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MTV UNPLUGGED IN NEW YORK (Nirvana, 1994)

Artista: Nirvana (D)

Fecha de Grabación: 18 de Nov ‘93

Fecha de Lanzamiento: 1 de Noviembre de 1994, USA

Discográfica: DGC

Productor: Alex Coletti, Scott Litt, Nirvana

Calificación: 10 (MUST HAVE)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: Grunge (1989-???)

Subgénero: Unplugged

Mejor Canción: yo me quedo con Where Did you Sleep , All Apologies y, About a Girl, pero usted escoja…

Canciones: 1) About A Girl; 2) Come As You Are; 3) Jesus Don't Want Me For A Sunbeam; 4) The Man Who Sold The World; 5) Pennyroyal Tea; 6) Dumb; 7) Polly; 8) On a Plain; 9) Something In The Way; 10) Plateau; 11) Oh, Me; 12) Lake Of Fire; 13) All Apologies; 14) Where Did You Sleep Last Night?.

 

Hay tanto que decir de este disco… y lo primero es felicitar a Nirvana por los tremendos cojones de no incluir ni “Smell Like Teen Spirit” ni “Heart Shaped Box”.

Lo siguiente es que este es EL verdadero gran disco de Nirvana. El Nevermind está infladísimo, y sigo creyendo que si vendió trillones, fue por tres o cuatro rolas. No dudo de que muchos de los que lo compraron quedaron fascinados con todo el disco y corrieron al Bleach y también les gustó, pero podría apostar toda mi colección de acetatos de los Beatles a que la inmensa mayoría no soportaba temas como “Territorial Pissings” o “Stay Away”. No niego el valor del Nevermind y el tremendo impacto que tuvo en su momento, pero fue por algunas pocas canciones, y muchos de los que lo compraron fue por esas canciones, no por el disco entero.

Con el Unplugged  no fue así. Es un disco redondo, melódico, brillante, inteligente, emotivo, desafiante, y que por lo que he leído, hasta los más recalcitrantes detractores de Nirvana alaban (alabamos). Y con justa razón. Habrán notado además que no soy fan ni de la televisora ni de sus conciertos acústicos. Me parece estúpido que forzar a una banda a grabar un desconectado teniendo un solo disco lanzado, como Pearl Jam (y en venganza, dejarían de grabar videos por un buen rato). O díganme cuál es el maldito valor de ver a Paul McCartney tocando Blackbird en Unplugged? Por Dios, si la canción original es acústica!! No veo valor en que los músicos hagan versiones prácticamente iguales a las de estudio, solo que sin distorsión. Éste es de los pocos Unplugged en que realmente la banda le da un valor a las canciones haciéndoles cambios, y en muchos casos, mejorando las originales. Y de una vez adelanto que los poquísimos Unplugged que irán apareciendo serán precisamente los que hayan aportado una renovación y mejora en el sonido de las rolas. Nirvana es de estos casos, de hecho quizá el más destacado porque tampoco se van a la segura metiendo sus dos más grandes éxitos y haciendo versiones suaves de rolas que era imposible cambiar a este formato. Además agregaron covers y rolas absolutamente desconocidas. Su único éxito previo es el álbum es “Come As You Are”. Y por ello no se siente como un Deja Vu, como escuchar versiones recicladas, sino que tiene prácticamente el valor de un disco de estudio, con el enorme plus de la emotividad única que le da Kurt en vivo.

No sé si todos los jóvenes de mi generación lo compramos, pero casi todos lo escuchamos. Yo no tenía MTV, pero en 1994 iba a casa de cualquier amigo con cable y estaba el Unplugged. Antes de que saliera el disco ya me lo sabía de memoria. Recuerdo que en ese 1994 recién comenzaba a dominar la guitarra, y mi mejor amigo estaba obsesionado con Nirvana. Cuando se suicidó Kurt, su reacción fue de “Es un truco comercial, debe estar vivo”. Por lo que yo me la creí, hasta Abril de 1995, en su primer aniversario luctuoso, cuando me cayó el veinte de que realmente estaba muerto. Y es que en ese lapso, MTV bombardeó literalmente con la transmisión del Unplugged, por lo que uno veía a Kurt tocando a todas horas, como si estuviera en la sala de tu casa, y era realmente imposible pensar que estuviera muerto. Yo en esas fechas estaba tratando de sacar los arreglos de la versión acústica de “Hotel California” que también se puso de moda. Pero antes de dominar el requinto, me aprendí de memoria el Unplugged de Nirvana. Entero, salvo las rolas con los Puppets que no incluyeron en la transmisión televisiva. Mi mejor amigo cantaba, tratando de imitar burdamente la voz de Cobain, y fue cuando empecé a inclinarme por llevar las líneas de bajo, ya que nadie más podía hacer la escala de “The Man Who Sold The World”. Se puede decir que por esa canción soy bajista. Yo no era fan de Nirvana. Nunca lo he sido. Pero les juro que escucho cualquier canción de este disco y viajo en el tiempo a mis 14 o 15 años. Fue un álbum que nos marcó a toda una generación.

Hay otras cuestiones a resaltar en este disco. Kurt no quería ceder a las presiones de MTV y grabar en mentado Unplugged. Tenía tiempo resistiéndose, porque sentía que otras bandas lo merecían más, entre ellos, los Meat Puppets, una de sus mayores influencias y con quienes estuvieron girando el último semestre del ’93, pero que MTV ignoraba porque no eran comerciables para ellos. Presuntamente, Kurt cedió y aceptó grabar el Unplugged sólo para poder presentar a los hermanos Curt y Cris Kirkwood, porque sentía que lo merecían más que él. También participaron la chelista Lori Goldston, así como  el guitarrista Pat Smear, quien los había apoyado en la gira, y de quien se decía, entraría como miembro oficial de la banda para el siguiente disco.

Por otro lado, su condición para MTV es que lo iban a hacer a su modo. Al trío no le gustaba el formato de reinterpretar nota por nota las canciones, y era la oportunidad de Kurt de hacer algo más melódico, rítmico, de armonizar voces  con Dave, y hacer los temas más a la manera que realmente hubiera querido, más del estilo de Hole que de Nirvana, pero que en circunstancias normales, no le permitían. Así que iban a hacerlo a su manera. Y ellos decidirían el Set List. El Productor Alex Coletti fue asignado, y diría que la televisora estaba muy nerviosa. Para empezar, no estaban de acuerdo con los invitados. Hubieran preferido a un Eddie Vedder o a Tori Amos en lugar de los Meat Puppets. Y estaban horrorizados con el hecho de que no tocaran “Smells Like Teen Spirit”. Estuvieron jodiendo tanto con la rola que Cobain los amenazó con parar todo si volvía a escuchar el título de la canción una vez más.

Durante los ensayos, durante los dos días previos, la banda incluyó covers de Los Vaselines, de David Bowie, Meat Puppets y Lead Belly. Los productores estaban cada vez más nerviosos porque no escuchaban temas conocidos. Los ensayos fueron fríos, sin risas ni bromas. Para la decoración, MTV propuso varias ideas, pero Kurt las rechazó todas y pidió que el set fuera decorado con lirios, velas negras y una lámpara de araña de cristal. Coletti arqueó una ceja y le preguntó "¿Cómo un funeral?", A lo que Cobain respondió seco: "Exactamente. Como un funeral”.

El día de la grabación, el 18 de Noviembre de 1993, Cobain llegó además con síndrome de abstinencia, ya que sabía que no podía aparecer drogado. Parte de ese dolor lo pasó también a su interpretación. Otra de las peculiaridades es que el set fue grabado prácticamente de manera lineal, sin interrupciones, y casi sin repeticiones. Quedaron registrados pequeños errores, salidas de tono de Kurt, detalles que lo hacen mucho más real que otros Unplugged. Pero creo que sobre todo la emotividad es lo que hace este concierto único, y para muchos, el mejor desenchufado de la historia, el que aún tiene a la televisora grabando unpluggeds de hartistillas pop de cuarta. El MTV Unplugged de Nirvana es una escucha directa al corazón de Kurt, sin distorsión, sin gritos, sin feedback. Es imposible escucharlo sin conmoverse. Y particularmente en las dos últimas canciones, Cobain se desbarata con una interpretación impresionante. Después de “Where Did You Sleep Last Night?” Coletti siguió presionando para el encore, quizá con la esperanza de oír alguno de los temas emblemáticos del trío. Pero Kurt se negó. Diría que era imposible mejorar el performance de la última rola. No tenía voz. Quizá ya tampoco alma. Lo había dejado todo, cantando ahí, triste, con sus vans, dando la impresión en retrospectiva de que sabía que estaba cantando en su propio funeral…

Lo primero que oímos es un aplauso masivo (recortado del del video, en el que Kurt pide volumen y él y Kris hace un rápido check sound). Cobain dice un parco “Good evening” que en el Cd apenas es audible, mostrándolo de entrada seco y frío con el público, para luego lanzar una bofetada “This is off our first record...most people don’t know”. Un reproche, que además da cuenta que no vienen a tocar sus greatest hits.

El concierto inicia con “About A Girl”, que era una de las rolas de estudio injustamente olvidadas. Aquí encuentra su versión definitiva, más suave, resaltando esa enorme melodicidad que a veces Kurt se aferra en negar. La canción es muy buena, y en lo personal es mi favorita del disco. La secuencia hipnótica de acordes Mim-Sol Mim-Sol, más pausada, con Dave haciendo buenos fills y cambiándolas baquetas por las escobillas para darle un toque más smooth. El bajo profundo, con un volumen perfecto para ir llevando los tonos y sonar sin opacar ni esconderse. Kurt tiene un notable desempeño vocal. No se desgañita, aunque roza el grito cuando es necesario, y muestra sus verdaderas cualidades alcanzando y manteniendo ese efecto rasposo de garganta tan difícil de mantener. Al 1:40 viene el solo, igual al de estudio, pero sin la distorsión, sonando frío, agridulce, crujiente. Me encanta al final como alarga los “I dooo’s” hasta que queda solo, manteniendo la nota, y el público estalla en aplausos ante esta tremenda versión, que sin duda le da tres vueltas a la del Bleach.

Sin detenerse a decir nada, se siguen con “Come As You Are” y en cuanto suena el riff, la selecta audiencia rompe en aplausos. Uno diría que es idéntica a la de estudio, pero realmente esta es más pausada, y uno se da cuenta que es superior cuando vuelve a escuchar la del Nevermind y algo no suena del todo bien. Nuevamente la principal mejora es la enorme emotividad con que canta Kurt, que en estudio se pierde entre tanto grito, aunque aquí Kurt pierde ligeramente el tono al principio y en algunos agudos, pero a mi gusto el que mantuvieran estos detalles es un pro. Siguen básicamente el mismo patrón, Dave le baja a la potencia para arreglos más discretos, pero que funcionan muy bien y logran un gran equilibrio instrumental. Por cierto, en estudio no se nota cuando entra Kris. Aquí la ecualización es muy buena, y se nota cómo entra Kurt con la guitarra llevando el riff principal, y luego se incorpora Novoselic a la tercer vuelta. El solo igual al original, pero con ese filo acústico que le dan un mejor feeling. Los requintos no llevan efecto limpio del todo, y eso les acarreó algunas críticas de los puristas del unplugged, pero a mi me parece un efecto muy atinado (mezcla de delay con phase?).

Luego presenta la siguiente canción, “Jesus Don't Want Me For A Sunbeam”, diciendo que es una canción de los Vaselines, pero luego se corrije: “Is a rendition of an old Christian song... but we do it the Vaselines’ way” y arrancan con el tema, aún más suave que los anteriores. Kris se cambia al acordeón y Dave deja las baquetas para tomar el bajo, dando muestras de que eran capaces de dominar otros instrumentos. Un tema tranquilo, creo que de tintes navideño-religiosos. Lo mejor son los pequeños crescendos del estribillo “Don't expect me to cry, don't expect me to lie, Don't expect me to die for thee” en el que pareciera estarse disculpando, pero en retrospectiva resulta algo escalofriante. Para el segundo verso Kurt entra algo tembloroso y fuera de tono, pero se recompone. El Acordeón de Kris le da un toque distinto, cálido, pero es ligeramente repetitiva. No es mala, de hecho es sólida, pero no es de los puntos geniales del disco.

Seguimos con otro cover, tema clásico del disco y punto fuerte: “The Man Who Sold The World” de Bowie. De ser una balada glam en 1970, Cobain la toma y la transforma en una melodía tremendamente emotiva, un lamento en el que realmente le compras las imágenes y el autodesprecio del que habla. Me encantan esas escalas del estribillo, espejeadas por guitarra y bajo, y el remate con la guitarra llena de un fuzz chillante. El solo es enorme. No cambia mucho del arreglo del original, y no es algo brutalmente técnico (parte principal es un par de notas sostenidas), pero nuevamente le mete un feeling enorme, y creo que es el mejor de Cobain en este concierto. No es que revolucione o desbarate la original, pero no están tocando una copia exacta, le están dando otro sentido, desnudando la canción musicalmente y agregándole una nueva dimensión. Y esa es la intensión de los covers. No sé si sea mejor o peor que la de Bowie, pero sin duda es de los puntos fuertes del disco y ha quedado como uno de los covers más conocidos.

Después tocan “Pennyroyal Tea”. Bueno, Kurt la toca él solo. Una entrega acústica, y no por ello menos furiosa. Por lo mismo va sin requinto. No es de mis favoritas, debo reconocer la tremenda entrega vocal; Cobain salió en una noche inspirada, pero la rola es algo repetitiva y plana. Me parece mejor la versión del In Utero, pero tampoco es que aquí sea mala.

En cambio, con “Dumb” hace una buena entrega. Me encanta como suena el profundo bajeo de Novoselic, y aquí entra en papel estelar el chelo de Lori Goldston, haciendo esos  dramáticos vaivenes durante los estribillos. El chelo contrasta aquí en su amargura con  los “I Think I’m just happy” que canta Kurt. No es que no hubiera chelo en el original, pero su efecto se potencializa en esta versión acústica, más depresiva, más aplastante, es básico para darle ese filo que no tiene la versión de estudio. En el puente, Lori le agrega aún más drama, y Dave armoniza en la voz para un efecto devastador. Si la versión de estudio es buena, ésta es de las que superan con creces en el Unplugged.

Luego llega “Polly”, en la que continúa agregando un chelo depresivo, oscuro y profundo. No importa a cantidad de versiones que hayan hecho de esta rola, siempre me suena incómoda por la temática, y aquí suena más seca, más árida. En los estribillos Dave de nuevo hace tercera voz para ese efecto agridulce y parece dejar la batería en un nivel mínimo para enfocarse a la voz. El bajeo de Kris destaca y sostiene la rola, dándole una mayor oscuridad.

Seguimos con “On a Plain”, con su cinismo adolescente. No es mala, pero suena, precisamente plana, promedio, y con los versos largos y repetitivos. No es de mis favoritas aquí, y de hecho, es una de las más débiles del disco, aunque tampoco la pueda considerar relleno del apestoso.

Afortunadamente llega “Something In The Way”, una de las canciones más lentas y depresivas. Los versos son monótonos, con la guitarra arpegiada, desnuda, pero esta vez funcionan ya que es precisamente la intensión. Crear un abismo emocional, al que nos arrastra Kurt con el excepcional manejo vocal. El Chelo de Lori nuevamente tiene un papel crucial, jalando y empujando, para crear esas oleadas negras. Vienen luego los estribillos, melódicos, pero en absoluto más luminosos. Cobain canta el título y extiende las “Mhhh’s”, cargados de melancolía. Al final, el chelo brinca una octava para agregar tensión y crean do un efecto impresionante. Es una canción oscurísima, fúnebre, y pareciera uno de los presagios de Kurt de su propia muerte, y no puedo evitar sentir escalofríos cuando la escucho.

Para las siguientes rolas vienen los hermanos Curt y Cris Kirkwood, de los Meat Puppets, que se encargan de acompañar en las guitarras. Los hermanos afinan sus guitarras y Kurt les pregunta si están afinando un arpa y sonríe. Inician con el riff agudo de “Plateau” y Kurt va a los extremos de su rango vocal, cantando versos muy graves y luego yéndose al límite agudo en los coros. En ambos casos se nota incómodo y batallando para alcanzar las notas. La guitarra líder sufre por momentos con el nerviosismo, pero luego se rehacen, sobre todo en la combinación instrumental del puente, que es el mejor momento de la rola. Al final, alguno de ellos hace alguna broma que causa risas del público. La chispa de los Kirkwood contrasta con la gélida seriedad de Cobain.

Siguen con “Oh Me”, en un tono medio que le sienta algo mejor. Pero la rola es muy plana para la pura voz de Kurt. Por momentos se incorporan y hacen sus famosas melodías, pero la rola se siente lenta y desangelada, repetitiva y aburrida. Es la más floja de los Meat Puppets, a pesar de que el solo después del primer estribillo es bueno. Cobain pregunta "Would you like to hear my voice, sprinkled with emotion?" Y si, de hecho, canta con una total carencia de emociones. Los Meat Puppets le dan ciertamente mayor fuerza instrumental al concierto, aunque no estoy seguro de que ello realmente contribuya a la dinámica que llevábamos sin ellos.

“Lake Of Fire” es la mejor en la que participan los Puppets. El Riff es incisivo, con un ritmo semileto, demoledor, las dos guitarras se combinan de forma magistral y Kurt se va de nuevo al límite agudo, pero se nota cómodo la mayor parte del tiempo. Los Kirkwood hacen magia con las guitarras, haciendo una mezcla entre blues y grunge muy rara, pero hipnótica, usando fingerpicking, arpegios rapidísimos, slides, y un tremendo solo para el cierre. La canción justifica la presencia de los Kirkwood, aunque el otro par parecen algo flojas. Otra de las rolas representativas del Unplugged.

Continuamos con “All Apologies” en el momento climático del disco. Es de las canciones más desgarradoras del disco, nuevamente por la excepcional voz de Cobain, que se parte el alma y canta con el corazón abierto y sangrando. A quien lo le cause escalofríos, debería ir a operarse de algo al hospital más cercano. Kurt canta esa letra en la que se arrepiente de todo en lo que se convirtió, todo lo que no pudo ser y todo lo que no sería. Al escucharlo, uno no puede evitar pensar que sabía… es decir, de alguna forma aquí ya sabía que tenía los días contados, y lo refleja de forma desesperada en la canción. El dolor se puede escuchar en cada nota, pero es particularmente desgarrador en el estribillo “Married....buried!!!”. Lori crea un efecto de oleadas, negro, dando mayor intensidad, igual que en el In Utero. Pero a diferencia, el resto de la instrumentación es más leve, Dave se contiene un poco y no suena tan profundo. Dejan que la voz y el chelo sean los protagonistas en el negro entramado, hasta que el riff se va diluyendo y Kurt se queda murmurando el mantra “All in all is all we are” en el lento fade out del final, en armonía con Grohl. Impresionante lo que hacen aquí. Mantienen la forma intacta de la original, el fondo es lo que cambia radicalmente y de forma espectacular. Cuando suenan los aplausos me dan ganas de pararme y aplaudir también.

Y el cierre con broche de oro. “Where Did You Sleep Last Night” es el colofón, la despedida de Kurt Cobain y su consagración como uno de los grandes vocalistas de los 90’s. “Where Did You Sleep Last Night”, es la canción más desgarradora de uno de los álbumes más angustiantes de todos los tiempos. La presenta con  “Fuck you all, this is the last song of the evening”, supongo que dedicado a los productores que lo seguían jodiendo. Y luego presenta una canción de “From my favourite performer...” y se corrige “Our favourite performer” y le pregunta a Kris si también Leadbelly es su favorito. Es de los pocos momentos en que se le ve sonreír, bromear y hacer reír a la gente. Para aclarar, Leadbelly no es ningún artista grungero tipo Meat Puppets, es un antiquísimo bluesman, que grabó este tema en 1944. Si no lo sabían, no se preocupen, yo tampoco hasta el momento de esta reseña. Luego comienza con ese riff espeso, crudo, arcaico, oscuro. “Where Did You Sleep Last Night” es una suma completa de Kurt: habla sobre celos, infidelidad y el asesinato de un hombre que… bueno, muere exactamente al contrario que Kurt unos meses después, ya que encuentran sólo la cabeza en el volante de la camioneta, sin cuerpo alguno. Al escuchar esta obra maestra, es innegable que Kurt sabía que iba a morir. Con los hermosos gemidos del cello de Lori, combinándose con el murmullo del riff, y al final con los ensordecedores gritos de Kurt al borde de la histeria. Es épico. Cobain ruge la letra, sin límites, es emoción pura, desgarradora. Parece que agoniza cuando lanza las notas finales: “SHIIIVVEERR!!” en ese potentísimo clímax, para luego dar un respiro y cerrar con “The whole… NIGHT THROOOUUGHHH...” Simplemente impresionante. Kurt cantando en su propio funeral, presagiando su muerte, y dejando el alma en esta última canción de su último y más genial disco.

 

Uno diría que la interpretación de Cobain en este concierto fue tan buena porque estaba en inmejorable forma. Nadie se dio cuenta que era lo contrario, estaba en un abismo depresivo y miserable, y que el dolor que emanaba en cada nota era real… Quizá por ello es tan bueno. Por eso es imposible no sentirse conmovido. La instrumentación, más melódica, con un Dave Grohl en plan grande, ya que es el responsable de llevar la tensión y el armado de las rolas sin la potencia de los discos de estudio, y de hecho, lo hace muy bien! El mood acústico le da una sensación más tibia, más humana, pero por momentos, también más desgarradora y agridulce. Las canciones alcanzan su verdadero potencial. Y la banda también. Pero todo eso queda en segundo plano con la interpretación de Cobain.

Tristemente, es el canto de cisne de Kurt. Si ya tenía en mente volarse la tapa de los sesos, eso nadie lo puede saber. Da la impresión que sí. Son demasiadas coincidencias. Quizá, como la leyenda de los cisnes, simplemente fue instintivo. De cualquier forma, Cobain se desmoronó después de esto. Michael Stipe de R.E.M. diría que lo estuvo buscando para tratar de formalizar una colaboración entre las bandas, pero no recibió respuesta. Stipe diría que el ofrecimiento era porque se notaba a leguas que algo no andaba bien con Kurt, y eran buenos amigos. Nirvana se enfrascó en un tour europeo a inicios del ’94, con Pat Smear como segunda guitarra y Lori Goldston en el chelo. Su última actuación en vivo sería el 1 de Marzo en Munich. El 4 de Marzo, Courtney encontró a su esposo inconsciente en el cuarto de hotel y lo llevaron de urgencia a u hospital. Tenía una combinación letal de alcohol y Rohypnol, un sedante que le habían recetado por una gastritis. No se supo si fue accidental o no, pero alcanzaron a lavarle el estómago a tiempo. El resto de la gira se suspendió y regresaron a Seattle, donde regresó a la heroína. Courtney y sus amigos organizaron una intervención a finales de Marzo e inicios de Abril. Lograron convencerlo de entrar a rehabilitación en L.A. Kurt entró una semana a una clínica, donde vio por última vez a Frances Bean, pero se escapó del lugar escalando una pared y voló a Seattle. Lo que pasó durante la siguiente semana no se sabe bien. Kurt volvió a su casa con Courtney o anduvo como se dice, deambulando en moteles baratos, comprando droga, durmiendo a veces en la calle, sin comer? En qué momento regresó a su casa? Realmente escribió la nota suicida? Nadie sabe. Lo cierto es que el 8 de Abril de 1994 un electricista lo encontró muerto en su casa de campo en Lake Washington, con la escopeta aún en las manos, y el Automatic for The People de R.E.M. sonando en un eterno repeat… Al parecer llevaba 3 días de haberse disparado en la boca y de haber engrosado las filas del Club de los 27.

Por ello creo que este es el disco que los llevó a la inmortalidad. El que marcó a una generación entera, el que nos dejó en shock, el que mostró el verdadero poetencial de Nirvana, el que nos dio una oída del sonido que realmente quería Kurt, en el que se sentía no sólo cómodo, sino que alcanzaba niveles virtuosos. Y hay que decirlo, lo suyo no es la guitarra, sino la voz. La intensidad con que canta, que en ningún otro disco es tan evidente. También es el disco que mató el Grunge. El que me hizo bajista. Y el que me hizo respetar finalmente  a esta banda.

What else should I said? All apologies… 

Por Corvan 

5/Ago/2013

Letras de El Traductor de Rock

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