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LED ZEPPELIN I (Álbum, 1969)

Artista: Led Zeppelin (B+)
Año de Grabación: Oct, 1968
Fecha de Lanzamiento: 12 de Enero de 1969, UK
Discográfica: Atlantic
Productor: Jimmy Page
Calificación:
10 (MUST HAVE)

 

 

Era: Hard Rock (1968-???)

Subgénero:  Hard Rock

Mejor canción: Baby I’m Gonna Leave You y Dazed & Confused

Canciones: 1) Good Times Bad Times; 2) Babe I'm Gonna Leave You; 3) You Shook Me; 4) Dazed And Confused; 5) Your Time Is Gonna Come; 6) Black Mountain Side; 7) Communication Breakdown; 8) I Can't Quit You Baby; 9) How Many More Times.

Ok, este es uno de los debuts más grandes que jamás haya habido en todísima la hisoria del rock. No exagero. Incluso es de los pocos albums que significan la cumbre inmediata en la carrera de una banda, ya que el resto de la discografía de Zeppelin fue ligeramente a la baja hasta el ’76 y a pique a partir de dicho año. Ya sé que hay toneladas de fans que consideran Zeppelin III o el IV como los mejores discos, pero si prestan buen oído, deben notar que en este disco la banda suena con todas sus virtudes y prácticamente sin ninguno de los vicios que desarrollarían más tarde. Así, Page y compañía sorprendieron al mundo con esta primera entrega, un producto totalmente acabado y pulido, muy cuidado en producción, tremendamente potente, con especial atención al balance en las partes pesadas y las delicadas. La banda jamás estuvo en mejor forma. No es raro que de la noche a la mañana hayan brincado al superestrellato, y que gracias a un debut con tantísima fuerza, hayan ocupado el papel de los moribundos Beatles durante los 70’s, al menos cultural y comercialmente, ya que los sonidos no tienen nada que ver.

Conteniendo quizá las canciones más pesadas de la década de los 60’s, el disco fue un revulsivo de inmediato y abrió las puertas de par en par a otras bandas que se posicionarían en los primeros años de los 70’s con un sonido más denso y pesado, dando pie a la época de oro del Hard Rock y los inicios apantallantes del Metal. Y es que ni Hendrix, ni The Who, ni Clapton ni los Rolling ni los mismos Beatles con Helter Skelter habían hecho algo tan aplastante como las partes medias de “Baby I’m Gonna Leave You” o el incio de metralleta de “Communication Breakdown” pero sobre todo el mastodóntico riff de “Dazed and Confused” y su Apocalipsis musical en la parte media, con los cuales dejaron boquiabierto al mundo entero. Cierto, Zeppelin sólo creó una única revolución musical, y lo hizo con este LP. Después cambiarían muy poco las fórmulas y cuando lo hicieron, la calidad de sus discos comenzó a bajar drásticamente. Pero no podemos recriminarles que nos hayan mostrado su cima artística tan pronto, ¿o sí? Lo más que se les puede recriminar es que el resto de los discos parecen de menor calidad en cuanto a música y terminados. Ojo, el Zeppelin IV quizá tenga más fans ya que tuvo aun mayor difusión y prácticamente todas las canciones de este disco han tenido una sobreexposición en la radio, sobre todo la sobrevaloradísima Stairway to Heaven. Pero el IV, a pesar de ser también un álbum histórico, no revolucionó nada que no lo hubiera hecho ya el disco debut. Además en el IV Plant ya abusaba de su histrionismo vocal, que sin ser insoportable, si era un poco cansado.

Nada de esto hay en el Zep I. Fue un disco que sorprendió a propios y extraños, tanto por la potencia, como por lo bien estructuradas canciones, como por la pulcritud y profesionalismo de los músicos.

 

El disco empieza con una colosal entrada. Los primeros acordes de "Good Times, Bad Times" nos preparan para lo que viene sin entrar de lleno a lo más pesado del disco. Por eso, aunque no se trata de la mejor canción del LP, me parece una excelente opción para abrir. La canción no es mala, pero la melodía es un poco complaciente y popera. Quizá lo más destacado es esa parte como puente entre coro y verso en que queda un silencio, luego John Paul Jones hace una rápida escala de bajo y da pie a que entre la guitarra de Page con todo para reencender la rola. En fin, nada mal para empezar el viaje con este disco.

Viene luego una seguidilla tremenda de canciones, como raras veces se ve en un disco no solo de los Zeps, sino de cualquier banda. El arpegio con que inicia "Babe I’m Gonna Leave You" es simplemente delicioso. Se trata de una escala con derivaciones de La menor que hacen pensar que esta será una baladita Folk sin mucho chiste. De hecho, la parte acústica por sí misma vale la pena, pero de pronto comienzan con ese puente filoso, con una batería fuerte sin ser demoledora que nos da una pequeña idea a lo que viene… y se repiten los versos acústicos, y nos hacen creer que la cosa no va a pasar a más cuando repiten la fórmula. Alrededor del minuto dos la guitarra comienza a hacer unas disonancias y cuando parece que vamos a regresar de nuevo al arpegio inicial, la canción explota sin mayor aviso, con una guitarra distorsionada a todo, punzante, y explosiva, una batería con un ritmo tremendo, un bajo que va marcando los tiempos densos y rápidos, dando una impresión de que la música barre con todo lo que se halla a su paso. Luego regresamos al arpegio y el resto es jugar con la intensidad de la canción, cambiando de una parte a otra, subiendo, bajando, yendo de los sublime a la destrucción masiva de un segundo a otro, dando un efecto de belleza que sencillamente deja sin aliento. Hay que notar que Plant hace uno de sus mejores trabajos vocales en esta rola, dando la intensidad necesaria, sonando sincero y verdaderamente desesperado al cantar. Y aún no abusa de sus Oh Oh Ah Ah ahhhhhh… por lo que suena perfecto como pocas veces, dando los matices necesarios en las partes delicadas y la potencia exacta cuando la banda se convierte en un panzer alemán.

Viene luego un cover a un viejo y conocido Blues: "You Shook Me". El ritmo baja para ajustarse a la cadencia suave del blues, pero no así la potencia con la que los instrumentos y la voz hacen su parte. Quizá inspirada en la versión que Jeff Beck hiciera en su disco Thruth en el que tanto Jones como Page participaron, la verdad es que lo superan con creces. Nadie había tocado blues de esta manera antes. Ni siquiera Hendrix, y no por falta de talento, sino tal vez porque el zurdo nunca tuvo un combo de músicos como el que se pone a hacer blues cual si se fuese a acabar el mundo en esta versión. La guitarra suena punzante y adolorida desde el primer segundo, y Page sorprende pegándose a la armónica y haciendo unas escalas que encajan perfecto. El bajo va llevando la armonía y tonos básicos del blues y Bonham hace un papel discreto para sus estándares, pero siempre llevando la canción con un ritmo pesado, lento pero masivo y aplastante. Puede caber tanta perfección en una rola? Sip. Además Plant hace otro papel destacado en la voz, dándole a la letra e interpretación una nueva dimensión. Me encanta esa parte en que arrastra la voz en descenso: You shook me all way LOOOoooooooooooong… Page también luce impresionante haciendo figuras con la guitarra imitando la armonía vocal, pero prácticamente sin repetirse en un solo verso. Impresionante. Luego en la parte media viene un solo de teclado, sencillo y sin tanta parafernalia, pero perfecto y lleno de emotividad, como es la marca de Jones. Un solo de armónica da pie a un avasallador solo de guitarra, que se inicia lento, cadente, hasta llegar a un juego de redobles por parte de Bonzo (su parte más destacada) y continuar con los versos. En la coda, Page y Plant se quedan solos haciendo un juego en el que Plant grita algo y Page lo imita a la perfección en su guitarra, logando un delicioso efecto de espejo y solo disfrazado, ya que nuevamente evita se repetirse una sola vez.

Sin bajar la intensidad, comenzamos a oír la secuencia de bajo descendente que caracteriza "Dazed and Confused", otra de las obras maestras de la banda. El riff de bajo es espeso, oscuro, vibrante, y a pesar de la lentitud en la secuencia de notas, da impresión ya de un tremendo poder. Sólo son 10 notas en una doble escala de cinco descendentes. Sencillo, perfecto y demoledor! La voz de Plant corrobora esto, dando una energía tremenda para ser un grito adolorido y lleno de furia. La guitarra comienza punzante y dando apenas matices, mientras se va construyendo poco a poco tensión y entra de lleno con el riff principal, chillante, potente y mastodóntico, dándole nueva fuerza a ese riff sencillo. La canción siempre va de menos a más, y esta vez Bonham tiene oportunidad de lucirse haciendo arreglos y redobles a lo largo y ancho de las partes en que la intensidad se eleva. Y sobre todo en los puentes que conducen de nuevo al riff inicial. Viene luego una parte media en la que la canción se adormece y Page aprovecha para hacer una de las primeras secuencias de guitarra con arco de violín. En esta versión de estudio apenas se escuchan unos sonidos bastante curiosos que van muy de la mano con el adormecimiento de la rola, pero en las versiones en vivo, Page suele extender este experimento hasta límites insospechados, logrando efectos que sobrepasan la rareza que resulta en éste álbum. Finalmente la canción explota con una secuencia rapidísima de bajo, un Bonham desbocado y sacudiendo cada milímetro de su batería y un Jimmy que hace vibrar nuevamente las seis cuerdas con sus dedos a toda distorsión, creando en conjunto un orgasmo musical con una energía pocas veces repetida en el rock, y que culminará con el regreso al riff y armonía inicial hasta una pequeña pero igualmente intensa secuencia final. Wow. Wow! WOW!

Uno necesita tiempo para reponerse de esa canción, o mejor dicho, de esa secuencia de canciones. Afortunadamente el inicio de "Your Time Is Gonna Come" proporciona un breve respiro. La balada comienza con una intro de órgano Farfisa que asemeja estructuras de órgano de Iglesia, pero sin ser extensa ni aburrida. Es quizá la secuencia más psicodélica que JPJ haya hecho con Zep, bastante brillante, que da pie a una armonía acústica de ritmo lento. La canción es linda, el arreglo de la guitarra acústica funciona de principio a fin aunque suene un tanto repetitivo. No es de los puntos altos de la banda, pero si hubieran continuado al mismo ritmo, mucha gente habría terminado por saltar de la ventana antes de terminar el disco. Buena canción a secas, opacada por los gigantes que la anteceden.

Después llega una canción instrumental donde Page tuvo que registrar 3 o 4 tonos que se inventó en la composición. "Black Mountain Side" es un trabajo folk, psicodélico y oscuro de Mr. Page. El hecho de que no tenga letra no evita que sea tremendamente expresiva, dando la impresión a veces de usar un sitar por el tipo de sonidos que logra sacar de la guitarra. OK, si alguien tenía duda de que Jimmy Page no sólo domina la guitarra eléctrica sino también la acústica, con esto las disipa por completo. Por lo demás, no es de las canciones favoritas de los fans, pero sí de los críticos musicales que saben de la dificultad de ejecución. Si alguna vez escuchan a alguien tocar esta rola de manera decente, denle un sincero abrazo y felicitación de mi parte.

Tras el pequeño receso, el disco vuelve a subir decibeles. "Communication Breakdown" es otro clásico. Desde el primer segundo deja notar que esta canción tendrá una intensidad tremenda. El riff de Page no es el más destacado, pero es totalmente identificable por cualquier persona que haya escuchado a Zep, y además Bonzo se encarga de dar forma y estructura con un trabajo impecable de batería. Los arreglos de bajo también destacan por su velocidad y eventuales arreglos en los puentes, aunque en los versos JPJ no sufre demasiado. La voz nuevamente es potente, furiosa, en tonos altísimos, e impecable en ejecución. La canción en sí no es la octava maravilla. La estructura armónica es más sencilla que la seguidilla de canciones del lado A. Sin embargo a pesar de la sencillez, la potencia y la relativa poca duración hace que a canción sea totalmente disfrutable y la ponga casi junto a los otros puntos altos del disco.

Otro cover de blues, "I Can’t Quit You Baby" es un antiquísimo blues, con el sello de la casa: harta potencia y pulcritud en la interpretación de cad instrumento, incluyendo la voz. Nota importante: Plant no intenta impostar en ningún momento de su carrera musical la profunda voz de los blueseros de la vieja guardia. Mas bien se va al extremo opuesto de alcanzar tonos octavados de las versiones originales, llegando a registros inalcanzables para el promedio de los vocalistas y marcando una pauta para toda una generación de vocalistas.

La última canción, "How Many More Times", inicia dando un falso comienzo jazzero con bajo y batería. La guitarra llena de fuzz nos saca del ensueño y pronto nos lleva a un riff sencillo. How Many More Times no es memorable, y es un final mas bien débil para un disco lleno de potencia y decibeles como no se había escuchado hasta entonces. El hecho de que Page le suba a todo el distorsionador a su pedal no mejora mucho las cosa, pero tampoco resulta una canción que haga sangrar el oído. Simplemente no es tan buena como las estándares de Zeppelin. En cualquier disco de Deep Purple hubiera causado sensación, sobre todo con el arreglo de la parte media… Y con ese crescendo y ese final tremendo y súbito… En fin.

Muchos de los Zepters no valoran como debieran este LP. Pero eso no le quita su valor. Led Zeppelin es una banda tan enorme aún hoy día, en gran medida por lo logrado por este disco. Y pocos se dan cuenta de que el valor de un género en sí dependió de este disco: Ni Sabbath, ni ACDC, ni Judas, ni Alice Cooper ni los mismos Led lograron jamás conquistar esta cumbre. Los mejores discos de la historia siempre traen calamidades. Algún día escribiré un post dedicado especialmente a ello. Este trajo consecuencias tan horripilantes como los discos de Metallica desde el ‘94 para acá y TODAS sus consecuencias. Pero para no juzgarlo mal, trajo obras de arte como las del mismo Metallica del ’91 para atrás. Sin ir más allá, permitió que Zeppelin se convirtiera en la banda más grande del planeta en cuanto a ventas al menos unos 7 años. Y no es queja...

Un must have. 

Por Corvan 

16/Ago/2008

Letras de El Traductor de Rock

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