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UMMAGUMMA (Pink Floyd, 1969)

Artista: Pink Floyd (B+)
Fecha de Grabación: Abr - May ‘69
Fecha de Lanzamiento: Octubre 25, 1969. UK
Discográfica: Harvest / EMI
Productor: Pink Floyd y Norman Smith
Calificación: 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: Progresivo (1968-???)

Subgénero: Art Rock/Live Album 

Mejor Canción: Careful With That Axe Eugene o Astronomy Domine.

Canciones: DISCO EN VIVO: 1) Astronomy Domine; 2) Careful With That Axe, Eugene; 3) Set The Controls For The Heart Of The Sun; 4) A Saucerful Of Secrets.

DISCO DE ESTUDIO: 5) Sysyphus Part One; 6) Sysyphus Part Two; 7) Sysyphus Part Three; 8) Sysyphus Part 4; 9) Grantchester Meadows; 10) Several Species Of Small Furry Animals Gathered Together In A Cave And Grooving With A Pict; 11) The Narrow Way Part One; 12) The Narrow Way Part Two; 13) The Narrow Way Part Three; 14) The Grand Vizier's Garden Party (Entrance); 15) The Grand Vizier's Garden Party (Entertainment); 16) The Grand Vizier's Garden Party (Exit)

Uf!!! Con este disco uno puede pasar casi tanto tiempo leyendo los títulos de las rolas y sus partes y subpartes como escuchando la misma música. Jajaja. Bueno, casi.

El Ummagumma es el día y la noche. El primer disco, en vivo, es casi perfecto. Es una prueba de la tremenda energía de la banda en vivo, y si logran transmitir ese especie de trip musical con las atmósferas hipnóticas enrarecidas, reproduciendo quien sabe como todos los efectos de sonido imaginables para 1969, creando tensiones y estallidos y básicamente, superando y con mucho las 3 versiones de estudio. Pero además presentan “Careful With That Axe Eugene”, una épica instrumental de más de 8 minutos cuya versión en estudio, que aparecerá sólo en el Relics, tampoco tendrá la potencia de esta impresionante entrega en vivo. En ese aspecto, el primer disco del Ummagumma es gigantesco, contrastando un poco con los sonidos más difusos que habían logrado en estudio.

El segundo disco es todo lo contrario. Muestra al Pink Floyd más extraviado, sin cabeza y sin ideas de toda su discografía. El segundo disco es un collage horroroso y soporífero, en el que la banda intenta parecer o sonar a vanguardia o a rock progresivo, o qué se yo, pero francamente el resultado es tristísimo y patético. La intención era hacer un disco “democrático”, ya que evidentemente nadie lograba surgir como líder desde la salida de Barret. Y en dicha democracia, cada miembro aportó un tema o suite de su composición donde su instrumento destaca: Wright el “Sysyphus”; Waters el collage de trinos silvestres “Grantchester Meadows” y el aún peor “Several Species etc, etc, etc, etc…” que parece un ensayo para las partes más desquiciadas del The Wall; Gilmour aporta los “Narrow Ways” que tienen los fragmentos más rescatables; y Mason con “The Grand Vizier's Garden Party”, que es casi peor que la parte de Roger, con baterías entrecortadas, flautas pastoriles, y melotrón, interpretados con la gracia que un baterista puede darle a dichos instrumentos. Horrible! Tan horrible que tengo la teoría de que pueden generar suicidios masivos.

Por ello me había tardado tanto en continuar con este disco. Resulta muy rara y chocante la manera en que una misma banda puede mostrar extremos TAN opuestos en un mismo trabajo. Por un lado, un sonido totalmente inspirado y que transmite toda la energía que eran capaces de crear en vivo. El primer álbum es la muestra de porqué Pink Floyd logró sobrevivir la salida de Barret, ya que sin duda se convirtieron en la banda astral por excelencia. El disco 1 demuestra que Floyd, a pesar de no tener mucha idea en estudio, sobrevivió gracias a su monumental presencia en escenario, y esta debe ser la mejor prueba en vivo de su época inicial. Si bien el Live in Pompeii tiene un nivel cercano, es un “en vivo” engañoso, ya que no hay público real. Y no es que aquí se escuchen las multitudes ovacionando o coreando, aun no se volvían una banda llena-estadios, pero se siente esa tensión de la gente, la intensidad, la emoción y sobre todo, la honestidad de los tímidos aplausos al final de las rolas. Uno puede casi ver el estado catártico y las caras estupefactas del público ante el impresionante acto astral de Floyd, y transportarse a lo que debieron ser muchas noches en el UFO Club. Además, “Careful With That Axe Eugene” es la prueba irrefutable de que eran capaces de crear genialidades cuando querían. En esta suite está el germen de obras tremendas posteriores: Atom Hearth Mother, Echoes, y Obscured by Cluods, de su etapa de transición. El problema es que no siempre querían (o podían) demostrar este nivel, y sin un liderazgo evidente, la mayoría de las veces daban vueltas en círculos, mordiéndose la cola a la deriva.

El segundo disco es prueba de ello. Quizá el peor disco de Pink Floyd como cuarteto clásico, apenas soportable, y a veces inescuchable. Tiene momentos, por supuesto, pero realmente son contados, y no logran ser lo suficientemente interesantes como para equilibrar el resto de basura. Esta es la cara perdida de un Floyd buscando llenar el hueco que dejó Syd Barret. Sólo que la locura de adeveras de Syd es mucho mejor que la locura fingida de los 4 restantes.

La parte en vivo se grabó en dos presentaciones. Una, la noche del 27 de Abril del ’69 en el Mother’s Club, y otra el 2 de Mayo en el Colegio de Comercio de Manchester. Originalmente el disco iba a tener “Interestellar Overdrive” del lado A y una versión extendida de la suite “Embryo”, que no llegó a editarse nunca en disco de estudio. A final de cuentas, sacaron “Embryo” y decidieron agregar composiciones de cada uno de los integrantes. Embryo terminaría siendo una obra mítica disponible sólo en bootlegs en vivo, y en cambio nos dejaron con un montón de relleno inservible. A final de cuentas, como vieron que se llenaba un disco entero con toda esa basura, decidieron que el disco sería doble, y agregaron más canciones en vivo para completar un LP, incluyendo la mencionada “Careful With That Axe Eugene”.

El título se supone que es parte de la jerga de Cambridge para referirse al sexo. Algo así como “Voy con mi chica por Ummagumma”. La portada es de las primeras joyas Pinkfloydescas. Es una escena con los 4 músicos afuera de una habitación, tomada desde dentro de la misma. En la pared hay un cuadro con la misma escena, pero los chicos intercambian posiciones, y a su vez, hay otro cuadro, y así, hasta que se completan 4 escenas y al final se ve la portada del Saucerful of Secrets. La portada sola del Umagumma tiene más ingenio y vale más por sí misma que el segundo álbum entero.

 

Primero tenemos una versión suprema de “Astronomy Domine”, que abre el disco en vivo. La rola guarda todas las características majestuosasde la versión de estudio, pero es todavía mejor. Sólo ellos saben cómo se las ingeniaron para reproducir el montón de efectos raros y psicodélicos de la original: la espectacular intro con la batería sonando como bombardeo de la Luftwaffe, la carga de eco sideral, los efectos de la guitarra, los riffs apocalípticos, los descensos agudísimos acompañados de la voz, las voces afectadas… Aquí es David quien impersona a Syd, no de manera tan terrorífica como la original, pero lo hace bien, con Rick haciendo segundas voces, pero además podemos oír a Roger por momentos susurrando las mismas letras, para un efecto realmente delicioso a tres voces (o dos y media, jaja). Mason suena bombástico, masacrando su batería, bajando los tiempos para dejar a Wright en un gran solo de teclado, al minuto 4, que va bajando de intensidad hasta convertirse en un susurro sin ningún otro instrumento, para luego volver a crecer y explotar al 6:20, cuando literalmente, escuchamos uno de esos momentos gloriosos de la música con los 4 Floyds haciendo 4 solos al mismo tiempo. En esta versión extendida, duplican el primer verso, la hacen más progresiva, pero sin perder sus tintes psicodélicos y astrales, siendo evidentemente, aún la carta más fuerte de Pink Floyd hasta esa fecha. El final es semejante al original, bajando el ritmo y la intensidad mientras llegan a la parte de “Icy waters, underground”, con la guitarra cargada de tremo. Impresionante. Debo decir que que me gusta bastante más que la versión en vivo del Pulse. El detalle, y sobre todo al final, es la voz, que definitivamente no es igual a la de Syd, pero no desencaja en absoluto. Al final, los aplausos nos recuerdan que esta maravilla estaba siendo ejecutada en vivo, y salimos de ese encantamiento de más de 8 minutos, y dan ganas de pararse y aplaudir también. Lo merecen.

Sigue “Careful With That Axe Eugene”, una versión en vivo de una canción inédicta hasta el momento. Es una joya de tensión experimental, conducida perfectamente a lo largo de casi 9 minutos. Es una especie de Jam por su estructura, pero da la sensación de que cada nota está perfectamente calculada, con esa cualidad Gilmouriana casi matemática. La canción inicia en un tiempo lento, hipnótico, con una improvisación de teclado, con ese sonido como egipcio y antiguo que le gustaba tanto a Rick por la época. Waters va haciendo un punteo rítmico octavando un tono, mientras suenan discretamente los platillos; por momentos estos instrumentos se difuminan y el teclado se va volviendo más etéreo, como angelical, o como canto de ballenas. Es un sueño, cálido, plácido, un paseo al cielo… Al minuto 3 parece haber más tensión, aceleran un poco, el crescendo es rápido y sin aviso, apenas un Waters susurrando amenazadoramente la única línea: “Careful With That Axe Eugene”, para inmediatamente, al 3:10 , lanzar un desgarrador grito que rompe la tensión y ordena a todos los demás a crear un clímax orgásmico, con Mason dándole la vuelta al a batería, Gilmour haciendo un solo cargado de fuzz y Rick manteniendo la línea, para después ponerse a improvisar debajo de la guitarra. Después, nuevamente, tenemos 4 solos al mismo tiempo, o intercalándose por momentos. Pasados los 6 minutos, ya han bajado algo la intensidad, y la canción vuelve a tomar base en los sonidos orientales de Wright. Vuelve el encantamiento, y a estas alturas uno está casi babeando. Al 7:10 la canción parece que se va, difuminándose, llevándonos a un delicioso estado letárgico, disolviéndose, a punto de morir, hasta que quedan únicamente los rides punteados. Los aplausos, nuevamente, nos traen de regreso a la realidad, terminando justo como la comenzaron. Qué viaje! Una de las mejores rolas de Floyd, sin duda alguna. Creo que es un claro ejemplo de que la música de Floyd, no toda, pero obras maestras como esta, pueden hacerte viajar, lejos, muy lejos, sin necesidad de meterte sustancia alguna. Una joya.

Después viene “Set The Controls For The Heart Of The Sun”, sutil, hipnótica, con ese aire remoto y febril que me encanta. Las versiones en vivo me encantan, y aunque me parece superior la de Pompeii, esta también es una mejora respecto a la de estudio. El tamboreo parece más salvaje, el crescendo menos controlado, y en general, con mucha mayor intensidad. Desde el minuto 3 empiezan a acelerar, y es impresionante como van aumentando la tensión, sobretodo los platillos, haciendo un truco con los contras para un efecto de gong, y que finalmente mantengan la explosión por tanto tiempo, hasta el 4:50. Increíble lo que hacen Nick y Rick en esta sección. Después la rola retoma un poco de calma, vuelve el mítico riff de bajo, y parece que la canción se va a apagar. Incluso el bajo calla, pero David se pone a juguetera con su guitarra y su caja de efectos para hacer un montón de ruidos raros durante un rato. El resto del grupo se va incorporando de a poco en la improvisación, vuelve la línea casi mántrica, la batería más discreta (es a mano limpia???), hasta que la canción misma se va extinguiendo, pasados los 9 minutos. Ni siquiera hay aplausos esta vez. Asé de imponente, jajaja.

El primer disco cierra con “A Saucerful Of Secrets”, y en esta canción, aparecen en la tapa sus cuatro fragementos: "Something Else", "Syncopated Pandemonium", "Storm Signal" y "Celestial Voices". Mantiene bastante parecido respecto a la versión de estudio, incluso en la duración, ya que en otras versiones se llegaban a extender hasta 20 minutos. En fin, la canción mantiene esa aura bizarra y enrarecida de la original, sobre todo la primea parte. Mi favorita es el Pandemonio Sincopado, con el magnífico trabajo de Nick en el cuasi solo de su vida. La canción suena más viva, menos maniática y más real, por decirlo de algún modo. Destaca la forma en que David reproduce los efectos rarísimos que aparecen en la original. En “Storm Signal” Rick hace ese teclado casi eclesiástico y va guiando el crescendo hasta el gran final de antología en la última parte, con David haciendo coros y dudando ligeramente al entrar. Jeje, me encanta esa pequeña imperfección en medio de tanta perfección. Esta vez si hay aplausos. Ovación. Silbidos.

 

El segundo disco no sale tan bien librado.

Inicia con “Sysyphus” parte I, II y III, que corresponde a la aportación de Rick. “Sysyphus Part I” es rimbombante y parece una entrada del César después de doblegar a los celtas, muy solemne y majestuosa y con un tamboreo magnífico. “Sysyphus Part II” es una improvisación a piano intentando sonar.. no sé, a Bach? Beethoven? No dudo de la capacidad de Wright, pero aquí está faroleando improvisando música clásica. Empieza bien, pero después de un rato uno se da cuenta de que no lleva dirección alguna y va ahí nomás a la deriva a ver qué sale, sobre todo después de los 2 minutos. A partir de ahí, yo podría tocar más eficazmente. Vendado. Y de espaldas al piano. Y quizá borracho. Sigue “Sysyphus Part III”. Acribillando el teclado, con la guitarra de Gilmour chillando (la está matando! Literalmente!!!) y Mason pegándole a lo loco a sus platillos. Eso no es música, que alguien se apiade de ellos! No, de nosotros! El cierre es “Sysyphus Part IV”  una especie de rola ambiental, con un sintetizador muy aterciopelado, y sonidos raros, como un collage. Se oyen trinos de pájaros, niños, (una vaca???), agua corriendo, un gato… WTF??? No quedó claro con “Revolution #9” que estas cosas Avant garde no sirven para nada??? Ni siquiera se puede decir que sea una track relax, porque cuando uno ya está cabeceando y haciendo bizcos, un estrepitoso teclado te saca el susto de la vida al 3:15. Forward!!!! 

La primera aportación de Roger es “Grantchester Meadows”, con una intro de trinos de pajarillos que se extiende un minuto, hasta que entra Roger con su guitarra. Es una agradable balada, suave, soleada, fresca. Tampoco es un "Whish You Were Here", no es demasiado memorable, pero es como una bocanada de aire fresco. El problema es que se extiende mucho, los trinos no dejan de sonar, y de repente suenan más cosas al fondo, ladridos, aleteos...

“Several Species Of Small Furry Animals Gathered Together In A Cave And Grooving With A Pict” es un collage tan horroroso como su nombre, que hizo Waters con diferentes técnicas de manipulación de voz. En realidad es un preámbulo a lo que en 2010 sonarían los Minions en “Despicable Me”. Aunque posiblemente los Minions tendrían más sentido musical. Horrible, y además dura casi 5 minutos. Ni siquiera lo intente, por su salud mental. Pase a la siguiente rola.

“The Narrow Way” partes I, II y III son las de David, lo más decente de por aquí. “The Narrow WayPart I” es un tema acústico, muy folk, con algunos slides de fondo. Nada del otro mundo, pero al menos se agradece que sea música. “The Narrow Way Part II” es más bizarra, con un riff oscuro y distorsionad que se repite sin cesar, mientras David hace cualquier cantidad de efectos cómicos con su guitarra, recordándome los efectos “Espaciales” de las películas de los sesentas. Lástima que lo contagiaron los demás. Next! “The Narrow WayPart III” es lo único destacable de este disco. La única canción en forma, con letra y todo. Muy tranquila en un inicio, un buen arreglo de teclado, un bajo slide, y una melodía tan hermosa como angustiante. Destaca sobre todo la sección instrumental a partir del minuto 4, en el que Gilmour hace una impresionante labor de guitarra, manteniendo ese espíritu cósmico, pero esta vez de manera inteligente.

“The Grand Vizier's Garden Party” es la parte de Nick Mason. La “Entrance” no sé qué tenga que ver con su instrumento. Es un fragmento de flauta tocada con la misma gracia con la que yo lo hacía en primero de secundaria. Casi al azar. Y luego un largo redoble. Como si fuera un chiste. La sección “Entertainment” es serio candidato al pedazo más horrible del disco. Lo único peor que un baterista haciendo un solo de 7 minutos, es un baterista haciendo un collage con todos los sonidos imaginables de batería de 7 minutos. Cuando llega la parte en que los sonidos se entrecortan realmente me desquicio. Es unos de los tracks más asfixiantes que he escuchado en mi vida, y es a lo que me refiero cuando digo que hay tracks que pueden inducir al suicidio colectivo. Forward! El cierre "Exit" es una mezcla de líneas pastoriles de flautas por 40 segundos. Y ya, se acaba la tortura.

 

Uff!! Acabamos el disco. Realmente es una tortura china escuchar el Segundo álbum completo, y me es imposible oírlo sin terminar con un dolor de cabeza como si me hubieran puesto un taladro neumático en cada oreja. De 12 temas, solo uno destaca realmente. Así de apestoso es este segundo disco. Y lo peor es que se lo tomaron muy en serio. Al menos en Zappa hay un cinismo y un sentido del humor que lo hacen enorme.

Aún así, tengo al Ummagumma en alta estima. Si sacara un promedio de ambos discos, tendría que darle un 6 (10 por el primer album y 1.5 por el segundo + .5 por la genial portada), pero la verdad la parte en vivo es tan gigantesca que me vale lo que mi crítico objetivo interno pueda decir del segundo disco. Por eso le doy un 8.

Si no lo has escuchado… que diablos esperas!!!!! Ve corriendo a tu tienda de discos más cercana, compra el Ummagumma y llega al cielo con el primer disco a todo volumen y a oscuras. La energía y la vibra de Pink Floyd en vivo es inigualable. Después puedes descender al infierno con el segundo, o simplemente puedes jugar al freesbee con él y con tu perro… es lo más sano. De lo contrario, corres el reisgo de terminar como Syd Barret.

No digas que no te lo advertí.

 

 

Por Corvan 

11/Feb/2011

 

Letras de El Traductor de Rock

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