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CLICS MODERNOS (Charly García, 1983)

Artista: Charly García (B)

Fecha de Grabación: Durante el año 1983, en los estudios A Electric Lady en NY.

Fecha de Publicación: 5 de Noviembre de 1983.

Discográfica: SG Records.

Productor: Charly García y Joe Blaney.

Calificación: 10 (MUST HAVE)

Era: Rock en Ñ Clásico

Subgénero: 80´s Rock en Ñ Clásico.

Mejor Canción: Los Dinosaurios. Muy cerca No Soy un Extraño

Canciones: 1) Nos Siguen Pegando Abajo (pecado mortal); 2) No Soy un Extraño; 3) Dos Cero Uno (Transas); 4) Nuevos Trapos; 5) Bancate ese Defecto; 6) No Me Dejan Salir; 7) Los Dinosaurios; 8) Plateado sobre Plateado (Huellas sobre el mar); 9) Ojos de Videotape.

           

Los 80’s para muchos, fueron los años más oscuros del Rock, por lo menos si lo tomamos comercialmente hablando del lado anglosajón. Muchos de los artistas que venían brillando en los 70’s, en los 80’s tendrían por distintos motivos que adaptarse a los nuevos sonidos que se venían dando. Es así que los grandes referentes que no estaban muertos en vida, vivos murieron por culpa del mercado musical. En ésta década tenemos muchos fiascos musicales de viejos referentes como Dylan, Pink Floyd, Genesis, Black Sabbath, The Who, Rolling Stones, Yes… Vamos, no voy a ser tan malo! Alguno pudo haber tenido incluso algún buen trabajo, pero nunca volverían a sus momentos de gloria. Hay alguien que se salve??? Incluso en Argentina, Spinetta sacaría en los 80’s discos flojos. Hay algún artista de Rock de antaño que se salve de esa maldita enfermedad que fue la sobrexplotación de los clichés comerciales de esa década??? Bueno señores, Charly García fue una excepción a la regla; no creo que la única pero fue una excepción tan grande que tendría que ocurrir en un país del tercer mundo.

Claro, en la Argentina si bien el mercado discográfico existía, no a gran escala, ya sabemos que quien rompería las barreras fronterizas sería Soda Stereo años más tarde. Tampoco necesitaba de producciones sobreexigentes, es por esto que el cambio comercial al New Wave no se dio en la música tan pronto como en otras partes, porque ni si quiera se podría pensar en escuchar rock inglés por el conflicto bélico con Inglaterra de Malvinas, que generó entre otras cosas que no se permitiera pasar en las radios música cantada en Inglés. Es así que la Argentina se le excluyó el Punk, se le excluyó el New Wave, y los pocos artistas de Rock que se quedaron en el país, de pronto fueron promovidos por las radios para enfatizar un supuesto nacionalismo, cuando paradójicamente eran los que más atacaban al gobierno de facto. Con el fin de la dictadura, el horizonte cultural se abrió de una forma increíble  El caso es que el cambio musical tendría que ser drástico. Si bien los primeros discos de New Wave que llegaron a la Argentina nos podrían mostrar algo como algunas cosas de The Police, que bien Cerati pudo sacarle jugo, o los primeros discos de Virus, que ya estaban en la calle pero nadie los entendía, la música de los 80s en la Argentina se inaugura definitivamente con Clics Modernos.

Pero no todo es alegría y baile, la verdad es que el disco sale en un momento clave de la Historia del País, en el que se vivía una transición de poder político entre la última dictadura militar y un panorama democrático que era realmente inminente. Esto generó que a años posteriores del 83 se reconocieran la atrocidades que cometió la dictadura, que no se informaba por ningún lado y que Charly justamente denuncia en este disco en forma metafórica. La realidad es que con el tiempo se empezarían a reconocer la censura, desapariciones, muertes y robos de bebés cometidos en esa época por la cúpula militar. Es increíble como la sociedad se quería divertir luego de la Dictadura, y al mismo tiempo tenían este panorama desolador delante de ellos. García refleja esta mirada en el disco de forma casi desprevenida, creando así uno de los tantos conceptos críticos que se pueden encontrar en Clics Modernos: la frivolidad que provoca el libertinaje VS la cruel verdad revelada en libertad.

En cuanto a lo musical, lo interesante de todo esto es que a diferencia de muchos artistas tanto de Inglaterra como de USA, Charly no decidió ver el New Wave como un peso del mercado en el que tendría que adaptarse, sino que visióno estar delante de el. Es así que su modelo de sonido se moldeó con lo mejorcito de la época que ofrecía Estados Unidos, por lo menos en su parte mainstream. Las influencias que recogió son más afines al Funk que a los grupos one hit wonders (aunque el mismo Charly no desmintiera su admiración por Men At Work). Prince  sería una gran influencia en Charly, pero también algunos mitos underground de la época como Tom Waits.

No tendré miedo en decir que para mi este fue uno de los mejores trabajos de los ochentas. Es más, a veces creo que fue el mejor, tal vez en mi ranking personal está entre los 5 mejores trabajos de esa década; no por ser nacionalista, sino que en mi opinión el New Wave de Argentina gozó de una calidad muy superior a la de USA por el simple hecho de que la casi ausencia de mercado afectó en esto a la arquitectura de producción de sus discos, siendo estos más artesanales que los del país del norte. Clics Modernos es gran culpable de esto, porque marcó un standard de calidad para los grupos nuevos, uniendo sin querer la brecha progresiva-new wave que separaba a dos generaciones. La verdad me cuesta encontrar otro disco que haya afectado tanto en ese sentido salido de un personaje popular en el lado Estadounidense en los 80’s. Si lo pienso mas profundo, tal vez Thriller, pero  justamente causando un efecto contrario, ya que la calidad e ideal del disco dispara eso: si uno germinó Madonnas o Bananaramas el otro ayudó a que salieran del cascarón los Soda Stereo o Fito Páez, y  en todo caso, el efecto fue el mismo cuando un músico rompe con todos los esquemas establecidos del mercado, pero en otro país y contexto cultural.

La idea surgió como una oposición al estancamiento musical que estaba teniendo el mercado Argentino. Está claro que los tiempos de protesta habían cambiado, ya no estaríamos en dictadura, entramos de pronto en democracia y eran tiempos entonces en que la gente podía bailar y divertirse. Charly sabía que el Rock no se tenía que excluir de esto para ser al mismo tiempo el lado creativo y rebelde de la cultura joven, aquélla que fue tan reprimida en tiempos de dictadura. Esto también provocaría otro gran quiebre en su público, hacer un disco “bailable” sería traicionar a su público de toda la vida, confrontarlo de tal manera que lo acusen de “venderse” al mainstream yanqui; ósea de esa música nueva que tan poco compleja era supuestamente. Es así que hasta cambió su estética, Charly ya no era más aquel Hippie protestón de pelo largo, sino un músico intelectual de pelo corto que sabia usar máquinas de ritmo y manejarse solitario en un estudio.

El disco fue grabado en Estados Unidos, precisamente en el estudio A Electric Lady en Nueva York, el mítico estudio de Jimi Hendrix. Las primeras maquetas se dieron con un estudio de 16 canales que se armó Charly en el Hotel, junto a Pedro Aznar. Cuenta la leyenda que Charly fue a comprar instrumentos nuevos y llenó un carro de Supermercado con secuenciadores y máquinas de ritmos. En el hotel se acomodó un poco, fue al estudio y pidió por favor “The Best”, a lo que el encargado del estudio, sorprendido por este desconocido, le preguntó si era millonario. Charly le mostró el dinero y luego ya estaban tomando un café eligiendo al productor del disco.

En todo caso  García le aporta calidad al género. Es así que los músicos que lo acompañaron fueron de los mejores que podría conseguir en USA. Por un lado tenemos en el Bajo a su viejo amigo de Serú Giran, Pedro Aznar, unos de  los mejores bajistas Argentinos que en ese momento estaba entre sus estudios en Berklee y la banda de Jazz del Guitarrista  Pat Metheny. En Guitarra Charly convocó a Larry Carlton, músico de Jazz y sesionista que grabó en muchos discos importantes de la época. A García le atrajo el hecho de que hubiera grabado con Joni Mitchel, otra de sus influencias. El resto del grupo son sesionistas de estudio, y si bien hay baterías grabadas, Charly brilla por cómo se maneja con la máquina de ritmos.

El resultado por más que se vea simple desde lejos, es realmente complejo si se lo analiza de forma minuciosa. Podemos ver cadencias poco habituales en el Rock, progresiones de acordes bastante complejas (un lindo ejemplo es No Soy un Extraño), alguna influencia clásica que todavía estaba, el aporte Jazzero de Aznar y Carlton,  y un aire que mezcla tanto el baile y la melancolía en sus letras que definen muy bien a Charly y al panorama Argentino de la época.

El gran acierto de García definitivamente es que el objetivo no era mostrar que esta nueva música era solo de baile (por más que sus dos singles sean los más bailables del disco), sino que el Rock en su forma progresiva y épica había terminado. Eran otros tiempos y la música se llevaba más desde la idea individual y de un todo musical que aportara al Rock desde afuera y no solo una forma de hacerlo. A partir de este momento ningún grupo tendría miedo de sumar aportes de géneros externos al Rock por tener miedo de ser acusados de ser “comerciales”, ya que Charly con este disco les demostró a todos que se podían hacer cosas bastantes complejas partiendo desde una máquina de ritmos, y al mismo tiempo mantener los ideales, razón por lo cual sus letras no se desvanecen en lo más mínimo. En Los Dinosaurios tendría una de las más memorables, pero en todo el disco sigue disparando sus ideales anti cúpula militar.

La frutilla del postre tal vez sea la tapa del disco con aquel urbanismo que notamos a este Charly de pelo corto, solo en la calle,  en blanco y negro, entre la suburbia nocturna y pinturas de aerosol, dando un mensaje directo desde donde vendrían los nuevos tiempos modernos, que serían bailables o no,  pero que se manejarían desde la noche, en donde volverían las reuniones y fiestas con sus nuevos puntos de encuentro culturales y un ambiente que en Argentina recién estaba naciendo.

Esto le vino como anillo al dedo a una generación que necesitaba de un referente enorme para que terminara de explotar. Entre estos años saldrían discos bisagras en los 80’s del Rock Argentino: para el ‘83  Virus lanzaría Agujero Interior, el disco que les daría la masividad total en el país; Los Abuelos de la Nada el mismo mes lanzarían Besos y Vasos, clave en su discografía; producidos por Charly, Los Twist lanzarían su mítico La Dicha en movimiento; el Año 84 sería el renacer definitivo del movimiento con los primeros discos de Soda Stereo, Fito Páez, Los Redondos, Sueter, Los Violadores , GIT, entre otros. Todo este aluvión causado en gran parte por tener de referente de un nuevo Rock y un Charly  que “traicionó” a su viejo público para poder unirlo con el nuevo.

El disco empieza con Nos Siguen Pegando Abajo (Pecado Mortal), uno de los Hits del disco, con un minimalista riff de guitarra, que se entrelaza perfectamente con la máquina de ritmos que logra un protagonista superior al el slap del bajo entre otros efectos electrónicos que suman a todo el contenido del track. El verso, suena bastante Punk a pesar de ser un tema bailable, mientras que cerca del minuto 1:30 arrancaría el segundo verso, con el tarareo de Charly y los coros  de fondo. Lo genial tal vez sea como Charly en un track bailable, mezcla una letra políticamente muy cargada sobre la actualidad de la vida porteña post dictadura, en el que según la letra, actos de represión seguían y seguirán existiendo a pesar de haberse acabado la dictadura. Y así va contando situaciones propias de la dictadura: “Yo estaba en un club, no había casi luz, la puerta de salida tenía un farolito azul, el se desmayó delante de mi, no fueron las pastillas fueron los hombres de gris”. Esta entre las grandes oraciones del track, y describe justamente la represión que ejercían en dictadura estos “Hombres de Gris”.

Continua lo que para mi es tal vez uno de los mejores temas del disco No Soy un Extraño en el que la máquina de ritmos y los sintetizadores, con una progresión realmente extraña de pocos acordes, nos envuelve en una especie de proto-tango-electrónico-punk, en el que también se escuchan algunas guitarras bluseras de fondo. La letra es otro relato post dictadura: “los carceleros de la humanidad no me atraparán, dos veces con la misma red.” Ésta se plantea más un desafío ante los mismos ex dictadores, más que una situación cotidiana, como casi siempre lo ha planteado Charly. Tal vez a lo largo de su discografía está un poco olvidado este track en cuestión de popularidad, aunque por mi parte creo que es uno de sus grandes temas como solista. Tiene una versión tan buena como la de estudio en su versión  acústica del MTV Unplugged.

Sigue Dos Cero Uno (Transas), un track un poco más alegre y lento al mismo tiempo, en el que un riff de piano constante, le responde al Slap del bajo, y en el que la máquina de ritmo esta vez se encarga de reproducir una constante percusión. La letra es otra genialidad de Charly, esta vez le responde a sus fanáticos,  parodiándose a si mismo, a aquéllos que lo van a acusar de venderse cuando salga el disco: “El se cansó de hacer canciones de protestas y se vendió a Fiorucci” haciendo alusión a “venderse”, o letras como  “No se alquiló un guardaespaldas negro, no era Lennon ni Rucci” o poniéndose en la espalda de dos famosos mártires recientemente fallecidos (para el resto de los lectores Latinoamericanos del a Caverna, Rucci fue un dirigente sindical asesinado en Argentina por cuestiones dudosas).

Continúa Nuevos Trapos, tal vez  el que más encaja el concepto sonoro del disco, desde la máquina de ritmos y su bombo característico de la época, los sintetizadores de fondo, el slap del bajo, y su verso constante y oscuro con las pequeñas intervenciones del piano que son claves. La letra es otra crítica a la Argentina post dictadura. La frase que más influye es su estribillo “Y mientras todo el mundo sigue bailando se ven dos pibes que aún siguen buscando, encontrarse por primera vez.” Una de las grandes frases de García, en el que resume la situación en la que plantea el concepto del disco y la hipocresía de la sociedad, que mientras pueden estar bailando frívolamente cuando al mismo tiempo, en el mismo país, había gente desparecida y que nunca pudo justamente “encontrarse” por primera vez.

El siguiente track es otra joya un poco más suave y entretenida, Bancate Ese Defecto, con una forma parecida a la de Dos Cero Uno, tanto musicalmente como líricamente, con ese alegre riff de piano y una percusión de máquina de ritmos. La letra es una mezcla entre crítica a la cúpula militar “Están pasando demasiadas cosas raras para que todo pueda seguir tan normal, desconfío de tu cara de informado y de tu instinto de supervivencia”, y una parodia de los standard de belleza de la clase alta “Y yo te digo Eh! bancate ese defecto, no es culpa tuya si la nariz no hace juego en tu cara.“ Esta bipolaridad de temática es porque Charly medio habla un poco de su propia historia en la canción… tuvo un defecto físico que lo hace distinguir entre los demás: su Bigote Bicolor.

Continua No me Dejan Salir, otro de los más conocidos del disco, muy parecido al primer track, en su carácter bailable. Este tema fue el punto de referencia de Charly a la cultura nocturna bailable que estaba surgiendo. Paradójicamente en esta canción tiene la batería más “natural” de todo el disco. El bajo y los acordes acaparan todo el track con el pequeño sample Funk. Un tema festivo que paradójicamente nos refriega en la cara la hipocresía que marcaba el anterior tema, aquella frivolidad en el baile, mientras que la letra describe un estado de sitio y situación de encarcelamiento muy típica del gobierno de facto.

Sigue la balada melancólica Los Dinosaurios, con un riff de piano tremendo de Charly, en que se viste, tal vez por última vez, de aquel Hippie que fue en Serú Girán. Sin dudas la canción mas descriptiva de los últimos años de dictadura y un himno absoluto de aquella Argentina del año 77 al 83, aquella en la que cualquier persona podría desaparecer, por ser chupada por los militares, el desgarrador relato de Charly con este:

“Los amigos del barrio pueden desaparecer

los cantores de radio pueden desaparecer

los que están en los diarios pueden desaparecer

la persona que amas puede desaparecer.

Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire

los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.

Los amigos del barrio pueden desaparecer,

pero los dinosaurios van a desaparecer.”

Es realmente demoledor. Tengo que confesar que cada vez que la escucho se me hace un gran nudo en la garganta, transportándome un poco a ese sin sabor de la época. Increíblemente, según Charly, no quiso referirse a los militares, sino al sentimiento de “Perder algo” y que ya no esté. Sin embargo, luego de terminarla se dio cuenta que tal vez su subconsciente lo traicionó, y dejó en esta canción uno de los mejores tracks no solo del disco sino de toda la historia del Rock cantado en Español.

El siguiente track es Plateado sobre Plateado (Huellas sobre el Mar), otro track bien New Wave, con aquel bombo característico de los años 80 y un bajo constante y casi monótono. Charly esta vez relata bajo su sintetizador, un pequeño homenaje a uno de los grandes olvidados de la Dictadura militar: Los Exiliados del País, que se fueron por justamente porque “ya no aguantaron más” y dejaron “Huellas en el mar” porque había “Sangre en nuestro Hogar”. Musicalmente por lo monótono es tal vez el peorcito del disco pero sigue teniendo un gran contenido artesanal en sus letras, como la mayoría de los tracks.

El disco termina con otra balada hermosa, Ojos de Videotape, quien arranca con un suave  riff de piano, dejando cierto final de disco desolador y melancólico, haciéndonos  preguntar realmente si este es un disco Bailable o para pensar… “No ves que el mundo gira al revés, mientras miras esos ojos de videotape. Este mundo exclamará por siempre la película que ví una vez y este mundo te dirá por siempre que es mejor mirar a la pared.” Otra inyección letal de melancolía, esta vez hacia los medios de comunicación y el conformismo de la gente con el mismo. Musicalmente tiene una influencia claramente New Wave, con la lenta máquina de ritmos combinada con el bajo y oscuros sintetizadores que le dan pie a la luminosidad del piano. Sobre el final todo es luz con el solo de sintetizadores y guitarras.

 

En fin un disco indispensable para el Rock Latino, y bisagra en cuestiones internas. Sirve realmente para conocer qué clase de monstruo fue  Charly García en los 80’s. Con este disco y su siguiente trabajo, Piano Bar, se envolvería en los pasajes nocturnos de la época, siendo una extraña antena que captaba todo lo que pasaba en el país, y lo describe entre la sinceridad, la metáfora, y la parodia, de forma que al igual que cualquier Tango, uno no sabe si bailar o ponerse a llorar. En todo caso un Must Have sin duda alguna.

 

Por Homer

20/Nov/2014

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