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G N’ R LIES (Guns N’ Roses, 1988)

Artista: Guns N’ Roses (D+)
Fecha de Grabación: ’86 – ‘88
Fecha de Lanzamiento: 29 de Noviembre de 1988, USA
Discográfica: Geffen
Productor: Mike Clink y Guns N' Roses
Calificación: 
6

Era: Hard Rock (1968-???)

Subgénero: Hard Rock 

Mejor Canción: Patience

Canciones: 1) Reckless Life; 2) Nice Boys; 3) Move to the City; 4) Mama Kin; 5) Patience; 6) Used to Love Her; 7) You're Crazy (Acoustic); 8) One in a Million.

 

Uff! Qué pasa si de la noche a la mañana, con un solo disco, te conviertes en la banda más poderosa del planeta, con el tour más exitoso (incluso tan aglomerados que causan muertes de fans), con los miembros codeándose de pronto con la realeza del Rock (abriendo conciertos de los Stones), con el guitarrista siendo considerado por el momento, si no el mejor, al menos el más grande pateatraseros, tocando incluso junto a su majestad Michael Jackson… Y con una actitud medio Glam, sin tanto maquillaje, con el detalle de que eran auténticamente “malotes” y no nomás posers como Bret Michaels, John Bon Jovi y compañía? Pues que se te sube a la cabeza. Los chicos de Guns N’ Roses se la creyeron, muy en serio, que eran la mejor banda del mundo debido al éxito de su bien logrado Apetite for Destruction. Y el resultado es que no sólo su actitud “malota” era mucho más auténtica que la de sus contemporáneos, sino que se fueron al extremo, con giras verdaderamente destructivas arrasando las ciudades por las que pasaban, cayendo en excesos de alcohol, drogas y haciendo lo que querían. En algún punto se les oyó decir “Somos los Rolling Stones de los 80’s”.

La cuestión es que, cuando una banda tiene tanto éxito con su disco debut, se generan muchísimas expectativas sobre su disco sucesor. El Lies de Guns N’ Roses fue quizá el disco de Rock más esperado de la década de los 80’s… y el más decepcionante. La verdad, después de tal debut, este Lies deja mucho que desear. Y es que para empezar nunca debió ser tal cual. Es en realidad una mezcla del primer EP de Gun’s, el Live ?!*@ Like a Suicide de 1986, con los cuatro temas en un “Falso en vivo” de la primera cara, en los que la banda muestra más ímpetu, actitud y ganas que calidad. Incluso 2 de los temas son covers… De la segunda cara del disco, son 4 temas acústicos que grabaron al vuelo en apenas 3 sesiones, incluyendo un remake más suave de “You’re Crazy”, que me sigue gustando más en su versión del Apetite, y de los cuales sólo ”Patience” logra destacar.

La banda en realidad no quería lanzar un nuevo disco, estaban de lleno con la gira y disfrutando el momento, y se supone que querían esperarse a escribir temas de calidad para que su siguiente disco fuera algo que valiera la pena. Supongo que la disquera presionó y al final cedieron ante la tentación de unos cuantos dólares más, aprovechando el vuelo que aún traía su disco debut. Así que en vez de lanzar los 4 nuevos temas acústicos en un segundo EP, decidieron juntar los temas en del Suicide (que habían grabado en estudio y al que agregaron gritos d elos fans para maquillarlo como una grabación en concierto) y venderlos como un LP. Nada tontos. El problema es que, lo que hubiera sido siendo un EP acústico más o menos decente, terminó siendo un LP soso, sin unidad ni dirección, y con el evidente fin de extraer dólares de los bolsillos de sus fans. Así que, de cualquier forma, no deja de ser una falta de respeto a ellos, y se queda muy, pero muy lejos del nivel mostrado en su primer álbum y de los Ilusion.

 

El disco abre con “Reckless Life” con un Axl gritando a todo pulmón no-sé-qué-diablos pero que termina para variar en “Fuckin’ Roses”. La canción es un rocker furioso, que recuerda la etapa inicial de Aerosmith, con un Axl desbocado, gritando más que cantar la letra, en tonos extremos. La batería es tremenda, haciendo grandes remates, mientras Slash e Izzy se enlazan con ambas guitarras para irse contestando en esos como power chords. Al minuto 2 tenemos un solo relampagueante de Slash, mientras la artillería sigue sonando al fondo. El problema es que suena muy genérico, sin alma, con Slash tratando de metrallar la mayor cantidad de notas sin demasiado orden ni sentido. En realidad ese es el problema de toda la canción (y todo el lado A), que suena potente, pero genérico, algo que pudo haber hecho cualquier banda pseudometalera en pleno 1986. No es mala, pero no destaca, y después de escuchar el disco, no resulta particularmente memorable. Lo mejor quizá sea el gran bajeo de McKagan, que hace como 25 pulsaciones por minuto.

Sigue “Nice Boys”, un cover de Rose Tatoo, otra banda hardrockera. No dista mucho de la original, salvaje, desbocada, pero creo que el tono de voz de Axl llega a ser molesto de tan agudo, y sobre todo al final cuando repiten infinidad de veces el pegajoso estribillo “Nice Boys don’t play rock & roll…”. Con Rose Tatoo, si acaso suena interesante que el resto de la banda hace coros. Aquí suena todo muy pesado, muy desorganizado y forzado. No sé, habiendo tantos temas para hacer covers, me parece que no sólo escogieron un tema muy soso y mediano, sino que a comparación del original, suenan incluso peor, y no aportan absolutamente nada. Por canciones como esta es que digo que Rose puede ser un vocalista absolutamente castroso y detestable.

“Move to the City” mejora un poco..La verdad la combinación de la potencia de Guns N’ Roses con un conjunto de metales podría resultar bizarra, pero alcanza para funcionar. Al menos la canción es más rítmica, y existe de hecho una melodía vocal, más pegajosa, sin tanto exceso vocal de Axl. Las guitarras hacen buenas combinaciones, conjuntándose con ese swing de las trompetas y luego tomando cada una su camino. El solo de Slash al 2:30 con cambio de tono y todo, es más corto, pero más organizado, sin intentar ser apantallante, y le sienta mejor a la canción, junto a los riffs que izzy va construyendo al fondo. En sí, es más disfrutable, con un mood muy agradable, llevando un buen medio tiempo, sin ser un rocker furioso, pero tampoco una canción lenta. Lo raro son los metales, que acaso sería lo último que esperaríamos escuchar en una cnación de Guns, sobre todo de su etapa inicial. Pero hay que recordar que estaban muy influenciados por los Rolling Stones (después les talonearían), y por esas fechas traían una sección de vientos. Además no se escucha realmente mal, es parte del pequeño encanto de la canción. Creo que este es el punto fuerte de ese primer EP y de esta primer cara, aunque no lo suficiente como para marcarla en rojo.

Viene el segundo cover, “Mama Kin” esta vez de Aerosmith, otro de los grandes maestros de GnR. En esta ocasión vuelven la canción más pesada, agregando partes y divirtiéndose simplemente con ella, aunque nuevamente pierde frente a la original, más ligera, desenfadada y colorida. Desde la intro, esta versión pierde el toque más bluesero de Aerosmith, y acortan sobremanera la intro. Pero bueno, el chiste de esta canción es divertirse y lo hacen con ganas, metiéndole gran punch, y esta vez si aportando un cambio instrumental; si bien respetan la estructura de la canción y los riffs, la batería, guitarras y bajo le agregan notas y pequeños arreglos de su cosecha que la hacen más densa y hardrockera, aunque nuevamente repetitiva y falta de variantes al final. Presumiblemente era con la que cerraban sus conciertos. Estas primeras 4 no son tan horribles, y muestran la banda con gran potencia y ya construyendo la personalidad que los definiría en vivo (serían más arrolladores con el paso del tiempo), pero se nota aún cierta falta de madurez. Está el germen de GNR, pero les falta pulir ese estilo y los defectos para dejar de sonar genéricos. Por supuesto que para esas alturas ya tenían un sonido mucho más maduro, y por ello insisto en que fue un error incluir este EP del ’86 en pleno 1988.

La segunda parte del disco es acústica, grabada rápidamente en 3 sesiones para completar el disco. La primera es “Patience”, una hermosa balada (quizá la mejor de todo el repertorio de Guns), compuesta por Izzy Stradin. Las letras son sencillas, melancólicas y autobiograficas, con un Axl cantando de manera sentida y sin exageraciones, en un tono medio que le sienta muy bien. La melodía vocal es magnífica y el mismo Rose agrega el silbido al principio, que viene a sustituir lo que sería un riff principal. La ausencia de batería y bajo es sustituida con una tercera guitarra acústica interpretada por Duff, creando entre los tres una atmósfera cálida y con muchas texturas, sin sobreponerse todo el tiempo. En ocasiones una hace arpegios, otra rasguea, y luego Slash se desprende para hacer un solo cristalino y de buena manufactura, triste y muy melódico, llevando por momentos la línea del silbido. Al 4:10 hay un falso final, la rola parece terminar, pero luego empieza otro guitarreo con más ritmo, se incorporan las otras guitarras y fabrican una excelente coda in crescendo, que no llega a estallar ni a ser violento, pero sirve como un buen cambio que refresca la canción y le da un poco más de dramatismo. Gran canción, que nos muestra un lado más delicado del grupo, capaz de hacer buenas rolas acústicas, melódicas, pegajosas. No todo tiene que un Hardrock apocalíptico cuando hay calidad en la canción. Uff! Yo creo que esta simple canción vale 5 de los 6 puntos del disco.

Después está “Used To Love Her”, nuevamente con una base acústica, pero esta vez con un bajeo y batería muy rítmicos y agradables. La canción es divertida y básicamente de desmadre. La secuencia de tonos es muy simple, de ésas con las que empieza cualquier banda. No es la octava maravilla, pero le ponen muy buen ambiente cantando todos, con un ambiente festivo pero ligero, y la letra es muy divertida: "I used to love her, But I had to kill her, I had to put her six feet under, And I can still hear her complain” y es pegajoso como chicle. Los solos son muy curiosos, no estoy seguro si es Slash, pero creo que es lo más cercano al country que le escucharemos a Guns. Sin ser sobresaliente, es una canción agradable y fresca. Por otro lado, la letra (que evidentemente es una broma) les empezó a traer famas de cerdos chauvinistas.

Luego llega “You’re Crazy”, que ya había salido en una versión eléctrica en el Appetite for Destruction. De cierta forma es un cover, pero pierde como ¾ partes de su personalidad original, siendo uno de los temas más violentos y potentes del debut. Aquí es mucho más lenta, con un Axl cantando en una octava más abajo, y luego volviéndose loco en la parte media, sobrepasando a Robert Plant con los excesos vocales… El solo es bueno, mejorando al final. No es mala, pero tampoco aporta en nada al original, por lo que parece innecesaria. Se supone que eligieron esta para convertirla en acústica porque originalmente así iba a ser la versión del Appetite, pero al final la aceleraron hasta convertirla en un semi trash, de manera que esta vendría siendo la canción como fue concebida en realidad.

Cerramos con la controversial “One In a Million”, con Axl nuevamente haciendo el “riff” con un silbido. En esta ocasión mezclan el guitarreo rítmico y acústico con una guitarra eléctrica cargada de fuzz haciendo arreglos a lo largo de la rola. La combinación resulta bien. La melodía vocal también es fuerte y pegajosa, sobre todo en el coro, donde la guitarra brilla. Podría haber sido otra canción de relativo éxito, de no ser por la metida de pata con las letras. Se supone que son una broma y no debían ser consideradas demasiado en serio, pero Rose aprovecha para hacer una diatriba que va desde el racismo, tocando la homofobia hasta líneas antimigratorias. Por supuesto, fue censurada en todas partes, y a pesar de las disculpas y los intentos de Axl por explicar que era una broma, “One In A Million” se ha convertido en uno de los himnos más grandes a la intolerancia radical. Incluso cambiaron la letra en una de las reediciones, pero finalmente la volvieron a la original después de darse cuenta de que eso no iba a impedir que le siguieran exigiendo disculpas.

Un disco con más contras que pros, y con dos caras con temas ambivalentes; por un lado canciones muy potentes con rokers un tanto genéricos; y del otro temas acústicos, relajados, con buen mood, pero que no se diferencían tampoco mucho. Algunos temas promedio, covers que no aportan gran cosa, una hermosa balada que sobresale por mucho y canciones con potencial arruinadas por la letra. Creo que ese es de los principales problemas de Guns. La falta de un nivel estable, ofreciendo una de cal y una de arena, con altibajos muy notables. Eso y los notables excesos, y la lucha de egos que se desataría dentro de la banda. No sé, Guns es un gran grupo, con muy buenos músicos y una actitud acaso ad hoc para la música que hacían, pero a pesar de 2 o 3 buenos discos, parece que nunca lograron mantenerse ni dejar de ser una eterna promesa que salvaría al Hard Rock. Este pudo ser un buen EP acústico, pero la ambición y falta de planeación hicieron que terminara como uno de los LP’s débiles de la banda, muy corto, y sin demasiada personalidad.

Por Corvan 

21/Jun/2011

Letras de El Traductor De Rock

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