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TELEVISION

“Those rooms were freezing and always dark,

 But where we were never mattered.

Your head was golden”

“C”

Década Principal:

70's

Eras Principales:

Punk (1976-1980)

Miembros Clave:

Tom Verlaine: Vocales, Guitarra, Teclado

Richard Lloyd: Guitarra

Fred Smith: Bajo

Billy Ficca: Batería

Canciones Clave:

Venus, See No Evil, Marquee Moon, Prove It, Carried Away, Guiding Light, Days, Careful, 1880 Or So, Call Mr. Lee, The Dream’s Dream

 

Al igual que casos como los de Joy Division y los Stone Roses y dentro de esa camada de bandas de gran talento pero fugaces trayectorias, Television se erige con apenas tres discos de estudio como una de aquellas agrupaciones de culto que a pesar de contar con una cierta reputación alrededor del mundo, no se acercan ni un poco al reconocimiento que verdaderamente merecen.

Son, junto con The Clash, mi banda favorita de punk, aunque tal como sucede con la agrupación comandada por Joe Strummer, sería un crimen encasillarlos solamente dentro de aquél género tan relativamente limitado. Y es ahí donde radica la mayor virtud de esta banda: a pesar de haber vivido en carne propia la escena punk neoyorkina en su mayor punto de efervescencia al lado de gente como Patti Smith, Blondie y los mismísimos Ramones, Television sólo absorbería la esencia del movimiento pero expandiría también las pautas musicales y letrísticas que otras bandas habían marcado de manera casi involuntaria. No inventarían nada nuevo, pero sí le inyectarían a la escena toda una mezcla de sonidos e influencias que solían considerarse chocantes con respecto al punk más auténtico.

Por un lado tenían ese gusto congénito por el proto punk más crudo y la actitud glam más estrafalaria de bandas y artistas como Bowie, The Velvet Underground, T.Rex, Neil Young y los New York Dolls, pero asimismo poseían esa otra mitad intelectual y artística que los distinguía del resto: letras por encima de la media, poesía urbana y decadente con reminiscencias a Lou Reed, referencias literarias aquí y allá. A todo ello se suma una técnica que si bien no llega al virtuosismo, supera con facilidad a la gran mayoría de las bandas punk promedio y es camuflada por su estética netamente outsider. 

¿A qué se debe entonces que pasaran desapercibidos para una gran parte de la prensa musical actual y de aquellos tiempos? Dicha situación puede atribuírsele a varios factores. Desde el más obvio que es la brevedad de su obra, hasta lo genérico de su nombre como agrupación (no dudo que muchos pasen de largo ante esta banda cuando se encuentran con un alias tan simplón como lo es el nombre del electrodoméstico cuadrado). Y ya ni hablar de su imagen, que más bien pareciera la de una banda de rock gótico, siendo el ejemplo más claro la portada de su primer disco, Marquee Moon.

Television ciertamente lleva a cuestas una apariencia y un trasfondo bastante engañoso que nada tiene que ver con lo que es su verdadero sonido, el cual es una delicada mezcla de garage rock, punk, new wave, glam e incluso cierto toque de música minimalista y prog rock.

Sin desmerecer para nada a la impecable parte rítmica (Fred Smith y Billy Fica) los verdaderos protagonistas del grupo es la dupla conformada por el guitarrista Richard Lloyd y el líder, vocalista y también guitarrista Tom Verlaine, quienes con frecuencia intercambian papeles entre guitarra líder y rítmica y establecen impresionantes conversaciones instrumentales desde sus respectivas seis cuerdas.

A la hora de componer, Verlaine no busca la canción fácil y complaciente de tres acordes y un estribillo pegajoso, tan típico del punk, sino que se enfoca en la creación de atmósferas a través de riffs hipnotizantes y la exploración de distintas tonalidades y armonías a través de líneas minimalistas y en apariencia simples.

Richard Lloyd es un guitarrista con un estilo único e inimitable, que de alguna manera pareciera siempre contener sus verdaderas habilidades como intérprete, pero que a la vez aporta muchísimo al sonido del grupo y le otorga una clara identidad, la cual es potenciada en igual medida por la chillante voz de Verlaine, que aunque puede no ser del agrado de todos (se asemeja a la voz chillona y nasal del Bowie más adolescente), encaja muy bien en el estilo de Television.

La historia de este grupo, si bien no es tan dramática o llamativa como la de algunos de sus contemporáneos, sí contiene algunas curiosidades dignas de mencionarse. El inicio es similar al de muchas otras bandas: tres buenos amigos que se conocen en la escuela preparatoria deciden formar un conjunto de rock. Aquellos serían Tom Verlaine, Billy Ficca y Richard Hell, a quienes más tarde se les uniría Richard Lloyd como segundo guitarrista.

Comenzarían a tocar en distintos clubes locales y conformarían rápidamente una pequeña legión de seguidores, al tiempo que compartían el cartel con Blondie y Patti Smith, de quien eran buenos amigos. Aquello sería a principios de los 70, unos años antes de la explosión del movimiento punk.

Luego de algunos años de foguearse como músicos, surgirían ciertas fricciones entre Verlaine y Richard Hell, quien era el único que parecía no progresar en su instrumento —el bajo—, además de que al grupo no le gustaba para nada la actitud desquiciada que ofrecía sobre el escenario (incesantes saltos y gritos al por mayor). Por si fuera poco, Verlaine se negaba a tocar en vivo las canciones que aquél componía, incluyendo Blank Generation, que más tarde Hell grabaría con su propio proyecto, Richard Hell and the Voidoids, y se convertiría en todo un himno de la primera oleada punk.

Todo ello provocaría la inevitable salida de Richard, quien en realidad pertenecía más al punk rabioso y visceral que se gestaba en paralelo a Television, que al estilo mucho más intelectual y reservado de Verlaine y compañía. Ya sin Hell, entraría en la ecuación el bajista Fred Smith y la banda se transformaría notablemente y para bien.

Finalmente entrarían al estudio a grabar su primer trabajo en forma con el mismísimo Brian Eno, aunque el resultado no fue el deseado y probarían suerte con otros productores. El resultado sería un par de discazos en menos de dos años: Marquee Moon en 1977 y Adventure en 1978.

Luego de atravesar un fugaz periodo de gran creatividad y química grupal, la banda se desintegraría principalmente debido a los problemas de drogas de Lloyd y las crecientes fricciones entre los cuatro integrantes. Muchos años más tarde, en 1992, conciliarían temporalmente las diferencias y grabarían un sólido tercer disco epónimo. Volverían a presentarse esporádicamente en diversos escenarios (hasta la fecha y recientemente ya sin Richard Lloyd), pero nunca con la misma frecuencia y poder de convocatoria de sus mejores años.

Tanto Lloyd como Verlaine seguirían sus carreras solistas por cuenta propia, siendo éste último el que conformaría una trayectoria más prolífica y consistente —varios de sus trabajos en solitario no desmerecen en nada a lo hecho con su agrupación de origen— y Television, como grupo, se volvería más que nada un recuerdo de un pasado glorioso y lejano que, al igual que el punk, nació, creció, vivió y murió tan rápido como llegó a este mundo. Sin embargo, un puñado de grabaciones y un reducido catálogo de canciones le bastarían a esta banda para hacer historia.

 

Por el Hombre Mojón

29/Ago/2014

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