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REGATTA DE BLANC (The Police, 1979)

Artista: The Police (C)

Fecha de Grabación: Feb – Ago ‘79

Fecha de Lanzamiento: 5 de Octubre de 1979, UK

Discográfica: A&M

Productor: The Police & Nigel Gray

Calificación: 9

Categoría: New Wave (1976-1990)

Mejor Canción: Message In A Bottle

Canciones: 1) Message In A Bottle; 2) Reggatta De Blanc; 3) It's Alright For You; 4) Bring On The Night; 5) Deathwish; 6) Walking On The Moon; 7) On Any Other Day; 8) The Bed's Too Big Without You; 9) Contact; 10) Does Everyone Stare; 11) No Time This Time.

 

Este disco mandó a The Police a la estratósfera. Al menos en Europa, aunque les preparó bien el camino para el estrellato global y en USA que alcanzarían pocos meses después. Porqué los estadounidenses se resisten tanto a los buenos grupos británicos? Eh… pregunta estúpida, ya sé. Los setentas habían significado el regreso del predominio estadounidense en los charts... La cuestión es que es una gran segunda entrega, donde se comienza a notar la evolución de la banda, dejando un poco la mayor tendencia Punk del debut y balanceando más los sonidos hacia el Reggae. Es decir, este disco ya es New Wave, y del bueno! En ese aspecto, podemos decir que es el disco más revolucionario de la banda. No el más experimental, ese sin duda es el Sincrhronicity, pero el Regatta de Blanc fue el que hizo es mix perfecto  de punk/reggae/ska/pop  que haría que el Punk diera un brinco definitivo en su evolución al New Wave.

No hay que olvidar que The Police inició como banda Punk, al menos esa era su mayor tendencia en sus inicios en vivo y su primer disco. Pero también hay que resaltar que, antes de que Andy Summers se integrara, Sting y Stewart hacían rock con tendencia Prog, bastante compleja y en bases jazz, y que, si bien no son considerados virtuosos, al menos si sobresalen al promedio en sus instrumentos. La adición de Andy Summers les daría experiencia (fue un guitarrista que estuvo en medio de toda la oleada hippidélica de los sesentas!) y los ganchos y versatilidad de guitarra que les hacía falta. The Police, pues es una banda que tomó el Punk por la inercia de las fechas, pero no se estancó en canciones de tres tonos con mucho punch, sino que supo incorporarle otras influencias y crear un estilo inigualable. Si se dieron atisbos de ello en el debut, aquí lo consolidaron y lograron adueñarse de un estilo propio, sin miedo a hacer canciones instrumentales complejas y cuasi prog como la rola titular, que hubiera espantado a las bandas netamente Punks. En lugar de ello, en Europa, la mayoría de bandas Punk comenzaron su declive y tronaron, o siguieron el liderazgo impuesto por The Police hacia el New Wave.

El disco fue grabado en cuatro semanas, pero no de corrido. La banda tenía una agenda apretada por los compromisos europeos, pero estaban conscientes que debían aprovechar ese chispazo del Outlandos, así que entre Febrero y Agosto aprovechaban los espacios libres para meterse a grabar. Lo hicieron sin presiones, salvo ese instinto natural de tratar de superar el disco anterior que debe tener cualquier banda. Al entrar al estudio no tenían realmente nada, entraron en blanco y sin maquetas o esqueletos, a diferencia de muchas bandas que guardan material de sus inicios para su segundo disco. Quizá por esto suena distinto al debut.

Creo que el Regatta de Blanc es un ligero avance respecto al Outlandos D’Amour. Cierto, el debut es mucho más energético, más crudo, con más potencia derivado de esa mayor carga Punk, y tuvo 3 sencillos muy fuertes… Pero aquí las canciones suenan más trabajadas, hay una cierta unidad brumosa en el disco, con una atmósfera muy elaborada, oscura, nocturna, a pesar de la mayor carga de Reggae. En eso debo coincidir con Starostin, la portada le hace total justicia a la música. Se pierde en potencia, y el disco como unidad puede sonar algo aletargante. Pero hay avances. La banda se atreve a hacer temas más complejos, como “Regatta de Blanc”, que originalmente era el break instrumental en vivo de “Can’t Stand Losing You”, y que terminaría llevándose el grammy a mejor canción instrumental de Rock de 1980.

En cuanto a hits, hay menos que el debut, sólo “Message In A Bottle”, puede ser considerado un clásico eterno, pero “Walking On The Moon” es otra joya casi del mismo tamaño, y “Contact” y “Regatta” están apenas abajo. Instrumentalmente mejoran enormidades, soltándose y liberándose de la simplicidad del Punk, particularmente Copeland, que luce muchísimo en el disco y utiliza influencias más jazzys. En fin, no podemos decir que es el mejor disco de The Police, pero es muy consistente, sin rellenos, y como ya dije, a mi gusto el más revolucionaría y el que a la larga cambiaría toda la faz de los 80’s.

El disco abre con “Message In A Bottle”, que debe estar entre las 3 o 4 canciones más conocidas de la banda (con “Roxanne” y “Every Breathe”), y sin duda la mejor del disco. Esta es una gran rola, y el ejemplo más claro de esa excelente fusión de estilos que logró la banda. Arranca con un beat furioso y pseudopunk, con un círculo de guitarra arpegiada de manera ácida a manera de intro. El arreglo de guitarra se mantiene en los versos, el bajeo frenético va marcando el cambio de los 3 tonos que conforman el dinámico círculo, y la batería lleva un ritmo mucho más complejo y sincopado, para dar pie a esa línea vocal de Sting en agudos, que es más cercano al reggae que al tono ácido de la instrumentación. La rola atrapa de principio a fin, tiene una cantidad de ganchos verdaderamente impresionante, como ese puente formidable con la banda cambiando diametralmente el tono y el ritmo, y Sting cantando en tono más bajo “I’ll send an S.O.S to the world, I’ll send an S.O.S to the world” en una llamada de auxilio disfrazada (ni tanto) que me recuerda “I’m A Loser” y “Help!”,  para después rematar en un tono aún más bajo y prácticamente sin música con el título de la rola. Una letra irónica con ese sentido del humor británico, que aparenta ser una canción sobre un tipo que se siente solo, pero en realidad la soledad se trata de una condición humana mucho más generalizada. Es una genialidad la manera en que van bajando la intensidad y nos mantienen al filo del asiento. Licks blueseros de guitarra, una atmósfera nocturna y desoladora, y regresamos al ácido riff inicial, con un espectacular manejo de intensidad. Ya al final acabamos con un Sting desquiciado repitiendo el “Sending out an S.O.S.” para una gran coda, con más arreglos de guitarra y un Copeland como pulpo haciendo fills perfectos. Una canción Redonda.

Sigue “Regatta de Blanc”, que da nombre al disco. Un tema instrumental, en el que las únicas vocales son lejanas e inteligibles, o los “Cha!” del principio que remarcan la gran instrumentación. Luego una especie de canto tribal, remoto “Iooo Ioo Ieyyyooo…”. La instrumentación es colosal. Con un bajeo crujiente, simple, pero que es lo que básicamente hace la canción, y me recuerda siempre un poco el bajeo crujiente de Chris Squire. La batería es monumental, y es la que va marcando el espectacular crescendo, con destiempos y una cantidad de artilugios que debe dejar con la boca abierta a los bateristas que saben de la complejidad de este performance de Stewart. La guitarra es más bien discreta hasta que la rola explota con el “Yeaaaaaaaaaaah” al minuto dos. Andy carga de overdrive y efectos medio psicodélicos para un riff sencillo pero con mucho Groove, mientras la sección rítmica va como desquiciada al fondo. Una tremenda canción, que quizá por no tener letra real ha pasado desapercibida injustamente, pero creo que este es de los grandes temas de la banda.Como dato, este tema surgió en vivo, cuando la banda alargaba “Can’t Stand Losing You” con un gran puente instrumental, que poco a poco fue cobrando la forma de “Regatta de Blanc”. Afortunadamente la banda pudo detectar el potencial que tendría como pieza independiente. Por cierto, el título de la canción (y el disco) es una especie de jerga francesa para “Reggae blanco”.

Enseguida está "It's “Alright For You”, el tema más energético y de influencia Punk del álbum. De hecho, parece que fuera de los que quedaron fuera del Outlandos, y que sentaría mejor en aquél disco. No desentona en é4ste, tiene una producción más pulida, pero ciertamente es más energética y básica que el promedio. Una guitarra casi violenta, versos fuertes, espídicos que hacen una cascada de imágenes, para reventar con un coro más melódico y pegajoso. No deja de tener ganchos, un buen manejo de guitarra y una poderosa batería, pero en esencia parece demasiado simple respecto al resto del tracklist.

Después llega “Bring On The Night”, otro buen tema, esta vez con mucha más influencia Reggae. Esta canción es muy curiosa, es una especie de balada en términos de Reggae, pero además tiene una atmósfera nocturna, satinada, llena de neón, que le va muy bien con el título. Arranca con una rara intro de Stewart haciendo un beat jazzy con los contratiempos y el bombo, más la guitarra sofocada haciendo un efecto crujuente a la par de los platillos. Luego entra la guitarra haciendo un arpegio rapidísimo. Andy no es un virtuoso, y quizá técnicamente sea el punto flaco del trío, pero sabe aprovechar muy bien sus recursos, siendo práctico y adornando muy bien las canciones. Al 2:10 se anima a una especie de solo con feedback y luego con arreglos en un solo tono! Usualmente esto arruinaría una canción, pero aquí sienta de maravilla. Los versos son muy místicos, oscuros gracias a ese discreto overdub en una octava más grave, reprochando la luz del día, y estallando en coros mucho más reggae (ese switch en estilo es magnífico) con Sting cantando de manera contagiosa “Bring on the night, I couldn't spend another hour of dayligh”. Una canción muy rara, de estilo indefinible, pero que sin duda sobresale en este disco y sienta muchas bases para el New Wave.

“Deathwish” es quizá el punto más flaco del disco. Acreditada al grupo, la canción es casi instrumental, con largos pasajes de la guitarra cargada de eco haciendo arreglos, y un complicado beat que hace cambios de tiempo radicales, pero sin mayores variaciones. Como intro atmosférica está muy bien, pero esto es básicamente toda la canción que se alarga por más de cuatro minutos. Algunos versos esporádicos de tendencias suicidas. Y ya. No tiene ganchos (Una canción de The Police sin gancho alguno???) de forma que después de medio minuto es imposible recordar cómo iba. Una canción muy sin chiste, pero tampoco es ofensiva. Otra cosa es que la letra no va en absoluto con ese mood sonriente y despreocupado de la música.

Con “Walking On The Moon” regresamos al gran nivel, con los tres instrumentos tocando en contrapunto, como si estuvieran hacienda canciones distintas, pero combinados suenan muy bien, con otra balada reggae de atmósfera reggae. Sting canta en sus típicos agudos, haciendo tensión durante los versos y reventando con un pegajoso estribillo. La batería es tremenda, llevando una cantidad de tiempos impresionante, y me encanta esa manera en que se combinan los tres tonos del bajo (bam ba-BAM) con la cascada del acorde de la guitarra con el delay a todo. Una melodía fuerte, un coro infeccioso, instrumentación sencilla en apariencia, pero que necesita una gran compenetración entre los 3 para no perderse en el tiempo distinto que llevan los demás. Todo funciona, la canción parece irse paseando por un límite oscuro y afilado. Hay visos de reggae, pero nuevamente una gran carga nocturna y casi sexual. Tiene todos los ganchos que le faltaron al track anterior. Otro de los puntos fuertes del disco.

“On Any Other Day" es el primero de los tres temas compuestos por Copeland. En este caso también cantado. Es raro. De entrada no escuchar a Sting y oir a Copeland cantando con esa melodía boca. De hecho, toda la canción tiene cierta torpeza intencional que le da algo de encanto. La letra sobre es divertida, en el papel de un tipo que se queja de todo en un día “normal”, desde cómo su esposa quema el desayuno, su hija adolescente se va de casa, se machuca los dedos, luego la esposa le confiesa su infidelidad, su perro lo muerde y su hijo menor resulta ser gay. Al final incluso oímos unas voces como de Alvin y las ardillas cantando Happy Birthday, que le da sentido al título y le da un twist aún más irónico a la rola. La canción es divertida, acéptenlo. Nunca estará entre las mejores o favoritas de la banda, pero es una broma que aligera el aire denso y noctámbulo del álbum, y Andy hace un tremendo trabajo de guitarra, armando casi por completo el tema con esos Power Chords.

Luego está “The Bed's Too Big Without You”. Andy Summers se discute con quizá el mejor riff de guitarra del disco, muy reggae y energético. Y el riff de bajo es monumental, no por ser complejo, sino porque en su sencillez de escalita descendente de 4 tonos, suena tremendamente cool. Stewart es un maestro del medio tiempo. Se las arregla para llevar un beat semilento con una complejidad enorme, agregando fills y dando cátedra del manejo de tensión y uso de platillos. Letra  netamente nocturna desde el título, narrando las noches de insomnio ante la ausencia de la amada, y de cólo los días han perdido sentido desde que lo dejó. No sé qué tiene la letra que, aunada a la amanera de cantar de Sting, suena realmente desoladora. No que me haga llorar, no se siente demasiado sincera, peor hay líneas que sobresalen: “When she left I was cold inside, That look on my face was just pride, No regrets, no love, no tears”, para luego regresar al estribillo con el título que sigue contrastando y constatando que la extraña. No sé, hay algo en la canción que me resulta hipnótico, quizá el medio tiempo o quizá la manera en que se entretejen los instrumentos con aparente sencillez.

Seguimos con “Contact”, otra canción de Stewart, pero cantada atinadamente por Sting. No sé porque otros integrantes se obstinan en cantar “sus” rolas, como Roger Taylor, que tenía ante sí al mejor cantante del universo conocido. Esta es otra canción con ese aire bizarro que caracteriza las composiciones de Copeland, pero esta vez en muy buen sentido. El bajo trae un efecto “Espacial” que alarga las notas para ese vaivén en la línea de los versos. La guitarra contrasta con un arreglo agudo, también extraño. La melodía es rara, impersonal, casi abstracta, cantando de manera entrecortada, como si fuera robot. Hay algo amenazante en los versos, en toda la canción a pesar de que ésta vez el estribillo es más rápido y luminoso. La letra es un misterio, aunque hay quienes afirman que habla de un travesti. Como sea, en cuanto a instrumentación y mood, es de los mejores temas de Stewart.

“Does Everyone Stare” es el último tema de Copeland, también raro, siendo una especie de canción de Cabaret con una base en un pianito juguetón muy fuera del contexto del resto del disco. Pero bueno, aquí Stewart empieza en los primeros versos, extraños, y raros, se escucha un fragmento de “O Sole Mio” muy al fondo, y luego parece que el sonido se aclara o incluso cambia de tono, y entra Sting con la misma línea melódica, pero una octava más arriba. Es pegajosa, es curiosa, aunque rompe con esa línea oscura y sombría del disco. Tiene esta vez buenos ganchos, y la letra que empieza algo graciosa se va volviendo cada vez más dramática y paranoica. No es tampoco de los clásicos de The Police, pero es una buena rola, tiene su encanto.

El disco cierra con “No Time This Time”, el tema más rápido del álbum, también con más tendencia al Punk. Con la velocidad parece que quisieran dejar en claro que no tienen un segundo que perder. Andy hace un riff punteado a toda velocidad, que sube y baja por todo el brazo de la guitarra a lo largo dela canción. Copeland por su parte pareciera un metrónomo acelerado a mil por hora. Da desde el inicio esa sensación de prisa. La letra es buena, hablando de esa vida moderna de 1979 que no daba pie a perder el tiempo en tonterías como una sonrisa o una buena plática. Jeje, creo que está más vigente que nunca. Un buen puente, en que la melodía baja un poco el ritmo, y prepara el estallido del coro en el que creo que cantan los tres a un tiempo, dando una sensación de caos festivo. Hacia el final tenemos el mejor solo de Andy Summers en el disco. Tampoco es que sea algo a la Page o Clapton, pero tiene Groove y es acorde a las capacidades de Stu. Un cierre energético y bueno para el disco.

 

En fin, un buen disco. Le fue muy bien en Europa donde la banda se consolidó como uno de las bandas líderes y que marcaban la pauta a fines de los 70’s, justo cuando el Rock atravesaba una gran crisis. Incluso en Australia llegó al #1. En USA no le fue tan bien, pero después de que el tema titular ganara el Grammy en 1980, comenzó a llamar la atención y a dejar las bases para que el Zenyatta Mondatta la rompiera con todo.

Debo insistir, no es el mejor disco de The Police. Hay algunas canciones flojas y de repente esa atmósfera nocturna hace que el disco se vuelva brumoso, que al final no puedas identificar o recordar bien las canciones individualmente. Además algunas rolas promedio y una más bien mala. Con todo, creo que éste fue EL disco revolucionario de The Police, el que los llevó a definir su estilo, a mezclar géneros, y a sembrar el germen del New Wave de los 80’s. Si el New Wave hubiera continuado en esta dirección, no tendría ningún problema con esa época. Pero el que muchas bandas se hayan ido por un lado más pop y fácil del New Wave no es realmente culpa de Sting y Compañía, o si? 

Por Corvan

16/Nov/2012

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