IRON MAIDEN

“I know what I want

And I say what I want

And no one can tale it away”

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“C+”

Década Principal:

80's 

Eras Principales:

Metal (1970 - ???)

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Miembros Clave:

Bruce Dickinson (vocalista)

Steve Harris (bajo)

Dave Murray (guitarra)

Adrian Smith (guitarra)

Janick Gers (guitarra)

Nico McBrain (batería)

... y Eddie The Head

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Canciones Clave:

The Trooper, The Number Of The Beast, Run To The Hills, Hallowed Be Thy Name, Journeyman, 2 Minuttes To Midnight, Prowler, Aces High, Phantom Of The Opera, Fear Of The Dark, Rime Of The Ancient Mariner, Wasted Years, Iron Maiden, Running Free, Killers, Sanctuary,...

 

Antes de describirles el estilo de Iron Maiden, antes de resumirles sus distintas etapas y la evolución de su formación, antes incluso de contarles un par de anécdotas suyas, permítanme que les dé un pequeño consejo: si ustedes todavía no son fans pero realmente tienen la mente abierta a esa posibilidad les recomendaría que no comenzasen por escuchar sus discos de estudio. Iron Maiden es una banda pensada para el directo, no en el sentido de puro espectáculo audiovisual como pueda ser en el caso de Kiss si no en el de que a pesar de tener álbumes que son auténtica obras maestras del género, totalmente imprescindibles alguno de ellos, jamás ninguna grabación en estudio logró captar la verdadera esencia de la banda ni la fuerza e intensidad de sus actuaciones en vivo ni la comunión que se transmite entre músicos y público. Es algo similar a lo que ocurre, por ejemplo, con AC/DC o con Springsteen: sus discos son para sus fans, pero sus conciertos son para todos. Créanme: en el Rock hay pocos -muy pocos- momentos comparables a Bruce Dickinson con el puño apretado entonando el RUN TO THE HIIIIIIIILLS! RUN FOR YOUR LIIIIIIIIIIIIIFES! enfrente a una inmensa muchedumbre que le corea en plena catarsis. El de Maiden es un espectáculo puramente sonoro, sin artimañas, una auténtica fiesta del Rock.

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La historia comienza en el UK de principios de los 70' con un chaval llamado Steve Harris abandonando su carrera de delineante, olvidando sus sueños de llegar a ser una estrella de fútbol en el West Ham y comprándose un Fender Precision Bass. Steve primero fundará una banda llamada Gypsy's Kiss y más tarde otra con el nombre de Smiler (no confundir con los Smile de Bryan May) para más tarde desembocar todo en la fundación de los Iron Maiden (por si alguien no lo sabe La Doncella de Hierro toma su nombre de un instrumento de tortura medieval en forma de ataúd con pinchos en su interior). Para Harris, los Wishbone Ash era el espejo en el que mirarse. Fue de ellos de quienes copió el recurso de las guitarras gemelas. 

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En sus comienzos, la formación de Iron Maiden sufre continuos y drásticos cambios. Por sus filas pasan infinidad de cantantes, guitarristas, baterías... hasta teclistas! Sin embargo es por esta época que, en medio de muchas idas y venidas, broncas, breves retornos y desplantes, ingresa en la banda el virtuoso Dave Murray. Murray y Steve Harris serán los únicos que toquen en todos los discos de Iron Maiden.

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Pero esta inestabilidad no parece afectar al rendimiento de la banda. Las actuaciones de los Maiden causan gran conmoción allá por donde pasan. Gracias al boca a boca la Doncella de Hierro, sin siquiera haber pisado un estudio de grabación, se convierte en una banda de culto en el círculo underground inglés. Los managers y las discográficas les insisten en que para una banda novel el único futuro posible radica en el Punk (irónico, ¿verdad?) pero los Maiden tienen la ideas claras y se mantienen fieles a su propio estilo para finalmente lograr grabar un EP llamado The Soundhome Tapes que agota sus 6000 unidades iniciales en apenas unos días y que jamás llegará a ser reeditado.

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Sus actuaciones en el Bandwagon londinense logran repercusión en todo el país y su legión de seguidores no hace más que aumentar exponencialmente. Antes de grabar su primer disco ya lideran el NWOBHM. Ese primer disco llega en 1979. El homónimo es un álbum repleto de los éxitos que llevan años tocando en directo. Caminan sobre seguro. Y sin embargo, y a pesar del éxito de críticas y de ventas, la banda no queda contenta con el resultado final. No se identifican con el sonido que escuchan. 

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Después llega Killers, mucho más directo y contundente y mucho menos elaborado que el debut. Con este disco debuta en estudio el guitarrista Adrian Smith que será otro de los integrantes de la etapa dorada de Maiden y que ya había formado parte de la banda años atrás. Killers supone también el primer trabajo bajo la producción de Martin Birch que, sin duda, resultará clave en la escalada al Olimpo.

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Durante la consiguiente gira del Killers se produce un hecho crucial en la historia de los Maiden: Paul Di'Anno, que ha sido el vocalista durante estos dos primeros discos, es despedido. Los continuos abusos de drogas y alcohol han terminado por pasarle factura sobre el escenario. Incluso en varias ocasiones Steve Harris ha tenido que asumir el rol de vocalista porque a Paul lo ha detenido la policía y a la hora de la actuación el cantante duerme en un calabozo. Esto sólo podía acabar de una manera.

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El elegido como nueva voz de Iron Maiden resulta ser casi antagónico a su predecesor. Paul Di'Anno eran un personaje visceral, con un estilo primario, muy directo, con una técnica y un registro bastante limitado. Parecía más un cantante de Punk que de Heavy Metal. Por el contrario, el recién llegado es todo un talento. Musicalmente, su registro asombra y su técnica es impecable. El tipo éste, que se llama Bruce Dickinson y que llega de Samson (que se desintegrará tras su marcha), ha estudiado Historia Antigua en la Universidad de Londres y tiene el título de piloto de aviones comerciales y en el futuro llegará a ser convocado para participar en unas olimpiadas con el equipo inglés de esgrima y también dirigirá su propia empresa para el mantenimiento de aviones y escribirá libros y presentará programas de radio... y muchas cosas más Un auténtico Hombre del Renacimiento que rompe con todos los estereotipos y prejuicios vinculados al Heavy Metal. Eso si, Di'Anno fácilmente podría rivalizar con Dickinson en cuanto a carisma sobre la tarima. En eso no tenía que envidiar a nadie.

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Ya con Bruce Dickinson integrado se publica The Number Of The Beast que significa el comienzo de la época dorada de Maiden y que los encumbra como la banda más importante del Heavy Metal. El nombre del álbum supone que se les clasifique como satánicos y provoca que los medios de gran difusión les den la espalda... pero ya nada puede detener el avance de la Doncella de Hierro. The Number Of The Beast es sólo el comienzo.

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Sigue Piece Of Mind en el que se produce otro cambio: el del batería. Se marcha Clive Burr (fallecido recientemente) y entra Nicko McBrain --proveniente de Trust donde es sustituído por... ¡Clive Burr!--, quedando así configurada, por fin, la considerada como formación principal de los Iron Maiden: Bruce Dickinson, Steve Harris, Dave Murray, Adrian Smith y Nicko McBrain. Por primera vez los Maiden logran la estabilidad.

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Llega Powerslave, considerado uno de los paradigmas del género. Parece claro que cada disco que saque Iron Maiden será un éxito de ventas y de críticas favorables. Álbum tras álbum todo parece caminar sobre ruedas. Y así será durante años.

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Pero finalmente algo se trunca a principios de los 90's. El primero en irse es Adrian Smith, quien nunca ha ocultado que sus gustos personales estaban muy alejados de todo lo que representaba Maiden. Sus proyectos paralelos a Iron Maiden muestran un Adrian muy diferente al que todos conocíamos. Le reemplaza el enérgico Janick Gers, un auténtico torbellino sobre el escenario, aunque por un tiempo -hasta que Smith sale definitivamente por la puerta- llegan a coincidir tres guitarristas en la banda. Pero lo más traumático está por llegar: en 1993 el que anuncia su marcha, pillando por sorpresa a todos (incluídos sus propios compañeros) es Bruce Dickinson. Las escasas y confusas explicaciones que se dan no convencen a nadie. Un Iron Maiden sin Dickinson a estas alturas parece totalmente inviable pero se intentará seguir adelante. El nuevo vocalista es Blaze Bayley y su debut discográfico con la banda se llama The X-Factor (ayayay!, ese nombrecito...). Con este disco también llega la preocupante noticia de que Martin Birch, después de más de una década de colaboración, deja de ser el productor. Demasiadas peguntas se plantean sobre la calidad y la recepción del nuevo álbum. El caso es que el X-Factor resulta bastante honroso y el disco alcanza un meritorio 8º puesto en las listas de ventas. Al final la debacle esperada parece que no será tal. Incluso los críticos aplauden a Blaze. Pero el problema principal no está en los discos nuevos sino en los directos. La sombra de Bruce Dickinson es muy alargada y la comparativa es tan inevitable como devastadora. Las canciones más emblemáticas de Iron Maiden se han compuesto para la voz de Bruce Dickinson. Bayley no alcanza el registro de Dickinson y en ocasiones queda tan por debajo que da la horrorosa sensación de que canta totalmente desafinado.

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El siguiente álbum, Virtual XI, logra el puesto 16 en las listas de ventas. no está mal... pero es el puesto más bajo alcanzado por un disco de Iron Maiden en toda su carrera. Añádanle que por primera vez la gente deja de abarrotar sus conciertos. Es evidente que esto no funciona.

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Así que el anuncio del regreso de Bruce Dickinson a Iron Maiden -seis años después de su salida- causa un auténtico revuelo. Y Dickinson no regresa solo: junto a él también vuelve Adrian Smith. Desde entonces hasta el presente, los Maiden no presumen de guitarras gemelas sino de tres guitarristas. Los discos de Maiden con Bruce Dickinson de vuelta han recuperado el favor de fans y de críticos. Alguno incluso se ha colado entre los discos emblemáticos de la banda. Sin duda, los Maiden son una de las bandas más regulares en cuanto a su discografía y una de las que mejor y más honrosamente han envejecido. Sus conciertos, en los que nunca repiten setlist y en los que ni siquiera anuncian qué canciones van a tocar, siguen siendo un exitoso espectáculo de calidad.

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Para el final he dejado al miembro más famoso de Iron Maiden. Y es que es posible que Eddie sea incluso el personaje más famoso de la historia del Heavy Metal. Creo que la mayoría de la gente que no sigue a Iron Maiden conoce más ilustraciones de Eddie que canciones de la banda. ¿Cuántas camisetas habré visto en mi vida con la portada de The Trooper? Eddie es uno de los ejercicios de marketing más geniales que yo conozca. El concepto es de lo más sencillo y el alcance ha sido asombroso. Nace como una creación más de un técnico de luces llamado Dave Bealey quien un día fabrica -como atrezzo para un concierto- una cabeza sin cuerpo que expulsa sangre por la boca gracias a una bomba de un acuario. A la banda le gusta la figura y acaban bautizándola como Eddie The Head en referencia a un mal chiste muy célebre por aquella época en el que un niño llamado Eddie que había nacido sin cuerpo y que era sólo una cabeza, cuando cumple 5 años y le dicen que tienen un regalo para él, exclama: "Oh, no! No me digas que es otro maldito sombrero!". Un día los Iron Maiden se fijan en una ilustración llamada Electric Matthew Says Hello. Su dibujante, Derek Riggs, será el encargado de dar forma al Eddie que todos conocemos. El asunto es que poco a poco Eddie va ganando personalidad y relevancia, apareciendo en cada portada de disco o de single, evolucionando bajo los pinceles de distintos dibujantes, dominando el escenario, hasta hacerse más célebre que cualquier otro miembro de Iron Maiden. Cada vez que Maiden publica un nuevo álbum la primera mirada, inevitablemente, busca el nuevo aspecto de Eddie. Todos los fans de Maiden, del mismo modo que tenemos un disco o una canción favoritos, tenemos también nuestro Eddie preferido; el mío es el de Runnig Free.

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Sin duda, Eddie es uno de los elementos que más han contribuido a que Iron Maiden se haya convertido en una de las bandas más representativas del Heavy Metal que no podía faltar en la Caverna. 

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 Up the Irons!

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por marlaior.

22/Abr/2014

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