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TINY MUSIC... SONGS FROM THE VATICAN GIFT SHOP (Stone Temple Pilots, 1996)

Artista: Stone Temple Pilots (D)

Fecha de Grabación: Oct ’95 – Ene ‘96

Fecha de Lanzamiento: 26 de Marzo de 1996, USA

Discográfica: Atlantic

Productor: Brendan O’Brien

Calificación: 8

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Categoría: Alternativo II: La Gran Explosión (1990-1999)

Subgénero: Alternativo

Mejor Canción: Trippin’ on a Hole in a Paper Heart o Big Bang Baby

Canciones: 1) Press Play; 2) Pop’s Love Suicide; 3) Tumble in the Rough; 4) Big Bang Baby; 5) Lady Picture Show; 6) And So I Know; 7) Trippin’ on a Hole in a Paper Heart; 8) Art School Girl; 9) Adhesive; 10) Ride the Cliché; 11) Daisy; 12) Seven Caged Tigers.

 

Tiny Music… Songs From The Vatican Gift Shop. Ese es el nombre completo del álbum, uno de los más largos y extraños misterios sin resolver en la historia de los títulos extravagantes. Aunque para los compas, el disco es simplemente Tiny Music.

Es curioso. En su momento el disco y los Stone Temple Pilots fueron acribillados, y aún hoy día su nombre se mantiene como EL disco con el que los STP dieron el beso de Judas, traicionaron y apuñalaron por la espalda al Grunge. Es verdad, no tiene la misma calidad que el Purple, no encontraremos aquí nada parecido a “Vasoline” o “Interstate Love Song”, ni tampoco un equivalente a “Creep” o “Plush” del debut, que es lo que todo mundo esperaba. Me imagino las caras de consternación cuando muchos lo escucharon por primera vez y empezó a sonar “Press Play” con su aura de pseudo Soundtrack de peli softporn.

Pero el disco es bueno, hay que decirlo. No es Grunge, pero hay que reconocer que los STP supieron mirar alrededor y darse cuenta que el género se había dado un escopetazo en la cabeza, y que para 1996 estaba acabado. Las demás bandas batallarían tratando de aferrarse al género, pero los STP y Pearl Jam serían los únicos en darse cuenta que había que dar un giro hacia el Alternativo, hacer temas más melódicos, evolucionar. Después de todo, era también algo de esperarse considerando la crudeza del Core y la mayor melodicidad de Purple. Este disco simplemente mantiene la misma curva melódica, alcanzando un punto de equilibrio, pero que ya se pasó con el No. 4. Insisto, no es mejor que los dos primeros, pero me parece que sus críticas fueron excesivas. Considerándolo un disco alternativo, es de muy buen nivel, variado, y que no le pide nada a cualquiera de Collective Soul, por poner un ejemplo. Quizá para algunos, ése sea precisamente el problema…

La banda había tenido problemas para llegar a este punto. De hecho, prácticamente se habían separado porque los hermanos DeLeo estaban hasta la madre de la adicción a la heroína de Scott Weiland, que lo hacía fallar constantemente en compromisos de la banda. En Otoño del ’95, teniendo ya reservado el estudio para comenzar la grabación de su tercer álbum, Scott fue arrestado por posesión de cocaína y heroína. Dean diría que estuvieron a punto de desbaratar la banda, pero no se hizo oficial y se consideró como un “receso” por la prensa. Weiland salió bajo libertad condicional, y formó otra banda llamada “Magnificent Bastards” con los que grabó un Soundtrack. Mientras, los DeLeo y Eric Ketz, consiguieron otro vocal, Dave Coutts, y armaron una banda alterna, llamada Talk Show. Dean diría que él y Robert tenían por ese entonces como 30 canciones, y una noche se sentaron a escoger cuáles serían para los STP y cuáles para Talk Show, y reconociendo que inicialmente “Big Bang Baby” era para Coutts.

La banda se reagrupó en un rancho en Santa Ynez, California. La idea era estar totalmente aislados, y evitarle tentaciones a Weiland, que se había rehabilitado, por lo que sólo eran ellos, el productor Brendan O’Brien, un par de ingenieros de sonido y un chef. Eric diría que O’Brien les dio libertad para experimentar con los sonidos de la casa, por lo que parecían niños chiquitos corriendo con micrófonos para probar el reverb de los baños, o el hueco de las escaleras. Eric grabaría algunas partes de batería encerrado en un armario de cedro en el segundo piso, y la batería de “Big Bang Baby” se grabó en el jardín delantero... Los conflictos y tensiones previos a la grabación desaparecieron como por arte de magia y el álbum fluyó como agua, con Scott agregando las letras a la música y riffs que traían los DeLeo.

El disco es ciertamente mucho más luminoso que los anteriores, con ritmos rápidos, tonos mayores, y una gran variedad de géneros. Tenemos desde temas instrumentales, uno o dos temas que aún se pueden considerar Grunge, algunos tintes psicodélicos, una balada muy beatlesca, otra muy jazzy, algunos rockers muy potentes que tienden al alternativo, un tema muy raro con tintes latinos en medio de un estribillo caótico…  

 

El disco arranca con “Press Play”, que ciertamente debió ser desconcertante. Un instrumental con una línea cool de bajo y arreglos de piano eléctrico. La base rítmica no cambia, y los cambios en el piano son muy sutiles. Dura apenas 1:20, y de alguna forma indica que este disco es distinto, pero a la vez se liga con esa broma final del Purple, “My Second Album”.

El primer tema en forma es “Pop's Love Suicide”. Y es cierto. Es pop, con un buen riff, muy rockero y distorsionado de Dean, este es el verdadero Intro del disco, sentando el mood del resto del álbum, y pudiera haber significado un suicidio musical. Scott canta distinto, con cierta influencia de Ed Roland, con una melodía semilenta que contrasta con la guitarra dinámica. La letra es una especie de crítica a la cultura pop, lo que es irónico si consideramos que el Tiny Music tiene bastante carga pop. Y quizá esta es su justificación de este giro “El pop es un suicidio, pero si eso quieren, pues eso les daremos”. Hacia el final Dean se lanza un buen solo, muy rockero, alternativo, que se va difuminando.

Después llega “Tumble In The Rough”, siguiendo esa aura alternativa, a pesar de que ésta fue enteramente escrita por Scott. Quizá por ello es ligeramente más oscura, con un gran riff crujiente. Scott se lanza en los versos con un murmullo ininteligible, pero regresa luego a la gran melodicidad y líneas pegajosas, sobre todo con esos desafiantes “So what” con que remata los estribillos. La letra es oscura, hablando de su adicción a las drogas, y por la misma, se podía anticipar que no le iba a ser fácil salir de ahí.

Viene luego “Big Bang Baby”, que a mi desde entonces me enamoró, aunque en su momento llegó a causar harta polémica. A mi esposa, por ejemplo, fan de los STP, no le gusta. Supongo que para algunos sería el equivalente a lo que significó “Starlight” de Muse, aunque a mi me encantan esas notas pop, el intoxicante riff de bajo en subeybaja circular, la manera en que aumentan la intensidad para el estribillo, y la forma en que rematan con el “Big bang baby, it's a crash, crash, crash”, que recuerda vagamente el “gas, gas, gas” de “Jumpin’ Jack Flash”. El puente al 1:40 es una joya melódica, con aires psicodélicos, y uno de los mejores momentos de todo el ’96, que afortunadamente repiten más adelante. Dean hace un gran uso del fuzz, recorre por momentos todo el brazo de la guitarra para crear un efecto turbo, pero debo insistir en que el mérito es de la gran línea de Robert, y la gran intensidad vocal de Scott. “Nothing’s for free…”

“Lady Picture Show” fue otro de los temas polémicos. Porqué Fool’s Garden podía hacer “Lemon Tree”, con esa aura beatlesca y de ensueño y todo mundo los alabó? Porqué Franz Ferdinand pudo hacer “Eleanor Put Your Boots On” y todo mundo moría de ternura? Y porqué los STP hicieron una joya pop, con matices dream, psicodélicos, con una melodía para derretirse, y en cambio los despedazaron? A mi me parece un tema hermosísimo. Incluso Scott canta con un tono distinto, limpio y fresco. La letra es desconcertante, hasta que te enteras del brutal contraste con la música, ya que Scott afirma que está basada en una violación grupal a una bailarina que no logra superar el trauma. Por cierto, Dean se lleva el show, no sólo con los efectos exactos, sino con el precioso requinto que se lanza al 2:20. Creo que con el tiempo, ha cambiado la percepción de este tema y ahora es más valorado.

Con “And So I Know” continuamos con las baladas, esta vez menos potente, incluso, más melancólica y agridulce. El tema tiene aires jazzy, con una gran labor de batería de Eric, y tenemos de regreso ese piano eléctrico acuoso y jazzy del primer corte, que le da un aire elegante y nocturno. Dean de nuevo se luce con las arañitas y el solo. No es un “Riders on the Storm”, pero es un buen tema, muy relax y con buena melodía.

Cambiamos a la otra cara de los STP. “Trippin' On A Hole In A Paper Heart” es el tema más grungero y oscuro  y pateatraseros, Sin embargo mantiene un beat rápido, con versos rápidos en los que Weiland cambia de efecto en la voz y parece estarse contestando a sí mismo, y estribillo endiabladamente melódico y pegajoso. Robert hace increíbles líneas de bajo, sobre todo en los coros. Dean por su parte, mantiene fuerte distorsión, luce con los arreglos justo antes de cada estribillo, y sobre todo, en el requinto al 1:50, más violento y crudo. Kretz también tiene un rol destacado al convertirse en un pulpo para atacar casi cada platillo y tambor al mismo tiempo sin perder el ritmo. Por cierto, el  aparece como autor de la música, mientras que Weiland escribió la letra, la cual, según el mismo, habla de un pésimo viaje en ácido.

Luego tenemos “Art School Girl”, que es una canción rarísima, ya que no sé si colorearla en rojo o en azul, por lo que mejor la dejo en blanco. Los versos son muy cool, con un aire latino gracias a esa línea de bajo y al marcado guitarreo. Esta parte es muy relax y agradable, aunque inesperada. En algún momento pensé que se la habrían pirateado a Sr. Coconut, pero luego me di cuenta que ese disco salió hasta 2003. Scott canta con mucha actitud, de nuevo con voz limpia, que se te puede encajar en el cerebro por semanas. El problema es el estribillo, con harta distorsión, un bajeo martilleante, y el cambio brutal en la voz, que te enjareta el “I told you five or four times” y que pareciera partir la canción por completo. De hecho, el recurso no está mal, es sorpresivo meter un pedazo Grunge en plena alterno-salsa. El problema es que cada vez dura más, incluso con falsos finales, y se vuelve un verdadero taladro en la cabeza.

A partir de aquí, el álbum se va volviendo más débil y difuso. "Adhesive" es otra balada, melancólica, con hermosos Power Chords. Es linda, no se puede decir que tenga algo malo, pero tampoco es particularmente memorable. Mejora algo para el puente con las capas de voces. En la parte media hay incluso un solo de sax, intercalado con esos guitarrazos. Algo larga, además.

“Ride The Cliché” le hace honor a su nombre. El otro tema grungero, pero este pareciera que fuera una especie de recopilación de clichés del género. El riff me suena genérico, y esta vez el truco de enjaretarle un estribillo más melódico no la salva. Me parece el único relleno feo del álbum.

El segundo instrumental es “Daisy”, mejor logrado que el primero. Es simplemente Robert y Dean, con guitarra acústica y eléctrica respectivamente, haciendo una sencilla pero emotiva línea durante poco más de 2 minutos, y demostrando que no se necesitan palabras para hacer un poema

El disco cierra con “Seven Caged Tigers”, que sin ser mala, se siente algo floja, con Scott cantando con desgano. Tiene un buen riff y me gusta cómo cruje la guitarra, pero el estribillo suena ya algo repetitivo respecto al resto del disco, reciclando la fórmula. Quizá el problema es que dura 1 minuto más de lo que debería, incluyendo esos ruidos disonantes del final. El requinto es bueno, quizá la mejor parte de la canción, con cambios de tiempo. Originalmente la iba a marcar en azul, pero no es realmente mala.

 

En fin, es distinto a la oscuridad y densidad a la que nos tenían acostumbrados, pero debo reconocer que crece con las escuchas, y sus ganchos logran atrapar y mantenerse en la cabeza, y eso es posible anticiparlo desde la portada, luminosa, brillante, feliz, cierto, pero no sin cierto grado de agresividad y peligrosidad al fondo. Desgraciadamente la desintoxicación le duró poco a Scott, y ya es de todos conocido que tuvieron que cancelar el tour. Los STP se mantuvieron en receso durante el ’96 y buena parte del ’97, causando rumores de su rompimiento o de la muerte de Weiland. A pesar de las críticas que lo despedazaron, el Tiny Music alcanzó doble platino.

Hay que notarlo, cuando ciertas bandas hacen un giro más pop, más comercial, generalmente tocan fondo. Generalmente vemos el pop como algo malo, cuando no necesariamente es así. Puede haber Pop inteligente cuando es tomado en serio, y creo que este es uno de esos casos.

 

Por Corvan 

25/Jun/2016

 

 

 

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