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THE BOOK OF TALIESYN (Deep Purple, 1968)

Artista: Deep Purple (C+)
Fecha de Grabación: Ago ’68
Fecha de Lanzamiento: Diciembre de 1968, USA
Discográfica: Tetragrammaton Records (US) Harvest Records (UK)
Productor: Derek Lawrence
Calificación: 
7

Era: La Psicodelia (1966-1969)

Subgénero: La Psicodelia 

Mejor Canción: Wring That Neck o Shield

Canciones: 1) Listen Learn Read On; 2) Wring That Neck; 3) Kentucky Woman; 4) Exposition/We Can Work It Out; 5) Shield; 6) Anthem; 7) River Deep Mountain High.

Bonus Tracks: 8) Oh! No, No, No; 9) It’s All Over; 10) Hey Bop a Re Bop; 11)Hard Road (Wring That Neck); 12) Playground.

Señoras y señores: Este es el segundo disco de Deep Purple. De alguna manera está medio olvidado por los fans y la crítica, ya que es en teoría el más débil de la Mark I, y en sí, la Mark I no tienen ni 1/4 de atención que la gloriosa Mark II. En realidad no es tan malo, el problema es que el Shades acapara reflectores por ser el debut, y éste disco viene siendo como la continuación, mostrando algunos avances, también algunos retrocesos, pero perdiendo el factor sorpresa. Y ambos son ligeramente más débiles que el Deep Purple de 1969, por lo que este disco no ha recibido mucha atención.

Como decía, viene siendo una especie de continuación del Shades en cuanto a estilo y sonido. El problema principal es que Richie Blackmore apenas hace algunos cuantos solos y después se pierde en la guitarra, por lo que son Jon Lord y Nick Simper quienes se echan al hombro el disco. Intentando ser más arriesgados que en el debut, le quitan el filo y la potencia de la guitarra para intentar hacer partes más largas y en teoría experimentales, con toques psicodélicos, algunas incrustaciones de orquesta, etc., pero que no terminan de cuajar del todo. Se supone además que es un disco medio conceptual, basado en un libro del siglo XIV que menciona unos poemas escritos por un bardo llamado Taliesyn en el siglo VI, del que se dice, está relacionado con la mesa redonda del Rey Arturo. Lo de disco conceptual queda descartado, ya que en realidad no hay mucha ilación, y además tenemos tres covers y algunos instrumentales, por lo que si realmente intentaron un disco conceptual, fallaron de manera ridícula. El disco pues, es semejante al Shades, con una ligera mejora en sonido psicodélico y pesado, a pesar de que casi perdemos a Blackmore, pero con ideas musicales más difusas: Aún hay malos covers (“River Deep, Mountain High”), hits americanos muy débiles (Kentucky Woman”, que estoy seguro que incluyeron porque algún ejecutivo idiota de la disquera les pidió otro potencial “Hush” en el disco), vuelven a destrozar a Los Beatles (“We Can Work It Out”), y hacen pop pomposo (“Anthem”) con todo y una cursísima sección de cuerdas. Sin embargo, no todo es malo, ya que si hay malas rolas, también hay otras muy destacadas, como la potencia psicodélica de “Wring That Neck”, una canción de primera clase que no le pide nada a la Mark II, y de la que después harían versiones orgásmicas de casi 30 minutos en vivo; o “The Shield”, con una aura oscura y muy groovy, o “Listen Learn Read On”, con fragmentos que rockean bastante bien. Hey! Curiosamente son las rolas en que más aparece y destaca Blackmore!!

La portada es otra de las curiosidades, ya que estuvo diseñada por un diseñador gráfico llamado John Vernon Lord, que no tiene absolutamente nada que ver con Jon Lord, tecladista del grupo. Fue la única portada de disco que diseñó, por encargo, dándole un aire medio psicodélico por la misma época, pero con matices medievalescos al saber de lo que iba a tratar el supuesto concepto del álbum. Sólo recibió 30 libras como paga.

El disco inicia con “Listen, Learn, Read On”, que es el único track verdaderamente conceptual del disco y en el que nos tratan de presentar al tal Taliesyn y el concepto del libro cuasi mágico que al ser leído profundamente te revela secretos de la vida. La canción en sí rockea muy bien por momentos, tiene una intro poderosa y entrecortada entre teclado y guitarra para meternos de lleno al ritmo frenético (aplausos para Paice que luce implacable en su batería), mientras Evans recita más que cantar los versos, con enorme eco que da un efecto cavernoso y místico, pero que hace que a veces no se le entienda nada. El coro es pegajoso y mucho más melódico, aunque las palabras que titulan la canción no tienen métrica y suenan medio forzadas y encajadas. En fin, la canción es un tanto pretenciosa, pero logra funcionar por momentos, rockea muy bien en los coros e incluso tiene un solo bastante raro pero decente de Richie al 1:45. La rola se la lleva Paice y no olvidemos a Simper, con ese riff de bajo asesino.

Sigue “Wring That Neck”, que en la versión americana salió como “Hard Road”. Esta es una canción instrumental, no muy larga, dominada al inicio por el teclado de Lord, que luce brillante, psicodélico, creativo e intenso de principio a fin. El riff inicial se me figura mucho a la risa del Pájaro Loco (a poco no?), pero la canción es muy buena, con un trabajo instrumental soberbio y el mejor solo de guitarra del disco al 1:35. Esta es de las primeras muestras de lo que la banda será capaz de hacer en un futuro no muy lejano, convertidos ya en una máquina potente y bien aceitada de virtuosos. De hecho, la utilizaron como intro para su “Concerto”, y hay versiones en vivo que sobrepasan los 30 minutos.

Continuamos con “Kentucky Woman” que es un cover de Neil Diamond. Deep Purple covereando a Neil Diamond? El resultado es tan horrible como se podía esperar. La canción es muy ligera, aunque tratan de darle energía y un trato del estilo de “Hush”. Fracasan en el intento de manera casi miserable. Al menos hacen unos buenos juegos de voces en los coros… Vaya!!! armonías vocales en un disco de Purple! Quién lo hubiera imaginado? El bajeo de Simper otra vez se debe seguir con atención, aunque suena con poco volumen a mi gusto. En fin, los chicos intentan convertirla en una canción amenazante, pero dan muestra de que el pop no es realmente lo suyo.

Sigue “Exposition” que no es más que un fragmento instrumental un tanto aburrido y carente de inspiración que sirve durante casi 3 minutos de preámbulo para el cover de los Beatles de este disco, que es “We Can Work It Out”. Deep Purple es quizá la banda que peor selección de covers de los Beatles ha hecho en la historia. Teniendo oportunidad de convertir algunos originales del cuarteto de Liverpool en rockers magnificentes, toma rolitas que no van en absoluto con su estilo y las echan a perder. Le aceleran el tiempo en unos fragmentos, agregan solos de teclado que no van a ningún lado y ni siquiera encajan con la rola y luego la hacen lenta y más leeeenta en los puentes. Si acaso nuevamente resaltan las armonías vocales, pero en este renglón no tienen punto de comparación con las armonías originales de la rola. Reprobados en beatlología!!!

Enseguida llega “Shield” con la que se rehacen un poco. La canción tiene un inicio magistral, intoxicante y muy cool, mezclando el riff del bajo punteado, la guitarra chillando y los arreglitos descendentes de teclado para crear una atmósfera psicodélica. Jon además va agregando algunos acordes de teclado que dan un aire místico e hipnótico a la canción. Me encanta cuando se logran conjuntar como banda. Hasta Rod suena cool con esa voz de nuevo cargada de eco. Casi al minuto 3 empieza un solo de guitarra, lento y vibrante, de buena manufactura y que va subiendo de intensidad. El único pero que le veo a esta rola son los efectos que le agrega Lord con el teclado, como de madera golpeada, o martillos o qué se yo, que distrae del solo de guitarra y no aporta nada en absoluto, y le sale sobrando el último minuto, que resulta muy caótico por los mismos ruidos. Aún así, es tremenda, con un aire oscuro y amenazante en toda la canción y un riff colosal.

Después está “Anthem” que es otro coqueteo de la banda con el pop, más del estilo de Moody Blues que de Deep Purple. Como baladita pop no es mala, pero para los estándares de los Purples es muy simple, a pesar de la sección de cuerdas tristísimas, que solo vienen a resaltar lo cursi de la rola. Hasta Evans canta como clon de Justin Hayward! Al 2:57 de la nada le incrustan un solo de melotrón con tintes barrocos, seguido al 3:20 por un solo de las cuerdas. No, este intento de suite no funciona, y lo único rescatable son otra vez las armonías vocales, al menos un buen distintivo de la Mark I.

Los últimos 10 minutos del álbum corresponden a “River Deep Mountain High”, donde los primeros 4 minutos son otra vez instrumentales y de nuevo intentan una especie de minisuite. La intro es aburrida, tratando de emular ahora los pasajes oscuros de las suites de Floyd, y hasta el minuto 2 comienza a tomar forma la rola con un riff mas o menos decente y medio astral, que se va acelerando cada vez más hasta el 2:40, cuando Richie hace chillar su guitarra de la manera menos inspirada que le he oído en casi toda su carrera. Por cierto, este es otro cover, que fuera dado a conocer en un inicio por Ike & Tina Turner, con la producción de Phil Spector. La canción les pudo haber funcionado en 3 minutos, pero no estaba destinada a ser un jam sin sentido de 10 minutos. Al menos los coros logran funcionar y son pegajosísimos, pero Evans suena fatal, no le sienta la canción, y la banda aprovecha para escupir solos de la manera más desorganizada posible. Simper es el único que se salva relativamente aquí al hacer otro buen bajeo. La canción no es mala, y pudo haber sido un hit asesino si Richie no hubiera estado dormido en el estudio y si le hubieran cortado al menos la mitad del tiempo.

 

Las reediciones más recientes del disco contienen algunos bonus tracks:

“Oh! No, No, No” es una canción tranquila, también cover, pero con buenas melodías, coros pegajosos y buen trabajo de guitarra, por lo que hubiera sido perfecta para sustituir la metida de pata con el cover de los Beatles. Tienen mas o menos el mismo mood, pero aquí funciona mejor.

“It’s All Over” no es la de los Stones, pero también es cover. Una balada Hardrockera muy intensa y con tintes de soul, a la que le falta detallado y tiene mal sonido, pero a mi gusto también logra funcionar mejor que algunas de las que entraron al disco original.

“Hey Bop a Re Bop” es un jam sin demasiada dirección, pero donde Blackmore por fin se suelta las riendas y experimenta con la distorsión y el wha wha a sus anchas, con un ritmo muy funky.

“Hard Road (Wring That Neck)" no agrega demasiado a la versión original que ya escuchamos, salvo algunos detallitos en los solos y un sonido más sucio.

“Playground” es otro jam instrumental cierra los bonus retomando el riff y el mood de “Hush”. Con alguna letra y un poco más de trabajo, pudo haber sustituido “Kentucky Woman” sin problema alguno.

En fin, un disco conceptual donde el concepto no tiene mucho sentido, o al menos, yo no puedo detectarlo, pero que logró funcionar a pesar de todo en USA, no así en Inglaterra, lo cual nos debe decir algo. Es un disco pretencioso, muy serio, con una mejora en sonido, pero con la banda un tanto desperdigada musicalmente, lo cual hizo que la gente los catalogara en terrenos progresivos por un tiempo. Jon Lord acapara egoístamente los solos y los reflectores sin dar mucha oportunidad a Richie, y creo que es el peor error del disco. Un álbum pretencioso y conceptual se supone que debe llamar la atención, y me parece que éste lo hace, pero no se puede encontrar en él nada que deje realmente con la boca abierta. Es simplemente un paso más en el camino de la banda que pronto estaría lanzando discos gigantescos, gigantescos en serio. Si quieren saber de dónde viene esa leyenda llamada Deep Purple, el disco no es malo realmente, queda flojo respecto a esos gigantes de inicios de los 70’s, por lo que es una buena opción para darle una escuchada y conocer los orígenes de lo que se cocinaría ya en la Mark II.

Por Corvan 

23/Feb/2010

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