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WAR (U2, 1983)

Artista: U2 (C)
Fecha de Grabación: 17 de May – 20 Ago 1982
Fecha de Lanzamiento: 28 de Febrero de 1983, IRE
Discográfica: Island
Productor: Steve Lillywhite
Calificación: 
9

Era: New Wave (1976-???)

Subgénero: New Wave (1976-1990)

Mejor Canción: Sunday, Bloody Sunday

Canciones: 1) Sunday, Bloody Sunday; 2) Seconds; 3) New Year’s Day; 4) Like A Song; 5) Drowning Man; 6) The Refugee; 7) Two Hearts Beats As One; 8) Red Light; 9) Surrender; 10) 40.

El niño regresó… y está encabronado!  Ah, qué portada tan perfecta. Representa de forma inmejorable el espíritu de este aguerrido disco. Si en el Boy la banda suena un tanto inocente e inmadura (que no por ello el debut es malo) y el pequeño Peter Rowen lucía como un tierno niño, aquí tanto el pequeño, que ya creció algo, como la banda, que ya también está bastante madura, lucen furiosos, sin nada del aura atmosférica, juvenil, newwavera y pseudoreligiosa de los dos discos previos. El título del álbum lo dice todo. Si bien U2 no es de discos conceptuales precisamente, en estos primeros se nota un patrón o temática: el Boy sobre la adolescencia y angustias juveniles; el October con un aura mucho más religiosa, que afortunadamente se dieron cuenta que no los iba a llevar a ninguna parte; y este tercer disco, girando alrededor de la guerra, no tanto las escenas bélicas, sino las fracturas y heridas que esta deja en la gente. Bono diría que iba como un retrato de una familia devastada por la guerra.


Y es que en 1983, efectivamente había guerras por todos lados. La Guerra Fría estaba en un punto tensionante, quizá el más alto desde el incidente de los misiles en Cuba; había guerra en medio Oriente, guerra en África, Polonia sangraba, Irlanda estaba al borde de una guerra civil, Afganistán y los Talibanes eran entrenados por el Tío Sam para contraatacar a los rusos… Así Bono y compañía decidieron hacer un disco mucho más directo, tanto musicalmente como líricamente. Las abstracciones y metáforas más ambiguas de los discos previos se eliminan y aquí el mensaje es mucho más claro y preciso. Y efectivo, claro. En lugar de sermonear sobre la Biblia y el Dios te Ama y volverse un grupo de coro de Iglesia con distorsionadores, dan un acertado giro a un mensaje que te golpea en la cara y te obliga a reaccionar. Quién no vibra con la crudeza y se muere de indignación con “Sunday Bloody Sunday”? Es tal vez su mejor canción política. Ehrr… es quizá la mejor canción de toda su discografía!!! Por eso el disco fue un reflejo exacto de su época, oportunista hasta cierto punto, pero logró trascender y volverse en una pieza atemporal y que mantiene vigencia, no sólo en su mensaje, sino también en la música.

El cambio es radical, y por ello el War es considerado como la primer pequeña obra maestra de U2, solo por debajo de los excelsos Joshua y Achtung. La metamorfosis sonora también es notable. La banda suena tremendamente segura de sí misma, cohesionada como no había sonado en los discos previos. Este es ya el sonido iutuesco que identificamos aquí y en China. El sonido es poderosísimo y agresivo. Duro, más directo, y todas las canciones suenan grandes y majestuosas. U2 entonces apenas era conocido en Irlanda, algunas partes de Escocia e Inglaterra y algunos rincones de Europa, pero no pasaba de ser una banda de muchachos con aspiraciones. Aquí aplican esa pasión política, se sacuden esa falta de dirección que tuvo el October y hacen música que ya suena a una banda enorme. Por supuesto que el disco los lanzaría como “EL nuevo suceso”, desbancando el Thriller de Michael Jackson del primer lugar. U2 se convertiría con el War en la banda del Arena Rock por excelencia, y en un par de años compartiría con Queen la cabeza de cartel del Live Aid, pero las canciones del disco de alguna manera ya suenan más que perfectas para ser interpretadas frente a miles en estadios llenos. La banda estaba lista para ese brinco.


Sigue sonando a U2 por supuesto, pero hay una notable evolución. Muchos critican al War porque prácticamente no hay riffs. A mi no me parece que esto sea malo en absoluto. Al contrario. La banda encuentra al fin su equilibrio. Bono es mucho más protagónico que The Edge, quien deja de sentirse Hendrix para convertirse en ehm...en  The Edge. Jajaja! Nunca será un prodigio ni un Riff Maker, aunque tiene líneas muy buenas en su discografía, pero a partir de aquí brillará por los arreglos secundarios, las texturas, los efectos de guitarra, los juegos con los armónicos y la manera en que redondea las canciones con su astucia y pedales, más que por memorables riffs o solos. En el War suena mucho más crujiente y distorsionado, olvidándose de los efectos cargadísimos de eco y delay de los dos discos previos, aunque creando atmósferas mucho más elaboradas y efectivas. Bono también da un brinco, no sólo en el aspecto lírico. Vocalmente también suena ya en plenitud, acaparando los reflectores, convirtiéndose y asumiendo el rol del nuevo mesías del Rock y de esa nueva generación, puesto que había quedado vacante tras las muertes de Lennon y Marley. Sí; después se volvería en un pretencioso postmoderno e insoportable reverendo, pero a estas alturas era justo lo que necesitaba esa generación perdida en los confusos y nefastos 80’s. Larry Mullen Jr. También suena descomunal en todo el disco, pero brilla particularmente en “Sunday Bloody Sunday” haciendo la que quizá sea hoy en día la línea de batería más memorable de la historia, en “New Years Day”, en “40”... Adam Clayton se mantiene, aunque él mismo reconoce ser el eslabón más débil de la banda. Lo sorprendente es como se engrana la sección rítmica, y Clayton y Mullen parecen estar haciendo una canción totalmente distinta a la que está haciendo The Edge, pero milagrosamente todo embona a la perfección para hacer canciones magistrales. Y esto también será una marca representativa de U2 en adelante. Se dan cuenta de sus limitaciones, pero U2 se convierte en un grupo endemoniadamente astuto para sacarle cada gota de jugo a sus limitadas virtudes instrumentales para hacer canciones grandiosas.


El disco lo comenzaron en Mayo del 82. Sería el último bajo la producción de Steve Lillywhite, al menos durante mucho tiempo, pero es notable como aquí se sacudió los clichés de producción de la época e hizo un disco con un sonido mucho más rockero. Las sesiones se interrumpieron porque Bono se casó con su adorada Alison, con quien tuvo 4 hijos y aún hoy día se mantiene casado, y a quien dedicó bastantes rolas. Se fueron de luna de miel a Jamaica y la situación social de la isla lo llevó a escribir algunos bocetos que conformarían el disco. “New Years Day” nación e Jamaica, y curiosamente empezó como canción de amor y terminó siendo dedicada al movimiento Solidaridad de Polonia. “Sunday Bloody Sunday” se basaría en el tristemente célebre domingo sangriento de Dublín, el 30 de Agosto de 1972 (hay una película buenísima del 2002 llamado igual que la canción). “Seconds” hace referencia al riesgo de la proliferación nuclear, y así. En realidad no se enfocan en una guerra o en un momento, sino que hacen un repaso a la violencia global y un llamado de atención a esa apatía o falta de reacción. El ver tanta violencia en TV hace que perdamos el significado de una muerte real, y no sabemos distinguir la ficción de la realidad. Por eso este disco sigue tan encabronadamente vigente!


El niño de la portada es efectivamente, el mismo de la de Boy, Peter Rowen, hermano de un amigo de Bono (precisamente el que le puso a Paul Hewson el apodo de Bono). El niño también saldría en las portadas del Three y los Best Of. De hecho, para las sesiones se tomó esa foto con casco militar, pero la desecharon porque querían reflejar la guerra como un estado interior.

El disco abre con todo. La batería de Mullen suena descomunal desde los primeros latidos de “Sunday Bloody Sunday”. Un beat casi marcial, rabioso, lleno de destiempos. Enseguida entra un violín llorando, que muchas veces se confunde con los raros efectos de pedales de The Edge. No, aquí es un violín que le imprime muchísimo dramatismo a lo largo de la canción. Enseguida el arpegio de guitarra llena de distorsión. The Edge se dedica durante la rola a hacer distintos arreglos, sin que se pueda decir que haya uno principal. Parece ir siempre en una dirección aparte, casi contraria a sus compañeros, pero esto hace que la canción suene magnífica, desde el arpegio casi limpio del inicio, luego le agrega una tonelada de distorsión para el primer coro y ya no se lo quita para los siguientes versos, un tremendo solo al 2:40, que no es virtuoso, pero es violentísimo y perfecto, de los más memorables. Inmediatamente la canción baja de intensidad y queda como en suspenso, y toca apagando las cuerdas acoplándose al beat y emulando un efecto de metralla. Luego de nuevo las guitarras limpias, los violines chirriantes, la banda vuelve a la carga al 3:45 para el último verso que inicia la coda. Instrumentalmente es una obra de arte. Quitando letras, toda la atmósfera contagia una rabia, una impotencia, drama, furia... El poder de esta canción es brutal y una muestra del genio de la banda. La música dice exactamente lo que la lírica. La rola la comenzó a escribir The Edge después de una pelea con su novia, con una letra distinta. Estaba deprimido y enojado.  A Bono le gustó la música y el coraje, pero la letra fue evolucionando hasta ese capítulo negro de la historia reciente irlandesa, el Bloody Sunday del 30 de Agosto del ’72 en el que la policía británica abrió fuego a civiles irlandeses desarmados. La intro da pie a las primeras líneas, ya tatuadas en el subconsciente humano: “"I can't believe the news today, I can’t close my eyes and make it go away…". Para de inmediato irnos al notable puente: “How long, how long must we sing this song?”. Para los coros The Edge canta junto con Bono alargándose y creando un efecto de boomerang a dos voces. El violín se agregó por casualidad. Un violinista llamado Steve Wickham se encontró a The Edge en una parada de camión, y al reconocerlo le preguntó de broma si no necesitaban un violín para su próximo disco. The Edge dijo: “Por qué no?” y Wickham se integró a las sesiones dando una mayor intensidad y redondeando muchas de las canciones del álbum, pero particularmente ésta sería imposible imaginarla sin el violín. La tremenda línea de batería también fue casual. Steve Lillywhite había pedido a Larry Mullen Jr desde el inicio de las sesiones del álbum que usara el click track, un metrónomo en audífonos que usan algunos bateristas para llevar mejor el ritmo, pero Larry se negaba. Coincidió por esas fechas con Andy Newmark, baterista de Sly & The Family Stone, quien le platicó de las virtudes del Click Track y lo convenció de intentarlo. El resultado fue esta maravilla, que hubiera resultado imposible sin el metrónomo marcándole el tiempo a Larry. En fin, todo se combinó para hacer una de las canciones más perfectas de U2, siempre candidata a su mejor canción, un himno de los 80’s que catapultaría a los irlandeses al estrellato global.

Seguimos con “Seconds”, con una línea de bajo muy cool y una atmósfera más desenfadada, ligera y alegre. Siempre me ha parecido de las canciones más subestimadas de este disco. Inicia con Mullen marcando con el bombo, inicia el beat, un chisporroteante guitarreo acústico y luego una línea de bajo muy funky. Nada elaborado, pero es una buena línea de Clayton. The Edge va dando latigazos eléctricos y él mismo redondea la magia con una melodía pegajosa y esos ganchos etéreos entre los versos, llevando el liderazgo vocal. Es sorprendente cómo se parecen sus voces, por ello a veces parece que Bono hace overdubs cuando en realidad es The Edge. Las letras son una alegoría sobre la facilidad en que el mundo puede volar en pedazos en un segundo con tantas armas nucleares y tanto títere loco cerca del botón rojo. Increíble como sigue vigente después de casi 30 años! Al minuto 2 hay un falso final con unas voces como de TV al fondo. Siempre me voy con la finta ya que la pausa es larga, pero regresan para unas últimas repeticiones. La canción es ligera, pero de muy buen mood y me agrada bastante que no la hayan recargado innecesariamente.

“New Years Day” es otra joya gigantesca en la que todo funciona de manera maravillosa. De nuevo el riff principal no viene de la guitarra, sino del bajo. Me identifico mucho con Clayton  ya que yo no soy un bajista particularmente técnico; no soy fan del slapeo ni de trucos apantallantes sino de hacer bien las cosas con creatividad y buenas líneas, y Clayton es también muy de dicho estilo, más discreto. Pues esta vez es el bajo el que soporta toda la rola, y el piano, que hace unos arreglos sencillos, paro que sirven de ganchos memorables.  The Edge es quien hace los arreglos de piano, y de inmediato deja el teclado para engancharse a la guitarra y hacer esos formidables arreglos. No hay una línea fija de guitarra, sino que le sube a la distorsión a todo y crea unas oleadas sónicas magníficas, recordando un poco la ecualización del October, con carga de eco y Delay. El requinto del 2:40 es muy sencillo, es más un guitarreo crujiente, pero embona bien, e inmediatamente The Edge suelta la guitarra para retomar la línea de piano y hacer un pequeño solo, muy lindo, y finalizándolo al 3:25, retoma la guitarra para un solo más elaborado y climático. La letra es magnífica. Empezó siendo una canción de amor de Bono para Ali, y la primer estrofa, si se separa del resto, es de corte más romántico. Pero en los siguientes versos Bono agrega más contenido político referente al movimiento Solidaridad de Polonia, con el cual Lech Walesa derrocaría al gobierno para instaurar uno que apoyara más a la gente, obreros, campesinos… Poco después de la salida del War Walesa ganaría el Nobel de la Paz. La letra es una alegoría de que el cambio es posible “The newspapers says, says, say it's true it's true... And we can break through, Though torn in two, We can be one…”. Una gran canción, donde se hace más patente esa especie de dualidad, en la que la sección rítmica parece estar haciendo una canción y The Edge otra totalmente distinta, pero que en conjunto el resultado es explosivo. Una de las grandes joyas de U2.

Luego está “Like a Song”, una canción muy poderosa, donde la banda se siente muy segura y crea esa atmósfera en la que todo suena “grande”. The Edge vuelve a meterle eco en apenas algunos fragmentos y hace uso de Power Chords y un sonido más pesado en el resto. Mullen hace varios cambios de ritmos que lucen y mantienen viva la canción, sobresaliendo mucho la batería en este track, particularmente en la parte en que se queda sosteniendo la rola al 3:40. La letra es muy buena. Poco después del October a U2 le llovieron críticas por alejarse del movimiento Punk, y con este track tratan de deslindarse aún más del mismo: “Angry words won't stop the fight, Two wrongs won't make it right, A new heart is what I need…”. La música contrasta bastante con el mensaje, ya que la crudeza la acerca bastante al Punk Rock.

Continuamos con “Drowning Man”, con una base acústica y en donde tienen un meticuloso cuidado de la construcción de la atmósfera, más íntima y sobrecogedora. The Edge juega con los armónicos de la guitarra eléctrica para hacer unos deliciosos arreglos muy cristalinos. El violín de Steve Wickham reaparece para hacer bellos adornos. La letra retoma el carácter religioso del October. No son demasiados cambios, pero es notable como entre Bono y The Edge mantienen la tensión, hacen adornos y se las arreglan para mantenernos atados. Aquí se nota el crecimiento respecto al disco previo, ya que manteniendo el mismo estilo más espiritual en lírica y música, suena bastante mejor lograda.

Con “Refugee” aflojan bastante y es a mi punto de vista, el punto flojo del álbum. La batería de Mullen es notable, pero por la producción suena nefasta. Parece salida de uno de los primeros discos de Duran Duran. La melodía vocal es muy floja y poco memorable y esos “Ohh WooHoooo” también son horrorosos. La guitarra cruje demasiado y la pieza termina siendo muy monótona y sin encajar en absoluto con el mood del resto del disco. Incluso es bailable! Se nota que es la única que no produjo Lillywhite, ya que el productor de esta fue  Bill Whelan. Tache!!!

Vuelven al buen nivel con “Two Hearts Beat As One” en donde el bajo se lleva las palmas con una línea funky muy pegajosa que hace la canción, uno de los mejores trabajos de Clayton. La rola es muy poderosa, con una batería a match 4, ese memorable bajo crujiendo y poniéndonos a saltar, una línea vocal pegajosa y cantada por Bono con mucho feeling, y en general, un aire mastodóntico que hace que la rola sobresalga. La letra no es la gran cosa, una canción de amor, pero no de las más notables de Bono. Aún así es uno de los puntos fuertes del disco y otra de las subestimadas de la banda.

Luego viene “Red Light”. El riff de bajo esta vez si es de Clayton, más sencillo, con una figura circular y elástica. The Edge hace chirriar su guitarra de gran forma, dejando por grandes lapsos que la nación se mantenga sólo pr la sección rítmica. Bono hace un gran despliegue vocal alcanzando tonos altísimos, y justo cuando hay más tensión, bajan la furia para esos puentes con coros femeninos repitiendo el “love, love love looove…”. Luego un solo de sax que intenta ser muy sexoso al minuto 2. Luego hacen un puente más funky y bailable al 2:20 y regresan a la estructura original. Y bueno, esa atmósfera nocturna y sobrecargada de erotismo va con las letras que hablan de la prostitución. Es una especie de Roxanne de U2, aunque sin un resultado tan esplendoroso como el de The Police.

Enseguida llega “Surrender”, donde The Edge acapara reflectores con el gran trabajo de guitarra, demostrando nuevamente que no necesita hacer riffs a la Zeppelin para ser un gran guitarrista. La canción es muy melódica, con aires etéreos y a la vez una gran fuerza. De nuevo es esa conjunción, bajo-batería hace un beat poderoso, mientras que The Edge está en otro universo haciendo arreglos agudos, cargados de eco, sublimes. Al 2:30 hay algo que no es precisamente un solo, sino que The Edge se queda experimentando sonidos de una forma que me recuerda mucho la sección media de “Whole Lotta Love”, pero sin el orgasmo. Jajaja. Buena canción, un poco repetitiva hacia el final ya que llega casi a los 5:30, pero en general muy bien hecha.

El disco cierra con “40”, otra canción tranquila y más religiosa, basada en el almo 40 y con otra gran línea de bajo. Pero no es Clayton! Es The Edge!!! Resulta que esta fue la última canción que grabaron. El último día de sesiones, Adam ya se había ido, pero el resto quería ya dar carpetazo a la rola y al disco, por lo que The Edge hizo la grabación del bajo. Por eso suena tan cool, jajaja. The Edge resultó tan buen bajista como Adam, igual que en los Stones Richards es mejor que Wyman. Es una canción sencilla, pero linda, atmosférica, que da un cierre más esperanzador a un álbum tan aguerrido. En vivo, The Edge y Clayton suelen intercambiar instrumentos, y usualmente la usan para cerrar los conciertos antes del encore, dejando que la gente se quede minutos a capella con el “how loooooong to sing this song…”, que curiosamente es casi la primer línea con la que el álbum abre.


En fin, un muy buen disco, donde U2 por fin encuentra su camino y su sonido. Y su postura policía! Aunque los discos posteriores seguirán cambiando, básicamente aquí está ya la fórmula distintiva del sonido y letra de U2 que siguen manejando hoy en día. El War tiene 2 canciones gigantescas y antológicas, otras 2 o 3 de buena manufactura, unas cuantas siendo promedio tirando a buenas y solo una que se puede considerar relleno. Y a pesar de conservar ciertos rasgos de los 80’s la producción no está demasiado fechada. Es un disco de Rock, no de New Wave, por ello sigue tan vigente y no pierde frescura, a diferencia de otros trabajos de otras bandas del mismo año. No es de extrañar que este haya sido el disco que los catapultó a los primeros planos. U2 es uno antes y después del War. Antes era una banda de muchachos que tocaban bien para su época, apenas conocidos en su país y en algunos circundantes. Después del War, U2 comenzaría su ascenso hasta llegar a ser la banda más poderosa y representativa de los 80’s. Este es el comienzo de todo, el punto de inflexión, por lo que sin duda, vale la pena si no lo has escuchado.

Por Corvan 

7/Dic/2011

Letras de El Traductor De Rock

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