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YOU COULD HAVE IT SO MUCH BETTER (Franz Ferdinand, 2005)

Artista: Franz Ferdinand (D)
Fecha de Grabación: May – Jul ‘05
Fecha de Lanzamiento: 3 de octubre del 2005, UK
Discográfica: Domino
Productor: Rich Costey 
Calificación: 
9

 

Era: Indie (2001-???)

Subgénero: Indie Rock (2001-???)

Mejor Canción: Eleanor Put Your Boots On! De cerca, Walk Away.

Canciones: 1) The Fallen; 2) Do You Want To; 3) This Boy; 4) Walk Away; 5) Evil And a Heathen; 6) You're The Reason I'm Leaving; 7) Eleanor Put Your Boots On; 8) Well That Was Easy; 9) What You Meant; 10) I'm Your Villain; 11) You Could Have It So Much Better; 12) Fade Together; 13) Outsiders.

Tras el tremendo trancazo que tuvo su disco debut epónimo del 2004, Franz Ferdinand se convirtió es una de las bandas con más visibilidad y la expectación que causó la espera de su segundo disco fue enorme. Con la explosión Indie del 2004, el segundo disco del Archiduque era quizá el más esperado del 2005. Esto tal vez es lo que provocó que cuando finalmente fuera lanzado, el  You Could Have It So Much Better (o YCHISMB, como lo mencionaremos en adelante), fuera uno de los discos con reacciones más encontradas en su recibimiento. En general, casi a todos les gusta, al menos en un nivel aceptable. Pero la polémica viene en que para muchos es la obra cumbre (hasta el momento) de Franz Ferdinand, superando en creatividad, madurez, refinamiento, y acabados a su predecesor. Para otros, fue un ligero retroceso, y lo criticaron por ser más comercial y carecer de la magia y espontaneidad del disco debut. Otros simplemente dijeron que la banda no había evolucionado en absoluto, que era un disco cero innovador y el mismo sonido de un año atrás.

Lo cual demuestra que difícilmente se les puede dar gusto a todos, aunque casi todo mundo coincida que ambos álbumes tienen un nivel más o menos parejo. Yo soy de los que opina que la banda ganó un poco en sonido con este segundo disco, logrando una mayor madurez en los sonidos perfeccionando la creación de riffs, la complejidad de canciones pasando mas allá del típico verso-coro-seccióninstrumentalbailable-verso-coro del primer disco, y se animaron a expandir sus sonidos con un par de maravillosas baladas, sin perder el punch y la potencia de las demás rolas. Hay más profundidad en las letras, que sin volverse filosóficas precisamente, comienzan al menos a salir de los temitas bailables para impresionar chicas. Los instrumentos también mejoran, alternando las guitarras y creando capas más complejas en la música. Alex Kapranos declararía que en este disco hubo 3 guitarras, ya que Paul Thompson, baterista del grupo, se agregaría como tercer guitarra. Difícilmente es identificable si hay 2 o 3 liras por la potencia de la guitarra líder, pero se notan sin duda más texturas, mayor presencia del piano o teclados, y las líneas de bajo también cobran un mayor protagonismo. En sí, me parece un disco bastante equilibrado en el nivel de las rolas como en la participación activa y creativa de cada integrante. Kapranos por su parte luce más seguro, dominando por completo su voz y derrochando más carisma.

La producción también es mejor, al contar con bastante más presupuesto. Los instrumentos suenan diferenciados y tremendamente claros, con lo cual logran una mayor potencia y a la vez un sonido más sofisticado que en el debut. El problema quizá es que no hay algo parecido a un “Take Me Out”. Tal vez lo más cercano a ello sea “Walk Away”, pero en lugar de lanzar esta rola como primer sencillo, lanzaron “Do You Want To”, que aunque me gusta hasta cierto punto, entiendo perfectamente a quienes la consideran una de las rolas más idiotas del universo por su letra y por el riff simple y repetitivo.

El disco originalmente iba a autotitularse, igual que el Primero. Kapranos tenía la idea de que todos sus discos se llamaran igual a la banda y sólo fuesen distinguibles por las portadas, algo parecido a los primeros discos de Led Zeppelin. Cuando el disco estaba cercano a su lanzamiento, los chicos cambiaron de opinión y decidieron ponerle un título distinto, quizá convencidos por la disquera del riesgo de no nombrar su segundo álbum. Originalmente lo titularon Outsiders, igual que el último track. Una noche de borrachera se les ocurrió que “You Could Have It So Much Better”, nombre del decimoprimer corte, hubiera sonado más cool. A la mañana siguiente lo comentaron a uno de los ejecutivos, y para su sorpresa, el disco aún no comenzaba su impresión, por lo que se pudo corregir el titulo. La portada es un diseño basado en una foto que Alexander Rodchenko hizo en 1924 a la musa rusa Lilya Brik.

El disco abre con “The Fallen”, con un ritmazo a cargo de la impresionante sección rítmica. El riff inicial es delicioso, con una guitarra produciendo feedback, luego la otra haciendo una vuelta del primer riff, al que se le suman después el entusiasmo de bajo batería. Las guitarras se entretejen en esa crujiente intro, y para el :30 ya tenemos el riff base de la canción, juguetón y muy bailable, con una batería disco sementera y un bajo marcado y profundo liderando. Alex comienza con líneas espectaculares, y desde ya se nota más contenido lírico al hacerse preguntas como “What's wrong with a little destruction?” u otras como “Well who gives a damn about the profits of Tesco?”. La banda se muestra más crítica e incisiva, y aunque no lo han confirmado, se dice que tiene referencias a la tercera venida de Cristo y a que preferiría estar con la clase baja, “Los caídos” que con las corrompidas cúpulas religiosas. En el estribillo tenemos unos curiosísimos coros en falsetto que me recuerdan a Blur para después irse con otra línea incendiaria: “Well the… Fallen are the virtuous among us, Walk among us, Never judge us”.Al 2:20 tenemos un fragmento can puros “lalalás”, tras el cual la canción queda colgada solamente de la batería de manera magistral, demostrando que la banda ha madurado y sabe utilizar mejor sus recursos. El final es explosivo, con un conato de requinto oxidado y el resto de la banda haciendo un verdadero desmadre. Una canción explosiva y un muy buen arranque.

Luego está la polémica “Do You Want To”. Para algunos viene siendo el equivalente a “Take Me Out” del debut. Básicamente conserva la misma atmósfera cool y festiva, y una intro muy distinta al resto de la canción, que nos va metiendo en ritmo poco a poco con la potencia del riff central. La cuestión es que difícilmente se puede considerar del mismo nivel. Líricamente es una de las canciones más estúpidas jamás escritas en el universo. La pudo escribir un chavito puberto calenturoso, pero difícilmente se puede creer que venga de la misma pluma del tipo que logra las imágenes Beatlescas de “Eleanor Put Your Boots On”. No sólo suena ridícula, sino que dudo que ninguna chica pueda “caer” con letras como ésta. Lo peor es que Kapranos luce totalmente convencido de que la chica es la suertuda… Por otro lado las guitarras son muy simples. El sonido crujiente de ambas es adorable sin volverse pesado, pero francamente las líneas que hacen son sencillas y sin mucho grado de dificultad. Aquí hay que seguir al bajo de Bob Hardy, siempre llevando la canción a cuestas y cimentando el riff principal, además de cuadrarse por momentos con la batería de Paul Thompson para un ambiente muy retro, muy disco, fresco y divertido. Si quitamos la letra y que el estribillo es ciertamente repetitivo, la canción es divertida. Al final los apagones y crescendos lucen espectaculares, pero sí, ciertamente no es uno de los puntos más fuertes del disco y ésta es quizá la mayor razón que tienen los detractores del disco.

Luego viene “This Boy”. No; no es la de los Beatles. Es un rocker machacón, con un buen riff de guitarra, pero una línea vocal muy acentuada. La canción desde el principio parece ir a toda velocidad, con la batería más rápida del disco. La voz también luce urgente y hacia el final esos acelerones dan una atmósfera un tanto psicótica y enrarecida a la rola. Lo mejor es cuando al 1:35 Kapranos se queda sólo con la sección rítmica cantando por unos momentos. Un poco demasiado cargada a mi gusto, y demasiado espídica.

Afortunadamente está “Walk Away”, con un riff inicial asesino y pegajosísimo, no carente de cierta oscuridad adictiva. Pero en los versos se suavizan un poco, no es precisamente una balada, pero el guitarreo se vuelve mucho más acústico y sedoso, con guitarras slides al fondo (aquí si se notan las tres guitarras). Panderos, armonías vocales muy dulces detrás de la voz de Alex. Al 1:05 hacen un puente que quiebra esa suavidad, con Kapranos marcando el título de la rola mientras Hardy remata con dos notas de bajo entre línea y línea, para luego regresar todos con el coro, rítmico, pero con la guitarra líder haciendo un riff agudo y serpenteante. Luego vuelven con la intro y vuelven a bajar la intensidad. Los cambios de ritmo se agradecen, aunque la canción no se vuelve pesada y densa en ningún momento, ni es demasiado rápida. Al 2:25 vuelven al truco de los Lalalás mientras McCarthy hace un discreto requinto. El cierre es gradual, con la voz una octava más baja acompañada únicamente por acordes cristalinos que se van diluyendo. La combinación de recursos es formidable. Sin ser un rocker ni una balada, mantienen un buen ritmo con suficientes cambios, además de mucho cuidado en las texturas. Las letras son buenas, un adiós sin caer en el eterno cliché, con líneas como “I love the sound of you walking away, you walking away”. Los 4 versos de la outro también son maravillosos, y no puedo evitar sonreír de oreja a oreja cada que los oigo por el cinismo de Kapranos. Se supone que es una de esas de doble filo y está también dedicada al asesino del archiduque austriaco Francisco Fernando, que precipitó el estallido de la Primera Guerra Mundial. Si no estuviera la hermosísima “Eleanor”, esta sería mi canción favorita del disco… y de la banda.

Enseguida llega “Evil And a Heathen”, con un ritmo casi Punk, marcado, oscuro y violento. El bajo va guiando a los demás instrumentos e incluso por momentos se queda de nuevo sosteniendo toda la rola. Las guitarras son rápidas y agresivas, muy básicas, aunque de repente alguna se desprende para hacer un intento de solo. El tempo es vertiginoso. Buena canción, sin ser destacada.

Después está “You're The Reason I'm Leaving”, con cierto aire gótico y de un riff también muy simple. Esta vez los teclados hacen una escala descendente con tonos medio psicodélicos que funcionan muy bien. La batería va desaforada, pero Kapranos se las ingenia para hacer buenas melodías y uno de los coros más pegajosos del disco, con las guitarras explotando y creando un gran efecto, además de que el resto de la banda le contesta al unísono “Leave me alone” cada que repite el título. Incluso hay un muy bien solo al 1:30. la letra es más compleja de lo que parece. Al parecer va dedicada al entonces primer ministro inglés, Tony Blair, con algunas referencias ocultas en la letra, como la dirección de la casa del primer ministro.

Después viene LA joya, "Eleanor Put Your Boots On". Sí; soy un cursi, y qué. No me importa todo lo que hayan criticado a Franz Ferdinand por copiar el estilo Beatle. De hecho, no sé qué tanto valgan la pena esas comparaciones. Es decir, esta preciosa canción es TAN Beatlesca como “Wonderwall”. O como “Anarchy in the UK”, vamos. La verdad es que no se les puede acusar de plagio, sino que lograron una de las candidatas a la canción más bonita del universo universal. Las armonías vocales son preciosas, delicadas, con un Alex cantando en una tesitura suave y casi tierna que hasta ahora le desconocíamos. El guitarreo acústico también es aterciopelado y contribuye a formar esa atmósfera de ensueño. Pianos aún más delicados, un teclado de viento, Kapranos duplicándose para un efecto ligeramente desfasado, el guitarreo muy melódico… Todo contribuye para que la canción sea perfecta. Hay momentos excepcionales, como al 1:48, cuando bajan aún más la intensidad y prácticamente todos los instrumentos se desvanecen para dejar el riff de piano en una octava más aguda y la voz cantando dulcemente “I Could be there when you land”. También resultan fascinantes los puentes en que el bajo hace un arreglo juguetón al :50 para luego hacer un breves acelerones, con el solo de teclado de viento. Líricamente es una canción de amor que se sale totalmente del cliché, narrando un día perfecto y con líneas memorables como ese “Puedo estar ahí cuando aterrices”, que a veces me hace un nudo en la garganta. Muchos consideraron “Eleanor” como una referencia directa a la canción de McCartney, sin embargo está dedicada a la novia de Kapranos, Eleanor Friedberger, vocalista de las Fiery Furnaces. Una verdadera joyita, y que da muestra de la evolución de Franz Ferdinand como compositores respecto a su debut. Desgraciadamente el Archiduque no tiene muchas otras como ésta. Como sea, es la mejor canción del disco, de la banda y si me dejan arriesgarme, una de las mejores de los 00’s.

Regresamos con los beats a la velocidad luz con “Well That Was Easy”, una canción suicida con todo y codeína. Los cambios de mood donde el narrador de repente disco que está bien y todo fue fácil, y luego pide que lo maten, van de la mano con los cambios de ritmo en los que los versos esta vez son los rápidos y los estribillos llevan la misma melodía pero con un ritmo más pausado y rítmico. Hablando de codeína, han notado el montón de referencias a las drogas que trae el disco? Cocaína en “This Boy”, MDMA en “What You Meant”, Valium en “Outsiders” y codeína aquí.

Sigue precisamente “What You Meant”, otro de los puntos Fuertes con una variedad exquista de riffs y cambios de ritmo. El primero es apocalíptico, y parece que la banda quiere comerse el mundo con ela poderosa guitarra y el tecladito juguetón de fondo. Al :16 termina la intro y comienzan los versos, con una guitarra haciendo rapidísimos arpegios semicoutry y otra elaborando un riff con power chords. Al :35 hay un nuevo cambio con ese “But I juuuuust doooooooon't knoooow” que precede la explosión del estribillo con el título de la canción y un nuevo riff, potente, pero más luminoso y juguetón que el de inicio. Lo curioso es que logran darle una tremenda unidad a toda la canción a pesar de que tiene al menos 4 o 5 partes distinguibles y muchos, muchísimos cambios y ahí es donde radica la genialidad de esta pieza, que a mi gusto es también de los puntos fuertes del disco.

“I'm Your Villain” es otra de las de buen nivel en el cierre de disco. Aquí el bajo es el protagonista absoluto, con un volumen que te hace brincar de tu asiento y un efecto más profundo y oscuro de lo normal. En realidad la línea de bajo es simple, casi un tono, pero lleva un ritmazo y hace una octava al final que le da ese Twist malévolo que va muy bien con el título de la rola. La intro es colosal, y ahí también se discute Paul Thompson con la batería. Las guitarras son también muy buenas, haciendo arreglos y riffs, pero sin duda dejando que la sección rítmica se luzca más, sin saturar la canción. Es hasta el coro al 1:20 cuando las guitarras tienen más presencia y la rola se destrampa, o en el quiebre instrumental al 2:48, donde la guitarra cargada de fuzz hace un riff descendente muy bueno con el que cerrará la canción a toda máquina con todo y requinto. La letra también es excelente, con versos cargados de sarcasmo y crítica como “But serious… You're so serious, Like a waiter Hating the rich, But taking their tips”. Una muy buena canción, que me parece un tanto menospreciada dentro del catálogo de estos escoceses.

Enseguida está “You Could Have It So Much Better”, una canción ácida y nuevamente con ciertas reminicensias Punk con la velocidad y simplicidad de su estructura. Las guitarras suenan ácidas y tormentosas, difuminándose durante los versos, pero apareciendo cataclísmicas en los puentes y coros. Los coros son tóxicos, simples, pero pegajososo con esos “get up, get up, get up, get up” que se adhieren como malaguas.Kapranos luce cínico en las letras, haciendo su propia versión de “Satisfaction” con líneas como “Now there's some grinning goon on my TV screen, Telling us all that it's alright because she wears this and he said that, And if you get some of these it'll all be alright, Yeah, if you get some of these it'll all be alright”.

Continuamos con “Fade Together”, otra baladita supercute, siguiendo el tenor de “Eleanor”. El piano lleva el arreglo principal, delicado, melancólico. La canción tiene una atmósfera más agridulce, pero igualmente hermosa. La guitarra haciendo un arreglo discreto y cristalino, con los remates de la mano deslizándose sonando en las cuerdas metálicas (Cómo adoro ese sonido, que rara vez se puede editar de los discos, jeje). La letra es otra declaración de amor, esta vez un poco más cursi, con amor eterno desvaneciéndose juntos y toda la cosa. Pero funciona, no al nivel de “Eleanor”, pero la canción es cute, y es otra muestra de que la banda PUEDE intentar otro tipo de composiciones. Además es otro respiro al vertiginoso álbum.

Finalmente tenemos “Outsiders”, una canción hiper retro con aires dance desde el principio. El bajo se echa la canción a cuestas con una tremenda línea que recuerda un poco “Girls & Boys”, ese otro tributo retro de Blur. Hasta la voz de Kapranos suena afectada, con mucha carga de eco, como si estuviera cantando directo en el estudio 51. la rola tiene un aura supercool. Los sintetizadores también aportan con esa aura chic y sofisticada y hacen un solo al 2:50, muy etéreo. Qué es eso al 3:40, una armónica con efectos? Looks like! Sin duda es la canción más rara y experimental del disco, con un ritmazo y un aura extraña, a la vez comercial y bailable y a la vez experimental y con un algo demasiado extraño y fuera de lo común. Excelente cierre.

Gran disco, esta vez más largo que el debut. Insisto en que yo me quedo en esta segunda entrega, donde la banda suena más madura, equilibrada, con mejores letras, sonidos más sofisticados con la inclusión de pianos y sintetizadores. Alex domina más su voz e intenta otras tesituras además de la de padrote-que-se-va-a-comer-a-esa-chica… todo funciona, y de gran manera, evolucionando respecto al debut, pero sin desligarse del todo de esa raíz Indie-pop-retro-pegajosísimo, lo cual consolidó a Franz Ferdinand como una de las bandas líderes de esa explosión Indie a mitad de la década. Un disco absolutamente recomendable y que sin duda marcó época.

Por Corvan 

10/May/2011

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