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RECKONING (R.E.M., 1984) 

Artista: R.E.M. (C)

Fecha de Grabación: Dic ’83 – Ene ‘84

Fecha de Lanzamiento: 9 de Abril de 1984

Discográfica: I.R.S.

Productor: Don Dixon y Mitch Easter

Calificación: 8.5

Era: Alternativo I: Los Años Underground 80's 

Subgénero: Alternativo

Mejor Canción: So. Central Rain

Canciones: 1) Harborcoat; 2) 7 Chinese Bros.; 3) So. Central Rain (I'm Sorry); 4) Pretty Persuasion; 5) Time After Time (Annelise); 6) Second Guessing; 7) Letter Never Sent; 8) Camera; 9) (Don't Go Back To) Rockville; 10) Little America.

BONUS TRACKS: 11) Wind Out (with friends); 12) Pretty Persuasion (live in studio); 13) White Tornado (live in studio); 14) Tighten Up; 15) Moon River.

 

Llegamos al Reckoning, segundo disco de R.E.M. que sigue siendo casi tan consistente como el debut, Murmur. Cuál es ese “casi”? No lo sé. Así como con el debut no supe exactamente qué es lo que lo hace tan bueno, no sé con exactitud qué es lo que le faltó al Reckoning para igualarlo. Este es uno de esos discos que no cansan al escucharlo repetidas veces. De hecho, con cada oída vas notando más y más detalles, en esa guitarra punzante de Peter Buck, del que se nota la influencia de Roger McGuinn, pero con Ritalín. Las rolas son simples y pegajosas, pero evitan caer en la cursilería o en lo superficial. No es precisamente Folk, aunque las letras de Stipe tienen un cierto aire intelectual… El Reckoning básicamente toma la energía del Murmur, mejora la calidad del sonido y le agregan algo de buen mood. No sé si decir que es más rockero… es más bien un disco alegre. No uno bobo, no uno para bailar, los chicos logran balancear bien con los temas lentos y obscuros, pero aunque no hay ninguna “Shinny Happy People”, es de los discos más luminosos de la banda. Y aunque no suenan mal, hay que aceptar que su fuerte son los temas más nebulosos.

Al igual que el Murmur, no tendría un trancazo en particular, ni a posteriori tendrían un tema que se volvería clásico (lo más cercano acaso sea “So. Central Rain”), pero el disco sigue siendo una gran colección de temas muy consistentes que nos muestran a una banda con gran química y a un par de productores que lograron limpiar el sonido y que Michael dejara de balbucear. Es cierto, no hay clásicos, pero tampoco hay relleno hasta este punto. 

Con el relativo éxito que lograron con el Murmur, sobre todo en el circuito colegial de USA, la banda pronto comenzaría a trabajar en su segundo disco. A finales de 1983, las rolas comenzaron a salir a borbotones y buscaron un estudio en San Francisco para ensayarlas y armarlas a manera de demos. Así grabaron una veintena de temas con Elliot Mazer, quien había producido a Neil Young. De inicio, Mazer era su primera opción para la producción formal, pero al final decidieron volver a trabajar con Don Dixon y Mitch Easter, con quienes se sintieron satisfechos con su debut.

Las sesiones de grabación fueron en Carolina del Norte, durante un par de semanas de Diciembre del ’83, después un break obligado para Navidad, y otras 2 semanas en los primeros días de 1984. Buck quería hacer un disco doble aprovechando la cantidad de material que tenían, pero el resto del grupo y los productores lo convencieron de lo riesgoso que podía ser para un segundo disco.

Para estas sesiones Easter y Dixon fueron cruciales en el sonido. Querían retratar a la banda en vivo, que fuera un disco más natural y directo. Si se fijan, casi todas las canciones son básicamente guitarra-bajo-batería y la voz de Stipe, con mínimos overdubs y apenas algún sintetizador. Dixon además estaba por esas fechas fascinado con la técnica Binaural de grabación, usando dos micrófonos, lo cual dio una mucha mayor claridad en los instrumentos y voz, e incluso Mike Mills y Bill Berry suenan con mucho volumen en sus coros, sin opacar el liderazgo vocal de Stipe; suenan como si estuvieran justo detrás de Michael. IRS, la disquera, les había pedido un segundo disco más comercial. Al ver que la banda los mandaba por un tubo, contactaron a los productores. Éstos le dijeron a los ejecutivos lo que querían oír, que pondrían sintetizadores y rolas bailables, y eso. Pero la dupla de productores conocía a la banda y sabían lo que podían lograr, así que también ignoraron a los ejecutivos. De hecho Easter y Dixon no sólo sirvieron de alcahuetes al acelerar las grabaciones para evitar que los ejecutivos de IRS fueran a husmear a tiempo, sino que incluso le pedían a la banda un sonido aún más en directo, más rockero de lo que la misma banda quería.

Muchas de las canciones siguen la misma fórmula del disco debut, con versos muy metódicos y estribillos catárticos. En ocasiones Michael no hace siquiera cambio de entonación entre verso y coro, pero de alguna forma se las ingenia para que funcionen. Ninguna suena monótona. Las canciones son casi minimalistas, pero ninguna se parece a otra, o a alguna del Murmur. Cada tema tiene sus propias variaciones y pequeñas sorpresas. Stipe además evita murmurar como en el debut. Aunque hay partes en que aún no sé entiende qué diablos canta, en general suena mucho más claro, y esto sería un sello personal. Además, logra meter buenas melodías y ganchos, y mezclar los temas movidos con los más lentos y oscuros. Buck, por otro lado, se discute con uno de sus mejores trabajos de guitarra, dominando el disco, metiendo arreglos a diestra y siniestra, y sin ser un virtuoso a la Hendrix, si da visos de su calidad y creatividad como guitarrista. Y la batería de Perry se escucha con profundidad y bastante claridad gracias a la grabación binaural, lo que permite que luzca.

La carátula no es precisamente hermosa. Stipe hizo un boceto de una serpiente de dos cabezas y lo mandó a un amigo para que lo pintara y mejorara, pero bueno, el resultado fue muy gris. El título no aparece en la portada, sino en el canto del LP, en el que además aparecía la frase “File Under Water”, que se supone, era el título original del disco, pero por algún motivo la disquera antecedió un “Reckoning” y así se conoce al álbum universalmente. En ediciones posteriores, el “Reckoning” si aparecería al frente, El disco, por cierto, sin ser conceptual, toca en varias canciones el tema del agua como metáfora.

 

El disco arranca con “Harborcoat” brinca de inmediato por ser un tema mucho más upbeat que cualquier tema del debut. De hecho, es una de las canciones más accesibles y pegajosas de toda su discografía, con ese jingle jangle de la Rickenbaker de Peter Buck. Stipe inicia con versos ágiles, con buena melodía, entablando un diálogo con la guitarra. Para la segunda vuelta se incorpora Mills haciendo armonías vocales cruzadas, que destacan aún más en el estribillo: “She said, oh, please find my harborcoat, Can't go outside without it”. La letra es una incógnita. Stipe gusta de hacer líricas metafóricas y llenas de simbolismo, pero de qué habla aquí? Del comunismo?: “They shifted the statues for harboring ghosts, Reddened their necks and collared their clothes”. Mensajes crípticos, pero que logran grandes imágenes. Bill Berry, por totro lado, tiene el sonido de la batería muy alto, gracias a la grabación binaural, y se escuchan los detalles de los platillos, crashes y tums, sin opacar al resto de los instrumentos. Por cierto, qué ritmazo que se carga. La canción funciona por todos lados, suena luminosa, y dan ganas de ponerse a cantar y a brincar.

Seguimos con “7 Chinese Bros.” y las exquisitas guitarras punteadas, junto con el gran beat de inicio. Mills en este arranque deambula con el bajo, medio llevando el ritmo de batería, medio espejeando el intoxicante riff de guitarra, haciendo un gran papel. La canción está montada sobre este riff, aunque no llega a ser cansino. En el estribillo, Michael apenas cambia la entonación y melodía, pero logra funcionar. Hacia el 2:20 tenemos un puente oscuro en tonos menores, sorpresivo, pero que logra que el tema no suene monótono. De alguna forma el tema sigue sonando minimalista, pero sin sonar vacío. Me recuerda vagamente a The Police con el gran manejo de recursos para hacer mucho con poco. Un buen día la podría marcar en rojo.

La mejor canción a mi gusto es “So. Central Rain (I'm Sorry)”. Buck hace una rauda intro arpegiada, brillante, de reminiscencias byrdianas, para irnos casi de inmediato a los versos, que Stipe canta con inusitada claridad. “Did you never call? I waited for your call, These rivers of suggestion are driving me away”. La melodía es agradable, agridulce, pegajosa. El estribillo es absolutamente minimalista “I’m Sorryyyy, I’m Sorryyyy”, pero la canta con una gran emotividad, casi fragilidad, que te convence del total arrepentimiento que sentía. A quién se la escribió? Sólo él sabe. La batería nerviosa de Berry  y las tremendas líneas de bajo de Mills (incluso hace un minisolo al 1:40) redondean esa atmósfera nostálgica, a pesar del rápido ritmo. Me encanta cóm tras el estribillo, queda una especie de suspenso, con un tamboreo casi tribal y los guitarrazos. Aquí también tenemos un piano, que discretamente va agregando pequeñas pinceladas. Letras crípticas con grandes imágenes redondean una gran canción: “Go build yourself another dream, this choice isn't mine.” Sería el primer single del disco, la tocaron en su primer aparición en TV aún antes de que tuviera nombre, alcanzaría un relativo éxito llegando al #85, pero a mi gusto, quedó muy subestimada, ya que es una de las mejores de esta etapa temprana de R.E.M.

“Pretty Persuasion” regresa a los temas alegres y movidos. De hecho, por su estructura, es básicamente un Punk, con 3 tonos machacones conformando el estribillo, pero en lugar de atacar la guitarra a la Steve Jones, Buck hace un gentil guitarreo, que vuelve un poco más agresivo en puentes y estribillos. Esta influencia más punk es entendible ya que fue de sus primeras composiciones, que ya presentaban en vivo desde 1980. A Michael Stipe no le gustaba mucho el tema, y de inicio no quería incluirla, pero la rola tenía su fama entre sus fans, por lo que finalmente acepto grabarla. La rola inicia con un arpegio descendiente, luego se va directamente al ondulante puente, en el que Mills y Berry hacen armonías “It's whaaat I waAAaant, hurryy and buUUuy”. Stipe canta él solo los versos, más áridos, en tono medio, y vuelven a armonizar en el energético estribillo “He's got a pretty persuasión”. Hacia el 2:30 vuelven a iniciar con la intro y repiten la fórmula un rato. Creo que pudieron terminarla aquí. No es mala, pero se nota una estructura más simplona. En los bonus, viene una versión en vivo en estudio, que nos da una idea de cómo la interpretaban para su público, mucho más cruda.

“Time After Time (Annelise)” inicia con fuertes aires orientales. Un riff con efecto extraño, con el bajo sonando elástico, y esos rasgueos como de sitar, casi místicos y percusiones a mano. Michael canta como un mantra. Otra vez no se le entiende nada, leyendo la letra, se le entiende aún menos. La canción es una precisa balada, que entra con un poco más de ritmo tras el primer estribillo: “Time after, time after, time… time after, time after time” Así o más minimalista? Pero al igual que “So. Central Rain”, entre más simple, suena mejor. Los arreglos son hipnóticos, manteniendo un aura entre Folk y oriental con los efectos de guitarra que de nuevo nos conducen a los Byrds. Para ésta parece obvio que hicieron algunos overdubs. Es musicalmente un poco más compleja que el resto. Buck incluso se anima a un breve solo. Todo funciona para hacer una preciosa canción, más pausada, que nos da un respiro ante el inicio movido del disco. 

El lado B del acetato arranca con “Second Guessing” muy energético. Que si me dejan adivinar, podría asegurar que también fue uno de los primeros temas, ya que es incluso más punk que “Pretty Persuasion”, con una guitarra más cruda, aunque sin distorsión. La letra es algo repetitiva y los estribillos son otra vez simplistas: “Here we are, Here we are, Here we are”. Es pegajosa, eso sí, pero creo que es el punto más débil del disco. Esto marca la pauta para la segunda cara. Si el álbum hubiera mantenido el nivel del lado A, hubiera superado al Murmur, pero sin ser desastrosa, la segunda mitad cae un poco. 

“Letter Never Sent” inicia con un riff machacón de 4 tonos con algo de tremolo. Empiezan a crear tensión antes de reventar en los versos en forma, algo que se empieza a notar como fórmula. La estructura de la canción es muy sencilla, pero la rescatan con sus recursos individuales: La batería sosteniendo el tema por momentos, la guitarra cambiando de ritmo, los coros, el jugueteo del bajo. La banda va jugando con la intensidad en una minimontaña rusa que no llega a estallar, pero que sirve para mantenernos entretenidos en algo que en cualquier otra banda hubiera sonado muy repetitivo. La letra es de las menos crípticas del disco, y Stipe habla de su pueblo natal, Atenas y de la nostalgia de estar lejos.

Luego tenemos “Camera”, el tema más lento, oscuro y largo del disco, rayando los 6 minutos. Los chicos se nos ponen personales de este lado del disco. La canción habla de una amiga de Atenas que murió en un accidente de auto: “Will you be remembered, will she be remembered”. La rola va subiendo de intensidad con diferentes recursos. Me gusta en articular el bajeo, que se hecha en hombros casi toda la canción. Peter va alternando depresivos arpegios con rasgueos más expresivos y uno de mis momentos favoritos del disco al 2:50 cuando hace una especie de solo, tras lo cual la rola vuelve a bajar de intensidad. Stipe es quien canta como autómata. Easter y Dixon le habrían dicho que podía hacerlo mejor, pero Michael les contestó que no buscaba sonar técnico, sino expresar lo que sentía. Y supongo que en ese tono, entre aturdido y adolorido, es como responderíamos tras enterarnos de la muerte de alguien cercano. Parece carente de emociones, pero creo que no pudo hacer una mejor expresión de las mismas. Hacia la coda, brota un sintetizador de fondo. El final queda como inacabado, como una nota faltante, como un suspenso doloroso… tras unos segundos, el track acaba con unos segundos de un tema funk y juguetón que echa a perder todo el mood.  

Es curioso que después del tema más oscuro y catártico del álbum, venga un sonriente Country Rock, “(Don't Go Back To) Rockville”. El tema fue compuesto por Mike Mills, como una petición a su novia para que no regresara a  Rockville, Maryland con sus padres. La leyenda dice que al principio la tocaban en una versión más Punk y pesada. Para la grabación la cambiaron por completo a Country como una especia de broma a su manager Bertis Downs. La canción es ligera, alegre, con un pianito de base jugueteando a lo largo de los 4:30. Supongo que tenían derecho a ver si eran capaces de tocar algo así, y aceptémoslo, aunque no estará nunca en ningún top ten del grupo, es divertida, melódica y luminosa. Y como dice Starostin, no hay banjo!! 

El LP cierra con “Little America”. La guitarra de Buck relampaguea con ese riff inicial, mientras que la batería va a toda marcha. Stipe canta enojado, casi atropellando las palabras y por momentos no se le entiende. La letra es vaga, pero podría jurar que en el fondo es política, simplemente por la actitud con que canta: “The consul a horse, Jefferson, I think we're lost”. El tema es crudo y rápido, no sé cómo Berry aguanta tanto tiempo esa velocidad con los platillos. Al final, el riff de guitarra, que se repite una y otra vez, termina siendo fastidioso. No es un mal tema, pero es un cierre algo flojo.

 

Los Bonus Tracks los agregó la disquera en la reedición de CD del álbum en 1992. No aportan gran cosa, pero es interesante ver esa otra faceta de R.E.M. “Wind Out (with friends)” es un punk rocker, cantado por Mills y Berry, supongo, en la que básicamente están payaseando sobre un riff machacón. “Pretty Persuasion (live in studio)”, como ya mencionábamos, muestra una versión más cruda y cercana a lo que aclamaban sus fans en concierto. “White Tornado” es un instrumental interesante, con tintes de Surf y Rockabilly y que nos muestra la gran interacción entre los 3 músicos, creo que lo más interesante de los Bonus. “Tighten Up” es un cover de Archie Bell & the Drells, en el que payasean a modo casi funky y con un vibráfono (?). Y “Moon River” que no sé si es Michael Stipe u alguno de los otros a puro piano, cantando muy solemne, de manera afectada, en una evidente parodia y con un cierre muy dramático con sintetizador. Bueno, los chicos se divirtieron grabando, eso no se puede negar!

El Reckoning es un buen disco, pero en muchos sentidos, pareciera que éste es el debut de R.E.M., más impetuoso, con más influencia Punk, más alegres y rápidos, con la banda buscando aún su sonido, mientras que el Murmur pareciera de una etapa más madura. Con todo, es un disco sólido, tiene altibajos, pero los puntos débiles no son muy malos, y los puntos fuertes son MUY fuertes, ignoro cómo no se volvieron clásicos. El álbum además funciona individualmente, canción por canción, pero también como unidad, no es pesado escucharlo, a pesar de que tiene momentos ligeramente repetitivos. Los temas más lentos le dan más profundidad y balance. Hay quienes dicen que este es el mejor disco de R.E.M. lo cierto es que es casi imposible decidirse por uno en su gran discografía, pero entiendo los que se decantan por éste y el Murmur. La banda es más fresca y sin pretensiones. Yo en lo personal, me decanto más por la etapa del Out of Time y Automatic for The People, pero insisto, entiendo perfectamente a quienes prefieren éstos primeros discos.

Por Corvan 

2/Jun/2016

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