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SAWDUST (The Killers, 2007)

Artista: The Killers (D)

Fecha de Grabación:  2004 - 2007

Fecha de Lanzamiento: 9 de Noviembre del 2007, USA

Discográfica: Vertigo

Productor: Flood, Alan Moulder, The Killers, Stuart Price, Jeff Saltzman…

Calificación: 9

                   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Era: Indie (2001-???)

Subgénero: B Sides and Rarities  

Mejor Canción: Tranquilize, Romeo & Juliet, o Glamourous Indie Rock & Roll

Canciones: 1) Tranquilize; 2) Shadowplay; 3) All The Pretty Faces; 4) Leave the Bourbon on the Shelf; 5) Sweet Talk; 6) Under The Gun; 7) Where the White Boys Dance; 8) Show You How; 9) Move Away; 10) Glamourous Indie Rock & Roll; 11) Who Let You Go; 12) The Ballad of Michael Valentine; 13) Ruby Don’t Take Your Love to Town; 14) Daddy’s Eyes; 15) Sam’s Town (Abbey Road Version); 16) Romeo & Juliet (live); 17) Mr. Brightside (Jacques Lu Cont Remix).

 

Normalmente no reseño B-Sides y rarezas. Pero hay algunos que son obligatorios, ya que sobresalen dentro de la discografía de una banda. Para evitar suspicacias, empezaré diciendo que en ningún caso considero los singles, B-Sides, rarezas ni compilatorios para la calificación general de ninguna banda. De hecho, no considero ni los discos en vivo. Porqué? Después de todo las bandas son eso, una suma de su obra, no? Ciertísimo, pero para poder equilibrar su peso histórico estoy tratando de tomar en cuenta los discos de estudio que los hicieron grandes, el material más accesible para el público y no sólo para los fans. Es como si juzgáramos a un escritor por la correspondencia personal. En algunos casos los escritos personales superan su obra pública, como De Profundis de Wilde, que es la más conmovedora, universal y gigantesca (literal y metafóricamente) carta de amor en la historia de la humanidad. Pero solo en contadas ocasiones llegan realmente al resto de los mortales…

Bueno, pero los B-Sides son del dominio público, no?  Sí, en cierta forma. Pero en realidad son sólo los fans hardcore quienes compran los sencillos y tienen acceso realmente a las famosas Caras B. Generalmente es material en el que la banda se relaja más, tiene capacidad de experimentar y soltarse, no siente la presión de hacer un éxito como el Lado A del sencillo, y puede resultar en algunos casos en la faceta más experimental y libre del grupo (como “Tranquilize”).

Sin embargo, como en el caso de los herederos de Wilde, que se dieron cuenta de la enorme poesía inmortal que escribió desde prisión y se decidieron a publicarla, hay bandas que se sienten con la confianza necesaria para reunir dicho material, colocarla en un solo disco y hacerlo más accesible. Por el hecho de ser Lados-B, el resultado no siempre es bueno. Ahí tenemos el Incestiside de Nirvana que se lanzó sólo por presión de la disquera. Vaya, ni siquiera todos los B-Sides de los Beatles en su primera etapa son muy buenos, y  por ello el Past Masters I es inferior al II. Pero hay bandas que se crecen, que sin presión lanzan tremendo material que en su momento no consideran tan bueno o que no entra en el mood de cierto disco y lo dejan de lado. Pero cuando se deciden a hacer recopilaciones de los mismos, lanzan enormes discos. No los considero para la calificación de la banda porque hay algunas que pueden tener buenísimos lados B que nunca se recopilaron y por lo mismo nunca podemos juzgar como disco. Entonces hay bandas que quedarían un tanto relegadas ante las que sí tuvieron la oportunidad económica de lanzarlos como LP.

Generalmente este tipo de álbums se lanzan ya que la banda murió, como un último afán de la disquera para sacar billetes póstumos, como el Rarezas de los Héroes del Silencio y los mismos Beatles. Pero hay  excepciones en vida activa de una banda… Está el B-Sides de los Kings of Leon, que si bien no es su mejor disco, es bastante sólido para haber sido lanzado apenas con 1 álbum de estudio, y que eventualmente espero reseñar. El Odds & Sods de The Who, Sci-Fi Lullabies de Suede o el Hatful of Hollow de los Smiths. Los 2 The Best of de U2… (es increíble que no haya un buen recopilatorio de lados B de los Rolling Stones o de Zeppelin, ya que solían ser insuperables!). Y como casos excepcionales, tenemos el Masterplan de Oasis, y este enorme Sawdust de The Killers que casi alcanzan el nivel de sus mejores discos de estudio y muestran las mejores caras de las bandas.

 

 Es difícil saber desde cuando abarca este recopilatorio, aunque supongo que hay descartes y lados B desde el Hot Fuss. Hay muchas sorpresas en el Sawdust. En primer lugar, que sean 17 temas. Son demasiados para un recopilatorio, sobre todo tomando en cuenta que apenas tenían dos discos de estudio. La segunda es la calidad. Usualmente los Lados B y descartes son de menor nivel, y uno esperaría un disco flojo. Después de todo, si son Lados B es precisamente porque la misma banda piensa que no son suficientemente buenos para ser lados A. Costumbre heredada de la época del vinil en que había que meter una rola más para completar el single y que no pareciera un atraco. Por ello resalta que de los 17 temas sólo habría 2 o 3 de un nivel mas o menos flojo, o que no aportan gran cosa a los originales, en el caso de las versiones de “Sam’s Town” y “Mr. Brightside”. Pero aún así, el resto del disco es muy consistente, muy fluído, e incluso mantiene cierta cohesión. Pareciera que efectivamente salieron de las mismas sesiones de grabación, aunque abarcan unos 3 años.

Respecto a la calidad, la mayoría de los comentarios que leí hacen una recepción muy tibia de este disco. Cuestión de gustos. No sé si por el mismo prejuicio que solemos tener a éstos lados B. La cuestión es que a mi me parece muy consistente. “Tranquilize” es quizá la mayor sorpresa, haciendo un radical giro, sombrío, experimental de avanzada, lo cual se le puede adjudicar a Lou Reed, sin duda, pero para mi debe estar entre las 3 mejores rolas de los Killers a la fecha. “Glamourous Indie Rock & Roll” es desfachatada, divertida, ligera, y se terminaría convirtiendo en uno de los himnos representativos de los Killers. Hacen una extraordinaria versión de “Shadowplay” de Joy Division, mucho más luminosa. El Cover de “Romeo & Juliet” me parece sublime. Evidentemente no son los Dire Straits, pero hacen una bellísima toma respetando la esencia nostálgica e irónica de la original. Y vienen bastantes temas muy fuertes que sonaron mucho en la radio, en ocasiones más que sus respectivos Lados A.

 

El disco arranca precisamente con “Tranquilize”, con densas capas de teclado, un bajeo oscilante, profundo, oscuro, casi negro, luego efectos de feedback eléctricos al fondo, y un rasgueo acústico que te tumba del asiento cuando entra. De inmediato crean una atmósfera asfixiante, negra, amenazante, diametralmente opuesta al synth rock-pop al que nos tienen acostumbrados. La línea vocal es un extraño medio tono en el que entra Brandon. Lou Reed entra para la segunda estrofa, con esa paranoia de la vida en el siglo XXI: “Silently reflection turns my world to Stone, Patiently correction leaves us all alone”. Reed canta como si llevara 300 años en una tumba y se acabara de levantar a cantar con los Killers. La letra es impresionante, y se adapta a la intensidad y oscura majestuosidad de la canción. Complejidad estructural, cambios de ritmo, un estribillo pegajosísimo con ese puente intenso: “I got this feeling that they're gonna break down the door, I got this feeling they they're gonna come back for more” que nos lleva al límite, hasta que estalla en el coro, más melódico y pausado. Después regresamos al tercer verso, cantados de forma casi macabra por un coro infantil: “Silently reflection turns my world to Stone, Patiently correction leaves us all alone”. Este cambio siempre me deja la piel chinita. El segundo coro retoma aires magnificentes y al terminar hacen una transición con tonos descendentes que nos dejan al viejo Lou casi recitando las últimas líneas para cerrar como con queriendo con un contundente: “With the Bushes and the bombs, A-re, Tranquilized”, mientras el organito de carrusel se difumina. No, los Killers no tienen absolutamente nada parecido a esta obra maestra. Y sé que gran parte del mérito parece ser de Reed, pero la verdad es que la composición de la rola es de Brandon solito, y el nivel que logra por momentos este tema me deja sin aliento. Insisto, debe estar entre las 3 mejores de la banda. Esta creo que es la única canción inédita que aparece en el Sawdust, pero en sí misma vale todo el disco.

Luego viene “Shadowplay”, el primer cover. De todas las influencias ochenteras que tienen los Killers, jamás hubiera pensado en  Joy Division. Aquí toman la canción de Ian Curtis y compañía, le quitan algo de oscuridad, toman una fracción del solo original para hacer el riff de teclado que llevará la pauta en el cover y voilá. Sigue siendo oscura, con el oscuro bajeo punteado llevando el peso de la rola, pero de alguna forma los Killers le dan un trato más shiny, más pulido. El solo suena más explosivo sin ser realmente muy distinto. Y Flowers la canta en su estilo, dando un toque más humano, incluso lanzando gritos por momentos. Lo cual es bueno. La voz de Curtis siempre me ha parecido algo macabra. En fin, a algunos les pareció un insulto a Joy Division, a mi me parece un buen tributo, sin modificar demasiado la rola pero dando un toque más glamoroso y brillante. Ésta fue grabada durante las sesiones del Sam’s Town y aparecería antes del Sowdust en el Soundtrack de la película Control.

Continuamos con “All The Pretty Faces”, y una espectacular intro, con capas de guitarras espesas que inician con una secuencia de Power Chords, van acelerando con una potencia cuasimetalera, y luego paran para dar entrada a Flowers y su típico agudo. Una batería colosal con beat rápido y con matices tecno. Sintetizadores que aparecen antes de los estribillos para dar pinceladas de color a otro tema inusualmente oscuro y escalofriante, estallando en el estribillo pegajoso como chicle “I don't feel like, I don't feel like, I don't feel like loving you”. La letra en sí es sofocante y controladora: “You're not going anywhere without me… You're not telling anyone about me”. Tiene ese perfecto equilibrio entre el glam del Hot Fuss y la majestuosidad del Sam’s Town…

Con “Leave the Bourbon on the Shelf” le bajan al tremendo arranque de disco. Es más juguetona y ligera, “menos experimental” (por no decir básica) que con lo que habíamos empezado. Por momentos la melodía incluso llega a ser un tanto melosa, sobre todo en los coros,  y ese efecto apagado en la voz durante los estribillos no le sienta del todo bien. La letra demasiado autocondescendiente y estúpida. Si yo fuera Jennifer, le estrellaría la botella de Bourbon en los cojones y luego me largaba. Si esa es la manera de Flowers de pedir disculpas, merece eso y más. Pero, bueno, el caso es que esta rola fue parte de las sesiones del Hot Fuss, y completa la llamada Murder Trilogy junto con “Jenny Was A Friend Of Mine” y “Midnight Show”. No me fascina, pero es pegajosísima, y de alguna manera recuerdo que en algún momento la pasaban mañana, tarde y noche en el radio.

Sigue “Sweet Talk”, con el sintetizador haciendo una figura compleja llena de texturas. Una canción más pausada, ondulante, cálida, con toques agridulces y un coro pegajoso como chicle. Incluso el ritmo es bailable, aunque algo lento. El estribillo es maravilloso, reventando el sabor ácido de los versos en un festín melódico, con Flowers haciendo maravillosos falsettos. La letra, sin ser filosófica, comienza a ser más madura. En general, en todo el Sawdust, la lírica es algo menos fiestera y más centrada que en los discos de estudio. Una linda canción, que también llegó a tener sus 5 minutos de fama en la radio y que es de las imprescindibles en los set lists, aunque no me parece de las mejores aquí. También grabada durante las sesiones del Sam’s Town.

Luego llega “Under The Gun”, salido de las grabaciones del Hot Fuss, y se nota en un estilo más glam, se centran un poco menos en los detalles. La melodía machacona de los versos me parece algo cansona. Brandon parece atropellar las palabras y el punteo del bajo remarca el efecto. No es mala, pero esta si tiene un aire de descarte.

“Where the White Boys Dance” me gusta. Y me sorprende que me guste. Después de todo, es un tema dance con harta influencia ochentera. De hecho, me recuerda los temas dance de Bowie en los 80’s (pa que vean que si estoy haciendo tarea), y por momentos pareciera que Flowers intenta cantar al estilo del camaleón, o que lo hubieran invitado a participar en la rola. La cuestión es que está muy bien construida, con la guitarra relampagueando lejana, el piano goteando notas, y la tremendísima línea de bajo de Mark Stoermer. Coros oscuros, pero muy melódicos, y no se pierde en ningún momento esa sensación retro-ochentera. La batería también lleva un papel destacado con el tamboreo y el juego que hace con la tarola, sin romper el beat bailable. Y me encanta esa cascada de luz al 2:30 cuando entra el requinto. En fin, es relativamente simple, incluso de letra boba, pero está muy bien hecha.

Y bueno, si con el tema anterior nos fuimos a los 80’s, con “Show You How” nos vamos a esas lindas  baladitas de fines de los 50’s e inicios de los 60’s. Arrancamos con una grabación telefónica que me recuerda porqué no tengo contestadora. Brandon comienza cantando a capella con un sonido de acetato viejísimo. Luego un par de tarolazos, y entramos al siglo XXI con guitarras distorsionadoas, un bajo profundísimo, un pianito muy mono y la voz mucho más clara. Casi de inmediato un requinto sencillo, pero que sigue rememorando las viejas baladas del Rock, tipo “Sleepwalker”. Un tema simple, pegajoso, muy retro, un círculo de tonos muy efectivo.

Con “Move Away” retomamos esos aires colosales del Arena Rock del Sam’s Town. Una intro pateatraseros con las guitarras nuevamente distorsionadas, con una labor destacadísima de Dave Keuning, que agrega capas y texturas, juega con los pedales para multiplicarse y hacer un riff incisivo sobre un guitarreo crujiente al fondo. El bajo muy ochentero, muy iutuesco. Se siente una potencia cuasi metalera por momentos. Flowers canta en agudo, con cierto sentido de urgencia y un efecto opaco. Desde el inicio una gran tensión. Un estribillo endiabladamente pegajoso, con letras duras: “While I move away, Hard times don't come until tomorrow, These eyes don't see, Take your skin off when you listen to me”, para después un pequeño break instrumental. Tras el Segundo coro, el break se convierte en un Puente con un oscuro tamboreo y una maravillosa escala descendente de guitarra justo antes de explotar. Una gran canción, feroz, incisiva, y una destacada labor de Ronnie Vanucci en la batería. Otra de las destacadas del disco. Antes del Sawdust saldría en el Soundtrack de Spiderman 3.

Luego está “Glamourous Indie Rock & Roll”, que sería otro de los himnos de los Killers. Y que de hecho define a la perfección el estilo de la banda, jeje. Inicia con un pianito punteado y la guitarra haciendo contrapunto. Brandon entra casi a capella cantando con cierta angustia. Luego un redoble circense, y entra la sección rítmica, casi de manera tímida. La rola va cobrando impulso, hasta que llegamos al infeccioso coro. Uno puede odiar a los Killers, pero de verdad, es imposible oír esta canción y no ponerse a cantarla. Perfecta para el Arena Rock y el sing-along, y de hecho la usaron un tiempo para abrir conciertos y hacer click de inmediato con la gente. Tiene algo queenesco. No sé si ese aire de Arena Rock, o el puente que inicia al 2:10 con una escala de guitarra con el sello de Brian May. Curiosamente Brandon odia esta rola, o al menos dice que es su “menos favorita”. Es en realidad una burla a la cultura hipster, que creen que tocando un pandero, ya tienen su banda indie, pero la gente pensó que Brandon iba enserio con la letra, jajajaja. Saldría en algunas ediciones limitadas del Hot Fuss, sustituyendo “Change Your Mind”, pero la regrabaron para este disco y fue cuando se volvió un hitazo. Aunque no fue lanzada como single, Billboard la llegó a colocar hasta el #16, y se convertiría en uno de los temas emblemáticos de la banda.  

Sigue “Who Let You Go”, que sí es un digno lado B. Es decir, es divertida, ligera, pegajosa, pero a la larga es repetitiva con tanta repetición del coro. Stoermer hace una buena labor al bajo, octavando notas para un gran efecto, pero salvo eso el ritmo es muy machacón y se vuelve tan repetitiva y carente de recursos que podría ponerla en azul un día de estos. No, ni los shalalás del final ayudan.

Continúa “The Ballad of Michael Valentine”, un tema más teatral, con una sinfonía de coros al inicio haciendo distintas gamas de “Ohhh – AHHHH – Ohhh’s” etéreos, recordando a 10CC. Al menos es algo más experimental. Pero tras la intro, la rola se vuelve algo predecible. Aunque es muy melódica y tiene un algo country (no sé si en las guitarras o en esa especie de estilo narrativo), le falta detallado, y siempre está de manera tibia entre ser un rocker o una balada. Y es graciosa la parte en que brandon intenta cantar en español: “My muñequita, Abre tus ojos”. No es mala, pero tampoco brillante.

Y bien, si la anterior tenía un vago olor a country, en “Ruby Don’t Take Your Love to Town” si nos subimos al caballo con sombrero vaquero y espuelas. Es un cover de hecho, de un country hecho famoso por Kenny Rogers… Y bueno, el resultado es tan nefasto como intentar cruzar Glam con Country. Keuning luce incómodo tratando de hacer sonar su guitarra como un banjo. El tono bajo no le sienta a Brandon. En general la banda suena taaaaaaan fuera de lugar con esto, tan apáticos y aburridos, que amerita el azul. Es de los puntos feos en innecesarios que evitan que el disco no sea perfecto.

“Daddy’s Eyes” mejora un poco, dando mayor intensidad, una cierta sensación apocalíptica con las guitarras sonando como turbinas, una batería colosal haciendo un tamboreo siniestro, y los cambios de ritmo. De hecho parecen intercalar varias secciones, que dan más melodía, con tonos mayores y hacen una especie de balada en los puentes o estribillos (tienen un formato raro): “And there's something that I want to say, I love her, too…”. Así después de un inicio tremendo, potente, apocalíptico y con letra oscura, lo mandan al traste insertándole una sacarosa balada de amor. Me gusta sólo la parte oscura, y el tremendo solo que mete Dave al 2:50. Pudo ser una rolota del estilo de “Tranquilize” pero los cambios de tiempo e intensidad no funcionan en absoluto y le contrarrestan por completo el aura amenazante de algunas partes.

Con “Sam’s Town (Abbey Road Version)” inicia el polemico cierre del Sawdust. No es mala. Es decir es una especie de version Stripped o Unplugged. Pero poco aporta, y al contrario, pierde esa fiereza, energía y brillo de la versión de estudio. Nunca pensé extrañar los sintetizadores, pero aquí, a pesar de que el piano hace un papel lindo, la canción en sí no termina de cuajar.

Y luego “Romeo & Juliet (live)”, grabada también en el mítico Abbey Road, y que muchos consideraron sacrílega. A mi me encanta la versión que hacen. Si vamos a empezar comparando la técnica de Dave Keuning y Mark Knoplfer ya llevamos las de perder. Dave hace un trabajo decente, pero después el teclado toma el rol principal, a diferencia de la versión de Dire Straits. Ésta es más pausada, más delicada, y de alguna forma, Brandon canta de forma más emocional. No es un giro de 180°, respetan la original, pero la refrescan y la trasladan al nuevo milenio con éxito, y creo que con mucho respeto. Debo decir un par de cosas. Primero que es de mis temas favoritos de los Dire Straits por cuestiones personales, por la guitarra de Knopfler y por el giro cínico que le dan a la pareja Shakespeareana. Segundo, que cuando empezó a sonar en el radio, la locutora que la presentó la primera vez que la oí, (debió ser a inicios del 2008) dijo que si los Killers seguían en este nivel, llegarían a ser la banda más grande del planeta. Yo solté la carcajada y me preparé para maldecir a los Killers. Cuando terminó la canción, con un nudo en la garganta tuve que reconocer que en ese preciso momento, sólo se me ocurría Arcade Fire como una banda tan consistente y con un estilo propio tan definido. Poco después, ese mismo 2008 el Day & Age daría al traste con todo, pero por un momento, los Killers tuvieron un potencial enorme, y fue precisamente con este gran cover con el que me di cuenta de ello.

El disco cierra feo con "Mr. Brightside (Jacques Lu Cont's Thin White Duke Remix)”. Si quieren hacer remixes electrónicos de sus temas para que la gente bonita los baile en los antros, está bien. Es tu rola. Pero además enjaretárnosla? Ya hay demasiadas dosis de pop en los Killers como para que muchos rockeros  tengamos que luchar para reconocer que nos gustan. Pero si quieres hacer temas electrónicos, mételos en un maldito disco electrónico. A nadie le importa un remix. A NADIE! Y le da al traste a toda la Buena vibra de la original. Un cierre apestoso, que después del buen sabor de boca con el inicio del disco, me hace volver a preguntarme de qué lado está esta banda...  

 

Y bien. Para ser un recopilatorio de Lados B’s, tomas en vivo nunca antes escuchadas y un nuevo single, no está mal. De hecho, creo que sobresale entre este tipo de compilatorios, y queda muy cerca del Masterplan de Oasis. Creo que el Sawdust fue muy atacado en su tiempo. Cierto, tiene 2 o 3 temas en la delgada línea de lo promedio y mediocre, y el remix es un insulto. Pero el resto del material es muy bueno, cortando la maleza podría haber sido un discazo de 10 de unos 55 o 60 minutos. Algunas rolas se volverían emblemáticas, infaltables en sus conciertos. “Tranquilize” es una muestra impresionante del verdadero potencial de la banda, y no sé qué tanto los dañaría la participación de Reed en el sentido en que le achacaron a él el gran acabado de la canción. Y finalmente, pocos discos de Lados B pueden presumir de haberle traído tantos nuevos fans a sus creadores. Sigo consiente de que es una recopilación y que no impacta la calificación que doy a la banda, pero a mi gusto es aún de los 2 mejores discos de la banda de las Vegas y los bigotes.

 

 

Por Corvan 

8/Mar/2013

 

 

 

 

 

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