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ATOM HEART MOTHER (Pink Floyd, 1970)

Artista: Pink Floyd (B+)

Fecha de Grabación: Mar – Ago –‘70

Fecha de Lanzamiento: 10 de Octubre del de 1970, UK

Discográfica: Harvest / EMI

Productor: Pink Floyd y Norman Smith

Calificación: 7.5

 

Era: Progresivo (1968-???)

Subgénero:  Progresivo

Mejor Canción: Summer of ’68, y algunos fragmentos de Atom.

Canciones: 1) Atom Heart Mother; 2) If; 3) Summer '68; 4) Fat Old Sun; 5) Alan's Psychedelic Breakfast.

 

Lo malo del Atom Heart Mother es que de hecho fue un intento serio de la banda de sonar progresivos y apantallantes y gigantescos y todo eso. Si fuera una especie de broma psicodélica a la Barret, seguiría siendo un disco regular, pero quizá cobraría más sentido y nos arrancaría alguna sonrisa. Para 1970 Pink Floyd seguía buscando y en serio su camino, pero aún seguían perdidos en el limbo, sin un líder evidente, sin un estilo particular, y como resultado seguían haciendo discos desarticulados y sin cohesión. No es que no haya buenas canciones, “If” en su minimalismo tiene su encanto; “Summer ‘68” es de lo mejor que Rick escribió por sí solo; incluso “Fat Old Sun” en su artificial sencillez es bonita. Pero una Suite pseudo progresiva con tintes clásicos de más de 23 minutos¡? En serio? Y el desayuno psicodélico de Alan? Qué tipo de track es este? Porqué la gente pensaba en los 70’s que Avant Garde era sinónimo de los sonidos más bizarros, extraños y sin sentido que pudieran grabar? Quizá la idea no era mala en un principio, pero aguantar ese montón de ruidos por 13 minutos?

Se dice que el Atom Heart Mother es el disco más progresivo de la banda, si es que Pink Floyd fue realmente alguna vez una banda progresiva. Estoy de acuerdo parcialmente. La primer cara, cubierta en su totalidad por la larguísima y complejísima suite, es ciertamente lo más Prog que jamás intentaron. La segunda cara es en cambio la más Folk y tranquila, y es definitivamente disfrutable aunque ninguna se convirtió en un clásico del grupo.

El problema del álbum es la enorme falta de cohesión y dirección. En esta época, sin una cabeza visible, trataban de crear los discos de manera democrática, con todos aportando en la composición. Bueno excepto Mason, que ya vimos el resultado lamentable de esta “democracia” en el segundo disco del Ummagumma. La cuestión es que ninguno se había desarrollado totalmente como escritor, no mantenían un estilo uniforme y las múltiples influencias hacían que las canciones tuvieran poco o nada que ver entre ellas, dando discos flojos y sin unidad. Así tenemos que “Atom Heart Mother” estuvo fuertemente influenciada por el Concerto for Group And Orchestra de Deep Purple, lanzado a fines del ’69. Al parecer el disco no fue tan malo, ya que un montón de grupos comenzaron a considerar cool agregar una orquesta entera a su sonido, aunque fuera absolutamente innecesario y no tuvieran la más remota idea de cómo equilibrar los sonidos clásicos con los de rock. Y hay buenos intentos, pero 23 minutos me parecen excesivos. En la otra cara tenemos temas minimalistas que contrastan con el pretencionismo de la suite. “If” es linda, un tema acústico de Roger en el que hay una vaga influencia de Simon & Garfunkel. “Summer of ‘68” es un tema de Rick Wright, más melódico, con mayores acabados y dirección en los cambios no tan bruscos, quizá un tanto fechada en la era hippie y con cierto lejano aire a Procol Harum, pero sigue siendo un tema bellísimo. “Fat Old Sun” de Gilmour, también es un lindo tema, muy minimalista, pero es cierto que se nota a kilómetros que intenta copiar el estilo de Ray Davies incluso en las inflexiones vocales. Y “Alan’s bla bla bla” es una mezcla de todos los collages experimentales y bizarros hechos en el nombre del Avant Garde, desde “Revolution #9” hasta la aberración que hicieran ellos mismos en el segundo disco del Ummagumma. Es que no aprenden? Bueno, después de este álbum parece que empezaron a hacerlo.

Sé que muchos no estarán de acuerdo, pero me da la impresión de que se metieron a grabar este disco nomás a ver qué pasaba, a ver qué salía, con la única idea en la cabeza de hacer algo más experimental y extravagante que lo que ya habían hecho. Desde el nombre se siente una falta de planeación e ideas. El título es super cool, definitivamente, pero lo ideo Roger después de que ni siquiera en el título se ponían de acuerdo, así que buscaron un encabezado al azar de una revista y salió éste. La tapa también. Querían lo menos Pink Floyd, lo menos Psicodélico que pudiera haber, algo totalmente neutro y sin sentido, así que mandaron con estas indicaciones al fotógrafo Storm Thorgeson y lo primero que se encontró en el campo fue este bello espécimen holstein llamada Lullubelle. Por si las cosas no estuvieran suficientemente improvisadas, llamaron a distintas secciones de la suite con referencias vacunas, como “Breast Milky” o “Funky Dung”.

De alguna manera el disco alcanzó a llegar al primer lugar en Inglaterra, aunque no le fue tan bien en Estados Unidos. Yo lo ataño más a que fue de los primeros discos con sonido cuadrafónico (bajo la ingeniería de Alan Parsons) que a la “enorme calidad musical”. Quizá esto haya sido lo mejor del disco, ya que de toparse con otro fracaso, los miembros ya hablaban de agarrar cada quien por su lado. Y en el próximo disco de estudio ya se notaría por fin una evolución y una dirección de ese sonido.

 

El disco arranca con “Atom Heart Mother”. Debo ser franco, de todas las suites épicas de Pink Floyd esta es la que me parece menos memorable. Hay grandes momentos en “A Saucerful of Secrets”, y bastantes más en “Careful With That Axe Eugene” con partes muy distinguibles; “Echoes” sería ya una obra maestra, por no hablar de “Shine On You Crazy Diamond” o las suites del Animals. Pero estoy seguro que no soy el único del mundo que no recuerda “Atom Heart Mother” por algo en particular, por más que me esfuerzo. De las demás puedo tararear fragmentos al menos, pero esta suite, aunque tiene buenos pedazos, escapa a mi memoria, y cuando trato de acordarme de la sección de vientos, invariablemente termino en “Fallen Angel” de King Crimson. Incluso al final me quedo con la duda si fue instrumental o llevaba voz, y tengo que regresar para encontrarme que hay unos coros muy impresionistas, pero no hay melodía vocal en sí, ni letra. Además, es la pieza de estudio más larga que jamás grabaron. Ron Geesin aparece como coautor al ser el arreglista de la orquesta, pero se terminaron peleando con él y dejo la pieza inacabada. La suite inicia con “Fathers Shout”. Entra con un sutil hammond de Rick y luego una sección de vientos, que hace la figura principal de la suite al 1:25. Luego bajan de intensidad e insertan sonidos de motores, ambulancias, caballos, explosiones y no sé que más. Esta sección hasta el 2:50. Luego entra “Breat Milky” con un solo de violonchelo y órgano, que comienza a acelerarse y entran unos redobles de Mason. Luego viene un slide de Gilmour y van subiendo la intensidad hasta que termina la sección al 5:25. “Mother Fore” inicia casi en silencio, con un órgano muy leve y una voz de una soprano al fondo, en un lento, pero lentísimo crescendo. Poco a poco se van integrando más voces en una bella armonía, muy solemne y dramática, casi Haendeliana, pero que no tiene una melodía memorable en particular. El grupo entra hacia el final de la sección, pero no llega a explotar. Y así llegamos hasta el 10:10, cuando se desvanece el coro e inicia “Funky Dung”, con un tecladito que me recuerda lejanamente “The Great Gig In The Sky” con el tono del Farfisa, pero luego la guitarra de Gilmour deshace el efecto. David no lo hace mal, pero es muy desorganizado. Se siente como una improvisación, como si hubieran dicho “hey, prende las máquinas, vamos a palomear a ver qué sale”… Bueno, se siente así porque así fue. Es un jam. Luego entran los coros en un efecto parecido al final entrecortado de la sección anterior, entran metales y se nos fueron otros 5 minutos hasta el 15:20 en que termina esta parte. “Mind Your Throat” arranca con el tema principal que oímos en los primeros minutos (y no, ni siquiera de éste me acuerdo después) y luego le enjaretan un collage electrónico sin mucho sentido. Wright usa un melotrón para agregar disonancias y sonidos exóticos y cuando estábamos empezando a sospechar que Yoko debió tener algo que ver (después de todo se grabó en los estudios Abbey Road), una voz distorsionada dice “Here is a loud anouncement”. Pero no hacen ningún anuncio, para nuestra decepción. Bueno empieza la última parte llamada “Remergence”, con una especie de reprise del tema principal y luego un solo de violín o de cello. Luego David sobrepone dos solos de slide en distintos tonos mientras inician el crescendo de la coda, dramático hasta alcanzar un desorganizado clímax con coros y la orquesta entera y el grupo haciendo quizá la mejor secuencia de la suite. Y ya. Yo no sé dónde le ven la exquisitez y la magia.  Es larguísima, pretencisísima, experimental, pseudoclásica, épica y monstruosa. Pero no es monumental. No todo lo que pasa de 20 minutos debe ser considerado la octava maravilla, o si? Aunque entiendo si hay gente que opina totalmente lo contrario y adora la canción. A mi, insisto, me parece la más débil de sus rolas épicas.

“If” es la canción de Waters, cantada por él mismo. Una canción entre folk y pastoril, no muy lejana a Grantchester Meadows”. Un arpegio lindo con guitarra acústica y luego un slide efectivo de David que entra al 1:25 con una atmósfera letárgica y de ensueño. La letra es introspectiva, especulativa, y por momentos da la impresión de que es la primera que dedica a Syd Barret por las referencias a la locura. Además la manera de cantar de Roger es calmada, casi cálida, nada que ver con el tono aguerrido y casi gritado que suele usar. Una buena balada.

Rick Wright es quien se lleva la estrellita en la frente con “Summer of ‘68”, que es la mejor del disco. Al parecer es él mismo quien la canta, aunque al principio me fui con la finta de que era David. La rolita es bastante más colorida, con un bello adorno de piano de entrada y una letra hippiosa de un “amor de una noche”. La melodía es maravillosa, y luego viene ese cambio más festivo para los puentes “How do you feel…” con los “parapapaaaaaaa” muy al estilo de los Beach Boys. Hay un solo de trompetas, también entre Beachboysesco y Beatlesco, y luego la guitarra acústica acentúa el rasgueo y todo es colorido y buena vibra hippie. Hacia el final se dan el lujo de meter pequeños cambios de ritmo y figuras bombásticas con la sección de vientos, mucho mejor manejadas que en la suite. Es cierto, está algo fechada, pero es pegajosa, hermosa y conmovedora, y es inevitable dejarse llevar por esa aura de optimismo que la rodea. Bien por Rick!

“Fat Old Sun” es la contribución de David. Otra balada acústica, un tanto blanda. No tengo nada en particular en contra de ella, es linda, pero poco memorable. Gilmour se esfuerza en imitar no sólo el estilo compositivo de Ray Davies, sino también su manera de cantar, con todo y las inflexiones y falsettos, ésta bien pudo estar en el Arthur de los Kinks, a poco no? Por otro lado la guitarra del final no es tan poco mala, pero no me parece el momento más inspirado de David. No hay nada malo en esta serie de canciones, de hecho el aura tranquila, relajada y de buena vibra hacen creer que al fin encontraron un estilo tendiente al Folk Experimental. No se puede decir nada malo de ellas, pero tampoco es mucho lo bueno o destacado que podemos comentar, y no por nada no aparece en ninguna de las colecciones o antologías de Floyd.

El disco cierra con “Alan Psychedelic Breakfast”. Nota, si no quieres que te encasillen como banda psicodélica, no metas una pieza de estas ni le pongas un título psicodélico. Como les faltaban 13 minutos para llenar el disco, pues qué mejor que grabar a un tipo en la cocina rompiendo huevos, friendo tocino y masticando? Sólo les faltó un eructo o la ida al baño. Mientras oímos este manjar, hay sonidos instrumentales, la mayoría arreglitos de piano de Wright o de la guitarra de Gilmour, pero realmente a un nivel amateur, sin dirección, improvisando de la manera más infantil y bobo. Y lo peor es que dura 13 minutos cuando la broma no daba para más de 1 o 2! Quizá a la primer oída resulta gracioso, pero ya después uno comienza a sospechar que estos tipos dependían totalmente de Syd para hacer buena experimentación.

 

El disco no es tan horrible como muchos dicen. Roger Waters diría que era un disco que no debía ser escuchado por nadie más, jamás, en una entrevista que dio en el ’85. Dave Gilmour diría en 2001 que fue su punto artístico más bajo en toda la historia de la banda. No sé si sea para tanto. Pero tampoco es para adorarlo como muchos fans a ultranza que dicen que la Suite principal es una obra maestra conceptual. La verdad es que es un disco muy, pero muy promedio; y Pink Floyd no es una banda promedio.

Dependiendo del estado de ánimo, puede ser disfrutable, o puede parecerles aburrido y soso. Ya depende de cada quién y de cómo hayan amanecido. Lo que sí es que no lo recomiendo para empezar a descubrir a Floyd, ya que no es un disco representativo ni de su sonido ni de su mejor nivel, y es acaso un disco para los que buscan la colección completa. Afortunadamente a partir de aquí Waters comenzaría a tomar la dirección lentamente y la banda iniciaría la transición a su periodo de madurez. Un cambio radical, que afortunadamente será para bien. Este es el último paso atrás para tomar impulso y dar El Gran Brinco. 

Por Corvan 

28/Oct/2011

Letras de El Traductor de Rock

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