top of page

LET IT BE (The Beatles, 1970)

Artista: The Beatles (A)

Fecha de Grabación: Ene ’69 – Abr ‘70

Fecha de Lanzamiento: 8 de Mayo de 1970, UK

Discográfica: Apple

Productor: Phil Spector

Calificación: 9  

 

 

 

 

 

 

               

Era: Hard Rock (1968-???)

Subgénero: Hard Rock

Mejor Canción: Let It Be o Dig a Pony

Canciones: 1) Two Of Us; 2) Dig a Pony; 3) Across The Universe; 4) I Me Mine; 5) Dig It; 6) Let It Be; 7) Maggie Mae; 8) I've Got A Feeling; 9) One After 909; 10) The Long And Winding Road; 11) For You Blue; 12) Get Back.

 

Es con gran melancolía que inicio esta reseña. El último disco de estudio de los Beatles, el fin de una Era. Sí, ya sé que aún queda material, los Past Masters, las Antologías (que si reseño serán las 3 en una sola entrada), pero es el ÚLTIMO verdadero disco de estudio. Cuando empecé este proyecto, en el 2007, veía este momento como algo muuuy lejano y remoto. En fin. No sólo es la nostalgia que implica terminar de reseñar a mi banda favorita de todos los tiempos, sino el disco en sí. Desde antes de que me empapara en su historia y en todo lo que implicó el Álbum, me pareció un disco nostálgico, una especie de despedida. Aún me lo sigue pareciendo. Creo que los Beatles llegaron a tal grado de tensión en Twickenham Studios, donde grabaron las sesiones de ensayo del disco, que en cierto punto sabían que era el último, y algo de esa sensación de despedida invernal se impregnó. Después pasarían un montón de cosas, el disco quedaría enlatado y lanzarían antes el Abbey Road, que es más una fiesta, el último trabajo en equipo, un disco perfecto. Después desempolvarían las cintas y retomaría su papel de punto final. Parece un disco para el camino, con constantes referencias al mismo, a un irremediable adiós: desde “Two of Us”, que mucho tiempo creí que hablaba de Paul y John; el “feel the windblow” de “Dig a Pony”; el viaje cósmico de “Universe”; esa especie de resignación a algo que se esfuma de “Let it Be”; la espera del tren en “909”, el largo y sinuoso camino; la tristeza de “Blue”; y el cierre con ese deseo (“Get Back”) que nunca cuajó… El disco  tiene además algunos temas potentísimos, muy rockeros, una carga de blues inusual y un estilo más crudo, más hardrockero, que hubiera augurado buenas cosas a la banda en los 70’s. Pero el hubiera no existe…

Las grabaciones mismas fueron tortuosas. Vi la película Let It Be en algún momento de mi adolescencia y creó que bloqueé la mayor parte en mi mente y decidí no volver a verla nunca. Recuerdo que pensé que era como ver un divorcio con close ups. Era doloroso verlos así.

Los problemas en estudio habían empezado desde el White Album. Los Beatles habían pasado más de 5 meses prácticamente encerrados en el estudio, y para finales del ’68, Paul tomó la iniciativa y empezó a presionar para un nuevo disco. Una noche de inicios de diciembre, se metió a una taberna y tocó el piano para los sorprendidos parroquianos que estaban ahí. Salió con la certeza de que la mitad de ser músico son las presentaciones en vivo, oír los aplausos, la gente coreando. Salió además con una idea en la cabeza: Que los Beatles volvieran a dar un concierto, y de hecho, eso sería la preparación para una nueva gira. Paul estaba entusiasmado, porque la tecnología había evolucionado de forma que a fines de 1968 ya no existía multitud que pudiera opacar los modernos equipos de sonido. Los demás no estaban muy contentos con la idea, sobre todo George, que fue el que más resentía las giras en su primer etapa, pero no descartó una presentación, ya que recientemente había tocado con Dylan y The Band en N.Y. y la adrenalina del escenario no es algo fácil de dejar. La idea de una gira se suspendió, pero comenzaron a aportar ideas locas para un único concierto, desde una isla griega, un crucero, un anfiteatro tunecino, un asilo para dementes (idea de Lennon) y cosas extravagantes por el estilo. No se pusieron de acuerdo, pero todos llegaron a la conclusión tácita de que debía ser un disco crudo, sin sobreproducciones, sin orquestas, sin intrincados trucos de estudio… en pocas palabras, un regreso a las raíces que pudieran tocar los 4 en directo.

Para rematar, decidieron documentar en cámaras todo el proceso creativo y de grabación para lanzarlo como una película, de forma que llamaron a Michael Lindsay-Hogg para dirigirla. El problema era que Abbey Road era algo estrecho para los movimientos de cámara que deseaban, por lo que se trasladaron a Twickenham Studios, saliendo por primera vez del mítico Abbey Road.

Las grabaciones para el disco y película, tentativamente llamados Get Back, por ser un regreso a sus bases, empezaron el 2 de Enero de 1969, con Glyn Johns como productor. Desde el principio reinó una atmósfera tensa. Los Twickenham eran un lugar terrible para estar en invierno. Los Beatles eran llevados ahí a las 8 de la mañana por cuestiones de iluminación natural, aunque ellos preferían grabar de noche. “Era una sensación espantosa” – Diría John – “ser filmados constantemente por dos cámaras de 16 milímetros. No se podía hacer música a esas horas de la mañana, con personas filmándonos y luces de colores en la cara”. Paul tomó la dirección musical, tratando de ser propositivo y entusiasta, pero llegó al punto de indicar a George y a Ringo qué y cómo tocar en cada canción, tratándolos como su grupo de acompañamiento, lo cual era más insultante aún porque estaban siendo grabados.

Los primeros días repasaron canciones de sus raíces, como “Jhonny B. Goodge”, “Roll Over Beethoven”. Después se dieron cuenta de que no iban a ningún lado y decidieron irse a sus propios estudios, con una consola de 78 canales que habían encargado hacía meses a Alex el Mágico (ese embaucador amigo de John) y que estaba siendo instalado en el subsuelo de las oficinas de Apple. Para su sorpresa, Alex no lo tenía precisamente listo.  En realidad no tenía uno solo de los 78 canales. No había calefacción, y las máquinas grabadoras que el genio tecnológico iba a construir, en realidad se habían pedido a Alemania y no tenían las especificaciones que necesitaban. Por si fuera poco, la ventilación de todo el edificio estaba en el sótano, y el ruido que hacía volvía imposible grabar cualquier cosa. Alex ni siquiera había colocado un sistema de intercomunicación entre la cabina y el estudio! La leyenda dice que Paul se enfureció con John, ya que había sido su idea confiar en Alexis Mardas, pero se contuvo de golpearlo porque de otra forma no habría disco. McCartney reorganizó todo para que se llevar grabar en Savile Row 3. Se volvieron a instalar cámaras y luces y los Beatles regresaron a lo suyo: pelear. Había aún más tensión, y las sesiones eran un letargo hostil. El 6 de Enero, Paul indicó a George que “Two Of Us” sonaría mejor sin tanto riff, a lo que Harrison explotó “Tocaré lo que tú quieres que toque, o no tocaré nada ¡Sea lo que sea que te complazca, lo haré!”. Después, el 10 de Enero, George discutiría por algo con John, si haber certeza si llegaron a los golpes o no. Después del break para comer, George se subió a su coche y se fue a su casa en Esher. Le dijo a Pattie “Me largué del grupo, los Beatles ya no existen”. George se quedó en casa de malas, mientras se retrasaba el rodaje. La leyenda cuenta que Paul, furioso y sin detenerse a pensar, llamó a Eric Clapton para ofrecerle el puesto, pero éste declinó por lealtad a George (Ja!) y rematando con cierto cinismo “Jeff Beck también está ocupado grabando disco, así que no te molestes en llamarlo”. Paul presuntamente buscaba un lead guitar desesperadamente sin consultarlo con los demás, pero a los pocos días, cuando tuvieron una reunión de negocios, George se presentó como si nada.   

El 22 de Enero finalmente regresaron a Apple. George llegó con el tecladista Billy Preston, pensando que las sesiones del White Album habían mejorado cuando estuvo Clapton presente, de forma que esperaba que tener un invitado aliviaría la tensión. La idea, de hecho, funcionó. Durante los 8 días en Abbey Road, ya sin cámaras, grabaron toneladas de material. Ahí surgió prácticamente todo el Abbey Road, a manera de palomazos, con temas como “Mean Mr. Mustard”, “She Came In Through The Bathroom Window”, “Sun King”, “Polythene Pam”, “Golden Slumbers”, “Something”, “Carry That Weight”, “I Want You”, “Octopus’s Garden”, “Oh! Darling” y “I Want You”, que después retrabajarían. También empezaron temas que terminarían en los discos solistas, como “Child of Nature” que se volvería “Jealous Guy”, “Gimme Some Thruth” de John. “Isn’t it a Pity”, “Let it Down” y Hear me Lord” de Harrison. O “Another Day”, “Junk”, “Teddy Bear” y “Backseat of my Car” de Paul. Retomaron covers viejos como “Bésame Mucho”, “Ain’t She Sweet” (de su época con Tony Sheridan), “Stand by Me”, “Blue Suede Shoes”, “Shake Rattle and Roll”; y covers más recientes como “Positively 4th Street”, “All Along the Watchtower” and “I Shall Be Released” de Dylan. La mayoría eran jams informales, o pedazos cortos, pero entre esos temas empezó a surgir nuevamente la magia. De esos jams también salieron “Maggie Mae” que tentativamente estaba basada en una melodía que cantaba Julia a John cuando era chico, y “Dig It”. Luego rescataron un temita que tenían inédito desde 1963, “One After 909”, que era un rockanroilito muy melódico. Y se desataron con todos los demás, excepto “Accross the Universe” que databa del periodo psicodélico del ’67, y “I Me Mine” que grabarían hasta el ’70, cuando retomaron el proyecto, siendo la última pieza de estudio de la banda, aunque ya sin Lennon.

El 30 de Enero de 1969, en lugar de tocar en el Coliseo Romano o alguno de los lugares rimbombantes que tenían pensado, simplemente subieron su equipo a la azotea de Abbey Road, sin avisar a nadie, y comenzaron a tocar en el gélido aire londinense. John con un abrigo de pieles café; Paul de traje sin corbata y con zapatos cafés; George con abrigo negro y pantalón verde; y Ringo con un rompevientos rojo, acompañados por Billy Preston en un rincón y todo el staff grabando y registrando el momento. Tocaron tres tomas de “Get Back”, dos de “Don’t Let Me Down” (que hubiera elevado enormidades el nivel del disco de no haber sido lanzado como single), dos tomas de “I’ve Got a Feeleng” y una de “One After 909” y “Dig a Pony”. La gente se comenzó a acumular en las aceras y en los edificios de enfrente. Luego de un rato, llegó la policía, que fue grabada mientras entraba al edificio y subía las escaleras. Los Beatles siguieron tocando unos minutos, con la policía a sus espaldas, y en esa toma de “Get Back”, Paul improvisó líneas "You've been playing on the roofs again, and you know your Momma doesn't like it, she's gonna have you arrested".John concluiría con la famosa frase “I'd like to say thank you on behalf of the group and ourselves and I hope we've passed the audition” En alusión a la audición en Decca. Al final, tenían grabadas 9 tomas del último y quizá más mítico concierto de una banda, el más parodiado, el que apenas un puñado de personas pudo presenciar, quizá sin saber qué es lo que estaban escuchando. Varias frases serían rescatadas para el álbum, dándole esa sensación “En Vivo”. De este concierto se usarían para el disco las tomas de “One After 909”, “I’ve Got A Feeleng” y “Dig a Pony”, que destaca más precisamente por la tremendísima dificultad de ejecución y haber sido captada en vivo.

El 31, la banda se reunió en Apple para grabar “The Long And Winding Road”, “Let It Be” y “Two of Us”. Los Beatles terminaron así el proyecto del “Get Back”, con unas 27 horas de video (la mayoría inutilizable por las contantes fricciones) y 90 de audio, incluyendo las sesiones en Apple y el Concierto en la Azotea. Para cerrar el concepto de lo que sería el fallido Get Back, Lennon propuso que se tomaran una foto en las oficinas de EMI, exactamente en la misma posición en la que se habían tomado la de la portada del Please Please Me 7 años atrás. El Get Back nunca se lanzaría, pero las fotos se usarían para el Red and Blue Albums.

 

Michael Lindsay-Hogg las pasaría negras para editarla y dejar una versión presentable y más o menos amigable. Aún así, se siente la tensión. La cuestión es que, terminando de grabar, nadie quiso saber nada del Get Back. John diría: “me daba pavor asomarme a esas cintas, nadie quería tener nada que ver con ellas” y se enlató por meses. Les vendrían cosas en qué mantenerse ocupados: Poco después se dieron cuenta que estaban en quiebra. Su contador, que los había acompañado desde los inicios, les mandó una carta a cada uno expresando que no podía llevar las finanzas ya que Apple era un derrochadero de dinero, y a ellos mismos no les interesaba controlarlo. Paul y John estaban en números rojos, por más de 65 mil libras y George y Ringo por 35 mil. Si no controlaban Apple, estarían quebrados en 6 meses. Paul comenzó a buscar a los mejores asesores financieros del Reino Unido, desde Lord Beeching, quien había rescatado la British Railways, hasta lord Goodman, abogado del Primer Ministro. Pero ninguno cuajaba. Paul entonces propuso a Lee Eastman, padre de Linda, un abogado sólido y conservador. En retrospectiva, creo que esa era la mejor opción, Paul tenía la razón, pero los demás no querían que su potencialmente futuro suegro llevara el control financiero porque lo podía beneficiar a él. Ahí entró en escena Allen Klein, quien ya había exprimido a los Stones, pero Jagger le había endulzado el oído a Lennon tratando de sacarse a Klein de encima. Klein se entrevistó con John y Yoko en privado y se los ganó, prometiéndoles mil cosas. Había ganado un adelanto de Decca a los Stones por 1.2 millones de libras cuando los comenzó a manejar, y eso había fastidiado mucho a los Beatles. Klein les prometió 2 millones por adelantado por renovar contrato con EMI, y a Yoko, lograr que United Artists distribuyera sus películas. Esa noche inició formalmente el proceso de divorcio de los Beatles, con la desgastante batalla entre Paul y John por imponer al manager que querían.

Para rematar, Paul se casaría con Linda la mañana de 12 de Marzo de 1969, tras enterarse que ella estaba embarazada. Fue en el registro civil de Merylebone, y a pesar de que lloviznaba y de que habían tratado de ser sigilosos, hubo una multitud de chicas llorando por el último Beatle soltero, además de un circo de medios. No fueron los demás Beatles. Ese mismo día, la policía irrumpió en Esher. Pattie estaba sola, y la policía, con un perro entrenado, fue casi directo a un paquete de cigarrillos que alguien había dejado sobre el carro de Pattie esa mañana. Encontraron medio kilo de hachís en un zapato de George, a lo que Pattie estalló en carcajadas “Si tuviéramos tanto hachís, no lo pondríamos ahí, y si lo que buscan es mariguana, está en el estante del baño”. George tardó 2 horas en llegar por el tráfico. Los policías casi le piden su autógrafo cuando lo arrestaron. Salió bajo fianza una vez fijados los cargos. La era de cacería de Stones estaba terminada, pero se abría la temporada de caza de los Beatles, tentativamente por el activismo político de los Lennon-Ono.

El 20 de Marzo, una semana después de la boda de Paul, John y Yoko se casaron en Gibraltar. Después de ver el circo en que se había convertido la boda de Paul, John quería que la suya fuera totalmente privada y secreta. Peter Brown les consiguió lo que querían en la punta sur de España, Gibraltar, y John lo inmortalizaría en “The Ballad of John And Yoko”. Si bien la boda duró 10 minutos y fue secreta, con apenas Peter Brown de sus conocidos, decidieron que su luna de miel sí que sería un circo. Volaron a Ámsterdam, rentaron una suite de lujo del Hilton, y empezaron la primera de sus tristemente famosas “Bed-ins”, con cientos de periodistas y fotógrafos desfilando para verlos sentados, vestidos de blanco, cantando “Give Peace a Chance” y haciendo declaraciones pacifistas y anti-Vietnam. Así pues, no sólo fue una pugna por el control del grupo, sino los tremendos encontronazos entre sus esposas - que no se soportaban – lo que terminó por desmoronar esa amistad que cambió al rock y al mundo.

Poco después se reunirían con George Martin para su último trabajo en estudio, retomando la mayor parte del material inacabado de las sesiones del “Get Back” para lo que sería su obra maestra, el canto del cisne, el Abbey Road. Esa es otra historia. Simplemente voy a mencionar que el Abbey Road se lanzaría en Septiembre del ’69, para más detalles, checar su reseña.

En Enero de 1970, George, Paul y Ringo se reunieron en Abbey Road para grabar “I Me Mine”, tema de Harrison. John nunca llegó, y decidieron continuar sin él. John sería el último en amagar con salir del grupo sin hacerlo oficialmente. Esa sería la última sesión oficial de los Beatles, aunque los mismos 3 se reunirían a mediados de los 90’s para las Antologías. Cuando en 1970 era ya claro que los Beatles no podían estar los 4 en el mismo cuarto, Allen Klein dio las cintas enlatadas del Get Back a Phil Spector para que las trabajara. El proyecto fue rebautizado como Let It Be, y a esas alturas se cortó “Teddy Boy” porque Paul lo tenía contemplado para su debut solista. Tampoco se incluyó “Don’t Let Me Down” ya que estaba por ser lanzado como single. Quizá por ello se decidió incluir relleno como “Maggie Mae” y “Dig It”. 

Phil –The Wall of Sound – Spector tomó las cintas y les dio el trato por el que se hiciera famoso. Fastuosas orquestaciones y monumentales coros femeninos (la primera vez en un disco de los Beatles). A “Across The Universe” le bajó el tiempo y el tono y le agregó orquestas. Los temas en vivo no parecen en vivo, y a otros les agregó diálogos para aparentarlo. A pesar de la producción, la mayoría quedó con un sonido algo sucio, sin la nitidez de sonido característica de George Martin. La Rolling Stone los critircaría durísimo por esto, y es quizá con la declaración de la revista con la que más de acuerdo he estado jamás “Los Beatles pasaron la audición, pero trataron de “regresar” a sus raíces olvidándose del mejor productor de nuestros tiempos, y así no puede haber “regreso”.

Cuando Paul escuchó la mezcla del Let it Be se horrorizó, particularmente por el trato que Spector le había dado a “The Long and Winding Road”. Paul la quería a puro piano, pero Spector la había dejado como Soundtrack de un mal musical de Broadway. Ahí inició la carrera por adelantar los lanzamientos solistas, siendo ésta la gota que derramó el vaso. A pesar de que exigió que se incluyera la versión original, no le hicieron caso. El 10 de Abril, Paul anunciaba a través de la prensa su salida y disolución de los Beatles. El Let It Be saldría como disco póstumo el 8 de Mayo de 1970, cuando todo mundo estaba más interesado en los discos solistas y en la guerra de declaraciones en el doloroso divorcio…

 

El disco abre con “Two Of Us”, un cálido tema acústico de Paul. Originalmente llamada “On Our Way Home”, inició con guitarras eléctricas, pero a Paul no le gustó el sonido y le cambiaron el sonido a uno más suave y campirano con acústicas. Ringo lleva el tiempo con el bombo, George hace ese arpegio de dos notas que suena como cálida lluvia y funciona de riff. Paul y John cantan en una perfecta armonía, salvo el puente, cantado por Paul. La rola va con parones y arrancones tras cada estribillo, tiene un aire informal, melancólico y alegre a la vez. Paul asegura que la letra es sobre él y Linda, pero no soy el único en afirmar que pareciera que es para John, recordando los viejos tiempos, el largo camino que los llevó a ese momento: “You and I have memories, Longer than the road that stretches out ahead”, canta en el puente, como una premonición. Se siente cierta camaradería, cierta despedida, un algo agridulce que hace que esta canción tan simple sea tan buena. Me encanta el cierre en fade out con el silbido. Los Beatles regresando a sus bases, sin overdubs, sin guitarras al revés, sin orquestas, ni efectos psicodélicos. Simplemente ellos, recordando vagamente el sonido acústico del Help! 

Sigue “Dig a Pony”, una de las canciones más subestimadas de todo el catálogo Beatle, y que incluso en algún momento llegó a ser mi favorita. Es una canción preciosa, en un tiempo semilento, sin ser precisamente una balada, con un John lanzando una de sus ingeniosas letras que dicen todo y nada a la vez. Arranca con un falso inicio de Paul, justo cuando Ringo exclama “Hold It!”. La melodía es espectacular, no le pide nada a las de Macca, y la letra, igual que la anterior, dedicada a Yoko, pero que bien podría haber sido dedicada a Paul, quien tiene que armonizar en falsetto porque el tono de John es MUY alto. El complejísimo riff de la intro es espectacular, y tiene más mérito al ser toma en vivo del Concierto de la Azotea. Es endemoniadamente complicado sincronizar las 2 guitarras, el bajo y la batería en destiempo con esa secuencia de subeybaja, y lo digo por experiencia. George lanza exquisitos licks mientras Ringo toca con ese estilo desparpajado, pero que aquí suena poderosísimo por momentos, golpeando los platillos como el mismo Bonham. Paul armoniza mientras John lanza sus dardos dylanianos, Paul hace un bajeo bombástico… y entran al explosivo estribillo: “I told you so, ALL I WANT IS YOU!!! Everything has got to be just like you want it to” con el “Because...” en falsetto como un susurro, para después dejar ese breve silencio que los lanza de nuevo a los versos. Es simplemente celestial. El requinto de George es precioso, con un enorme feeling y aura bluesera. Insisto, una canción muy subestimada, hermosa y potente a la vez, y con un nivel instrumental que debió exigir al máximo a los 4, demostrando que estaban en mejor forma que nunca para dar conciertos. 

Continuamos con “Across The Universe”, un hermoso tema de Lennon. Fue escrita en 1967, y John se inspiró un día en que Cynthia trataba de encontrar una palabra y salió con “words are flowing out like endless rain into a paper cup”. John no pudo dormir con la imagen dando vueltas en la cabeza y escribió la canción. Está fuertemente marcada por sonidos hindús y la meditación trascendental que recién descubría con el Maharishi. La canción saldría en el recopilatorio para caridad de varios artistas de 1969, “No One’s Gonna Change My World”. Una melodía cálida, cadente, con la voz pausada de John, el suave rasgueo, y ese mantra como coro “Jai gurú deva om…”. La versión original era un tono más alto y rápido, y básicamente a pura guitarra. En las sesiones del Get Back, Geroge agregaría una guitarra eléctrica con efecto de sitar y wha, Ringo haría tamburas y maracas y Paul no aportó. John diría que trataba de arruinarla con armonías, por lo que al final el mismo Paul se hizo a un lado. Spector le bajó el tiempo y el tono, agregando orquestaciones y un enorme coro angelical, que bien visto, no quedó tan mal. Las letras, según John son las más hermosas y filosóficas que jamás escribió: “Limitless undying love which shines around me like a million suns, It calls me on and on, across the universo”. El tema es simplemente precioso, conjugando instrumentación, melodía y letras, para un verdadero viaje astral y musical. 

Luego llega “I Me Mine” de George”, una canción de George sobre el ego. La canción la comenzaron a ensayar desde  Twickenham, pero el resultado nunca terminó de convencer a George. Cuando retomaron el proyecto del Let It Be, Harrison pidió a los demás que se reunieran a regrabarla. John estaba en Dinamarca y no acudió, por lo que el 3 de Enero de 1970, esta sería la última canción que trabajarían los Beatles, ya sin John. Inicia con una dramática guitarra acompañada de un hammond tocado por Paul. El blues lento se transforma en un salvaje rocker para los estribillos, con las guitarras a toda distorsión y Ringo von una potencia inusual. Paul hace las armonías. George hace un espectacular trabajo de guitarra con la intro y los licks, pero curiosamente no tiene requinto. La letra se supone que habla del geo contra el yo, aunque John se lo tomaría como un ataque a él y a Yoko y por ello no se molestó en hacer el viaje. Phil Spector le copió uno de los versos, ya que era muy corta, añadiendo además la orquestación que matiza un poco el aire hardrockero. La canción se difumina simplemente con las notas del hammond dando una sensación inacabada. 

Viene después “Dig It”, un temita de relleno, básicamente uno de los muchos jams que salieron en las sesiones, con la letra sin mucho sentido de John, gritando sobre una secuencia de 3 tonos y un tecladito circense. Dura menos de un minuto, pero a mi gusto, estos temas, a pesar de cortos, le restan calidad al disco. 

Continuamos con una de las joyas de la discografía Beatle. “Let It Be” es una de las más grandes canciones escritas por Paul. Está dedicada a su madre, Mary McCartney, quien murió de cáncer cuando él tenía 14 años, pero la mayoría interpretó ese “mother Mary” como la Virgen María. Por eso digo que Lennon se quedó MUY corto en su homenaje a Julia. La canción es una joya, quizá la mejor que escribió Paul junto con Hey Jude. Inicia con esas notas melancólicas de piano y Paul cantando la melodía que remata cada vez con el título. Realmente suena como un amanecer en la hora más oscura. El estribillo es precioso, con un sutil coro de fondo en la primer vuelta. Para los siguientes versos, Ringo entra marcando el tiempo con los platillos, y John acentuando los cambios de tono con un bajo de 6 cuerdas. Para el siguiente estribillo, la banda entra en ritmo, junto con un arreglo orquestado que suena celestial. Al finalizar viene una doble escala descendente a manera de puente, rematada por el hammond de Billy Preston, para luego, al minuto 2, Harrison se discuta con uno de sus más hermosos solos, con un feeling que me enchina la piel cada que lo escucho. Dura apenas 2 vueltas, pero la contribución de George es increíble, y el solo de esta versión es mucho muy superior a la del single. Para los siguientes versos, Ringo recorre los tums con un tamboreo, mientras George agrega licks y suenan unas maracas. Luego el estribillo con la orquesta y los remates de batería, mientras John sigue llevando el tiempo marcando notas y recorriendo todo el brazo del bajo, para finalizar con una última escala descendente. Uff! Es tan simple, pero a la vez tan perfecta. La letra es quizá ese himno que Macca estuvo buscando tantos años para competirle a “Imagine”, sólo que anterior a la misma. Creo que nunca se dio cuenta de la fuerza lírica del tema, que puede ser interpretado como resignación, “Déjalo Ser” pero a la vez como un no apegarse a las cosas, dejar fluir, aceptar… quizá un mensaje, más que a sus fans, a sí mismo y a sus pronto excompañeros. Simplemente majestuosa. 

Sigue “Maggie Mae”, de apenas 40 segundos. Es una especie de broma, supongo. Está basada en una de las primeras composiciones de los Quarrymen, a su vez basada en una boba melodía que Julia le cantaba a John. Siento que estos temitas cortan la dinámica del disco y le terminaron quitando espacio a “Don’t Let Me Down”, que le hubiera dado calificación perfecta al disco. 

Después tenemos “I’ve Got A Feeleng”, otro temazo de Paul, y quizá la última verdadera pieza digna de ser firmada como Lennon/McCartney. Es un tremendo rocker que inicia con un arpegio distorsionado, luego entra Ringo marcando el tiempo, hace un remate y George entra con un acorde aplastante que da pauta a que Paul entre con un grito aplastante, descomunal. ,Además de hacer una enorme línea de bajo, que suena profundo y con gran volumen. Esa escala ascendente que hace George, conjugada con el grito de Paul justo antes de gritar el título a todo pulmón, es uno de los momentos cumbre de 1969. Me pregunto qué debieron pensar los que iban pasando por la acera y escuchaban esto. Después entra John con la parte de “Everybody Had a Hard Year”, insertando una canción diferente que había salido desde las sesiones del White Album, y que fueron a caer de manera perfecta aquí. El final, con Paul y John cantando a la vez sus líneas, es increíble, rematando con esas escalas llenas de tensión. Es una muestra de que los Beatles, a pesar de no haber tocado en vivo en casi 3 años, estaban para patearle el trasero a cualquiera. 

Luego llega “One After 909” con su alegre mood. Es en realidad una de las primeras composiciones de John y Paul como sociedad, quizá de 1957, y que habrían tocado en la época de Hamburgo, pero jamás habían grabado por considerarlo muy simple. Lo es, de hecho, pero le agregan un mood increíble, que contagia energía con las armonías, el beat desenfrenado, los requintos brerryanos de George, y el tiple con que canta John, recordando la primer etapa rockanrolera, aunque Paul canta con una voz profunda de “Lady Madonna”. Y Preston brilla con ese boogie que no le pide nada a Nicky Hopkins. Nuevamente una muestra de la impecable ejecución en vivo de la banda, al ser otra toma del Rooftop Concert. 

Enseguida tenemos “The Long and Winding Road”, que independientemente de los arreglos de Spector, suena a un tema algo fuera de lugar y más acorde a los álbumes solistas de Paul. La canción la compuso en su granja en Escocia, dedicada a Linda, y originalmente la tenía pensada como un sencillo tema a Piano y acaso acompañamiento de guitarra. Phil le agregó una orquesta entera y un coro de 40 voces, no dudo que con la mejor de las intenciones, pero le termina dando un toque de falso glamor de los 40’s. Paul trató de evitar que el álbum se imprimiera con esta versión, pero fue desoído. Posiblemente esta fue la razón definitiva por la que, 9 días después el 10 de Abril, anunciara su salida del grupo. Además fue una de las causas de su demanda en Diciembre para disolver la sociedad de forma legal. Sería el último #1 de la banda. Les digo un secreto? Nunca me ha gustado, y creo que no tiene nada que ver con los arreglos, ya que tampoco me fascinó la versión del Naked. En sí la canción es melosa, con una melodía lenta y sosa, y letras algo empalagosas. Más acorde a un álbum solista, como ya mencioné. Entre los temas largos, la considero el punto débil del disco.

“For You Blue” es el segundo tema de George, un blues puro con un soberbio trabajo de slide, que aunque no lo crean, es ejecutado por John en una Steel guitar. Paul toca el piano y George toca la guitara acústica haciendo esos agudísimos licks con sabor a mandolina. Al principio, si suben el volumen, podemos escuchar a John diciendo “Queen says no to pot-smoking FBI members”, uno de los diálogos de John en Twickenham y que a Spector se le ocurrió que quedaría bien ahí. La canción es buena, muestra a los Beatles en estado de Blues puro haciéndolo bien. Sin embargo, queda la sensación de que George se quedó algo corto con sus contribuciones para el disco, considerando sus temas de los últimos años.

El disco cierra con “Get Back”, un tremendo rocker que surgió como un palomazo en losTwickenham Studios, y días después llegó Paul con la letra. La rola cambió muy poco desde su origen, es un Rock & Roll muy básico en La, con remates en Sol-Re, pero prácticamente es unitonal, con un espectacular beat galopante de Ringo, en otra de la líneas de batería más identificables de la historia. En el concierto, se puede escuchar a John diciendo antes de comenzar "Sweet Loretta Fat, she thought she was a cleaner, but she was a frying pan”. La letra habla de personajes fracasados lejos de su hogar. John se une en los estribillos para armonizar, luego tenemos un falso final al 1:30, justo antes del elegante solo de piano eléctrico de Billy Preston. Paul se lanza con los versos de Loretta. John diría que en estudio, cada que Paul cantaba el estribillo, miraba de reojo a Yoko.  Al 2:20 tenemos un solo, sencillo con aires country, muy efectivo. La canción es sencillísima, pero poderosa, con una gran melodía y letras inusuales al ser una especie de retratos. Malcolm Young diría que se desquició con esta canción, y fue la que verdaderamente lo hizo tomar en serio lo de formar una banda del Rock más básico que pudiera haber. Una joya. En el disco viene una versión de estudio, pero Spector agregó la famosa frase de John en la azotea: "I'd like to say thank you on behalf of the group and ourselves, and I hope we passed the audition".

 

Con esas irónicas palabras se hace el silencio.

Ya nunca podríamos verlos “Regresar”.

El disco es bueno, muy bueno, pero no se puede poner a nivel de las obras maestras de los Beatles. Además de los 2 rellenitos cortos, los temas de George parecen quedar a deber de acuerdo al nivel que traían, y “The Long And Winding Road” desentona muchísimo con el resto del disco. La producción fue satanizada. Sigo considerando que es un desperdicio escoger a otro productor teniendo a la mano al mejor de la historia. Spector hizo lo mejor que pudo siendo Spector (Qué esperaban?), pero escuchando el Naked, confirmo las palabras de John de que no lo hizo tan mal. Salvo en “Road”…

El disco sería una suma de factores que llevarían a la disolución del grupo más grande de la historia. Pero eso no quita que tenga algunos de los rockers más poderosos del cuarteto, la balada por excelencia de Paul, y ese aire en vivo, de camino, de despedida, que no deja de ser majestuoso a tantos años.

A pesar de todo, al levantarse la aguja, queda esa sensación de vacío, de que ya no hay más acetatos en la lista, de que es el fin de una Era.

Y quedan esas poderosas palabras resonando como mantra “Get Back, Get Back, Get Back to where you once belonged…”

Gracias Beatles!

Por Corvan

31/Dic/2014

Letras de El Traductor de Rock

Si el C-Box no te permite agregar comentarios, haz click AQUÍ

bottom of page