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NEVERMIND (Nirvana, 1991)

Artista: Nirvana (D)
Fecha de Grabación: May – Jun 1991
Fecha de Lanzamiento: 24 de Sep de 1991, USA
Discográfica: DGC
Productor: Butch Vig
Calificación: 
9 (DISCO ICÓNICO)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: Grunge (1989-???)

Subgénero: Grunge (1989-1997)

Mejor Canción: La del desodorante, digo, el espíritu adolescente!

Canciones: 1) Smells Like Teen Spirit; 2) In Bloom; 3) Come As You Are; 4) Breed; 5) Lithium; 6) Polly; 7) Territorial Pissings; 8) Drain You; 9) Lounge Act; 10) Stay Away; 11) On A Plain; 12) Something in the Way . Bonus Track: 13) Nameless Endless.

 

Había una vez un burro. Los burros usualmente no tocan flauta. Este tampoco lo hacía, pero resulta que un día se encontró una flauta en el camino. Sin saber muy bien qué era, se acercó a olerla. Con el bufido, la flauta emitió un sonido dulce. El burro retrocedió asustado, pero al acercarse de nuevo, la flauta volvió a sonar. Emocionado, comenzó a tomar confianza y aprendió a tocarla. Un comerciante iba pasando, y al ver al burro que tocaba la flauta, se le ocurrió llevarlo a la feria del pueblo y hacer dinero con el burro que tocaba la flauta. Un cuento popular. Les suena?

Kurt Cobain es el burro (sin ofender), la flauta es el Nevermind y el comerciante… adivinan??? MTV!!!

Con este disco enfrentamos el problema que vimos en la Intro de Nirvana. Generalmente no hay tonos grises: o lo amas o lo odias. Se puede tomar como uno de los discos definitivos del Rock, aquél que definió a la depresiva Generación X, uno de los mejores álbumes de los 90´s que logró capturar en apenas 12 canciones toda la angustia, rebeldía, pesimismo, alienación y esa sensación general de no-sé-qué-chingados-hago-en-este-mundo que imperaba en los jóvenes de inicios de los 90’s. Bajo esa misma postura, este disco alcanzó el primer lugar desbancando el Dangerous de Michael Jackson, por lo que además simbólicamente, es el disco que mató todo el vacío musical de los 80’s para abrir las puertas a una Era de Bronce del Rock. Con este disco no sólo el Grunge saldría de los recovecos oscuros y mugrientos de Seattle para masificarse, sino que el Alternativo, como género que alimentó a todos los grupos grungeros, saldría también del underground, catapultando a las bandas fundadoras como los Pixies, R.E.M. o Sonic Youth a un status de culto. El Rock estaba de regreso, más encabronado que nunca, más rebelde y más sin causa, y las bandas de pop ochentero o todos los payasos del Hair Metal tuvieron que retirarse a esperar la era de los reality shows. JA!

La otra manera de ver este disco, es como un puñado de basura, 12 canciones que son un montón de ruido predecible, con poca o ninguna técnica, poca o ninguna inteligencia, poca o ninguna estética, con letras que no se entienden y un guitarrista que apenas puede tocar más de tres acordes en una sola canción. Por ende, este sería el disco más sobrevalorado de la historia, que ni siquiera es Grunge (por Dios, si quieren Grunge vayan a la deliciosa complejidad hardrockera de Pearl Jam o de Alice In Chains) sino más bien una copia burda y con más distorsión del Punk de los 70’s. Quienes se van por esta opción también argumentan que Cobain vendió el Underground con el Nevermind. Y aquí si debo decir que estoy absolutamente en desacuerdo. Cobain nunca esperó que su música pegara como pegó. A lo más que aspiraba acaso era a la pseudo fama que tenían, no sé, Sonic Youth o los Pixies en 1989, o sea, ninguna salvo unas decenas de fans en los bajos fondos. La culpa, pues, no fue del burro, sino del comerciante que iba pasando y lo explotó como si fuera gallina de los huevos de oro, hasta que literalmente, partió en dos a la gallina-burro. O sea, la culpa de que el alternativo dejara de ser un movimiento underground, auténtico, sin mayores pretensiones, fue MTV. Y ultimadamente no sé si eso es tan horrible… Digo, de otra manera no nos hubiera llegado el legado de los Violent Femmes o R.E.M., por ejemplo, o quizá seguiríamos escuchando todos esos ídolos del porn metal ochentero, Dios nos libre!!!. Pero eso ya lo revisaremos a fondo en el respectivo Age of Rock.

De cualquier manera ver sólo los puntos blancos y negros de un disco o una banda es ridículo; hay que ser capaz de ver los tonos grises. Y ya lo he dicho. Ambas posturas tienen razón. El caso es que, tanto fans como detractores, no aceptan por ningún motivo que los puntos de vista contrarios pueden ser ciertos. Yo no puedo decir que este es el peor disco del mundo, y mucho menos que es el mejor. Muchas de las canciones son buenas, y Kurt se las ingenió para meter un montón de ganchos que logran hacerlas funcionar, de manera que a quién le importan las limitaciones técnicas? El disco se puede disfrutar. Deveras. En mayor medida la primera mitad, que es la mayor prueba de que los fans tienen razón… aunque la segunda mitad es bastante cansada, y hay un par de, ehrrr… canciones??? Tracks? Atrocidades?? apenas escuchables y que dan toda la razón a los detractores. Pero al menos la primera mitad es realmente uno de los gritos de coraje más poderosos de la historia del rock. Quizá no el más hermoso, pero quién quiere decir que está encabronado de una manera delicada? Seguro no Pete Townshend ni los Sex Pistols.

Después del fracaso absoluto e “incomprensible” del Bleach, Nirvana se metió a grabar su segundo disco en 1990. Un ejecutivo de Sub Pop sugirió a Butch Vig como productor, quien ya había trabajado con grupos de Noise Rock y la idea le encantó a la banda. Para Abril del ’90 el grupo ya tenía a Dave Grohl como baterista (una gran mejora respecto al nivel casi amateur de Chad Channing), y se fueron los tres a Winsconsin al estudio de Butch para comenzar a grabar su segundo disco, que tentativamente se llamaría “Sheep”. Durante esas sesiones grabaron 8 temas que darían forma al disco, pero tuvieron que parar después de que Cobain se reventó la garganta en “Lithium”. Por ese entonces, Sub Pop tenía fuertes problemas financieros por lo que Nirvana aprovechó esa grabación a manera de demo y terminó firmando con Geffen, que los mandó con la subsidiaria DGC, la cual manejaba a Sonic Youth, ídolos de Kurt. Geffen les ofreció una gama de productores importantes, pero Nirvana insistió en continuar con Butch. Las verdaderas sesiones del Nevermind iniciarían en Mayo de 1991, en California, en un estudio más equipado y con un presupuesto ligeramente más amplio a los $700 dólares que costó el Bleach: $65,000 verdes. La leyenda dice que en el camino de Seattle a L.A. el grupo se quedó sin dinero y tuvieron que organizar al vapor un concierto en el pueblo donde estaban para conseguir gasolina. Sería la primera vez que tocarían un par de canciones llamadas “Smells Like Teen Spirit” y “Come As You Are”.

Ya en el estudio, la banda echaría toda la carne al asador. A diferencia de las sesiones del Bleach, esta vez tenían dinero, tenían tiempo y tenían canciones que habían estado trabajando casi un año. Las versiones que grabarían esta vez serían mucho más acabadas que las sesiones de Winsconsin de 1990, incluso con letras totalmente cambiadas. Y traían material Nuevo. Chris y Dave terminarían sus partes en un par de semanas, pero a Kurt le costó mucho trabajo, y en muchos de los temas, Butch terminó por mezclar diferentes fragmentos de las tomas para las versiones definitivas, ya que no hubo una sola que saliera completamente bien. Vig diría después que las grabaciones del Nevermind fueron particularmente complicadas con Kurt, quien podía hacer cosas majestuosas un día y tocar pura basura una semana. Luego se vinieron las mezclas. Tanto Butch como la banda no estaba satisfecha con el sonido, por lo que decidieron buscar ayuda externa para la mezcla. Geffen les dio luz verde para escoger y finalmente Kurt se decidió por el ingeniero de sonido Andy Wallace, quien ya había trabajado con Slayer. Slayer! Uno podría pensar que sería un sonido durísimo… seeeeeeee! También produciría el Memory’s Almost Full de Paul McCartney, el My December de Kelly Clarkson (Homero Simpson mode on: ohhhhhhhhhhhhh… Kelly Claaaaarkson…) o el Empire de Kasabian. La cuestión es que Wallace pulió y limpió lo más que pudo el sonido de Nirvana a través de filtros de sonido que daban mayor nitidez a la batería (que por cierto sonó millones de veces más potente y sofisticada que el Bleach… habemus bateristus!), y siendo más cauto con la tremenda cantidad de distorsión de la guitarra, haciendo el sonido de Nirvana bastante más accesible en cierta forma. Cobain quedaría furioso por el resultado, y diría que sonaban más como Motley Crüe que como una banda punk. Vince Neil casi lo demandaría por la comparación. Hoy vive casi de repetir esa frase. Finalmente, otra poderosa prueba de que este es más un disco Punk que Grunge es en el mismo título, o acaso no les suena el Never Mind The Bollocks???

El disco salió a la venta con un tiraje de 46,000 copias en USA y 35,000 en Inglaterra, pensando que sería una suerte si se vendían todas. Bueno, no Geffen esperaba para 1992 haber vendido 250,000 copias, mientras el grupo pensaba que sería una suerte si vendían más de 705 discos, es decir, más que el Bleach. Todos unieron esfuerzos, Geffen con una campaña publicitaria y lanzando “Smells Like Teen Spirit” como single unos días antes del lanzamiento del LP, el grupo con una minigira americana.

Diría Kevin Arnolds: “Y entonces, sucedió”. La alta demanda de la zona de Seattle hizo que el Nevermind debutara en buen lugar en las listas, en un decente sitio 144. Poco a poco comenzó a haber más demanda, extendiéndose como epidemia con epicentro en Washington mientras que el sencillo, “Smells Like Teen Spirit” iba también ganando terreno y abriendo paso. Se les ocurrió hacer un video, y aquí fue cuando el comerciante escuchó al burro y se lo llevó a la feria a cobrar a lo grande. MTV lanzaría el video de “Smells Like Teen Spirit” y de la noche a la mañana, tanto la canción como el disco se convirtieron en un trancazo enorme, tan enorme que Geffen tuvo que parar la producción de todo su catálogo que no se llamara “Nevermind” para poder dar abasto a la demanda. Para enero de 1992, llegaría al primer lugar, desbancando al Dangerous de Michael Jackson. “Smells Like Teen Spirit” era omnipresente en radio y televisión. Una nueva era empezaba.

El disco inicia precisamente con “Smells Like Teen Spirit”. Yo creo que, en serio, Kurt no tenía ni la más remota idea de lo que esta canción iba a causar. Así como los Sex Pistols no tenían idea que su música rudimentaria iba a cambiar el rumbo de todos los 80’s. La buena noticia es que es una canción potentísima, contagiosa, infecciosa, y con más sinceridad que la de todas las discografías de las bandas glameras de los 80’s juntas. Tiene uno de esos riffs cargados de dinamita que te hacen brincar te guste o no, con un efecto demoledor comparable solo con la descarga de adrenalina que puede provocar “Enter the Sandman” de Metallica. La canción es buena, rítmica, con ganchos, con subidas y bajones y funciona, de manera que no te la puedes sacar de la mente por más que quieras. La batería es demoledora, mientras que el bajo es profundo y suena magnifiscenmte cuando se queda prácticamente solo sosteniendo la canción. Lo de los cambios de ritmo se supone que es a propósito, ya que Kurt quería hacer expresamente una canción con subidas y bajadas por la impresión que le causaban los Pixies, tipo “Where Is My Mind”, con estos efectos en sus canciones. La verdad es que este efecto es gracias a Novoselic. Originalmente, de hecho, toda la canción era rápida como la intro, pero no funcionaba. Chris fue el que propuso que siguieran con la secuencia de tonos, pero le bajaran la intensidad para hacer los sube y bajas. Dave también colaboró en estos como vaivenes, bajando el beat, y por ello es la única del disco acreditada a los 3. Por otro lado, muchos se ha dicho que el riff inicial es sospechosamente idéntico a la secuencia de tonos de “Godzilla” de Blue Oyster Cult. Yo diría que Kurt en su vida había escuchado a Blue Oyster, pero tampoco meto la mano al fuego por su inocencia. Lo que sí es que la letra es nefastota. En primer lugar, no se entiende por la violencia con que Cobain escupe el coro y mastica los versos. En segunda, cuando uno las busca para leerlas y entenderlas, uno preferiría no haberlo hecho: “I feel stupid / and contagious / Here we are now / Entertain us / A mulatto / An albino / A mosquito / My libido…” Eso no es angustia existencial!!! Eso es aventar las primeras letras que se te ocurran estando más drogado que Lewis Carrol cuando escribió Alicia en El País de las Maravillas. Ni siquiera puedo decir que sea un grito con el que un adolescente con problemas de identidad y de autoestima se pueda identificar, a menos claro que también esté en Wonderland! Un Mulato? Un Mosquito??? WTF??? El que digan que se convirtió un himno generacional por su contenido lírico es ridículo. Entiendo que la potencia y la rabia de la canción sean contagiosos y que se te queden pegados y te hagan brincar y de alguna manera te “infecten” con su rabia y poder, pero eso es a causa de la música, no de la letra. Sobre le título, es otro de esas bromas de la historia. Resulta que Kurt estaba en casa de una amiga, Kathy Hanna, debrayando drogado sobre política, anarquía, música y demás. Kathy de pronto pintó en su pared “Smells Like Teen Spirit” y Kurt estaba tan ido que pensó que era una frase como de admiración a él por su pensamiento “elevado”. Lo que Kathy quería decir era literal: que Kurt olía a “Teen Spirit” un desodorante para adolescentes que usaba su novia en turno, Tobi Vail, y que le había dejado impregnado. Duh! Kurt no se enteraría de que escribió una canción sobre desodorantes hasta que ya era asquerosamente famoso. Flauta??? Burro??? Casualidad??? YA ME CREEN??? Como sea, no voy a decir que la canción es mala solo para vestirme de snob. La verdad es que me gusta, y después de “Herat Shaped Box”, me parece la canción más astuta de Nirvana. Como ya lo dije, es demoledora, brutal, con una fuerza que no tienen las canciones de Punk, sino más cercana a la potencia del Metal. Pero tampoco voy a decir que es una de las mejores canciones de la historia ni de los 90’s; desnuda las limitaciones de Kurt, aunque también su inteligencia para cubrir estas limitantes con ganchos suficientes. Los “hello, hello, hello how it long…” y los “Yeah!” con el consiguiente chillido de guitarra son simplemente geniales, pero el solo del 2:50 es rudimentario, y más que solo, es un espejo de la melodía vocal. En fin, buena rola, no lo niego, pero no me parece como para un himno generacional.

Sigue “In Bloom”, con otro gran trabajo de Grohl y los cambios de tiempos que ya habían funcionado. Los riffs son muy básicos, pero funcionan, empezando con una tremenda energía y luego pasando de nuevo a mantenerse a puro bajeo mientras Kurt canta, para irla llevando hacia arriba hasta que explota en el coro, que es también muy melódico y pegajoso. Dave hace una batería gigantesca, y se nota desde ya que es el mejor músico a millas a la redonda, capaz de levantar canciones que a lo mejor con Chad no hubieran tenido remedio. El solo es ácido y rudimentario, como una sierra eléctrica. Pero la melodía vocal es muy pegajosa. Si le quitan toda la parafernalia, la distorsión y la batería apocalíptica, hasta parece una canción pop, no? A lo mejor por eso el video, que es divertidísimo. Por cierto, la voz aquí suena con ese efecto raro debido a que Kurt sobrepone varias pistas en los coros. Originalmente Cobain no quería hacer esto y Dave iba a hacer las voces de fondo, pero tenía problemas con la afinación (no siempre fue cantante de los Foo Fighters). Butch terminó convenciendo a Kurt de sobreponer las pistas diciéndole que John Lennon lo había hecho infinidad de veces. La canción tiene una de las frases más inquietantes a retrospectiva: “And he likes to shoot his gun / But he knows not what it means…”

Después está “Come As You Are”. El riff es excelente, quizá el mejor que jamás hizo Nirvana. El efecto como acuático es por un pedal Electro-Harmonix Small Clone guitar chorus que usó Kurt en la grabación. El riff de guitarra está espejeado por el bajo, que le da bastante más profundidad. La batería es discreta hasta los puentes “memoria” donde logra elevar la intensidad con los juegos de platillos y los redobles casi marciales, para finalmente estallar en el coro, donde la obsesión de Kurt con las armas regresa: “And I swear that I don't have a gun” Luego un solo rudimentario, uno de los más largos de Kurt, aunque también basado en la melodía vocal (hasta Vig reconocería que Kurt sufría sobremanera con los requintos). Después del solo, por cierto, Kurt se adelantó por error en el la sesión de armonías, agregando por error la línea de la pistola en vez de “memoria” y decidieron dejar la falla, por lo que la palabra sale de fondo al 2:43 y para taparle el error, volvieron a repetirla ya para las últimas notas.

“Breed” es bastante más básica y violenta, con un riff de bajo que básicamente crea toda la canción mientras la guitarra desgarra con un fuzz bastante destructivo. Esta canción es bastante más sencilla y cruda, de esencia totalmente Punk. Más de una escuchada es imposible, y estuve tentado a marcarla en azul, pero ciertamente tiene una atmósfera sobrecogedora, más por lo colosal del bajo que por la guitarra caótica, pero hay algo ahí que asusta, y eso le da unos puntos a pesar de ser muy repetitiva.

Enseguida está “Lithium”, otra de las canciones destacadas, con un gran nivel de energía. El bajo descendente te captura desde el principio y es lo que hace funcionar la canción. Vocalmente Kurt suena impresionante, y logra meterle varios ganchos, como esos “Yeahhhhh yeah yeahhhhhh yeaaaaaaaaaaa YEAHHH!!” de los puentes que culminan en los “I'm not gonna crack”. De alguna forma estos como “coros” son bastante escalofriantes, como un reflejo de la auténtica esquizofrenia de Kurt. Además esta es de las canciones más complejas, con tres estructuras distintas y con secuencias de tonos medio raras, pero que sobrepasan por mucho el estándar de 3 tonos que usaba Kurt, señal de que tampoco era un zombie. Buena canción, un tanto escalofriante.

“Polly” es de las canciones más tranquilas de Nirvana. Una base casi acústica, muy sutil, un bajo discreto a partir de la segunda mitad y apenas unos platillazos de Dave de vez en cuando acompañan las voces dobladas de Kurt. La canción es bastante más melódica, con toques un poco más pop y más cercana al tipo de composiciones que Kurt realmente quería hacer, como “About A Girl”. Pero lo destacado ahora sí son las letras, que narran una historia real de una chica de 14 años de Washington, secuestrada y violada por un loco, y del cual logró escapar.

Después de esto el Nevermind se comienza a caer a pedazos. “Territorial Pissings” es una de las canciones más horribles de la historia. Al parecer Kurt se tomó en serio la filosofía Punk de “Entre más rápido se supone que más furioso”. El problema es que Kurt no es un Johnny Ramone ni Steve Jones. La canción termina siendo un dolor de cabeza al que los mismos taladros neumáticos le huyen despavoridos. Generalmente la adelanto. Uno se pregunta realmente porqué la banda hacía este tipo de basuras si tenía capacidad mostrada para más. Este tipo de rolas son las que le dan pésima reputación al trío… merecidamente.

“Drain You” Mejora un poco, volviendo a las canciones un poco más rítmicas en la primera parte, nuevamente con cierta influencia más pop disfrazada de punk. Es también uno de los tracks con más voces sobrepuestas, cosa que odiaba Kurt, pero Butch se las ingeniaba para convencerlo a doblar las voces, logrando ese aspecto agridulce que después usaría Alice In Chains. Lo mejor de la canción es ese puente apocalíptico a partir del 1:35, en el que bajo y batería van creando tensión mientras Cobain mete efectos psicóticos de su guitarra con feedback. Realmente impresionante. El puente va en un tremendo crescendo hasta terminar con un desgarrador grito y volver a la secuencia de los versos.

Después viene “Lounge Act”, con una de las líneas de bajo mas cool de Novoselic. Además de eso la canción no tiene mucho. Es ligeramente repetitiva y carece de los ganchos de Kurt que logran hacer geniales a las canciones. En el cambio de tono, la voz suena forzadísima y apenas llega. El bajo es bueno, pero por sí solo no logra hacer que la canción destaque demasiado.

Luego está “Stay Away”, que es una buena recomendación para esta canción. Aléjense. Corran. Los versos son pasables, pero los coros donde Kurt repite infinidad de veces el título son nefastos e insufribles, haciendo la canción repetitiva, cansadísima e imposible de escuchar. Kurt es buen vocal, alcanza registros muy altos y logra un efecto rasposo que pocos vocales pueden imitar… porqué echa a perder gritando como poseído y torturando a la gente con esos gritos? La canción apesta, y es imposible de escuchar.

“On A Plain” tenía cierto potencial, pero la ensuciaron mucho. La canción es algo rítmica y quizá si la hubieran hecho más acústica hubiera funcionado mejor. Pero así resulta un tanto plana y pierde esa melodicidad. No es realmente mala, pero la banda no es capaz de sacarle provecho a sus propias canciones y determinar cuándo bajarle de pelotas.

Afortunadamente no cometen el mismo error en “Something In The Way”, una canción lentísima y depresivísima, pero que dejaron con los tiempos e instrumentación adecuados. Sería la primera vez que trabajaran con chelos, y después los usarían para el unplugged. Aquí funcionan a la perfección y se ajustan a ese ambiente como fúnebre y oscuro de la rola. Es ligeramente repetitiva, pero tiene suficiente variantes como para que funcione. Quizá no la hubiera escogido yo como cierre ya que es demasiado lenta, pero la canción en sí no tiene nada malo y es de las que más me agradan.

En algunos discos, después un rato de terminada “Something In The Way”, aparece un track oculto llamado “Nameless Endless”, que realmente parece interminable, de mas de 6 minutos de tortura sin motivo alguno. Otro de los tracks que son puro ruido, distorsión, gritos y que dejan a Nirvana como un grupo de zombies que no tienen la menor consideración por la destrucción auditiva. Horrible. Este tipo de canciones deben ser de esas famosas usadas por la CIA para lobotimizar prisioneros. Si la tomamos en cuenta, debería bajarle otro punto al disco. Lo peor es que cuando parece que van a terminar, la “rola” vuelve a prender. Ah Gademe! Es el asesinato de una guitarra… No, incluso cuando Hendrix quemó su amada guitarra en Monterey, no hizo tanto ruido. Con cosas como esta uno no puede evitar sentir un profundo horror y una profunda pena por Kurt.

Y eso es todo. Un disco con canciones buenas, potentes, que lograron hacer bastante eco en los adolescentes angustiados que usaban camisas de franela y converse. La verdad es que hay canciones que sobresalen y que ciertamente lograron tener un gran impacto, no sólo por casualidad, no sólo porque el burro tocó la flauta, sino porque están bien construidas; sin ser progresivas tienen buenos ganchos, la banda las interpreta con bastante energía, tienen cierta melodicidad y en general funcionan muy bien. Pero hay dos o tres que realmente son un asco, que son puro ruido con feedback y no puedes hacer ese tipo de rolas en un trabajo serio. Y lo peor, la gente no puede considerar “serios” esos intentos de canciones.

No soy yo quien considera este un disco icónico. Es el público y la crítica. Para mi el álbum perdió mucho de su sentido a estas alturas y después de que el Grunge se acabó en medio de suicidios y sobredosis. No dudo que fue uno de los discos más influyentes de los 90’s, uno de los más vendidos y aclamados y que tuvo impacto para atrás con grupos alternativos que habían estado ocultos y hacia delante con bandas que apenas empezaban el Grunge… no le objeto su etiqueta de disco Icónico, pero creo que es el único al que le pongo esta etiqueta que no alcanza el 10 por más que busco razones para darle la calificación perfecta. De hecho, tomando en cuenta los tres bodrios marcados en azul, quizá me estoy viendo demasiado benevolente. El disco cambió la historia, cierto, pero fue tremendamente inflado por MTV y la industria discográfica, que vieron con él la oportunidad de hacer negocio con la angustia adolescente exactamente de la misma forma en que habían hecho dólares con el metal ochentero. Y esto no es culpa de Kurt. Después de todo, bien dijo LL, Kurt Cobain estuvo en el lugar correcto en el momento incorrecto. Esta es la más grande prueba.

En fin, me queda claro que el disco puede ser consistente y entretenido en la primera mitad. El Nevermind es en sí una cápsula depresiva, y no creo que muchos quieran pasar demasiado tiempo en ese estado de ánimo. Al menos no yo. Lo malo es que Kurt al parecer no logró salir, y oyendo este disco, uno puede darse una buena idea de qué fue lo que le pasó.

Por Corvan 

26/Oct/2010

Letras de El Traductor de Rock

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