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FOXTROT (Genesis, 1972)

Artista: Genesis (C+)

Fecha de Grabación: Ago-Sep de 1972

Fecha de Lanzamiento: 6 de Octubre de 1972, UK

Discográfica: Charisma

Productor: Dave Hitchcock and Genesis

Calificación: 10 (MUST HAVE)

 

Era: Progresivo (1968-???)

Subgénero: Progresivo

Mejor Canción: Supper’s Ready

Canciones: 1) Watcher Of The Skies; 2) Time Table; 3) Get 'Em Out By Friday; 4) Can-Utility And The Coastliners; 5) Horizons; 6) Supper's Ready.

El Trespass sería un ensayo, con el Nursery Cryme alcanzarían su sonido y verdadero potencial, pero con el Foxtrot, Genesis lograría explotar por completo. Regresando un poco, el Nursery Cryme les significó por primera vez un relativo éxito a la banda. De pronto, se dieron cuenta que el disco no sólo vendía en casa, sino que había alcanzado colarse al top 5 en Italia y Bélgica. Así que los chicos emprendieron su primer mini gira europea. Por esas épocas grabaron sesiones para la BBC, y tocarían en el Festival de Redding, llevándose las palmas no sólo de los fans, sino de los críticos que habían ido a verlos expresamente. Al fin comenzaban a ganarse el respeto que merecían.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Steve Hackett, que recién se había agregado a la banda y cuya guitarra había sido fundamental para encontrar ese balance en el Nursery Cryme, amagó con renunciar por pánico escénico y agotamiento por los tours. Algo parecido a lo que orilló a Tony Phillips a salir del grupo. Afortunadamente, sus compañeros lograron disuadirlo y convencerlo de que se quedara. Hackett había escrito un montón de material que la banda empezó a ensayar a inicios de 1972. La mayoría no entraría en el nuevo álbum y sería usado después en el primer disco solista de Steve, Voyage of the Acolyte. La banda comenzó a ensamblar los nuevos temas, y desde la primera mitad del ’72 comenzaron a pulir en vivo “Watcher of the Skies” y “Can-Utility and the Coastliners”.

Para Agosto del ’72 estaban listos y entraron al estudio, de nuevo con John Anthony como productor. El problema es que Anthony y los ejecutivos de Charisma, su sello discográfico, ya traían pleito, y tomaron como excusa los altos costos de producción de “Happy The Man”, lo despidieron y les asignaron a Tony Platt. Desgraciadamente la química con él no existió en absoluto, y a su ingeniero de sonido, Bob Potter, ni siquiera le gustaba el estilo de Genesis, así que el asunto no duró mucho. La dupla sería reemplazada con Dave Hitchcock en la producción y John Burns como ingeniero, formando equipo durante los siguientes discos de la banda y siendo responsables del estupendo sonido.

Ahora, 1972 fue un año crucial para el Prog, con un buen puñado de bandas tratando de expandir las fronteras musicales con un nivel de tecnicismo endiablado. Ese año salieron el Close to the Edge de Yes, y el Thick as a Brick de J Tull, con suites que abarcaban una y dos caras respectivamente. Genesis ya había logrado la inmersión total al Prog en el Nursery Cryme, pero en este disco estaban dispuestos a mostrar al mundo que iban MUY en serio. El disco es impecable en este aspecto: tiene un manejo casi artesanal de los tiempos. Collins diría que salió maravillado de un concierto de Yes y se fijó la meta de hacer esos intrincados juegos de tiempo de Brufford, como los que hace en “Watcher of the Skies”, cambiando de 8/4 a 6/4. Podremos decir lo que sea de Collins, pero en ésta época traía un nivel brutal en la batería. Tenemos por supuesto los largos pasajes instrumentales típicos del género. Suena un Mellotrón, con el que abre precisamente el disco, y que no puede faltar en una banda Prog de 1972… Intrincadas líneas de bajo, un gran nivel técnico de guitarra, con mayor presencia de acústica de 12 cuerdas, interpretación vocal exagerada, y letras poéticas y que buscan ser profundas. Todos los ingredientes alquímicos están aquí. Lo que diferencia a Genesis de otras bandas es el porcentaje que usan de cada elemento. Estos tipos son endiabladamente astutos y quizá sabían que en un uno a uno salían perdiendo con los pesos pesados del Prog de la época. Pero como conjunto no. Logran balancear sus debilidades con sus fortalezas como equipo. Cada nota es agregada con delicadeza y con un propósito. Los largos pasajes instrumentales en su mayoría están justificados, no sólo para apantallar a los escuchas con meteóricos solos como solían hacer las otras bandas, sino porque el mood de la canción generalmente así lo requiere. La música Prog se considera más enfocada a expandir la creatividad, pero en aras de esta experimentación, el género se vuelve frío y artificial entre tanto pirotécnico solo. Con Genesis no. Aquí logran dominar ese arte de hacer temas más orgánicos, sinceros y emotivos, sin sacrificar en complejidad. Y creo que esa el mayor virtud de Genesis. Eso y Peter Gabriel, que aquí trae un nivel bárbaro.

El disco arranca con “Watcher of the Skies”, que tiene una larga y atercipoleada intro de Mellotrón, con el que Banks juega por casi 2 minutos, dando toque majestuosos y dramáticos antes que el bajo y batería hagan un fade in y revienten por fin el tema al 2:20, con los remates de Phil. Cabe señalar que el uso del Mellotrón es casi una ciencia por sí misma, y sacar dos tonos afinados es todo un logro. Banks logró sacar esa secuencia de tonos iniciales que le fascinó, y a decir de él, sólo sonaban bien en el Mellotrón Mark II que le compraron a King Crimson, ya que en versiones posteriores sonaba desafinado. Lo cierto es que da un efecto cósmico, pero a la vez elegante, magnificente. La canción toma un ritmo galopante, con un Phil Collins inspirado por haber escuchado a Brufford en vivo y tratando de emular los complejos cambios de ritmo. En ésta época puede ser sutil y potente al mismo tiempo, y se combina muy bien con los cambios de intensidad en la voz de Gabriel. La letra la escribieron Banks y Rutherford en un check sound en Nápoles, cuando se preguntaron cómo se vería la tierra desierta desde la perspectiva de un visitante extraterrestre. Sí, las letras de Tony no son tan buenas: “Maybe the lizard shedded it's tail, This is the end of man's long union with Earth”, pero en este caso son lo de menos con tan fantástica estructura que se montan. Peter ya es un maldito amo de la melodía. A pesar de los evidentes problemas de métrica de las letras, se las ingenia para encajarlas con naturalidad y actuarlas con dramatismo, jugando con la intensidad y agregando ganchos. Rutherford también juega un papel destacado, con un bajeo haciendo rapidísimos punteos, furiosos remates y haciéndolo crujir a la Greg Lake. Hackett luce un tanto discreto, dejándole el protagonismo a Banks, que se luce también con el Hammond. Pero la guitarra tiene sus momentos, como esos incisivos arreglos al 3:30. Cerca del minuto 6 inicia la amenazante coda, con arrancones y parones en destiempos que te tumban de tu asiento, para cerrar con una gran secuencia de Mellotrón en escala ascendente cada vez más angustiosa, para cerrar con un tono glorioso, tras casi 7:30 de duración. Hay que destacar la gran producción. Cada instrumento suena limpio y en su lugar, con las guitarras y batería detrás de los teclados, pero sin estar sepultados, aumentando el sonido de Hackett cuando lo requiere. También sirve de ejemplo para realzar esas fabulosas transiciones entre las partes calmadas y las explosivas, haciéndolo de manera mucho más sutil que la mayoría de sus contemporáneos. “Watcher of the Skies” se convertiría uno de los clásicos de Genesis, que serviría para abrir o cerrar conciertos durante más de 10 años.

 

Sigue “Time Table”, un tema más ligero y amable, por decirlo de algún modo. El tema es liderado nuevamente por Banks. Noten esa magnífica intro de piano, que de entrada nos transporta a un mundo victoriano. Peter entra al :15, con ese tono profético que le sienta tan bien. Hace una gran melodía, actuando, pero esta vez sin interpretar muchos personajes. Aún así es notable como maneja la intensidad, desde esa especie de plática con que arranca los versos, la melódica explosión del estribillo – esos “WHYYY WhyYYy” son magníficos - para rematar el estribillo casi susurrando, en tono confidencial. Luego Banks nos regala un precioso pianito eléctrico que nos conduce hasta el siguiente verso. Collins y Hackett lucen un tanto discretos en función del tema, pero Rutherford hace otra destacada actuación con un bajeo saltarín y lleno de personalidad, sobre todo en la coda. La letra habla sobre tiempos pasados, desde la perspectiva de una mesa que tiene siglos y que recuerda: “A time when honour meant much more to a man than life”. Quizá no es una canción tan protagónica como las que abren y cierran el disco, pero tiene un precioso piano y un estribillo emotivo y espectacular que hacen que vaya creciendo con cada escucha.

 

Continuamos con “Get 'Em Out By Friday”, que es otra de esas exquisitas y retorcidas historias que sólo se le podrían ocurrir a Gabriel. Trata sobre la crueldad y malicia del gobierno y las empresas, ya que la gente está tan empobrecida que ya no puede pagar las rentas. Una empresa de control genético compra todas las casas y coludida con el gobierno, establecen que a partir del 2012, las personas deben medir máximo 1.20 m para poder acomodar el doble de gente en los edificios. Peter personifica con un estilo vocal distinto a cada uno de los personajes, de manera similar a lo que hiciera en “Harold the Barrel”. La canción inicia con un tono como de fanfarrias para una intro de :40 en la que se alternan teclados y guitarras. Hackett de entrada suena con más distorsión, con un tono más afilado. Luego entra Peter con un fraseo endiablado, mientras Mike hace una de sus líneas de bajo más endiabladas:

“Get 'em out by Friday!

You don't get paid till the last one's well on his way”

Grita en esta parte el hombre de negocios John Pebble, de Styx Enterprises. Luego viene una parte más calmada, con los dramáticos arpegios de guitarra dominando. En esta parte personifica a Mark Hall (también conocido como “The Winkler”), quien se encarga de desalojar a la gente:

“I represent a firm of gentlemen who recently purchased this

house and all the others in the road,

In the interest of humanity we've found a better place for you

to go, go-woh, go-who”

Noten cómo incluso el acento parece cambiar. Luego el teclado cambia el tiempo y responde una desolada Mrs. Barrow, futura exinquilina del departamento, en un tono más dulce:

“Oh no, this I can't believe,

Oh Mary, they're asking us to leave”

Posteriormente se repite la parte de John Pebble, exigiendo la salida de la gente de una forma violenta, que se combina con ese ritmo desaforado de toda la banda. Mrs Barrow sigue en la siguiente estrofa, más larga, con arpegios y un teclado aflautado, acorde a la tristeza de la señora. Los personajes continúan alternándose hasta que es evidente que la señora se tiene que ir. Viene entonces un solo de guitarra con mucho fuzz, mientras el bajeo hace otro solo al fondo, como haciendo notar la desesperación. El grupo juega con los tiempos en este largo pasaje instrumental, haciendo un fade out paulatino, hasta que la canción parece morir en una oleada de teclados. Aquí es cuando se supone que pasan los años y llegamos al 2012, cuando se hace un anuncio por radio:

“This is an announcement from Genetic Control:

It is my sad duty to inform you of a four foot restriction on humanoid height”

Tras esto, vienen conversaciones de la gente sobre rumores, y posteriormente, John Pebble, ahora con el rango de Sir y en una compañía global regresa con su estruendosa parte, regodeándose de la fortuna que está amasando – “A dozen properties - we'll buy at five and sell at thirty four” – para terminar con otro comunicado de parte de otra compañía, (Satin Peter, o Saint Peter???) que acaba de ver otra “oportunidad de negocio”:

“With land in your hand, you'll be happy on earth

Then invest in the Church for your heaveeeeeeeen”

Me encanta lo irónico que puede llegar a ser Gabriel, sobre todo en el último verso. La letra es monumental, la mejor hasta el momento, es sofisticada, contiene una historia en sí misma, y es una sátira muy afilada. Se nota su pasión por la literatura y se podría hacer una obra de teatro con ella. Como en toda sátira, hay una crítica no tan oculta. Quizá en su momento atacara el negocio de bienes raíces que empezaba a estancarse en Inglaterra, pero el tema sigue actual y se aplica prácticamente a todos los sectores donde el bienestar ha dejado de ser prioridad para convertirse en negocio, desde la industria alimenticia (con Monsanto a la cabeza), hasta las farmacéuticas y todo el sector salud que están más preocupadas en ganar dinero que en curar gente, pasando por televisoras, bancos, pensiones y lo que se les ocurra. Si bien el eje central es la brutal genialidad e interpretación de Gabriel, el resto de la banda contribuye de diversas maneras a construir los moods musicales de cada personaje, creando partes complejas, pero a la vez memorables y resultando en un espectacular tema épico de casi 9 minutos.

Enseguida viene “Can-Utility And The Coastliners”, un tema escrito en su mayoría por Steve Hackett, y como es de esperar, donde la guitarra lleva la pauta. La canción habla sobre el Rey Canuto, vikingo danés que logró unificar brevemente los tronos de Dinamarca, Inglaterra y Noruega. Arranca con la guitarra de 12 cuerdas haciendo arreglos, junto con el hammond de Banks, con efectos aflautados, para dar una sensación Folk. Poco después del minuto, entra la sección rítmica y la canción va subiendo de intensidad en una tremenda sección media, con dos guitarras de 12 cuerdas, un bajeo distorsionado a intervalos, y un Melotrón creando tensión que no revienta. Gabriel regresa, grita el “Where they fell”, y ahora si explota todo con un soberbio arreglo de órgano en descendientes y un posterior ataque de bajo, que suena oscuro y profundo (gracias a un Dewtron Mr. Bassman). Al final, me parece algo larga, y por primera vez sin demasiado propósito los últimos 75 segundos. No es mala en absoluto, pero da la sensación de ser el punto más débil del disco.

Luego tenemos “Horizons”, un temita acústico de Hackett, que inicia con la figura de Preludio de la Suite No. 1 en Sol Mayor para chelo, de Bach. Es un tema hermoso, de menos de 2 minutos, grabado cuando aún Potter estaba intentando producir el disco. La guitarra suena cristalina, con juegos de armónicos, y Steve armaría la pieza inspirado en los compositores del periodo Tudor. Aunque es muy técnico, no suena a una pieza en la que quiera presumir músculo o velocidad, como otros guitarristas Progsters. La incluyó simplemente porque es un tema lindo, corto y bien armado.

El disco cierra con “Supper’s Ready”. Si “Get Them Out By Friday” resulta épica, ésta es monstruosa, en el buen sentido. Rayando los 23 minutos, es la canción más larga de Genesis, y abarca casi toda la cara B del acetato. Supongo que dijeron, “si ELP, King Crimson y el tipo ese de la flauta pueden, porqué nosotros no?”. Así que Peter Gabriel hizo su magnánima versión del Apocalipsis de 7 partes. La canción empezó siendo algo mucho más simple, pero igual que “The Musical Box”, empezó a crecer y crecer, uniendo distintas canciones. Por lo mismo, tiene constantes cambios de tiempo, de notas, de moods, riffs, texturas… siendo un esfuerzo conjunto acreditado a toda la banda. Banks usó varias secciones que había compuesto en la universidad, Gabriel compuso casi toda la letra basándose en una experiencia sobrenatural con su esposa Jill, que lo llevó al libro del Apocalipsis, Phil fue el pegamento que trabajó en las transiciones para unir cada parte, Rutherford el responsable del extraño y majestuoso tiempo de 9/8 hacia el final del tema y Hackett tiene algunos de sus mejores momentos a la guitarra.

La primera sección es “Lovers Leap”, que va hasta el 3:47. Lleva guitarras de 12 cuerdas arpegiadas (son de hecho Tony, Steve y Mike tocando a un tiempo). Por momentos también hay overdubs vocales para una triple armonía. Peter canta de manera majestuosa, otra vez haciendo cambios dramáticos. En esta parte, cuenta la experiencia que vivió con su esposa, cuando entró a una habitación púrpura en casa de sus suegros, una habitación con “mala vibra”, en la que de pronto, jura que vio cómo cambiaba el rostro de ella en algo maligno. Me impresiona porque alguna vez me pasó algo similar… no con mi esposa, afortunadamente. Las guitarras logran por sí mismas gran tensión y belleza, y hacia el final, Banks hace un gran solo de piano eléctrico y da algunas notas de Mellotrón, creando una ambientación oscura, sin ser sofocante.

La segunda parte es “The Guaranteed Eternal Sanctuary Man”, que va del 3:48 al 5:43. Aquí suben un poco más la intensidad, y Peter logra una melodía deliciosa, mientras Steve hace chillar la guitarra al fondo como los mismos ángeles. Aquí se centra en dos personajes de un pueblo: un granjero bueno, y un tipo que es líder de una religión pseudocientífica, que se hace llamar como el título de esta parte. El granjero trata de abrirle los ojos a los demás y advertirles de las mentiras del tipo. El gurú entra en un estado climático, Peter está prácticamente gritando, y la canción se corta de pronto, quedando suspendida solo por el órgano hammond y voces de niños cantando al fondo, creando un efecto increíble.

Sigue “Ikhnaton and Itsacon and Their Band of Merry Men”, del 5:44 al 9:42. Inicia con una suave flauta y los arpegios, pero pronto la canción estalla de forma casi violenta al 6:35, emulando la batalla que describe la letra entre Akenatón e Itsacón, la guerra entre el bien y el mal. Aquí Collins se luce con el complejo beat galopante, pero el que se lleva las palmas es Hackett, con un solo eléctrico de primer nivel, con tapping incluído. Chequen cómo hace vibrar su guitarra al minuto 8, justo antes de que entre Tony. Después de un momento de paroxismo, vuelven las letras celebrando la victoria, y van difuminando la canción hasta un largo silencio.

La cuarta parte es “How Dare I Be So Beautiful?”, del 9:43 al 11:04. Pareciera que el tema se acabó, pero oleadas de piano con procesado, junto con un fúnebre Gabriel, surgen del fondo. Canta sobre los desastres causados por la guerra, y en particular, de un tipo que ha quedado idiotizado y sólo ve su reflejo en el agua, cual Narciso, hasta que Seguridad Social se lo lleva. Esta es la parte más calma de toda la suite.

Sigue “Willow Farm”, del 11:05 al 15:37. Se ha ido la mitad del tema, y alguien siente que ha desperdiciado un solo segundo? Esta sección es la alocada y divertida. Se engancha con la anterior con la repetición de las palabras “a flower”, pero noten el brutal cambio de entonación. Aquí pareciera que estamos oyendo a Sparx, de no ser por la genialidad de Gabriel interpretando y haciendo el montón de voces, que funcionan mejor si se escucha con audífonos. La letra no tiene mucho sentido. Parece ser mero humor inglés haciendo juegos de palabras: “There's Winston Churchill dressed in drag,

he used to be a British flag, plastic bag, what a drag”. A la mitad de la sección tenemos otro cambio de tiempo, todavía más de vaudeville. No les encanta esa parte en que canta “You're under the soil” y el resto contesta en tono grave “the soil, the soil”? Es difícil recordar algo en particular después de oír una pieza tan grande, pero sin duda está colmada de ganchos de principio a fin. Peter diría que su propósito era aligerar la seriedad del resto de la suite, pero se supone que al final se abren los 7 sellos. Para cerrar esta sección, tenemos un hermoso interludio instrumental con flauta.

 

La sexta parte es “Apocalypse in 9/8 (Co-Starring the Delicious Talents of Gabble Ratchet)”, del 15:38 al 20:11, con un intrincado beat en 9/8. Éste resulta hipnótico, liderado por Mike Rutherford. Inicia casi punteando el mismo tono, pero lo va haciendo más y más complejo, trabajando una deliciosa progresión, que es a mi gusto, la parte culminante de toda la obra. Banks agrega un impresionante solo de teclado mientras Phil va volviendo cada vez más tensa la batería. En la letra se desata el Apocalipsis a través de Magog. Llena de imaginería del último libro de la Biblia, con las 7 trompetas, el 666, dragones y demás, el subtítulo hace referencia a los sabuesos del infierno (Gabble Ratchet) que algunos interpretan como gansos, y por ello suenan gansos al 18:50. Tras esto, Banks remplaza el órgano por el Mellotrón, dando una sensación más épica y majestuosa, con en Gabriel en pleno clímax, y uno de los momentos culminantes de la historia del Rock, además de la definición misma de lo que debe ser un crescendo. Por este fragmento vale la pena todo el álbum, sin demeritar el resto de los temas.

“As Sure As Eggs Is Eggs (Aching Men's Feet)” es la séptima y última parte de la suite, del 20:11 al 22:57. En ella hacen un reprise de la melodía de la primera sección “Hey my baby, don't you know our love is true…” para después volverla más atmosférica, y con un Steve angelical, sonando como Gilmour unos cuantos años más adelante. La banda suena esplendorosa, con Banks al Mellotrón, creando música celestial, mientras Gabriel literalmente se deshace. El título hace referencia a una Fe ciega, a creer en que el bien siempre va a ganar. La letra hace referencias a la resurrección: “Can't you feel our souls ignite”, para cerrar con la Segunda Venida de Cristo:

“Lord of Lords,

King of Kings,

Has returned to lead his children home,

To take them to the new Jerusalem”

El resto del grupo está en pleno clímax, y el tema y el álbum cierran en un glorioso fade out. La leyenda dice que Gabriel estaba tan embebido en el estudio cantando esta parte que cayó casi desmayado al terminar, y cuando se repuso les dijo a los demás: “Les juro que vi a Dios”

En fin. La canción, y en sí todo el disco serían catalogados como la obra maestra de Genesis, a decir de muchos. Su mayor mérito, y en general de Genesis, es que no necesitan meter solos que te dejen con la boca abierta para lograr enormes temas. Son unos tipos que lograron hacer aquí un Progresivo más cercano… no necesariamente más simple. Y Peter Gabriel está increíble en este disco. Con letras que van de lo solemne a lo humorístico, y de lo crítico a un paroxismo religioso, de lo confesional a lo universal, y de lo medieval al sci-fi, derrochando conocimiento y anglocentrismo literario. Vocalmente también estaba ya en otro nivel. Es posible imaginárselo “actuando” las canciones, pero no por nada la gira del Foxtrot los catapultó al estrellato, con una increíble producción y un Peter cambiando de vestuario y máscaras, ya sea de zorro, de flor, como ángel, como centurión… es necesario verlo para creerlo. La crítica se desbarataría en elogios, diciendo que era un álbum de Art Rock en el que la banda sobrepasaba los conceptos de Arte y de Rock. Supongo que algo hay de cierto, considerando que debe tener al menos 3 piezas que indiscutiblemente deben estar en el top ten de Genesis y una que debe estar en el Top 3. Sobra decir que es un Must Have y que se convertiría en el disco Icónico de la banda. Debo añadir que tengo un problema, y es la calificación. Pensaba originalmente darle un 9.5, y esto porque creo que en el Selling England By The Pound superan este disco como unidad. Sin embargo no le veo un solo error que justifique en sí bajarle una décima. Sería injusto bajarle puntos sólo porque otro disco es mejor. Quizá pues, al próximo álbum le ponga un 11…

Por Corvan

12/Dic/2016

Letras de El Traductor De Rock

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