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AHA SHAKE HEARTBRAKE (Kings Of Leon, 2004)

Artista: Kings Of Leon (D)
Fecha de Grabación: Abr – Jun ‘04
Fecha de Lanzamiento: 01 de Noviembre del 2004, UK
Discográfica: RCA
Productor: Ethan Jones
Calificación: 
8.5

 Era: Indie (2001-???)

Subgénero: Southern Rock 

 

Mejor Canción: Slow Night, So Long o Tape Jean Girl

Canciones: 1) Slow Night, So Long; 2) King Of The Rodeo; 3) Taper Jean Girl; 4) Pistol Of Fire; 5) Milk; 6) The Bucket; 7) Soft; 8) Razz; 9) Day Old Blues; 10) Four Kicks; 11) Velvet Snow; 12) Rememo; 13) Where Nobody Knows.

 

Apenas poco más de un año después del increíble debut, Los Kings of Leon volvieron a lanzar un disco fascinante, ahora sin barbas. Tras su gigantesco debut del 2003, los Followill mantuvieron casi el mismo nivel con esta especie de continuación o Vol. 2. El Aha Shake Heartbrreak mantiene el mismo espíritu del debut Youth And Young Manhood: La misma potencia, la misma mezcla de sureño, Hard Rock, Garage e Indie, batidas con la voz carrasposa de Caleb y con la cortante guitarra de motosierra de Matt generando unidad entre las piezas. El disco pues, se mantiene incisivo, potente, por momentos engañoso en cuanto a fechas. Uno se puede ir con la finta de que es un álbum lanzado a mediados de los 70’s por una sarta de talentosos fans de los Allman y de Lynyrd. Creo que ahí radica el encanto de estos dos primeros discos de los KOL. Mientras que muchas bandas se dieron a la tarea de hacer música con “aires retro” o de “inspiración revival”, los Kings of Leon suenan auténticos, no como imitadores o una banda setentera, sino como si fueran verdaderamente de la época. Por ello me parecen de los más sobresalientes de esa primer oleada del boom Indie en la primera mitad de los ‘00s.

El Aha Shake Heartbreak está lleno de canciones cortas que van directo al grano, con riffs incisivos y de buena calidad, letras divertidas y semi obscenas, (apenas más descifrables que el primer álbum) y melodías pegajosas como chicles. Lo cual no es en realidad distinto a lo que nos ofrecieran en su debut, por lo que a pesar del buen nivel, pierden un poco el factor sorpresa. Muchos los criticaron por su incapacidad para reinventarse y modificar su sonido, pero curiosamente, esos mismos que lanzaron piedras fueron los primeros en brincar con el cambio de estilo en el posterior Because of the Times, donde comienzan a modificar su sonido hacia uno más Indie y mainstream. Y esos mismos, se quedarían con la quijada en el suelo cuando llegó el magistral Only By The Night. A mí el que el Aha suene tan similar al debut no me molesta en absoluto. De hecho, tiene mucha mejor producción, los sonidos suenan más claros y diferenciados, sobre todo la batería de Nathan, y la voz es ligeramente más distinguible, aunque eso es por la manera en que Caleb mastica (o atropella) las palabras más que de producción. El que se reinventaran después es algo natural, pero a mi me resulta fascinante en particular el sonido de este primer par de discos, donde suenan más auténticos y salvajes. Y no auténticos porque no se haya escuchado ese sonido antes, sino porque teníamos unos 30 años sin escuchar “ESE” sonido tan puro, tan orgánico, y divertido sin sonar a una vil copia revival… No sé si el mismo John Fogerty suene así hoy en día.

Por otro lado, además de la producción, la banda suena más “sucia”. Y no hablo del sonido, sino de las letras. Es como si esta banda de chicos que crecieron con la Biblia en una mano y una botella de whisky en la otra, de pronto con la fama y dinero parece que pudieron darle suelta a sus instintos, y las letras son reflejo de ese año destrampado: Desde el track abridor que habla de un romance con una chica (e mejor dicho, ninfa) de 17, o “Soft” que… bueno. Es un poco bochornosa, por decir lo menos. O “Pistol of Fire”, que aún no sé si habla de incesto, de drogas o de ambos. El caso es que se nota que se estaban “Divirtiendo” bastante.

El título del disco se tomó de una de los versos de “Taper Jean Girl”. Como curiosidad, los KOL tuvieron bastante más éxito en Inglaterra con su debut que en su tierra natal. Quizá porque en USA nadie quería ver a los Dukes de Hazzard enguijarrados. O bueno, quizá porque los gringos solo valoran lo “Shiny” y los británicos saben encontrarle su verdadero valor a las cosas, no por nada Hendrix surgió como figura en Londres. La cuestión es que el lanzamiento de este segundo disco fue precisamente en Inglaterra, con esta portada negra, que es la más conocida. En USA el disco sería editado hasta el 22 de Febrero del 2005 con una portada blanca y otro tipo de orquídea, más sofisticada.

El disco abre con “Slow Night, So Long”, una explosiva combinación de guitarras filosísimas, una haciendo adornos muy agudos a todo lo largo, y otra con el guitarreo-punteo marcado que conforma el riff principal. Luego se une una dinámica y creativa línea de bajo octavado que se irá repitiendo como hilo conductor de la canción, con una ligera distorsión. La batería es muy buena, con un tiempo acelerado para el ritmo del resto de los instrumentos, y en general la canción se siente poderosa, muy rápida, peligrosa. Caleb atropella las letras con ese acento casi inteligible, pero con una excelente línea melódica y un tono como si no le importara absolutamente nada en la vida. En la parte media de la canción hay un largo pasaje instrumental a partir del 1:20, que no es precisamente un solo, pero todos los instrumentos parecen enloquecer, en particular Nathan, que hace unos redobles ferocísimos, pegándole posiblemente a cada platillo y tambor de su batería en fracciones de segundo, aunque de manera un tanto desordenada. La letra es descarada, como menos. Y creo que esa es parte del encanto del álbum. No siento que los KOL estén faroleando como Franz Ferdinand o como los Stones de los 70’s. Logran por momentos ser bastante divertidos y llegan al límite de la censura radial: “She's seventeen but I done went an plum forgot it” o más adelante “You're not so nice but sex sells so cheap”. Después del final apocalíptico que a mi me sabe a pelea de cantina, la canción parece terminar al 2:40, pero sin que acabe el track, comienza una rolita mucho más suave y apacible, con Caleb repitiendo como mantra-rap-country “Rise and shine all you gold digging Mathers, Are you too good to tango with the poor, poor boys…” Dura apenas unos instantes, pero la outro o canción escondida en el primer track es bastante divertida y contrasta con los primores 2:40 del disco.

Luego esta “King Of Rodeo”, otra tremenda canción, con un tamboreo hipnótico, con ciertos destiempos, y que cambia poco o nada en toda la rola, apenas acelerando en los estribillos. Las guitarras crujientes te atrapan desde el principio, con la aguda guitarra de Caleb repitiendo los 3 acordes toda la canción, pero con Matt haciendo magia con esa otra guitarra cargada de fuzz que suena como un oso grizzly enfurecido. Lo sorprendente es como ambas guitarras se complementan a la perfección no sólo en esta canción, sino en todo el disco. Las líneas vocales son magistrales, con unos tremendos destiempos y absolutamente impredecible, contrastando con la sección rítmica que no cambia. Al 1:35 tenemos un solo muy sencillo y rasposo, para entrar en una coda desenfrenada con ese “Good time to roll on repetido hasta el infinito”. Bueno no, hasta el 2:20 que es cuando acaba. Sorprendente la manera en que se las ingenian para hacer de algo tan simple una canción tan buena.

“Taper Jean Girl” es otro de los puntos fuertes del disco. Una rola intensísima, que inicia con la batería y los panderos cascabeleando con un ritmo lúdico, luego el bajeo crocante, y enseguida se unen las guitarras, con un delicioso riff como de espiral. Caleb comienza con su voz de trasnochado con el título de la canción: “Aha shake, taper jean girl with a motel face” . Insisto en que líricamente sobrepasan con mucho el límite del descaro, pero es inevitable una sonrisa de oreja a oreja con ocurrencias como ésta. Hatsa ahora todo muy bien, con un ambiente casi festivo y desenfadado. Mejora aún más al :55, cuando viene el estribillo, y los instrumentos se vuelven bastante más sombríos y amenazantes, la canción parece quebrarse y Jared hace un bajeo elástico con un poco de distorsión. Es aparte ene que se queda casi sosteniendo el solo la canción es enorme. Luego regresan al ritmo original y la fiesta continúa. Ya casi para terminar, al 2:35, la banda se desboca, aumentan el ritmo y la canción enloquece por completo hasta que repiten el truco de dejar a Jared un par de vueltas hasta que todo acaba. Tremenda rola. Si Franz Ferdinand tiene ese aire de casanova de club nocturno londinense, esta es la canción por excelencia del padrote en búsqueda de chicas en bares country de Nashville.

“Pistol Of Fire” fue coescrita con su mentor y coproductor Angelo Pettraglia. Un rocker frenético que continua con ese aire festivo pero a la vez amenazante,. Se siente cierta tensión en el ambiente con el excelente riff de las 2 guitarras combinadas, como si estuviéramos al borde de una pelea a botellazos en un bar. Al 1:35 el segundo riff se convierte en un taladrante solo de muy buena calidad, un poco breve. Las letras son rarísimas. Incesto? Cocaína? De qué diablos están hablando? Notable como convierten la palabra “Higher” en un delicioso gancho casi ininteligible que sube y baja. Buena rola de apenas poco más de 2 minutos.

Enseguida está “Milk” que fue una de las más conocidas del disco. La canción baja la intensidad al tremendo inicio del disco, lo cual es de agradecer. Los KOL se nos ponen más serios y nostálgicos, y nos hablan sobre una especie de crush no correspondido con una chica buenísima (para variar) y bastante divertida. Caleb gime la letra, y la canción es absolutamente minimalista, con apenas un tecladito muy atmosférico al fondo, y un tamboreo en los rapidísimos estribillos. La guitarra apenas hace presencia con algunos arreglos en la parte media y hacia el final. Un tema lindo que viene a romper con la potencia fiestera con que empieza el disco, pero tampoco la encuentro magistral o gigantesca como muchos dicen. Como curiosidad, ya que Nathan tiene más bien poco que hacer aquí, en cada concierto, cuando tocan esta canción, se sienta cómodamente tras su batería a fumarse un porro de mariguana.

Los guitarreos regresan con “The Bucket”, y Nathan también debe ponerse las pilas con uno de los tamboreos más complejos del disco. La canción es muy movida, con cambios de ritmo en el estribillo, buenos riffs de las guitarras que suenan más desgarbadas y oxidadas, haciendo el mismo arreglo, pero octavado. La canción la escribió Jared, el hermano menor, refiriéndose a los difícil y molesto que es lidiar con la fama apenas a los 17 años. Al parecer el más sensato de todos, jajajaja. Buena canción, aunque comienza a notarse la fórmula de la banda al vestir las rolas.

Luego viene “Soft”, con un riff agudo e incisivo para luego entrar de lleno a un ritmo juguetón. Esta es quizá la rola más “Indie” del disco, las más sofísiticada, por así decirlo, con un estilo que dominará al Because of the Times, pero que no madurará sino hasta el Only By The Night. Por lo mismo, suena de alguna manera similar a los Strokes. Lo más destacable son de nuevo las divertidísimas letras: “I'm passed out in your garden, I'm in I can't get off im so soft, I'd pop myself in your body, I'd come into your party but I'm soft…”Es decir, sospecho que a todos nos habrá pasado alguna vez, pero nadie lo cantaría en un disco multiplatino, o si? De cualquier forma la canción es divertidísima y la banda sigue demostrando que es el antónimo perfecto de la palabra “Pretencionismo”.

Sigue “Razz”, que es otra de mis favoritas, con un riff marcado por el bajo el cual se complementa en partes con las guitarras. La melodía vocal es asesina, y esta vez me imagino a un pistolero del oeste, aunque la letra esta vez no sólo no se entiende escuchada, sino que ni siquiera se entiende leída. Como sea, sospecho que no es muy filosófica que digamos. El trabajo de guitarras es tremendo, entrelazándose y armando unos pequeños puentes para el estribillo que suenan muy cool, guiados de nuevo por el bajo. Al 1:10 bajan la intensidad y hace un buen crescendo, aumentando la intensidad hasta un redoble y la explosión de la guitarra con un requinto incendiario. Luego otro apagón para regresar a toda potencia. Los cambios de ritmo, la manera en que las liras se entrelazan, las 3 o 4 líneas de bajo, y el desquiciado Nathan, hacen que este sea otro de los puntos fuertes del disco.

Desgraciadamente viene un punto débil, “Day Old Blues”. Una balada más acústica en la que se nos ponen introspectivos. Es bueno que le bajen a las pelotas, el problema es que la melodía es débil y se vuelve fastidiosamente repetitiva. La manera en que canta en falsetto la parte del coro me resulta realmente irritante e insoportable, ya saben, ese “Day old, day old, day old - Day old, day old, day old - Day old, day old, day old BLUUUU HUUUES!”. Por canciones como esta no alcanza el nivel perfecto de su antecesor.

Luego viene “Four Kicks”, con un ritmo de hecatombe. La batería suena gigantesca, y ese riff de sierra suena sucio, verdaderamente al fin del mundo. Nuevamente repiten el truco de hacer versos espídicos intercalándolos con coros tranquilos, que les siguen resultando bien hasta ahora. Un solo puerquísimo al 1:30. Si “Soft” es la más Indie, ésta es la más Garage, con arreglos que suenan descuidados a propósito. Fue el segundo sencillo, después de “The Bucket”.

“Velvet Snow” regresan a ese country rock añejo y auténtico. Con una velocidad increíble, aumentando la intensidad en los estribillos, y en uno de los fraseos más complicados e intrincados de Caleb. Por si no habían sido suficientemente irreverentes, aquí hablan abiertamente de la cocaína, la “Velvet Snow” y sus efectos. Como curiosidad, es de las pocas canciones en que el resto de la banda hace melodías con los “uhhh’s” del final.

Continuamos con “Rememo” otra canción lenta que a mi gusto se queda en el intento. Es una especie de vals lento. Muy lento. Leeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeentoooooooo. A muchos les gusta, pero oír dos tonos repetirse sin más variaciones (bueno, sí, dos cambios de tonos), no es precisamente de lo más creativo. Lo más decente es el solo con slide, al más puro estilo country. Pero salvo eso la canción es demasiado lenta y demasiado repetitiva. Los KOL definitivamente no se sienten cómodos con canciones lentas. Con las rolas explosivas y a mil por hora están más en su ambiente.

El disco cierra con “Where Nobody Knows”, ligeramente más rápida, sin perder ese aire de balada. La letra sigue siendo casi rapeada, contrastando con las guitarras más pausadas y melódicas. El bajo hace otra línea simple pero memorable, dando esa impresión de liga o boomerang. La letra es… linda. Para sorpresa de todo mundo, es de lo más sensato, y me atrevo a decir, incluso romántico que han escrito hasta este punto, dedicada a una tal Jessica. Un buen cierre, no es soporífera, pero tampoco un rocker furibundo. Algunas ediciones traen un bonus track llamado "Wicker Chair". La versión que tengo no.

Tremendo álbum, que viene siendo un ejemplo perfecto de lo que debería ser el rock: Salvaje, potente, creativo, auténtico y sin inhibiciones. Además de que por lo mismo, es divertidísimo, considerando que la banda no está en una pose presumida tipo Strokes o Franz Ferdinand, sino con el papel simples narradores. A diferencia de dichas bandas, me parece que los KOL no están en el rol de padrotes para seducir chicas, sino que, básicamente, chicas les sobran, y están narrando sus anécdotas con la simplicidad y honestidad de un grupo de jóvenes sureños absolutamente valemadres. Por eso los KOL me parecen a otro nivel, a demás de que musicalmente es notable la combinación de influencias para lograr uno de los discos más rockeros de la primera mitad de los 00’s. 

A algunos no les gusta este estilo desgarbado, sucio y setentero de los KOL. Prefieren el más refinado, Indie y cosmopolita de los discos posteriores a éste. Y los entiendo. Pero no den por sentado este primer par de discos. Pueden ser cansados y pesados en un principio, pero cuando logra entrarte a las venas y te das cuenta de que representa el estado más puro del rock, así, sin mayores pretensiones, entonces se convierten en verdaderas gemas. Lástima por el par de temas más lentos, pero por lo demás es un disco absolutamente recomendable, sobretodo para las salidas por carretera.

 

Por Corvan 

5/Abr/2011

Letras de El Traductor de Rock

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