top of page

USE YOUR ILLUSION II (Guns N' Roses, 1991)

Artista: Guns N’ Roses (D+)

Fecha de Grabación: Ene ’90 – Mar ‘91

Fecha de Lanzamiento: 17 de Septiembre de 1991, USA

Discográfica: Geffen

Productor: Mike Clink & Guns N’ Roses

Calificación: 9.5 (DISCO ICÓNICO, MUST HAVE)

Era: Hard Rock (1968-???)

Subgénero: Hard Rock  

Mejor Canción: Estranged, So Fine, Knockin’ on Heaven’s Door, o Civil War… usted escoja.

Canciones: 1) Civil War; 2) 14 Years; 3) Yesterdays; 4) Knockin' on Heaven's Door; 5) Get in the Ring; 6) Shotgun Blues; 7) Breakdown; 8) Pretty Tied Up; 9) Locomotive; 10) So Fine; 11) Estranged; 12) You Could Be Mine; 13) Don't Cry" (Alternate lyrics); 14) My World.

 

El Use Your Illusion II se lanzó el mismo día que el Use Your Illusion II, la media noche del 17 de Septiembre, siendo uno de los discos más esperados, ya que nadie había considerado el Lies como un disco en serio. El formato fue rarísimo ya que eran dos discos, pero no un doble, sino dos álbumes vendidos de forma independiente. Una movida arriesgadísima que pudo acabar mal, ya que las expectativas que habían creado con el Appetite hacían suponer que derrocarían al Thriller de Michael Jackson en ventas. Pero supermercados como Wallmart se negaron a venderlo por el posible contenido violento y obsceno (Pero porqué, si Guns tan bien portados, si ni habían ocasionado un motín en San Luis y Alemania!!!). Con todo, se vendió medio millón de copias de ambos discos en apenas 2 horas. A la larga, el II vendería ligeramente más que el I, ya que, a pesar de que el I tuvo los singles más sonados con “November Rain” y “Don’t Cry”, el II está mucho más balanceado y la calidad en general de lar olas es superior.

Esto debido en parte a que mucho del material del I fue escrito antes y durante el Appetite for Destruction. En el II vienen rolas que habían escrito más recientemente y se sienten más modernas, más detalladas, lejanas ya de los aires ochenteros.

A inicios de 1990 comenzaron a planear un nuevo disco y a ensayarlo. El Lies no puede ser tomado seriamente como LP por lo ya mencionado en la reseña, así que tenían la enorme presión de hacer una tremenda continuación para el Apettite for Destruction. Axl vio la opción de incorporar nuevos sonidos, expandirse más allá del Hard Rock con el que los identificaban, incluyendo influencias clásicas, dándole una sensación más épica, canciones más largas, solos estremecedores. La banda logró reunir una gran cantidad de material, incluyendo algunos temas que no habían alcanzado a entrar en los discos previos por estar aún incompletos. En total les alcanzaba para 2 o 3 discos, así que se decidieron por arriesgarse con uno doble, considerando que estaban inspirados y el material era bueno. Muy bueno.

Pero no todo era miel sobre hojuelas. Durante la grabación de “Civil War” el resto de la banda se dio cuenta de que Steven Adler estaba totalmente tronado por la heroína. Difícilmente podía llevar el ritmo y se equivocaba constantemente con las baquetas, forzando a más de 30 tomas. No sólo elevaba el costo de producción, sino que el riesgo mayor era cuando intentara tocarla en vivo. Poco antes, se había lastimado la mano para un concierto y fue reemplazado brevemente por Fred Coury, baterista de Cinderella. Axl y Slash coincidieron que un baterista con raíces de metal les daba una potencia increíble. Según ellos, hablaron con Steve para que se sometiera a rehabilitación y recuperara ese swing que sonaba tan bien en el Apettite, pero Steven se negó y ahí se gestó la salida de Adler. Se hizo oficial el 11 de Julio, y fue sustituido con Matt Sorum, quien ya había tocado con The Cult. Además, decidieron incorporar oficialmente a Dizzy Reed como tecladista de la banda, ya que hasta el momento sólo había sido tratado como sesionista y músico de soporte en vivo. Gn’R quedó conformado como sexteto.

La banda se muestra a tope y hace un brutal despliegue de energía sin necesidad de sonar como Neanderthales adrenalínicos con guitarra eléctrica. En vez de ello, logran transmitir el enojo, la furia y actitud Punk con una instrumentación impecable, cargada de adrenalina y técnica que recuerda más al Hard Rock de los 70’s que al Glam de los 80’s. Y esa es quizá la mayor virtud de esta segunda parte. No necesitan ir a toda velocidad y a toda distorsión para sonar mejor. De hecho, aquí le bajan algo a la intensidad y hay más rolas en medio tiempo. El disco I me parece el chico Bully fanfarroneando y amenazando con patearte el trasero. El II son 14 puñetazos directos al rostro, es decir, dejan la palabrería y la pose para meter esa actitud pateatraseros en las rolas.

Instrumentalmente son magníficos los dos, pero en el II las rolas están más cuidadas, son ligeramente más complejas. Mientras en el I hay rolas que son puro riff y guitarras machacando, aquí siempre hay manejo de tensión, varios riffs en cada rola, solos espectaculares. En “Civil War” escuchamos por última vez a Steven Adler en la batería, el resto es interpretado por Matt Sorum, que suena más potente y sin duda mete más punch con los fills y redobles, siempre preciso y adaptado totalmente al mood que necesitaba la banda. Duff McKagan no brilla, sobre todo porque el bajo suena con poco volumen (supongo que para lucimiento de guitarras y batería), pero si lo siguen, hace muy buen papel, raramente puntea y en general hace sus propios riffs de firma efectiva y creativa. Izzy está menospreciadísimo como guitarrista, quizá porque le tocó estar al lado de Slash, pero aquí Stradin se muestra gigante como guitarra rítmica, con Power Chords, riffs, arreglos a lo largo y ancho de la rola que le dejan la mesa puesta a Slash para que luzca. Izzy hace labor de sacrificio, pero sin él muchas rolas se vendrían abajo, y vocalmente sigue en un gran nivel, con un tiple no muy lejano al de Axl, pero sin sus excesos. Uno se pregunta que habría sido de la banda si hubieran corrido a Axl y hubieran seguido ellos. Ah si, ya recuerdo, Velvet Revolver… Dizzy Reed también tiene una buena labor al piano, tiene un estilo más boogie, no es un tecladista prog ni la banda se presta para que haga solos rimbombantes, pero sus arreglos siempre ayudan a vestir y terminar las rolas. Slash suena brutal. Estaba en su mejor momento y reescuchando a fondo entiendo porqué está tan sobreestimado. Y es que realmente en esa época, su estilo y técnica opacaban a cualquier otro guitarrista del momento, aunque el que MTV diga que sólo está por debajo de Hendrix me parece exagerado. Lo más maravilloso de Slash es que sus solos suenan emocionales, no simplemente una metralla de notas. Están muy cuidados, cierto, pero no se nota un guitarrista frío y matemático, sino uno más tendiente al blues, que se prende fuego a sí mismo a través de la guitarra. Y Axl… que bueno, nos guste o no, le da un sello y una actitud muy particular a Guns N’ Roses. Las letras al menos se sienten más maduras y este es su disco más crítico con “Get On the Ring”, “Civil War” y el cover de Dylan “Knockin’ On Heaven’s Door”.

El disco arranca con “Civil War”, la última rola de Guns con Adler en la batería. Es Axl el que tartamudea e inicia con los versos “What we've got here is failure to Communicate”? Todo funciona en esta canción, y desde la entrada se nota una banda más madura, más pausada y más comprometida. Una rola llena de ganchos, con una formidable y meticulosa creación de tensión, crescendos, cambios de ritmo. Los ganchos comienzan desde el mítico silbido que da un aire desolador. Arpegios nostálgicos con tonos armónicos tintineando. Al profundo bajeo de Duff. Esta es quizá la mejor letra de Axl Rose en su vida: “Look at your young men fighting, Look at your women crying, Look at your young men dying, The way they've always done before”. Alguien hizo su tarea y escuchó a Bob Dylan? La verdad es que el tono durísimo y acusador no le pide nada a “Masters of War”. Después de la segunda estrofa viene un par de Power Chords que te tumban del asiento y viene el estribillo mucho más potente, con las guitarras distorsionadas y el desgarrador grito de Rose “My hands are tied, The billions shift from side to side, And the wars go on with brainwashed pride, For the love of God and our human rights”. Parece imposible que la haya escrito el mismo tipo que en el disco gemelo cantaba “Back Off Bitch”!!!  Al final del coro, Axl se queda sosteniendo una larga nota mientras Slash hace una exquisita secuencia de notas en una demoledora escala ascendente, preparando un monumental requinto. Insisto, logra capturar en cada solo el mood perfecto para la canción. Aquí es lento agridulce, reflejando coraje e impotencia a la vez. Y siguen con la secuencia de versos lentos que estallan en violentos estribillos. Al 3:25 viene el segundo requinto, más bluesero, vistiendo su guitarra de luto y haciéndola llorar literalmente mientras Stradin sigue con la secuencia de pesados y lentos guitarrazos. Steve Adler hace dignamente su última colaboración, llevando bien el ritmo, recorriendo la batería con redobles y dando esa sensación solemne a la canción. Al 5 viene el tercer solo, una especie de riff potente que se repite y termina en la tremenda escala ascendente y luego una diatriba rápida e ininteligible. Un minuto después la canción se acelera y el piano cobra más presencia, sobrio y elegante, para un incendiario cierre de Slash con Fingertapping y el último y más rápido requinto de la rola, terminando con un arreglito de wah, sonidos de tormenta y un silbido melancólico. Una rola perfecta, sin un segundo desperdiciado.  Ni siquiera es muy compleja ni tiene muchos cambios, pero la banda te mantiene en vilo de principio a fin y el trabajo de Slash es fuera de este mundo. Y las letras! Es de las que quisiera agregar enteras a la reseña, pero mejor se las dejo de tarea: valen la pena.

Seguimos con “14 Years”, una canción de Izzy, cantada enteramente por él, excepto en los coros, donde Axl canta a dueto. Es una canción rara. Tiene aires Western, con el piano dominando esta vez, llevando con ese boogie de Reed casi toda la canción. Las guitarras se conforman con remarcar los acordes. Matt Sorum se nota, con ese estilo más impetuoso y atacando más salvajemente la batería. El tono rasposo de Stradin encaja perfecto en el mood nostálgico de la canción. Y es que la letra habla de los 14 años de amistad que llevaba entonces con Axl. La letra es durísima, está llena de reproches de principio a fin: “I try and feel the sunshine, You bring the rain…” o en los estribillos: “It's been 14 years that are gone forever, And I'll never have again”. No es del nivel de “Civil War” pero sigue siendo uno de los puntos Fuertes del disco.

Luego está “Yesterdays”, otra Power Ballad que parece volver loco a todo mundo, pero a mi me parece muy X. Es decir no es mala, sobre todo el inicio tranquilo, antes de que se aloquen con los Power Chords del estribillo. El solo es bueno, muy bluesero. Pero a pesar de que tiene buena melodía de Axl, que regresa a la voz líder,  y un pianito muy mono, nunca me ha parecido la octava maravilla. No sé, me da la sensación de que un formato más orgánico y acústico le hubiera sentado mejor, aunque no tengo tampoco nada en particular en contra. 

Continuamos con la excelsa versión de “Knockin’ On Heaven’s Door”. Insisto en que Bob Dylan es grande, pero siempre suena más grande en otras voces, y esta es la prueba. Guns N’ Roses hacen uno de los mejores covers de la historia, o uno de los más conocidos, y que pareciera escrita específicamente para ellos.  Axl y compañía la dejan casi irreconocible, a diferencia del cover de Wings en el disco I. Las guitarras hacen un dulce arpegio, el bajeo profundo va marcando el paso, la batería da la entrada a los coros, e Izzy y Axl se alternan la letra para una versión perfecta, con Rose dominando los pegajosos estribillos con su típico agudo. El solo de Slash al 1:30 debe ser uno de los más reconocibles de la década, y realmente no es difícil de tocar,  cualquier chico de 15 años que va empezando con la guitarra puede intentarlo, pero es absolutamente emblemático y fuera de este mundo. El resto es seguir la fórmula, versos lentos, coros más potentes, y un nuevo requinto al 3, un poco más elaborado, pero con el mismo feeling. Luego un puente en que la sección rítmica se queda sosteniendo la rola y se escuchan algunos efectos. Luego viene un monumental coro que responde a Axl, dándole un toque gospeliano. Además logran adaptarla para que sea un singalong  perfecto para los estadios. En apariencia no tiene mucho chiste. Pero nadie más logra dar esa sensación definitiva a esta rola. A mi gusto, y sin intensión de inflar a Gn’R, de mis covers favoritos, y una de las rolas que se debe encontrar en los recopilatorios y Top Tens de la banda, aunque no sea propia.

Después llega “Get In the Ring”, un rocker pateatraseros en el que Axl se la regresa a todos los críticos que lo hicieron pedazos por su irresponsabilidad en el escenario, culpándolo del incidente de San Luis. Y bueno, para los que no lo saben, antes del lanzamiento del disco, durante un concierto en San Luis, Axl vio a un chico entre el público que estaba grabando con cámara. Se molestó muchísimo y pidió varias veces a la seguridad de la Arena que lo sacaran o le quitaran la cámara. Como nadie hacía nada, se bajo del escenario, se puso a discutir con el chico, le metió un puñetazo intentando quitarle la cámara. Luego subió al escenario y dijo que gracias a la seguridad se largaba, dejando a todos con la boca abierta. El concierto apenas había arrancado por lo que hubo un motín masivo que no quedó en el estadio, sino que se extendió en las calles con coches incendiados, heridos, detenidos y demás. Esta fue su respuesta. También se dice que estuvo dedicada a Vince Neil de Motley Crue a quien no soportaba y con quien se amenazaba constantemente. Es de las más promedio del disco II, pero es divertida, y la guitarra  bluesera de Slash al inicio vale la pena. Después se acelera y recaen en los guitarrazos y el mood ochentero del Appetite. Incluso le agregaron público grabado para dar una falsa impresión de ser en vivo. Matt tiene un tremendo despliegue y por momentos hace unos redobles monumentales. En la sección media, Axl no se lo guarda y comienza recitando: “And that goes for all you punks in the press, y comienza a nombrar a los reporteros y sus respectivas revistas”. Luego le agregan efectos de ring de boxeo para una divertidísima coda en que el falso público grita al unísono “Get in the ring, Get in the ring, Get in the ring!” para desvanecerse mientra Axl hace ese mítico cierre “”This song is dedicated to All the Guns n'fuckin' Roses fans, Who stuck with us through all the Fucking shit, and to all those opposed... Hmm...well?” Hay veces que es odioso, pero cuando hace cosas como esta no puedo evitar una sonrisa de oreja a oreja. Irónicamente, es de las pocas rolas que jamás tocaron en vivo.

Continuamos con “Shotgun Blues”, que es otro rocker más o menos genérico, y mucho menos divertido que el track anterior. El coro es pegajoso, pero al a larga se vuelve un poco repetitivo. Sorum va desbocado dándole a la batería como si se le fuera el alma, y Slash e Izzy se combinan de buena forma en los riffs pero es de las rolas promedio tirándole a lo azuloso.

Luego llega “Breakdown”, que tiene una intro muy Country, esta vez con todo y banjo incluído. Slash diría que esta fue la parte más complicada de lograr de todo el proceso de los Use Your Illusion, ya que fue dificilísimo coordinar el banjo, piano, y guitarra. Matt hizo un patrón particularmente complicado en la entrada y se frustraba porque no alcanzaba a sus compañeros a tiempo y forzaba a múltiples tomas. La canción es una especie de balada, aunque tiene partes en que aumenta la velocidad, pero no a niveles cataclísmicos y regresando al aire tranquilo, con el piano sonando como una tibia llovizna. Es hacia el final cuando el acelerón va en serio y arman una coda apocalítpica, con guitarras más agresivas, Axl metiendo efectos raros a su voz mientras repite el título, Matt tornándose una metralla y volviéndose locos en los segundos finales con el pirotécnico solo con que cierran.

“Pretty Tied Up” es otra de Izzy, con un inició exótico gracias a los sonidos del sitar. Luego una guitarra con un riff incisivo que desde el inicio tiene cierta oscuridad. Hay algo que me recuerda vagamente “Paint It Black”, aunque no sé si es el sitar. Pero bueno, la malignidad se pierde en el coro, melódico, pegajoso y casi festivo, con Axl remarcando cada sílaba del título. La letra y la anécdota detrás son lo que vale oro. Resulta que un día particularmente loco, lo llevó un amigo a visitar a una amiga que Stradin no conocía. La chica les dio unos shots de tequila y luego los invitó a su cuarto, y cuando entraron se encontraron con un tipo gordo, desnudo, con fetiches e cuero, lencería y tacones, amarrado y con una cebolla en la boca. Los dos quedaron en shock y no pudieron evitar soltar la carcajada por lo absurdo de la situación. La rola habla sobre el episodio sadomasoquista, y es bastante divertida. Pero ahí no acaba. Slash diría que cuando compusieron la rola en casa de Stradin, éste estaba tan drogado que improvisó un sitar con una escoba, una cubeta y unas cuerdas metálicas. De ahí salió el sonido del sitar al inicio, pero sobre todo el poderosísimo riff. En general está muy bien armada, otra vez con un gran trabajo de guitarras y un buen solo (a estas alturas ya resulta redundante, lo sé), y una batería bombástica. No será de las clásicas, pero es divertida, y creo que es de las promedio, de las que se pintan un poquito de rojo.

Enseguida tenemos “Locomotive” en donde Duff vuelve a lucir un poco al inicio con el huequito que le hacen en la intro para lucirse. Por cierto una intro intensa, con las guitarras rascadas alternándose. Luego entra Axl, con una melodía flojona y su peculiar fraseo. La canción tiene ciertos aires Funk, y realmente el mayor mérito es de McKagan, que mantiene la canción con el poderoso bajeo. Pero es demasiado larga, termina volviéndose repetitiva en sus casi 9 minutos. Me encanta el chagga-chagga que logran mezclando el bajeo con las guitarras, pero no agregan demasiados recursos más. Afortunadamente aquí termina ese pequeño bache en la parte media del disco, en el que sin hacer canciones malas, no llegan a las rolas del inicio y cierre. Con todo, y la sección media del II me parece superior a las rolas de la mitad del I.

Llega ahora “So Fine” otra señora balada, ésta vez cantada por Duff McKagan, de una manera que realmente te hace un nudo en la garganta.  Verdad que uno se va con la finta de que es Axl? No, Rose entra sólo en los coros como segunda voz. Es una perfecta melodía, emotiva, con la guitarra lagrimeando arpegios mientras Duff narra la historia de Johnny Thunders, guitarrista de los New York Dolls y precisamente el amigo del que hablaba en Izzy en “Pretty Tied Up” (el que lo llevó con la chica, no el que estaba amarrado). Johnny acababa de morir de una sobredosis y esto conmovió profundamente a McKagan. Entonces narra la historia desde la perspectiva de su amigo, un desamor que acababa de sufrir y que lo hundió en la depresión que lo consumió: “How could she look so fine, How could it be she might be mine?” , y lo hace de una forma que es imposible que no se te haga un nudo en la garganta. Hay secciones en que se aceleran, como reventando toda esa frustración. El requinto es único. Rara vez Slash espejea la melodía vocal, pero aquí lo hace con casi la misma emotividad con que canta, haciendo algo muy simple, pero que encaja perfecto. De mis baladas favoritas del grupo. Cuando todo mundo andaba faroleando con “Knockin’ on Heaven’s Door” yo intentaba tocar esta preciosidad.

Y viene ahora lo que a mi gusto es la mejor rola de los Illusions y mi favorita personal de la banda. “Stranged” es quizá la canción más subestimada de la banda. Todo es perfecto en esta rola. TODO. Bueno, al menos en la primera mitad. El piano melancólico, el tono de perfecta derrota con que canta Axl los primeros versos, la batería monumental (que hubiera sido imposible con Adler), las explosiones y manejos de los tiempos… Pero la guitarra. Slash hace el solo de su vida, y lo hace durante prácticamente toda la primer mitad de la canción. Se le va el alma a través de la guitarra, con arreglos verdaderamente desgarradores, blueseros, que parecen más deprimentes y desgarradores que los lamentos de Axl. De hecho, no me importaría que fuera instrumental. Es la única ocasión en que veo que la banda agradece en el arte del disco a su guitarrista por el tremendo desempeño en la rola. Y sin duda lo merece. La letra viene a cerrar esa trilogía de desamor, siendo la más dura y depresiva de las 3: “Old at heart but I'm only 28, And I'm much too Young, To let love break my heart, Young at heart but it's getting much too late, To find ourselves so far apart”. Siendo  adolescente maniacodepresivo, las letras de Cobain no me decían nada, pero ésta realmente me mataba: “Young at heart an it gets so hard to wait, When no one I know can seem to help me now…” Como para tomarse una botella de tequila oyéndola. Bueno, lo que hace Slash no se puede reseñar, se tiene que escuchar. Hasta el 3:40 es una obra perfecta. Luego la canción parece apagarse y quedan bajo y piano haciendo un pequeño puente y van subiendo ligeramente de intensidad e incorporándose más instrumentos. Hasta aquí va bien, pero luego entra de nuevo Axl y la canción cambia a tonos mayores, con Rose cantando sobre la esperanza y resignación, rompiendo el tristísimo hechizo de la primera parte. No me malentiendan, sigue siendo buena, y al minuto 6 viene un estupendo solo, pero parece romperse la magia después del arranque más depresivo en la historia del Rock. Es como si después de la tormenta perfecta escampara y cayeran los primeros rayos de sol. Bueno, al final se recupera. Al 7:30 viene otro puente de piano y luego Slash y Stradin hacen arreglos slide bellísimos, que recuerdan por momentos la coda de “Layla”, para de inmediato reventar con un colosal solo que parece mezclar la tristeza y resignación. Termina con un gran verso, que me encanta en letra y melodía: “I knew the storm was getting closer, And all my friends said I was high, But everything we've ever known's here, I never wanted it to die”, con Rose extendiendo la última sílaba y dejando la canción como en suspenso, hasta que Matt pone punto final. Mi favorita del grupo, de lejos.

Después está “You Could be Mine”, con una batería demoledora y otro buen riff. Una de las más pesadas del segundo disco. Axl casi rapea en los versos, y luego cambia de estilo y alarga eternidades las primeras sílabas. Parece más una rola del I. Es buena, pero francamente una rola pateatraseros después de la montaña rusa emocional que es “Stranged” me deja absolutamente impávido.

Luego está “Don't Cry (alternate lyrics)”, que instrumentalmente es idéntica a la primera, con las guitarras haciendo los dulces arpegios. La letra es diferente en los versos, e incluso Izzy cambia ligeramente la melodía para que la m+étrica ajuste, aunque los coros son iguales. Al final Axl parece cantar de forma más explosiva y salvaje. Pero a fin de cuentas parece agregada para completar la misma duración del I.

Y cerramos con “My World”. Esta es una pésima broma de Axl. La hizo el mismo, sin la participación del resto del grupo, intentando hacer una copia barata de Nine Inch Nails, que por entonces lo tenía embelesado. Es horrible, asquerosa, desde la forma de cantar, la asfixiante instrumentación electrónica, los quejidos femeninos, los horribles gritos. Slash no sabía de la existencia de este adefesio hasta que escuchó por primera vez el disco. Se puede adivinar su reacción y el porqué hasta el momento no se pueden dirigir la palabra… Quizá la peor en todo el catálogo de Guns. Afortunadamente dura menos de minuto y medio

En fin. Un tremendo disco, con algunos de los mejores momentos de Guns N’ Roses. Los últimos. Al ser también muy largo, es inevitable que no todas las rolas mantengan el estándar altísimo que sienta la columna vertebral, pero al menos las rolas de la parte media no son un bajón tan pronunciado como el disco I, y la mayoría tiene cosas interesantes o divertidas. El nivel de Slash es aun mejor aquí, y este disco es la muestra de que fue Izzy Stradin fue un enormísimo guitarra rítmica, y que tenía un gran peso creativo en la banda, uno de los músicos más menospreciados del Rock.  Además la banda logra a mi gusto su Magnus Opum  con “Estranged”, aunque se vio opacada por “November Rain” y dos trancazos monumentales de más de 9 minutos ya hubiera sido mucho pedir.

Cierto, la duración de los dos discos es de más de 2 horas y media. Hay algo de relleno, no malo necesariamente, y de 30 rolas sólo un par son feas con ganas. Pero en compensación, de esas 30 tenemos una docena de temas que sobresalen al promedio de su época y al menos unas 6 que se volvieron clásicos y se volverían parte del Soundtrack de vida de quienes estuvimos ahí.

Tampoco esto hace que Guns N’ Roses se a la mejor banda del universo, ni a Slash el mejor guitarro dela historia, pero creo que es necesario reconocer la dificultad de armar dos discos de esa duración y con tantas joyitas. Desgraciadamente la banda no soportaría las tensiones de la grabación, los golpes bajos, ni la consiguiente gira. Izzy saldría del grupo a los pocos meses, y ya no saldría en todos los videos promocionales. Axl se volvió loco de poder disputándose la atención con Slash, pero aún les quedaría cuerda para grabar el manifiesto de su disolución en el horrible Spaghetti Incident?, tan horrible como su portada. Pero esa ya es otra historia. Como discos, los Use Your Illusion son una cátedra de Hard Rock, de una banda en su cúspide creativa, y marcaron profundamente a una generación entera, al grado que aun mantienen a lo que queda de Axl con su remedo de banda, girando bajo la leyenda de estas ilusiones. Por eso son Must Have. Y por eso son Icónicos…

Uno se pregunta qué hubiera pasado con Guns N' Roses de seguir con este nivel... pero el hubiera no existe. 

Por Corvan 

1/May/2013

Letras de El Traductor De Rock

Si el C-Box no te permite agregar comentarios, haz click AQUÍ

bottom of page