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THICK AS A BRICK (Jethro Tull, 1972)

Artista: Jethro Tull (C)

Fecha de Grabación: Dic ‘71

Fecha de Lanzamiento: 3 de Marzo de 1972, UK

Discográfica: Chrysalis Records

Productor: Ian Anderson

Calificación: 9.5 (MUST HAVE, DISCO ICÓNICO)

 

 

Era: La Gran Transición (1970-1979)

Subgénero: Progresivo

Mejor Canción: Sé que aquí es obligado hacer un chiste, pero ya están todos pillados.

Canciones: 1) Thick As A Brick (part 1); 2) Thick As A Brick (part 2).

 

En la época en la que, como lector, descubrí este blog (hace ya...¿cuanto?¿ocho años? nueve?), no dejaba de preguntarme como serían las reseñas de dos discos concretos que encontraba demasiado peculiares para el estilo que Corvan tenía (tiene) en sus posts. Como ya imaginarán, uno de esos discos era el Thick as a Brick. El otro, por si les pica la curiosidad, era el Metal Machine Music de Lou Reed. Ya sé que hay discos aún más extravagantes y estoy convencido de que la mayoría de ustedes se habrán preguntado algo parecido con otros títulos (¿oigo por ahí Trout Mask Replica? ¿Two Virgins?), pero a mi los que entonces me vinieron a la cabeza fueron estos dos.

Y, bueno, pues aquí tenemos el primero de ellos.

A ver como sale esto.

 

Los que perdemos el tiempo divagando en internet sobre aquello que nos apasiona tendemos al abuso del adjetivo absoluto y tremendista. Las cosas no son buenas o malas: son brutalmente gloriosas o pura basura mediocre. Y entre lo divino y lo deplorable apenas hay término medio. Al final sucede que cuando preparas unas notas sobre Jethro Tull y para referirte a Ian Anderson escribes “un tipo bastante excéntrico”, te quedas un rato mirando la pantalla con gesto torcido. En esta época del hype! ¿queda algún adjetivo con la fuerza suficiente para hacer justicia a un personaje como Ian Anderson? Y es que para reseñar el Thick As A Brick (TaaB de vez en cuando de aquí en adelante) es imprescindible hablar de dos cosas: de lo “brutalmente” excéntrico que es Ian Anderson y de su genial cubierta.

 

Pues si, Ian Anderson es un tipo raro. ¿Como de raro? Raro como un perro verde. O, si lo prefieren, raro como una rockstar vestida de juglar que toca la flauta sobre una pierna. Háganse a la idea. En sus inicios el fulano era un guitarrista bastante decente pero, en cuanto montó una banda de rock y se vio incapaz de compararse a Beck, Clapton o Hendrix, vendió la guitarra y se compró una flauta (que no sabía tocar). Claro que la flauta y el blues no se llevan muy bien así que empezó a tirar de otros estilos como el jazz, la música clásica o el folk como base que sostuviese el estilo de Jethro Tull. Esto generó algún que otro conflicto interno en Jethro Tull: era el final de los 60s ¡Todo sonido debía heredar del blues! En fin, que a Anderson estuvieron a poquito de echarlo de su propia banda.

 

El tipo aguantó con sus ideas estoicamente y se fue liberando de las voces discordantes

sustituyéndolas por caras amigas que le siguiesen el juego. A veces los cambios fueron positivos, como cuando Martin Barre relevó a Mick Abrahams y la banda enriqueció su sonido con nuevas instrumentaciones y un estilo más ecléctico. Pero en otras ocasiones a Anderson no le importó sacrificar talento y virtuosismo con tal rodearse de un grupo en el que se sintiese cómodo. El caso más sangrante, sin duda, es el de la marcha de Glenn Cornick para dar entrada a Jeffrey Hammond-Hammond que por esa época con el bajo tenía, digamos, un nivel Sid Vicius. Y aunque luego mejoraría bastante, la gran contribución de Hammond-Hammond a dos discos tan legendarios como el Aqualung y el Thick As A Brick fue subirse a los escenarios con un grotesco traje cebreado. No, estoy exagerando. Y lo del traje (y guitarra, y violonchelo...) a rayas no sería hasta 1975. Ya en serio, se nota un gran progreso de Jeffrey entre Aqualung y Thick As A Brick. No tiene el nivel de Cornick ni nunca llegará a tenerlo, pero aquí ya empieza a defender líneas verdaderamente interesantes y a ganar peso en el sonido de la banda.

 

Bueno, el caso es que sin nadie que le pusiese freno, Anderson demostró que es un genio. Los

discos de esta etapa de Jethro Tull son auténticos tesoros. El triunfo definitivo les llegó con Aqualung. Éxito de ventas y muy buenas críticas en los medios. Pero ¡ups! algunas reseñas etiquetaron Aqualung como disco conceptual y Anderson se sintió como esos pintores cubistas o abstractos que descubren que aquellos que elogian y compran sus cuadros realmente no los entienden. En verdad yo me pongo de parte de Anderson: Aqualung tiene un par de canciones que hablan de religión y otro par que cruzan referencias, pero se me antoja muy escaso para hablar de obra conceptual. ¿Dirían ustedes que los discos de reggaeton son conceptuales? O, para que no se diga, ¿considerarían como conceptuales la inmensa mayoría de discos del Metal que apenas hablan de otra cosa que no sea sangre, dolor y muerte?

 

Desde su púlpito, Anderson se vio en la obligación de enseñarnos: “¿Quieren un disco conceptual? Yo les enseñaré lo que es un disco conceptual. ¡Les daré la madre de todos los discos conceptuales!”. Pero TaaB no es solo una lección sobre lo que significa que algo sea “conceptual”. Anderson amplió el alcance de la bofetada para golpear también el rostro del rock progresivo que había perdido la frescura de sus inicios para transformarse en un género engorroso, cargado de narcisismo y pedantería musical evocando absurdas historias sobre armadillos acorazados o invasiones de plantas de perejil mutantes. El propio Anderson señaló acusativamente con su dedo a bandas como Yes o como Emerson, Lake & Palmer. Si: Thick as a Brick, el álbum conceptual y progresivo por antonomasia es una parodia de los álbumes conceptuales y de los álbumes progresivos. No sé quien lo dijo o lo escribió por primera vez pero uno de los símiles más acertados sobre el rock es aquel que dice que TaaB es al rock progresivo lo mismo que Don Quijote a los libros de caballerías.

 

Así, los Jtull empezaron a componer y a ensayar para un nuevo disco que tenía la difícil misión de confirmar el nivel alcanzado con Aqualung. Realmente cuando Anderson dijo lo de la madre de todos los discos conceptuales no estaba pensando en un disco con una única canción de duración monstruosa. Eso de generar un gigantesco medley vino después, y surgió sobre la marcha. Al momento de iniciar los ensayos solo tenían lista una canción, la que abre el disco. De hecho, si se fijan es la única que realmente tiene estructura más o menos convencional.

Todos los días Anderson se levantaba temprano e iba al local de ensayo un par de horas antes que los demás y se ponía a componer la partes que ensayarían ese día. Luego llegaba el resto de la banda y pulían sobre la marcha lo que había compuesto Anderson. Puede parecer todo demasiado improvisado pero en solo dos semanas (¡dos semanas!) tenían un disco listo para grabarse. ¡Y qué disco!

 

A diferencia de otras largas canciones progresivas o psicodélicas de la época, Thick As A Brick no recurre a un pasaje central instrumental que alargue la duración de la rola. Sus solos y sus pasajes instrumentales son muchos pero siempre son cortos y dinámicos y nunca dan la sensación de relleno o de estancamiento o de no llevar a ninguna parte. Tampoco es exactamente un medley. Antes utilicé el término “medley” para referirme a este disco pero es evidente que TaaB va mucho más allá de un simple popurrí uniendo un puñado de canciones individuales. Un medley de este tipo es el que podemos encontrar en el Abbey Road, por ejemplo, pero sin duda TaaB es bastante más complejo. En el caso de TaaB nos encontramos con un conjunto de ideas. Algunas son canciones completas, otras se quedan a medioelaborar y las hay que son un simple boceto de apenas 30 segundos. Sin embargo, hay una continua autoreferencia, con motivos musicales que se van repitiendo a lo largo de toda la canción que dan esa sensación de obra compacta, como si de verdad fuese una única rola de 43 minutos.

 

Y aquí es cuando hay que hablar de la cubierta del disco.

 

Thick As A Brick no arranca con los famosos arpegios que todo el mundo conoce si no con ese periódico local que servía como cubierta del disco en sus primeras ediciones y que hoy es un preciado tesoro para los coleccionistas. No era una portada simulando ser la primera plana de un periódico si no que era un verdadero periódico de doce páginas envolviendo el vinilo, con un montón de noticias absurdas al más puro estilo Monty Python (aquí Jeffrey si tuvo una participación bastante destacada) y algún que otro cotilleo malintencionado, con sus pasatiempos (incluido su célebre unir-los-puntos que esconde una chica en topless) y su horóscopo, su publicidad y sus necrológicas, sus anuncios clasificados, su programación televisiva y sus columnas de deportes.

 

Es genial porque complementa perfectamente lo que es el disco creando todo un contexto a su alrededor que lo encapsula por completo. Diseñar esta portada les llevó más tiempo componer y grabar la música en parte porque al acabar de grabar se fueron de gira por Escandinavia e iban apuntando las ideas que surgían en una grabadora que luego enviaban a Chrysalis. Imagino que a la discográfica les hizo tan poca gracia el formato tan poco comercial del disco como lo costosa que resultaba su cubierta.

 

En realidad la idea de una portada de periódico como portada de un disco no es tan original. Los Jethro Tull tomaron la idea de un disco de 1954 llamado Dave Brubeck at Storyville. Esta portada de The Dave Brubeck Quartet no solo inspiró a los Jtull si no que hemos visto este mismo concepto repetido en discos de artistas como Elvis (en el EP Elvis Sails!), John Lennon (como frontal para su insípido y prescindible Sometimes In New York City) o hasta los mismísimos Guns N' Roses (Lies). Siguiendo con el embalaje del disco, como noticia destacada de portada del The St. Cleve Chronicle & Linwell Advertiser, conocemos a Gerald Bostock, un chaval de 8 años que había ganado un concurso de poesía y que luego de recibir el premio fue descalificado por que su obra resultaba demasiado perturbadora para un chaval de su edad y porque el chico dijo la palabra g__r (¿?) en una entrevista en la BBC en la tenía que leer su poema. Si seguimos leyendo el periódico, en otra página encontramos un breve reporte que nos dice que Ian Anderson, preparando el nuevo disco de Jethro Tull, se enteró de la historia del chico Bostock y decidió poner música al poema. En otro lado leemos que Chrysalis Records confirma que Gerald Bostock es el co-escritor de las letras del nuevo disco de Jethro Tul y que recibirá sus correspondientes royalties. De hecho, en el propio vinilo se atribuye la autoría a Bostock/Anderson. Y por ahí, en medio de más chismorreos, encontramos también una reseña bastante negativa del disco y la letra del poema de Bostock, es decir, de Thick As A Brick ¡Ah! Por cierto, lean lo que lean por ahí, Gerald Bostock es un personaje ficticio. No existe ninguna ambigüedad al respecto.

Un último apunte antes de empezar a destripar la música: todo el planeta da por sentado que Thick as a Brick es un álbum conceptual. La madre de todos los álbumes conceptuales, ¿recuerdan? Pero ¿cuál es el concepto? Como diría Manquiña: ¿Y el concepto? ¿eh? ¿eh? ¡Amiga! El concepto es el concepto. ¡A los hechos me repito!”. La letra de TaaB es muy compleja, tanto que muchos simplemente la ignoran o simplemente le dan una interpretación demasiado literal. Y lo cierto es que las letras no son lo importante aquí. El poema de Bostock muestra la visión que tiene un chaval de los convencionalismos. Simplificando mucho podemos hablar de una crítica al adoctrinamiento en la sociedad: desde niños se nos inculca una manera “correcta” de ser, de hablar y de comportarse (casi puedo ver a Roger Waters tomando notas). Este mundo penaliza todo aquello que contradiga la moralidad y los cánones sociales establecidos. Como dice Jeffrey en un momento dado de la canción (y tal y como se repite en la cubierta en una noticia y en una tira cómica): “we will be geared toward the average rather than the exceptional”. No es casualidad que la Society for Literary Advancement and Gestation (si, efectivamente, la S.L.A.G.) le quitase a Bostock un premio “por una actitud extremadamente insana hacia la vida, su Dios y su país”, para otorgárselo a otro poema titulado “He died to save the little children”, más navideño y menos perturbador para la audiencia.

 

 

Aunque las dos caras son magníficas, Thick As A Brick part 1 es el lado “bueno”. Acá se presentan  y se desarrollan la mayor parte de las ideas y no hay un solo momento de relleno. Incluye todas las partes famosas del disco y hay una mayor variedad de estilos. Sin duda es más disfrutable a la primera escucha. Si TaaB es un álbum legendario, las razones las encontraremos en este primer lado del vinilo.

 

La cara A del disco se pone en marcha con el fragmento que llamaremos Really Don't Mind, con la guitarra acústica dibujando esa célebre secuencia de arpegios que constituye uno de los motivos principales de la canción y que escucharemos un buen puñado de veces a lo largo de toda la rola. Por motivos obvios es la parte más célebre y popular de TaaB. Este fragmento fue el utilizado para crear un single que se pudiese emitir por las radios y que es lo que se suele incluir en los recopilatorios. Aquí Anderson entona con un tono demasiado amable que resulta chocante si nos damos cuenta de lo impertinentes y casi insultantes que son estas primeras estrofas del poema de Bostock. Al final de cada verso, la flauta dibuja una melodía casi infantil como contrapunto.

Entremedias hay breves y muy sutiles cambios en el tempo de la rola.

 

Really don't mind if you sit this one out

My word's but a whisper your deafness a SHOUT

 

En este shout! Hace su entrada el órgano de John Evan con un acorde avasallador, aunque

inmediatamente regresa a un segundo plano y le devuelve el foco a la guitarra acústica.

 

I may make you feel but I can't make you think

Your sperm's in the gutter your love's in the sink

 

En este punto Anderson hasta entona soltando una risa condescendiente. Ahí inicia el estribillo de esta primera sección y Anderson comienza a entonar el suave crescendo un poco más forzado, alargando la última sílaba de cada cada verso como si estuviese tatareando la respuesta de la flauta.

El estribillo cierra en modo anticlimax con el cortante And your wise men don't know how it feels to be thick as a brick que obliga a reiniciar la rola desde lo más abajo.

En la vuelta a la estrofa el piano sustituye a la flauta y el resto de la banda (batería, bajo y guitarra eléctrica) se unen ya de forma activa y definitiva pero la guitarra acústica sigue siendo protagonista.

Luego del segundo paso por el estribillo la guitarra eléctrica suelta un sencillísimo punteo para dar paso a una pequeña variación en la melodía en la que Anderson empieza entonando casi con misticismo y termina nuevamente con un tarareo extraño y forzadísimo que hace que la rola gane en intensidad, amenazando con reventar en cualquier momento:

 

And the love that I feeeel is so far awaaay

I’m a bad dream that I just had today...

and you shake your head and say it’s a shame

 

Pero en vez de eso el piano dibuja nuevamente el contrapunto del comienzo de la canción y la

guitarra de Barre repite su infantil punteo para que Ian cierre este primer fragmento con la elegancia de un bardo:

 

Spin me back down the years and the days of my youth

Draw the lace and black curtains and shut out the whole truth

Spin me down the long ages, let them sing the song

 

El puente hacia la segunda parte de TaaB parte de un par de acordes secos de la guitarra acústica y ¡BOOM-BOOM!, la contundente respuesta del resto de la banda. See There! A son is born [3:00] es la parte más hardrockera del disco y uno de sus puntos fuertes. Aquí descubrimos a unos Jethro Tull capaces de mirar a la cara a los mismísimos Deep Purple. Pura potencia. De inicio tenemos ese contundente riff a la par de bajo y guitarra eléctrica que es la parte más exigente para Jeffrey en toda la canción. Anderson canta ahora más agresivo a propósito de la mano dura a la hora de educar a los chicos, con Evan espejándole la melodía por debajo:

 

See there!, a son is born and we pronounce him fit to fight

There are blackheads on his shoulders, and he pees himself in the night

 

El bajo y la guitarra viajan ahora a la velocidad de la luz convertidas casi en dos metralletas con su staccato.

 

We'll make a man of him, put him to trade

Teach him to play Monopoly and how to sing in the rain

 

Al 3:35 Anderson se calla y se inicia un pasaje instrumental con el bajo poniendo la base repitiendo obsesivamente su riff. Evan se arranca con un solo catártico y psicodélico y al 4:05 la guitarra de Barre recoge el testigo. Un poco más adelante reaparece la guitarra acústica y se queda sola un instante sosteniendo la toda la canción con su delicado rasgueo, dándonos un brevísimo respiro justo antes de que toda la banda estalle al unísono entonando el vertiginoso staccato. Hacia el final de esta “canción”, el órgano se queda solo alargando el riff durante un par de compases más de la cuenta hasta que todo termina con una gran explosión colectiva en forma de acorde disminuido.

 

The Poet And The Painter [5:00] es una épica balda folk que inicia con un pasaje bastante

pomposo. La batería marca el ritmo de entrada lento y el bajo traza un slide descendente (buen trabajo, Jeffrey!) y tras un redoble la flauta comienza a hacer piruetas deslavazadas sobre ese ascenso que van trazando el piano y la guitarra con sus acordes. Es un larguísimo y lento crescendo que desemboca en el momento en el que Anderson vuelve a agarrar el micrófono.

 

The poet and the painter casting shadows on the water

As the sun plays on the infantry returning from the sea

The do-er and the thinker, no allowance for the other

As the failing light illuminates the mercenary's creed

Por debajo de los versos evocadores de Anderson suena un órgano casi litúrgico mientras el resto de la banda va aumentando la intensidad poco a poco hasta llegar a esa auténtica declaración de intenciones que es el And the poet lifts his pen while the soldier sheaths his sword. Dos versos más adelante arranca otro pasaje instrumental en el que es la guitarra eléctrica la que reclama la atención de los focos. Primero en un dueto con la flauta y a continuación desdoblándose y tocando dos solos incendiarios simultáneamente, uno por cada altavoz, sobre un bajeo retumbante. ¡Pónganse unos auriculares y disfruten! Después del doble solo de Martin Barre la rola se reinicia y todo se repite pero esta vez el mensaje ha cambiado: And the poet sheaths his pen while the soldier lifts his sword. Buf! Sin duda el gran mérito de TaaB está en su música, en como logran mantener la atención durante más de cuarenta minutos sin llegar a aburrir en ningún momento (bueno, casi), pero hay que reconocer que no han descuidado la parte de las letras: esto está lleno de frases tremendas. Es como si los JTull gastasen toda su munición en este disco, dado el bajonazo que se produjo a partir de aquí. Al 10:30 Ian se queda canturreando con la última sílaba de su estrofa imitando la cadencia de la batería y a partir de ahí la flauta y el órgano, principalmente, construyen una transición instrumental a la siguiente canción.

 

La brevísima What Do You Do [11:20] arranca bruscamente con una de las grandes inquietudes que atenaza a todo adolescente: What do you do when the old man's gone? Do you want to be him?

El bajo, la guitarra eléctrica y el órgano, al unísono dan réplica al final de cada estrofa haciendo que la canción parezca que avanza a trompicones.

 

En From the Upper Class [11:50] no es que baje el nivel pero resulta un poco cansina porque buena parte de ella se sostiene sobre un riff repetido hasta el hartazgo. Comienza con un entretenido juego del gato y el ratón entre la flauta y el órgano metiendo variaciones sobre una melodía, retorciéndola y desfigurándola hasta concluir con un pequeño riff sincopado que pasa a ser tocado por toda la banda al unísono y que se irá repitiendo obsesivamente con variaciones, sosteniendo toda esta rola hasta el final. Esta melodía se tomará un respiro cuando la voz de Anderson vuelve a sonar al 13:15. Me parece que Ian hace milagros aquí para encajar las métricas irregulares de otro texto brillante en la cadencia tan marcada de la melodía.

 

I've come down from the upper class to mend your rotten ways

My father was a man of power whom everyone obeyed

So come on all you criminals! I've got to put you straight

Just like I did with my old man twenty years too late

 

Cuando termina la parte cantada el riff aún se mantiene ahí y en este punto ya se hace un poco pesado. Al 14:13 la flauta nos concede otro pequeñísimo descanso en forma de solo pero al rato la guitarra y el órgano siguen insistiendo en nuevas variaciones del riff, dejando un pequeño espacio para que Anderson cante un poco.

 

La guitarra acústica reaparece al comienzo de You Curl Your Toes in Fun [16:25] ¿no la echaban de menos? Además trae consigo la famosa línea de arpegios con los que arrancaba el disco. En esta parte que no llega al minuto la rola se vuelve exquisitamente delicada, casi convertida en una nana.

Anderson apenas recita cuatro versos. El resto del tiempo está tatareando. Su melodía suena

espejada por un coro también tatareando y por un glockenspiel que es una especie de xilófono que lo hemos en infinidad de canciones como el Little Wing de Hendrix, No Surprise de Radiohead, I Will Follow de U2 o el Tubular Bells de Michael Oldfield.

 

Childhood Heroes [17:20] es un brillante cierre a la primera parte del disco. De inicio mantiene la delicadeza del fragmento anterior pero ahora es más como una balada folk sobre el rasgueo de la guitarra acústica y un órgano tintineante. ¿Les suena su riff tintineante? Lo hemos escuchado antes, en The Poet And The Painter en forma de breve dueto entre la flauta y la guitarra eléctrica justo antes de Barre tocase dos solos a la vez. Al 17:40, cuando Anderson empieza a cantar, la guitarra acústica toca una versión alterada de su secuencia de arpegios (cuesta distinguirlo si no es en la versión remasterizada). Al 18:08 el bajo da un paso al frente y ocupa el lugar de la guitarra acústica y de pronto la rola parece sonar mucho más limpia. Inmediatamente la flauta y la batería reaparecen marcando el ritmo conjuntamente con un traqueteo cansino. La rola recobrará fluidez cuando Anderson invoque a los héroes de su infancia:

 

So, come on ye childhood heroes!

Won't you rise up from the pages of your comic-books, your super crooks

And show us all the way?

Well, make your will and testament

Won't you join your local government?

We'll have Superman for president

Let Robin save the day

 

A continuación, la banda sube un poco más de intensidad y durante casi un par de minutos TaaB adquiere el timbre de un rock mucho más convencional y pegadizo. Y a estas alturas, a pesar de que esto esto es una obra de arte inmensa, reconozco que se agradecen estos momentos. Al 21:10 luego de un largo pasaje de juegos y florituras sobre el ritmo en traqueteo, llegamos a una parte en la que la banda se calla por completo y empiezan a sucederse secuencias de tres acodes secos de guitarra, bajo y piano al unísono. Aquí no hay ningún tipo de de rítmica, solo silencio y ¡PAM-PAMPAM!... silencio...¡PAM-PAM-PAM! De pronto el órgano dibuja y luego repite un lick más propio de una Les Paul y a partir de entonces empiezan a aplicarse efectos de eco, delay y reverb con subidas y bajadas de volumen que hace que poco a poco el staccato mastodóntico vaya invadiendo anárquicamente los silencios para finalmente desaparecer desdibujándose.

La cara A termina con un efecto viento del sintetizador con un tímido susurro del órgano que

constituye la transición a lo que es la segunda parte.

 

 

Thick As A Brick (part 2) no es tan interesante como la primera parte. Principalmente por dos razones. La primera es ese inicio casi cacofónico que tendría su gracia en un disco de Zappa pero que no es lo que uno espera encontrar en un disco de Jethro Tull. La segunda razón es que la mayor parte de las ideas que se desarrollan son alteraciones de otras que ya escuchamos en la cara A y, aunque no llegue a cansar ni a sonar repetitivo sí que le resta algo de novedad y frescura. Por otro lado, exceptuando esos cuatro primeros minutos, esto sigue sonando majestuoso e incluso da mayor sensación de obra compacta que su gemelo. Y por si fuera poco incluye una de mis melodías favoritas de la banda, un tesoro escondido a simple vista. Así que aunque esté un peldaño por debajo de la parte 1, esta cara no pierde la categoría de obra maestra.

 

Al virar el vinilo retomamos el hilo con el mismo efecto con el que se había despedido el hermano guapo del disco. Obviamente hay una intención de dar sensación de continuidad. Es solo una consecuencia de las circunstancias de la época. Es un buen momento para recordar que si en 1972 ya se hubiese inventado el CD no habría un TaaB part 1 y part 2. La primera rola que nos encontramos es la electrizante y caótica See There! a Man Is Born. De principio no solo retoma el efecto viento del sintetizador si no también el fraseo aquel que tocaba el órgano casi al final de la cara A del que decía yo que parecía más indicado para ser tocado por una guitarra. Pues bien: aquí lo tocan a dúo la flauta y un saxofón. Y por si faltaba algo también suena la secuencia de tres acordes en staccato. ¡PAM-PAM-PAM...! y entonces, a traición, revienta el hard rock. Esta parte es un calco del See There! A Son Is Born de la cara A pero todavía más acelerado y agresivo, con distinta métrica y con la letra convenientemente alterada. Si A Son is Born hablaba de la educación estricta con los niños, aquí se habla del fin de la infancia y la llegada de las responsabildades y la competitividad.

 

See there! A man born and we pronounce him fit for peace.

There's a load lifted from his shoulders with the discovery of his disease.

We'll take the child from him, put it to the test,

teach it to be a wise man, how to fool the rest.

 

Y acto seguido (Oh, mierda!) ¡un solo de batería! ¿Les he dicho alguna vez que odio los solos de batería? Por dios, si es una absoluta contradicción: no hay nada tan arrítmico como un solo de batería. Supongo que con los sentidos embotados de LSD o de marihuana se percibirá de otra manera... Sobre el atolondrado redoble de Barlow tenemos la flauta y unas campanas tubulares repitiendo entrecortadamente la melodía de aquella caja de música de la cara A que llamamos You Curl Your Toes In Fun. Al 2:55 el resto de la banda hace un amago de una entrada conjunta triunfal con el fraseo que cerraba la cara A y abría la B pero en vez de eso se desinfla y empieza un juego de silencios, amagos de arrancada, caos, más silencios y frases con más o menos sentido (la más célebre, la pronunciada por Jeffrey: “We will be geared to the average rather than the exceptional” que en cierto modo resume un poco la intención del disco). Es la parte más experimental de todo TaaB y si les soy sincero me sobran estos cuatro primeros minutos. En buena medida explican el porqué la nota no llega a ese 10 que parece obligado.

 

Afortunadamente regresa el folk tradicional. Cuando la guitarra acústica irrumpe de la mano de su bien conocida secuencia de arpegios en In The Clear White Circles [4:05] uno llega a creer que estamos escuchando la cara A desde el comienzo, pero entonces Anderson altera por completo su melodía vocal y estamos ante una rola totalmente diferente:

 

In the clear white circles of morning wonder,

I take my place with the lord of the hills.

And the blue-eyed soldiers stand slightly discoloured

(in neat little rows) sporting canvas frills.

 

Este fragmento finaliza con unos tímidos rasgueados por la guitarra acústica que de pronto cogen potencia en las cuerdas de la guitarra eléctrica apoyada por el órgano y el bajo y se van haciendo cada vez más agudos e intensos hasta interrumpirse bruscamente para que la guitarra acústica vuelva a imponer sosiego.

 

The Legends [6:00] es un fragmento cortísimo con unos coros místicos sobre un espeso manto de órgano más guitarra acústica, otra vez adornados con el tintineo del glockenspiel.

 

The legends (worded in the ancient tribal hymn) lie cradled in the seagull's call.

And all the promises they made are ground beneath the sadist's fall

 

Una lástima que no la hubiesen desarrollado un poco más.

 

Y llegamos a mi momento favorito de Thick As A Brick: The Poet And The Wise Man [6:30]. Sin duda es una de las melodías más bellas de toda la discografía de Jethro Tull. Para mi, la gran joya oculta de su discografía que muy rara vez se ha interpretado en directo. El rasgueo inicial de guitarra imita el redoble de tambores y la rola adquiere un aire entre lo marcial y lo fúnebre. La flauta suena con un extraño efecto tremolo mientras la melodía vocal luce cargada de toda solemnidad:

 

The poet and the wise man staaaand behind the guuu___un. Behind the gun!

and signal for the crack of daaaaaawn.

Light the suu_un. Light the sun.

 

Y entonces llega ese tremendísimo Dooo you belieeeeeeve in the da_ay? con ese refuerzo vocal entrando tarde en el believe. Wow! Cada vez que lo escucho se me queda grabado en la cabeza durante días enteros. Es tan hermoso que duele. Durante las tres estrofas se mantiene el ritmo de procesión pero con continuos cambios de instrumentación. Aparte de los instrumentos habituales se escucha por ahí también un laúd y un clavecín. Para cerrar, al 11:00 hay un cambio de melodía. La rola pierde toda esa majestuosidad, pero mantiene un aire marcial con un obsesivo riff grupal. La flauta con tremolo se desdobla y, al igual que lo hiciera Barre hace ya siglos en The Poet And The Painter, mete un solo por cada altavoz. Por debajo el resto de la banda va aumentando casi imperceptiblemente de intensidad.

 

Con Tales Of Your Life [12:40] regresa la agresividad y los ritmos acelerados. Inicia con la flauta y el órgano dibujando fraseo muy simple con el que después se ponen a juguetear hasta acabar convirtiéndolo en un riff tocado por toda la banda que sostendrá los más de cinco minutos que dura el fragmento. Ian saca su traje y su tono de juglar pero lo que canta tiene muy poco que ver con como lo canta:

 

Let me tell you the tales of your life,

of your luck and the cut of the knife,

the tireless oppression, the wisdom instilled,

the desire to kill or be killed.

Let me sing of the losers who lie

in the street as the last bus goes by.

The pavements are empty: the gutters run red

while the fool toasts his god in the sky.

 

A lo largo de toda la canción se alternan los pasajes vocales con los instrumentales. Anderson canta siempre las mismas melodías cada vez con un poco más de intensidad mientras que en los instrumentales nos encontramos de todo: desde solos de clavecín, ¡hasta un despertador!

 

Childhood Heroes Reprise [18:00] irrumpe con un brusco cambio de modulación. Esta pieza es como un resumen del Thick As A Brick, repitiendo y alterando melodías, sucediéndose los riffs y motivos que han aparecido a lo largo de todo el disco. trayéndolos incorrumptos o con el ritmo alterado, o con distinta instrumentación. Es como la gran traca final con la banda vaciándose ahora que se acaba el disco. Cuando ya empieza a bajar el telón suena el lick de órgano que cerraba la cara A sobre el riff de bajo de See There! A Son Is Born. pero ese no podría ser el punto final. Un álbum tan épico con el TaaB solo puede despedirse con la misma secuencia de arpegios y la misma melodía vocal con la que empieza, ralentizándose hasta apagarse en ese and she´s buying a starway to heaven… digo, and your wise men don't know how it fee_eE_eEeE_eEl... to be thick... as a brick

¡Como marcan los cánones!

 

El TaaB es una maravilla, pero desgraciadamente es más famoso por su peculiaridad estructural que por su música. Digamos que el aspecto freak opacó bastante todo lo demás. Gustos aparte (yo disfruto más con Stand Up), este disco sería la cima creativa de Jethro Tull. A partir de aquí vendría la cuesta abajo. En adelante aún encontraremos muy buenos discos, pero la larga decadencia, a veces sutil, a veces vertiginosa, será innegable y jamás volverán a alcanzar este nivel. Después de Thick As A Brick Anderson trató de repetir jugada tomándoselo con más seriedad. Se embarcó en un prometedor proyecto que fracasó y que acabó siendo bautizado como Chateau d'Isaster y que finalmente derivó en A Passion Play, un disco demasiado pretencioso incluso para Ian Anderson, pero también bastante subestimado. Jethro Tull volvería a alcanzar el nº1 en las listas de ventas pero

el álbum supuso el primer fracaso rotundo de crítica del grupo. Anderson, que es un tipo bastante excéntrico (ja!), cogería tal cabreo que llegaría a disolver la banda. Pero como siempre digo, esa es otra historia que ya contaremos otro día.

 

Por marlaior

12-abr-2018

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