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FAITH (The Cure, 1981)

Artista: The Cure (C)

Fecha de Grabación: Sep – Nov del ‘80

Fecha de Lanzamiento: 14 de Abril de 1981, UK

Discográfica: Fiction, Polydor

Productor: The Cure & Mike Hedges

Calificación: 6

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Categoría: New Wave (1976-1990)

Mejor Canción: Primary o The Drowning Man

Canciones: 1) The Holy Hour; 2) Primary; 3) Other Voices; 4) All Cats Are Grey; 5) The Funeral Party; 6) Doubt; 7) The Drowning Man; 8) Faith.

El Faith es la segunda parte de la llamada “Trilogía Oscura” de The Cure, comenzada con el Seventeen Seconds, mucho más suave y tranquilo, y culminada con el Pornography, mucho más oscuro, depresivo y poderoso. Como buen jamón del sándwich, el Faith es una especie de transición en el que aún encontramos rolas lentas, con fuerte carga gótica y más centradas en las atmósferas, pero también tenemos rolas rápidas, que más bien son en medio tiempo, y que tienen más potencia y se acercan más al sonido clásico de The Cure. Es pues un disco un tanto bipolar, por así decirlo. Un punto medio entre los 2 extremos de la trilogía.

Siguen los constantes cambios en la banda. Antes de entrar al estudio Matthieu Hartley dejó el grupo. Se rumora de una pelea con Robert Smith por la temática del disco, ya que por ese entonces estaba escribiendo las rolas basadas en una crisis personal. Smith fue criado en la religión católica, pero se había pasado al agnosticismo, como todo buen gótico. Iba a las iglesias a ver a la gente, que se sentaba y se arrodillaba sin saber por qué, y lo miraba raro por su apariencia, también sin saber por qué. La crisis de fe que Robert refleja en este disco, más que religiosa, es sobre su fe en la humanidad. Tenía 21 años, estaba deprimido, no encontraba sentido a la vida, y creo que lo refleja muy bien en  las atmósferas sombrías. Hartley diría que The Cure se estaba volcando a una música peligrosamente suicida, y no era algo en lo que él quería participar, así que se quedaron sin tecladista.

Simon Gallup sigue aquí como bajista, pero por primera vez toma un bajo de 6 cuerdas para dar mayor profundidad, y creo que es el instrumento que se lleva el disco, sin menospreciar la guitarra de Robert. Smith por su parte, toma también el bajo de 4 cuerdas en algunas rolas para dar aún mayor profundidad al sonido, y él mismo hace los teclados en “The Funeral Party”. Laurence Tolhurst por su parte, es acaso aún más minimalista que en el Seventeen Seconds, con una batería centrada en llevar el ritmo y adornar muy poco, pero que sigue resultando efectiva para el estilo del grupo.

Otra influencia indudable para el Faith fue el suicidio de Ian Curtis, apenas meses antes de que entraran al estudio a grabar este disco. “The Holy Hour” se puede considerar un tributo a Joy Division, en particular por la espectacular entrada de bajo que rememora un poco a la de “Wilderness”. “Other Voices” y “Faith” también se suponen que están dedicadas a Curtis. Además por esas fechas murió la abuela de Robert y la madre de Lol estaba grave, por lo que la muerte los rondaba de cerca y sin duda influenció en el resultado del álbum.

Todo el disco de hecho, tiene un aire fúnebre, oscuro, muy serio, alejado

por completo del estilo más festivo de su primer álbum. La palabra muerte va surgiendo en la lírica aquí y allá. Campanas solemnes cierran el primer track. El disco es el más gris, brumoso y triste de la trilogía (aunque el más depresivo es el Pornography).

Bien dice Starostin que cuando una banda encuentra la forma de explotar la tristeza y conmiseración, es casi imposible que deje la fórmula. Sin embargo The Cure no es una banda emo de los dosmiles. Las letras siguen siendo depresivas como en el Seventeen Seconds, pero Smith logra refinarlas un poco y expresar mejor sus emociones. Aun no está en su tope lírico, pero se va puliendo. Creo que todos pasamos por algún punto de la adolescencia en que atravesamos esos mismos sentimientos de tristeza, de no encajar, de cierta desesperación e impotencia y de que el mundo es el que no funciona, por ello es que The Cure tiene tanta resonancia. El problema es si te quedas ahí toda la vida.

Sé que habrá fans recalcitrantes de The Cure que dirán que este es EL disco donde The Cure empezó a ser The Cure, que las letras, que el misticismo y la eterna lágrima, que este es el punto de inflexión y chalalá. Yo creo que las razones son válidas, pero sigue siendo un disco transicional, con la banda en construcción, y tiene muchos pasajes muy brumosos y repetitivos. Bueno, lo voy a decir: aburridos. Creo que muchos de esos adjetivos aplican mucho más al Pornography donde por fin logran redondear la idea y plasmarla en música. Este es un buen intento, sobre todo para ser 1981, pero dista mucho de ser una gran obra. Más bien es un buen reflejo de su portada, una foto de la abadía de Bolton, distorsionada por los tonos grises de la niebla que casi la ocultan por completo y solo dejan entrever sus contornos.

 

El disco comienza con “The Holy Hour”, con una tremenda y oscurísima línea de bajo de Simon Gallup interpretada en un bajo de 6 cuerdas. El Riff es una escala ascendente y descendente de 7 notas, que logran hipnotizar de inicio. En la intro se oye muy al fondo un sonido etéreo, que no sé si son campanas o un anota marcada de un teclado. Smith hace de hecho un sutil sintetizador aterciopelado, hasta que pasado el minuto entra con la guitarra haciendo un suave rasgueo y preparando la entrada de la voz. La Intro dura casi minuto y medio, con una ambientación de sepelio en día lluvioso. La melodía es oscura, tristísima, Smith parece estar a punto de romper en llanto. La letra habla de esa manía que tomó de colarse a las iglesias a ver cómo actuaba la gente: “I kneel and wait in silence, As one by one the people slip away, Into the night, The quiet and empty bodies”. Pesimismo, dudas existenciales, el rayo de esperanza o fe en el “Then look at your face”. Las  últimas líneas se dice que se refieren a Ian Curtis: “I cannot hold what you devour, The sacrifice of penance , In the holy hour”, por lo que The Holy Hour sería la muerte, el suicidio, cerrando con unas campanas fúnebres. La canción es buena, el riff de bajo y el efecto que le pone Gallup son para levantarle un monumento, la línea melódica es buena, y las letras, no son lo mejor de Smith, pero mejores que cualquier banda emo de los dosmiles. Al menos son sinceras. Quizá es un poco muy repetitiva. Es un gran riesgo armar una canción en base a un riff de bajo y pura emotividad. Alcanza a funcionar, pero por un pelo.

“Primary” es una buena canción. De hecho fue el único sencillo del disco. Y de hecho hubiera quedado mejor si lo hubieran dejado solamente como sencillo. No es que sea mala, al contrario, sino que es un tema rápido con un bajeo Punkish que igual hace una escala ascendente y descendente, con un beat poderoso y casi bailable… La letras es mucho más gótica, con imágenes clásicas como “The innocence of sleeping children Dressed in White”. El efecto alucinante de helicóptero logrado por el bajo, que recorre el brazo a toda velocidad, se debe a que en realidad son dos bajos. Smith lleva el punteo básico en uno de 4 cuerdas y Gallup prácticamente está requinteando con el bajo de 6 cuerdas cargado de phasing y delay. Eso da el efecto de helicóptero stereo alucinante. Tiene algo de más cambios que la anterior, y en general no te hace querer colgarte del sauce más cercano. Ese es  el problema. Que no parece encajar en mood con el resto del disco. Es muy buena, pero pareciera quedar mejor en el Three Imaginary Boys.

Luego tenemos “Other Voices”, una canción semilenta, donde de nuevo el bajeo crujiente hace una buena línea que se carga toda la canción. Robert hace un guitarreo etéreo con la carga de eco y canta de forma casi espectral. En el puente mantienen la rola en el mismo tono creando cierta tensión. Letras crípticas: “Other voices, Pounding in my broken head, Commit the sin, Commit yourself”, que sugieren suicidio y que estuvo dedicada a Curtis por los problemas físicos y mentales que atravesaba. Una canción muy básica, pero de nuevo Gallup la hace funcionar.  

Continuamos con “All Cats Are Grey”, en la que Robert deja la guitarra para tocar el teclado. Si el manejo de Smith de la guitarra es muy limitado a estas alturas, el de los sintetizadores lo es más. No lo hace mal, pero simplemente va pulsando nota por nota de una forma muy simple. El tema no tiene forma en si, salvo el tamboreo de Tolhurst. Tiene apenas letra, sin mucha melodía, en la que Smith canta como si estuviera en una tumba a punto de ser enterrado. Literalmente, eso dice la letra! Prácticamente pura atmósfera, pero definitivamente Robert no es Brian Eno. Supongo que inspiraría de alguna forma el tema de Caifanes “De Noche Todos los Gatos Son Pardos” (?)

“The Funeral Party” funciona mejor siguiendo el mismo patrón con Robert en los sintetizadores, que suenan majestuosos y depresivos a la vez, a pesar de que son básicamente 2 notas. Robert se las ingenia para hacer funcionar esos cuatro minutos de dos notas con la melodía y su manera fúnebre de cantar. La canción le hace honor a su nombre, pero no es mala, simplemente un poco larga para lo simple que es.

Luego está “Doubt” que nos despierta cuando ya sentíamos que los sintetizadores se convertían en nubes con querubines en nuestros ojos cerrados. “”Doubt” es la canción más rabiosa del disco. Pero no por ello deja de ser simplísima. Nuevamente dos tonos, sólo que esta vez desaforados, con Lol recorriendo de repente la batería con rápidos redobles, y Simon de nuevo haciendo buenas figuras con la crujiente profundidad del bajo. Es una muestra de las raíces Punk de The Cure. La letra también es inusualmente agresiva: “Tear at flesh, And rip at skin, And smash at doubt, I have to break you, Fury drives my vicious blows”. Quizá hubiera quedado mejor en el Pornography, que va más en este tenor, pero al menos le da un poco de fuerza a este disco.

Llegamos a “The Drowning Man”, un tema en medio tiempo, donde al menos juegan con los tonos con el riff para salirse del patrón monótono y repetitivo de las rolas previas. La guitarra logra crear tensión, bastante, junto con la voz desesperada, en la que Smith tuvo que agregar overdubs. La letra está basada en una novela de Mervyn Peake que Smith leyó en la escuela. No lo he leído, pero supongo retrata algún pasaje en el que una chica está ahogándose en aguas heladas. La música y la interpretación vocal reflejan esa desesperación gélida. Los ruidos de fondo incrementan esa tensión y sensación claustrofóbica. Tolhurst aporta enormidades con ese ritmo, en el que parece dar un beat y quedarse haciendo ecos, con un patrón de batería realmente complicado. Una canción hipnótica, depresiva, mucho más compleja que las del resto del álbum.

El disco cierra con “Faith”, el tema titular. Un tema lento, con otra gran línea de bajo dominando… esperen! Si el oído no me falla, repiten la fórmula de “Primary” al hacer una canción sin guitarra, a doble bajo! Sin embargo no están efectiva esta vez. Robert Smith juguetea con la melodía un tanto apática. Chispazos por momentos en los que parece despertar y recordar que está grabando un disco. No es  mala, muchos la consideran de culto al ser un tema totalmente Goth, el punto central, más que final del disco. Letras suicidas: “Catch me if I fall, I'm losing hold, I can't just carry on this way”  y overdubs lejanos que erizan la piel por su efecto espectral. “Rape me like a child, Christened in blood, Painted like an unknown saint”. Otra de las rolas dedicadas a Curtis, Smith pero cierra el disco y la rola con un rayo de esperanza “I went away alone, With nothing left, But faith…” No es mala, pero es muy repetitiva, y el trío aún no domina por completo el manejo de atmósferas y texturas en el disco.

Escuchando el Faith y el Pornography me sorprende que Robert Smith no haya ido al departamento de Curtis y se haya colgado de la misma viga. El Faith es un disco flojo. Muestra algún avance, pero realmente Gallup es el responsable de que no sea un somnífero absoluto, y que lo podamos considerar una ligera mejora respecto al Seventeen Seconds. Robert muestra alguna evolución, pero está lejos aún de su mejor nivel melódico del que se volverá maestro; aquí suena apático, y no siempre la creación atmosférica funciona, e incluso se empalman. A pesar de los cambios de ritmo, a veces uno no se da cuenta cuándo acabó una rola y comenzó la otra. Es corto, pero repetitivo, y los mejores temas es cuando se desprenden un poco y juguetean más con los tonos y melodías. Sin embargo es un disco necesario. Hubiera sido imposible para The Cure dar un brinco del Post-Punk del Boys Don’t Cry al poder Gótico del Pornography, una pequeña joya. Por otro lado, supongo que éste es exactamente el sonido que buscaba Smith. Un sonido gris, neblinoso, húmedo como la niebla que empaña todo en la portada del disco.

Por Corvan 

22/Nov/2013

 

 

 

 

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