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CORE (Stone Temple Pilots, 1992)

Artista: Stone Temple Pilots (D) 
Fecha de Grabación: Feb – May 1992 
Fecha de Lanzamiento: 29 de Septiembre de 1992 
Discográfica: Atlantic 
Productor: Brendan O'Brien 
Calificación: 
9

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Categoría: Grunge (1989-1997)

Subgénero: Grunge

Mejor Canción: Plush o Sex Type Thing, o Creep

Canciones: 1) Dead And Bloated; 2) Sex Type Thing; 3) Wicked Garden; 4) No Memory; 5) Sin; 6) Naked Sunday; 7) Creep; 8) Piece of Pie; 9) Plush; 10) Wet My Bed; 11) Crackerman; 12) Where the River Goes.

 

El disco debut de los STP, Core, fue lanzado el 29 de Septiembre del ’92, y para su mala fortuna, Alice In Chains lanzaba ese mismo día su disco Dirt. Digo mala fortuna porque la prensa se les fue a la yugular, acusando a los STP de “copiar” el nuevo sonido grungero de Seattle, como si tuviera denominación de origen o algo así. Básicamente las críticas fueron en este sentido, acusando a los STP de ser una mezcla de Pearl Jam y de Alice In Chains, en pleno inicio del boom grungero. Esto es suficiente para demeritar bastante el valor del Core, un disco potentísimo y muy bien logrado, y que en realidad estaba casi terminado desde 1990, por lo que las acusaciones de ser copias me parecen infundadas. Sip, es el disco más grungero, potente y crudo de los STP, pero no por ello es malo en absoluto, y en lo personal, me parece que en cuanto a calidad no le pida nada al más diverso, psicodélico y multilaureado “Purple”. A mi punto de vista, vendría siendo como esas dos caras de la moneda de Pearl Jam con el Ten y el VS, sólo que los STP empezaron al revés, primero con su disco más crudo y luego con algo más diverso y elaborado.

La prensa no lo vio así, y al parecer no les podían perdonar el enormísimo pecado de ser californianos y tocar con una acidez y potencia como si fueran de Seattle. Rolling Stone incluso los catalogó como la peor banda de 1994, mientras que sus lectores la votaban como la mejor banda del año, quedando RS en ridículo (para variar). Poco después los STP arrasarían con premios en los American Music Awards, e incluso en los Grammys, callando bocas. La prensa no tuvo opción, sino desdecirse y elogiar el Purple, su segundo disco, que los confirmaría como una de las bandas grandes de los 90’s. De cualquier forma, los fans, que rara vez se equivocan, hicieron que el Core fuera un trancazo, el disco más vendido del grupo y uno de los más exitosos de la década con más de 8 millones de copias.

A mi me gusta bastante. Me encanta ese aire apocalíptico, con riffs lentos y demoledores, exportados directamente de los 70’s (no les suenen a Black Sabbath o a Deep Purple???). En dado caso el Grunge es un revival del Hard Rock y protometal setentero, por lo que es lógico que haya similitudes con Pearl Jam y Alice In Chains, que tienen las mismas influencias. Posteriormente Bush también copiaría el estilo y no fueron tan criticados. La cuestión es que los STP, sin ser excepcionales, son muy buenos músicos, y particularmente Dean DeLeo alterna potentísimas distorsiones en medio tiempo con ganchos y detalles mucho más melódicos. Robert DeLeo y Eric Kratz son también muy buenos, quizá no tan bombásticos como la sección rítmica de Pearl Jam, pero son muy efectivos, generan más tensión, son capaces de completar espacios para que la guitarra luzca, e incluso Robert le mete distorsión a su bajo para armar algunos riffs principales. Por su parte, Scott Weiland es un excelso vocalista, con un gran rango vocal y una tremenda capacidad de transmitir emociones y poder, y una enorme personalidad. Todo esto se conjugó para un gran debut, con algunas joyitas y clásicos de nuestro tiempo.

 

El disco abre con “Dead And Bloated”. Qué manera más brutal de comenzar!!! Desde esa intro a capella con Weiland cantando con un efecto ronco, arenoso y lejano uno sabe que lo que viene va a ser dinamita pura: “I aaaaaaaaam smellin' like the rooooose-that somebodygave meeee on-my birthdaydeath-bed”. Luego dos tarolazos y la instrumentación se deja caer como el Apocalipsis, con un riff lento y descomunal, rabioso, creando una atmósfera casi diabólica. Scott repite la primer estrofa, ya con instrumentación, y va dando cátedra de sus cualidades vocales, insertando una gran cantidad de ganchos que hacen que la canción funcione, como esos “Ohh yeahi yeaaaaaaaah!, and she says it's natural…” de los coros. Y luego los puentes, donde bajo y batería se la ingenian para crear una tensión descomunal, parece que la rola va a explotar y simplemente cambian a otro tempo, con un riff descendente (2:50) rematado con un slide con distorsión que le mete bastante turbo a la rola en la sección de “Thinkin' 'bout tomorrow”. Los STP se las ingenian para enjaretarle un montón de recursos, la canción tiene una furia inusitada de principio a fin, y tiene una aura verdaderamente apocalíptica y casi maligna que supera al menos a Pearl Jam. El único detalle es que es quizá demasiado larga y termina volviéndose un poco repetitiva, aun a pesar del esfuerzo del grupo en agregarle cambios. El tempo de la batería no cambia y me parece que el último minuto sobra, pero por lo demás es una canción devastadoramente perfecta que de paso deja clara la intensión y actitud de la banda. Excelente abridor.

Seguimos con “Sex Type Thing”, que mantiene la violencia y poder de las guitarras, pero con mayor ritmo, lo cual le da bastante más brutalidad. En realidad supongo que es la intención. El riff principal, cíclico y descendente, dramático y cool, y que le da una sensación espídica a toda la rola. La batería de Eric también es sobresaliente, llevando un beat endemoniado y sin dejar caer la canción en ningún momento. El coro es nuevamente pegajosísimo e intoxicante, con la guitarra haciendo acordes más alargados y poderosos. Por otro lado, los ganchos vocales que le enjareta Scott son perfectos, repitiendo series de palabras “I’am-I’am-I’am” o “I know, I know, I know…” Todo genera una atmósfera violenta y desgarradora que encajan a la perfección con las letras, que desde el título lo dicen todo. Criticaron muchísimo a los STP por una actitud tan machista y cosificadora, retratando a la mujer como un mero objeto sexual a la cual está amenazando. La realidad es diametralmente opuesta, ya que Scott la escribió para una exnovia a la cual violaron brutalmente. La canción es absolutamente en contra de la violencia sexual y el machismo, es un grito de impotencia ante lo que le pasó a su novia, pero la prensa no lo entendió y sus principales ataques se basaron en la letra de esta rola. Assholes! Después Weiland le daría material de a de veras y en abundancia para criticarlo. En fin, la rola es perfecta, sobrecogedora, amenazante y oscura, y no dura demasiado, por lo que no llega a asfixiar. Una de las mejores del disco y un clásico de los 90’s.

Después está “Wicked Garden”, con un gran bajeo de Robert. La canción es menos amenazante, más rockera. Siguen con la potencia, pero de alguna manera es menos intensa. La guitarra sigue crujiendo con el fuzz a todo y con remates más limpios y llenos de eco tras cada verso. Aquí hacen un buen cambio de ritmo para los estribillos “caaaaaaaaaaan you seeeeeee…”, tras los cuales hacen una pausa y un espectacular fade in en ráfaga. Los coros son nuevamente la mejor parte de la canción, explosivo con los “buuuuuuuuuuuuuuuuuuuurn, burn burn!” verdaderamente incendiarios. La canción va tomando cada vez más poder. Las letras según Weiland son sobre la pérdida de la inocencia, pero creo que sigue un poco en el tema de la violación de su amiga, sólo que de una manera menos cruda. Gran canción, con voces de Scott sobrepuestas que crean espectaculares efectos y juegos de armonías.

Luego llega “No Memory”, un pequeño instrumental que bien podría pasar por un pequeño pasaje de Metallica. Un arpegio de guitarra a la más pura escuela de Hammet. Oscuro, denso, pegajoso, solitario, con los hermanos DeLeo transmitiendo emociones. No hay batería, sólo guitarra y una línea de bajo igualmente estremecedora. Apenas poco más de un minuto que sirve de intro para “Sin”, un track inofensivo.

Viene ahora si “Sin”, con una intro ponzoñosa, muy del estilo de Jerry Cantrell. De nuevo un par de violentos tarolazos marcan la entrada de unos punzantes bajo y batería, y la guitarra cambia a un riff marcado que de inmediato genera una atmósfera enrarecida, sucia, maligna, que hace honor al nombre de la canción en las sensaciones incómodas que causa. La interpretación vocal es magnífica, llegando casi al límite del rango de Scott, y es él precisamente quien mantiene viva la canción, ya que el trabajo de guitarra y batería y guitarra son un poco repetitivos. Bueno, el bajo también es muy bueno, y Robert se las ingenia para ir intercalando líneas interesantes en los puentes. Lo mejor son esos pasajes casi acústicos, donde bajan el ritmo y la guitarra se vuelve acústica, mientras Scott su susurra “Still shackled to the shadow, Still shackled to the shadow”, tras lo cual explota un durísimo solo de motosierra, digo, de guitarra.

Enseguida tenemos “Naked Sunday”, con una batería brutal desde el principio, la cual lleva no sólo un ritmazo, sino un nivel técnico enorme. Eric Kratz se lleva la canción, añadiendo adema´s de la batería, un como golpeteo a la velocidad de la luz a algo que parece ser un cencerro. Si se ponen audífonos lo percibirán en el audífono derecho, detrás de la muralla de sonido. Los demás aprovechan para experimentar. Scott le mete un efecto sofocado a su micrófono para que la voz suene lejana y encerrada, hace versos casi recitados y poco melódicos pero se avienta unos ganchos como el “Aaaaaaaaah Whoooooo” para rematar los coros. Mientras tanto Dean le mete un wah a su guitarra, que mezclado con el poderosísimo fuzz, logra un poder alucinante, e incluso se anima a otro solo al 2:20. Esta es la canción más rápida del disco, y quizá la de más influencia Punk.

Otra de las joyas y clásicos eternos es la acústica “Creep”. Nada tiene que ver con la de Radiohead, afortunadamente. Una balada más minimalista, lenta, atmosférica y emocional. Scott suena aquí con el estilo vocal de Cobain, cantando más con la garganta que con los pulmones. El guitarreo es muy rítmico y disfrutable, sin dejar de llevar cierta sensación agridulce y oscura. Lo más notable son los arreglos eléctricos que Dean le va insertando eventualmente, y el cambio de mood que hacen en el coro, insertando una guitarra distorsionada que hace una escala descendente, mientras Scott repite una y otra vez “Well I’m Half the man I used to be” y se repite a sí mismo con una voz intercalada. Magnífico, uno de los coros más pegajosos de la historia, sin duda el punto fuerte de los STP. Las letras también me encantan, cargadas de melancolía y autocrítica, pero sin la autocondecendencia de la de Radiohead. La línea del puente justo antes de cada coro aún me conmueve: “Take time with a wounded hand, 'cause it likes to heal”. Todo joven adolescente de los 90’s debió haber oído al menos una vez esta canción, y hasta le fecha, debe ser de las favoritas del público para cantar con ellos en los conciertos.

“Piece of Pie” es otra canción potente. Un buen riff, que aparentemente surgió primero del bajo y luego espejeó la guitarra. De hecho, el bajeo nuevamente sobresale aquí. Por lo demás, parece comenzar a apreciarse la fórmula de la banda. Dean hace un solo interesante, cargado de Wah. Hay un buen coro con ciertas reminiscencias a AIC. La batería también es tremenda. Ganchos vocales. Musical e individualmente es muy buena, pero ya como un todo, parece faltarle algo. No es mala, pero no mantiene el nivel del resto.

Afortunadamente llega “Plush”, otro rolononón, un himno generacional y fuerte candidata al a mejor canción del álbum. La intro ya es mítica, con ese riff descendente, no demasiado lento, ni tampoco muy rápido. La atmósfera aún así es espesa. No es una balada, pero tampoco un rocker. Sin embargo la canción está construida perfectamente, con un arsenal de artilugios sónicos, desde el efecto de coro de la guitarra, el bajeo con un efecto elástico que cohesiona toda la canción, y una batería poderosa que no ahoga la rola. La interpretación vocal es simplemente legendaria, con esas magníficas entradas de versos “And I feeel, so much depends on the weather…”. Esta la llegué a cantar con Moby Dick y jamás entendí el significado, pero es pegajosísima, con cambios de ritmo el las líneas vocales, acelerando y bajando la intensidad en algunos versos. Ahí reside la magia. El coro simplísimo, y por lo mismo resulta adictivo. Y luego están los estribillos con los “When the dogs do find her…” y la guitarra haciendo espectaculares arpegios para adornar. La canción parece que se apaga al 3:35. De hecho podría hacerlo, ya nada le falta para hacerla perfecta. Sin embargo, tras una breve pausa, la banda la reenciende para unas vueltas más. Magnífica. Que los críticos me digan a quien copiaron esta rola!! En realidad, “Plush” es la esencia pura de los Stone temple Pilots, y una de las razones por las cuales se les considera una banda grande de los 90’s.

Después de algo tan grande, viene un bajón con “Wet My Bed”, una canción innecesaria, con ambientes muy bizarros y que no encaja por ningún lado. Un relleno que no sé si es experimental o una broma o qué intentaron. Afortunadamente no pasa del 1:30. Nah, aún así es muy largo.

Afortunadamente sigue “Crackerman”, otro punto fuerte del disco, con un riff potente y mucho más rockero de apenas 3 tonos, pero que funciona a la perfección sin ser tan oscuro o grungero. Letras un tanto sin sentido, que se supone, hablan o parodian a Lyane Staley, pero Scott de nuevo le carga una sorprendente cantidad de ganchos, como el responderse a sí mismo con una voz llena de efecto en los coros. Un solo incendiario y más elaborado al 1:50. En sí, una canción más Hardrockera que Grungera, y que tuvo alguna influencia en el VS de Pearl Jam.

El disco cierra con “Where the River Goes”, que recupera la densidad y oscuridad sobrecogedoras de las primeras rolas. Inicia bien con ese ambiente cataclísmico, los riffs lentos y espesos y las letras con un medio tiempo casi hipnótico. Dean hace un gran trabajo de guitarra, pero el problema es que se van de la raya con el tiempo. Más de 8 minutos y sin demasiadas variantes resultan francamente excesivas. La canción es buena, escalofriante, pero la verdad, debió terminar al 3:15 con el falso final. Todo lo demás sale sobrando y se va volviendo cada vez más difícil de escuchar, no porque sea mala, sino porque es demasiado repetitiva y la fórmula de los STP no da para mas de 4 o 5 minutos. Un cierre decente, a pesar de todo.

Un gran disco. Potentísimo, más que el Purple. Aunque menos variado. A mí en lo personal me gusta tanto o más, aunque los críticos y los fans se van más por el segundo álbum. Aquí tenemos la esencia pura de los STP, más oscuros, más hardrockeros, con menos poses, más creativos y más transparentes. Cierto que cometen fallas, como “Wet My Bed” o un par de tracks que se exceden del tiempo que deberían tener. Pero son detalles considerando la calidad del resto de las rolas. Musicalmente es impecable. No hay virtuosos, pero los 4 se las ingenian para crear una muralla de sonido de gran manufactura, en base a creatividad, inteligencia y muchas pelotas. El Core termina por ser un perfecto resumen del sonido de principio de los 90’s. Un viaje en el tiempo, y una colección de varios clásicos. Increíble que casi cumple los 20 años… el que siga tan fresco en su sonido solo es un signo del buen trabajo con que fue hecho el Core.

  

Por Corvan 

4/Abr/2011

 

 

 

 

 

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