top of page

PURPLE (Stone Temple Pilots, 1994)

Artista: Stone Temple Pilots (D)
Fecha de Grabación:  Dic ’93 – Abr ‘94
Fecha de Lanzamiento: 7 de Junio de 1994, USA
Discográfica: Atlantic
Productor: Brendan O’Brien
Calificación: 
10 (MUST HAVE)

Era: Grunge (1989-???)

Subgénero:  Grunge (1989-1997)

Mejor Canción: Vasoline o Big Empty o Interstate Love Song

Canciones: 1) Meatplow; 2) Vasoline; 3) Lounge Fly; 4) Interstate Love Song; 5) Still Remains; 6) Pretty Penny 7) Silvergun Superman; 8) Big Empty; 9) Unglued; 10)Army Ants; 11) Kitchenware & Candybars (Hidden Track: My Second Album).

 

El Grunge es muy difícil de definir y nos podríamos pasar semanas enteras discutiendo qué es, qué grupos entran y demás. Lo que está claro es que fue un movimiento con una potencia inusitada a partir de la explosión del Nevermind. Hay una cuestión curiosa: La mayoría de las bandas hicieron debuts muy sólidos, potentes, con gran intensión, y que aunque muchos de ellos no fueron tan conocidos en su momento, ya tenían muchos rasgos en común. Sin embargo, los discos que consolidaron el movimiento fueron en su mayoría los segundos lanzamientos. El mencionado Nevermind abrió las puertas a todo, pero los demás grupos también estaban mucho más maduros para sus segundos discos, y colocaron verdaderas piezas de colección que no sólo definieron al movimiento, sino a la década entera. Es decir, no bastaba con que Nirvana abriera las puertas si las demás bandas no estaban listas con la madurez y calidad suficientes para poder aprovechar esa oportunidad. Con Pearl Jam es imposible definir cuál es su mejor disco y no entraré en polémicas, pero con Alice & Chains hay prácticamente consenso en que el Dirt es EL disco; y bandas que no necesariamente son Grunge pero que se subieron a la ola como los Smashing Pumpkins, también colocaron tremendos follow ups que marcaron época. 


Los Stone Temple Pilots no fueron la excepción. A pesar de que la crítica les pegó muchísimo por parecerse demasiado al sonido Seattle (por Dios, que argumento tan estúpido!), musicalmente el Core fue un debut asesino, y con el Purple superaron las expectativas de los fans, y la crítica terminó por reconocerlos, finalmente alineándolos con los Big 4 de Seattle dentro del movimiento.

Tras el relativo éxito de Core, la banda se enfrascó en un tour de un mes abriéndole a Rage Against The Machine y Megadeth, lo cual los dio a conocer a un público mucho más amplio y les ganó una fuerte base de fans en todo USA. Para 1993, ya eran las cabezas de cartel de tour, y MTV les pidió un Unplugged. Ah, qué manía de grabar el famoso acústico con sólo un disco!! Me parece un total desperdicio, pero bueno. El caso es que debutaron rolas que estaban preparando para el segundo álbum, como “Big Empty”. Y por esas fechas comenzaron a ganar un montón de premios por el Core, entre ellas el de Pop/Rock New Artist y el Heavy Metal/Hard Rock New Artist de American Music Award, además de un Grammy por “Plush”. A fines de año se metieron a grabar el segundo álbum, pero apenas comenzaron a trabajar en algunas rolas y esqueletos de Robert y Dean, y se dispersaron para las vacaciones navideñas. Para la primavera del ’94 se reunieron de nuevo. Cada quién había seguido trabajando con los demitos y venían cargados con montones de ideas. La grabación fue en menos de un mes, más que nada porque no fue meterse a ensayar al estudio, sino amarrar y conjuntar el montón de ideas que ya traían trabajadas. Quizá por ello el disco es tan bueno.

El Core y el Purple son distintos y no. Quizá de hecho son los álbums más parecidos en cuanto a mood  que tiene la banda. Son agresivos, con fuerte presencia de distorsión, un aire violento y de angustia tanto en la lírica como en la instrumentación. Pero a la vez comienza a tomar otra dirección. No necesariamente más comercial o suave, yo diría más alternativa y accesible. Abundan los riffs espesos, contagiosos y de gran nivel, pero comienza a notarse mayor presencia de guitarras acústicas. Scott alcanza aquí su madurez vocal, tratando de distanciarse más de la escuela de Vedder. La batería de Eric Kretz es implacable, y las combinaciones entre bajo y guitarra son magistrales. Es pues, un disco equilibrado, con muchos estilos e influencias, donde permanece la base Grunge, pero también hay influencias Alternativas. Hay también influencias blues y hasta country, pero se reconocen principalmente los sonidos Zeppelinescos, esta vez incluso en las incursiones más acústicas, con ciertos aires psicodélicos. Todo en un perfecto balance! Sobra decir que no hay un solo relleno a pesar de que no todos los temas tienen el mismo nivel.


El Purple fue un trancazo y vino a reafirmar el dominio total del Grunge en el ’94, a pesar de que a su salida, se acababa de dar la noticia del suicidio de Kurt. Llegó al #1 de Billboard durante 3 semanas y alcanzó 6 discos de platino. Los sencillos también fueron un éxito mundial, empezando por “Interstate Love Song”, “Vasoline” y “Big Empty” (que además formó parte del mítico Soundtrack de The Crow), aunque muchas de las otras rolas tuvieron una tremenda difusión radial a pesar de no haber sido lanzadas como sencillo. 

 

El disco arranca con “Meatplow”, con un riff complejo, denso, muy potente, y sobre el cual van haciendo progresiones y agregando arreglos cada vez más espesos prácticamente durante toda la rola. Se agregan las guitarras y la brutal batería, que imprime un ritmo semilento. La melodía es genial, pegajosa, con algo agridulce. El cambio de tono para el coro es magnífico, y ese arreglo que hace Dean con el fuzz (tipo el que usa en “Big Bang Baby”, le sienta maravillas ese breve instante que dura. Dean después se despega del riff y comienza a meter arreglos que van aumentando la tensión y potencia, y hasta se anima a un solo al 2:20, que no es virtuoso, pero funciona bien y trae buena técnica. La letra es extraña, iniciando totalmente depresiva, luego con coros un poco más esperanzadores, pero cerrando con una de las estrofas más aplastantes de Weiland: “Take a break from the mousetrap we call home, takes more than a message to make me smile, I can feel when she kisses me sleeping, but not when the news is on.” Tremenda canción, que conserva la oscuridad y crudeza del Core, por lo que es excelente para abrir el Purple.

Sigue “Vasoline” otro temazo con un riff simple y machacón, potente y con ciertos tintes psicodélicos. Dicho riff inicia con el bajo de Robert, que agregó distorsión y wha para crear ese potente efecto. Luego el lento fade in de batería y posterirmente la rola explota con el riff principal, en el que espejean bajo y guitarra con un efecto sincopado simplemente maravilloso. Un riff simple, pero poderoso y genial. Scott entra con una melodía muy dinámica y atractiva, menos oscura de lo habitual, y cantando en un tono limpio, es decir, sin el típico estilo de garganta rasposa que generalmente identifica al Grunge. El estribillo es cantado a coro, no sé si con overdubs de Weiland o alguno de los DeLeo, rompiendo la tensión del punzante riff. Al 1:50 viene el puente, en el que tanto la voz como la guitarra se cargan de un eco que los envuelve en un aura misteriosa y p sicodélica, funcionando muy bien en la rola y dando pie a un raudo solo de guitarra. Eric Kretz merece mención aparte, con ese complejísimo ritmo que lleva, y que quizá no destaca tanto a primer oída. En fin, una gran canción, un clásico de los 90’s, y donde los STP comienzan a dar visos de un sonido ligeramente distinto al de Seattle.

Con “Lounge Fly” la banda retorna a una mayor influencia Grunge, con una canción intensa, oscura, con guitarrazos, y haciendo las combinaciones de verso-lento-coro-explosivo. La intro me encanta, es oscura y psicodélica, no sé si ese efecto se logró con la guitarra grabada al revés. Luego Kretz da esos batacazos y Dean arma el angustiante riff con slide. Al :35 hay un parón y se queda la guitarra tintineando un instante como en la intro, para arrancar ahora si con los versos. Weiland hace un frase raro, casi rapeado, en tonos graves. El patrón del bajo es complejo, incisivo y aplastante, con una labor destacadísima de Robert. Los estribillos son una octava más alta en la voz y con mucha mejor melodía, y m encanta esa forma en que remata con el “please refill my soul”. Después del segundo coro, al 2:30 hay un falso final. La canción hasta como iba termina y en su lugar aparece un gentil guitarreo acústico que recuerda los trabajos de Jimmy Page con guitarra española. Weiland canta en tono confidencial, Robert mete tensión con el bajo, y la rola revienta con el tamboereo y un incendiario solo. Después tenemos un coro y un segundo requinto para irnos a la coda mientras Robert sigue haciendo arañitas sobre ese ritmo tribal y maligno. Otra gran canción que alarga el espectacular inicio del disco.

Y sin bajar nivel, seguimos de corrido con “Interstate Love Song”, quizá junto con “Plush” la mejor y más emblemática canción de los STP. Durante la gira del debut, estando en Atlanta, Rober se puso a juguetear con los acordes en una guitarra, en un estilo bossa nova. A Dean le fascinó la progresión de acordes y de inmediato comenzó a seguirlo. Scott entró al cuarto y se sumó al palomazo, tararendo la melodía. El resto es historia. El mito dice que la grabaron en apenas 2 tomas. La canción es enorme, con una intro con base de guitarreo acústico, suave y cálido, sobre la que suena una guitarra melódica, con algo de delay, pero sin distorsión. Al :20 hacen una pausa y entra ese memorable riff descendente cargado de fuzz, que debe de ser uno de los más reconocibles de los 90’s. La melodía vocal es adictiva, en un medio tono que le sienta perfecto a Scott y en el que no abusa de la garganta rasposa. De hecho, la canción tiene más tintes alternativos que Grungeros, pero tiene además algo, no sé si en la progresión de acordes, en la letra o en los arreglos, que le da un peligroso aire Western. Robert hace espectaculares líneas elásticas de bajo, casi robándole el protagonismo a su hermano. En realidad la estructura es muy simple, pero la banda se las arregla para meter pequeñas variaciones que diferencian cada estrofa, algunas más intensas y tensionantes, otras más suaves, dependiendo de la instrumentación. La letra es sobre el matrimonio de Scott, que se estaba desmoronando por la adicción a la heroína, no sólo por parte de Scott, sino también de su esposa, que en esos momentos estaba más hundida que él: “Breathing is the hardest thing to do,  with all I've said and all that's dead for you, you lied - good bye”. En fin, no sólo es una de las grandes canciones de este disco, ni de los STP, sino de la década entera, y es otra buena muestra de la inteligencia y buen balance que logra darle la banda a una canción en teoría muy sencilla.

Con “Still Remains” bajamos un poco al impresionante arranque de disco. No es que sea mala, pero creo que ya no mantiene el mismo nivel. Aquí lo interesante es escuchar los diferentes estilos vocales de Scott, desde uno limpio hasta uno rasposo, pero agudo, más alternativo, que utilizará más en los discos posteriores. El trabajo de guitarra es bueno, pero le falta algo de explosividad, y pareciera que Dean se contenta con hacer los rasgueos sin preocuparse de arreglos o riffs. Dean es el que de nueva cuenta se roba la canción con buenas figuras y arreglos de bajo, a pesar de que la canción en los versos es prácticamente un tono. Pero la transición hacia los estribillos (en los que Scott canta Ohh OHHHH ohhh de forma éterea) son fenomenales. La letra es una oda a la heroína disfrazada de agridulce canción de amor. Ya todos sabemos de la tormentosa relación de Scott con las drogas…

Después llega “Pretty Penny”, con una base acústica de tintes orientales. Esta canción se sale bastante de los patrones comunes de STP. Posteriormente harán más este tipo de mezclas y experimentaciones, pero a estas alturas, esta pieza es realmente rara para ellos. Prácticamente todos participan con percusiones, ya sea con tambores hindús, maracas, etc. El riff es hipnótico y definitivamente está muy influenciado por “Dancing Days”  de Zeppelin, aunque es más calmada. Suena como una canción que bien pudo ser otra de las baladas hindu-folk de Page. Dean debió usar guitarras de 12 cuerdas, aunque con un efecto similar al sitar. En fin, es linda, y sirve de respiro entre la distorsión del disco.

Llegamos a “Silvergun Superman”, donde recobran la potencia, y el tono oscuro y amenazador del Grunge. La guitarra trae la distorsión a todo y hace un complejo riff que va haciendo variaciones sobre sí mismo durante los versos. Para los estribillos cambia el tono de la guitarra a un tono menos feroz, aunque Scott se encarga de darle ese toque, y en esta parte Robert de nuevo se luce con remates de bajo espectaculares. Luego la guitarra vuelve a rugir, y posteriormente viene un puente psicodélico. Hacia el final el solo se entrelaza con la coda mientras la voz va desapareciendo, y Dean se luce qcon el mejor requinto del disco, tremendamente bluesero, que suena increíble, pero parece desencajar con el ritmo y atmósfera de la rola. Al final terminan un tanto desordenados. Hay algo realmente oscuro en esta rola, y por momentos me recuerdan a Alice In Chains.

Luego está “Big Empty”, volviendo al tono íntimo y sofisticado del grupo… por momentos. Al menos el inicio es casi irreconocible, muy elegante, casi jazzy, con la guitarra haciendo slides blueseros, y la batería con suaves destiempos. Incluso la voz de Scott suena casi británica, jajajaja. Pero al :45 Eric da un par de tarolazos y entran con la aplanadora de lleno al coro, pegajoso, y que termina con una gran secuencia de guitarrazos. Se las ingenian para hacer muy bien las transiciones entre estas dos partes, ya que de otra forma no hubiera funcionado. Prácticamente son dos rolas distintas encajadas de manera más que decente. Al 3:20 hay una sección instrumental, etérea, gentil, oscura, en la que van creando tensión hasta que explota de nuevo el coro.

“Unglued” regresa al tono agresivo y grungero del grupo. Es la rola más rápida del grupo. No me encanta el riff principal, y la melodía de los versos no me gusta, pero funciona la manera en que Scott empieza cantando casi en un susurro en tonos graves y luego grita una octava más alta. Y si el riff principal no me gusta, la escala descendente con que termina cada estribillo sí. El requinto es muy sucio, y en general la canción no es mala, pero parece un poco repetitiva y sin tanto detallado como el resto, aunque sospecho que le dieron ese terminado sucio a propósito.

Con “Army Ants” Robert vuelve a darle a su guitarra ese aire místico para la intro. Una pausa y luego se viene una avalancha de fuzz y de batería implacable. Otro tema demasiado rápido y desorganizado. Los hermanos DeLeo esta vez no se escalonan y parecen encimarse, no dejando que ninguno luzca. La melodía vocal no alcanza a funcionar, es potente y contagiosa la manera en que Scott canta, pero la melodía en sí es muy poco memorable. Kretz acaso es el que se lleva la canción, por la manera en que le da a la bataca. Los demás son más ímpetu que nada. Diría incluso que es la canción más débil del álbum, pero tampoco como para marcarla en azul. Simplemente algo por debajo del resto.

El disco cierra con “Kitchenware & Candybars”. Inicia con una guitarra sutil y Scott cantando en tono casi doloroso. Luego entra la distorsión con los “What I Wanted”, que estallan de manera majestuosa. Luego regresamos a la cadencia inicial, pero con mayor presencia de guitarras, en las que Dean jala las cuerdas con las yemas para crear ese efecto. Para el segundo estribillo se agregan cuerdas (no sé si cuarteto o sintetizadas) que logran un mayor impacto, y después se conjugan para crear oleadas orientales. La canción sigue con cadencia, intercalando versos tranquilos y doloridos con las explosiones. Para el 3:30 la guitarra suena mucho más pesada para el pasaje instrumental y un solo de motosierra. Una atmósfera potente, lenta, emocional, depresiva. Al 4:30 la canción en sí termina, pero el track sigue corriendo. Casi al 5 inicia una canción oculta, llamada “My Second Album”, y que invariablemente siempre me toma por sorpresa. En un inicio pensé que sería un error de edición. Es una especie de Music Hall o Lounge muy británico, incluso en el humor. Y la voz no suena en nada a Weiland. Bueno, eso es porque no es Weiland. El tema es una parodia de los STP a los hidden tracks, y el título es evidentemente en referencia a su segundo disco. La canta Richard Paterson. Uno termina hasta hallándole el gusto después de varias oídas, pero el factor sorpresa nunca se pierde.


Bueno, el Purple es un tremendo disco. Muchos prefieren el Core, pero yo creo que éste es un disco mucho más variado y completo, sin rellenos como “Wet My Bed” del debut, con muchos temas que se volvieron clásicos y en donde la banda encuentra su tope creativo y musical (guitar World lo rankearía en el #73 de mejores discos de guitarra de la historia, y el bajeo, sin ser virtuoso, me parece astuto y creativo). Las letras, sin ser odas filosóficas, son más que decentes. En cuanto a estilos, tenemos Grunge, tenemos HardRock, tenemos algunos chispazos  de Blues y Country, Psicodelia, Baladas orientales y hasta chispazos cómicos,  todo con un gran equilibrio. Y sin rellenos. Muchos grupos alternativos comenzarían a copiar el estilo alternativo de los STP un par de años después, aunque no todos para bien. 
Los STP expanden su sonido con esta pieza, y me atrevo a decir que mucho de lo que representan esas iniciales aún hoy en día se debe al Purple. Desgraciadamente no mantendrían el mismo nivel. Se irían ablandando, haciéndose cada vez más alternativos, pero a la vez comerciales y jamás recuperarían este nivel, o ya siquiera el del Core. Mucho de ello debido a los estragos de la heroína en Scott, lo que ocasionó un par de fracturas en el grupo. Como sea, este es un disco enorme, de esos que dejaron una buena marca en los 90’s y en los que estuvimos ahí. Un Must Have.  

Por Corvan 

28/Jul/2012

 

 

 

 

 

Si el C-Box no te permite agregar comentarios, haz click AQUÍ

bottom of page