top of page

YES

"Catch my knowledge higher than the day
Lose as much as only you can show
Though you've seen me, please don't say a word
What I don't know, I have never shared”

 

 

 

“C”

 

Década Principal:

70's 

Eras Principales:

Progresivo (1968-???)

Miembros Clave:

Jon Anderson, Vocalista

Chris Squire, Bajo

Rick Wakeman, Teclados

Steve Howe, Guitarra

Bill Brufford, Batería

Canciones Clave:

Starship Trooper, Close To The Edge, Roundabout, We Have Heaven, Changes, Going For The One, Yesterday And Today, And You And I, The Clap, The Fish, Time And A Word, I've Seen All Good People, Owner of a Lonely Heart, The Gates Of Delirium, Heart Of The Sunrise, South Side of the Sky

 

Yes?

Sí!

Digo, no!!!

Bueno, tal vez…

Generalmente a Yes, o los amas o los odias. Es una de las bandas difíciles de asimilar y a las que tienes que oír mucho para irles tomando el gusto. La voz de Jon Anderson no es precisamente hermosa. Puede llegar a ser pesada por el tono y los agudos que se mantienen constantes. En una primera instancia, la voz de Anderson puede ser un taladro, pero cuando uno se acostumbra, uno se da cuenta que es un excelente vocal, con un registro altísimo y con una cantidad de recursos increíbles. Por lo demás, Yes cumple con todos los estándares de banda Prog: canciones con estructuras enormes y complejas, que pasan los 6 o 7 minutos, y en ocasiones se van más de los 10; letras pomposas con algunos intentos filosóficos, que en ocasiones funcionan, o medievalescos, que generalmente no; mucha influencia clásica; solos enormes de teclado y guitarra (que en estos primeros discos no lucen demasiado, recordemos que aún no están ni Howe ni Wakeman); y en general, esa aura de gran pretencionismo que rodea a todas las bandas Prog.

Incluso me gustan sus canciones épicas y larguísimas. Bueno, algunas. Yes se las ingenia para llenar las canciones de ideas y grandes melodías para mantener el interés en las canciones complejas y larguísimas que vendrán en su mejor etapa. Por supuesto, no todas las canciones logran esto. Con las canciones épicas de Yes (y bien visto, con todas las canciones épicas de la historia) sólo pueden pasar dos cosas: Son obras de arte en cuanto a construcción, el manejo de tensión, las transiciones, multipartes, solos y demás, de manera que se vuelven en mastodontes pateatraseros; o se quedan en intentos pretenciosos, y se convierten en insoportables soporíferos más efectivos que el cloroformo. Las letras son definitivamente un punto flaco. Jon era un tipo muy espiritual, pero creo que las letras sólo tienen sentido para él. No son todas nefastas, y al menos no se meten con fantasía Tolkieniana, pero como muchos de los letristas de los 70’s, se pierden en su afán de profundidad, tratando de sonar más apantallante de lo que pueden. O no sé si eso era cool para la época, porque parece ser la tendencia. En pocas palabras, no es tan malo como Robert Plant, pero tampoco es un genio como Peter Gabriel. En fin, como decía, Yes es una banda difícil de primer oída. Y en los primeros discos. Pero conforme van avanzando, encontrando su sonido e incorporando el virtuosismo de Howe y Wakeman, la banda va creciendo y madurando junto a su sonido, hasta alcanzar un nivel tremendo.

 

Yes se formó en el ’68, cuando Jon Anderson y Chris Squire se conocieron en el club La Chasse y se dieron cuenta de que compartían la idea de un grupo de rock con armonías vocales complejas tipo Simon & Garfunkel. Anderson ya traía alguna experiencia cantando dese el ’64 en varios proyectos. Squire, por su parte, había estado en la banda The Syn, ya había grabado un par de discos y desde que la banda rompió, se dedicó a perfeccionar su técnica al bajo, buscando un estilo muy técnico y veloz, a la John Entwistle. Chris estaba en un grupo llamado Marbel Greer Toyshop, y Jon empezó a ensayar con ellos como vocalista principal. El baterista de la banda renunció y lo reemplazaron por un tal Bill Bruford, un batería con mucha influencia jazzera y que también ya traía experiencia de otras bandas. Eh! Ya tenemos la base de Yes!! Faltaba un guitarrista más profesional, por lo que Chris invitó al que fuera guitarro de The Syn, Peter Banks, para reemplazar al que tenían, bastante más improvisado. El último en ingresar fue Tony Kaye en los teclados. Con la alineación ya lista, cambiaron el ridículo nombre a uno bastante más breve y positivo: Yes.

Las primeras presentaciones fueron a mediados del ’68, enfocándose a tomar covers y retrabajarlos hasta dejarlos irreconocibles, con arreglos complejos, largas intros instrumentales, una compleja armonía vocal a tres voces, y en general, muchos arreglos clásicos, que por ese entonces mas bien buscaban copiar el sonido de Moody Blues o Procol Harum. Pronto comenzaron a llamar la atención. Los Rolling Stones los contrataron para una fiesta privada. Ahí impactaron a Cream, tanto que terminarían abriendo su concierto de despedida en el Royal Albert Hall. Para finales de año, ya eran la banda principal del exclusivo Marquee. A inicios del ’69 firmaron con Atlantic, hicieron una breve gira, comenzaron a sonar en radio, y en el verano entraron al estudio para grabar su primer LP.

Su disco debut y homónimo fue lanzado en Julio del ’69, bajo el sello Atlantic. La banda aún suena un poco verde, con algunos covers como “Every Little Thing” de los Beatles y “I See You” de los Byrds” que no fueron elecciones muy acertadas. Al menos los Beatles tenían un trillón de mejores rolas entre las cuales escoger. Con todo y todo fue un buen debut, y Yes se colocó con su disco y su primer gira como una de las grandes promesas para la década que estaba por iniciar.

Su segundo disco es el Time and Word de 1970, nuevamente con dos covers, pero esta vez se atrevieron a insertar secciones con orquesta. El resultado fue regular. En realidad manteniendo el nivel y la inmadurez del debut, con algunos avances y retrocesos. Pero Peter Banks fue el más desilusionado y afectado) por la inclusión de la orquesta y renunció a la banda poco después de finalizado el proceso de grabación. Así, entró un guitarrista que estuviera en una banda llamada Tomorrow, un tal Steve Howe, y salió en la portada del disco, a pesar de que no tocó una sola nota del álbum,, para mayor coraje de Banks. A pesar de los tropiezos, el disco tuvo un relativo éxito.

El Yes Album fue lanzado en enero del ’71, ya con las partes de guitarra hechas por Howe, quien además incluyó un montón de exóticos instrumentos para redondear el sonido. El disco ya mostraría  la banda madura, a pesar de que las sesiones de grabación fueron más bien un collage con técnicas muy experimentales. Las canciones son buenas, poderosas, particularmente “Starship Troopper”, considerada la obra maestra de Yes, y el disco alcanzó el #4 de las listas. Tras la gira para este disco, en la que abrieron a Iron Butterfly y a Jethro Tull, Tony Kaye renunció por problemas con Steve, ya que le exigía que aprendiera a usar instrumentos de teclado más complicados como el melotrón o sintetizadores, que por la época apenas eran novedad en las bandas Prog.

Tras la salida de Kaye, reclutaron a un tecladista de escuela clásica, que había estado en la banda Strawbs. Se llamaba Rick Wakeman, quien demostraría ser un enorme virtuoso en lso teclados e impulsaría a Yes a su era más arriesgada y virtuosa, dando nuevas texturas, un mayor fondo y una tremenda aportación en la creación de atmósferas. Con Wakeman tenemos la mejor alineación que se le conoce a Yes en su periodo clásico. 

El siguiente disco, ya con Wakeman, sería el Fragile del ‘72, una obra de arte, que tiene una estructura clásica, con cada miembro haciendo solos, y Wakeman luciendo espectacular no sólo con teclados, sino con el melotrón, moog y un montón de sonidos orquestales y corales que dejaron con el ojo cuadrado al mismo Howe. Roundabout se convertiría en uno de los temas insignia del grupo y llevaría al disco al éxito comercial, además de que la subsiguiente gira también fue un trancazazo. Oficialmente Yes podía ser considerado parte de la crema y nata, la élite del Prog y del Rock en general.

Close to The Edge, también del ’72, sería su disco más ambicioso, con temas larguísimos de casi 20 minutos y un collage de sonidos más extenso que los discos previos. A pesar de lo complejo y difícil del disco, este tuvo éxito. Pero Bill Brufford saldría de la batería para irse a King Crimson, donde supuestamente tendría oportunidad de aportar más. Con esta salida se rompió la brevísima superformación de Yes. Como remplazo entró Alan White, quien tocara la batería con John Lennon en sus primeros discos como solista. Con White grabaron el triple disco en vivo, Yessongs, del tour mundial en que presentaron el Close.

El Tales of Topographic Oceans saldría en el ’73, un disco doble que recibió críticas encontradas. Al parecer la chispa de la banda comenzaba a declinar, y se les criticó mucho que las canciones fueran tan extensas que abarcaran una cara entera de cada vinyl. Además las canciones comenzaban a sonar frías, pretenciosas, aburridas, con solos insertados sin alma, sólo intentando impresionar. El mismo Rick quedó asqueado con el resultado, y terminó renunciando al grupo después de cumplir con el tour, en 1974.

El remplazo de Wakeman sería el suizo Patrick Moraz, con una escuela más tendiente al jazz que al clásico, por lo que su sonido volvió a cambiar al grupo y alcanza a notarse en el Relayer, de fines de 1974. Nuevamente lanzarían una pieza de más de 20 minutos, “Gates of Delirium”, una canción inspirada en la Guerra y la Paz de Tolstoi. A pesar de que esta canción es tremenda y una de las que más dificultad técnica exigió a la banda, el resto ya suena cada vez más flojo, pretencioso y alejado del sonido que alcanzaron en su formación clásica.

En 1976, Moraz fue despedido y Wakeman regresó a los teclados para los discos Going For the One y Tormato, después de haber lanzado sus discos solistas. Ya los discos posteriores irían declinando, en pleno ataque del movimiento disco y Punk, que eran precisamente una respuesta al Progresivo que Yes representaba. En 1980, Jon Anderson salió de l grupo, pero en vez de terminar por fin Yes, se trajeron al tecladista y al vocalista de The Buggles y lanzaron el paupérrimo Drama en 1980. La banda cada vez más decadente terminó pasando los 80’s y los 90’s  como un dinosaurio de Synth Rock, desbandándose y reuniéndose con cambios en la alineación, con música ligera y en ocasiones experimentaciones insoportables, con algunos chispazos, pero en general lejos del nivel de los 70’s. En los 90’s incluso lograron revivir brevemente la virtuosísima alineación con Anderson, Howe, Squire, Brufford y Wakeman, grabando un en vivo bastante decente llamado Keys To Ascention.

 

Una gran banda, sin duda, que en su mejor momento llegó a ser muy creativa y muy poderosa, con un quinteto de virtuosos verdaderamente apantallante. Desafortunadamente la lucha de egos y el gran pretencionismo sería el fin creativo de la banda, que como la mayoría de grupos Prog, no supo terminar cuando era tiempo y se aferró a seguir lanzando basura en los 80’s. Pero en los 70’s sin duda fue un gigante, sobre todo el Fragile, el Close to The Edge y el el Yessongs, que son grandes discos, de los más representativos de todo el Prog Rock. Y en vivo debieron ser todo un deleite y derroche de virtuosismo, al menos hasta mediados de los 70’s.

En fin, muchos lo aman y muchos más lo odian. Pero no muchos los conocen realmente, salvo por un puñado de canciones. Yes es una gran banda, un clásico del Progresivo que ciertamente metió la pata y fue muy inestable, pero por lo que hizo en sus primeros años, merece al menos una C, por lo que si no los han escuchado, les recomiendo que les den una oportunidad.

 

 

Por Corvan 

30/Ago/2011

 

Si el C-Box no te permite agregar comentarios, haz click AQUÍ

bottom of page