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CUANDO DIGO FUTURO (Silvio Rodríguez, 1977)

Artista: Silvio Rodríguez (A)
Fecha de Grabación: ???
Fecha de Lanzamiento: 1977 ESP
Discográfica: Fonomusic
Productor: Frank Fernández / Silvio Rodríguez (???)
Calificación: 
9

 

Era: Trova y Cantautores (1970-???)

Subgénero: Trova y Cantautores 

Mejor Canción: Fusil Contra Fusil o La Era

Canciones: 1) Ojalá; 2) Fusil Contra Fusil; 3) Cuando Digo Futuro; 4) La Nueva Escuela; 5) La Era Está Pariendo Un Corazón; 6) Canción Del Elegido; 7) De La Ausencia Y De Ti, Velia; 8) Santiago De Chile; 9) la Oveja Negra; 10) Cuba Va; 11) Canción De La Columna Juvenil Del Centenario (a.k.a. De Una Vez).

 

Uff! Por un momento pensé que me estaba volviendo loco. Y es que al buscar información sobre este álbum resulta que no existe. No encontré nada. NADA!!! El álbum no está dentro de la discografía reconocida de Silvio, ni en las páginas no oficiales, ni las suboficiales como patriagrande, ni en silviorodriguez.org que es “la más oficial”. Entonces, si este disco no existe, cómo es que lo escucho al menos una vez al mes desde hace años? De dónde lo saqué? What the hell happened?

Bueno, resulta que en mis indagaciones, he encontrado en el sitio muldia que este disco sólo fue editado o lanzado oficialmente en España. Eso no resuelve del todo mis dudas, pero al menos me deja un poco más tranquilo respecto a mi salud mental. Silvio Rodríguez es una persona bastante reservada y es difícil en serio encontrar información sobre él en la red, y particularmente sobre este disco no hay nada, quizá estas sean de las pocas palabras sobre el Cuando Digo Futuro… El libro que leí sobre Silvio, “Por Quién Merece Amor” de los hermanos Alemán, no es una biografía cronológica, sino una serie de entrevistas a amigos cercanos que van dando pinceladas que completan un rompecabezas de Silvio, por lo que tendría que leerlo todo de nuevo para encontrar algo sobre este disco. No recuerdo siquiera la mención del Cuando Digo Futuro, pero recuerdo que entre 1976 y 1977 Silvio estuvo como combatiente en la Guerra de Angola, junto a Vicente Feliú y otros artistas que iban a levantar la moral en las trincheras, y al regresar estuvo de gira por España y escribió en esta etapa algunos de los temas del enormísimo Al Final De Este Viaje de 1978, por lo que existe una especie de hueco correspondiente a este disco fechado en el ‘77.

Al revisar los temas del Cuando Digo Futuro uno se da cuenta de que Rodríguez no entró al estudio específicamente a grabar esta placa, sino que se pensó como un recopilatorio o una especie de “Descartes” del Días y Flores y Te Doy Una Canción, ambos de 1975. “La Nueva Escuela”, “Cuba Va!” y “Canción de la Columna Juvenil…” las había grabado hacía años, junto con Pablo y/o Noel Nicola, y otras habían aparecido en recopilaciones de varios artistas, con lo mejor del movimiento de la Nueva Trova Cubana. “Santiago de Chile” ya había aparecido en el debut Días y Flores, y quizá fue integrada de nuevo como para reivindicar su importancia tras haber sido removida en la versión española, el LP Te Doy Una Canción. Rolas como “Ojalá”, “La Era”, “Canción Del Elegido” y “Cuando Digo Futuro” aparecerían en discos posteriores.

Por ello este disco es una especie de puente entre los orígenes de Silvio y su futuro, es decir el Al Final De Este Viaje, que significaría su plenitud artística y, junto a su LP homónimo, uno de los dos mejores álbumes, no sólo de Silvio, sino de la historia de la música.

Compañeros poetas, tomando en cuenta estos últimos descubrimientos, estuve tentado a saltarme este disco e irme directo con el Al Final De Este Viaje; pero la verdad es que lo he escuchado tanto que no lo puedo ver fuera de la magnífica discografía de Silvio. Es como uno de esos LP’s americanos de los Rolling Stones en que hacían un revolvedero de varios álbums y se sienten como discos bastardos, pero a los que les tienes gran aprecio. Es cierto, no es un disco TAN grande como los dos que lo escoltan, el Días y Flores y el AFDEV, e indudablemente lo escucho menos que éstos dos, pero a pesar de ser un rompecabezas de distintas épocas, tiene grandes canciones que aparecieron (o debían aparecer) aquí por primera vez y ya tienen un status de clásicos absolutos. Ninguna canción se siente como relleno, pero las que no son clásicos, de alguna manera se perciben un poco más débiles que el promedio de las canciones de este cubano. No es que no me gusten, al contrario, todas tienen su encanto, pero algunas son un poco inmaduras y con un estilo diferente, haciendo un disco un tanto disperso y sin mucha identidad. Queda pues por debajo del nivel del AFDEV, Mujeres, Rabo de Nube y Unicornio, que vendrán después. Tomando estos altibajos en cuenta, un 8 me parece demasiado bajo, y un 10 demasiado alto, así que le cuelgo un 9. Después de todo, el Días y Flores también es un recopilatorio de canciones que van del 67-75 y tiene muchisisisisísma más calidad.

 

El disco abre con “Ojalá”, que es junto con “Unicornio”, la rola más famosa de Silvio. Debo confesar algo, tuve tanta sobreexposición a esta rola que ha llegado a hartarme. En lo personal no me parece ni siquiera de las mejores 10 o 20 de Silvio, pero debo reconocer que es una gran canción y por ello la marco en rojo. La figura del arpegio que va disminuyendo en la última cuerda es ya mítico, un excelso trabajo de guitarra que requiere una gran velocidad y técnica, conjugando ese arpegio endemoniado con un guitarreo que va tomando cada vez más intensidad, haciendo las transiciones con una gentileza sorprendente. La canción que inicia casi como un susurro en tono muy alto, con la voz al límite y a punto de romperse, de pronto se vuelve un canto rabioso y casi agresivo. Y todo con una sola guitarra. La letra siempre ha generado debate sobre a quién va dirigida, por su contenido críptico. Muchos decían que iba a la dictadura chilena; muchos afirman que los versos “A tu viejo gobierno / de difuntos y flores” eran una referencia a México por la dictadura priísta y el culto a los muertos. Yo siempre pensé que era de esas canciones de doble filo, una canción política disfrazada de amor que podía ir dirigida incluso a Fidel. La verdad la descubrí en el libro que mencionaba. “Ojalá” es una canción de amor sin dobles intensiones dedicada a una tal Emilia, el primer amor de Silvio, a quien conoció a los 18 años cuando él estaba en el ejército. Emilia era cubana, no mexicana (el disco incluye una canción que SI estuvo dedicada a una mexicana, pero no es esta) por lo que la frase de “A tu viejo gobierno / de difuntos y flores” debió haber sido a alguna confidencia personal que sólo ellos conocen y no una referencia al priísmo mexicano. Lo de la dedicatoria a Pinochet también se descarta ya que la letra fue escrita mucho antes del golpe de estado que lo llevó al poder. En fin, gran canción sin duda. Un poco sobrevalorada a mi gusto, y que eclipsa joyas aún más grandes, pero no por ello deja de ser una pieza inmortal en cuanto a música, ejecución y letra y es una de las que el público jamás le perdona en los conciertos.

Sigue “Fusil Contra Fusil” otra rola enorme, que fue de las primeras escritas en homenaje al Ché Guevara. Fue compuesta en 1968 y editada por primera vez en 1971 para el “Cuba Va!”. Es un tributo grandísimo, generalmente una canción muy menospreciada y hasta desconocida, pero a mi me gusta más que “Hombre” por ejemplo, entre otras canciones dedicadas al Ché. En esta canción Silvio es acompañado por una gran instrumentación, supongo que por parte del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC por la fecha de grabación. Inicia con una tremenda melancolía, realmente casi un canto fúnebre que después de la palabra “explosión” literalmente estalla con una dinámica línea de bajo y una batería que hace incisivos remates entre las repeticiones de coro. La flauta y oboe van dando matices más delicados cuando la canción baja nuevamente de intensidad, creando un sube-y-baja emocional bastante denso. Los coros son gloriosos, y ese verso “Su nombre y apellido son… Fusil contra Fusiiiiiiiil!” es eterno. En sí toda la letra es magistral, y a mi gusto el mejor tributo jamás escrito al Ché. El mismo Silvio lo explica como una alusión a los que combaten las armas con las armas, cuando ya no les queda nada más que perder y no tienen ninguna otra salida. Rodríguez cuenta que a fines de los 70’s estaba dando un concierto en el Auditorio Nacional de México y al cantar esta canción cerró los ojos (es su estilo al cantar, supongo que por el esfuerzo al alcanzar tonos tan altos) y en una ocasión al entreabrirlos mientras cantaba el coro, vio a un tipo en primera fila apuntándole con un revólver y una sonrisa. Silvio cerró los ojos y siguió cantando pensando que esa era la mejor canción para morir, esperando el impacto sin interrumpir la interpretación. Cuando la terminó y volvió a abrir los ojos, el tipo ya no estaba.

“Cuando Digo Futuro” es una canción mucho más luminosa, cargada de positivismo y buenas vibras. Tiene una intro en tono tranquilo y esperanzador: “Si no crees mi palabra, cree en el brillo de un gesto…”, con un arpegio sencillo y un acompañamiento de flauta muy dulce, haciendo arreglos como de vaivén muy dulce. Cuando se cumple el minuto, la canción toma un ritmo muy tropical, azucarado pero sutil, que le da más color a la vibra de la canción. Resulta muy curiosa la manera en que canta y resalta en los coros “Los hierrosss se fundieron YA!” con una entonación juguetona que no se repite en toda su discografía. Una gran canción, con una letra positiva sin ser en tono de sermón, que intenta recuperar la esperanza en la vida, y que musicalmente utiliza un ritmo cubano bailable, pero sin ser exagerado o eclipsar el mensaje con el ritmo. Te invita a moverte despacio, a sentirlo, uno descubre que el autor está disfrutando al interpretarla y que cree en lo que canta, y uno termina por esbozar una sonrisa. Cuando una canción logra esto es porque es buena. En la versión de este disco, en el primer verso de la tercera estrofa canta “Hay 20 mil buenas semillas en el Valle desde ayer” que el Causas y Azares es cambiado a “Hay 20 mil nuevas semillas” en homenaje a los 20,000 caídos en la lucha armada contra Fulgencio Batista; además la primer y segunda estrofa cambian de orden en el CYA.

Viene después “La Nueva Escuela” que canta con Pablo Milanés. Esta fue otra de las primeras grabaciones de Silvio, a fines de los ‘60s o inicios de los 70’s y que aparecería en alguna compilación de artistas cubanos. Tiene un ritmo más marcadamente isleño. La canción más que nada es un tributo a la Revolución Cubana y al cambio de mentalidad que creó en la isla, cimentando una nueva manera de pensar. Si mal no entiendo, subraya sobre todo la magnífica generación de ARTISTAS (así con mayúsculas) en todos los campos que generó Cuba a fines de los 70’s, desde trovadores, poetas, novelistas, directores de orquesta, pintores y pensadores que dieron una generación de oro y con ideas progresistas y afines. Es de las canciones que me parecen menores sin ser malas. Se entiende la intensión perfectamente, pero creo que tiene mejores letras que resaltan los beneficios de la Revolución. No es mala, pero se siente inmadura y que le falta más trabajo. Pablo aquí sólo hace tercera voz de fondo, y musicalmente se destaca el gran arreglo de piano desde el minuto 3:10 y durante el resto de la coda.

La quinta canción es otro de los clásicos eternos, “La Era Está Pariendo un Corazón”, que también está dedicada al Ché, aunque de manera más velada, y más que ser un canto de guerra como “Fusil Contra Fusil” se trata de un réquiem dolido y emotivo que fue hecho originalmente para el colectivo “Canción Protesta” de Casa de las Américas. La lírica críptica está llena de hermosas imágenes, una tras otra, haciendo un poema conmovedor. La voz va creando una cierta tensión hasta que revienta en la luminosidad de ese espectacular y pegajoso coro, que siempre resulta de los más coreados en los conciertos. La música es sencilla, es sólo Silvio y su guitarra (y acaso un bajeo, que yo diría que lo realiza otro músico, pero con Silvio nunca se sabe). Así va creando grandes arreglos y desplegando creativos recursos, desde las cuerdas que puntea-jala al inicio hasta el frenético guitarreo de los coros que suena velado bajo la voz y parece sencillo a simple oída, pero esos guitarreos con destiempos son dificilísimos de ejecutar cuando se canta al mismo tiempo. Enorme, enorme, y junto a “Fusil Contra Fusil” este par de guevarianas son las mejores de esta compilación.

Después llega el conocido arpegio de “Canción Del Elegido”. Sé que es una gran canción. Sé que tiene una gran letra y una muy buena instrumentación en la que de nuevo Silvio se la ingenia para hacer arreglos nada fáciles y que lucen sencillos y perfectos. Sé que la gente quiere esta canción. Pero no sé porqué a mi no me termina de gustar. Quizá la letra me parece muy… como decirlo? Demagógica? Pero aunque no sea de mis favoritas debo reconocer que ese arpegio ascendente y descendente es magnífico. La canción podría estar dedicada a Fidel o al Ché, pero en realidad el “Elegido” es Abel Santamaría, que fue uno de los primeros revolucionarios que estuvo junto a Castro en el aslato al Cuartel de Moncada en 1953 y hermano de Haydeé Santamaría, directora de la Casa de las Américas que tanto apoyo diera al movimiento de La Nueva trova Cubana en sus orígenes.

Sige “De La Ausencia y de Ti, Velia”. Esta fue compuesta en 1969 y se incluyó en un colectivo en 1975 por el año internacional de la mujer. Es una canción cargadísima de melancolía, dedicada a Velia Ramírez, una mexicana que radicaba en Cuba y forjó una importante amistad con Silvio, que está retratada en la letra llena de recuerdos e imágenes más concretas de esta canción, de los días en que los miembros de la Nueva trova, el ICAIC y otras disciplinas se reunían noches enteras en casa de Teté Vergara a cantar, conversar y reír. Por la misma letra muchas veces se ha interpretado como que hubo más que una amistad y que Velia le rompió el corazón al volver a México, pero Silvio siempre lo ha negado alegando que fue una mera amiga. Musicalmente la canción es minimalista, con una guitarra sin grandes arreglos, casi inaudible y apenas un clavicordio dando esporádicos toques para vestir la melodía sencilla y poco compleja. Y en esa sencillez radica el encanto de esta canción, de las más personales del catálogo de Rodríguez.

Aquí repite “Santiago De Chile” que ya había aparecido en el debut. No es queja. Esta es de las canciones más furiosas, un reproche al rojo vivo hacia la dictadura de Pinochet, desde la conjunción lírica hasta la musicalización, con enormes arreglos de piano y una batería jazzera que logran en conjunto un efecto implacable. Y es una muestra a todos los metaleros que no hace falta distorsión a todo y una voz negra para lucir amenazante y rabioso.

“La Oveja Negra” es la novena canción, con buenos arreglos flauta y oboe. Otra canción ligeramente menor al promedio. Tiene arreglos muy interesantes de orquestación, pero ignoro realmente a lo que se refiere la letra. Suena a otro canto rabioso de denuncia, (Iglesia? Racismo?) pero si alguien tiene más pistas, se agradece.

Continúa “Cuba Va!” quizá la canción más roquera de toda la discografía de Silvio. Y es que esta fue compuesta y es cantada junto a Pablo Milanés y Noel Nicola, de manera que los tres cantan los versos que escribieron. La canción fue para el disco del mismo nombre editado en 1971 y que exalta las virtudes de la isla como un grito de guerra. Gran canción, muy movida, con un sonido estroboscópico que quiero pensar es una guitarra con fuzz que va dando mucha versatilidad a la canción y que incluso hace una especie de solo en la coda cuando los tres empiezan a gritar sin cesar Cuba Vaaaaaaaaaaaa! Al ser coautor de ella, esta es de las canciones que menos encajan al resto de su obra, pero en lo personal me agrada bastante e incluso lo considero de los puntos fuertes del disco.

Finalmente está “Canción de la Columna Juvenil del Centenario” que en algunas versiones aparece simplemente como “De Una Vez”. Musicalmente también queda un poco corta, pero es otro poema durísimo a las guerras lejanas y los lugares oprimidos a punto de explotar y la indiferencia que causa esa distancia. Sin duda Silvio, comprometido con sus propias letras, tomó esta canción como bandera para lanzarse a Angola, demostrando que no era sólo poeta, sino que además era congruente con su canto. La canción es cantada en partes por Silvio y en partes por Milanés, que ahora no sólo hace coros, sino hace una gran interpretación vocal. Insisto que musicalmente no es de lo más destacado, pero la letra es contundente, sobre todo si tomamos en cuenta que por las fechas del disco, Silvio estaba en Angola o acababa de regresar de allá.

 

Un buen disco, como la mayoría de los de Silvio. Del los primeros álbumes, este es de los más orquestados, sobre todo porque muchas tomas son de años anteriores en los que incluía orquestaciones ya que había más presupuestos para discos en conjunto. Como ya comentaba, sólo se lanzó en España, pero es una buena recopilación, que nos lleva a sonidos muy distintos en las etapas de Silvio como compositor en sus primeros años y con canciones que en la era franquista hubiera sido imposible lanzar en el país ibérico, por lo que es una especie de agradecimiento (supongo) por el recibimiento en su gira por la Madre Patria y una especie de celebración por la muerte del generalísimo y el régimen franquista. Aunque las canciones más majestuosas de ésta compilación se pueden encontrar en otros discos del mismo Silvio, vale la pena tener esta placa por las piezas más difíciles de conseguir, como las del Cuba Va! Además, créanme, tener repetidas algunas canciones de Silvio, nunca, nunca, nunca es un desperdicio. Si eres seguidor de Silvio y no habías oído de este LP, recomiendo bajarlo. Es un poco más modesto a comparación a los discos de 10 perfecto de Silvio, pero ya quisieran muchos tener un disco así de “modesto”.

 

Por Corvan 

4/Feb/2009

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