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WAITING FOR THE SUN (The Doors, 1968) 

Artista: The Doors (B+)
Fecha de Grabación: Feb - May 1968
Fecha de Lanzamiento: Jul 11, 1968 USA
Discográfica: Elektra
Productor: Paul Rotchild
Calificación: 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: La Psicodelia (1966-1969)

Subgénero: Acid Rock

Mejor Canción: Not To Touch The Earth o Five To One

Canciones: 1) Hello I Love You; 2) Love Street; 3) Not To Touch The Earth; 4) Summer's Almost Gone; 5) Wintertime Love; 6) The Unknown Soldier; 7) Spanish Caravan; 8 ) My Wild Love; 9) We Could Be So Good Together; 10) Yes The River Knows; 11) Five To One.

 

Una terrible decepción respecto a los trabajos anteriores. Ahhhhhh… (léase en tono de público con aire de desencanto). La banda misma confesó que el fracaso (musical, irónicamente este LP fue el mayor éxito de ventas en su carrera) de este disco se debió al “Síndrome del Tercer Disco”. No sé si ya lo había comentado en La Caverna, pero lo explico: Generalmente las bandas tocan juntas un buen tiempo, escriben bastante material con el que empiezan a destacar en vivo, los descubre algún productor, firman con una disquera y echan toda la carne al asador en los dos primeros discos, grabando en ellos todas las canciones buenas de cuando tenían que sudar la gota gorda para sobrevivir en bares de mala muerte. Eventualmente esas bandas logran éxito, los críticos los reconocen, los fans también, el primer disco es una gran sorpresa y un trancazo y de repente son grandes celebridades y están en medio de exhaustivas giras mundiales. Para aprovechar el éxito se meten lo más pronto posible a grabar un segundo material, se cuenta con presupuesto más holgado y generalmente quedan bastantes canciones que habían escrito antes de tener éxito, y el segundo LP es también un suceso. Y al momento de grabar el tercero están secos. Se acabó la magia! Entre giras y presiones por igualar lo logrado, sacan una reverenda porquería, o al menos una notable decepción a lo que la gente esperaba. Les suena? Oasis… Coldplay… entre otros. Hay que reconocer que el hecho de colocar dos buenos álbumes ya es un gran mérito… si consideramos que a la mayoría de las bandas, si bien les va, apenas llegan a “One Hit Wonders”. Y de quienes sufren ese “Síndrome del Tercer Disco”, algunos se recuperan (Oasis) y otros nunca lo hacen (Coldplay). El “Third Factor Album” es una realidad, no siempre pasa ni es una regla, pero existe. Y le pasó a los Doors.

Cierto. Aquí los Doors se bajan del tren de la perfecta oscuridad psicodélica de los primeros dos discos y se detienen a oler las flores del pop. Quizá el LP no debería llamarse “Waiting for the Sun” sino “We Found It!”. Cuando lo escuché la primera vez me aburrió enormidades. Definitivamente me ha ido gustando mucho más con el paso del tiempo, pero de alguna manera no me termino de recuperar de esa primera impresión y me parece el más débil de los 6 discos de estudio con Jim vivo. Incluso pensé en darle un 7 o 7.5, pero a pesar de que tiene algunas de las melodías más débiles de todo el repertorio de los Doors, hay bastantes atenuantes. El primero es que originalmente el álbum iba a contener la suite “The Celebration of the Lizard”, una suite épica de la que hay tomas de más de 18 minutos, la cual originalmente iba a llenar una cara entera del acetato. El plan era muy ambicioso, pero nunca quedaron contentos con el resultado y se terminó descartando la idea, dejando sólo el fragmento “Not To Touch The Earth” por lo que se vieron obligados a completar el tiempo con auténtico relleno bastante olvidable. El segundo es que, aunque es el disco con más relleno de todo el catálogo de Los Doors, también tiene canciones enormísimas que se han vuelto clásicos y que alcanzan a rescatar el disco, por lo que darle un 7 quedaría corto. Y tercero, porque una canción de chafa de los Doors sería una buena canción promedio en la mayoría de las bandas… pongamos por ejemplo, Jefferson Airplane de quien analizaremos pronto el “Surrealistic Pillow”, en el cual podrían haber entrado exitosamente esas rolas que suenan sosas para los estándares que nos hemos hecho de Morrison y compañía. Finalmente, aunque no es pretexto, a estas alturas Jim estaba totalmente desbocado con su adicción al alcohol y las drogas, y durante la grabación de este disco se dio ese episodio en que prácticamente destruyó la sala de grabación en una madrugada de borrachera y casi le cuesta una demanda.

Entonces el Waiting For The Sun es un disco más complaciente, más suave, en el que mucho del carácter oscuro-salvaje y típico de la banda se desvanece para dar lugar a baladas melancólicas, pero carentes de oscuridad. Lo bueno es que en cuanto Jim se acuerda de que es el Rey Lagarto, las canciones retoman un gran nivel.

 

El disco empieza con “Hello I Love You”. Esta canción fue incluida cuando decidieron dejar fuera “Celebration of the Lizard” y es una de las primeras composiciones de la banda que fueron grabadas en un demo de 1965. Esta es una excelente rola que resulta un tanto engañosa como abridora del álbum, ya que hace que se eleven las expectativas, pero que a la vez da nota que se tratara de un trabajo más pop. En fin, este es un clásico absoluto de la banda y donde se nota la frescura de las primeras rolas. El inicio de batería es muy básico, pero cualquiera puede identificar que se trata de esta canción con esa gran entrada de Densmore. El riff de Robbie es excelente, cargándole a su guitarra un fuzz psicodélico y brillante, mientras Ray hace arreglos de fondo con efectos como de clavicordio, ligeramente más ácidos por el delay. Jim por su parte luce magnífico, con esa gran voz y rabia que lo caracterizan como uno de los mejores cantantes de la historia. Al 1:14 la banda se detiene por completo y la guitarra hace un par de slides para un veloz puente. La canción es tremenda y perfecta. El único par de peros que puedo poner es que es insultantemente corta, apenas por encima de los 2 minutos. Y segundo, que sin duda está “basada” en All the Day and All of the Night” de los Kinks, llevando una armonía prácticamente idéntica. Pero después hasta Black Sabbath se “basaría” en algunas rolas de los Doors, jeje.

Viene después “Love Street” que a mi punto de vista es una balada encantadora, muy simple, con un poema que había escrito Jim por los días en que conoció a Pamela. Sin embargo la canción es ligeramente inferior al catálogo de los Doors. Aunque la melodía es débil, destacan los arreglos de piano de Ray, que siempre luce creativo y sorprende. Kriegger se pasa la rola haciendo arañitas muy lindas sin sobresalir mucho. Jim tampoco hace mucho esfuerzo, aunque no lo requiere realmente la rola. En la parte media hace un fragmento más recitado que cantado y ya hacia el final suena muy gracioso cantando Lalála Laralalá… Insisto, la canción no es mala realmente, me gusta, pero suena muy lejana a lo que estamos acostumbrados de estos tipos.

Después está “Not To Touch The Earth” que es otra rolota de este disco. Este fue el fragmento que quedó de la suite “celebration Of the Lizard” que por cierto aparece en el disco “Absolutely Live”. Este es el mejor momento de dicha suite, una marcha mística, con una guitarra hipnótica y un teclado agridulce que van dando una sensación de caos durante los versos. Los coros dan una cierta sensación de cordura, y me encanta ese momento al 2:05 cuando después de un coro callan todos durante varios segundos y cuando menos te lo esperas, regresan todos a un tiempo de manera espectacular. La canción se va acelerando hacia el final hasta convertirse en un asalto a los sentidos en una de las rarezas más grandiosas de los Doors. Además, por supuesto, es la canción de la que Jim tomaría el mote de “Lizard King”, como él mismo se autoproclama al final.

Luego está "Summer's Almost Gone", una balada muy rara, psicodélica, con un excelente trabajo de wha por parte de Robbie, que da un toque fantasmal y muy nostálgico a toda la canción. Por lo demás, Jim canta un poco desganado, sin esforzarse y sin elevar la voz en ningún momento. El piano esta vez es algo jazzero, triste y sobrio, pero Ray hace además  un órgano que se encarga de dar las notas psicodélicas  y agregar el colorido que contrasta con el resto del tono instrumental. Buena a secas.  

“Wintertime Love”, una balada totalmente innecesaria, donde hasta Ray suena repetido, sacando trucos que no sorprenden. La voz medio adormilada de Jim contagia su pereza. Y la melodía es muy popera, sin rastro de esa escuridad psicodélica que amamos… Un relleno, un vil relleno. Pero después de todo, estos tipos también eran humanos. La buena noticia es que dura menos de dos minutos. Por qué no mejor extendieron “Hello, Love You”? POR QUÉ????

La sexta canción es “Unknown Soldier” con la que recuperan el buen nivel y nuestro interés. Se trata de un himno antibélico de muy buena manufactura, un tanto impresionista, agregando incluso una imitación de un escuadrón de fusilamiento en la parte media. La canción va siempre creciendo, aumentando su intensidad con esa deliciosa manera en que los Doors se convirtieron en los mejores creadores de tensión musical del universo. Al final Jim se vuelve loco gritando a todo pulmón “It’s All Over, War it’s oveeeeeer” de manera casi infecciosa y que por supuesto es una tomada de pelo, pero suena endemoniadamente bien. Otra idea que después Lennon tomaría para “basar” una de sus canciones. Por cierto que Jim era absolutamente anti-war y esta fue de sus primeras posturas musicales al respecto. No recuerdo exactamente qué hizo para librarse de presentar el servicio, creo que se hizo pasar por loco, que no debió costarle mucho trabajo…

Después llega “Spanish Caravan”. La verdad yo siempre creí que al inicio tocaba algún otro guitarrista, pero no, se trata del mismo Robbie mostrándonos su crecimiento como guitarrista. Aquí utiliza un sin fin de trucos, desde el arpegio flamenco, brillantísimas escalas circulares, pedales con distorsión psicodélica… Quizá la melodía no es espectacular y la entrega vocal de Jim es desganada, pero el simple trabajo de guitarra hace de esta una canción espectacular.

Enseguida está “My Wild Love” que no sé si se deba llamar canción o no. Más bien es un como mantra chamánico que pone de manifiesto la obsesión de Jim con los indios norteamericanos a raíz del accidente de auto que presenció de chico. Pero de nuevo, no entiendo como este cántico sin sentido alguno más que el de llenar espacio puede durar un minuto más que “Hello, Love You”.

“We Could Be So Good Together” tiene una regular melodía y efectos. Me gusta particularmente la batería y la ambientación medio circense por momentos, además de un solo decente de guitarra. El problema es la letra. Mata de repetitiva e idiota. Qué pasó con el Jim de poesía oscura y críptica? Al final uno no tiene más remedio que preguntarse con cinismo… Cómo se llamó la canción?

Después está “Yes The River Knows”. Cuando leí en el libro “Nadie Sale Vivo de Aquí” (que por cierto saca el título de una frase de Five To One) de Jerry Hopkins no me podía siquiera acordar de la canción cuando describió el significado de la letra, que tampoco es muy memorable. Los arreglos de piano son cutes, muy barrocos, pero la verdad, estas baladas cursilonas no es lo que mejor se les da a la banda. Y les aseguro de que a 10 minutos de haberla escuchado, ustedes mismos serán incapaces de tararearla.

El disco cierra con la soberbia “Five To One” que recupera la potencia que parecía perdida en esta banda. Un riff a cual más de simple, apenas dos tonos, pero qué manera de conjugarlos, con una violencia enorme. Quizá la canción más amenazante que la banda hizo, con Robbie llevando la rola con ese majestuoso riff y un solo hacia el final en el que el resto de los instrumentos calla por completo, logrando un impacto emocional brutal. La letra se discutía si era una referencia de Nietzsche, pero la verdad es que es un dato que leyó Jim sobre la guerra de Vietnam, en el que por cada 5 soldados Vietnamitas había 1 gringo, por lo que, de manera más velada, este es otro manifiesto político y con este dato la frase “No One here gets out alive” cobra más sentido y crudeza. Un cierre oscuro, en el que se acuerdan de cómo rockear y en el que Jim se acaba su garganta de manera espectacular hacia el final.

 

Como ya dije, es quizá la entrega más débil y comercial del grupo, pero aún así pasa por buenos momentos. Muchos críticos lo hacen trizas, y en parte tienen razón. Sin embargo es un disco con ALTIBAJOS, en el que los altos son muy altos para cualquier banda promedio y los bajos son en realidad canciones medianas para cualquier otra banda de categoría C oD, por lo que no hay porqué exagerar poniéndole un 6 o 7 de calificación ni rasgarnos las vestiduras al escucharlo. Lo malo es que los Doors nos habían acostumbrado a discazos fuera de este mundo, y este no lo es. Se puede disfrutar sin menor problema, o bien pueden saltarse las rolas en azul y asunto resuelto.

Ya para acabar… han notado que el disco se titula “Waiting For The Sun” y dicha canción no aparece aquí sino en el Morrison Hotel? Cosas de la vida. 

Por Corvan

15/Jul/2009

 

 

Letras de El Traductor De Rock

 

 

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