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Black Holes And Revelation Tour (Muse, 2008)

MUSE (Black Holes and Revelations Tour, 2008)

Jul  18, 2008

Auditorio Telmex, Guadalajara, México.

 

 

Entramos al Auditorio Telmex. Hiz queda anonadada como la primera vez que entré yo, al concierto de los Doors. Su cara refleja extrañeza y sorpresa, y debe lucir muy semejante a mi propio rostro hace un año. No es para menos. El lugar es enorme, demasiado elegante y sin el espíritu para albergar un concierto como el que esperamos. Desde la entrada pudimos notar que hay mucha gente fresa, poser. Ha venido la socialité de Guadalajara que apenas conoce una o dos canciones. También hay mucho adolescente Emo, sobre todo alrededor de la zona en que estamos. El teatro poco a poco se va llenando mientras se anuncia la primera llamada a las 8:30 en punto. Hiz no sale de su pasmo y me pasa una nota que dice textualmente: “(Hiz) Promete para sí misma y para la cría de felino que carga arriba de su vejiga que su primer concierto (del bebé) tendrá: 1.- Mota 2.- Chela 3.- Pleitos y 4.- Huir de la Policía”. Suelto la carcajada. Por eso me casé con esta felina. Ante su escepticismo de que un lugar tan fresa pueda albergar un concierto de verdad, le digo que lo platicaremos unas dos horas después.

2ª llamada. Hay una zona entre el escenario y las primeras filas en el que la gente se comienza a apelmazar de pie. Ahhhh… con que ésa es la zona para Slam!!! Terminamos riéndonos porque los verdaderos slameros no se pueden pagar un boleto de ese precio hasta el frente en el Telmex. En fin, cada vez entran mas niñas fresas que escucharon Starlight en EXA FM y se creen fans de Muse. Comienza a sentirse el calor. La 2ª llamada ha sido a las 8:53. Aún quedan muchos huecos y la gente sigue entrando. Le comento a Hiz que esperaba que el concierto fuera con esa puntualidad que caracteriza a los británicos y recuerdo las 3 canciones en que Roger Waters estuvo disculpándose por la impuntualidad ajena. Suponemos que se va repetir la escena ya que los tapatíos, que nos caracterizamos por ser tremendamente impuntuales, siguen entrando al recinto. Hay torres de luces a los lados y sobre el escenario. Se prenderán esta vez las pantallas laterales?

A las 9 en punto suena la 3ª llamada, en medio de un alarido general y el consecuente apagón de las luces. El escenario queda totalmente a oscuras e inician las notas de esa intro instrumental con la que comenzaron su concierto en el Wembley (H.A.A.R.P.), llamada Dance With the Knights. Conforme pasan las notas, el escenario se ilumina tenuemente de azul y ya hacia el final de los casi 2 minutos, se ven tres sombras que ocupan sus lugares en el escenario, para deleite de los casi 12 mil asistentes. El número instrumental se diluye.

Se escuchan los primeros acordes de una guitarra potente y distorsionada, la gente grita, suenan los loops de un teclado con mucho eco y la batería comienza su espectáculo con una intro espectacular y fuerte, hasta finalmente adentrarse en el ritmo. Muse inicia la velada con Map Of The Problematique. Hay un cierto desequilibrio de audio. Matt suena abajo tanto en la guitarra como en la voz. Hay impresionantes juegos de luces en escena y los problemas de audio logran que Dominic suene aún más poderoso de lo normal, opacando a sus compañeros.

Muse se decidió a salir con todo. La canción suena impresionante y hermosa a pesar de la mala ecualización. El inicio de la canción ha dejado a todos en un inmenso silencio tras un fugaz júbilo, y esto permitió percibir claramente la voz de Bellami, con su mezcla sublime de delicadeza con potencia. Estos tipos son energía pura! Al final de la canción se avientan un riff muy pontente, semejante o igual al de H.A.A.R.P. La batería de Dom en este punto es un verdadero mastodonte. El riff suena de 20 toneladas, con un espíritu Zeppeliniano. Matthew se acerca al micrófono y dice un “Miuchas Gracias” que la gente le reconoce con gritos y aplausos. Hay que notar que, durante casi todo el concierto Matt se dirigirá al público en español y apenas lanzará unas líneas en inglés.

Matt hace una nota aguda sostenida con su guitarra (no alcanzo a ver qué tipo de lira trae, se las debo), e inmediatamente inicia el pegajosísimo e inconfundible riff de Supermassive Blackhole. Definitivamente han empezado con todo! El auditorio estalla, todos cantan con voz de niña: You set my soul alight… el bajo de Chris se escucha un poco mejor y ya alcanza a hacerte saltar con cada nota. Uuuuts, el bajeo de este tipo es de los mas impresionantes de la actualidad. Además se da tiempo de hacer los coros con ese falsetto delicioso. Aunque es una rola conocida y no tan buena, me deleito y no puedo esperar a sus canciones mas progresivas y potentes! La gente a estas alturas ya está toda de pie y nos obliga a pararnos para poder ver a los músicos. Matt se retuerce con su guitarra en el suelo durante el solo final y el público delira. IM-PRE-SIO-NAN-TE!!!

Comienza la tercer canción, primero con un tímido guitarreo… Dead Star??? Si! Lo han hecho otra vez en su tour por México!!! La entrada del bajo y batería es bestial, uno puede sentir los tumbs retumbando en el esternón! El show de luces es grandioso, y nuevamente hacen eso de hacer un riff tremendo al final como coda y un solo de bajo increíble. En serio, yo que soy bajista me he quedado con la boca abierta al observar lo que puede hacer Wolstenholme con su instrumento.

Al terminar, el escenario se pinta de un tenue morado. Matt se pasa al piano e inicia ese arpegio que llena de intimidad al auditorio. Este tipo maneja muy bien los teclados. Francamente no soy fan de los videos, y por lo mismo, siempre pensé que este tipo de arreglos los sampleaban. Error! Bellamy los hace en persona sobre las escalas del teclado. Al terminar la intro delicada, Dom y Chris hacen una pausa mientras Matt corre por la guitarra y comienzan a ponerle decibeles al asunto. Yep, se trata de New Born: And you seeeeee meeeeeeeeee, and you seeeee meeeeeeeeee… todos cantan. Definitivamente son tres virtuosos en el escenario. Chris luce imbatible con ese arreglo de bajo. Sin ser la figura dominante de la banda, tiene un dominio tan tremendo de su instrumento y sabe llevar tan bien la carga de la canción cuando Matt está haciendo solos o arreglos, que en cualquier grupo promedio sería el líder, como Flea con los Red Hot. Pero no con Muse, aquí los tres son unas bestias desatadas que son capaces de desencadenar un pandemónium con sólo tres instrumentos.

Sigue una de mis canciones favoritas. La banda inicia con un punteo en la guitarra de Matt y un juego de platillos rápidos con Dom. La gente sigue con las palmas. Una orquestación sampleada surge de la nada. Estos tipos son unos excelentes constructores de tensión. Uno sabe que la canción va a explotar, tarde o temprano la canción estallará en furia, pero entretanto, la banda sabe perfectamente cómo dilatar los tiempos. Me acerco al oído de Hiz y le susurro que posiblemente, después de los Doors, estemos ante los mejores constructores de tensión musical en la historia del rock.

SI! Es Butterflies and Hurricanes!!! Están poniendo lo mejor al principio! Un momento, la mitad de sus rolas son lo mejor… Bueno. Durante la intro se pueden ver espirales entretejiéndose como telarañas en las pantallas. La canción va subiendo lentamente, lentamente… todo para un segundo y de repente una explosión de sonido. La intensidad se cuadriplica, luces explotan en el escenario…best, you've got to be the best, canto, sin saber si el resto de la gente también lo hace. Hacen una secuencia totalmente progresiva a la Dream Theater durante la coda, Matt se pasa volando al piano y hace esa arpegiación rachmanikoviana impresionante a toda velocidad, sus dedos vuelan a través de toda la escala, llenando de notas el auditorio y finalmente el bombo y el bajo confluyen en una nota absoluta. No, esperen, aun no acaba. Bellami canta otro verso casi a capella y vuelven a hacer otra explosión de sonido y luz, causando el delirio en todos los presentes para ahora si, dar el acorde final. Alguna chica del frente le lanza una blusa a Matt, quien la recoge más que complacido y la avienta detrás de la batería. Después, se limpia el sudor de la frente, se acerca al micrófono y comenta en inglés: “The Next Song is for Christina”. Dominic aprovecha y cuelga una bandera de México que le acaban de lanzar sobre el bombo de su batería. Por qué nadie pela a Chris? Si estuviera cerca le lanzaría mis bóxers… JAJAJA, nosierto. Hay que recalcar que Matthew Bellami es un prodigio por sí mismo al piano, quizá más virtuoso que en la guitarra. Hace constantes cambios de la lira al piano, que por cierto es blanco. Qué brutales cambios de intensidad, los falsettos son hermosos en medio de tanta energía. Increíble. No hay otra palabra para describir esta canción.

En la siguiente rola Matt toma una guitarra española. Antes de iniciar dice algo en espanglish que nadie alcanza a comprender e inicia el guitarreo. Se trata de City of Delusion, una de las rolas que no esperaba escuchar, pero que francamente ansiaba. Cuando entra Dominic parece que se va a acabar el mundo. Todos están de pie, aplaudiendo. Entra una orquesta sampleada creando un efecto majestuoso para el coro. Luego viene la parte en que Chris se echa al hombro la canción y posteriormente entra Dom. Junto a ellos entra un trompetista todo de negro. La tonadita que hace tiene ciertos aires de mariachi y por momentos, la ilusión me hace creer que trae traje de charro, pero no. Es verdaderamente impresionante el efecto que logran, haciendo fusiones, experimentando, yéndose a extremos a tal grado que al final estamos escuchando una canción Indie-progresiva-española-mariachi. O algo así... El bajo termina con el distorsionador a todo lo que da, dándole aún más fuerza. Después de escuchar esta canción uno podría irse contento por lo que ha pagado por el boleto. Pero aún hay más.

Matthew se pasa de nuevo al piano, que por cierto es todo blanco y brilla con tonos morados bajo la luz negra del escenario. Hiz me dice, “sí es, sí es!” Efectivamente, Matt hace esos tonos agridulces con los que comienza Feeling Good. Después entran Chris y Dominic. A pesar de la potencia, no deja de ser una canción tenue, delicada, sublime. Al inicio hay una constelación de encendedores y celulares iluminando todo el escenario. Matt toma un altavoz a mitad de la canción para hacer ese efecto de caja de cartón. La gente delira. Todos cantan. Matt no se escucha, opacado por el público. Es hermoso. Simplemente hermoso. Sin hacer gran cosa, la banda logra una conexión tremenda con la gente. De hecho Muse parece estar aletargado. Si están llenos de energía, Matt en particular brinca por todos lados y se retuerce en el piso, pero hay algo que falta, no sé. Las presentaciones que les he visto en otros lados por video o TV tienen más chispa. Aún así el concierto no tiene madre. Mientras interpretan Feeling Good, en la pantalla del fondo se ven imágenes delicadas y preciosas, que resaltan la atmósfera de la canción: Una abeja revoloteando entre flores, copos de nieve, alas de mariposa, hojas cayendo de las ramas… Cuando terminan la canción, la gente grita a una voz: Muse, Muse, Muse, Muse, Muse, Muse, Muse!!! Chris sonríe de oreja a oreja y Matt hace una pequeña caravana de agradecimiento. Se apaga el escenario.

Esa intro… esa intro… Noooooo… Matt sigue al piano, mostrándonos que bien pudo haber sido concertista en la filarmónica de Moscú. Esas escalas rachmanikovianas, entran batería y bajo con todo. Matt está vuelto loco al piano, mientras canta You Make me Sick… junto con el resto del auditorio que casi lo opaca. Space Dementia, otra de mis favoritas de la banda. Entran las secuencias en el coro. Es impresionante como en un instante la gente esta agitando dulcemente los brazos como trigo mecido por el viento y al siguiente es una masa furiosa que brinca a un tiempo. Muse se merece una estatua por esta canción. Cada segundo disfruto más y más, y al mismo tiempo me sorprendo de que los emos (los fresas no) se sepan todas las letras, incluso, debo reconocerlo, mejor que yo. En fin, este es uno de los tantos momentos cumbres del concierto. Los arpegios en piano a toda velocidad, con una complejidad armónica tremenda. Matt no se sale ni medio tono de lo que debe, no pulsa una sola tecla mal, y eso que parece como poseído. Qué cabrones. No puedo decir más. La gente ya estaba de pie, pero da la impresión de ovacionar al grupo después de tal demostración de virtuosismo.

Bellami se pasa a la guitarra de nuevo. Chris inicia con el bajo distorsionado. Es otra de mis máximas. La secuencia de bajo a todo lo que da, rápido, demoledor, preciso. Matt entra con los riffs de la guitarra. La gente delira de nuevo. Cómo es posible tanta energía? La gente se contagia de la Hysteria. Todos cantan a una voz el I Want it Nooooooow, I want it nooooooooooooooow!!! Las escalas son progresivas, los solos no tienen un solo error; son incisivos, hirientes, exactos, e interpretados por un guitarrista que de nuevo está de rodillas o echado sobre el suelo. La batería es un monstruo. Pareciera que Howard trajera diez megatones en cada baqueta. Muchos bateristas que conozco deberían aprender a tocar con una batería tan sencilla, sin tanto thumb. Chas, podría pasarme escuchando por horas el solo de Hysteria. Sip, es un hecho: esta es mi canción favorita de Muse, apenas por una nariz sobre Knights.

Comienza la batería rimbombante de Dominic y ese arreglo de piano que bien podría ser de una canción de… ehhr… cualquier boys band. Sip, después de su punto más alto, Muse se va a su punto más bajo para deleite de todas las teenies y socialité que solo vinieron para la foto en la sección rosa y por esta canción: Starlight. Es linda, cierto, pero demasiado cursi, muy melosa, muy complaciente. No creo que sean de las que programen siquiera en las 40 principales, pero es sin duda su rola más comercial y por la que el 50% de la gente vino al concierto. En fin. Ya que no hay mucho que decir por mi parte, aprovecho para mencionar que Matthew Bellami nos presenta en esta temporada un pantalón negro y camisa roja, Chritopher Wolstelholme está todo de negro y Dominic Howard lleva camisa negra y pantalón caqui para combinar con el clima local. Parte patrocinada por… Sarah??? Jajaja. Bueno, al menos los ñoños fresas que vinieron estarán complacidos y dirán que fue un gran concierto porque tocaron la única que se sabían. Sobra decir que nuevamente la voz de Matt no se escucha en absoluto.

Lo que sigue. La gente ya enrachada, no deja de cantar Our Time is Running Out. Todos brincan en la zona baja, y todos corean el uuuuuuuuu uuuuuuuu uuuuuuuu uuu uuu ay ay ay ay… Es un estruendo, y solo se escucha a la gente gritando a todo pulmón esta canción, que es otra de las melódicas. La pirotecnia estalla en el escenario. Si me quedaba alguna duda, se han disuelto esta noche, y corroboro lo que decía antes del concierto: Muse es una de las 3 mejores bandas contemporáneas sobre la faz de la tierra. No, no exagero, y no lo digo sólo por este concierto a medio gas.

Chris inicia con otro riff demencial de bajo, tremendamente distorsionado y poderoso de Stocholm Syndrome. El riff de Matt es veloz, ácido y corrosivo, como las letras. Es indescriptible la manera en que la gente salta al unísono. La franja del Slam es una masa uniforme que baja y sube aventándose. Y el resto de la parte baja se puede ver saltar todos a un tiempo. Nop, no hay palabras. Bellami está otra vez en el suelo. Qué bruto, qué energía tiene este tipo. Esta es una de sus canciones más energéticas. El bajo es veloz hasta lo indecible. La manera en que se escalonan todos, el trabajo en equipo, los coros de Chris. Nuevamente experimentan con la coda, haciendo un revoltijo semimetalero, progresivo, cadencioso, revulsivo. Wow!!! Wow wow, wow!

Se apagan las luces del escenario y sólo quedan una tenue iluminación en azul. Mhhh, esto no es sólo un cambio al piano… Tardan demasiado en volver. Miro el reloj: apenas va hora y cuarto de concierto. Tan rápido el encore? Van a sorprender con más salidas? Están tardando mucho, casi van los 10 minutos. Ah! Ahí vuelven!

Matt juega con arpegios lentos. Antes de la canción pide en un raro español que todos lo acompañemos con encendedores. Ahh es Soldier’s Poem… No, no es de mis favoritas, pero me encanta esa parte en que suena muy similar al Ave María: Nooo I don’t Think In You... Los tonos morados predominan en el escenario. Desgraciadamente Muse no logra crear la atmósfera que se proponía, ya que todos están más bien distraídos y su canción tranquila no se compara al No Surprises de Radiohead. En fin, por lo menos regresaron a escena.

Matt juega con el slide de su guitarra. Parece una ballena haciendo un canto de ángel. Este tipo sabe exactamente qué hace. Empieza el slide-riff y Matt empieza a cantarla como balada para después dar pie a la batería de doble marcha de Invincible, y todo mundo delira al reconocerla. Esta canción es tremendamente ñoña, pero me encanta como algo tan ñoño puede tener progresiones de la balada a la marcha, y luego al medio tiempo y finalmente explotar en algo que podría acercarse al Hard Rock Prog. Aquí viene: La banda se vuelve loca de atar, la canción estalla en su parte más pesada y densa, luego el solo vuelve a ser un tanto meloso, pero hay que aceptar que Matt tiene aquí una velocidad impresionante. Ametralla notas con una técnica totalmente depurada y sin dejar de hacer que la canción sea “cute” . Matt grita un “Mexicoooooooooooou” y la gente le responde con ovación.

Bellami inicia otro riff rápido, denso, aplastante. El bajo de Chris otra vez tiene la distorsión a todo, y pronto se echa la canción al hombre, en cuanto Matt inicia a cantar. Se trata de de Plug In Baby. Es buena, más no de mis favoritas. Es lo de menos, mientras el concierto siga de menos a más desde el encore. Definitivamente tengo que aprenderle bastantes trucos a Chris. La gente sigue brincando como maremoto allá abajo. Acá el bebé también salta, Hiz me lo comenta y se me saltan las lágrimas de saber que mi hij@ esté sintiendo ya el rock vibrando por su cuerpo. A media canción aparecen unos globos gigantes en la zona de Slam y primeras filas. Comienzan a rebotar y poco a poco los van reventando con la respectiva explosión de confeti, y con la respectiva exclamación de: Ahhhhhhh! Hasta que todos los globos se extinguen. Esto es una fiesta total. Los músicos elevan la temperatura con los riffs. Dominic es una bestia con la batería, en un buen sentido, definitivamente.

OK. Si Dream Theater ha demostrado ser una mezcla de Pink Floyd con Led Zeppelin, con la siguiente rola Muse ha demostrado ser una mezcla perfecta de Dream Theater con Radiohead. Y no lo digo para mal. Fuera de sus rolas melosas, está es quizá la más famosa. Matt inicia haciendo los 4 tonos en melódicas y desde entonces la gente reconoce la canción. Vienen luego las secuencias de tres acordes en guitarra acompañadas por la voz. Los Guitar Heroinómanos (el otro 30% de los que vinieron) estarán satisfechos. Y no es para menos, junto con Hysteria, Knights of Cydonia podría entrar fácilmente a las mejores 100 canciones de la historia. Y LA ESTAMOS ESCUCHANDO EN VIVO. El teatro ahora si se cae. La batería de Dom suena como si saliera del mismo pecho. La gente acompaña la Whaaaaaa whaaaaaaaa whaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! No one’s gonna take me Alive… Este es un Armaggedon. El tipo que parece charro con la trompeta ha salido nuevamente. Se siente el teatro vibrando literalmente por toda le gente que salta en el recinto. Qué cabrón está todo esto, y perdón por lo de esto, pero no hay otra palabra para describir el derroche de energía, la comunión de la banda con la gente, los juegos de luces, la fuerza, la potencia, la gente cantando el coro (en parte porque las letras aparecen en le pantalla, para que no se queden atrás todas las starlights). No no no noooooooooo. Esta canción por sí sola valió el boleto, y si no fuera porque todo mundo la conoce por el Guitar Heroe, posiblemente sería mi favorita.

En medio del paroxismo, el escenario se apaga. Otro encore? Dominic se cuelga la bandera de México en la espalda. Los tres salen. Sin más, se prenden las luces y la gente comienza a salir. Gwathafuk??? Apenas va 1:40!!!!!!! La gente no exige más. La iluminación indica que hay que salir y solo queda a resignarse a salir después de un concierto bastante corto, donde faltaron muchas canciones, pero el grupo no decepcionó.

Algo faltó. A pesar de ser un concierto impresionante, me quedé con la sensación de ver a Muse a medio gas. Quizá por los comentarios que leí del concierto en Monterrey. El grupo no quedó a deber en intensidad y entrega. Los tres estuvieron bestiales. La gente respondió mucho más de lo que yo me esperaba… entonces??? Quizá el lugar. El Telmex no es sitio para este tipo de conciertos. Reprime un poco al grupo y a la gente. Faltó. No sé qué, pero para que alcance el 10 perfecto de Roger Waters el 4 de marzo del 2007, faltó. Aún así quedé más que satisfecho: impresionado. Me dio gusto haber traído a mi felina y a mi bebé a escuchar lo sublime conjugado con la potencia y lo progresivo: Lo mejor del rock inteligente que se ha hecho en esta década. Y finalmente confirmé mi idea de que Muse es hoy día una de las tres mejores bandas del planeta. Quizá la mejor, por lo que vi esta noche…

Por Corvan 

3/Ago/2008

 

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