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THE JOSHUA TREE (U2, 1987)

Artista: U2 (C+)

Fecha de Grabación: Ene ‘86 - Ene‘87

Fecha de Lanzamiento: 9 de Marzo de 1987, IRL

Discográfica: Island

Productor: Daniel Lanois and Brian Eno

Calificación: 9 (DISCO ICÓNICO)

Era: New Wave (1976-???)

Subgénero: New Wave (1976-1990)

Mejor Canción: Where The Streets Have No Name, With Or Without You o Bullet The Blue Sky, depende qué tan sociales, emocionales o politicos andemos

Canciones: 1) Where The Streets Have No Name; 2) I Still Haven't Found What I'm Looking For; 3) With Or Without You; 4) Bullet The Blue Sky; 5) Running To Stand Still; 6) Red Hill Mining Town; 7) In God's Country; 8) Trip Through Your Wires; 9) One Tree Hill; 10) Exit; 11) Mothers Of The Disappeared.

 

9??? Pero Corvan, habías dicho que… - Sí, ya sé. Había dicho que este disco era el non-plus-ultra de los 80’s y bla bla bla. Pero como dicen por ahí, “Más pronto cae un hablador que un cojo”, y prefiero corregir ahora que dar una calificación inflada. A estas alturas no sólo dudo seriamente que sea el mejor disco de los 80’s, sino de 1987, e incluso de U2.

Creo que ese es el problema con la gran mayoría de discos icónicos, que fueron endiabladamente populares, quizá la cima económica de sus creadores, pero no necesariamente la creativa. Su huella ha quedado en la historia, tienen los singles que más sonaron en la radio, en su momento las mejores críticas, pero el paso del tiempo termina poniéndolos en su lugar. Otra cuestión importante es que el nombre de U2 se ha devaluado bastante desde que se lanzó este disco. La mejor época de la banda ya pasó, y la percepción general hoy en día es que es una banda más de los 40 Principales que de una estación de Rock en serio, si es que queda alguna. Mencionar a Bono hoy es como hablar del cura de la Iglesia más cercana, o de Chris Martin. Pero en los 80’s, U2 de hecho era de las pocas bandas de Rock en serio, no solo de las pocas que tenían una guitarra en su alineación, sino de las contadas en las que la guitarra era aún el instrumento principal (y que no se ponían rímel en los ojos, hay que decirlo). U2 polariza opiniones por el cambio radical en su rol en el rock (que bien visto, ese rol siempre ha sido el mismo, lo que cambió fue el ambiente que los rodeaba). Actualmente o los amas o los odias, y como tal, esa opinión puede cambiar radicalmente la percepción de este disco. Es la más grande joya de los 80’s como sus fans aseguran? No, la verdad no. Debe haber al menos una veintena de discos mejores, incluyendo el War. Pero tampoco es el desastre aburrido e hipócrita que sus detractores intentan hacer creer. Lo cierto es que, los ames o los odies, debes aceptar que ese disco fue el que los catapultó de rockstars a superhéroes, convirtiéndolos en el más grande acto de finales de los 80’s.

Antes del Joshua Tree, U2 ya era lo suficientemente grande como para encabezar el Live Aid. Es decir, si se hubieran desbandado en ese momento, sus cuatro primeros discos ya los sustentaban como una de las bandas más poderosas de los 80’s, nos guste o no, pero recordando la aridez de la década. Esto los tuvo ocupados con extensísimas giras por Estados Unidos, que de alguna forma impactó en Bono, junto con escritores norteamericanos que leía en esa época, como Norman Miller o Ray Carver. Después del tour, se dieron un descanso y Bono empezó a involucrarse con Amnistía Internacional gracias a los contactos que hizo en Live Aid. Primero viajó a Etiopía, donde vio un grado de pobreza que le arrancó lágrimas de impotencia. Eventualmente esto lo convertiría en el predicador insoportable que es hoy en día, pero en su momento lo llevó a escribir el primer tema del este disco. Se dice que este es un disco de “Amor a América” y cuando lo leemos así, sobre todo en inglés, se entiende USA por América. En un análisis más a detalle, creo que al menos Bono sí nota la diferencia entre continente y país, y engloba más cosas. En Julio de 1986 estuvo en Nicaragua y El Salvador, que vivían guerras internas. Bullet The Blue Sky habla de la Guerra Civil Salvadoreña y el intervencionismo que tuvo USA, mientras que “Mothers Of The Disappeared” habla de las madres sin hijos que dejaron las dictaduras chilenas y argentinas, tras su acercamiento con las Madres de Plaza Mayo. Bono, pues, engloba de hecho a toda América y no sólo gringolandia.

Finalmente, tuvieron otro par de influencias musicales de peso para este disco. Por un lado, Mick Jagger y Keith Richards, con quien Bono trabajó cuando participó en el proyecto anti-apartheid Sun City, dirigido por Steve Van Zandt. Los Glimmer Twins ya sabemos  que tienen una fascinación por el Blues, y Bono no era precisamente letrado en la materia, quedándose callado ante la sapiencia de los viejos lobos de mar. Bono se dio cuenta de que U2 no tenía una raíz fuerte, más que el Punk, y esto influiría en el twist musical del Joshua Tree, al empezar a interesarse no sólo en el Blues, sino en sus raíces en la música irlandesa. La otra influencia fue nada más y nada menos que Bob Dylan, al que se acercaron a través de su búsqueda de sonidos naturales irlandeses, lo cual los llevó a su vez al Folk. Bono empezaría una amistad con Dylan y Van Morrison, quienes lo impulsaron a ir más hacia sus raíces y a tener especial cuidado en el aspecto lírico, ya que sin duda era ahora el portavoz de su generación. Bueno si quieren alguien a quien culpar, ya saben a quién, jaja. Todos estos elementos se fueron mezclando para hacer del Joshua Tree un disco único.

Boy fue su disco más energético y sincero. October el más religioso. War el más político. The Unforgettable Fire el más espiritual… The Joshua Tree es difícil de definir así de simple. El más poético? Sin duda es donde Bono se da cuenta que puede ser el Bob Dylan de su generación e intenta dar un salto cualitativo en las letras. No al nivel de Zimmerman, pero es una mejora. Tampoco podemos decir que sea un disco “sincero”; se siente forzado y poser, como bien apunta Starostin, pero al menos lo intentan. Al menos no hablan de que “las chicas se quieren divertir”, no hablan de carros, ni dan la bienvenida a la jungla… En cualquier caso, se siente mucho más sincero que todo lo que han lanzado en los últimos 15 años. Insisto en que hay que ponerlo en contexto con su época, y así, no es tan difícil ver por qué para muchos es una obra maestra.

Desgraciadamente es también donde se dan cuenta que son la banda de Rock más grande de los 80’s, por lo que también le ha quedado el adjetivo de “el más americano”. Varias de las canciones, tienen pues una extraña mezcla, entre íntima y Rock de estadio. El disco usa en su mayoría esa misma fórmula, de arrancar temas de manera sutil y delicada, ir armando tremendos crescendos, y terminar las rolas en Arena Rock Mode On. La fórmula funciona en la mayoría de los temas, pero en la segunda mitad del álbum se vuelve cansina. Además, es obvio que les faltó armar mejor el disco. El inicio es impresionante, con 4 de los mejores temas en la discografía de los irlandeses, temas ya tatuados en el inconsciente colectivo, con suficientes ganchos para tararearlas por semanas, y con algunos idiotas despistados incluso bailando “With Or Without You” como vals de bodas. Pero el disco se va volviendo cada vez más atmosférico, con menos ganchos, con temas algo más olvidables y melodías más débiles. Si tienes este disco en acetato, es probable que escuches el lado A unas 4 veces por cada escucha del lado B. Está mal equilibrado, y ese es un punto que los verdaderos “Masterpieces” no tienen.

No es un disco virtuoso, musicalmente. Ya he dicho hasta el cansancio que ni The Edge ni Adam ni Larry son magos en sus instrumentos. Pero The Edge sabe sacarle jugo a su caja de efectos, desde el delay y reberv, de los que se le acusa de usar en exceso, hasta el Lanois y el Eno, que al menos aquí, creo que lo supieron guiar. El Joshua Tree no es un disco cuyo nivel instrumental y en particular, de guitara, te tumbe del asiento. The Edge se enfoca más en crear atmósferas, en hacer con su guitarra algo parecido a lo que hace Eno con los sintetizadores. La guitarra mayormente cobra una función atmosférica, aunque tiene momentos realmente salvajes, como en “Bullet The Blue Sky”. Está de más decir que The Edge se negó a hacer un disco de Blues y Folk como Bono deseaba. Hubo algunos roces en la grabación, pero al final se incorporaron algunos de los matices que Bono pretendía: armónicas y slides que dan aires Country, algunos inicios cuasi acústicos con aires Folk y blueseros, aunque aceptemos que no son el fuerte de The Edge, quien al final termina usando su caja para terminar las rolas con ese aire épico que lo caracteriza.

 

 

El Joshua Tree arranca con “Where The Streets Have No Name”, que para muchos, es la mejor canción de U2, o al menos, la que mejor refleja el espíritu o discurso de la banda. Bono se inspiró estando en su primer visita a Etiopía, donde vio de primera mano la pobreza extrema. El título se refiere a esa mala costumbre occidental (y en particular de Belfast) de identificar la religión y status económico y social de una persona con la simple mención de la calle en que vive. Evidentemente en Etiopía hay círculos de pobreza donde las calles ni siquiera tienen nombre (si es que hay calles), y cuya miseria impactó en primera instancia a un Bono, que podemos imaginar con lágrimas de impotencia: “I want to run, I want to hide, I want to tear down the walls, that hold me inside…” Y sin embargo, tienen otro tipo de riqueza, una que la gente que tiene dinero ni siquiera sospecha que existe: “I wanna reach out, And touch the flame, Where the streets have no name”. Bono canta con enorme pasión, iniciando en un tono casi íntimo, y alcanzando después tonos muy altos y llenos de potencia. Al principio creí que había cierta rabia, pero es más bien un dejo de esperanza con el que canta, usando su voz como el instrumento principal de la rola, con el montón de inflexiones y matices casi palabra a palabra. El tema aquí no es crear conciencia para ayudar un lugar que el mundo occidental se ha encargado de dejar en la miseria económica, sino de que ese mundo occidental se dé cuenta de la miseria moral en la que está, y su deseo de que alcancemos ese estado espiritual que tienen los más pobres del planeta. Nosotros somos los pobres, porque no importa cuánto tengamos, siempre queremos más. Musicalmente parece ser muy simple, con un sintetizador de fondo por unos segundos, sentando un ambiente satinado y etéreo. Luego se incorporan los punteos cargados de delay de The Edge, que conforman el riff principal del tema al que se le agrega luego la sección rítmica. Cuenta la leyenda que el día antes que terminaran las grabaciones del disco, The Edge estaba practicando solo en su casa y le salió este riff. Estuvo trabajando en él y con pánico a que se le olvidara, lo grabó en una 4-track. Estaba tan entusiasmado, que terminó armando él solo un demo con teclados, guitarra, bajo y batería, y al terminarlo en plena madrugada, sin tener a quién mostrársela, se puso a bailar en la habitación, consciente de que sería una de las canciones de su vida. El tema parece sencillo, con un crescendo espectacular que termina siendo un Arena Rock colosal, de los puntos climáticos en cualquier concierto del grupo. Pero los punteos son complicadísimos, además de que lleva 3 tiempos distintos. Daniel Lanois tendría que extender las sesiones 2 semanas más para que la banda pudiera hacer una toma decente debido a su complejidad. Es un tema muy melódico para los estándares de U2, con un gran trabajo de The Edge que suena espídico y tratando de agregarle todos los efectos posibles a su guitarra, manteniendo la intensidad en la sección media y regresando al protagonismo con ese riff arpegiado con que cierra. Un tema hermoso, por donde se vea, y ciertamente de los mejores de la banda.

Continuamos con “I Still Haven't Found What I'm Looking For”. Alguien ha notado ese aire lejano en los versos a “Whole Lotta Love”? Quizá sean solo mis nervios. Lo cierto es la fuerte carga gospeliana del estribillo, y en general de las letras. Arranca con un punteo sofocado de la guitarra, un pandero y un Power Chord con distorsión, justo antes de que entre un overdub de otra guitarra arpegiando con mucho delay para tejer la figura principal. Larry Mullen Jr. Lleva un beat en medio tiempo muy peculiar. De hecho, se supone que la rola nació con dicho patrón de batería que fascinó a Lanois y sobre el cuál armaron el resto de larola. Bono canta los estribillos con un sube y baja que puede resultar cansino, pero el estribillo es pegajoso como chicle, con las voces a forma de coro de iglesia de The Edge y los 2 productores. En vivo de hecho usarán un gigantesco coro mississippiano para redondear esa sensación que estamos a punto de elevarnos al cielo. La canción no tiene propiamente un punto climático o explosivo, se mantiene con la misma tensión producida por el trillón de efectos de The Edge, que incluyen slides, Power Chords con distorsión, guitarra acústica y algo parecido a un solo alrededor del 2:30. La letra es un resumen de las influencias católicas de Bono, aunque no sé si cantadas más desde la perspectiva de un predicador estadounidense. En cualquier caso, reflejan esa búsqueda interior que no termina. De alguna manera el título y el aire gospeliano me parecen una especie de continuación o tributo a “You Can’t Always Get What You Want”, sobre todo considerando que por esas fechas andaba muy influenciado por los Stones.

Enseguida tenemos “With Or Without You”. Sí, ya sé, esta sobrerradiada, pero no por ello deja de ser condenadamente buena. Y simple. Son 4 tonos, con Adam Clayton tomando el liderazgo, punteando 4 malditos tonos una y otra vez. Una de las líneas de bajo más sencillas y reconocibles de la historia del mundo mundial. Lo demás es un piano tintineando un par de notas y The Edge haciendo un montón de efectos, haciendo que su guitarra suene lo más ambient posible. Bono también tiene un papel destacado, jugando con la intensidad y creando ese poderoso clímax desgarrador alrededor del minuto 3. Eno y Lanois no le veían mucho futuro a la maqueta, y ya la habían descartado. Bono trató de rescatarla, pero no fue hasta que The Edge le agregó un efecto con su recién estrenada Infinite Guitar, que le da ese sonido sostenido como de violín, que la rola se redimensionó y la retomaron. La letra, no sé porque hay gente que la considera un tema de amor. Bono la canta con un dolor contagioso. Si hay un tema sincero es este, y no es propiamente a problemas maritales. Una relación de esas sería tremendamente destructiva y es de los pocos rockstars que se ha mantenido con su primer esposa, Ali, por más de 30 años. No sé dónde leí que ésta canción y “One” están dedicadas a una misma persona: su padre. No he encontrado evidencia, pero las letras hacen sentido, y se redimensionan, y ambas resultan dolorosísimas. Ésta en particular contiene líneas desgarradoras: “See the thorn, Twist in your side, I wait for you” o refiriéndose a su madre: “On a bed of nails She makes me wait, And I wait without you” o “And you give yourself away” cantado repetidas veces, como para hacer notar más ese vacío que quedó. En cualquier caso, es de los temas más sinceros y dolorosos de Bono, que quedaría como uno de los himnos emblemáticos de U2. Es un tema pop, pero esta es la muestra de la chispa que tenía la banda en ésta época para hacer esta clase de genialidades, y que después se fue diluyendo.

Después llega “Bullet The Blue Sky”, para no dar respiro a este inicio de álbum. Después de “Sunday Bloody Sunday” es el tema más rabioso y denso de la banda, con una tremenda carga política. Además es el punto del disco en que más brilla The Edge, con un excepcional trabajo de guitarra, quizá su tema más bluesero (sin contar “When Love Comes To Town” cuya guitarra es de King), donde mezcla sus efectos, sustain y reberv con brutales slides. Bono le pediría “Mete El Salvador al amplificador”, y creo que logra retratar la violencia con notas. La rola se sostiene con el tremendo riff de bajo de Clayton, que me recuerda al de “Fever Dog” de la banda ficticia Stillwater. La rola es de las más oscuras y espesas de U2, sólo que a diferencia de “Sunday”, esta tiene un aire hardrockero y setentero que te tumba del asiento. De hecho, me parece que incluso el cover de Sepultura se queda corto en cuanto a la violencia y fuerza de la original. Bono canta con rabia. La escribió en El Salvador, tratando de retratar el conflicto armado, aunque haciendo franca referencia al papel intervencionista de USA y Reagan. En el puente hablado, dice: “"This guy comes up to me, His face red like a rose on a thorn Bush, Like all the colours of a royal flush, And he's peeling off those dollar bills, Slapping them down”. Tras lo cual, The Edge hace uno de sus requintos más monumentales y apocalípticos, en base a slides y Power Chords y efectos. Cerca del cierre, Bono hace una doble alusión: “And through the walls you hear the city groan, Outside is America”, que veo en un doble sentido. El Salvador no es esa “América” radiante cuyo nombre se apropió USA. Al sur del Bravo, somos un subcontinente, un patio trasero. Y el otro sentido de “Outside is America” es que fuera de los reportes oficiales, en lo oscurito, en los reportes no oficiales, siempre está Estados Unidos, moviendo hilos e inyectando dólares en base a sus intereses en la región… No entiendo cómo no fue sencillo, como las tres rolas previas, pero a pesar de ello, fue de los temas más radiados del disco, y fue el tema con que abrieron todos y cada uno de sus conciertos por más de 10 años, hasta el PopMart Tour. Como dato, una de sus líneas daría nombre al “Rattle and Hum”, donde viene una descomunal versión en vivo que incluso supera ésta.

“Running To Stand Still” baja un poco la intensidad, y muestra a la banda explorando los sonidos estadounidenses, como ese inicio Country, que después se convierte en un tema de aires Folk, con base acústica. Bono canta en una forma íntima, pausada y casi hablada, recordando los viejos maestros Folk. Para el estribillo, la melodía es muy bella, delicada, aunque parece por momentos una maqueta que mejorarán con “Who’s Gonna Ride Your Wild Horses”, para la cual usan incluso los “Lalalás”. La letra habla de un adicto a la heroína. Dublín vivía por esas fechas una epidemia, haciendo referencia directa con el verso “I see seven towers, But I only see one way out”. Hacía apenas un año que el héroe irlandés de Adam había muerto de sobredosis: Phil Lynott de Thin Lizzy, por quien tomó el bajo en su niñez. La letra es buena, sin juzgar, y tratando de retratar el ambiente de una pareja de adictos que vivía en dichas torres. El título intenta mostrar esa sensación de la inyección, pero a la vez el estar atrapado intentando salir de la adicción. Al final Bono se da el lujo de armar la Outro con una armónica melancólica.  

Seguimos con “Red Hill Mining Town”, que habla sobre una huelga en una mina de carbón británica en 1984, aunque más que basarse en el hecho en sí, se basó en el libro de Tony Parker, Red Hill A Mining Community. Muestra además el intento de Bono de acercarse al Folk, o al menos a esa manera de ser cronista que usa Dylan o incluso Springsteen, narrando cuestiones sociales desde una perspectiva interna. The Edge usa un arpegio curioso, casi limpio, que por momentos me hace preguntarme si es mandolina u otro instrumento. Este arpegio forma la base sobre la que se sientan más guitarras con distorsión y la sección rítmica. La secuencia de tonos es bastante agradable, con una melodía vocal cálida y llena de ganchos. Para los estribillos, Bono sube una octava llegando al límite de su registro, pero aún manteniendo el appeal melódico. De hecho, Bono apenas llegó al tono para grabarla, por lo que nunca se tocó en vivo. Los 4 van jugando con la intensidad, haciendo que la rola sea dinámica. Hay algo en ella que le da además un matiz irlandés, no sé si ese arpegio o qué. La canción funciona muy bien, tanto en el aspecto lírico como en el musical, y aunque no llega al nivel de los primeros 4 temas del disco, me parece otro de los temas fuertes del álbum.

“In God's Country” es el tema más débil del disco y a partir de aquí el disco ya no se recupera. Con un guitarreo acústico como base e incisivos licks eléctricos, un bajeo de 2 tonos, y Bono cantando de forma gritada y fastidiosa y sin demasiada melodía. El mayor problema es la letra. Bono puede ser un gran letrista, pero también puede caer en un trillón de clichés. Entiendo que quiere retratar “America”, como ellos llaman a USA, y que si bien habla del lado negativo, como es el político y la manera en que manipulan e intervienen en otros países, también intenta retratar el lado positivo: los paisajes de los que se enamoró en el Tour de 1985… Pero aquí cae un patrioterismo barato que no le queda, simplemente porque ni siquiera es estadounidense: “She is liberty, And she comes to rescue me…” Really??? Da la impresión que quiere hacer ver a USA como la tierra prometida. Y quiero pensar que Bono es, o era demasiado listo para creerse eso. El tema me parece un intento de Arena Rock para complacer a las masas estadounidenses a las que estaba destinado el disco, y previsiblemente, sería lanzado como cuarto single del álbum, pero sólo en USA. Pero el marcarlo en azul es además por el lado musical, donde la banda se queda sin ideas por primera vez en el álbum.

Sigue “Trip Through Your Wires”, en la que Bono toma la harmónica para darle ese aire bluesero. The Edge hace un frenético guitarreo a ritmo de vals y con cierto matiz Country. La música transporta al profundo Mississippi sin dejar de tener el sonido iutuesco. La melodía es buena, cadenciosa, y en particular me gusta ese silencio que hacen en el estribillo justo antes de rematar con la línea que da título a la rola. La letra… bueno, suena a referencia a los evangelios mezclado con referencias amorosas: “I was cold and you clothed me honey, I was down and you lifted me honey”, sin dejar de lado ese paisajismo desértico estadounidense: “Thunder, thunder on the mountain, There's a rain cloud in the desert sky, In the distance she saw me coming 'round, I was calling out”. No es la mejor del disco, pero es agradable. Se supone que es una especie de continuación o antelación a “The Sweetest Thing”, que se grabó por esas fechas pero no fue parte del disco.

Llega después “One Tree Hill”, donde Bono retoma un buen nivel lírico. Habla de Greg Carroll, un tipo maorí que se encontró en Auckland, Nueva Zelanda, un anoche en que Bono no podía no podía dormir por el jet lag. Greg lo llevó a pasear por la ciudad, pero en lugar de llevarlo a los bares, lo llevó a One Tree Hill, un lugar ceremonial maorí. Greg se volvería amigo de Bono y su esposa, y del resto de la banda, al grado que le ofrecieron tramitarle el pasaporte para convertirlo en roadie el resto de la gira por Nueva Zelanda y Australia, en 1985. La canción es bastante emocional ya que intenta retratar esa noche en que se hicieron amigos en One Tree Hill, tras enterarse de que Greg se había matado en un accidente de motocicleta. Aunque la rola tiene algunos lugares comunes, por ahí también aprovecha para incrustar una referencia al chileno Víctor Jara. U2 la tocaría pocas veces en vivo porque Bono asegura que la emoción le gana y le impide llegar a los tonos.

“Exit” inicia como un tema casi ambient, con sonidos de grillos y Bono susurrando la letra en volumen tan bajo que no se entiende. La rola habla de un asesino serial, de la novela The Executioner’s Song. Fueen realidad un jam en una sola toma que la banda hizo el último día de grabaciones. La versión original era bastante extensa, pero Eno la redujo a 5 minutos y agregó efectos. La letra está bien lograda y manejan un ambiente tenso, con explosiones de efectos y sobre todo, un gran despliegue de Larry, quien lleva con las baquetas los sube y bajas del tema. Pero no dejan de ser dos tonos, un jam interesante y bien logrado, en dado caso, con cierta influencia oscurísima de Joy Division.

El mítico Joshua Tree termina con “Mothers Of The Disappeared”, un número lento, que inicia con efectos electrónicos raros y va abriendo paso a un arpegio dulce y cálido, tremolado, de guitarra española, que arma la figura principal sobre las capas de sintetizador. La canción habla de Las Madres de Plaza Mayo, sin hacer alusión directa, por lo que además del régimen argentino, también sirve de crítica al régimen de Pinochet en Chile. Bono no había visitado dichos países, pero al estar en EL Salvador y Nicaragua entró en contacto con un grupo llamado “Las Comadres” que le sirvió para conocer después a las Madres de Plaza Mayo que no perdían esperanza de encontrar a sus hijos. Algo que vivimos hoy en día en la velada dictadura priísta en México. Es un tema más ambient y emocional, en el que se agradece el detalle de recordar dos de las más grandes tragedias de Latinoamérica, auspiciadas por USA. “Midnight, our sons and daughters, Were cut down and taken from us, Hear their heartbeat, We hear their heartbeat”. La canción y el disco se desvanecen en un Fade Out.

 

En fin. U2 es una banda que polariza, con legiones de fans y legiones de haters. Sin embargo independientemente de la posición en la que estés, es difícil negar que The Joshua Tree fue su disco más popular, el que los catapultó al megasuperestrellato, a los estados con lásers, megapantallas y a las actitudes mesiánicas que vendrían más adelante. Este disco es un antes y un despuéspara U2, y marcaría también un inicio de transición de las bandas de los 80’s hacia sonidos más maduros, preparándose para la siguiente década. Si es o no su mejor disco, es bastante discutible, pero es muy bueno, al menos la primera mitad, con rolas descomunales que sirven para rescatar el bajón de la segunda, la cual tampoco es desastrosa. Hay algún avance lírico, no en todos los temas, pero en general Bono mejora un poco. Y se salen de su zona de confort, añadiendo matices de Blues, Folk, Country, Irlandeses, deslindándose por completo de su origen Punk, pero sin dejar su escencia.  

U2 intenta hacer un retrato de América (y por América entendemos USA), hablando de esas dos caras, la oscura que representa su política, y la brillante que representa su música y sus paisajes. Es pues un disco de contrastes, donde curiosamente, las mejores rolas son las de mayor carga política. Los estadounidenses – cosa rara – harían a un lado las críticas (o no las entendieron o no les importó), y se quedaron con esa idea de que el disco era una reverencia a su cultura y “libertad”, convirtiendo a los irlandeses en los nuevos dioses del Rock. No es difícil entender por qué el disco fue un trancazo… fue hecho para eso.

Por Corvan

26/Ago/2015

Letras de El Traductor De Rock

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