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KINKS (Album, 1964)

Artista: The Kinks (C)
Fecha de Grabación: Ago 1964
Fecha de Lanzamiento: 02 de Octubre de 1964, UK
Discográfica: Pye NPL
Productor: Shel Talmy
Calificación: 
6

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: Rock & Roll II, Early Sixties (1960-1966)

Subgénero: La Invasión Inglesa

Mejor Canción: You Really Got Me, sin competencia alguna.

Canciones: 1) Beautiful Delilah; 2) So Mystifying; 3) Just Can't Go To Sleep; 4) Long Tall Shorty; 5) I Took My Baby Home; 6) I'm A Lover Not A Fighter; 7) You Really Got Me; 8) Cadillac; 9) Bald Headed Woman; 10) Revenge; 11) Too Much Monkey Business; 12) I've Been Driving On Bald Mountain; 13) Stop Your Sobbing; 14) Got Love If You Want It;

[BONUS TRACKS:] 15) Long Tall Sally; 16) You Still Want Me; 17) You Do Something To Me; 18) It's Alright; 19) All Day And All Of The Night; 20) I Gotta Move; 21) Louie Louie; 22) I Gotta Go Now; 23) Things Are Getting Better; 24) I've Got That Feeling; 25) Too Much Monkey Business; 26) I Don't Need You Any More.

Estaba por empezar a reseñar el “Modern Life is Rubbish” de Blur cuando caí en cuenta de toda la influencia que este disco tiene de The Kinks. Y siendo esta una de las bandas más ignoradas, subestimadas, infravaloradas o como le quiera usted decir, decidí que no es justo que yo me sume a este mutismo siendo un grupo tan bueno y habiendo influenciado a tantos a lo largo de la historia, incluyendo a Blur y a Oasis, que nunca lo han negado.

Pero de dónde salió esta interesantísima pero olvidada banda??? Los hermanos Ray y Dave Davies nacieron en una familia londinense de clase media. Desde pequeños tuvieron innumerables influencias musicales, desde le music hall que escuchaban sus padres, Jazz, el Rock & Roll que escuchaban sus hermanas mayores, etc. Pero sobre todo la variedad de géneros que oían en las fiestas vecinales que se organizaban cada sábado, que dejaron una marca profunda en los hermanos Davies. Gracias a estas fiestas fue que Ray y Dave aprendieron a tocar guitarra y se unieron primero al movimiento Skiffle que inundaba Inglaterra, para posteriormente sumarse al Rock & Roll. Formaron su primer banda en la secundaria Wialliam Grimshaw. El grupo se llamaba Ray Davies Quartet y tenía en sus filas algunos compañeros de Ray, que desde entonces comenzó a destacar como líder de la banda, pero aún no se animaba a cantar. Su debut en un baile escolar fue un éxito total y eso los animó a buscar presentaciones en barecitos locales, y tras obtener cierto éxito, fueron cambiando de vocalistas. Como anécdota, uno de los vocales que participó con estos Kinks en formación fue ni más ni menos que el jovencísimo Rod Stewart, que los dejaría para formar su propia banda. Para el ’62, Ray dejó su casa y su banda para estudiar en el Hornsey College of Art, y se agregó a una agrupación llamada Dave Hunt Band, que se centraba más en Jazz, Blues y R&B, donde Ray ganó tremenda experiencia como guitarrista. Davies dejó la escuela para regresar a su barrio y reunir de nuevo su antiguo grupo, cambiando de nombre innumerables veces. Para 1963, bajo el nombre The Ravens, ya estaban Pete Quaife en el bajo y Mick Avory en la batería, quien curiosamente había tocado con los Rolling Stones antes de la llegada de Watts.

Para 1964 el productor Shel Talmy, quien ya había trabajado en el debut de los Stones, quedó sorprendido con una maqueta de la banda y les consiguió un contrato con el sello Pye. Para variar el contrato estaba condicionado a alcanzar ciertas ventas, y los chicos escogieron “Long Tall Sally” como primer sencillo, a pesar de que ya tenían escrita “You Really Got Me”. El single salió ya bajo el nombre de “The Kinks” que les puso Talmy, presuntamente de la palabra “kinky”, junto con una renovación de imagen, pero ni así logro que el disco vendiera. Más coraje les dio cuando meses después los Beatles colocaban la misma canción en el Top 10. De su segundo sencillo, “You Still Want Me” vendieron solo 127 copias, por lo que Pye les puso un ultimátum. Así los Davies desempolvaron “You Really Got Me”, que sería su tercer sencillo, llegando al número 1 de las listas británicas… y el resto, es historia. Bueno, no exactamente; creo que casi todo mundo conoce ese inmenso riff de “You Really Got Me”, pero lo que siguió a ese tranzcazo, que los mandó momentáneamente a competirle de tu a tu a los de Liverpool, fue la presión de la disquera por lanzar un álbum, que es precisamente éste debut.

Así, este disco suena más bien apresurado, con mucho relleno una gran carga de Rock & Roll y R&B, aún una gran cantidad de covers, y una falta de identidad. El discos e siente apresurado, y a pesar de que hay canciones con mucho fuzz, no tiene la agresividad del disco debut de los Stones, o la potencia del de The Who. La interpretación es muy promedio, muy a lo que sonaban casi todas las bandas en 1964, y cuando la guitarra suena realmente bien, generalmente es porque se trata de Jimmi Page, que tocó algunos tracks con Ray y Dave. La producción además es muy primitiva, haciendo honor al estilo sucio de Shel Talmy, las guitarras apenas se distinguen, la batería en ocasiones es un mazacote denso, y en general pareciera que Talmy quería arruinar a estos pobres y entusiastas chicos.

El disco no es tan malo. Es divertido, y en general muy movido, y ninguna rola apesta realmente, sólo que suenan mal en el estilo de la banda, ya que Talmy quiso frepetir algunos trucos que SI le funcionaron con los Stones, y no hay demasiada variedad de sonidos por aquí. Además el grupo estaba haciendo sus pininos en el estudio de grabación y era de las primeras veces que Ray tomaba el liderazgo vocal, por lo que no se sentía seguro y su estilo no estaba aún desarrollado, pero les aseguro que al escucharlo no les va a dar un dolor de cabeza, por el contrario, es muy fluido, y lejos de esa como malicia de los Rolling, aquí los Kinks suenan inocentes, casi lindos. No, no son una banda promedio, tienen algo en su sonido que augura una buena banda como finalmente lo demostrarían a partir del ‘66, pero este debut es mucho más flojo y forzado que el de los Stones, The Who o los Animals, en los que sí se nota una propuesta única y bien definida, a diferencia de los Kinks, que aquí le tiran a todo y a nada sólo por aprovechar “You Really Got Me”.

 

El disco inicia con “Beautiful Delilah”, original de Chuck Berry, y la cual aceleran tremendamente sin necesidad alguna, rompiéndole el encanto de la original. Se nota que están luchando por mejorarla, pero por aumentarle el beat, gritarla y sobreinstrumentarla no van a hacer una canción mejor.

Sigue “So Mystifying”, que es más rítmica y tiene un riff más decente. Con esta canción comienzan a demostrar que son una banda más de originales que de covers, ya que las canciones propias en general son los platos fuertes del disco, pero evidentemente no tenían tanto material propio a estas alturas. El detalle es que es una copia de “It's All Over Now”, de Bobby Womack's, pero que hicieran famosa los Stones en su debut. Básicamente es un clon, el riff inicial es el mismo y la secuencia de tonos y melodía vocal en los coros son idénticas. Sólo que, como decía, los Kinks no pueden repetir esa “Oscuridad” que le saben dar los Stones. Aún así es entretenida y le hicieron la lucha. Decía un maestro que para ser escritor tienes que copiar el estilo de tus autores favoritos hasta que te des cuenta que ya no los estés copiando, y supongo que es lo que Ray hacía a estas alturas.

La tercer canción es “Just Can't Go To Sleep”, otra canción muy rítmica, con buenos juegos de tonos, ganchos, y que ya llevan algo del sello Davies. Esos “no, no, no, no, noooooo” del final son irresistibles, y la canción no dura ni siquiera 2 minutos, por lo que no llega a volverse repetitiva.

Continuamos con “Long Tall Shorty”, otro cover donde intentan emular la malignidad de los Stones, pero que no se les da, y al final suena demasiado repetitiva en ese sonsonete a la Bo Diddley, y con la voz de Ray muy forzada. La armónica tampoco brilla, suena muy primitiva, a diferencia de la de Jagger. En fin, los Knks deberían de preocuparse más por sonar como ellos mismos que como los Roslling Stones.

Llega luego “I Took My Baby Home”, que es otro original cortísimo y donde la banda muestra otra vez que supera los covers con sus originales. Hasta la armónica suena ligeramente mejor, y los ganchos otra vez están presentes con esos “OoOoOoOhhhh” y los recursos de las guitarras. No es la octava maravilla, pero es bastante decente, y ahora sí, más original.

“I'm A Lover Not A Fighter” es un cover de R&B genérico, donde demuestran sus limitaciones al requinto y que Ray debe buscar tonos más dulces en lugar de forzarse para cantar como negro, porque no le queda en absoluto a pesar de esa era la moda en el ‘64.

Sigue la joya del disco, “You Really Got Me”, una canción inmensa, a la que muchos ponen la etiqueta del ser el primer Hard Rock de la historia. No sé si es el primer Hard Rock o no, pero es una canción tremenda, que llevó a los Kinks a la estratósfera con ese mítico riff de cinco notas, el piano punteado, el solo a una cuerda por parte de Dave que logra hacer una sección media caótica y absolutamente deliciosa, y ese estribillo intoxicante y adictivo. Ganchos por todos lados, una excelente armonía y melodía vocal, y ese sonido que, ahora sí, ni siquiera los Stones habían logrado en sus mejores sueños. Aún hoy día, hay bandas que la siguen covereando y no le llegan a esa furia original por más malotes y metaleros que quieran parecer. Y es que Dave estaba buscando un sonido nuevo con su amplificador Elpico conectándolo a un Vox AC30 usando unas agujas de coser. Dave mismo dice que tuvo que cortar los conos del altavoz del Elpico con una navaja de rasurar para que pudiera dar ese sonido como de Fuzz, como un gruñido, un efecto que ninguna banda había utilizado hasta entonces. Señoras y señores, la era de la distorsión inició con esta rola. Además del sonido innovador, insisto en que la canciópn tiene elementos a montones para ser una de las grandes de los 60’s, y quizá, junto con “The House of the Rising Sun” de los Animals, sean las rolas más importantes e influyentes de 1964. Así de plano. El lado malo de la canción es que mucha gente piensa que los Kinks fueron unos One Hit Wonders que no sacaron nada más, pero ultimadamente, eso ya no es culpa de los Davies.

El octavo corte es “Cadillac”, otro R&B muy promedio, esta vez original de Bo Diddley, y termina pasando sin pena ni gloria. Cualquier banda del ’64 podría tocar esta rola, pero en 46 años nadie ha podido tocar “You Really Got Me” como ellos.

“Bald Headed Woman” es todavía más blanda. Esta es una composición de Shel Talmy y con eso les digo todo. Ni siquiera hay una melodía distinguible. Lo cual demuestra que además de apestar como productor, también lo hacía como autor. Hacia el final hay un jam caótico y sin sentido alguno, salvo alargar la rola hasta los casi 2:40.

Después llega “Revenge” que es un instrumental con un riff muy arcaico por parte de la armónica, sin muchos recursos ni ganchos y más bien repetitiva. Además es básicamente la parte de los instrumentos de “Cadillac”, sólo que sin letra. Que ingeniosos, los muchachos, no? Esta es una de las más grandes pruebas de que los Kinks aún no estaban realmente listos para un álbum, pero entiendo los motivos$ de la di$quera al urgirlos a lanzar un LP.

Enseguida está “Too Much Monkey Business”, que era una obligada en cualquier banda de Rock de la época. Ésta vez no lo hacen mal, dándole frescura y fuerza, aunque nunca llegando a sonar amenazadores. Los solos de Dave son bastante decentes y contagian energía, siendo sin duda el mejor cover de los seleccionados.

“I've Been Driving On Bald Mountain” es otra canción de Talmy, que además de ser una copia de cualquier R&B escogido al azar, tiene la producción más horrible, con Dave cantando como si estuviera encerrado en un sótano, amordazado y escupiendo las palabras. Horrible.

Afortunadamente viene otra rola propia, “Stop Your Sobbing” una de las grandes canciones de los Kinks y que ya dan cuenta de sus mejores virtudes como compositores, haciendo melodías hermosas, buenas armonías, ganchos por doquier, y en sí, una canción delicada, con esa aura infantil que los distingue, pero sobre todo, con inteligencia. Quien quiere canciones de Talmy cuando los Davies pueden escribir joyas como esta? Tras escucharla, uno puede pasar semanas sin sacársela de la mente, y no es una queja.

El disco original cierra con “Got Love If You Want It”, de Slim Harpo. Que no es realmente mala, pero después de escucharla con los Rolling Stones y los Animals no nos queda más que menear la cabeza y decir, “chicos, ustedes a los suyo, les quedan mejor las imitaciones del pop melódico de los Beatles que el salvajismo de Los animals o los Rolling, en serio”. Tardarían aún algunos discos en entenderlo, pero finalmente lo harían y crearían obras maestras del Brit-Pop. Esta no es una de ellas, definitivamente.

 

Bonus Tracks:

En la edición en CD vienen 12 bonus tracks. No voy a ahondar en todos, pero destaca sin duda “All Day And All Of The Night” en la que Dave usa el mismo efecto de guitarra que en “You Really Got Me”. En realidad es un remake de dicha rola, el riff es muy similar, pero hacen ligeros cambios que hacen que valga realmente la pena y rockea por momentos, e incluso es solo a una cuerda recuerda el caos de la otra canción. Este sería el segundo sencillo de éxito de los Kinks que los confirmaría como un fenómeno. Otro de loas clásicos, y uno de los Bonus que valen la pena.

Otro es “Louie Louie”, cover de Richard Berry, a la cual logran imprimirle su cadencia para hacer un cover muy disfrutable y que pone de buen humor. “I've Got That Feeling” es cadenciosa, y es otra de las propias en las que ya se vislumbra un estilo, esta vez mezclado con una gran melancolía. Y el bonus track con “Too Much Monkey Business” también vale la pena por la gran energía que demuestran.

 

En fin, no es un disco de 10 en definitiva, y quizá si no estás acostumbrado a los Kinks, ninguna canción (Salvo “You Really Got Me” y “All Day And All Of The Night”) te llamen la atenció. Ni siquiera es un buen disco para empezar a descrubrir a esta banda, pero vale la pena si eres un fan de los discazos que lanzaron posteriormente como el Face to Face, el The Village Green o el Arthur, ya que aquí están los orígenes, los sonidos primitivos de los que salió esta banda. También vale la pena si eres un fanático del sonido de inicios de los 60’s, más tendiente al Rock & Roll y al Rythm & Blues, ya que aquí están omnipresentes y muestran un sonido que debieron tener la inmensa mayoría de los grupos de la época.

El grupo está en construcción, pero como ya dije, no es tan horrible como muchos dicen. Los Kinks irían evolucionando y mejorando su estilo disco con disco, y este es el primer paso de una banda que terminaría influyendo a U2, a Radiohead, a Blur, a los Smiths y a cientos de bandas que después los reconocerían como maestros, por lo que vale la pena, al menos como curiosidad.

 

 

Por Corvan 

14/jun/2010

 

 

 

 

 

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