La Caverna
Rock & Letras
LET THERE BE ROCK (AC/DC, 1977)
Artista: AC/DC (C+)
Fecha de Grabación: Ene – Feb ‘77
Fecha de Lanzamiento: 21 de Marzo de 1977, AUS
Discográfica: Albert
Productor: Harry Vanda, George Young
Calificación: 9.5 (MUST HAVE)
Era: Hard Rock (1968-???)
Subgénero: Hard Rock
Mejor Canción: Whole Lotta Rosie.
Canciones: 1) Go Down; 2) Dog Eat Dog; 3) Let There Be Rock; 4) Bad Boy Boogie; 5) Problem Child; 6) Overdose; 7) Hell Ain't A Bad Place To Be; 8) Whole Lotta Rosie.
En plena era del Punk y de la música disco, los AC/DC dijeron “Hágase el Rock”, y el Rock se hizo… Este es uno de esos discos gracias a los cuales AC/DC goza un status de banda mítica, con el que al fin lograron consolidar su sonido clásico y saltar al estrellato a nivel mundial. Es un tremendo catálogo de actitud, letras irónicas y divertidas, melodías pegajosas, pirotécnicos solos, pero sobre todo, de impresionantes riffs que se suceden uno tras otro como una verdadera cátedra de guitarra. No sé si en otro disco suenan tan potentes, y, sobre todo los Young, tan compenetrados.
Dejamos a la banda con el Dirty Deeds, con el cual hicieron una gira europea, que incluyó una larga escala en Inglaterra (donde Bon se hizo al fin los dientes y se consiguió su espectacular sonrisa). En Europa terminaron como pequeñas celebridades por la potencia de su sonido y, sobre todo, por sus electrizantes actuaciones en vivo, a tal grado que los catalogaron como la quinta mejor banda nueva de 1976, por encima de los Pistols, que ya estaban arrasando.
Sin embargo, en Australia no les fue tan bien a su regreso. Habían perdido adeptos tras su ausencia, y la gira llamada A Giant Dose no les resultó tan bien. No llenaban locales pequeños que antes atestaban con facilidad, algunos empresarios se negaban a contratarlos, conociendo las peleas campales y destrozos que quedaban a su paso: casi cada noche terminaban a golpes con fans o con bandas rivales. Por si fuera poco, varios ayuntamientos australianos se negaron a proporcionar seguridad adicional a los lugares donde se presentarían, o de plano negaban el permiso, ocasionando cancelaciones. A pesar del cierto reconocimiento que tenían en Europa, Estados Unidos los seguía ignorando por completo, volcados como estaban en el Soft Rock.
Así que la banda decidió ponerse las pilas y retarse a sí mismos con un nuevo disco para curarse el orgullo herido. Querían hace un álbum redondo, uno que calara en Australia y con el cual retomaran el status de reyes de la casa, que abrumara a críticos y a fans, pero sobretodo, que significara un paso adelante para la misma banda. Por ello, casi en cuanto desempacaron en Sídney tras la gira A Giant Dose, Harry Vanda y George Young los convocaron al estudio.
Malcolm había aprendido en su aventura británica que algunas bandas y artistas, sobre todo los que estaban de moda en USA, usaban canciones más largas, con solos pirotécnicos y ruidosos. Y quién tenía las dos guitarras más explosiva del mundo en ese entonces? Por qué no aplicar la fórmula? “La idea era hacer un disco que enseñara a los Punkers y a los Soft Rockers cómo hacer puto Rock & Roll” en palabras del propio Angus.
Esta declaración no sólo fue una mera intención. En los Estudios Albert acomodaron todos los amplificadores (que eran nuevos, porque Marshall se había apuntado como patrocinador mientras estuvieron en Inglaterra), en un rincón de la sala, por lo que el sonido de la guitarra se filtraba por los micros de voz y batería. Esto hacía imposible hacer una grabación perfecta… si se fijan, casi todas las canciones tienen algún clic, feedback, o sonidos de fondo. No son efectos de producción, sino imperfecciones que sin embargo le dan un encanto especial al disco.
Casi todo el material se compuso en el estudio. Tenían poco tiempo para las sesiones, apenas 2 semanas, pero a Vanda no le apuraba, ya que dijo que la espontaneidad fue clave para la grabación del disco. En realidad, la labor de los productores nunca fue tan crucial como en este disco, y los ex Easybeats parecían más entusiasmados que la misma banda. “Supongo que si entonces hablamos de Rock & Roll sin ninguna mierda añadida, eso es lo que queríamos decir! Con pelotas! Nada que ver con el Soft Rock blandengue que luego duran 2 años en grabar…” George remataría diciendo: “Nunca nos preocupamos mucho de si las cosas sonaban de manera muy correcta. Para nosotros siempre era más importante si tenía cojones y atmósfera. Así que si teníamos que escoger entre una toma que tenía todo el corazón pero con pedos, ruiditos y demás, elegíamos esa, porque preferíamos eso a la versión estéril, quizá más correcta, pero aburrida.”
John Brewster, de los Angels, banda que también grababa en los Albert, los veía frecuentemente durante las sesiones. Tocaban 15 o 20 minutos sobre un riff, George les gritaba, “Lo tienen” y entonces apretaba el botón de grabación. Y ocurría magia. Brewster diría que los AC/DC tocaban en estudio como tocaban en vivo. Es decir, no estaban estáticos ni sentados como la mayoría de las bandas, sino que brincaban por todos lados, Rudd hacía head-banging, y Angus terminaba revolcándose en el suelo y girando sobre su eje mientras hacía requintos. Él estaba cuando ocurrió esa mítica escena… Bon acababa de escribir la letra de una canción con la ayuda de una Biblia, que terminaría siendo el tema titular del álbum. Al final del día, Angus estaba agregando overdubs de las guitarras para la rola, y hacia el final de la grabación el amplificador, prácticamente nuevo, empezó a humear y lanzar chispas. George le empezó a gritar “No pares, no pareeeeees”. “Yo estaba ahí mientras la maldita sala se llenaba de humo, Angus tocaba como si se le fuera la vida, salían chispas detrás del ampli, pero aguantó hasta el final, y entonces fue como si se rindiera, hizo un sonido como Blaaaaaaaa, y se fundió.” Así que “Let There Be Rock” literalmente surgió entre chispas.
Por primera vez usaron nombres propios en sus rolas, Ruby en “Go Down” y Rosie en “Whole Lotta Rosie” que es un himno a la desfachatez, narrando el encuentro de Bon con una gruppie talla extra grande. Además tomaron elementos del R&R de los 50’s. Los Young estaban muy influenciados por Chuck Berry y Little Richard, eran fans de hueso colorado, y quisieron incorporar eso de parones y arrancones, que le da una tremenda dinámica al álbum.
La banda empezaría a presentarlo en Sidney una semana después de su grabación. Pronto se corrió el rumor del nuevo sonido de los AC/DC, y aunque todavía tenían la décima parte del público que tenían en UK, la gira resultó mejor que la anterior. En Marzo volaron a Inglaterra y dejaron pasmados a los británicos, ya que apenas se estaba lanzando la versión internacional del Dirty Deeds y no se esperaban lo que escucharon. La banda había avanzado enormidades en ese año, e incluso las rolas de Dirty Deeds que se vieron obligados a tocar por cuestiones de Marketing, sonaban ahora con mucho más punch y fuerza.
El 11 de Marzo tocaron en el Rainbow de Londres, y ahí los escuchó un tal Dough Thaler, que quedó encantado y estuvo insistiendo en representarlos en USA hasta que accedieron, desconfiados porque nunca pensaron que los estadounidenses los tomarían en serio. Thaler sería crucial para que esto cambiara.
Diez días después el Let There Be Rock se lanzaba en Australia. Como no estaban presentes, no pudieron aportar mucho en el diseño de la portada, muy sobria para el sonido real del disco. Angus se burlaría diciendo que se notaba que no eran sus dedos porque eran muy gordos. Es cierto, los dedos de los Young siempre fueron delgados y ágiles. En dado caso, la bombástica portada de la versión internacional del disco lo compensaría, con la banda tocando en un risco/escenario, mientras las nubes se abren para iluminar a Angus en pleno paroxismo, y los brazoz de los fans se asoman desde abajo. Esta versión, que es la que tengo, reemplazaría “Crabsody in Blue”, un tema que parodia el título de “Rhapsody in Blue” de George Gershwin. Crab puede significar cangrejo o ladilla, por lo que el tema era similar al “The Jack”, hablando de problemas venéreos de Bon. En la versión internacional, se reemplazaría por “Problem Child”, la misma versión del Dirty Deeds, que si bien tiene mucha actitud, no es de los mejores de la banda. El disco los colocaría como la banda más potente del planeta, siendo los más grandes representantes del Hard Rock ante unos Zeppelin, Sabbath, Purple que ya empezaban a sonar anquilosados y atravesaban sus últimos momentos de gloria. De hecho, fueron teloneros de Sabbath en la gira europea, y al final Geezer y Malcolm casi terminaron a golpes por un malentendido, pero era obvio que prendían más a la gente que los cabezas de cartel. Tras esta gira, Malcolm y Angus quedaron hartos de Mark Evans, con quien tenían una buena química al bajo, pero no en lo personal. El 3 de mayo lo echaron del grupo. Curiosamente, se crearía la leyenda urbana de que intentaron reclutar a Glen Matlock! Sí; el bajista de los Sex Pistols, a quien acababan de echar porque había reconocido que le gustaban los Beatles. Matlock diría años después que los vio casi a diario por esas fechas, pero nunca hubo propuesta alguna. “De cualquier forma, mis piernas eran muy rígidas para esa música”. Al regresar a Australia reclutarían a Cliff Williams, quien era un liverpooliano de gran recorrido, pero que apenas había escuchado a los AC/DC y se tuvo que aprender todo su repertorio en 2 semanas y cruzar el mundo para empezar con otra gira Australiana.
El disco arranca pateando traseros con “Go Down”, que de entrada nos muestra esa fascinación con los parones y arrancones. Y es que Malcolm inicia usando su chisporroteante guitarra como una enorme Harley, dando acelerones cada vez más profundos y haciéndonos sentir como la máquina se calienta, hasta entrar en velocidadritmo al :18. A partir de ahí la rola es más bluesera, con las guitarras alternándose en un riff simple, crujiente, medio oxidado, que contrasta con el bajeo casi elástico de Evans. Es muy simple, básicamente la rola es esto y la aplastante actitud de Bon, que canta como si fuera el rey del mundo, que va haciendo un recuento de sus grupies. Ruby Red Lips era el sobrenombre de una de ellas. No es la letra más filosófica, ni mucho menos, pero es divertidísima: “You got the lips to make a strong man weak”, para rematar con el estribillo que nos dan idea de porqué su apodo. Ni siquiera es que sea en doble sentido, es una letra bastante directa, pero insisto, divertidísima. Al 2:30 tenemos el primer solo del disco, con Angus reventando su guitarra, y no es difícil imaginarlo con su paso de pato o girando en el suelo. La banda sigue con más intensidad si se puede, mientras los agudos regresan a una figura similar al riff inicial y tenemos un falso final al 3.20 para volver a armar la tensión desde cero. La banda empieza casi tímida, y Bon en un tono más “solemne”, que va elevando mientras la guitarra lo imita en un increíble diálogo hasta emular un doble orgasmo que culmina con una explosión de toda la banda en el puente y un último estribillo.
Enseguida tenemos “Dog Eat Dog”, con un riff monumental, que inicia en tres tonos descendentes seguidos, pero enseguida cambia a uno más entrecortado, armado básicamente por Rudd con ese monumental manejo de los tums y el bombo, que dan un aire salvaje y tribal a la rola, y resulta ser el verdadero protagonista. Ese aire extremadamente amenazante de la música se empalma perfectamente con la letra, en la que Bon hace una metáfora de un perro para retratar la cruel naturaleza humana. El dicho en realidad, o al menos como lo conozco, es “Perro no come perro”, con lo que da a entender que el hombre no tiene empacho en canibalizar por beneficio propio: “Every dog has it's day”. Bon canta lleno de cinismo, despreocupado, y de nuevo, con una actitud demoledora. La melodía no es demasiado fuerte, pero el cómo la canta es lo importante, y al final la banda se une para hacer coros mientras Scott aúlla, ladra y todos se vuelven locos. El requinto aquí es sencillo, metrallando notas, pero apenas cambiando a un par de tonos. No es lo mejor de Angus, pero queda en la sencillez del tema. Lo mejor, insisto, ese tamboreo salvaje de Phil.
Luego llega “Let There Be Rock” que dio nombre al álbum. Este es un tema totalmente inusual en la discografía de AC/DC. Más que una canción, es una declaración de principios, es la elevación religiosa del Rock, y quizá el pináculo lírico y sarcástico de Bon Scott como letrista. El riff es extravagante y aplastante, con las guitarras enlazadas armando un chugga-chugga que se alterna con poderosas ráfagas que te pueden tumbar de tu asiento. Se supone que los Young estaban jugando con el riff a manera de tributo a Chuck Berry. Bon salió corriendo a la librería más cercana y regresó con una biblia, para pasmo de todos y se puso a escribir en la cabina de voz, mientras los músicos seguían jugando con el riff. Al salir, traía una letra que parodia el Génesis y es una delicia. Se va hasta 1955, cuando no existía el Rock “The white man had the schmaltz, The black man had the blues, No one knew what they were gonna do”. Me encantan estas líneas. Los versos prácticamente los recita, sin guitarras, sostenido sólo por la sección rítmica, una gran labor de Evans con una línea simple, pero muy fuerte. Así narra cómo Tchaikovsky creó el sonido, la luz, la batería, la guitarra y remata con el título gritado “Let There Be ROOOCK!” tras lo cual entra Malcolm con un efecto casi oxidado de guitarra, sobre el cual Angus hace un explosivo solo, llevando la rola a un clímax increíble. Al 1:45 paran de golpe, Angus hace unas arañitas, todo queda en suspenso y sólo queda un “ping” agudísimo que ignoro si fue a propósito o parte de esas fallas que le dan más carácter al disco. Luego vuelven a empezar, con Bon continuando su diatriba: “And it came to pass, That rock 'n' roll was born, All across the land, every rockin' band, Was blowin' up a storm” para rematar de nuevo con el “Hágase el ROOOCK!!”. Un nuevo solo, más juguetón y rockanrolero, haciendo escalas divertidas, y acabando con esas encantadoras arañitas. La última estrofa parece estarse refiriendo a ellos mismos “One night in the club called the shakin' hand, There was a 42 decibel rockin' band, And the music was good and the music was loud” y esta vez Bon parece gastarse la última particular de oxígeno de sus pulmones mientras grita el título. El solo de Angus es aún mejor, de hecho, este es el que vale, y se entiende porqué le prendió fuego al amplificador, con la banda y la guitarra sonando cada vez más potentes y salvajes, creando más y más tensión a una velocidad descomunal, hasta que revienta en un agudo extenso y vuelve a mostrar su velocidad en el extenso remate. Una joya, un credo para la banda, que en cualquier otra hubiera parecido una mala broma, pero que a AC/DC le sentó a la perfección. Para redondear la obra, la banda grabó un divertidísimo video, ya sin Evans, en lo que sería la primera aparición de Cliff Williams como bajista. Bon aparece como sacerdote y con sus dientes alineados. Angus como una especie de ángel con aureola negra, y el resto como monaguillos, supongo… Una delicia, que muestra todo el desparpajo de la banda, pero que cuando se compenetra, puede alcanzar una intensidad sísmica que hace que los 6 minutos se vayan en una nada… Hágase el Rock! Alabado sea Bon!
“Bad Boy Boogie” cuenta la historia de Bon mientras crecía, no precisamente como un niño bueno. El riff a doble guitarra es espectacular, para levantarle un monumento al par de hermanos. Podemos oír a Phil marcando el tiempo de entrada, para luego esos explosivos Power Chords. Angus y Malcolm parecen un monstruo de 4 brazos, armando ese riff amenazante y oscuro, perfectamente sincronizado, que en cierta forma entabla diálogo con Bon mientras narra su vida. Desde que nace, en un día lluvioso, con mal augurio al ser el séptimo hijo y haber nacido el séptimo día, yendo siempre contracorriente, y siempre cínico: “Bein' a bad boy ain't that bad, I had me more dirty women than most men ever had.” En el puente tenemos un nuevo riff, espejeando la contradictoria línea de Scott, hasta rematar con el “I do the bad boy boogie!”. Para la segunda vuelta, éste remate de Angus al minuto 2, es simplemente celestial, uno de mis momentos favoritos del disco… luego paran, dejan un par de segundos en suspenso, y revientan con un incendiario requinto, otro de los mejores del álbum, escalando en tonos y tensión. Una cátedra de guitarra y pirotecnia, sin ser presuntuosa, sino que suena bastante natural. Sienten eso en las venas? Se llama Rock! La banda lo contagia, te hace querer brincar, se puede sentir como disfrutan al hacer esto. Al 3:20 vuelven a aplicar el falso final y reencienden motores para una última vuelta, aún más salvaje, en la que Bon parece estar ya expulsando sus pulmones, y termina de golpe y porrazo, sin previo aviso. Una verdadera avalancha que muestra lo compenetrada que estaba la banda a estas alturas y que confirma que habían encontrado un total balance en su sonido.
Uno de los detalles de la versión internacional del álbum es que censuraron “Crabsody in Blue” y la reemplazaron por “Problem Child”. La rola no es mala, pero si no destaca particularmente en el “Dirty Deeds”, aquí menos, e incluso deja en evidencia la evolución que habían tenido en el transcurso de un año. Al menos en cuanto actitud y fiereza no desentona del todo con el resto del álbum, y para los que era su primer acercamiento con los hijos adoptivos favoritos de Australia, no representaría mayor problema.
Viene luego “Overdose”, con su falso inicio. Arranca con una lenta lluvia arpegiada con algo de distorsión. Luego los crashes de Rudd, y posteriormente se incrustan Power Chords de Malcolm. Al minuto hacen un cambio drástico a otro violento riff, exquisito, oscuro, que te hace brincar y querer golpear a alguien, perfecto para andar en carretera y meter el acelerador a fondo. La letra habla sobre drogas, de manera metafórica. AC/DC, al menos en esta época, eran bebedores olímpicos, podían empacarse cantidades industriales de cerveza, y Bon era famoso por beberse una botella de whisky sin inmutarse. Se supone que habla de una mujer como otra forma de adicción: “Woman you give to me, More 'n I can take, But listen honey, I don't mind, You're a habit I don't wanna break”. Sin embargo, cuenta la leyenda que después de la grabación del Dirty Deeds, Bon tuvo un incidente con cocaína, y que estuvo a punto de ser echado de la banda. Se justificaría diciendo que fue un incidente aislado y que el hecho de que casi lo matara lo había hecho jurarse nunca repetir la experiencia, por lo que le dieron una segunda oportunidad. Desafortunadamente no contaría con que el alcohol también puede ser letal en muchas formas… El riff es demoledor, pero “Overdose” se debe considerar un punto débil del disco ya que, extrañamente, este par de riffs son lo único que arman el tema, y se vuelve repetitivo y extremadamente largo. Los solos de Angus son notables, pero no alcanzan para darle suficiente variedad a la rola.
Después de este ligero bache, el cierre es descomunal, con “Hell Ain't A Bad Place To Be”, otra catálogo de riffs, donde la banda muestra de nuevo esa compenetración para desatar un perfecto infierno. Inician con una secuencia de guitarrazos para encender motores. Una breve pausa y se discuten con un riff endiablado, cargado de dinamita, sucio, pero perfectamente calculado, sobre el que Bon inicia los versos. En el puente bajan el tiempo de manera similar al inicio para hacer una breve pausa en la que Scott escupe el título a capella en un rugido. La letra es sobre una chica que le hace la vida imposible, pero de la que no se puede despegar… acaso la misma de “Overdose”??? Sarcástico y divertidísimo: “Spends my money, Drinks my booze, Stays out every night…” Pero en la noche recuerda porqué está con ella “Late at night, Turns down the light, Closes up on me, Opens my heart, Tears me apart, Brings out the devil in me!” Así entendemos porqué el infierno no es tan malo, je! El solo al 2:35 no es tan rápido, pero se conjuga maravillosamente con la fuerza del requinto, y mientras Angus va suviendo tonos, aumenta en intensidad. Otro parón para irnos al puente/estribillo. Se fijan cómo han dominado a la perfección eso de los parones y arrancones, haciéndolos sonar de forma natural cuando es endiabladamente difícil hacerlo sin que suene burdo o forzado? Hacia el final vuelven los guitarrazos que van desacelerando y cuando creemos todo terminado, Rudd cierra con un breve redoble. Un tema enorme, con un riff de antología y una potencia descomunal. El título les traería problemas con los sectores más conservadores, ya que al igual que a Sabbath, los tildaron de satánicos sin siquiera asomarse al resto de las letras.
El cierre en plan grande es a cargo de “Whole Lotta Rosie” quizá la canción más conocida del disco y una de las más representativas de la banda. A estas alturas, hablar de la grandeza de los riffs del disco es algo repetitivo. Pero los de este tema son superlativos. Arrancando a manera de tributo al R&R de los 50’s, Bon empieza platicando su anécdota…
“Wanna tell you story
About woman I know
When it comes to lovin'
She steals the show
She ain't exactly pretty
Ain't exactly small
Fourt'two thirt'nine fiftysix
You could say she's got it all”
Lo más divertido de todo, como la mayoría de sus temas, es que fue un hecho real, cuando estaban de gira en Tazmania. Tras un concierto, una chica enorme, ENORME, lo interceptó en un bar y le prometió la mejor noche de su vida, diciéndole que ese mes ya se había acostado con 28 famosos. Cualquier otro se hubiera reído y largado con una gruppie más guapa, pero no Bon, quien lo vio como un reto, y reconocería que fue inolvidable. A la mañana siguiente, Rosie, antes de irse, murmuró, “Ahora van 29”. Sólo Scott puede hacer cosas como ésta, ponerlas en una canción y cantarla con tal desparpajo. Los Young por su parte, se encargan de hacer una muralla sónica con guitarras rápidas, que parecen dar impulso a Angus para lanzarse con uno de los mejores de su vida, mostrando una velocidad endiablada al 2:20, acelerando cada vez más, hasta hacer un parón y alternarse con Malcolm para el riff principal, un poco más afilado y entrecortado, para luego estallar de nuevo. En verdad que al menos debe estar en el top 10 de los mejores solos de Angus, un momento clímático para el Rock. Rudd luce implacable, también empujando la banda con los tambores y los crashes en el estribillo, haciendo a la perfección los cambios de tiempo de medio a rápido para regresar a los versos. Bon se vuelve loco tras el último estribillo y Young se lanza a un solo aún más desbocado e impetuoso para cerrar, en el que lo podemos imaginar retorciéndose y girando en el suelo, para un cierre pirotécnico, que dejaría a todo mundo babeando en 1977.
En fin, más que un disco, es una reinvención del modo de hacer Rock. Está de más que el álbum fue un trancazo a nivel global, poniendo a AC/DC al nivel de vacas sagradas del Hard Rock de inicios de la década. AC/DC dejaba de ser una banda de singles para convertirse en una banda de discos, y esto era lo que les faltaba para conquistar Estados Unidos y el resto del mundo. Por otro lado, y es algo que no se comenta, este disco no sólo le abrió las puertas del mundo a AC/DC, sino que pondría la alfombra para la nueva oleada de bandas que estaban por surgir. No sé qué tanto éxito hubieran tenido unos Van Halen el siguiente año, o la oleada de bandas Hair Metal que estaban gestándose, sin la fuerza con que este disco abrió tumbó las puertas.
El disco es pues potentísimo y cargado de adrenalina de principio a fin. Quizá sea superado en perfección por el Highway to Hell o el Back in Black, pero este es su álbum más guitarrero y el que mejor define su sonido, más desafiante, más crudo, casi como si estuvieran en directo. Las canciones enganchan, tooooodas tienen tremendos riffs, tenemos algunos de los mejores solos de Angus, la conexión con Malcolm es casi telepática, y la sección rítmica suena descomunal, con ese maravilloso swing de Phil. Sobre todo, se nota que se divirtieron enormidades grabándolo, y ese mood es contagioso, algo de lo que carecen los discos más “perfectos”, usando las palabras de George, cada cual con una emotividad distinta. Siendo honesto, me encuentro escuchando este álbum más seguido que cualquier otro de AC/DC.
Por Corvan
11/Mar/2016
Letras de El Traductor de Rock

Si el C-Box no te permite agregar comentarios, haz click AQUÍ