castigo, y lo marcaría por mucho tiempo. Por lo demás, fue un chico relativamente normal, que le gustaba pescar con sus amigos, andar en bici y meterse en líos. Su herencia musical venía por parte de Rose. Su padre a quien Eric llamaba “El abuelo Mitchell”, tocaba el violín, y era un personaje importante en el pueblo. El violín del abuelo (en realidad, bisabuelo) fue el primer instrumento que tocó Eric, y sus padres pronto le regalaron uno para que aprendiera a dominarlo. En su casa además sonaba la radio todo el día, y escuchaba ópera, música clásica, rock & roll, jazz y pop, pero fue Chuck Berry quien lo hizo estremecerse la primera vez que lo escuchó.

En 1954, su madre Patricia llegó de visita y pasó una temporada con ellos. El día que llegó, cuando estaban reunidos todos a la hora de la cena, le soltó de repente “¿Puedo llamarte ahora mamá?” la tensión se hizo insoportable por un instante, hasta que ella le respondió que, después de todo lo que Rose y Jack habían hecho por él, debería seguir llamando a sus abuelos papá y mamá. “En ese instante sentí un rechazo absoluto” – Dice Eric. Esto lo terminó convirtiendo en un niño aún más hosco y huraño, y comenzó a tener reacciones crueles contra su familia y compañeros. En 1956 entró a la secundaria y descubrió a Elvis. Iba a casa de un amigo a escuchar discos de Rock & Roll, y pronto se compró su propio tocadiscos y empezó a hacerse de acetatos. En una presentación de Jerry Lee Lewis vio que el bajista traía un Fender Precision y se enamoró del instrumento, jurándose que algún día tendría uno parecido. A los 13 años cambió de escuela, a una que estaba en las afueras de Londres, por lo que podía darse el lujo de pasear por la gran ciudad. Ahí encontró más tiendas de discos, y cuando el skiffle se puso de moda, tiendas de instrumentos. Era 1959 y murió Buddy Holly, que era su héroe. “Muchos dicen que fue el día que el Rock & Roll murió, pero para mí ese día nació, porque me decidí dedicarme a ello”. De forma que estuvo machacando a Jack y a Rose hasta que le compraron una guitarra Hoyer de 2 libras. Era acústica, pero con cuerdas de acero, por lo que le costó dominarla, de manera autodidacta. Como no era de muy buena calidad, además tenía las cuerdas muy separadas del mástil, pero se aferró a ella hasta que logró dominarla. Poco después se compró otra guitarra, de mejor calidad, y se dio cuenta que le era mucho más fácil tocarla y que había adquirido bastante fuerza en los dedos por tratar de sacarle notas a la otra.  

A los 16 años entró al Kingston School of Arts y ya dominaba la guitarra, aunque él mismo dice que carecía de técnica, pero copiaba muy bien los estilos de otros. Así pues, comenzó a frecuentar pubs donde tocaban músicos de la escena Folk, los cuales a su vez lo remitieron a los maestros del Blues. Big Bill Broonzy se convirtió en si figura a seguir y se sintió alucinado la primera vez que pudo juntar tres cuerdas. Para entonces ya dominaba la técnica del clawhammer, y tras varios fracasos amorosos, se prendó de una chica y pensó que la mejor manera de conquistarla era emborrachándose. Está de más decir que como medio de cortejo, fue un fracaso, pero fueron sus primeros escarceos con el alcohol. Con él se sentía más seguro intentando conquistar chicas, pero también para tocar. Pronto empezó a ser invitado a tocar en los pubs, y dejó de ser un mero espectador para tocar temas de Sonny Terry, Brownie McGhee y Jimmy Reed, y posteriormente de Muddy Waters y Howlin’ Wolf. Comenzó a descubrir los trucos de los bluesmen para hacer sonar su guitarra como ellos lo hacían. Llegó el punto en que empezó a descuidar la escuela por la guitarra, y terminó siendo expulsado al terminar el primer año. Regresó a casa de sus abuelos y consiguió un trabajo de albañil. Mientras no trabajaba, tocaba guitarra. Su siguiente obsesión fue con el Blues eléctrico de B.B. King, Muddy Waters y el R&R de Chuck Berry, pero se desquició cuando fue a Londres a ver tocar a la Alexis Korner Blues Incorporated, la primer banda de R&B británica. Coincidió con la fecha en que su hermano menor le rompió sin querer el mástil de su Washburn, por lo que se empecinó en comprar una semiacústica que había visto en una tienda, igual a la de Alexis Korner. Finalmente ahorró y consiguió que sus abuelos le prestaran para completar las 10 libras que costaba. Era una Kay, una copia de la Gibson ES-335, y por lo mismo, tan dura de tocar como la primer Hoyer que tuvo. Con esta guitarra Eric descubrió cierta manía: tan pronto como la consiguió, dejó de desearla. Sería algo que se volvería frecuente el resto de su vida.

Por esas fechas descubrió al maestro de maestros, Robert Johnson, y se devanó los sesos tratando de sacar las intrincadas figuras. Su estilo era inalcanzable, pero el joven Eric podía pasarse 10 horas al hilo tratando de tocar los temas igual. “Sabía que nunca alcanzaría los niveles de los tipos originales, pero pensaba que si seguía intentándolo, algo saldría.” Cuando se cansó de intentar sonar como Johnson, siguió con John Lee Hooker, Muddy Waters y Freddy King. Poco a poco se fue dando cuenta de sus trucos, comenzó a descifrarlos y a captar que en ocasiones tocaban con el pulgar, bajaban el tono de alguna cuerda, o martilleaban. Más tarde, Clapton incorporaría todos esos sonidos a su propio estilo. El joven de 17 años, sin haber siquiera conectado su guitarra a un amplificador, se había convertido en el mejor guitarrista de toda Inglaterra.

En Enero de 1963 se unió a su primer banda de Blues, llamada The Roosters. Eric entraba para sustituir a un tipo llamado Brian Jones, que el mes siguiente fundaría los Rolling Stones. Ahí descubrió que su técnica a la  guitarra mejoraba mil veces en cuanto la conectaba al amplificador, ya que los sonidos eran más nítidos, más fáciles y fluidos. Dejó a todo mundo boquiabierto en su audición. Para su mala suerte, estalló la Beatlemanía en Inglaterra, y el sonido Mersey fue la moda del momento, dejando a las bandas de Blues en un olvido momentáneo, de forma que los Roosters ensayaban más de lo que tocaban realmente. La banda duró apenas 6 meses, y su última tocada fue en el Marquee el 25 de Julio. Sin embargo, le dio oportunidad de conocer a John Mayall, al sax Graham Bond, quien por entonces tocaba con un joven bajista llamado Jack Bruce y un altísimo baterista llamado Ginger Baker. También conocería por estas fechas a un chico de su edad llamado Jeff Beck. Posteriormente tocaría en Casey Jones and the Engineers, con quienes tuvo lo más parecido a su primer gira. Con esta banda tocaban Rock & Roll, pero mayormente temas pop, lo cual no gustaba a Eric, y terminó abandonando. Para entonces, Alexis Korner había abierto su propio club, el Ealing, mientras que Giorgio Gomelski había abierto el Crawdaddy, donde escuchó por primera vez a los Rolling Stones. En seguida se hizo amigo de Brian, Mick y Keith. Clapton estuvo la noche en que los Beatles fueron a ver a los Stones. Poco después los Rolling abandonarían la tutela de Gomelski para firmar como manager a Andrew Loog Oldham, que trabajaba con Brian Epstein. Gomelski no se recuperó del chasco, y enseguida buscó firmar con su otra banda estelar, los Yardbirds, que tocaban un R&B electrificado, con temas de todos los ídolos de Eric. El problema era que el guitarra solista, Anthony “Top” Topham, tenía solo 16 años, y sus padres no le dieron permiso de seguir tocando. Una noche Eric fue a una fiesta en la que Keith Relf tocaba con algún otro guitarrista y terminaron convirtiéndose en amigos. Cuando Top dejó la banda, la entrada de Clapton a los Yardbirds fue de lo más natural.

Con los Yardbirds grabaría apenas un puñado de temas, pero suficientes para consolidarlo como una estrella. Gomelski estaba empeñado en volverlos más famosos que los Stones y pronto les consiguió contrato con Columbia. Eric al fin ganaba dinero como músico y dejó el trabajo de albañil. Sus primeras grabaciones de sencillos en estudio lo dejaron decepcionado, ya que se perdía toda la intensidad en vivo. No era sólo con los Yardbirds, sino con casi todas las bandas, y por ello Eric presionó porque su primer LP fuera en vivo, siendo de alguna manera pioneros en este aspecto y quedando más satisfechos con el sonido que querían. Mientras las otras bandas tocaban temas de 3 minutos, Los Yardbirds solían extenderlas y duplicar ese tiempo. Eric tocaba con cuerdas muy delgadas para doblar las notas, por lo que generalmente rompía al menos una cuerda por concierto. En esa pausa, la gente comenzaba a aplaudir lentamente e iba acelerando. De ahí sacó la idea de Gomelski de apodarlo “Slowhand”. Durante 1964 dieron más de 200 conciertos y lograron subirse a la ola de la Invasión Británica, y hacia finales de año abrieron la parte europea de la gira de los Beatles. Ahí Eric se dio cuenta que, mientras sus fans iban a escucharlos, a los Beatles iban a verlos, y no les permitían escuchar nada de lo que tocaban. En esa gira comenzaría la amistad con ellos, sobre todo con George y Ringo, ya que Paul y John le parecían algo “estirados”. Finalmente ganaba lo suficiente para cumplirse su sueño de tener una Gibson ES-335 original, color cereza, que podía usar tanto para el Rock como para el Blues. A pesar del éxito de los Yardbirds y de que, relativamente en esas fechas eran más famosos que los Stones, Giorgio estaba encandilado con los Beatles y quería para su banda algo parecido, por lo que se obsesionó con aparecer en TV y obtener un #1. Clapton propuso “Your One and Only Man” de Ottis Redding, pero Paul Sammwell-Smith apareció con “For Your Love” de Graham Gouldman (futuro 10cc) y a todos les encantó, excepto a Eric, que la consideró demasiado pop. Esa sería la principal razón del desencanto de Clapton con los Yardbirds, que sintió que se estaban vendiendo. Tocó de mala gana en el single, y posteriormente Gomelski lo vio en su oficina y le dijo que si se quería ir, nadie se interpondría. No lo echaron, pero le dejaron ver que tenía las puertas abiertas. Desencantado y aburrido de los Yardbirds, tomó sus guitarras y se largó, no sin antes recomendar a su amigo Jeff Beck para suplirlo.

Regresó un tiempo a vivir con Rose y Jack, pero no duró demasiado. A través de contactos, John Mayall terminó llamándolo no después de mucho tiempo. Comenzaba apenas con los Bluesbreakers, que habían lanzado un disco de Blues y era la dirección precisa que Clapton hubiera querido para los Yardbirds. Los demás músicos eran excepcionales, la banda no buscaba los primeros planos y todo esto encantaba a Eric. En el verano del ’65 se unió a una banda de amigos llamada The Glands, que tuvo una gira europea en van que le sirvió de mucho fogueo. Al regresar a Inglaterra en Octubre de 1965, se enteró que su puesto en los Bluesbreakers había sido ocupado por Peter Green, que pronto fundaría Fleetwood Mac. Sin embargo, John Mayall lo aceptó de vuelta en la banda. Clapton celebró su cumpleaños 21 en 1966 con una celebración a lo grande. Se fumó una cajetilla entera a la vez esa noche (lo que le traería como consecuencia volverse fumador compulsivo, y diría que cuando la fiesta terminó, se sintió como un hombre maduro y experimentado, listo para lo que viniera.

Con los Bluesbreakers lanzaría el John Mayall & BluesBreakers with Eric Clapton. El hecho de que apareciera su nombre en mayúsculas era muestra del tamaño que había alcanzado en Inglaterra. El álbum fue un trancazo, y fue en esas fechas cuando apareció el grafitti en una pared del metro en Islington: Clapton is God, que aceptaría, le alcanzó a mover el piso a pesar de sus esfuerzos. Sin embargo, como todo alrededor de su vida, pronto se hartó de los Bluesbreakers.

Poco después Ginger Baker lo buscó para armar una nueva banda y Clapton puso como condición que Jack Bruce fuera el bajista. Bruce y Baker habían tenido problemas en una banda anterior, pero terminaron cediendo. Con Cream lanzó el Fresh Cream, uno de los mejores discos del ’66 y con el que tomaron al mundo por sorpresa con su virtuosismo y blues chisporroteante. En 1967 lanzarían el Disraeli Gears, un discazo. Para su mala fortuna, Hendix acababa de lanzar su Are You Experienced y la gente no quería escuchar otra cosa, lo cual los decepcionó bastante: “pensábamos que habíamos hecho el disco definitivo y al regresar a casa nos dimos cuenta que no le interesaba a nadie”. Sin embargo el álbum sería a la larga uno de los discos icónicos de su carrera, de los 60’s y del Blues-Rock en general. En 1968 lanzaron el álbum doble Wheels of Fire, con material inédito en un disco y versiones en vivo en el otro. Cream se había vuelto famoso más que nada por sus descomunales conciertos, en los que alargaban las canciones con tremendos jams, y el álbum intentaba reflejar ese poder. Desgraciadamente en esa gira la banda colapsó: “La frenética gira por Estados Unidos fue el principio del fin de Cream, ya que una vez que empezamos a trabajar con tal intensidad, resultó imposible mantener la música a flote y comenzamos a hundirnos. Todo mundo piensa que el final de Cream vino por la lucha de nuestras personalidades. Era cierto que Jack y Ginger habían andado siempre como perros y gatos, pero eso no cubría mas que una pequeña parte de todo el cuadro.” Cuando escuchó el primer disco de The Band, su desencanto con Cream creció.

Por esas fechas, George Harrison le llamó para que fuera a una de las sesiones del álbum que grababan los Beatles. Se habían hecho buenos amigos y con frecuencia iba uno a palomear a casa del otro. Eric pensó que iba como mero espectador, pero Harrison le pidió que tocara en uno de sus temas, lo que lo tomó por sorpresa, porque ni siquiera llevaba su guitarra. Finalmente, tocó una extraordinaria guitarra en una sola toma en “While My Guitarr Gently Weeps”, apareciendo acreditado como “L’angelo Misteriosso” para evitar problemas con las distintas disqueras.

Cream tocó sus últimos conciertos en el Royal Albert Hall el 26 de Noviembre de 1968. Se grabaron discos para poder cumplir con el contrato, pero todos estaban tan ansiosos por terminar de una vez que las dos placas del Goodbye Cream se quedan muy lejos del verdadero poder del trío. Al final del segundo concierto no hubo discursos, ni despedidas ni abrazos, simplemente cada uno se marchó por su lado. Por estas fechas, Eric no sólo consumía hachís, sino LSD, Mandrax y coca, además de cantidades fuertes de alcohol.

Poco después participó en el Rock & Roll Circus de los Stones, como guitarrista de la improvisada banda Dirty Mac. A inicios de 1969 se compró la mansión Hurtwood, una casa victoriana en las afueras de Londres que le fascinó, y que quedaba relativamente cerca de Frair Park, la casa de Harrison. Por primera vez en la vida tuvo un hogar propio, ya que había estado deambulando en casas de amigos o compartiendo rentas. El hecho le significó tanto, que escribió su primer canción enteramente solo (antes siempre había tenido ayuda), el precioso tema “Presence of the Lord”. Siendo casi vecino de George, se frecuentaban casi a diario (en el jardín de Hurtwood George compondría “Here Comes The Sun”), y se dio cuenta de algo terrible: se estaba enamorando estúpidamente de su esposa, Pattie Boyd. Eso lo llevó a romper con su novia Charlotte, con la que llevaba casi 10 años.

Por entonces, sin un proyecto fijo, comenzó a beber más en la soledad de Hurtwood e invitaba a Steve Winwood, de Traffic, a palomear en su flamante estudio casero. Ginger Baker llegó un día de improviso: “Sé lo que están haciendo” Rugió, y bajó su kit de batería. Eric no quería en absoluto una nueva superbanda, pero de repente se vio nuevamente en la parafernalia, con Ric Grech, de Family, en el bajo completando el cuarteto. La banda sólo duraría unos 6 meses y lanzaría un único disco. “La responsabilidad fue toda mía y sólo se debió a una cosa: a la par que crecía mi desencanto con lo que hacíamos, me sentía más y más fascinado por nuestro grupo telonero, Delaney & Bonnie. Era una banda de rock sureño con mezclas de blues y jazz donde todo mundo improvisaba y parecían divertirse horrores. Eric mandaría al diablo a Blind Faith para unirse a la gira de Delaney & Bonnie por un tiempo, donde empezó a cuajar la idea de su primer disco solista.

En 1970 lanzó su primer disco solista, titulado Eric Clapton, en el que por fin asumió la exigencia de los fans de convertirse en frontman y cantar los temas. En el disco usó a los músicos de The Bramletts y a una serie de figuras (incluyendo a Leon Russell y Stephen Stills). El álbum incluía dos temas compuestos por The Bramletts (“Bottle Of Red Wine” y “Let It Rain”), además de una versión de la canción de J.J. Cale “After Midnight” Además, en ese año Clapton se mantendría ocupado con un montón de colaboraciones: participó en el álbum All Things Must Pass de George Harrison y con otros artistas como Dr. John, Leon Russell, Plastic Ono Band, Billy Preston y Ringo Starr.

Tras el lanzamiento del disco agarró valor para confesarle a Pattie lo que sentía. Le llamó por teléfono y le dijo que no estaba enamorado de Paula (hermana de Pattie con la que había estado saliendo) sino de ella. Pattie no tuvo una reacción histérica como lo hubiera esperado, sino que lo invitó a platicar en persona y aunque le dijo que era imposible por George, se besaron. Eso fue más que suficiente para desquiciar a Clapton, que nunca perdería esperanzas. De hecho, regresó tan eufórico que volcó de regreso su Ferrari Dino. Clapton había comenzado a comprar autos de lujo aún antes de aprender a conducir, en 1969, y tendría varios accidentes de los que escapó por un pelo. Poco después se la encontraría de manera casual y “colisionarían de una forma en la que no había vuelta atrás”. Días después se topó con George en una fiesta y le confesó “Estoy enamorado de tu esposa”. Iniciarían así una relación semiclandestina, en el que ella se negaba a abandonar a George aunque los problemas en su matrimonio eran evidentes.

Posteriormente, queriendo repetir la grata experiencia que tuvo en la gira con Delaney & Bonnie, reclutó a varios de los músicos de la banda Bobby Whitlock (teclados y voces), Carl Radle (bajo) y Jim Gordon (batería). El grupo se llamaría Del (uno de los sobrenombres de Eric) and the Dominos, pero en su primer concierto el presentador borracho no atinó a pronunciarlo bien y los presentó como Derek And The Dominos y se les quedó. Clapton no quería de cualquier forma que su nombre apareciera en el de la banda. Hicieron una gira por Reino Unido tocando en lugares pequeños donde nadie los conocía, y posteriormente se dedicaron a cruzar USA de igual manera. Fue una etapa muy creativa para Clapton donde se destapó como autor. Surgieron los temas “Layla”, una historia hindú que veladamente habla de su relación con Pattie, y “Bell Bottom Blues”, en referencia a unos jeans a la cadera que ella usaba y lo volvían loco. En Florida, en los Studios Criteria, Derek And The Dominos comenzaron la grabación de su primer disco, pero Clapton sentía que algo no cuajaba. El productor del álbum, Tom Dowd, los invitó a un concierto de los Allman Brothers que tocaban esa noche, y Eric se alucinó con su presentación. Se volvería amigo del alma de Duane casi de inmediato, y éste aceptó colaborar en el disco. “Era como el hermano musical que nunca había tenido. Por desgracia para mí, él ya tenía una familia, pero fue bueno mientras duró”. Los Dominos regresaron a Europa y siguieron actuando, pero cuando se lanzó el disco, a pesar de las buenas críticas, vendió poco, debido a que no venía el nombre de Eric en él, y se había desentendido de la prensa y la promoción. Al final Robert Stigwood lo convenció de una campaña de prensa que decía “Eric es Derek”, pero Eric perdería la ilusión por los Dominos durante la segunda gira de la banda por USA. En esa gira, Eric probaría por primera vez la heroína. La banda estaba tan inmersa en las adicciones y el alcohol, que incluso Ahmet Ertegun, presidente de Atlantic fue a hablar con él para tratar de ayudarlo. El Layla and Other Assorted Love Songs sería el pináculo de su carrera, a pesar de que no comenzó a vender bien sino hasta 1972.

El 18 de Septiembre de 1970 murió Jimi Hendrix, y Eric se deprimió bastante, ya que eran buenos amigos, y solían juntarse en Nueva York para tocar de improviso en pequeños clubes. Seis semanas después, estando en plena gira con los Dominos en USA, Stigwood le llamó para avisarle que su padre-abuelo Jack tenía cáncer. De alguna forma Eric se sintió culpable por ello. Y Finalmente, el coctel al infierno lo completaría Pattie. Clapton había pensado que al presentarle la colección de temas que le escribió en el Layla, caería al fin a sus pies, y evidentemente no fue así. La chantajeó diciendo que si no se iba a vivir con él, se haría adicto a la heroína, aunque en realidad ya llevaba semanas consumiéndola a diario. Ella simplemente sonrió y se fue. Pasarían años antes de volver a verla.

Lo que sigue es una espiral autodestructiva que duró 3 años. Lentamente dejó de ver a sus amigos, y se dio cuenta de que “podría estar en un problema” cuando prometió visitar a su madre, pero se encontraba demasiado drogado para conducir. Dejó de hacer giras y se recluyó en Hurtwood. La heroína que consumía era especialmente potente, ya que le tenía miedo a las agujas y era de un tipo inhalado. Su carrera la dejó enteramente de lado, solo con paréntesis como su aparición en el "Concierto por Bangladesh" en agosto de 1971, donde se desmayó en el escenario, fue reanimado, y continuó tocando. Cuando sus amigos preocupados iban a Hurtwood para tratar de ayudarlo, él se encerraba en el piso de arriba y fingía que no estaba. Esos 3 años los pasó con su novia Alice, a quien básicamente usaba sólo para que le llevara la droga. En enero de 1973, Pete Townshend y el padre de Alice armaron un plan para ayudarle: Se trataba de organizar un concierto en el "Rainbow Theatre" para ayudarle a volver a la escena musical. El Rainbow Concert contó también con la colaboración de Ron Wood, Steve Winwood y varios amigos. Aunque después sería laureado por la crítica, Eric diría que estaba en pésima forma. El concierto se grabó y después de que Stigwood le dijera que los costos de su adicición lo estaban llevando a la ruina y que si no tendía algún ingreso, pronto tendría que empezar a vender cosas, se editó y publicó bajo el nombre de Eric Clapton's Rainbow Concert. Gracias a la ayuda de Townshend y a la presión de su suegro, que no vio más remedio de amenazarlo con denunciarlo a la policía si no paraba lo que se estaba haciendo (a él y a su hija), Eric entró una terapia de acupuntura eléctrica y dejó el consumo de heroína a finales de 1973.

La desintoxicación de heroína fue medio traumática ya que además le desencadenó un montón de sentimientos que traía guardados desde la niñez. Logró desengancharse, pero se quedó solo y sin supervisión, lo mandaron a una granja a trabajar para volverse a poner en forma, por lo que reemplazó la heroína por el alcohol. De cualquier forma, el cambio fue para bien, y todo mundo se alegró de su recuperación. Stigwood le preguntó un día “Qué quieres hacer? Porque yo tengo algunas ideas” – “Bueno, quizá grabar un disco” – Perfecto, porque ya tengo el estudio alquilado en Miami. Así, armó una nueva banda y se fueron a la casa que rentaron en Miami, en el 461 Ocean Boulvard. En esa casa se gestó la transformación de God A Slowhand. Eric decidió que estaba harto del Rock potente y distorsionado y guió el disco en la dirección de un Blues más sutil y clásico, en su mayoría covers. Uno de ellos en particular fue sorpresivo, al ser un tema del disco Burnin’ de Bob Marley, “I Shot the Sheriff”. Al principio Clapton ni siquiera quería incluirlo, al decir que “fuera lo que fuera que habían hecho, no era Reggae”. Sin embargo el tema sería la punta de lanza del disco, el que reviviría la carrera de Clapton y le daría el puntillazo a la de Marley. Tras la grabación, volvió a ver a Pattie y le volvió a proponer que se fuera a vivir con él. Esta vez ella no le dijo que sí, pero tampoco le dijo que no. Su consumo de alcohol fue creciendo, al grado de dar un concierto entero tirado en el piso, con el micro a un lado. “Nadie se inmutó, probablemente porque el público estaba tan borracho como yo. A esas alturas de los 70’s, lo menos que se esperaba de un músico es que se subiera al escenario como una cuba”. Durante esa gira del Ocean Boulvard, se enteró de que Pattie se había separado de George y estaba viviendo en L.A. con su hermana. La llamó y ella aceptó ir al concierto.

Pronto se volvieron pareja. Clapton la llamaba “Nell” porque sentía que si la llamaba Pattie se seguía refiriéndose a la esposa de uno de sus mejores amigos. Ella los siguió durante parte de la gira de 1974 y posteriormente se mudaría a Hurtwood con Eric. Clapton dice que nunca fue el idilio que todo mundo supone. Eric se fue sumiendo más y más en el alcohol, al grado que se “desayunaba” 3 whiskies antes de probar bocado. Pero ambos disfrutaban de los amigos y las fiestas y juntos eran muy divertidos. Se casaron hasta 1979. En el inter, Eric lanzó el There’s One In Every Crowd que confirmó la tendencia más minimalista y purista, pero que no entró al Top Ten. De la gira, extrajo el en vivo E.C. Was Here. En 1976 lanzó el No Reason To Cry, con la ansiada colaboración de Bob Dylan y The Band. El siguiente año lanzó el Slowhand, que tuvo buenas críticas y ventas, y en la que venía la canción “Wonderful Tonight” también dedicada a Pattie. Sin embargo, su origen es menos romántico de lo que parece, al ser escrita una noche en el tenían una fiesta y al parecer ella se probó todo su guardarropa. Eric, desesperado, tomó la guitarra y le dio tiempo para componer una canción entera en lo que ella decidía su indumentaria. Es una canción bellísima, pero en el fondo daba muestra de la fractura que había entre ellos desde el principio. “De alguna forma, Pattie terminó convirtiéndose en mi madre. Me perdía en el alcohol y ella simplemente cuidaba que no hiciera algo demasiado estúpido”. Bueno, si me preguntan, la cosa viene desde el nombre de ambas…

El Backless del ’78 significaría otro retroceso en ventas. Para su boda con Pattie, en 1979, se reuniría la crema y nata del Rock: Jeff Beck, Bill Wayman, Mick Jagger, Jack Bruce, Denny Laine. También estuvieron 3 de los 4 Beatles, y no, el único que faltó no fue George, que no se perdió de la boda de su ex, sino John. Lennon le llamó después para decirle que habría ido de haber sido invitado. Clapton jamás supo qué pasó con la invitación, pero se perdió la última oportunidad de ver a los Fab Four reunidos.

En los 80’s seguiría lanzando discos. Pero su problema con el alcohol se fue haciendo más grave, hasta que en 1982 murió uno de sus amigos de la infancia por cirrosis. Decidió dejar el alcohol, pero al hacerlo de golpe, sufrió una especie de ataque epiléptico y terminó en el hospital. Poco después pidió ayuda a Roger Forrester, su manager, y finalmente se internó en la clínica Hazelden, en Minneapolis. De mala gana, pero aprendió los 12 pasos, conoció más personas, y por primera vez en su vida, estuvo recluido sin una guitarra. Despojado de todo ego, tuvo que limpiar y hacer labores como todo mundo. Salió limpio, y grabaría en 1983 el álbum Money and Cigarettes, que según él, era todo lo que le había quedado tras la desintoxicación. Los problemas con Pattie aumentaron, porque ella, sin tener un problema tan grave, se negaba a dejar la bebida ocasional. Además, al estar sobrio, se había roto el rol de “madre, o cuidadora” que habían tenido, y no pudieron rebalancearse. Además, todas sus antiguas amistades giraban en torno al alcohol, por lo que fue una etapa muy difícil para él, y se protegió con un inesperado hobbie: La pesca.

Seguirían una serie de discos bastante malos, producidos por Phil Collins. Una de las grabaciones incluso se las regresó su disquera diciéndole que no las publicaría “porque no tenían la fuerza necesaria”. Vino luego la recaída. En un intento por salvar su matrimonio, creyó que si podía beber una o dos copas socialmente, todo volvería a estar bien. Ella entonces tenía de amante un fotógrafo italiano y se separaron. En esas fechas tuvo varios amoríos, y resultado de uno con Yvonne Kelly, nació su primer hija, Ruth, en Enero del ’85, y a quien vio muy poco en sus primeros años. En Octubre de 1985, Clapton estaba de gira en Italia y se obsesionó con una chica llamada Lori del Santo. Poco después de que regresó a USA para proseguir la gira, Lori le llamó para avisarle que iba a ser padre. Por esos días Eric buscaba desesperadamente reconciliarse con Pattie, que era infértil y deseaba con toda el alma un hijo, por lo que supo que había perdido toda posibilidad. Conor nació el 21 de Agosto de 1986 Clapton se hizo cargo de los gastos, y estuvo viajando recurrentemente a Italia para verlos, pero Lori se negó a la posibilidad siquiera de vivir con él. Clapton hasta entonces había podido controlar la bebida, pero las cosas lo habían rebasado de nuevo. Finalmente, se volvió a internar en Hazelden en Noviembre de 1987. Esta vez sería de manera definitiva, siendo constante durante 30 años en sus sesiones de AA. En Marzo del ’88 se divorciaría al fin de Pattie, como rompiendo al fin con ese pasado autodestructivo y obsesivo.

En 1990, Lori se mudó a Nueva York con su nuevo novio y esto dio oportunidad a Eric de entablar una relación más sólida con su hijo. El 19 de marzo pasó por Conor, en un apartamento del piso 53. Estaba nervioso porque era la primera vez que lo recogía solo. Lo llevó al circo en Long Island, Conor se divirtió bastante, platicaron mucho y Clapton sintió por primera vez lo que era ser padre. Al día siguiente, sonó su teléfono. Iba a ir a recoger a Lori y a Connor para llevarlos a Central Park cuando ésta le llamó histérica, gritándole que Conor estaba muerto, que había caído por una ventana. De alguna forma se las ingenió para llegar al edificio de Lori. “La sala principal tenía a un lado ventanas desde el suelo hasta el techo, que se podía dejar en voladizo para limpiar. Las ventanas no tenían reja, ya que el edificio era un condominio y no estaba sujeto a las regulaciones normales. Esa mañana, el portero limpió las ventanas y las dejó abiertas un rato. Conor corría jugando a las escondidas con la niñera y fue derecho a la ventana. Cayó 49 pisos antes de aterrizar sobre el tejado de un edificio adyacente de 4 pisos…” Eric no recayó. Esa tarde fue a su sesión de AA y contó lo ocurrido, llorando, diciendo que en ese momento había desaparecido la compulsión y tentación. Una mujer se acercó y le dijo que le había quitado su última excusa para beber: “Siempre he mantenido en mi cabeza la idea de que si algo les pasa a mis hijos, tendría una justificación para emborracharme. Tú me has mostrado que no es cierto”. Encontró que podía convertir una tragedia en algo positivo. Ahí comenzaría la fundación Crossroads para crear una Institución en Antigua donde ayudaría a desintoxicarse igual a multitrillonarios que a los paupérrimos pobladores de la isla, y por la que ha subastado algunas de sus más preciadas guitarras, incluso su mítica “Blackie”. No sólo eso, sino que sería un resurgimiento increíble.

Para distraerlo, su amigo George Harrison lo invitaría a una gira por Asia que marcaría, por así decirlo, el regreso de ambos, que quedaría plasmado en el excelso Live in Japan. Yvonne se pondría en contacto con él y le daría una segunda oportunidad de ser padre reencontrándose con su hija Ruth, de entonces 6 años, que Eric aceptó como una bendición. Comenzó a trabajar en el soundtrack de la película Rush y en esas sesiones surgió “Tears in Heaven”, aunque de momento decidió quedársela como algo muy personal por su referencia a Conor. Finalmente la incluiría en el Soundtrack, pero antes la estrenó en la invitación que le hizo MTV para grabar uno de los primeros Unpluggeds. Ahí tocó “Tears In Heaven” y el impacto emocional del tema explotó por todo el mundo convirtiéndolo en un #1 y colocando a Clapton con dos discos simultáneos en los primeros sitios. 3 si contamos el Live in Japan.

En 1994 lanzaría 3 discos, el Beginnings, con outakes de sus años de la primera mitad de los 60’s, el Live Fillmore que era un espectacular en Vivo, y el From the Craddle, que era una tremenda colección del Blues que más lo había influenciado. El From The Craddle se llevó un Grammy y el record de ser el álbum de Blues que más ventas había tenido, con 3 millones de copias. Desgraciadamente el buen momento no le duró mucho y empezó a experimentar con electrónico, lo cual suena tan horrible como se lee. Lanzaría “Change The World” en 1996 y el horroroso Pilgrim en 1998. Cerraría los 90’s reivindicándose un poco con su sueño de tocar con el Rey del Blues, B.B. King, haciendo el disco en colaboración Riding With The King, que le valdría otro Grammy. Mientras lo grababa, conoció a Melia McEnery, de la que se enamoró y con la que comenzó a salir formalmente.

En 2001 lanzó el Reptile, con buenas críticas. Me tocó verlo en la gira del disco en Marzo del 2001. Fue mi primer concierto de un artista internacional. Esperaba una gran parafernalia, pero salió discretamente, después de que le abriera Toto, se sentó en una silla, y tocó sin mayores aspavientos, sin despliegues de luces, sin pantallas ni esa suntuosidad que rodea a los rockstars. Ingenuamente, yo esperaba escuchar esos temas míticos de los 60’s, pero se limitó a tocar clásicos de Blues, algunos buenos temas del Reptile, y 3 o 4 de sus éxitos de solista. Recuerdo que de todos modos quedé extasiado por haber visto a este tipo en vivo.

En Diciembre murió George Harrison y no pudo despedirse de él, lo que lo dejó muy dolido. En 2002 Melia quedó embarazada y se casaron, Con ella tendría 3 hijas: Julie Rose (13 de Junio de 2001), Ella May (14 de Enero de 2003), y Sophie Belle (1 de Febrero de 2005). A partir de esto, Eric diría que dejaría de hacer giras para dedicarse a ser padre. No pudo cumplirlo porque la guitarra lo llamaba de vez en cuando, pero ciertamente disminuyó mucho su actividad. En Noviembre de ese año, organizaría con Dhani Harrison el Concert for George, en una especie de funeral y despedida musical a su gran amigo de toda la vida. En 2004 lanzaría un tributo con 14 de los 29 temas que dejó Robert Johnson. “Me tomó más de 50 años, pero por fin pude descifrar a Robert Johnson”, aunque en el disco hace versiones más libres de Blues eléctrico. En 2005 se reunió por fin con Cream para dar conciertos en el Royal Albert Hall de Londres y en el Madison Square Garden de Nueva York, luciendo la magia de antaño y causando furor, aunque hay que mencionar que el gran ausente fue el Wha de Clapton, dando un sonido muy diferente al de los 60’s.

Desde entonces, aunque ha bajado el ritmo para dedicarle más tiempo a su familia y porque el tiempo no pasa en balde, ha lanzado 8 discos, algunos en vivo y otros de estudio. Ha hecho colaboraciones, giras, conciertos especiales, y no deja de aparecer de alguna manera u otra.

En junio de 2016, Clapton dio una entrevista a la revista británica Classic Rock en la que hizo pública una enfermedad que lo aquejaba hacía ya un tiempo: neuropatía periférica, la cual le produce la sensación de "descargas eléctricas bajando por la pierna. Es difícil trabajar tocando la guitarra lidiando con el hecho de que eso no mejorará". La cancelación de una serie de conciertos fue debido a sus problemas de salud, y aunque se rumoraba que sería parte del cartel del segundo Desert Trip, este problema quizá lo haya obligado ahora sí a un retiro forzoso.

Porqué entonces, Corvan, tardaste tanto en reseñarlo? Bueno, Clapton ya estaba en la Caverna, en más de una forma. Era una ausencia presente, por así decirlo, ya que está su trabajo con los Yardbirds, y por supuesto, con Cream, por no mencionar a los Beatles y sus colaboraciones con George. A las otras bandas con las que participó, Los Bluesbreakers de John Mayall, Blind Faith y Derek & The Dominoes, no les daré espacio aparte, sino que las incluiré aquí mismo. Por cierto, parte del giro radical de Eric a mediados de los 70’s, fue también el cansancio de tener que lidiar con tanto ego en estas “superbandas”. Clapton es en sí mismo introvertido y cargaba con demasiados demonios internos como para además estarla haciendo de niñera. Se aburría con facilidad y eso incluía compañeros, por lo que para él era de lo más natural mandar a volar grupos que parecían que se volverían inmortales. Sin embargo, con bandas llenas de nombres o con buenos músicos desconocidos fuera del ámbito del Blues, Clapton brilló. Tocando un Blues Rock furioso al que hasta Hendrix covereaba, o haciendo Reggae, baladas, o haciendo temas sólo él con su guitarra, ha dejado una huella indeleble en el Rock. La lista de nombres de músicos que han tocado con él es simplemente increíble, y para todos ellos ha sido un honor tocar con él. Somos afortunados de haber vivido en la misma época que él y haberle oído en directo. Clapton no es Dios. Es un hombre que vio el infierno muy de cerca en más de una ocasión, y supo salir de él. Pero eso sí, hace música para los dioses…

Por Corvan

8-ago-2017

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