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OBSCURED BY CLOUDS (Pink Floyd, 1972)

Artista: Pink Floyd (B+)

Fecha de Grabación: Feb – Mar ‘72

Fecha de Lanzamiento: 02 de Junio de 1972, UK

Discográfica: Harvest / EMI

Productor: Pink Floyd

Calificación: 8

 

Era: Progresivo (1968-???)

Subgénero: Art Rock 

Mejor Canción: Wot's... Uh The Deal.

1) Obscured By Clouds; 2) When You're In; 3) Burning Bridges; 4) The Gold It's In The; 5) Wot's... Uh The Deal; 6) Mudmen; 7) Childhood's End; 8) Free Four; 9) Stay; 10) Absolutely Curtains.

George Starostin tiene toda la razón al decir que la música de Floyd tiene algo de soundtrackiana. Toda. Uno es catapultado a diversas imágenes a través de la música de Floyd, desde batallas épicas, erupciones volcánicas, escenas chuscas, dramáticos juicios… casi todas las canciones tienen un aire de telón de fondo. Y ojo, no digo que sea música de fondo, al contrario, lo que quiero decir es que es una música trascendente, llena de tantas texturas y sensaciones que es fácil que se conviertan en un Soundtrack de tu propia vida, y que termines relacionando sus canciones con capítulos propios, no necesariamente de una película... Por ello, cuando Floyd viene con verdaderos Soundtracks, es decir, música hecha especialmente para una película, como The Comitee del ’68, el More y partes de Zabriskie Point del ’69 o este Soundtrack para la película francesa The Valley de 1972, uno no nota la diferencia.

Y es que generalmente, tanto las bandas como los fans y la crítica desprecian los Soundtracks originales, a menos que te llames Enio  o John y te apellides Morricone o Williams. En cuanto al Rock, generalmente son menospreciados. En el caso de Floyd es evidente, al ser esta su única aventura fílmica que era medianamente reconocida como disco de estudio, a pesar de que ya tenían 3 incursiones previas. El More comenzaría a ser reconocido hasta mucho tiempo después, pero aún hoy día es considerado más una rareza que un álbum de estudio, y de los otros, ni se diga.

Como sea, el Obscured by Clouds tomó a Pink Floyd en una etapa ya de madurez, en el que incluso la banda estaba puliendo en vivo adelantos de lo que sería el Dark Side of the Moon. No creo que nadie considere al Obscured nunca entre su Top 5 de discos de Floyd, pero creo que tampoco nadie lo pondría entre los peores. Es de hecho, bastante consistente, sólido, con melodías muy cuidadas, entretenido. Cierto que (igual que el More) no tiene una pieza monstruosa, histórica, que sobresalga a leguas sobre las demás, como en la mayoría de los demás discos. No hay algún tema épico de esos que duran más de 10 minutos. Aquí lo más largo es la pista final, que es quizá la más soundtrackiana del disco, y que no llega a los 6 minutos. El disco no carece de experimentación, pero es más rockero en el sentido tradicional, sin tanta producción, ni efectos, lo que hace que destaquen las melodías por si mismas.

Al igual que en el More, la banda vio una versión sin editar de The Valley. Tomaron tiempos, notas, y se encerraron dos semanas en el estudio para realizar las grabaciones en tiempo record. Es de remarcar que todos los temas salieron por completo en dichas sesiones, ya que las canciones que tenían escritas las estaban trabajando y reservando para el Dark Side. Supongo que por ello no tiene ni solos kilométricos ni efectos raros, ni sobreproducción. Las rolas se sienten sencillas, pero no es en absoluto desperdicio. Al contrario, sin tener esta vez un tema central, salvo la película, se siente cierta unidad o dirección, no sé si en las atmósferas. Hay un algo que cohesiona el disco, incluso los temas instrumentales. Quizá la guitarra de Dave, que es tremenda a lo largo de todo el álbum, con más carga bluesera que en otros discos. Junto con el Meddle, el Obscured by Clouds es considerado de los discos transicionales de Pink Floyd, en el que al fin dejan de estar a la sombra de Syd, tratando de emular los viajes ácidos, psicodélicos y sin dirección, y empiezan a girar hacia un Prog-Rock elaborado, pero más melódico y direccionado. Rick por su parte, usa por primera vez sintetizadores, como el VCS3, que da unas texturas distintas y expande enormidades su sonido. Mason por su parte, probaría por primera vez con una batería electrónica en el tema titular.

Es cierto que el Meddle es mucho más redondo y terminado. Después de todo, sí fue concebido como álbum y cada canción fue trabajada durante mayor tiempo. Pero no por ello el Obscured es malo. Es cierto que no arriesgan mucho, y quizá lo único innovador realmente sea “Absolutely Curtains” con un cierre grabado de la tribu Mapuga. Pero eso fue más en función de la película, y Brian Jones ya había intentado algo similar mucho antes. Creo que lo realmente innovador es en cuanto a los instrumentos y técnicas de grabación. La banda aprendió mucho en dos semanas, tratando de sacar el mayor provecho posible a los recursos que disponían. Si el Meddle es el eslabón perdido en cuanto a composición, no sé si el Dark Side hubiera sido posible sin los horizontes tecnológicos que descubrió la banda con la grabación de este álbum.

Se dice que George Martin ayudó a la banda a corregir las sibilancias de las cintas Master, ya que por un error, se grabaron en una frecuencia que remarcaba muchísimo las s, h y t’s. Y bueno, no sé qué haya pasado ahí, pero de pronto, meses después, Pink Floyd, que no dejaba aún de ser una banda cuasi underground, estaba grabando en los mismísimos estudios Abbey Road lo que muchos consideran su obra maestra, con Alan Parson (quien fuera dupla con George Martin años atrás) en la ingeniería de sonido. Casualidad?

Y en cuanto a sonidos, yo creo que también es un eslabón perdido entre la era psicodélica y la etapa de madurez. No hay un gigante épico tipo “Echoes”, pero hay varios temas que lucen algo desnudos, pero bien podrían alcanzar nivel para entrar el DSOTM como “Burning Bridges” o “Childhood End”, la cual parece un hermanito menor de “Time”. Es un buen disco, el problema quizá es que no alcanza las máximas alturas a las que por momentos nos transportan el Meddle o el Dark Side.

 

El disco arranca precisamente con “Obscured by Clouds”, un tema instrumental, relativamente sencillo, pero el que la banda logra hacer una atmósfera oscura, escalofriante. La guitarra de Dave suena increíble, con hartas cargas de distorsión. Nick hace un beat abstracto y continua, experimentando por primera vez con la batería electrónica, mientras Rick hace esos crujientes sonidos constantes con sintetizadores. La canción suena abstracta, lejana, aún moderna, con ciertos matices blues de la guitarra, y con un aura muy densa y amenazadora.

Luego viene “When You’re In”, otro instrumental. Inicia con un par de platillazos de Mason a su batería tradicional.  Wright también regresa al  órgano, más colorido y humano. Dave sigue llevando la pauta con un demoledor riff de guitarra, que sin embargo es algo repetitivo y pierde esa magnificencia y creatividad del tema anterior, aunque ésta se sienta más rocker y potente. Y bien, aunque es algo repetitivo, al menos este par de primeros temas, tenían una función muy específica en la película. No nos olvidemos que este es un Soundtrack. Ya quisieran muchas pelis actuales una rola como esta.

Luego entra la cadencia de “Burning Bridges”, que me recuerda vagamente el gran trabajo de teclado que Wright tendrá en “Comfortably Numb”. Aquí ese cálido vaivén del órgano es el que va llevando toda la canción, como si el calor de los puentes en llamas nos llegara desde lejos. Dave y Rick hacen buenas armonías agridulces en dueto. Para sorpresa, Roger Waters se mantiene al margen a pesar de que la letra es suya, críptica, psicodélica: “Bridges burning gladly, Merging with the shadows, Flickering between the lines”. Nuevamente Dave es el que se lleva la rola con un espectacular slide, lento, sacando deliciosas lágrimas a su guitarra. Una de mis favoritas del disco.

Luego viene “The Gold It's In the...”, una canción rocker que se sale de los estándares de Floyd. Muchos la criticaron por ser una muestra genérica de Hard Rock de los 70’s. Y bien visto, si me dicen que es un tema de Status Quo, se las compro sin el solo. No sé si de hecho sea una especie de parodia, considerando la letra, que utiliza cualquier cantidad de clichés de las road songs, sólo que en vez de carretera, habla de mar. Bueno, en la segunda mitad, la primera si habla de montañas. Con todo y todo, me pueden decir que no es disfrutable? Un buen rocker, que rememora el mood salvaje de “Nile Song” del otro OMS, More.

La joya subestimada del disco es “Wot's... Uh The Deal”, una preciosísima balada acústica con una melodía irresistible. Arpegios cristalinos y delicados con dos guitarras acústicas. El piano de Rick al fondo acentuando una atmósfera tibia e íntima e incluso hace un breve solo al 2:35, que le da cierta elegancia a la rola. Le sigue un gran requinto en el que Dave combina fuzz con slide. No es un requinto pateatraseros, parece a propósito querer dejarle los reflectores a Rick, pero funciona bien. Por cierto, retomando “Comfortably Numb”, no les parece que la manera en que entra Dave al requinto es un precedente directo de la entrada de esa joya del The Wall???Volviendo a éste tema, la letra es sobresaliente, Waters muestra la madurez a la que está llegando como compositor, con bellas imágenes, hablando sobre… bueno, no sé si es sobre crecer o si es de las últimas letras en las que Roger hablaría, indirectamente al menos, sobre el amor: “So let me in from the cold, Turn my lead into gold, Cause there's chill wind blowing in my soul, And I think I'm growing old…”. De las más bellas letras de Waters. Dave las canta con la delicadeza y emotividad necesaria, agregando un montón de overdubs para multiplicarse. Nunca la tocarían en vivo… En fin, una canción sencilla, pero genial, con una melodía que mataría de envidia al mismo Paul McCartney. A mi gusto, la joya escondida del disco.

Luego viene “Mudmen”, otro instrumental. Wright hace una fina pieza al piano, sobre la que se agregan los demás agregando texturas y diferentes atmósferas. Se mantiene en un tono relajado, muy lenta, pero siempre interesante. De alguna forma te mantiene alerta de qué es lo que van a hacer. Y Dave nuevamente hace chillar su guitarra como maestro. Experimentación con algunos efectos y técnicas de grabación, además de nueva cuenta, los sintetizadores. Es el más complejo de los instrumentales, el menos oscuro, y creo que el mejor.

Enseguida llega “Childhood's End”, que es la última rola compuesta enteramente por Gilmour mientras Waters estuvo en la banda. Inicia con una larga intro con el órgano de Rick, dando un toque oscuro, luego un beat semejando un tic-tac, y luego la guitarra y teclados combinándose con un espectacular riff. Bien mirada, hasta la letra tiene cirtas reminicencias a la paranoia de Time. Lo único evidentemente distinto es la melodía, pero evidentemente este es el hermanito menor del temazo del Dark Side. El solo al 2:50 es precioso, nuevamente con gran carga de blues y sin demasiado efecto, llevando esa frialdad matemática de Gilmour. No es pirotécnica, ciertamente, le falta una pulida, pero considerando la cruda producción, bien pudo entrar en el DSOTM.

Llega después “Free Four”, que musicalmente es muy simple. Un guitarreo acústico que constituye el riff de dos tonos, y esos como Power Chords oscurísimos y alargados, que sospecho que es más bien Rick jugando con sintetizadores. Los ablausos y el beat contrastan un poco, mezclando notas sombrías y alegres a la vez. Un furioso solo en la sección media, una melodía juguetona, con esa voz casi carente de emociones de Roger. Esta sería la segunda canción en la que Waters aborda el tema de la muerte de su padre. La primera vez fue en “Corporal Clegg”, y poco a poco se volvería un tema recurrente y obsesivo. La letras es pues, oscura, pesimista y contrasta con la instrumentación casi infantil: “You are the angel of death, And I am the dead man's son”. Sería el único sencillo del disco, lo cual también es una elección rara. No es que no sea ni de lejos la mejor, sino que ni siquiera suena demasiado radiable. Pero bueno, nos puede dar indicios de la dictadura que se estaba gestando en las filas de Floyd.

“Stay” es un lindo temita compuesto casi enteramente por Wright. Él mismo la canta. Han notado cómo se las ingenian para sonar los 3 casi iguales en la voz? Sobre todo Rick y Dave. Bueno, el piano domina, como era de esperarse, con una linda melodía. Gilmour agrega wah tremolado a su guitarra para ese efecto ondulante. Un tema tranquilo, cadente, hablando sobre una groupie y con un buen trabajo grupal.

El álbum cierra con “Absolutely Courtains”, (técnicamente) el último instrumental. Es una canción extrañísima, que inicia con una densa atmósfera creada por los teclados de Rick y los contratiempos de Nick. Por momentos recuerda las largas intros de las épicas multipartes de los discos previos. Suena majestuoso, y que algo muy, pero MUY grande está por venir. La tensión reina. Supongo que Floyd nos malacostumbró a eso. Al minuto 3 comienza a difuminarse lentamente, y así de lento com ova desapareciendo Floyd, un cántico tribal va haciendo un fade in. Es una grabación de la tribu Mapuga de Nueva Guinea, grabado específicamente para la película. Por lo que el disco cierra con cierta sensación de extrañeza. Será el track “menos tradicional”, aunque tampoco es Prog, ni es algo nuevo. Insisto en que Brian Jones ya se había adelantado por mucho con los Musicians of Jajouka de Marruecos.

 

En fin, es un disco bueno. Es bastante disfrutable. Si esperan temas rebuscados, o épicas suites multipartes con solos kilométricos, aquí no hay nada de eso. Son rolas bastante normalitas para los estándares de Floyd, pero no por ello son malos. Al contrario, es bueno sumergirnos de vez en vez en los trabajos menos pretenciosos de la banda, y creo que tanto el More como el Obscured son un buen ejemplo de rolas más básicas y melódicas. Al final de la grabación, Floyd se pelearía con los productores de The Valley, por lo que decidieron cambiarle el nombre al disco. Los productores fílmicos tuvieron que renombrar el filme como The Valley (Obscured by Clouds) para mantener cierta conexión, aunque de todos modos no le fue muy bien.

Al disco tampoco. Injustamente a mi punto de vista. No será de los mejores discos de Floyd, pero es bastante sólido y agradable. Dicen que es un hermanito menor del Dark Side of the Moon. Yo lo veo más como un hermanito menor del Meddle. En cualquier caso vale la pena escucharlo, porque a partir de aquí, Pink Floyd se volvería un verdadero monstruo, y este disco es el último preámbulo de esa etapa clásica.

Por Corvan 

21/Mar/2013

 

 

Letras de El Traductor de Rock

 

 

 

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